Está en la página 1de 3

Hebreos 12:5-17,28-29. LA DISCIPLINA DEL SEÑOR.

5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no
menosprecies la disciplina del Señor,  Ni desmayes cuando eres reprendido por él; 6 Porque el
Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. 7 Si soportáis la disciplina,
Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se
os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no
hijos. 9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los
venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10
Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para
lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que ninguna
disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible
de justicia a los que en ella han sido ejercitados. 12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las
rodillas paralizadas; 13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga
del camino, sino que sea sanado. 14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá
al Señor. 15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando
alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; 16 no sea que haya
algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. 17
Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo
oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.

28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella
sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; 29 porque nuestro Dios es fuego
consumidor.

Deuteronomio 8:5-6, 11. JEHOVA CASTIGA.

5 Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te
castiga. 6 Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y
temiéndole. 

11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus
estatutos que yo te ordeno hoy;

Salmos 89:30-32. CASTIGO DE JEHOVA.

30 Si dejaren sus hijos mi ley, Y no anduvieren en mis juicios, 31 Si profanaren mis estatutos, Y
no guardaren mis mandamientos, 32 Entonces castigaré con vara su rebelión, Y con azotes sus
iniquidades.

2 CRONICAS 19:7. NO HAY ADMISION DE COHECHO.

7 Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro
Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho. 

1 TIMOTEO 5:20-22,24-25. NO PERSISTIR EN EL PECADO, NO PARTICIPAR EN PECADOS


AJENOS, PECADOS OCULTOS REVELADOS EN SU TIEMPO.
20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también
teman. 21 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que
guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad. 22 No impongas con
ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro.

24 Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, mas a
otros se les descubren después. 25 Asimismo se hacen manifiestas las buenas obras; y las que
son de otra manera, no pueden permanecer ocultas.

LEVITICO 5-1,5. EL TESTIGO DE PECADO

1 Si alguno pecare por haber sido llamado a testificar, y fuere testigo que vio, o supo, y no lo
denunciare, él llevará su pecado. RVR

"Si alguien peca al ser llamado a testificar, siendo testigo de lo que ha visto o sabe, y no lo
declara, será culpable." LBLA

5 Cuando pecare en alguna de estas cosas, confesará aquello en que pecó,

El versículo 1 alude al testigo que sabiendo algo se niega a declarar la verdad en perjuicio de otra
persona. Es éste, entonces, un pecado de omisión. Algunas personas piensan que por no haber
cometido pecados o delitos graves, están libres de pecado. Bien dijo al respecto el apóstol
Santiago en su carta, 4:17: A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.

También resulta interesante recordar que el sabio rey Salomón oró a Dios con respecto a este
asunto de un testigo que no dijera la verdad cuando debiera decirla. Leeremos en el primer libro
de los Reyes 8:31 y 32: "Cuando alguien cometa una falta contra su prójimo y se le obligue a jurar
ante tu altar en este templo, escucha tú desde el cielo, y actúa; haz justicia a tus siervos.
Condena al culpable, haciendo recaer sobre él el castigo por sus malas acciones, y haz justicia al
inocente, según le corresponda"

Recuerdo haber estado presente en una reunión en la cual un grupo de cristianos hablaban de un
dirigente de su iglesia y facilitaron cierta información que era exacta; pero que no era toda la
verdad. De la verdad solo dijeron una parte y no expusieron la totalidad de la situación. Dicho
grupo estaba tratando de hacer creer a todos que conocían toda la historia. Esa actitud constituyó
una verdadera ofensa y una transgresión viciada totalmente por la malicia al ocultar parte de la
verdad. En el libro de Proverbios 6:17 encontramos una lista de cosas que Dios detesta y en esa
lista de 7, encontramos a la "lengua mentirosa" "un testigo falso que dice mentiras" "y el que
siembra discordia entre hermanos"

Seguramente recordarás que Jesús permaneció silencioso durante la mayor parte del juicio a que
fue sometido. Pero cuando fue puesto bajo juramento, rompió su silencio. Entonces ya no estuvo
mudo como una oveja delante de sus trasquiladores, como había anticipado el profeta Isaías en
53. Recordemos el relato de Mateo 26: 63 y 64. Más Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo:
Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios. Jesús le dijo: Tú
mismo lo has dicho; sin embargo, os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la
diestra del Poder, y viniendo sobre las nubes del cielo. Como podemos ver, ante un juramento ya
no guardó silencio, sino que habló claro como un testigo y dijo toda la verdad.
5 Cuando pecare en alguna de estas cosas, confesará aquello en que pecó,

EFESIOS 5: 11-17. NO PARTICIPAR EN OBRAS INFRUCTUOSAS.

11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; 12
porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. 13 Mas todas las cosas,
cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que
manifiesta todo. 14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te
alumbrará Cristo 15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como
sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis
insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 

2 TIMOTEO 3:16-17. LA ESCRITURA ES INSPIRADA POR DIOS Y UTIL PARA CORREGIR.

16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para
toda buena obra. 

PROVERBIOS 3:11-12. NO MENOSPRECIAR LA DISCIPLINA DE DIOS.

11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; 12 Porque


Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere.

MARCOS 4:22. LO OCULTO SERA REVELADO.

22 Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de
salir a luz.

LUCAS 12:2-3.

2 Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse. 3
Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en
los aposentos, se proclamará en las azoteas.

2 CORINTIOS 4:2. RENUNCIAR A LO OCULTO Y VERGONZOSO. DIOS ES NUESTRA LUZ A


TRAVES DE JESUCRISTO.

2 Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la


palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia
humana delante de Dios. 3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se
pierden está encubierto; 4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los
incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la
imagen de Dios. 5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor,
y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6 Porque Dios, que mandó que de las
tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación
del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

También podría gustarte