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D I OS N OS L E VA N TA
El D E LOS F R AC ASOS ,
P E RO N O D E L AS E X C U SAS
vino
RECORDAR
A LOS PEREZOSOS
Proverbios 10:26 (RVR1960)
26 Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, así
es el perezoso a los que lo envían.
Proverbios 10:26 (PDT)
26 Nunca emplees a un perezoso, pues te irritará como el vinagre
irrita la boca o el humo irrita los ojos.
¿QUIÉNES SOMOS
Y DE DÓNDE VENIMOS?
Jueces 6:15-18 (RVR 1960)
15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a
Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor
en la casa de mi padre. 16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré
contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre. 17 Y
él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me
des señal de que tú has hablado conmigo. 18 Te ruego que no te
vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga
delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.
A veces tomamos como excusa nuestro lugar de origen o
nuestra identidad para no hacernos responsables de la
situación que estamos viviendo. Gedeón le dijo a Dios: “Mi
familia es pobre y yo soy el menor”. Parecían excusas válidas
para no ir a la batalla y quedarse escondido, pero el Señor no
les prestó atención, y más bien le recordó que Él lo
acompañaría y que tenía un plan para su vida y para su
pueblo.
NUESTRAS SUPUESTAS
LIMITACIONES
Éxodo 4:10-17 (RVR 1960)
10 Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre
de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque
soy tardo en el habla y torpe de lengua. 11 Y Jehová le respondió:
¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al
que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? 12 Ahora pues, ve, y yo
estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. 13 Y él
dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. 14
Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a
tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él
saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón. 15 Tú
hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con
tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. 16 Y
él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás
para él en lugar de Dios. 17 Y tomarás en tu mano esta vara, con la
cual harás las señales.
Ninguna excusa es válida para desobedecer una instrucción
de Dios. Moisés ponía como excusa su limitación en el habla,
pero Él no se la aceptó y por el contrario, se enojó. ¿Cómo no
se iba a molestar el Señor, si Él es experto en imposibles?
¿Qué excusa válida podríamos darle ante esta o cualquier
otra situación?
NUESTROS TEMORES
Mateo 25:24-30 (RVR 1960)
No hay excusa válida para no experimentar la vida que Dios diseñó para
nosotros.
El mejor vino