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COLEGIO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS DEL MAYAB

DERECHO AGRARIO

EQUIPO 1

BUENFIL GARCIA ALEXA

CAAMAL BAAS KARINA

CANCHE CANO YURIBIA

DOMINGUEZ PARRA JESSICA

EK ESCAMILLA GUADALUPE

GARCIA BALMACEDA AMAIRANY

LIZAMA CARDENAS MARIA

SULUB CANCHE ANGELITA


TEMA 1 EL DERECHO AGRARIO

1.1 DIVERSAS DEFINICIONES DEL DERECHO AGRARIO

1.2 CONTENIDO DEL DERECHO AGRARIO MEXICANO

TEMA 2 EL DERECHO AGRARIO COMO DERECHO SOCIAL

2.1 CLASIFICACION DEL DERECHO

2.2 CONTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS DE 1917

2.3 ARTICULO 27 CONSTITUCIONAL

2.4 EL DERECHO AGRARIO COMO DERECHO SOCIAL MEXICANO


En la doctrina mexicana se han elaborado muy diversas definiciones del término “derecho
agrario”. Lucio Mendieta y Núñez definió al derecho agrario como “el conjunto de normas,
leyes, reglamentos y disposiciones en general, doctrina y jurisprudencia que se refiere a la
propiedad rústica y a las explotaciones de carácter agrícola”.

Por su parte, Martha Chávez Padrón señala que el derecho agrario “es el conjunto de normas que
regulan la organización territorial rústica, todo lo relacionado con las explotaciones y
aprovechamientos que ese sistema considera como agrícolas, ganade- ras y forestales y la mejor
forma de llevarlas a cabo”.

Antonio Luna Arroyo conceptualizó al derecho agrario como: “el orden jurídico de las relaciones
sociales y económicas que surgen de los sujetos que intervienen en la actividad agraria, así como
los problemas de la tenencia de la tierra y de las diversas formas de propiedad”. Por lo tanto, se
sostiene que el derecho agrario es el conjunto de normas jurídicas que regulan todo lo relativo al
cultivo de la tierra y los derechos de las mujeres y los hombres que la trabajan como son: las
diversas formas de tenencia de la tierra, la organización, la explotación y el aprovechamiento de
la actividad agrícola.

Esta rama del derecho supone, por un lado, un conjunto de normas jurídicas relativas al agro, es
decir, al campo; por otro, una regulación efectiva y eficaz de las diversas instituciones
(Procuraduría Agraria, Registro Agrario Nacional, tribunales agrarios) encargadas de dar
satisfacción a todos los conflictos que se presenten en torno a lo agrario. Un aspecto más que
regula esta rama del derecho es el de las diversas formas de organización para una mejor
explotación y aprovechamiento de las actividades, no sólo agrícolas, sino también ganaderas y
forestales.

Para determinar el contenido se toma como punto de referencia el concepto que sostiene que el
derecho agrario es el conjunto de normas jurídicas que regulan todo lo relativo al cultivo de la
tierra y los derechos de las mujeres y los hombres que la trabajan como son: las diversas formas
de tenencia de la tierra, la organización, la explotación y el aprovechamiento de la actividad
agrícola.

En éste se encuentran precisados los dos objetivos básicos de la disciplina:


a) la regulación y el disfrute de las diversas formas de tenencia de la tierra —ejidal, comunal y
pequeña propiedad— ligadas a la producción agropecuaria y consagradas a nivel constitucional;

b) la regulación y la organización de las explotaciones agrícolas.

Es decir, el contenido del derecho agrario lo forman las normas que regulan la propiedad rústica,
sus diversas formas de asociación (sociedades mercantiles, contratos de arrendamiento, aparcería,
etcétera), la organización y el mejor aprovechamiento de las actividades ganaderas y forestales,
así como las instituciones que han sido creadas para tal finalidad.

Un aspecto particularmente interesante del estudio de esta rama jurídica es el relativo a su


ubicación y clasificación, que ha sido intentada por diversos autores a partir de la dicotomía
clásica entre derecho público y privado, establece que derecho público es aquel que se ocupa de
las cosas que interesan al Estado, y derecho privado el que atañe exclusivamente al interés de los
particulares.

Sobre este tema resulta interesante recoger los planteamientos de Lucio Mendieta y Núñez, quien
señala que todos los autores que se han ocupado del derecho social coinciden en que le
corresponde, entre otras, las leyes del trabajo, las de asistencia, las agrarias, las de seguridad
social, las de economía dirigidas en diversos aspecto, y las que simple- mente regulan la
intervención del Estado en materia económica, a los que él agrega la legislación cultural y los
convenios internacionales de carácter social

A partir de esto se define al derecho social como el conjunto de leyes y disposiciones autónomas
que establecen y desarrollan diferentes principios y procedimientos protectores en favor de las
personas, grupos y sectores de la sociedad integrados por individuos económicamente débiles,
para lograr su convivencia con las otras clases sociales dentro de un orden justo.

