¡NO TEMAS!

10 DÍAS PARA VENCER EL MIEDO

¡No Temas! 10 Días Para Vencer El Miedo

Día 1

No dejes que el miedo tome el control de tu vida

¿Qué es exactamente el miedo? Se podría definir como un “sentimiento de

angustia que se experimenta cuando hay un peligro o se piensa en él, sea este
real o imaginario”.

Déjame que te pregunte: ¿Qué es lo que pasa cuando el miedo toma las
riendas sobre ti, cuando el temor es tan fuerte que te impide “funcionar”
normalmente?

Aquí tienes tres efectos del miedo

- El miedo paraliza.
- El miedo alimenta las dudas.
- El miedo mata los proyectos que Dios tiene para ti.

El miedo no es otra cosa que un arma utilizada por el enemigo para agobiarte y
estorbarte en tu vida cristiana. Pero Jesús ha vencido al enemigo. La Biblia dice
que has recibido un espíritu de valor, de amor y de entusiasmo, y no un espíritu
de timidez, de cobardía o de derrota.

Este espíritu de valentía te es dado por Dios. ¡Por Dios mismo! No por una
divinidad lejana, ¡sino por el Dios creador y potente, por Aquél que vendrá de
nuevo a la tierra triunfante!

Recibe esto hoy: la Palabra de Dios alimenta tu fe, el Espíritu de Dios te empuja
y te lleva. Te permite saltar las murallas y franquear las montañas. ¡Con Él,
harás proezas!

Juntos vamos a tomar nuestro lugar en oración:

“Señor, confieso con mi boca que eres mi Salvador y mi Señor. ¡Confieso que lo
que dices en Tu Palabra es verdad! ¡He recibido un espíritu de valentía y de
poder! He recibido este espíritu de Ti. ¡Declaro que el miedo y todo lo que este
ha causado en mi vida ya no tiene ningún poder ni ninguna autoridad en mí,
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porque te doy a Ti toda mi vida, mis emociones, mis circunstancias… ¡todo!

¡Bendito seas por la libertad que me das! En el nombre de Jesús. ¡Amén!”]

Soportes Bíblicos:

 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor

y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7 RVR1960)

 En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de

Jehová; Escudo es a todos los que en él esperan. (Salmos 18:30 RVR1960)

 Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros. (2 Samuel

22:30 RVR1960)
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Día 2

¿Vas a dejar que el miedo te guíe tus decisiones?

Seguramente conoces ese dicho que dice que la ira es una mala consejera,
pero, ¿sabías que pasa lo mismo con el miedo?

Considera esta parábola de Jesús. Es la historia de un hombre que se fue de

viaje y confió sus bienes a sus sirvientes para que negociasen con ellos. A su
vuelta, todos los servidores habían conseguido beneficios con lo que les fue
confiado, menos uno. Este le dijo a su amo: “Tuve miedo y escondí la bolsa con
el dinero en la tierra”.

El sirviente fue calificado como un “mal sirviente”, y fue echado fuera.

En esta parábola, la mala decisión que toma el sirviente es una consecuencia de

su miedo. Cuando actuamos por temor, no tomamos buenas decisiones. No
oramos y no reflexionamos, sino que nos dejamos llevar por lo que el miedo
nos dice que tenemos que hacer. Se convierte en nuestra fuente, la realidad en
función de la cual tomamos nuestras decisiones.

Creo que es importante que tú, como hijo de Dios, no dejes nunca que sea el
miedo el que dicte tu conducta. Antes de tomar una decisión, tómate el tiempo
necesario para consultar al Señor. Entrégale tu miedo y pregúntale Su parecer.
Pídele que te muestre con claridad qué debes hacer, qué decisión debes tomar.

Siempre es una buena decisión escoger al Señor. La mejor decisión que puedes
tomar es vivir siempre de pleno acuerdo con Su voluntad y Su verdad. Te animo
hoy a no tomar ni una sola decisión basada en el temor, sino a poner tu mano
en la Suya, y tus pasos en los Suyos.
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¡Sé fortalecido! ¡No tengas miedo!

Soportes Bíblicos:

 Porque el reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos,

llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a
otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se
fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y
ganó otros cinco talentos. Asimismo, el que había recibido dos, ganó
también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra,
y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el
señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que
había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor,
cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos
sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has
sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando
también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me
entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su
señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre
mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Pero llegando también el
que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre
duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por
lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo
que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente,
sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por
tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo,
hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el
talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será
dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y
al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el
crujir de dientes. (S. Mateo 25:14-30 RVR1960)

 Por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes
lo que es tuyo. (S. Mateo 25:25 RVR1960)
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Día 3

¿Tienes miedo del mañana?

