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Sin embargo, desde un primer momento existieron enfrentamientos entre este sector y los
liberales, partidarios de una república federal semejante a la establecida en Estados
Unidos. El Imperio de Agustín de Iturbide acabó cayendo y un triunvirato asumió el poder
hasta la promulgación de la república.
El primer presidente fue Guadalupe Victoria, el único que logró terminar su mandato
durante los doce años que duró la República Federal. Los levantamientos armados entre
liberales federalistas y conservadores centralistas fueron constantes hasta que Antonio
López de Santa Anna se hizo con el poder y proclamó la República Centralista, en octubre
de 1835.
Antecedentes
Plan de Iguala
Sin embargo, Iturbide debió contar con las fuerzas de Vicente Guerrero para conseguir
derrotar a los realistas. Guerrero había conseguido mantener viva la lucha insurgente,
aunque sin capacidad para derrotar totalmente a los españoles. A pesar de sus
diferencias ideológicas, ambos líderes firmaron un acuerdo por el que crearon el Ejército
Trigarante.
Este ejército logró vencer a las tropas del virreinato. El virrey acabó firmando los Tratados
de Córdoba, un acuerdo que concedía la independencia de México. Iturbide logró que la
forma de gobierno recogida en el tratado para el nuevo país fuera la monarquía
constitucional.
La intención de Iturbide era que el trono fuera ocupado por algún miembro de la casa
Borbón, la que reinaba en España. Sin embargo, la independencia no era aceptada por la
Corona española, por lo que se negaron a la petición de Iturbide.
Agustín de Iturbide formó primero una Junta Provisional Gubernativa para que se hiciera
cargo del gobierno. En ella se encontraban representantes del clero, de los terratenientes
y algunos cargos políticos de la administración colonial. Sin embargo, no ofreció ningún
puesto a los insurgentes.
Ya con Iturbide designado regente por la Junta se produjo la primera reunión del recién
formado congreso. En este existían tres facciones claras: los partidarios de Iturbide, los
borbonistas (que defendían que la corona fuera
para algún Borbón) y los republicanos, entre los
que se encontraban algunos antiguos
insurgentes.
Este movimiento fue visto como una traición por algunos de los héroes de la
independencia, entre los que destacaban Vicente Guerrero, Nicolás Bravo y Guadalupe
Victoria.
Sin embargo, no fueron esos líderes insurgentes los que iniciaron la rebelión que acabó
con el Imperio. Lo hizo el general Antonio López de Santa Anna, quien el 2 de diciembre
proclamó el Plan de Veracruz, por el que desconocía al emperador y abogaba por una
república encabezada por Guadalupe Victoria.
Aunque sus primeros intentos de derrotar a las tropas imperiales acabaron en fracaso,
Santa Anna logró el apoyo de Guerrero y Bravo a partir de febrero de 1823, cuando lanzó
el Plan de Casa Mata, muy similar al anterior.
La rebelión se extendió por todo el país, a pesar del intento de Iturbide de negociar con
sus líderes.
Sin embargo, el Congreso declaró nulo su nombramiento como emperador y anuló tanto
el Plan de Iguala como los Tratados de Córdoba. El Imperio quedó disuelto oficialmente.
Establecimiento de la República
Causas de su creación
Los partidarios de la independencia tenían ideas muy diferentes sobre cómo organizar el
nuevo país. Por ejemplo, Agustín de Iturbide había sido un militar realista y había
participado en la Conjura de la Profesa, una conspiración de los conservadores que
pretendían evitar la llegada de las ideas liberales de la Constitución de Cádiz.
Crisis económica
Aunque la duración fue corta, unas de las características más marcadas del Imperio de
Iturbide fue la crisis económica que asoló el país. La situación de inicio era mala después
de 11 años de guerra, pero las decisiones del gobierno empeoraron aún más los
problemas.
El emperador destinó una gran cantidad de dinero para tratar de dar a su corte una
ostentación excesiva. Ese derroche provocó que la población se enfadara. A esto hay que
añadir los casos de corrupción protagonizados por los cercanos a Iturbide.
El gobierno tuvo que solicitar préstamos a un interés muy alto, aumentar los impuestos y
emitir tanto papel moneda que esta acabó por perder su valor.
La Primera República Federal tuvo una duración de casi 12 años, hasta que el 23 de
octubre de 1835 fue sustituida por la República Centralista. Durante ese periodo, se
caracterizó por la inestabilidad política y social, además de por los episodios de violencia.
Inestabilidad
Las diferencias entre ambas facciones no se limitaron al Congreso, sino que produjeron
enfrentamientos violentos en varias partes del país.
Esos dos sectores acabaron prestando apoyo a Santa Anna, quien fue elegido presidente
y eliminó la estructura federal del país.
Constitución de 1824
La Constitución aprobada el 4 de octubre de 1824 cambió el nombre del país, que pasó a
llamarse Estados Unidos Mexicanos. En ella se establecía que estaba formado por
diecinueve estados y cuatro territorios.
En su texto, el poder ejecutivo estaba en manos del presidente, mientras que el legislativo
era administrado por dos cámaras, la de los diputados y el Senado. Por su parte, el poder
judicial era asignado a la Corte Suprema de Justicia. Además, se estableció la figura del
vicepresidente.
La Constitución declaraba al catolicismo como religión única y prohibía cualquier otro culto
en el territorio.
Vicente Guerrero
1830 – 1835
Los problemas en Texas comenzaron a agravarse y el gobierno mexicano emitió una ley
para restringir el número de colonos de procedencia estadounidense.
Santa Anna se impuso en las siguientes elecciones, celebradas en 1833. Sin embargo,
como fue habitual durante esos años, dejó la presidencia en manos de Gómez Farías, su
vicepresidente.
El nuevo gobierno aprobó una serie de leyes liberales que fueron rechazadas por los
conservadores y la Iglesia. Ante esto, Santa Anna regresó a la capital y destituyó al
presidente.
Sin embargo, hasta abril de 1834, Santa Anna y Gómez Farías se alternarían en la
presidencia hasta en cuatro ocasiones.
Ese mismo mes, Santa Anna fue elegido presidente. Su primera medida fue derogar la
Constitución de 1824 y, por lo tanto, el estado federal. El 23 de octubre se instauró la
llamada República Centralista, aunque esta no se oficializó hasta diciembre del año
siguiente con la aprobación de las “Siete Leyes Constitucionales”.