N o 75 / Valladolid, 26 de febrero de 2022

EL CAPITALISMO DEL
PÁNICO
 EDITORIAL: El miedo como arma
El 32.º presidente de EEUU, Franklin Delano
Roosevelt, que llegó al poder en 1933, en ple-
na crisis económica fruto de la Gran Depresión,
declaró en su discurso de investidura que “a lo
único a lo que hemos de temer es al miedo mismo”:
En primer lugar, permítanme afirmar mi fir-
me convicción de que a lo único que debemos
temer es al miedo mismo: un terror sin nom-
bre, irrazonable e injustificado que paraliza
los esfuerzos necesarios para convertir la
retirada en avance. En cada hora os-
cura de nuestra vida nacional, un
liderazgo franco y vigoroso se
ha encontrado con esa com-
prensión y apoyo del pueblo
mismo que es esencial para
la victoria (1).
Roosevelt llegó al poder en
una época en la que se esta-
ba librando una batalla global
para sustituir al Imperio británico,
la tambaleante potencia hegemóni-
ca global, y el principal oponente del Ca-
pital estadounidense era el Capital alemán, que
ese año había llevado al poder a Hitler. hacía tan
sólo 15 años había acabado la Primera Guerra
Mundial, y la población de EEUU era partidaria
del aislacionismo, es decir, contraria a participar
en un nuevo conflicto bélico. Roosevelt, miem-
bro de una rancia familia de la oligarquía esta-
dounidense, había sido abogado en Nueva York
para alguna de la principales corporaciones del
(1) History Matters: “Only Thing We Have to Fear Is Fear It-
self”: FDR’s First Inaugural Address.
NÚMEROS ANTERIORES
N° 72 (21.01.2023) N° 73 (01.02.2023)
GUERRA POR ¿ANARCONIDIVIDUALISMO
UCRANIA RIMA CON FASCISMO?
país antes de ser nombrado senador en 1910,
siendo subsecretario de Marina del presiden-
te Woodrow Wilson durante la Primera Guerra
Mundial.
Su discurso contra el miedo en 1933 era en rea-
lidad un discurso a favor de la entrada de EEUU
en el conflicto global que acababa de empezar
en su forma económica, que luego desencadenó
la militar. Roosevelt logró en 1941 la entrada de
EEUU en la guerra a pesar de la resistencia
de la población al declarar la guerra
económica a Japón, estrangulan-
do su economía, que dio lugar
al ataque japonés contra Pearl
Harbour, circunstancias que
dieron lugar a la creación de
una comisión de investiga-
ción del Congreso de EEUU
tras la guerra.
Hoy día, el Capital occidental
está siguiendo el guión de los
años 30: tras declarar la guerra eco-
nómica a China, su principal competidor,
ha provocado una guerra innecesaria en Ucrania
al negarse a aceptar que sea neutral y armando
a un régimen rusófobo cuyo líder declaró en fe-
brero de 2022 en la Conferencia de Seguridad
de Munich que estaba planteándose dotarse de
armas nucleares. Nos encontramos en una lucha
por el poder global, de una potencia hegemó-
nica que se tambalea -EEUU- contra una poten-
cia en ascenso -China-, y la siembra constante
de miedo por los medios de domesticación es
el principal instrumento del Poder para impedir
que nos organicemos contra nuestros amos.
N° 74 (12.02.2023)
HISTORIAS DE
INFILTRADOS
 ECONOMÍA SENIL:
ONTOLOGÍA DE LA BURBUJA
Y LA ATRACCIÓN DE LA
GRAVEDAD
Fabio Vighi
¿Cuáles son los motores del capitalismo senil? Enume-
raré cinco de ellos sin ningún orden en particular, y luego
procederé a discutir sus interconexiones:
1. Deuda: El único camino hacia el futuro capitalista si-
gue estando señalizado por los programas de creación
de liquidez. Crear efectivo “de la nada”, y ponerlo en
marcha como crédito, es la estrategia monetaria bási-
ca que evita que nuestras sociedades miren hacia el
abismo, como el personaje de dibujos animados que,
habiendo corrido más allá del borde de un precipicio,
flota en el aire en medio del abismo, antes de notar
la gravedad. Sin embargo, la atracción de la gravedad
ahora es irresistible y la caída ha comenzado con un
violento ataque de devaluación de la moneda.
2. Burbujas: Las burbujas financieras, infladas por el
crédito barato que alimenta un mecanismo delirante
de movimiento perpetuo, son la única medida signifi-
cativa de producción de riqueza que queda. A los se-
cuaces de la “hermosa máquina” no les importa nada
más que evitar que las burbujas exploten. Mientras la
economía financiarizada se aleja de su vínculo social,
la existencia humana se convierte en garantía del algo-
ritmo especulativo.
3. Demolición controlada: El dumping salarial y la
competencia a la baja por cada vez menos puestos de
trabajo es el otro lado necesario del paradigma de la
burbuja. Para que los mercados especulativos persis-
tan, la “sociedad del trabajo” debe reducirse gradual-
mente, ya que los activos financieros artificialmente
inflados de hoy y la demanda real se excluyen mutua-
mente. En pocas palabras: Main Street es un pasivo
119
para Wall Street, razón por la cual el capitalismo de
consumo se está transformando ahora en la gestión de
la miseria colectiva.
4. Emergencias: Nuestra condición existencial durante
la fase terminal del capitalismo de burbuja en bur-
buja es una ideología de metaemergencia intrínseca-
mente terrorista, una permacrisis que debe acompa-
ñarnos desde la cuna hasta la tumba. En este sentido,
la pseudopandemia de 2020 fue solo el rompehielos.
No nos engañemos: un mundo que se empeña en de-
fender con tanta fanatismo su propia implosión nos
tiene reservadas muchas sorpresas más.
5. Manipulación: La propaganda mediática es algo na-
tural en la era de la hiperconectividad digital, por lo
que es natural que el capitalismo senil, sintiendo su
colapso, lo aproveche al máximo. Aquí está en juego
una obstinada confluencia de estupidez ciega y cálcu-
lo cínico. Como predijo George Orwell mucho antes
de Internet, se trata de decir mentiras creyéndoselas:
“El proceso [del engaño de los medios de comunica-
ción] tiene que ser consciente, o no se llevaría a cabo
con la suficiente precisión, pero también tiene que
ser inconsciente, o traería consigo un sentimiento de
falsedad y por lo tanto de culpa” (1). Jean Baudrillard
llamó al resultado de este proceso ‘hiper-realidad’.
EL PERPETUUM MOBILE DEL CAPITAL
Habiéndose quedado sin trucos monetarios, las élites
financieras se han arrinconado. El sistema especulativo
(1) George Orwell, 1984 (Londres: Penguin Classics, 2018), p. 216.
basado en la deuda que han impulsado durante décadas
mediante la impresión de dinero y la supresión artifi-
cial de las tasas de interés ya no puede sostenerse sin un
“daño colateral” importante. La ilusión de la teoría eco-
nómica burguesa de que el dinero puede moverse de for-
ma autónoma, como si fuera una máquina de movimiento
perpetuo, está quedando finalmente en evidencia. El pico
inflacionario actual es el primer síntoma evidente de una
enfermedad cancerosa que se propaga rápidamente por el
cuerpo social, obligando a una gran parte de la población,
incluidas las clases medias cada vez más insolventes, a
elegir entre poner comida en la mesa o pagar las facturas.
A estas alturas debería estar lo suficientemente claro que
cualquier programa de creación de dinero -que se necesi-
ta desesperadamente para apuntalar el sector financiero-
provocará una mayor erosión del poder adquisitivo, por
lo que requerirá nuevos métodos creativos para controlar
a las masas empobrecidas. La alternativa a este escenario
es que los bancos centrales sigan subiendo las tasas hasta
que exploten las burbujas financieras que hay en los mer-
cados, lo que nos llevaría directamente al escenario del
aterrizaje forzoso.