Nadie sabe qué será del día de mañana. Es cierto: Dios sí lo sabe, pero nosotros
no, y el miedo puede surgir del hecho mismo de no saber. Lo desconocido nos
da miedo.

Es un poco como cuando conduces tu coche de noche por primera vez sobre
una carretera que no conoces. Es algo que puede asustarnos. Sin embargo, es
cierto que nuestros coches vienen equipados con faros que nos permiten ver
suficientemente bien de noche para avanzar con total seguridad.

Es un poco la misma cosa con Jesús. Él es la luz que te guía y te acompaña cada
día. Esto no quiere decir que nunca te llegarán momentos difíciles, sino que
Jesús está ahí contigo y conoce tu destino para cada día.

Con Jesús, todo es un asunto de confianza y de alianza. Él dió Su vida para

salvar la tuya, y puedes estar seguro que Él no te ha arrancado de las garras del
infierno para abandonarte aquí mientras esperas tu llegada al cielo. ¡No tendría
sentido! :-)

¡Dios ha prometido cuidar de ti, y lo va a hacer, no te preocupes!

“Así que no os preocupéis diciendo: '¿Qué comeremos?' o '¿Qué beberemos?'

o '¿Con qué nos vestiremos?' Porque los paganos andan tras todas estas cosas,
y el Padre celestial sabe que necesitáis de todo esto. Más bien, buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas. Por lo tanto, no os angustiéis por el mañana, el cual tendrá sus
propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas”.

Soportes Bíblicos:

Sé que el Señor está ahí muy cerca de ti, y que cuidará de ti.
 Mis embriones vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas
aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
(Salmos 139:16 RVR1960)
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 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo,
cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con
toda su gloria se vistió, así como uno de ellos. Y si la hierba del campo
que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará
mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues,
diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre
celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de
mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. (S. Mateo 6:28-34
RVR1960)
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Día 4

¿Tienes miedo de Dios?

Imagínate que nos encontramos en el jardín del Edén, justo después de la

caída. La mujer y el hombre acaban de desobedecer a Dios, de pecar contra Él.
Han comido de ese fruto prohibido. La comunión con Dios está rota. Este
pecado genera separación, división y, como podrás adivinar, miedo. La primera
vez que oímos hablar del miedo en la Biblia es precisamente en este momento,
justo después de la caída.

“Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y

me escondí” (Génesis 3:10).

¿Por qué Adán tuvo miedo? La toma de conciencia de su desnudez y de su

desobediencia hizo nacer en él el temor. Peor aún, eso le condujo a esconderse
de su Dios, a esconderse del que le creó, le amó y cuidó de él. ¡A esconderse de
Aquél con quien estaba en una comunión perfecta, con quien hablaba cada día!

Cuando tenemos miedo de Dios, huimos de Su presencia. Sin embargo, es en

Su presencia que recibimos el perdón, la gracia y la fuerza para avanzar y hacer
frente a lo que se presenta ante nosotros.

Quizá la culpabilidad te impide acercarte al Padre. Sin embargo, Él te espera

con los brazos abiertos, como el padre del hijo pródigo. Te espera en el dintel
de la puerta de tu corazón. Ábrele, déjale entrar y restaurar tu alma, tu espíritu,
tu vida.

Dios te ama, y si necesitas Su perdón y se lo pides, Él te perdonará. No conozco

tu vida, pero te invito a que, si sientes hoy esta dulce llamada del cielo,
contestes. Invita al Espíritu Santo a venir a tu corazón. ¿Lo quieres? Sí es así,
ora conmigo:
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“Señor, a veces tengo miedo de venir ante Tu presencia y de hablarte, porque

me siento culpable, insignificante… Te pido humildemente que me muestres
por Tu Santo Espíritu todo aquello que me impide acercarme a Ti con
confianza. Revélamelo y ayúdame a librarme de ello. En el nombre de Jesús.
Amén”.

Soportes Bíblicos:

 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba

desnudo; y me escondí. (Génesis 3:10 RVR1960)

 También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su

padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les
repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo
menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes
viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una
gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó
a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda
para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las
algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí,
dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan,
y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser
llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose,
vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido
a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le
dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser
llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y
vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el
becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi
hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y
comenzaron a regocijarse. (S. Lucas 15:11-24 RVR1960)
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Día 5
¿Por qué tienes temor?

Creo que Jesús tiene una palabra particular para ti hoy. Es esta:

“Hoy es un día hermoso. Todo aquello que te hace sentir mal es lo que
retienes, aquello que no me has confiado. Piensa en esto: Sigo en el trono,
reino sobre el universo. Soy Jesús y estoy de pie a la diestra del Padre, y con el
Espíritu Santo, tu Consolador.