Durante las fases históricas se generaron importantes ordenamientos jurídicos, como la Ley
Agraria de 1915, la cual se considera antecedente inmediato de la Constitución de 1917 por su
trascendencia en la incorporación del derecho agrario. Algunos de los conceptos básicos que
formaron parte de la temática de la iniciativa constitucional fueron la expropiación, la creación de
ejidos, el reconocimiento de las comunidades, la explotación colectiva e individual, el derecho de
la nación sobre los recursos del subsuelo (minas y petróleo) y la posibilidad de concesionarlos a
particulares tanto nacionales como extranjeros, y el derecho de los extranjeros para adquirir
propiedades rústicas. A partir de todos estos hechos y más, aunado a un arduo trabajo legislativo,
se obtuvo el texto original del artículo 27 que sintetiza el proceso histórico del agrarismo.

La Carta Magna de 1917, vigente hasta el día de hoy, integrada por 136 artículos y dividida en
casi una decena de títulos, estableció las garantías individuales y la estructura y “marcha esencial
de las instituciones del Estado” (Valdés Salas, Bueno Soria y Rojas Orozco, 2016: 39). Los
artículos 27 y 123 establecen dos de las garantías sociales más importantes que buscan terminar
con las desigualdades “mediante la idea de dar a la propiedad o al empleo de la tierra una función
de beneficio social y, al trabajo, un sistema de protección” (ídem: 39). Esta Constitución fue, hay
que recordarlo, la primera en reconocer las garantías sociales no sólo en la historia del país sino
del mundo. Conviene tener presente que el tema agrario es uno de los más sentidos durante el
devenir de México: la extensión del territorio junto con políticas erráticas o bien intencionadas,
pero sin recursos para su éxito han llevado a todos los gobiernos, desde el encuentro entre Hernán
Cortés y los pueblos originarios, a tenerlo dentro de su agenda de prioridades y, a la postre, a
elevarlo a rango constitucional para que sea objeto de políticas de Estado. Particularmente, la
Constitución de 1917 no podía omitir el clamor social que desde el inicio de la Revolución se
hallaba presente en torno a la posesión de tierras: el Plan de San Luis, de Francisco I. Madero,
establecía su restitución a los campesinos desposeídos, y el Plan de Ayala, postulado por
Emiliano Zapata, exigía la restitución de ejidos y el fraccionamiento de latifundios.

El derecho social es aquel que vela por la seguridad del individuo y para tener acceso a las
herramientas para tener mejores condiciones económicas. Con la Constitución de 1917 hace
referencia que ya podían abarcar otras áreas para el aprovechamiento de la tierra que también te
refiere al artículo 27 que habla sobre esas propiedades en el territorio, o sea, despues de la
promulgación de 1917 la tierra ya no le pertenecía de lleno al Estado y el pueblo podía vivir de
ello para igual la economía del país y así, el mismo Estado apoyarlos para un mejor
funcionamiento y mantenimiento del mismo y eso volverse un sustento para el mismo país.

También según el artículo 27, la propiedad de tierras y aguas se divide en pública, privada y
social. El Estado se reserva la propiedad y el dominio tal cual de determinados bienes, que
forman parte de la propiedad pública; eso hace que se transmita el dominio de tierras y aguas a
particulares, construyendo la propiedad privada, o a los ejidos y comunidades, en pocas palabras,
llega a la propiedad social. Un punto que se podría añadir es donde se tomaron algunos puntos de
la Constitución de 1857 para la reforma de la Constitución de 1917 que en el artículo 27 en el que
nos menciona que no se podía expropiar para el uso público y que venía con una indemnización.

Artículo 27 constitucional

En un proceso de lucha para la igualdad social del Estado donde se pudo percibir un claro sentido
agrarista, en el cual fueron fundamentalmente necesarios la gente del campo quienes aportaron su
vida por la construcción de un régimen político más justo en lo social, resultado de esa lucha fue
la incorporación en nuestra constitución política los derechos sociales percibidos en los artículos
30, 27 y 123. Muchos, justificaron o más bien explicaron la ausencia de valores político
democráticos durante muchos años en nuestra vida pública, con la amplia existencia de
postulados y aspiraciones de contenido social.

La relación del derecho agrario junto con el derecho social recurre sobre que el primero es una
rama del derecho que estudia y regula las relaciones que surgen entre las personas involucradas
en la producción agropecuaria, que propone en un sentido estricto los lineamientos para la
explotación del suelo, por otra parte el derecho social es la rama del derecho que se fundamenta
en los principios y diferentes normas que tienen como objetivo principal proteger, velar y
establecer el comportamiento y las actitudes del hombre velando por la igualdad dentro de las
clases sociales.

