Está en la página 1de 8

Investigación

PRINCIPIOS DE LA FARMACIA:

Principios éticos básicos

Autonomía

Beneficencia

No-maleficencia

Justicia

Veracidad

Fidelidad

Confidencialidad

AUTONOMIA: El principio de la autonomía es la libertad que tiene el paciente de


hacer decisiones por sí mismo (Cipolle, 2012). Desde el punto de vista farmacéutico, la
autonomía es la aceptación o solicitud, por parte del paciente, de un tratamiento clínico
luego de haber brindado educación e información adecuada (Altisent, 2002). El paciente
tiene el derecho de hacer decisiones informadas aceptando o rechazando las
recomendaciones con respecto a su salud, sin coerción o amenaza de parte de un
profesional. El profesional de la salud tiene la obligación de respetar las decisiones del
paciente y hacer lo que éste desee para que pueda haber una relación de confianza y
cuidado. El profesional de salud puede no estar de acuerdo con el paciente, pero es su
responsabilidad orientar y educar al paciente sobre los riesgos y beneficios para que éste
tome una decisión informada. (Cipolle, 2012).

BENEFICIENCIA: La beneficencia se refiere a hacer lo mejor para el paciente, el


mayor bien sobre todo. Desde el punto de vista farmacéutico, la beneficencia se practica
cuando se presenta el mejor plan terapéutico disponible para resolver los problemas del
paciente (Altisent, 2002). Aunque parezca que la opción terapéutica que ofrezca el
farmacéutico sea clínicamente obvia, éste está obligado a comunicar, orientar y educar al
paciente sobre los riesgos y beneficios para que sea el paciente quien decida (Cipolle,
2012).

NO-MALEFICENCIA : La no maleficencia es NO hacerle daño ni poner a riesgo al


paciente. En ningún momento, con justificación o no, el farmacéutico debe forzarle
agresivamente al paciente un tratamiento porque el fin no justifica los medios (Cipolle,
2012). En la práctica de farmacia, la no maleficencia se observa cuando se vela por las
contraindicaciones e interacciones entre medicamentos, por La comunicación efectiva,
basada en honestidad y veracidad, fortalece la relación entre farmacéutico-paciente y crea
lazos de confianza que ayudarán al profesional a brindar un mejor cuidado farmacéutico a
su paciente. De esta manera, el farmacéutico contribuye a mejorar la adherencia de los
pacientes a su terapia de medicamentos y a disminuir la práctica de la automedicación. 31
Revista Farmacéutica | Edición Mayo/Julio 2016 enfermedades concurrentes y alergias que
puedan afectar la salud del paciente (Altisent, 2002).

JUSTICIA: Se refiere específicamente al acceso y a la distribución justa, equitativa y


apropiada de tratamientos en el sistema de salud. Más allá, el principio de justicia reconoce
que al darle a unos, se le niega a otros (Cipolle, 2012). La distribución de bienes y servicios
no se dan de manera equitativa ni justa porque el sistema de salud en Puerto Rico presenta
en la actualidad grandes retos que liitan la distribucion de recursos de manera equitativa.
Los problemas de justicia distributiva se plantean por escasez de los recursos en la atención
de la salud, por lo cual el farmacéutico debe trabajar con la realidad del presente, con lo que
tiene en sus manos en estos momentos y no con lo que debería tener. Por ello, es inevitable
sopesar las diferentes alternativas evaluando los beneficios, riesgos y costos de cada
terapia. Se espera que el farmacéutico que se distingue por ser ético se esfuerce por tratar a
sus pacientes de manera igual y que ayude a los que necesiten, por medio de la educación y
búsqueda de información y programas que sean de beneficios para ellos. El farmacéutico
justo trata a todos sus pacientes por igual, sin importar raza, clase, género o preferencia
sexual, entre otros. (Cipolle, 2012)

VERACIDAD: La veracidad es el principio moral que obliga a un individuo a decir la


verdad para no engañar a otros. El profesional de la salud puede hacerse muchas preguntas
al discutir el principio de la veracidad: ¿Puedo retener información?, ¿Tengo que decirle
todo al paciente?, ¿Por qué decirle la verdad al paciente cuando sé que no ayudará a su
pronta recuperación?, ¿Este paciente quiere malas noticias?. La fortaleza emocional, la
conciencia, el juicio clínico pueden ser barreras para decir la verdad y más cuando el
farmacéutico está convencido que lo que diga perjudicará al paciente. Decir la verdad
puede ser una destreza que se adquiera con la práctica y el farmacéutico puede mejorar sus
habilidades para comunicarse con empatía y sensibilidad. En una buena relación entre
farmacéutico y paciente, el principio de la veracidad siempre servirá para el mejor interés
del paciente y la honestidad siempre debe ser incondicional y recíproca. (Cipolle, 2012).