“Tú, hijo mío, eres muy precioso para mí. Hago que todas las cosas te ayuden
para bien.

“Preséntame en oración todo aquello que te da miedo y que te hace estar

ansioso. No dejes que tus problemas te agobien, sino entrégamelos en oración.
No los lleves más tú, dámelos a mí.

“Búscame, y me dejaré encontrar. Ven, siéntate a mis pies, deja de lado tus
problemas. YO SOY es mi nombre. Soy todo lo que necesitas: Soy la paz, Soy la
vida en abundancia por la que suspiras, Soy la felicidad que buscas.

“Ven, estoy aquí…”

Si esto te ha tocado y deseas responder a esta invitación de Jesús, te invito a

orar conmigo: “Señor, aquí estoy. Contesto a Tu llamada. No quiero guardar
más mis sentimientos para mí. Te confío mis miedos, mis fracasos, todo lo que
me hace estar ansioso, lo que me estresa. Te doy todo; sí, toma todo Señor.
¡Ven a socorrerme, Jesús! Gracias por Tu ayuda, gracias por Tu amor. Amén”.
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Soportes Bíblicos:

 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Romanos 8:28
RVR1960)

 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de

vosotros. (1 Pedro 5:7 RVR1960)

 Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro

corazón. (Jeremías 29:13 RVR1960)
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Día 6

¡No temas!

El miedo es una emoción totalmente humana, normal en nuestra naturaleza

caída. Yo también tengo miedo en ocasiones, pero he aprendido un secreto:
¡No es el deseo de Dios que vivamos con miedo! Por el contrario, el miedo
tiene que desaparecer de nuestras vidas.

Dios nos ha dejado Su Palabra para hacer huir el miedo de nuestras vidas. La
Biblia declara:

“Después de esto, la palabra del Señor vino a Abram en una visión: «No temas,
Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa»” (Génesis 15:1).
“Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová
hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más
para siempre los veréis” (Éxodo 14:13).
“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová
tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará” (Deuteronomio
31:6).
“Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro
Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará” (Isaías
35:4).
“No temáis, mas esfuércense vuestras manos” (Zacarías 8:13).
“No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el
reino” (Lucas 12:32).
Hoy, no tienes nada que temer, el Todopoderoso está a tu lado. Y si Dios está
contigo, ¿quién contra ti?

¡Querido amigo, no dejes que el miedo te robe la paz que Dios te da! Confiesa
la Palabra de Dios y verás al miedo ¡huir de miedo! :-)
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Soportes Bíblicos:

 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión,

diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será
sobremanera grande. (Génesis 15:1 RVR1960)

 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque

Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
(Deuteronomio 31:6 RVR1960)

 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice

Jehová. (Jeremías 1:8 RVR1960)

 Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de

Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. No temáis, mas
esfuércense vuestras manos. (Zacarías 8:13 RVR1960)
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Día 7

¡No estás nunca solo!

Hay momentos en los que estamos tan estresados por los ruidos de este
mundo y aturdidos por el bullicio de nuestra sociedad, que ya no sabemos ni
siquiera qué es la paz. Es como si luchásemos contra un enemigo invisible.

Es en esos momentos difíciles en lo que Jesús te habla y te dice: “Shhhh, estoy

aquí, no tengas miedo”.

Durante los días en los que te encuentras solo, cansado de pelear, Jesús está
justamente ahí cerca de ti. Y a tu vez, como el salmista, puedes declarar: “He
calmado y aquietado mis ansias. Soy como un niño recién amamantado en el
regazo de su madre. ¡Mi alma es como un niño recién amamantado!”

¡El Señor es tu paz, hoy y por siempre! Estás tranquilo y saciado cerca de Él,
cerca de Su corazón.

¿Quieres orar conmigo?

“Gracias, Señor Jesús, por Tu Presencia amorosa y relajante. Tú me visitas como

una mamá que acude en medio de la noche cuando escucha los primeros lloros
de su niño bien amado. Gracias por tranquilizarme y apaciguarme. Eres mi paz.
Gracias a Ti, Señor, estoy en calma y tranquilo. Amén”.

Soportes Bíblicos:

 Sea el nombre de Jehová bendito Desde ahora y para siempre. (Salmo

113:2 RVR1960)
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Día 8

¿Están tus pensamientos influenciados por el miedo?

Cuando era más joven, hice un curso en la escuela de hostelería. No falta hace
decir que me gusta cocinar, pero más aún comer :-) Creo que es uno de los
placeres de la vida que Dios nos ha concedido, así como lo es compartir
comidas en familia o con amigos.