La ilusión del movimiento perpetuo financiero funciona
de la siguiente manera: la expansión del crédito atrae di-
nero hacia activos de riesgo cuya valoración crece a me-
dida que aumenta la demanda; los activos financieros en
alza sirven luego como garantía para obtener más présta-
mos, poniendo en marcha un ciclo de retroalimentación
en el que el crédito alimenta la valoración de activos
que alimenta la garantía que alimenta el crédito. Bajo
la ilusión de una expansión eterna de la liquidez, todo lo
que importa es aprovechar el capital para comprar activos
y utilizarlos como garantía para obtener más crédito. Y
mientras se mantenga el bucle autocumplido, las obliga-
ciones del servicio de la deuda pueden renovarse. Pero
si las tasas de interés aumentan y el valor de la garantía
disminuye, de repente el prestatario comienza a sudar y
120
empieza a vender activos, lo que pronto se convierte en
un comportamiento de manada. Con el deterioro de la ga-
rantía, los activos corren el riesgo de caer por debajo de
la deuda pendiente, lo que hace que la liquidez se agote y,
eventualmente, hace que exploten las burbujas. Esta es la
etapa a la que nos acercamos, donde el ciclo de creación
de riqueza falsa se convierte en una espiral mortal: las
valoraciones de los activos caen, las garantías se reducen
y el crédito colapsa. La paradoja de nuestro tiempo es
que el dinero especulativo que infla las burbujas no
tiene sustancia de valor real; pero si las burbujas esta-
llan, se desata el infierno.
Vale la pena recordar que en el occidente globalizado
ya hemos empeñado todo lo que poseemos. Es decir, no-
sotros (Estados, empresas, familias) no poseemos nada
más que nuestra deuda, que está quedando impagada. Y,
mientras el casino global amenaza con quebrar, nuestros
titiriteros entienden muy bien que deben actuar con rapi-
dez si quieren conservar su poder y privilegios. De ma-
nera crucial, saben que su única oportunidad de continuar
inundando los mercados con las cantidades necesarias de
liquidez artificial requiere controlar (mediante medidas
autoritarias legitimadas por emergencias) la caída libre
de la economía real a medida que se transforma en es-
tanflación. Inaugurado con estilo por la pseudopandemia,
hoy este proceso continúa bajo la mirada coordinada de
los Bancos Centrales, cuyas alzas de los tipos de interés
solo hacen cosquillas a la inflación pero deprimen aún
más la demanda real.
En este sentido, el reciente aumento del precio de la
energía también debe verse contextualmente como par-
te de un intento más amplio de reducir la presión de un
sistema altamente inflamable, el equivalente a desactivar
cuidadosamente una bomba. Las sanciones contra Rusia
han sido una farsa y, para Europa, un ejercicio masoquista
desde el principio, por la sencilla razón de que Rusia ven-
de su petróleo y gas a China con descuento, y China lue-
go los exporta a Europa con una prima. Del mismo modo,
el objetivo de la “lucha contra el cambio climático” li-
derada por las corporaciones es imponer niveles de vida
más bajos a las clases trabajadoras y medias que, hasta
hace solo un par de años, aún se veían atraídas a abrazar
la utopía del crecimiento sin fin y el consumo sin sentido.
Ucrania puede verse como el trágico símbolo actual de
tal reducción económica controlada: gracias a una guerra
indirecta cínicamente prolongada, el país se enfrenta a la
destrucción de su infraestructura industrial. Significativa-
mente, el 28 de diciembre de 2022 Larry Fink (CEO de
BlackRock) y el deificado Volodymir Zelensky acordaron
coordinar la inversión para reconstruir Ucrania (2), lo que
confirma el patrón familiar según el cual la devastación
de toda una sociedad es una oportunidad para la expan-
sión financiera. He aquí una razón por la que Occidente
está enviando cientos de miles de millones de dólares a
Ucrania, en lugar de a los negociadores de paz.
Un derribo controlado de la demanda en la economía
real es ahora imprescindible si la aristocracia finan-
ciera quiere prevenir y posponer la deflagración de las
burbujas especulativas. Es decir, el capital solo puede
reproducirse a sí mismo ampliando la brecha entre un pu-
ñado de propietarios superricos (los “jugadores financie-
ros clave”) y la plebe empobrecida, de quienes se espera
que 1) No posean nada y sean felices; 2) Sacrificar sus
libertades personales (incluida la libertad de expresión,
cada vez más oprimida por un discurso cultural grotes-
camente hiperregulado); 3) Dar su derecho a existir al
Estado, cuyo papel biopolítico es administrar tal derecho
en nombre del capital transnacional. Desafortunadamen-
te, esta fase oscura del “capitalismo de crisis” ha sido
muy subestimada – para usar un eufemismo – por nues-
tra intelectualidad “radical” de izquierda (desde Noam
Chomsky hasta Slavoj Žižek) quienes, como los perros
de Pavlov, han saludado el “regreso del Estado” como
(2) CNBC (28.12.2022): Zelenskyy, BlackRock CEO Fink agree
to coordinate Ukraine investment.
(3) StatNews (18.11.2020): Pfizer and BioNTech to submit Co-
vid-19 vaccine data to FDA as full results show 95% efficacy.
121
signo de emancipación. Su negativa a entender el nexo
elemental entre una economía global enganchada a mon-
tañas crecientes de crédito sin sustancia y el autoritarismo
estatal indica que están adoptando una forma muy sinies-
tra de conservadurismo.
La miopía deprimente de la izquierda fue particular-
mente dolorosa de observar a medida que se desarrollaba
la reciente emergencia sanitaria mundial. El COVID-19
no fue la Peste Negra del nuevo milenio, sino un golpe fi-
nanciero posibilitado por la operación de lavado de cere-
bro más grande y espectacular jamás experimentada por
la humanidad. Sirvió para ocultar el hecho de que era el
sistema el que estaba infectado por una enfermedad ter-
minal, y no la población mundial. Irónicamente -o prede-
ciblemente-, lo que la izquierda parece incapaz de acep-
tar es que el propio capitalismo, con todas sus categorías
familiares, se está desvaneciendo hacia la obsolescencia,
y solo puede fingir una vida que no tiene al movilizar el
miedo para forzar a obedecer a las masas empobrecidas.
El COVID-19 fue sobre todo una pandemia de miedo,
cuyas consecuencias dañinas para la mente y el cuerpo
humano siguen siendo desconocidas. Con las “vacunas”
obligatorias como bala mágica (¡95% de eficacia, nos
dijeron! (3)) contra una enfermedad con una tasa de su-
pervivencia del 99,8% (4), ¿cómo podría alguien dejar
de notar un engaño? De la misma manera, ninguno de
nuestros gurús anticapitalistas se sintió perturbado cuan-
do Pfizer admitió que no tenía ni idea de si sus sueros
realmente detenían la transmisión (5), cuando detener la
transmisión se vendió al público como la verdad cien-
tífica indiscutible, base de las medidas discriminatorias.
Del mismo modo, no se indignaron cuando se publicaron
los “Twitter Files” (el 26 de diciembre de 2022), que
revelan la presión ejercida por las agencias del gobierno
de los EEUU para manipular el debate científico sobre
el COVID-19 y silenciar el periodismo crítico. ¿Hasta
qué punto se ha derechizado la izquierda radical si no
(4) John Ioannidis (WHO, 28.12.2022): Infection fatality rate of
COVID-19 inferred from seroprevalence data.
(5) MSN (13.10.2022): Pfizer admits it did not know its Covid
vaccine prevented transmission of virus when rollout began.
reconoce el juego de manos criminal del capitalismo de
emergencia? Al apoyar la discriminación y destrucción
global bajo falsas pretensiones éticas, la mayor parte de la
izquierda actual hace el trabajo de la derecha de manera
más eficiente que la derecha misma.
Si bien la conciencia del engaño masivo ahora está sa-
liendo a la luz lentamente, la mayoría de las personas pre-
fieren la solución de meter la cabeza en la arena: es mejor
no saber que cuestionar sus niveles de credulidad. Y, sin
embargo, no tiene mucho sentido recriminárselo. En cam-
bio, lo que sigue siendo crucial es recordarnos a nosotros
mismos que el Virus fue el escudo invisible utilizado para
evitar una crisis bancaria y financiera que habría hecho
parecer una broma la de 2008, al mismo tiempo que mar-
có el comienzo de una estrategia de emergencia para la
gestión coordinada del empobrecimiento masivo, no solo
en las periferias del mundo capitalista, sino también en su
centro. Es especialmente revelador que ahora se nos esté
persuadiendo para que aceptemos la caída libre econó-
mica como destino: una estanflación un tanto mítica que
se origina fruto de factores desencadenantes externos y
en gran medida incontrolables (la pandemia, la guerra en
Ucrania, el cambio climático) más que en la descomposi-
ción de nuestro modelo económico. En retrospectiva, uno
podría incluso apreciar el genio maligno de un sistema
que oculta su masiva implosión social, económica y cul-
tural detrás de un minúsculo e invisible chivo expiatorio.