FIDELIDAD: La fidelidad es un principio ético que nos obliga a mantenernos fieles a


nuestros compromisos, especialmente a cumplir con nuestras promesas y proteger la
confidencialidad. Se espera que el farmacéutico sea fiel a la sociedad que le concedió el
derecho de practicar su profesión (Cipolle, 2012). La fidelidad está muy relacionada a la
confianza y son la base de la relación entre farmacéutico y paciente. En todo momento, el
profesional de la salud debe tener presente que las promesas que le hace a los pacientes
pueden ser difíciles de cumplir y tiene que pesar el riesgo de las consecuencias
perjudiciales que puedan provocar una promesa cumplida sobre el beneficio de mantener
esa promesa (Cipolle, 2012).

CONFIDENCIALIDAD: La confidencialidad es el acto de proteger la información


personal de un paciente del público en general. Este principio ético está protegido por el
Health Insurance Portability and Accountability Act (HIPAA) del 14 de abril del 2003. No
se puede tener una relación de confianza entre profesional de la salud y paciente si no hay
confidencialidad (Cipolle, 2012). Para que el paciente pueda sentirse en la libertad de
compartir información sobre sus condiciones de salud, los medicamentos que toma y
cualquier otro asunto que considere privado, el profesional de la salud tiene que
garantizarle que esa información será guardad, protegida y respetada (Cipolle, 2012).

FORMAS FARMACEUTICAS

La forma farmacéutica es la disposición individualizada a que se adaptan los fármacos


(principios activos) y excipientes (materia farmacológicamente inactiva) para constituir un
medicamento. O dicho de otra forma, la disposición externa que se da a las sustancias
medicamentosas para facilitar su administración.
El primer objetivo de las formas galénicas es normalizar la dosis de un medicamento, por
ello también se las conoce como unidades posológicas. Al principio se elaboraron para
poder establecer unidades que tuvieran una dosis fija de un fármaco con el que se pudiera
tratar una determinada patología. La importancia de la forma farmacéutica reside en que
determina la eficacia del medicamento, ya sea liberando el principio activo de manera lenta,
o en su lugar de mayor eficiencia en el tejido blanco, evitar daños al paciente por
interacción química, solubilizar sustancias insolubles, mejorar sabores, mejorar aspecto,
etc.

Las diferentes formas farmacéuticas existentes en la actualidad son: sólido, semisólido,


líquido y gaseoso. A continuación las iremos describiendo para que podáis conocerlas algo
mejor.

– Formas farmacéuticas sólidas: se incluyen los polvos (que pueden estar encapsulados),
papeles, oleosacaruros, granulados y cápsulas. Estas últimas pueden ser duras, elásticas o
perlas. También se incluyen en esta categoría los sellos, tabletas o comprimidos, píldoras,
extractos, y por último, los supositorios.

– Formas farmacéuticas semisólidas: compuestas por las pomadas, las pastas y las
cremas, así como las jaleas y los emplastos.

– Formas farmacéuticas líquidas: soluciones, aguas aromáticas, inyecciones, jarabes,


pociones, mucílagos, emulsiones, suspensiones, colirios, lociones, tinturas y extractos
fluidos. También podemos incluir los elixires, vinos medicinales, linimentos, y el colodión.

Formas farmacéuticas gaseosas:  Aparte del oxígeno y el óxido nitroso existen otras
formas farmacéuticas gaseosas, tales como los aerosoles, dispersiones finas de un líquido o
sólido en un gas en forma de niebla.

Recordad que un medicamento genérico tiene el mismo principio activo, la misma dosis, la


misma forma farmacéutica y las mismas características cinéticas, dinámicas y técnicas
que un medicamento que no está protegido por patente alguna y que es utilizado como
referencia legal técnica.

La evolución farmacéutica
¿Desde cuando existe la farmacia? ¿Cuando empezó a considerarse ésta como una ciencia? En
este artículo vamos a tratar la evolución que ha seguido la farmacia en los últimos siglos hasta
convertirse en la industria millonaria que es hoy en día.

Los orígenes
La primera civilización que aprovechó las sustancias químicas para la curación fue la griega. Los
griegos crearon un catálogo de elementos simples que podían usarse para crear diversos
compuestos, las llamadas fórmulas magistrales, los cuales se administraban a los enfermos.
Gracias al comercio, la civilización griega pudo aumentar su catálogo de elementos simples
importados de otros lugares.

En aquella época no existía aun la figura del farmacéutico, era el mismo médico el que conocía
las enfermedades y sus tratamientos. Los medicamentos tenían poca eficacia y eran muy caros,
solo accesibles a las clases altas.

