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Fractal templario antifalocrático y no binario del Paradisi en elogio mayor a:

Las Vicisitudes del Contratenor en México del Maestro Héctor Sosa.

El pájaro rompe el cascarón.


El cascarón es el mundo.
Para nacer hay que romper un mundo.
Hermann Hesse.

Confieso ser desde mi infancia un irredento lector, devorar de libros en la convicción de


que las alas del hombre desde el principio de los tiempos están en ellos aguardando para
aletearnos en la cara, invitándonos a otros cielos, otros horizontes más amplios. Mi
devoción por ellos ha sido mi altar para las obluciones a un Dios que nos asombra siempre
en tiempo presente. Mi visión del color se quedó cautiva de los “libros de horas”
iluminados por generaciones de artistas para las esposas con cinturón de castidad y demás
artilugios machistas con biblias y vidas de santos para aplastarles cualquier destello de
deseo heredado de la pérfida Eva de todos los principios habidos y por haber. ¡Vino
Guttenberg bendito Dios! Productos de su invención: la imprenta, comenzaron el camino
al iluminismo separándonos vía cerebro de las especies rastreras y nos convencimos de la
eterna levedad de la poesía, de la extraordinaria edición cinematográfica de la vida hecha
literatura y como diría mi paisano y gran poeta Armando Rojas Guardia que “el ensayo es
la fiesta erótica del intelecto”.

Parafraseando a mi entrañable amigo Armando Rojas Guardia, (Premio Nacional de Poesía


1986 y 1996 de Venezuela y postulado al XI Premio García Lorca de la ciudad de Granada
en 2012) confieso que después de la presentación del extraordinario y necesario libro Las
Vicisitudes del contratenor en México del Maestro Héctor Sosa Monterola realizada el
pasado 12 de agosto de 2022 en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes de
México, desde esa misma noche la rumba erótica del intelecto comenzó y concluyó esta
mañana, este 20 de agosto. Me pasó con este magnífico ensayo o tratado de vida y
estética del gran contratenor mexicano lo que muy ocasionalmente me ocurre con libros a
los que categorizo de incunables; me lo devoré en febricitancia iluminadora y en ese
renglón sólo ubico a quiénes al leerlos en la transparencia de sus líneas, su sabiduría y
honestidad estética y vital, graban en mi memoria senderos de asombro e inobjetables
certidumbres.
Las Vicisitudes del Contratenor en México, lo subrayo nuevamente es un libro necesario y
urgente para una tesitura exquisita, que si bien tuvo su esplendor en la era de los castratis
cayó en desgracia en la producción operática post barroco cuando la heteronorma y el
machismo se apoderaron, infusionadas del sopor vaticaniensis machihembrado, del teatro
cantado condenando al olvido a contratenores a un ghetto de supuestos monstruos y
esperpentos gerenciado por la miopía de homófobos y misóginos irredentos.

A momentos de extraordinaria factura autobiográfica que subrayan el enorme coraje de


nuestro querido Maestro Sosa para enfrentar destino y vocación de contratenor, es sin
lugar a dudas, un tratado sin parangón para los que apasionados por el estudio del arte
lírico, como somos, obtengamos finalmente luces científicas, pedagógicas, éticas,
estéticas y abramos el GPS a un camino de formación artística efectivo y de comprobadas
certezas, no sólo en la tessitura de contratenor, sino para todas las voces femeninas y
masculinas, a través de sus más de veinticinco años de maestro egregio en los
conservatorios de música de la Ciudad de México.

La historiografía del libro en prosa tan amena y clara, su generosidad científica y teórica,
sus citas exactas y correctas de extraordinarios sabios en el tema como Manuel García,
Roberto Bañuelas, Guy Cornut, Nicholas Isherwood y otros; la abundancia de referencias
bibliográficas, discográficas, filmológicas y las novedosísimas fuentes electrónicas amén de
un extraordinario catálogo de obras sugeridas para la formación del aspirante a artista
contratenor y una breve antología musical con excelentes partituras impresas hacen de
este hermoso libro un incunable urgente y de obligatorio estudio no sólo para para los
conservatorios y escuelas de música de toda la nación mexicana sino del continente.

Aplaudo de manera rotunda el coraje extraordinario del Maestro Héctor Sosa para romper
el cascarón del mundo y volar con su extraordinario canto y pedagogía a un cielo donde
Orfeo le acompaña agradecido con su lira.

José Augusto Paradisi Rangel


Ciudad de México, 20 de agosto de 2022.

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