BURBUJAS TAMBALEANTES
Muchos problemas críticos han amenazado el casino
financiero global durante 2022. En total, las acciones y
los bonos perdieron más de 30 billones de dólares (6).
El índice Nasdaq cerró el año en -33% (7), su peor resul-
tado desde 2008. El volumen global de deuda de rendi-
miento negativo se redujo (8) de 18,4 billones de dólares
en diciembre de 2020 a 686.000 millones de dólares en
diciembre de 2022 (lo que, a pesar de la reacción engaño-
sa de los medios, es una mala noticia para la burbuja de
la deuda global, ya que significa que los bonos se están
hundiendo). Naturalmente, las subidas de tipos son res-
ponsables de la pérdida de valor de mercado. Este últi-
mo, sin embargo, tuvo lugar en el contexto de un récord
(6) Financial Times (30.12.2022): Stock and bond markets shed
more than $30tn in ‘brutal’ 2022.
(7) CNN (30.12.2022): Goodbye 2022 – and good riddance.
Markets close out their worst year since 2008.
(8) Bloomberg (21.12.2022): Global Era of Negative Yields Is
Ending as Japan Bond Tops Zero.
122
(9) de compras de sus propias acciones por empresas (lo
que aumenta artificialmente los precios de las acciones al
mismo tiempo que aumentan las ganancias corporativas).
Ergo, mientras reciben un golpe, los mercados de hoy
continúan comportándose como casinos en Las Vegas,
con los Bancos Centrales jugando alegremente a ser la
banca (que siempre gana). Con el régimen de ajuste cuan-
titativo actualmente en vigor, el sistema se está estancan-
do. Sin embargo, la caballería de los banqueros centrales
regresará con inyecciones monetarias más sostenidas tan
pronto como se considere necesario, muy probablemente,
bajo el escudo protector de la próxima emergencia.
Además, si el índice de liquidez global ahora se está de-
teriorando rápidamente (después de más de una década de
crecimiento artificial) (10), el último día de 2022 registró
el máximo histórico (11) en depósitos de repos inversos en
la Fed de Nueva York: 2,5 billones de dólares por parte de
113 contrapartes. Esto significa que, mientras nosotros, la
gente común, tratamos de descubrir cómo pagar hipotecas
y facturas, los inversores depositan cantidades excesivas
de efectivo en la Reserva Federal, ya que la facilidad de
recompra inversa garantiza rendimientos más altos que
invertirlos en el mercado (la tasa de recompra actual se
ubica en 4.3%). Si bien solo se necesitaría un pequeño au-
mento en el riesgo de contraparte para que este negocio
de repos resulte contraproducente, todavía significa que
grandes volúmenes de liquidez insustancial, con un po-
tencial inflacionario masivo, están atrapados en los mer-
cados financieros, por lo que no aparecen directamente
como demanda real -es exactamente la estrategia que, des-
de la década de 1990, se empleó para contener la inflación.
Sin embargo, este recurso provisional ya ha caducado, ya
que el montón de capital ficticio se ha inflado hasta tal
magnitud que ya no se puede contener. De hecho, hace
tiempo que comenzó a canibalizar la economía real.
Durante bastante tiempo, el capital global ha estado bai-
lando al son de la melodía de “burbuja a burbuja”. Des-
de el comienzo del milenio, nuestro mundo está cautivo
de la clonación de burbujas financieras, desde la tecnolo-
gía hasta la vivienda y los bonos soberanos, cada una de
las cuales depende de la creación frenética de liquidez y
(9) CFODIVE (04.11.2022): Stock buybacks rise toward record
$1T: Goldman Sachs.
(10) IMF Blog (27.10.2022): Chart of the Week: Market Liqui-
dity Strains Signal Heightened Global Financial Stability Risk.
(11) Reuters (30.12.2022): Fed reverse repo facility hits record
$2.554 trillion.
la supresión de las tasas de los bonos, por cortesía de los
bancos centrales. Más importante aún, lo anterior es lo
que mantiene en marcha la producción capitalista real (es
decir, nuestras sociedades). Por lo tanto, la lógica original
se invierte: las burbujas especulativas ahora son motores
sistémicos, mientras que en el pasado eran fenómenos
aislados tanto en el tiempo como en el espacio. Su ca-
rácter ontológico actual hace imposible compararlas con,
por ejemplo, la burbuja de los tulipanes holandeses de la
década de 1630, o el esquema Ponzi de los Mares del Sur
de 1720 (construido sobre las ganancias del comercio de
esclavos) porque, cuando esas burbujas estallaron, dieron
paso a nuevos ciclos de acumulación real -es decir, nueva
explotación masiva de la mano de obra-, mientras que hoy
en día una burbuja que explota solo puede transformarse
en otra burbuja. La principal implicación es que una enor-
me parte de la producción real ya forma parte del proceso
especulativo. Al mismo tiempo, la cinta transportadora
financiera ha alcanzado una desconexión casi total con la
sociedad del trabajo. Hemos sido secuestrados por un me-
canismo invisible que se perpetúa a sí mismo, cuya abs-
tracción es tan grande que su comprensión se nos escapa.
Recapitulemos el punto clave. La inflación de burbujas
requiere “aire caliente” en forma de liquidez prestada.
El pulmón del sistema es su mercado de bonos, el lugar
donde se negocian los títulos de deuda. Si es necesario
reunir capital para invertir en activos o para financiar gas-
tos del Estado (incluidas las guerras), se emiten bonos,
lo que obliga al emisor a reembolsar su costo a una fe-
cha de vencimiento y una tasa de interés negociables. Las
corporaciones emiten bonos, al igual que los gobiernos.
Nuestro sistema ahora depende existencialmente de mon-
tones vertiginosos de bonos, mediante los cuales los in-
versores obtienen el crédito que necesitan para especular
en los mercados financieros. Endeudarse agresivamente
para invertir es la estrategia arriesgada conocida como
apalancamiento que constituye el ADN del capitalismo
ultrafinanciarizado contemporáneo. En 2019, la econo-
mía de la burbuja estuvo, nuevamente, al borde de un
ataque de nervios, debido a que los derivados tóxicos se
comportan histéricamente y las tasas de interés aumentan
abruptamente en el mercado de repos. COVID-19 fue la
respuesta a este riesgo cataclísmico: una respuesta cínica
a un Armagedón financiero que se avecinaba. Un volcado
de datos reciente de la Reserva Federal de Nueva York
reveló que un total de 48 billones de dólares (12) de prés-
tamos baratos ajustados por plazo otorgados a megaban-
cos en dificultades durante 2019-2020, mucho más de lo
123
que el más loco de los sombrereros de papel de aluminio
podría haber imaginado. Esto no se habría logrado sin los
confinamientos y otras restricciones que ayudaron a “ais-
lar a la economía real del deterioro de las condiciones
financieras”, para tomar prestado lo que decía un docu-
mento del BIS publicado en junio de 2019 (13).
Ahora nos estamos acercando a lo que para el capita-
lismo burbuja es un momento de la verdad existencial.
La mecha del próximo estallido es el mercado de deuda,
y ya ha sido prendida fuego. Los bonos ya no tienen un
“precio justo” de acuerdo con una ley mitológica de ofer-
ta y demanda. De acuerdo con esta ley, cuando un bono
tiene una gran demanda, su precio sube, mientras que su
rendimiento (y por lo tanto su tasa de reembolso) cae; a la
inversa, cuando cae la demanda de bonos, su precio tam-
bién cae y su rendimiento (y tasa de reembolso) aumenta.