Los romanos siguieron la evolución iniciada por la farmacia griega que posteriormente se
expandió por todas las demás civilizaciones del mundo.

La alquimia, la pseudociencia precursora de la actual química, se interesó también por la


farmacia, se intentaron encontrar medicamentos para la inmortalidad y para el
rejuvenecimiento.

La revolución industrial

Fue en la revolución industrial del siglo XIX cuando la farmacia dejó de ser una profesión
artesanal para convertirse en una ciencia y una industria. Se formaron empresas dedicadas en
exclusiva a la fabricación y distribución de medicamentos. El aumento del capital permitió que se
pudieran constituir equipos de investigación y se inició una íntima relación con la investigación
universitaria. Aunque no fue hasta mediados del siglo XX cuando se produjeron los avances más
importantes en farmacéutica.

La industrialización permitió un mayor control sobre los medicamentos, a los que ahora se les
exigían unas garantías mínimas y una seguridad probada, que se consigue mediante
experimentación y pruebas.

Fue durante el siglo XIX donde se realizaron los mayores avances en medicina que permitieron
también avanzar a la farmacia. El trabajo de Pasteur y de Koch, la teoría microbiana, explicó el
origen de las enfermedades infecciosas y permitió que se desarrollaran medicamentos que
atacaban directamente a los microorganismos causantes de la enfermedad. Se elaboraron
diversas medicaciones que atacaban a estos microorganismos:

 Las vacunas, que previenen la enfermedad preparando a nuestro propio sistema


inmunológico para que ataque al microorganismo.
 Los antibióticos, que atacan directamente a las bacterias causantes de una infección o
enfermedad. En sus comienzos se usaron antibióticos genéricos, destacando la penicilina
descubierta por Alexander Fleming.
 Los sueros, usados para aplicar sustancias inyectables.
 Quimioterápicos, que impiden la multiplicación de las células y se usan para el
tratamiento de enfermedades neoplásicas. Presentan una gran limitación debida a que
atacan por igual a los microorganismos, células malignas y tejidos del organismo.

La farmacia en la actualidad

En la actualidad todos los medicamentos que se consumen han sido descubiertos después del
siglo XVIII, no se consume ningún medicamento anterior al siglo XIX excepto en terapias
naturales y herboristería, donde se usan plantas medicinales y remedios antiguos.

La farmacia se encuentra altamente regulada por leyes y los medicamentos están sometidos a
patentes, propiedad de las empresas farmacéuticas. Los gobiernos deben asegurar una calidad y
unas garantías en la fabricación y la comercialización de fármacos.
La industria farmacéutica en la actualidad es uno de los sectores industriales con mayor
rentabilidad, lo que la sitúa en el punto de mira tanto para elogios por los servicios prestados a
la humanidad, como duras críticas, por los abusos que realiza en sus técnicas de márketing. La
industria farmacéutica actual ha sido acusada de aprovechar las debilidades y miedos de
personas para inducirlas al consumo excesivo de medicamentos, con el único objetivo de
mejorar sus ya cuantiosos beneficios.

La industria farmacéutica está dominada por grandes empresas multinacionales, con ingresos
millonarios que superan los quinientos mil millones de dólares al año, y que no dejan de crecer.
Estados Unidos concentra casi el 50% del mercado farmacéutico mundial.

Farmacología
La farmacología es la ciencia que estudia los fármacos en todos sus aspectos: sus orígenes o
de dónde provienen; su síntesis o preparación, sean de origen natural o no; sus propiedades
físicas y químicas, mediante herramientas de la química orgánica, analítica y teórica; todas
sus acciones, desde lo molecular hasta el organismo completo: fisiología, biología celular,
biología molecular; su manera de situarse y moverse en el organismo, rama que se
denomina farmacocinética; sus formas de administración; sus indicaciones terapéuticas; sus
usos y acciones tóxicas. La farmacología clínica es la aplicación en el paciente de todos
estos conocimientos: es el estudio de las aplicaciones benéficas de los agentes químicos
para prevenir, diagnosticar o tratar enfermedades o procesos fisiológicos indeseados.

Existen varias etapas del conocimiento farmacológico. El comprimido que se administra a


un paciente es el resultado final de la participación de numerosas personas en un largo
período de investigación, que la mayoría de las veces es frustrante y muy costoso; por
ejemplo, costó 500 millones de dólares poner a la lovastatina en el mercado. La primera de
estas etapas es la observación del uso popular de un producto natural; en el caso de la
lovastatina, se observó que un producto de los hongos podía producir modificaciones en los
niveles de colesterol; después vienen las investigaciones clínicas sistemáticas del efecto
terapéutico de un producto natural sobre una enfermedad particular; después se aísla y
purifica el principio activo, en este caso, la lovastatina; luego se determina su estructura
química y la relación entre ésta y su actividad; la lovastatina inhibe una enzima importante
en la síntesis de colesterol; finalmente se sintetizan análogos sintéticos más eficaces como,
en este caso, la simvastatina.