En el artículo 27 de la constitución nos dice que la propiedad de las tierras y aguas comprendidas
dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha
tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la
propiedad privada. Concerniente a eso el derecho social agrario es el conjunto de normas y
principios que se ocupan de disciplinar las relaciones jurídicas del sector agrícola y de regular la
distribución de la propiedad y tenencia de la tierra a fin de establecer la justicia social en el
campo permitiendo que los particulares en general de una nación puedan tener derecho sobre el
dominio de las mismas siempre y cuando tengan la capacidad y se rija por las disposiciones
correspondientes
Buscando que los principios del derecho social sean aplicados al artículo 27 constitucional como
algo benéfico de manera común para los ciudadanos, el aprovechamiento de los elementos
naturales será distribuido equitativamente, se buscará cuidar de su conservación, lograr el
desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural
y urbana. En consecuencia, se dictarán las medidas necesarias para ordenar los asentamientos
humanos y establecer adecuadas provisiones, usos, reservas y destinos de tierras, aguas y
bosques, a efecto de ejecutar obras públicas y de planear y regular la fundación, conservación,
mejoramiento y crecimiento de los centros de población. De manera muy concisa la nación tiene
dominio de los recursos naturales, las aguas territoriales, el petróleo y de los hidrocarburos, así
como también de combustible nuclear. Aunado con el propósito de transformar un hecho
meramente político a uno social se necesita mediante un sistema de instituciones y controles
poder establecer un marcado carácter protector sobre de los sujetos particulares de la nación,
teniendo como objetivo social el interés de las clases sociales en una colaboración pacífica y en
una convivencia justa con el Estado

Martha Chávez padrón explica que el derecho agrario mexicano es un conjunto de normas que se
dirigen a un determinado grupo social, protegiéndolo al traducir la suma de sus patrimonios,
económicamente negativos por lo pobre, en una fuerza jurídica capaz de oponerse a las de un
interés patrimonialmente positivo; por ende, estas normas rigen todas las relaciones jurídicas que
surgen a consecuencia de la organización y explotación de la propiedad ejidal, de la pequeña
propiedad y de las comunidades agrarias, y agrega que el derecho social es una nueva rama
fundamental del derecho que impone nuestra realidad actual y comprende nuevas subramas
jurídicas que nacieron de revoluciones sociales; en consecuencia, estas se agrupan bajo aquélla y
demuestran no sólo su existencia sociológica mediante la existencia del grupo social de que se
trate, sino también comprueban su existencia jurídica en aquellas normas constitucionales y
reglamentarias que establecen la personalidad colectiva de dichos grupos. En consecuencia,
afirma, el derecho agrario es, en nuestro país, una subrama del derecho social

Un grupo social, protegiéndolo al traducir la suma de sus patrimonios económicamente negativos


por lo pobre, en una fuerza jurídica capaz de oponerse a las de un interés patrimonialmente
positivo. En consecuencia, estás se agrupan bajo aquella y demuestran no solo la existencia
sociológica mediante la existencia del grupo social de que se trate, sino también comprueba la
existencia. El derecho agrario tiene en México, derechos de garantía y sujetos individuales a la
colación de la pequeña propiedad. Regular y equilibrar la economía nacional y las fuentes de
estás derechos, garantías y sujetos colectivos en el ejido y las comunidades agrarias, instituciones
(mexicanas).

Punto intermedio que se incluye en ocasiones el derecho del derecho público y en otras en
privado, en otros objetivos lo típicamente social. Raúl Lemus García dice que se ha integrado una
importante rama del derecho en merito a los cambios sociales que se han venido aperando desde
el siglo XlX, dando lugar a un nuevo tipo de reglamentaciones jurídicas creadoras de
instituciones legales.
● Ruiz Massieu, Mario “Derecho agrario” Primera edición, Universidad Autónoma De
México, Archivo PDF, Parte 1.
● Mora Donatto y Cecilia Judith “Derechos y justicia para el campo mexicano”. Colección
Nuestros Derechos, edición UNAM-INERHM, Archivo PDF. Primera parte
● Delgado Moya, Rubén, El derecho social del presente, México, 1977, pp. 112-113.
● Mendieta y Núñez, Lucio, El derecho social, México, 1967, pp. 53-54.
● Dr. Ivo Alvarenga, Prof. En Derecho Agrario, "Derecho Agrario Soviético" en
Fundamentos del Derecho Soviético, Ediciones en lenguas Extranjeras. Moscú, 1962,
Pág. 342.
● Jorge J. Gómez de silva Cano, El Derecho Agrario Mexicano y la Constitución de 1917,
SECRETARIA DE GOBERNACIÓN, NSECRETARIA DE CULTURA, INSTITUTO
NACI0NAL DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LAS REVOLUCIONES DE MÉXICO,
OINSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA UNAM
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4452/19.pdf
http://www.diputados.gob.mx/sia/coord/refconst_lviii/html/236.htm

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