Las tasas de bonos más altas deberían proporcionar una
liberación de aire caliente en cualquier burbuja de acti-
vos, ya que los bonos menos asequibles conducen a una
fuga de liquidez. Es decir: se supone que el mercado de
bonos se desahoga cuando los bonos tienen tasas altas,
evitando así que la economía se sobrecaliente. Sin embar-
go, todo el metaverso financiero ahora está distorsionado
sistemáticamente por los Bancos Centrales, quienes, a
través de las inyecciones masivas de liquidez de las úl-
timas décadas, han creado un monstruo de Frankenstein
que ya no pueden controlar. La fuerte turbulencia actual
en los mercados de bonos de todo el mundo, con rendi-
mientos que muestran signos de inestabilidad estructural,
sugiere que los bancos centrales se están quedando sin
pegamento para cubrir las grietas en el sistema dopado
con crédito. Si en principio no hay fin a la creación de
crédito, las consecuencias de la inflación artificial ininte-
rrumpida de activos ya no son manejables solo a través de
la política económica. Como debería habernos enseñado
COVID-19, incluidos aquellos académicos e intelectua-
les pseudoizquierdistas que se han retirado durante mu-
cho tiempo al refugio seguro de las “guerras culturales”,
las élites se están preparando para una guerra social total.
El potencial destructivo de la avalancha de deuda es in-
menso, hasta el punto de que ya no se puede ocultar. O
(12) Bitcoin.com (13.04.2022): Report: Fed’s Secret Repo
Loans to Megabanks in 2020 Eclipsed 2008 Bailouts, Data
Dump Shows $48 Trillion in Stealth Funding.
(13) Fiorella De Fiore y Oreste Tristani (BIS Working Papers
No 804, agosto 2019): (Un)conventional Policy and the Effecti-
ve Lower Bound.
mejor dicho: es tan amenazante que hay que ocultarlo. En bonos de la historia será eliminada mediante un tsunami
diciembre pasado, el BIS emitió una advertencia (14) so- de liquidez hecho haciendo clic con el ratón. A pesar de la
bre la asombrosa deuda de más de 80 billones de dólares actual postura agresiva de los banqueros centrales, pronto
de instituciones y fondos financieros que no está incluida podrían verse obligados a destruir sus monedas fiducia-
en sus balances, una cantidad mayor que las existencias rias en un intento por proteger los mercados de bonos.
totales combinadas de bonos del Tesoro denominados en Entonces, una burbuja de deuda que se transforme en una
dólares, de repos y del burbuja monetaria podría
papel comercial en circu- allanar el camino hacia el
lación. Esta es deuda en sistema basado en CBDC
derivados cuya cuantía ampliamente anunciado.
no se plasma en estadís- De hecho, ya tenemos
ticas regulares: en su ma- más impresión de dine-
yoría son instrumentos ro inflacionario, como
especulativos complejos, lo demuestra no solo la
como swaps de divisas y desaceleración del ritmo
contratos a plazo. El BIS de las subidas de tipos de
afirma que esta deuda in- interés, sino también las
visible ha pasado de 55 a inyecciones de liquidez
80 billones de dólares en de repos de la Fed, que ya
una década, con acuerdos eclipsan el tímido ajuste
diarios de intercambio de cuantitativo de Powell
divisas (FX) por un total (-2,4 % en 2022, compa-
de 5 billones de dólares rado (16) con +76,7% en
al día. Las instituciones 2020 y +18,9% en 2021).
financieras y los fondos La conclusión es que
de pensiones de EEUU nuestro vínculo social
tienen el doble de obli- sigue siendo rehén de la
gaciones en dólares por expansión astronómica
intercambio de divisas de la liquidez especula-
que la cantidad de deuda tiva. En este sentido, el
en dólares que figura en problema crucial al que
sus balances. Los ban- Endeudamiento del gobierno de EEUU, por categorías (2022) se enfrentan entidades
cos extranjeros tienen 39 transnacionales como el
billones de dólares en deudas derivadas que tampoco se BIS, el WEF, el FMI y el Banco Mundial, es cómo salvar
muestran, lo que equivale a ‘más de 10 veces su capital’. las burbujas tambaleantes mientras nos venden el cuento
Esta carga de la deuda es una bomba de relojería en el de que la contracción de la economía real (que en realidad
corazón de la economía mundial. es un colapso a cámara lenta) es la consecuencia de una
Mientras que, a raíz de la crisis financiera mundial de desafortunada serie de acontecimientos.
2008, la Fed afirmó que comenzó a realizar pruebas de UN SENTIDO DE PERSPECTIVA
estrés estrictas para los bancos de importancia sistémica
mundial (15), la divulgación del BIS de la deuda en deri- El verdadero cambio de paradigma dentro del capita-
vados no declarada nos lleva de vuelta a Alan Greenspan lismo ocurrió hace algunas décadas, cuando surgió un
y su presidencia de la Fed desde 1987 hasta 2006, cuando nuevo tipo de capital financiero, cualitativamente dife-
permitió a Wall Street construir la pila de derivados tóxi- rente de su precursor (17). Desde la década de 1980, la
cos que explotó en 2008. Que nada ha cambiado es un se- abstracción financiera (es decir, las especulaciones sobre
creto a voces, ya que el atracón de crédito ha sido el mo- los precios de los activos) ya no es un apéndice de una
dus operandi del sistema de las últimas cuatro décadas. “abstracción económica real” próspera y en expansión
Sin embargo, en un entorno en el que todo está entrelaza- -el discurso sociohistórico basado en la correspondencia
do, el contagio siempre está al acecho. En un momento en entre una determinada cantidad de tiempo de trabajo y
que la deuda denominada en dólares es más cara debido al una determinada cantidad de dinero como compensación
aumento de las tasas de interés, el incumplimiento de un (salarios). Más bien, la “industria” financiera es aho-
banco interconectado globalmente o una venta forzosa de ra tanto el motor como la ruta de escape de la narrativa
activos financieros son posibilidades concretas, lo mismo social que hace unos cinco siglos fundó el capitalismo,
que el colapso resultante. Por esta razón, el sistema debe cuando la fuerza de trabajo apareció por primera vez
encontrar razones para mantenerse líquido a toda costa, al como una mercancía intercambiada en el mercado. Como
mismo tiempo que maneja las consecuencias, incluidas la se discutió anteriormente, actualmente hay una brecha
devaluación de la moneda y la recesión. cada vez mayor entre la cadena de crédito enormemente
ampliada y la masa total de valor que se origina en el
De hecho, la única opción que le queda a un sistema trabajo, lo que significa que mantener las apariencias es
financiero basado en burbujas financieras empapado de cada vez más problemático. Desde 2001 hemos visto una
deuda parecería ser la degradación de la moneda (curren- gran transferencia de liquidez a los mercados de bonos
cy debasement). Como algunos analistas financieros han e inmobiliarios, generando burbujas sin precedentes no
estado pronosticando durante un tiempo, la perspectiva a solo en EEUU y el Reino Unido, sino también en China
la que nos enfrentamos es que la mayor acumulación de y Europa. Esto creó una mezcla cualitativamente nueva

(14) Claudio Borio, Robert McCauley y Patrick McGuire (BIS
Quarterly Review, Diciembre 2022): Dollar debt in FX swaps
and forwards: huge, missing and growing.
(15) Financial Stability Board (21.11.2022): 2022 List of Glo-
bal Systemically Important Banks (G-SIBs).
(16) Charlie Bílello (Twitter, 30.12.2022): The Fed’s balan-
ce sheet was reduced by 2.4% (-$206 billion) in 2022, the first
annual decline since 2018. If QT continues at the current pace
(-$95 billion/month), we’ll see a further reduction of 13.3%
(-$1.14 trillion) in 2023.

124
del crecimiento especulativo y la economía basada en la
producción y el consumo reales de bienes.
Durante un período de incubación, la huida hacia el fu-
turo del crédito insustancial no generó inflación. Hoy, sin
embargo, es absurdo seguir creyendo que la masa de capi-
tal ficticio y especulativo permanece atrapada en el sector
financiero. Más bien, ha colonizado el mundo real, ero-
sionando tanto nuestro poder adquisitivo como el modelo
de capitalismo en el que todavía creemos que vivimos. El
límite interno a la acumulación real actúa como una hélice
externa, empujando los capitales hacia el espacio virtual
de circulación transnacional de activos financieros, que se
alimenta de montones crecientes de deuda autocanibaliza-
dora. No se trata de una corrupción patológica del modelo
capitalista original, sino de la consecuencia lógica de su
crisis estructural: la caída global de la masa de plusvalía
es mayor que el aumento de la plusvalía relativa de los
capitales individuales que compiten entre sí a través de
reducciones en el costo de la fuerza de trabajo.