De lo expuesto de deduce que el desarrollo de nuevos medicamentos es muy costoso:


primero se requiere el descubrimiento, aislamiento y purificación de principios activos;
luego vienen los estudios preclínicos; luego, los estudios clínicos fase 1 a 3; finalmente se
debe hacer la vigilancia post mercadeo en los pacientes que reciben la droga, para
determinar las reacciones adversas, los patrones de uso y las eventuales nuevas
indicaciones. En esta búsqueda sistemática de actividades y de compuestos se invierte y
descarta gran cantidad de material y dinero, ya que de cada 300.000 compuestos químicos
que entran a este proceso, sólo 2 a 3 llegan a convertirse en fármacos útiles. Esto no
necesariamente justifica los excesivos costos de la industria farmacéutica, pero explica por
qué es cada vez más difícil obtener fármacos nuevos que signifiquen un avance
significativo en el tratamiento de las enfermedades comunes.

Los fármacos pueden tener un origen natural, sintético o semisintético. Los fármacos de
origen natural pueden ser de fuente animal (veneno de serpiente, polvo de tiroides, etc.),
vegetal (opio, belladona, coca, etc.) o mineral (bicarbonato de sodio, hidróxido de aluminio,
etc.). Los semisintéticos se obtienen al tomar un producto natural y hacerle leves
modificaciones químicas para mejorarlo; el ejemplo más claro es el salicilato, que se extrae
del sauce y es muy amargo. Hace cien años, Bayer acetiló el salicilato y produjo la
Aspirina, que es amarga, pero se tolera.

Áreas de la farmacología
La farmacología se ocupa de varias áreas de estudio:

El estudio del fármaco en sí mismo: origen, síntesis, estructura química, propiedades


físico-químicas, presentación farmacéutica, etc. Es la primera área de interés de la
farmacología, su punto de partida.

El estudio de la interacción del fármaco con los organismos vivos: desde las acciones
moleculares y celulares hasta el efecto en los organismos completos, es decir, lo que el
fármaco le hace al organismo, que es el campo de la farmacodinamia, hasta el análisis de lo
que el organismo le hace al fármaco, que constituye la farmacocinética.

Farmacología clínica: estudia las propiedades y efectos de los fármacos en individuos


sanos y enfermos; para ello reúne los estudios farmacocinéticos, farmacodinámicos, de
eficacia, de potencia, de reacciones adversas y de farmacovigilancia.

La farmacoterapéutica investiga el uso médico de los fármacos para tratar o prevenir


enfermedades; para ello relaciona el mecanismo de acción, es decir, la farmacodinámica,
con el evento fisiopatológico que se desea modificar; cuantifica los beneficios y riesgos del
uso del fármaco; y establece las pautas de uso racional y los esquemas de dosificación de
los medicamentos. En este aspecto, no se debe olvidar que no se debe tomar esto como una
receta de cocina, porque existe gran variabilidad en la respuesta entre distintos individuos.

La toxicología es otra área importante: estudia los efectos nocivos de los fármacos, así
como los mecanismos y circunstancias que favorecen su aparición.

La farmacoepidemiología estudia los efectos beneficiosos o perjudiciales de los fármacos


en las poblaciones y responde preguntas muy interesantes, como por ejemplo, cómo
el background genético de una población puede explicar por qué responden de una u otra
manera. Un ejemplo de esto es el hecho de que los japoneses se embriagan con pequeñas
cantidades de alcohol, al igual que las mujeres en general, debido a características
farmacogenéticas que les hacen producir menor cantidad de enzima metabolizadora de
etanol, si bien esta enzima se puede inducir, aumentando así la resistencia del individuo a
los efectos del alcohol.

La farmacoeconomía es el área más difícil de manejar, porque a veces puede ir en contra


de la opinión de los médicos y de los usuarios. Estudia el impacto del costo del
medicamento en relación con el costo de la enfermedad, desde el punto de vista individual
y social, lo que significa que también analiza el costo de desarrollar, elaborar y promover el
medicamento.

En la Fig. 1 se resumen los aspectos que estudia la farmacocinética: procesos absortivos,


cómo se distribuye, cómo se metaboliza, cómo se elimina, cómo se excreta, mientras que la
farmacodinamia es la interacción entre el fármaco y el receptor.

También podría gustarte