En esa etapa de mi vida aprendí la importancia de los (buenos) aliños. En

efecto, un aliño fallido puede echar a perder una pieza de carne o pescado.

Creo que nuestro corazón y nuestra vida son un poco como la “materia prima”
que se puede “aliñar” con buenas cosas o con malas cosas. Este aliño es el que
dará un cierto sabor a nuestra vida.

Hay muchas cosas diferentes que pueden alimentarte. La Palabra de Dios, el

gozo o la paz de Cristo son ejemplos de buenas cosas, buenos condimentos
para tu “aliño”. Sin embargo, la influencia del miedo, la duda o el temor son
malos “aliños” que dan un sabor amargo a nuestra vida, si les damos lugar.

Me gustaría ayudarte en este día a poner fin a los pensamientos de miedo que
puedas tener. Para ello, te invito a que confieses y medites en estos versículos:

“Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por

lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré” (Salmo 28:7).
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se
traspasen los montes al corazón del mar” (Salmo 46:1-2).
“No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo
dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no
conozco ninguno” (Isaías 44:8).
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Jesús pagó el precio para que puedas ser libre de todo, ¡incluido el miedo! Lee
Su Palabra cada día a fin de que el miedo deje lugar a la fe, ¡una fe triunfante!

Soportes Bíblicos:

 Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui

ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.
(Salmo 28:7 RVR1960)

 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen

los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y
tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah (Salmos 46:2-3
RVR1960)
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Día 9

¡Cambia tu debilidad por Su fortaleza!

Nos gustaría estar seguros en el trabajo, en casa, con nuestros amigos…

Desearíamos servir al Señor y honrarle con nuestras palabras y nuestros actos,
y orar en todo tiempo. Quisiéramos comernos la vida a mordiscos y seguir
viviendo a cien kilómetros por hora, pero a veces sencillamente no podemos:
por falta de tiempo, por las energías o por otras razones que nos frenan.

Puede que en este día estés desanimado. Si ese es el caso, me gustaría

animarte hoy.

La Biblia dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo

soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia” (Isaías 41:10).

Es cuando te encuentras en esta fase de debilidad que estás en el momento

perfecto para experimentar el poder de Dios en tu vida. ¡Es el momento de
recibir Su fuerza! Cuando los médicos dicen que no pueden hacer nada, cuando
el banco no te avala más, cuando todo parece “muerto” ... es cuando Dios
puede liberar una palabra a tu favor.

¡Confía en Dios! ¡Entrégale tu debilidad, tus dudas, tus miedos, y recibe Su

fuerza, Su gozo, Su capacidad, Su confianza! ¡Confía en Él y recibe todo de Él!

Soportes Bíblicos:

 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios

que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra
de mi justicia. (Isaías 41:10 RVR1960)
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Día 10

¿Temes recibir las malas noticias? Aprende a esperar lo mejor

Atraemos aquello que tememos. Es lo que dice la Biblia: “Porque el temor que
me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía” (Job 3:25).

¿Temes recibir una mala noticia? Entonces te llega. ¿Tienes miedo de caer
enfermo? Te pasa. Temes recibir una mala factura y, como por azar, te llega al
buzón. No es por nada que la Biblia dice “me ha acontecido lo que yo temía”.

¿Por qué la Biblia habla de esto? La Palabra de Dios quiere darte ánimo y darte
las claves para una vida victoriosa y potente en Jesucristo. Lo que nos enseña
este versículo de Job es que el temor abre una puerta al enemigo. Sin embargo,
considera esto: la fe es lo opuesto al miedo. Es como un temor inverso: tiene la
esperanza de recibir las buenas cosas que esperamos de parte de Dios.

Lo que espero es lo que me llega. Atraigo lo que espero, lo que medito, lo que
repaso en mi corazón. Es por ello que, si espero lo mejor, entonces atraigo lo
mejor. Cuando nos nutrimos de la Palabra de Dios, (que nos recuerda Su
benevolencia y Su bondad), atraemos lo que es bueno sobre nuestras vidas.

Quizá me digas: “Es un poco simple, casi demasiado fácil”. Es cierto, pero es
bíblico; además, las soluciones más eficaces no son forzosamente las más
complicadas :-) ¡Me gusta la simplicidad evangélica!

Te animo a renunciar a todo temor y a todo pensamiento negativo. Que tus

ojos estén fijos sobre las bondades del Eterno, que se renuevan cada mañana
sobre ti.

¡Sé bendecido, amigo mío! ¡Espero lo mejor para ti!