Esto significa que el discurso capitalista ahora está que-
brado, habiendo dañado irreversiblemente los pilares de
su narrativa socio-histórica. A partir de la Tercera Revo-
lución Industrial en la década de 1970, el uso productivo
de la tecnología de reducción de costos ha hecho que el
trabajo asalariado productivo sea cada vez más redun-
dante, inhibiendo así la creación de nueva plusvalía y
desencadenando una espiral implosiva. Desde entonces,
el complemento económico de la sociedad del trabajo se
ha convertido en su base y razón de ser. Financiarizar la
economía fue la respuesta histórica a la desaparición del
fordismo. Hoy, nuestras vidas siguen siendo rehenes de
la gran ilusión de que, haciendo obsoleta su fórmula ori-
ginal, el capital financiero es capaz de convertirse en una
máquina de movimiento perpetuo. Sin embargo, debido
a que el trabajo improductivo global ha cruzado un um-
bral crítico, la devaluación de la moneda es inevitable: un
shock económico que está destinado a convertirse en un
shock violento para la conciencia social en general.
Un sistema de burbujas de la magnitud actual no puede
coexistir con un crecimiento real, es decir, un consumo y
una producción en masa florecientes. Si el volumen ac-
tual de capital ficticio circulara libremente en nuestras so-
(17) Véase Robert Kurz, Schwarzbuch Kapitalismus. Ein Ab-
gesang auf die Marktwirtschaft (Fráncfort: Eichborn Verlag).
(18) Los ciclos hiperinflacionarios en el mundo globalizado tu-
vieron lugar en Bolivia (1985), Argentina (1989), Perú (1990),
125
ciedades, se desencadenaría una hiperinflación, que hasta
ahora ha sido exportada a las periferias desatendidas del
mundo globalizado (18). El escenario final en el que nos
encontramos es el resultado del extraordinario crecimien-
to de la dependencia crediticia durante el siglo XX, lo
que significa que el dinero no pudo conservar su forma
anterior, es decir, su convertibilidad en un activo duro. Ya
la Primera Guerra Mundial demostró que ya no era posi-
ble financiar una guerra con moneda respaldada por oro.
El aumento de la deuda que vino con la Segunda Guerra
Mundial y el siguiente auge fordista finalmente llevaron
a la decisión, en 1971, de abandonar el patrón oro. En
esta etapa, el dinero perdió su sustancia, algo que la teo-
ría económica burguesa (o la economía neoclásica) nunca
pudo comprender del todo en sus implicaciones radica-
les. A este respecto, incluso el keynesianismo fue sim-
plemente un intento de salvar al capitalismo de sí mismo,
específicamente a través del gasto deficitario: se suponía
que más deuda estatal reavivaría la economía laboral. Al
mismo tiempo, los movimientos obreros marxistas nunca
asimilaron completamente la crítica del valor de Marx. En
su lugar, se centraron en las luchas por la redistribución,
pero siempre dentro del horizonte ontológico del capital.
A partir de 1971, el dinero como “depósito de valor” se
convirtió en una mera convención sin fundamentos ob-
jetivos en el vínculo social. La consecuencia lógica e in-
evitable de esta pérdida de sustancia de valor, que bajo el
neoliberalismo condujo a la ideología del “crecimiento
sin empleo”, es la devaluación estructural: ya sea infla-
ción o una violenta ola deflacionaria desencadenada por
una caída del mercado.
Esta tendencia es irreversible. Ningún sector de la eco-
nomía puede reavivar el crecimiento real y devolvernos
a algo vagamente similar al período fordista, el cual ya
estaba impulsado por extraordinarias inyecciones de
crédito estatal. Cuando el ciclo de acumulación fordis-
ta llegó a su límite, no se pudo movilizar ninguna nueva
reabsorción masiva de trabajo, razón por la cual el capi-
tal ficticio hoy ha alcanzado un estatus ontológico: com-
pensa la pérdida permanente de creación de plusvalía. El
sueño de un crecimiento constante sostenido mediante el
consumo masivo se está convirtiendo en una pesadilla,
con la mayoría de los consumidores actuales ya agotados.
Nicaragua (1991), Bosnia (1992), Ucrania (1992), Rusia (1992),
Moldavia (1992). ), Armenia (1993), Congo (1993), Yugosla-
via (1994), Georgia (1994), Bulgaria (1997), Venezuela (2016),
Zimbabue (2007/09 y 2017), Líbano (2020-presente), etc.
La fase capitalista distópica en la que hemos entrado se
caracteriza por la productividad sin trabajo productivo,
lo que significa que la sociedad del trabajo en su con-
junto se está muriendo. Muchas empresas, por supuesto,
seguirán compitiendo haciendo uso de tecnologías cada
vez más sofisticadas, mientras explotan una mano de obra
empobrecida; pero el vínculo social organizado en torno
al trabajo asalariado sólo puede seguir desintegrándose.
Adquirir un sentido de perspectiva crítica sobre la im-
plosión del capitalismo senil requiere, como condición
previa fundamental, resistir la embestida del engaño y la
distracción que produce implacablemente la infoesfera.
Los medios tradicionales nunca nos informarán sobre las
causas de una economía estructuralmente insolvente, por
la sencilla razón de que son una rama de ese sistema en
quiebra. Por el contrario, intentarán persuadirnos de mirar
hacia otro lado: pandemias, guerras, prejuicios culturales,
escándalos políticos, catástrofes naturales, etc. Si bien los
medios reactivos ya no pueden ocultar la caída, han apren-
dido a culpar a los sucesos exógenos.En verdad, nuestra
situación económica es la segunda parte de la crisis de
2008, es parte de un colapso sistémico tan agudo que su
causa está siendo suplantada sistemáticamente mediante
emergencias globales, manipuladas ideológicamente o
adecuadamente fabricadas.
Podría decirse que com-
prender nuestra condición
requiere el esfuerzo de pen-
sar contra nosotros mismos,
ya que, por regla general,
un sujeto que ‘forma parte
orgánicamente a una civili-
zación no puede identificar
la naturaleza de la enferme-
dad que la socava’ (19). El
conformismo y la ignorancia
voluntaria son infinitamente
más contagiosos que la fuer-
za necesaria para superar los
prejuicios de nuestro tiempo.
La mayoría de nosotros esta-
mos decididos a permanecer
dormidos, prefiriendo creer
que lo que estamos experi-
mentando es solo una fallo
temporal. Sin embargo, de-
bemos reunir el coraje de mi-
rar a través de la cortina de humo que oculta la sustancia
en descomposición de nuestro mundo. El razonamiento
defensivo aplasta la vitalidad del pensamiento. Coloniza
no solo la conciencia, sino especialmente nuestros apegos
inconscientes a las categorías obsoletas de una civiliza-
ción que se derrumba.
Cada civilización se inmuniza trazando una línea entre
su propio orden constituyente y otro malvado. La maldad
debe proyectarse fuera del cuerpo social dominante para
que éste conserve la ilusión de su consistencia. Sin embar-
go, una civilización global al borde del incumplimiento
de su propio valor (el valor de autovalorización llamado
capital) ya no puede confiar únicamente en la lucha contra
(19) Emile Cioran, The Temptation to Exist (Chicago: Qua-
drangle Books, 1968), p. 48.
(20) Figura retórica que consiste en designar una cosa con el
nombre de otra con la que existe una relación de inclusión, por
lo que puede utilizarse, básicamente, el nombre del todo por la
parte o la parte por el todo, la materia por el objeto, la especie
por el género (y viceversa), el singular por el plural (y viceversa)
126
enemigos localizados: debe dar rienda suelta a villanos
globales y ubicuos. Es por eso que, habiendo reemplaza-
do a la pandemia, la guerra de Ucrania fue retratada desde
el principio como una especie de sinécdoque (20) para el
conflicto global: debemos recordar constantemente que
un “momento Dr. Strangelove” siempre está detrás de
la esquina. El miedo al Virus ha sido reemplazado por
el Reloj del Juicio Final (21). De esta manera, la guerra
se convierte realmente en la continuación ideal del Covid:
una pantalla ideológica que disimula la dolorosa realidad
cotidiana que nos rodea, desde la recesión hasta la infla-
ción estructural y los despidos masivos de corporaciones
(22). Además, la guerra permite tanto la expansión mo-
netaria -al financiar el complejo militar-industrial- como
la autoinmunización sistémica -al volver a trazar la línea
entre nosotros (moral y culturalmente superiores) y ellos
(los bárbaros)-. En este sentido, la tensión geopolítica en-
tre el modelo occidental globalizado liderado por Estados
Unidos y el mundo multipolar en construcción (BRICS+)
es, estrictamente hablando, un efecto del colapso econó-
mico en curso. La “nueva Guerra Fría” en ciernes ya
se ha tenido en cuenta, ya que nada menos que Morgan
Stanley (23) afirma que la reorganización para un orden
multipolar es ahora una prioridad.
Independientemente de
dónde se encuentre en el
tablero de ajedrez geopolíti-
co, el problema común que
enfrentan todos los estados
capitalistas y su aristocracia
transnacional supervisora​​
es, y seguirá siendo, cómo
controlar las olas de des-
contento masivo derivadas
del aumento de la miseria.
Solo necesitamos hojear la
reciente declaración del G20
en Bali (24), o el último pro-
grama del WEF en Davos,
para ver que la principal
preocupación de las élites
es asegurarse de que los cre-
cientes niveles de pobreza
global se cumplan con “so-
luciones globales” que van
desde identificaciones digi-
tales vinculadas a programas
de vacunación, hasta la puesta en marcha de CBDC (di-
visas digitales de los bancos centrales). La cooperación
global es el eslogan ideológico de los ultraricos de la jet-
set que buscan controlar la cada vez más estancada po-
blación mundial. En este sentido, el espíritu neofeudal de
nuestro tiempo se refleja mejor en el “modelo de confina-
miento”: por un lado, tendemos a olvidar que millones de
humanos socialmente excluidos ya vivían en “condicio-
nes de confinamiento” antes de la pandemia, confinados
a barrios marginales suburbanos y periferias rurales del
mundo, sin acceso a trabajo y bienes básicos; por otro
lado, las iteraciones del modelo del confinamiento se ex-
tenderán a la mayoría de nosotros en un futuro cercano,
supuestamente para protegernos de amenazas globales.
o lo abstracto por lo concreto. Ejemplos de sinécdoques: ‘acero’
como ‘espada’, ‘sudor’ por ‘esfuerzo’ o ‘pan’ por ‘alimento’.
(21) The Guardian (24.01.2023): Doomsday Clock at record 90
seconds to midnight amid Ukraine crisis.
(22) Business Insider (07.02.2023): Yahoo and Disney are the
latest to slash thousands of jobs amid a wave of layoffs. Here’s
the full list of major US companies making cuts in 2023.
 Es crucial, entonces, darse cuenta de que nos enfrenta-
mos a un colapso socioeconómico total. Quienes mane-
jan el tren de la salsa financiera seguirán promoviendo
conflictos y divisiones de todo tipo para ocultar el colap-
so sistémico. Todo conflicto, geopolítico o de otro tipo,
comienza y termina dentro del “capitalismo de crisis”.
La desaparición del socialismo en la década de 1980 le-
vantó el velo de Maya. Desde entonces, como diría un
budista, “la dualidad es una ilusión”: solo hay un dogma
socioeconómico, y ya no funciona. Mantener vivo el ca-
pitalismo de consumo mientras se expande la deuda hasta
el infinito ahora es imposible. La montaña de la deuda
va más allá de lo que poseemos como garantía (esen-
cialmente, nuestros activos, fuerza de trabajo y vidas),
mientras que las monedas fiduciarias han comenzado
hace mucho tiempo su viaje al reino de la basura. Todo el
sistema bancario se está acercando al colapso, razón por
la cual necesita desesperadamente nueva liquidez infla-
cionaria para mantenerse a flote. El Gran Reinicio es el
intento autoritario de nuestros propietarios de responder a
esta amenaza sistémica tomando el control de la garantía
(nuestras vidas) y permaneciendo en el asiento del con-
ductor. El resto es gestión de la percepción.

(23) Morgan Stanley (19.01.2023): 3 Investing Trends for the (24) whitehouse.gov (16.11.2022): G20 Bali Leaders’ Declara-
Long Term. tion.

SONAMBULISMO ANTE
UNA MONTAÑA DE
MEGAAMENAZAS
Nouriel Roubini
Cualquiera que sea la terminología preferida para describir el momento actual, existe un
acuerdo generalizado de que nos enfrentamos a niveles de incertidumbre inesperados, inu-
suales y sin precedentes, que auguran un futuro de crisis, inestabilidad y conflicto. Pero aún
está por verse si realmente haremos algo al respecto.
Una gran cantidad de “megaamenazas” (1) interco- debilidad de la demanda agregada) se ha convertido en
nectadas está poniendo en peligro nuestro futuro. Si bien estanflación, ya que los shocks negativos de la oferta
algunas de ellas se han estado formando durante mucho agregada se han combinado con los efectos de políticas
tiempo, otras son nuevas. La inflación obstinadamente monetarias y fiscales laxas.
baja del período previo a la pandemia ha dado paso a la
inflación excesivamente alta de hoy. El estancamiento (1) Nouriel Rubini (project-syndicate.org, 04.11.2022): The
secular (un crecimiento perpetuamente bajo debido a la Age of Megathreats.

127
 Donde antes las tasas de interés eran demasiado bajas,
o incluso negativas, ahora han estado subiendo rápida-
mente, elevando el coste del endeudamiento y creando
el riesgo de provocar una crisis de deuda en cascada.
La era de la hiperglobalización, el libre comercio,
la deslocalización y las cadenas de suministro just in
time (justo a tiempo) ha dado paso a una nueva era de
desglobalización, proteccionismo, relocalización (o
“friend-shoring”, la deslocalización a países amigos),
comercio seguro y redundancias “just in case” (por si
acaso) en las cadenas de suministros.
Además, las nuevas amenazas geopolíticas aumen-
tan el riesgo de guerras frías y calientes y balcanizan
aún más la economía global. Los efectos del cambio
climático se están volviendo más severos y a un ritmo
mucho más rápido de lo que muchos habían anticipa-
do. También es probable que las pandemias se vuelvan
más frecuentes, virulentas y costosas. Los avances en
inteligencia artificial, aprendizaje automático, robótica
y automatización amenazan con producir más desigual-
dad, desempleo tecnológico permanente y armas más
mortíferas con las que llevar a cabo guerras no conven-
cionales. Todos estos problemas están alimentando una
reacción violenta contra el capitalismo democrático y
empoderando a los extremistas populistas, autoritarios y
militaristas tanto de derecha como de izquierda.
Lo que yo he llamado megaamenazas, otros lo han lla-
mado “policrisis”, que el Financial Times nombró re-
cientemente su palabra de moda del año (2). Por su par-
te, Kristalina Georgieva , directora gerente del Fondo
Monetario Internacional, habla de una “confluencia
de calamidades” (3). La economía mundial, advirtió el
año pasado, enfrenta “quizás su mayor prueba desde
la Segunda Guerra Mundial”. De manera similar, el
exsecretario del Tesoro de EEUU, Lawrence H. Sum-
mers, argumenta que enfrentamos los desafíos económi-
cos y financieros más agudos desde la crisis financiera
(2) Financial Times (31.12.2022): Year in a word: Polycrisis.
(3) Kristalina Georgieva, Gita Gopinath y Ceyla Pazarbasioglu
(IMF Blog, 22.05.2022): Why We Must Resist Geoeconomic
128
de 2008. Y en su último Informe Global de Riesgos–
publicado justo antes de que las élites se reunieran en
Davos este mes para discutir “la cooperación en un
mundo fragmentado” – el Foro Económico Mundial
advierte sobre “una década única, incierta y turbulen-
ta que se avecina” (4).
Por lo tanto, cualquiera que sea la terminología pre-
ferida, existe un acuerdo generalizado de que nos en-
frentamos a niveles de incertidumbre sin precedentes,
inusuales e inesperados. A corto plazo, podemos esperar
más inestabilidad, mayores riesgos, conflictos más in-
tensos y desastres ambientales más frecuentes.
En su gran novela de entreguerras, La montaña mági-
ca, Thomas Mann retrata el clima intelectual y cultural,
y la locura, que condujo a la Primera Guerra Mun-
dial. Aunque Mann comenzó su manuscrito antes de la
guerra, no lo terminó hasta 1924, y esa demora tuvo un
impacto significativo en el producto final. Su historia se
desarrolla en un sanatorio inspirado en uno que había
visitado en Davos, el mismo sitio en la cima de la mon-
taña (el Hotel Schatzalp) donde ahora se llevan a cabo
las galas relacionadas con el Foro Económico Mundial.
Esta conexión histórica es muy adecuada. Nuestra era
actual de megaamenazas se parece mucho más al trá-
gico período de 30 años entre 1914 y 1945 que a los
75 años de relativa paz, progreso y prosperidad que
siguieron a la Segunda Guerra Mundial. Vale la pena
recordar que la primera era de globalización no fue su-
ficiente para evitar el descenso a la guerra mundial en
1914.
A esa tragedia le siguió
• una pandemia (de gripe española);
• la caída de la bolsa de 1929;
• la gran Depresión;
• guerras comerciales y de divisas;
Fragmentation—And How.
(4) World Economic Forum (11.01.2023): Global Risks Report
2023 (PDF).
 • inflación, hiperinflación y deflación;
• crisis financieras e impagos masivos; y
• tasas de desempleo superiores al 20%.
Fueron estas condiciones de crisis las que apuntalaron
el ascenso del fascismo en Italia, el nazismo en Alema-
nia y el militarismo en España y Japón, que culminaron
en la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.
Pero a pesar de lo espantosos que fueron esos 30 años,
las megaamenazas de hoy son, en cierto modo, aún
más siniestras. Después de todo, la generación de en-
treguerras no tuvo que lidiar con el cambio climático,
las amenazas de la inteligencia artificial al empleo o las
responsabilidades implícitas asociadas con el envejeci-
miento de la sociedad (ya que los sistemas de seguridad
social aún estaban en sus comienzos y la mayoría de las
personas mayores morían antes de recibir el primer che-
que de su pensión). Además, las guerras mundiales fue-
ron en gran medida conflictos convencionales, mientras
que ahora los conflictos entre las principales potencias
podrían girar rápidamente en direcciones menos con-
COVID-19: UNA
OPERACIÓN
FINANCIERA GLOBAL
Michael Bryant
El fenómeno COVID no se puede entender sin com-
prender el colapso financiero sin precedentes de 2019-
2020 que amenazó a todo el sistema financiero mundial
y no fue televisado.
La historia de la pandemia de Covid-19 tiene poco sen-
tido cuando se analiza desde la perspectiva de la salud,
la seguridad y la ciencia. Visto desde la perspectiva del
129
vencionales, lo que podría terminar en un apocalipsis
nuclear.
Por lo tanto, nos enfrentamos no solo a lo peor de la
década de 1970 (repetidos shocks negativos de oferta
agregada), sino también a lo peor del período 2007-08
(niveles de endeudamiento peligrosamente altos) y
lo peor de la década de 1930. Una nueva “depresión
geopolítica” está aumentando la probabilidad de gue-
rras frías y calientes que podrían superponerse con de-
masiada facilidad y salirse de control.
Que yo sepa, ninguno de los que se reúnen hoy en
Davos está escribiendo la gran novela de la era de las
megaamenazas. Sin embargo, el mundo de hoy pone
de manifiesto cada vez más la sensación de aprensión
que uno tiene al leer a Mann. Demasiados de nosotros
nos estamos entregando a la complacencia en la cumbre
e ignorando lo que está sucediendo en el mundo real
debajo. Estamos viviendo como sonámbulos, ignoran-
do cada alarma sobre lo que tenemos frente a nosotros.
Será mejor que nos despertemos pronto, antes de que la
montaña empiece a temblar.
dinero, el poder, el control y la transferencia de riqueza,
sin embargo, todo tiene perfecto sentido.
Los confinamientos, bozales obligatorios, y el distan-
ciamiento antisocial, y la plétora de medidas adiciona-
les, no hicieron nada para proteger o mejorar la salud
pública; en realidad, nunca fueron diseñados para ha-
cerlo.
IZDA.: Las políticas neoliberales de Macron y las “medidas contra la pandemia” triplicaron laa fortunaa de las 5
personas más ricas de Francia. DCHA.: Tras la crisis REPO, en otoño de 2019, que pudo hacerse frente de mane-
ra camuflada mediante las “medidas contra la pandemia”, en 2021 estalló la crisis Reverse REPO.
Las numerosas obligaciones nacidas con la puesta en
marcha del escenario de Covid-19 fueron todas diseña-
dos para romper deliberadamente la economía global y
aplastar a las pequeñas empresas, así como romper la
mente, la voluntad y el tejido social de las personas, con
el fin de “reconstruir la sociedad mejorándola”, que
se ajusta a las visiones distópicas de los psicópatas que
libran esta guerra de clases.
El resultado deseado es la utopía de los multimillona-
rios, en la que poseerán y controlarán el planeta en la
forma de un feudo tecnofeudal donde la humanidad será
marcada digitalmente y regulada como ganado en una
tecnocracia supervigilada.
Lo que esta crisis convenientemente fabricada camufla
es que estamos en medio de un colapso económico total
que ha sido planificado, un colapso que era inevitable.
El momento en el que se puso en marcha el fraude
COVID era necesario, ya que los mercados mundiales
se enfrentaron a una crisis de deuda de emergencia en el
otoño de 2019 que apareció en mercados que antes eran
en su mayoría líquidos: mercados de REPOS, mercados
monetarios y mercados de divisas.
Los gobiernos occidentales se apresuraron a salvar
este sistema en descomposición, detener este derrum-
be catastrófico, rescatar a los inversores a gran escala
e instalar de manera proactiva una infraestructura de
seguridad para controlar el inevitable desorden social
resultante de este colapso. A esto le seguiría un reinicio
financiero global, después de un período de hiperinfla-
ción, que destruiría tanto el valor de la deuda como los
derechos en papel correspondientes.
130
El sistema financiero ya se encontraba en una etapa
avanzada de declive en el otoño de 2019, como lo ilus-
tra la toma de control del mercado de REPOS por parte
de la Fed en septiembre para evitar el Apocalipsis. Este
colapso comenzó en serio en 2008/09 y los intentos du-
rante la última década y media para salvar este sistema
económico corrupto solo retrasaron lo inevitable.
En el otoño de 2019, la crisis se desató de nuevo rápi-
damente.
Una disminución dramática en la producción indus-
trial caracterizó la crisis bancaria de agosto de 2019, -la
llamada crisis REPO-, cuando de repente los bancos
comenzaron a rechazar los instrumentos de deuda so-
berana de EEUU como garantía para los préstamos a
un día, lo que obligó a la Reserva Federal a intervenir e
imprimir dinero para cubrir esta enorme escasez.
El mercado de REPOs es donde los bancos toman pres-
tado dinero todos los días para tener un cierto porcentaje
de activos líquidos al final de cada día para cumplir con
ciertos requisitos fiduciarios.
A mediados de septiembre, la Reserva Federal comen-
zó a inyectar 10-20.000 millones de dólares al día en
el mercado de REPOs para mantener bajas las tasas de
interés, para que los bancos pudieran pedir prestado el
dinero y pudieran seguir haciendo negocios. A pesar de
que la Fed estaba inyectando tantas decenas de miles de
millones de dólares diarios en el mercado de Repos, aún
no era suficiente.
A principios de marzo, la Reserva Federal estaba in-
yectando 100.000 millones de dólares en el mercado de
REPOs para detener esta crisis existencial.
 Lo que pasaba es que todos en Wall Street tenían una
deuda enorme y se aferraban al efectivo de los EEUU
para pagar esta deuda, negándose a financiar compras
de divisas extranjeras y luego de moneda estadouniden-
se, ya que el Mercado de REPOs se congeló al 10% de
interés en los préstamos REPO a un día. Los bonos del
Tesoro de los EEUU e incluso las letras del Tesoro de
EEUU estaban siendo rechazados como garantía para
los Repos.
En marzo de 2020, la crisis de liquidez se extendió
de los mercados de intermediarios primarios (los bancos
TBTF y los fondos de cobertura fueron rescatados en
septiembre) al resto de mercados: de acciones, materias
primas, bonos, obligaciones de préstamos garantizados,
valores respaldados por hipotecas, fondos mutuos, fon-
dos cotizados en bolsa, así como varios esquemas Pon-
zi, como los productos derivados estructurados, nego-
ciados en plataformas patentadas que representan varios
miles de millardos de dólares.
Cuando los bonos del Tesoro de EEUU se quedaron
sin liquidez debido al crecimiento exponencial de la
deuda pública, pero en su mayoría privada, en dólares,
incluso a pesar de que la FED estaba absorbiendo efec-
tivo de los mercados financieros se desató el infierno.
No se pudo parar el derrumbe del castillo de naipes, que
estuvo cayendo durante seis meses, por lo que se fabricó
la histeria del COVID para cubrir lo que asciende a los
10-15.000 billones de dólares en efectivo del rescate de
la FED, y empuje hacia arriba del valor de las acciones
a través de Operaciones de Mercado Abierto Permanen-
tes (POMO) - una forma fantasiosa para decir que la Fed
está comprando bonos del Tesoro, inyectando dinero en los
mercados financieros y entregando garantías de valor de
las garantías utilizadas en derivados estructurados.
El juego final, actualmente en marcha, consiste en que
los Bancos Centrales (Fed) compren toda la deuda tóxi-
ca y sin valor de los fondos de cobertura y los bancos,
incluidos los 1.500 billones de derivados, y luego trans-
fieran la deuda al tesoro como deuda soberana. Luego
imprimirán dinero hasta el infinito, algo que ya está a
plena marcha, para pagar esta deuda ficticia para hundir
el dólar a través de la hiperinflación y luego anulando la
hipoteca de los EEUU y de todos los que tienen deuda
en dólares sin valor.
131
De eso trata el golpe: una hiperinflación global que va-
porice los bienes de la población y los Estados para en-
tregar los bienes públicos a los inversionistas privados.
Esto permite a la clase dominante liquidar propiedades
(pequeñas empresas en bancarrota, casas embargadas,
etc.) para poder quedarse sin límites todo lo que hay en
el mundo.
La llegada oportuna de la “emergencia” del Covid-19
proporcionó la justificación y la oportunidad de conge-
lar el colapso bancario estadounidense mediante inyec-
ciones masivas de dinero en efectivo. Se pagó alrededor
de 8-10 billones de dólares a los bancos estadounidenses
hasta marzo de 2020, con un estímulo económico adi-
cional de $ 5 billones prometido por la Reserva Federal.
La percepción creada artificialmente de que a partir de
marzo de 2020 había una emergencia médica mundial fue
un instrumento de manipulación mediante medios de co-
municación, técnicas de condicionamiento del comporta-
miento e ingeniería social. Todo esto fue posible gracias
a la programación institucional y la mensajería mediática
acelerada que desautorizó los procesos cognitivos básicos
y eliminó las posibilidades del pensamiento crítico.
Con este incesante y abrumador redoble mediático de
la Narrativa del Virus, y el mundo unido en la respuesta
a la ‘Pandemia de Covid’, no se permitió que existieran
otras historias en los medios o en la conciencia pública.
Sin ninguna amenaza externa como el ‘virus asesino’,
este colapso financiero masivo habría causado pánico
de inmediato y amenazado la credibilidad del dólar. Sin
la cortina de humo del Covid-19, este esquema Ponzi
generalizado y la transferencia de riqueza histórica en
curso se verían como lo que son: un robo continuo por
parte de la aristocracia financiera.
LA OPERACIÓN COVID: EL CABALLO DE
TROYA PARA MARCAR EL COMIENZO DEL
NUEVO ORDEN MUNDIAL
Como se vio en la “Guerra contra el terrorismo”, es-
tos sucesos profundos se construyen para explotar tantas
líneas diferentes de adquisición como sea posible. Con
la “Pandemia de Covid” reemplazando a la falsa “Gue-
rra contra el terrorismo”, otra “crisis mundial” reno-
vada se transforma milagrosamente en una oportunidad
de oro con diversos fines de la clase dominante.
 Si bien la necesidad inmediata era detener la hemorra-
gia del sistema financiero global, esta operación multi-
facética sirvió y debe cumplir muchos otros propósitos.
Nada de esto es casual. Todo esto está oculto a simple
vista, planificado y ejecutado como se evidencia en múl-
tiples ejercicios de simulación como el “Evento 201” y
delineado en numerosos documentos como “La Agenda
2030 para el Desarrollo Sostenible”.
La Operación Covid por si cubre muchos objetivos al
mismo tiempo:
1. Prevenir y encubrir las razones de la referida im-
plosión económica;
2. Acelerar la mayor transferencia de riqueza en la
historia de la humanidad;
3. Justificar y afianzar el Estado de Bioseguridad,
incluida la vigilancia de la IA en múltiples sectores
de la sociedad;
4. Empoderar y enriquecer al cártel de las nuevas
tecnologías, contraparte del Estado de Seguridad,
a través de aplicaciones de seguimiento, proliferar
y normalizar las redes sociales y las plataformas de
comunicación como “el intermediario” en todos los
ámbitos de la vida. Mover toda la vida social hacia
el imperativo tecnológico: las comidas ordenadas
a través de DoorDash, las reuniones en Zoom, el
aumento del gasto a través de Visa/MasterCard al
pedir productos en línea con Amazon, las películas
a través de Netflix, etc. tiranía del covid;
5. Crear “la Pandemia” como mecanismo financie-
ro. Las pandemias fabricadas se han convertido en
gigantescas oportunidades de inversión que aumen-
tan la riqueza de los multimillonarios y consolidan
aún más su poder;
6. Expandir la industria de la salud en todos los
ámbitos de la vida pública y económica. La in-
dustria de la salud ahora está directamente vincula-
da a los mercados globales y conglomerados finan-
cieros y se ha convertido en uno de los instrumentos
financieros más importantes para los inversores;
7. Crear un sistema biomédico de “gestión de la sa-
lud” completamente nuevo y lucrativo para intro-
ducir y codificar un modelo médico biotecnológico
completamente nuevo para la industria farmacéuti-
ca con un enfoque en “vacunas revolucionarias” y
de ARNm, actualizables;
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8. Expandir y normalizar el uso de identificaciones
digitales, incluidos los pasaportes de vacunas, co-
nectándolos a una Moneda Digital del Banco Cen-
tral (CBDC); un bono de Renta Básica Universal
(UBI), que permite el seguimiento de las compras;
intervenciones médicas, “opciones de estilo de
vida”, etc. “empujándonos” hacia comportamien-
tos ‘deseados’ o excluyéndonos del sistema por
completo como ellos desean;
9. La reorganización, privatización y reducción de
los servicios públicos con el pretexto de hacerlos
“más ágiles” para las “emergencias públicas”;
10. Condicionar al público a “Estados de Emergen-
cia” perpetuos preparándolos para implementar la
“Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.
PALABRAS FINALES
Estamos viviendo el crimen organizado más grande del
mundo desde la Segunda Guerra Mundial. La escala del
engaño es demasiado grande para ser aceptada o com-
prendida, incluso por muchos que se consideran “infor-
mados”, que permanecen atrapados en alguna versión del
tiovivo “Covid”. Otros aún están dormidos o traumati-
zados mientras el tejido social se rompe en pedazos y el
mundo que los rodea se transforma por completo.
Las élites financieras saben que han acumulado enor-
mes deudas y déficits impagables. Saben que las prome-
sas de pensiones y beneficios no se pueden pagar. Saben
que el sistema ha llegado a su Waterloo y el malestar
social será inevitable. Saben que deben actuar rápida y
exhaustivamente para subvertir este colapso inevitable
a fin de proteger el Leviatán financiero que sustenta su
capacidad para mantener el poder y el control.
En resumen, el Covid-19 no fue una emergencia mé-
dica generalizada sino un esquema de lavado de dine-
ro, una operación psicológica masiva y una cortina de
humo para una revisión y reestructuración completa del
orden mundial social y económico actual.
El Covid-19, la enfermedad, no es más que una en-
fermedad de Atribución. Covid-19, el suceso mediático,
fue el caballo de Troya construido para marcar el co-
mienzo de una transformación completa de nuestra so-
ciedad. Covid-19 TM, la operación, nunca fue un suceso
epidemiológico, sino un modelo de negocio destinado a
aumentar las fortunas de los súper ricos.
No hay “Covid 19”, salvo como conspiración criminal.