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La 

Primera República Federal

La Primera República Federal  mexicana fue proclamada el 1 de noviembre de 1823,


aunque no se estableció formalmente hasta el 4 de octubre de ese mismo año. El modelo
republicano y federal sustituyó al primer gobierno del México independiente, un imperio
encabezado por Agustín de Iturbide.

Los luchadores por la independencia de México mantenían posturas diferentes sobre


cómo organizar el nuevo estado. En un primer momento, fueron los sectores monárquicos
más conservadores los que consiguieron que su postura se impusiera y declararon el
Imperio.

Sin embargo, desde un primer momento existieron enfrentamientos entre este sector y los
liberales, partidarios de una república federal semejante a la establecida en Estados
Unidos. El Imperio de Agustín de Iturbide acabó cayendo y un triunvirato asumió el poder
hasta la promulgación de la república.

El primer presidente fue Guadalupe Victoria, el único que logró terminar su mandato
durante los doce años que duró la República Federal. Los levantamientos armados entre
liberales federalistas y conservadores centralistas fueron constantes hasta que Antonio
López de Santa Anna se hizo con el poder y proclamó la República Centralista, en octubre
de 1835.

Antecedentes

La Guerra de Independencia mexicana se prolongó durante 11 años. Sin embargo,


incluso dentro del bando que luchaba por conseguirla existían diversas tendenciaS
ideológicas. Tras la proclamación de independencia, en septiembre de 1821, llegó el
momento de organizar el nuevo país y cada sector intentó que sus ideas se impusieran.

Plan de Iguala

La base de la declaración de independencia fue el Plan de Iguala. Su autor, Agustín de


Iturbide, defendía un proyecto de país regido por una monarquía, con el catolicismo como
única religión, y centralista.

Sin embargo, Iturbide debió contar con las fuerzas de Vicente Guerrero para conseguir
derrotar a los realistas. Guerrero había conseguido mantener viva la lucha insurgente,
aunque sin capacidad para derrotar totalmente a los españoles. A pesar de sus
diferencias ideológicas, ambos líderes firmaron un acuerdo por el que crearon el Ejército
Trigarante.

Este ejército logró vencer a las tropas del virreinato. El virrey acabó firmando los Tratados
de Córdoba, un acuerdo que concedía la independencia de México. Iturbide logró que la
forma de gobierno recogida en el tratado para el nuevo país fuera la monarquía
constitucional.
La intención de Iturbide era que el trono fuera ocupado por algún miembro de la casa
Borbón, la que reinaba en España. Sin embargo, la independencia no era aceptada por la
Corona española, por lo que se negaron a la petición de Iturbide.

Creación del Primer Imperio Mexicano

Agustín de Iturbide formó primero una Junta Provisional Gubernativa para que se hiciera
cargo del gobierno. En ella se encontraban representantes del clero, de los terratenientes
y algunos cargos políticos de la administración colonial. Sin embargo, no ofreció ningún
puesto a los insurgentes.

Ya con Iturbide designado regente por la Junta se produjo la primera reunión del recién
formado congreso. En este existían tres facciones claras: los partidarios de Iturbide, los
borbonistas (que defendían que la corona fuera
para algún Borbón) y los republicanos, entre los
que se encontraban algunos antiguos
insurgentes.

Finalmente, los iturbidistas se impusieron, y el 21


de julio de 1822, Agustín de Iturbide fue coronado
emperador bajo el nombre de Agustín I.

Agustín de Iturbide se coronó como el primer


emperador de México con el nombre de Agustín I

Disolución del Congreso

Iturbide no tardó en enfrentarse con el Congreso


encargado de redactar una constitución. En
agosto de 1822 se produjo una conspiración
republicana, pero fue descubierta por las
autoridades.

El gobierno procedió a detener a varios diputados


y Agustín de Iturbide decidió disolver el
Congreso.

Este movimiento fue visto como una traición por algunos de los héroes de la
independencia, entre los que destacaban Vicente Guerrero, Nicolás Bravo y Guadalupe
Victoria.

Planes de Veracruz y Casa Mata

Sin embargo, no fueron esos líderes insurgentes los que iniciaron la rebelión que acabó
con el Imperio. Lo hizo el general Antonio López de Santa Anna, quien el 2 de diciembre
proclamó el Plan de Veracruz, por el que desconocía al emperador y abogaba por una
república encabezada por Guadalupe Victoria.
Aunque sus primeros intentos de derrotar a las tropas imperiales acabaron en fracaso,
Santa Anna logró el apoyo de Guerrero y Bravo a partir de febrero de 1823, cuando lanzó
el Plan de Casa Mata, muy similar al anterior.

La rebelión se extendió por todo el país, a pesar del intento de Iturbide de negociar con
sus líderes.

Caída del Imperio

En un intento por detener su derrocamiento, Iturbide reabrió el Congreso y ofreció la


amnistía a los sublevados.

Sin embargo, el Congreso declaró nulo su nombramiento como emperador y anuló tanto
el Plan de Iguala como los Tratados de Córdoba. El Imperio quedó disuelto oficialmente.

Establecimiento de la República

El Congreso se pronunció a favor de la República Federal el 12 de julio de 1823. En un


primer momento, encargó el gobierno provisional al llamado Supremo Poder Ejecutivo, un
triunvirato formado por Pedro Celestino Negrete, Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria.

Este organismo se mantuvo en el poder entre el 1 de abril de 1823 y el 10 de octubre de


1824. Mientras, se aprobó el primer texto que debía conducir a la elección de un
Congreso Constituyente.

Causas de su creación

Diferencias en el modelo de estado

Los partidarios de la independencia tenían ideas muy diferentes sobre cómo organizar el
nuevo país. Por ejemplo, Agustín de Iturbide había sido un militar realista y había
participado en la Conjura de la Profesa, una conspiración de los conservadores que
pretendían evitar la llegada de las ideas liberales de la Constitución de Cádiz.

Aunque después se unió a la causa independentista y negoció con Guerrero, su intención


era crear una monarquía hereditaria y constitucional, algo que no compartían muchos
líderes de la insurgencia que preferían la república y el federalismo.

Estas diferencias aumentaron tras la coronación de Iturbide y sus continuos


enfrentamientos con el Congreso.

Crisis económica

Aunque la duración fue corta, unas de las características más marcadas del Imperio de
Iturbide fue la crisis económica que asoló el país. La situación de inicio era mala después
de 11 años de guerra, pero las decisiones del gobierno empeoraron aún más los
problemas.
El emperador destinó una gran cantidad de dinero para tratar de dar a su corte una
ostentación excesiva. Ese derroche provocó que la población se enfadara. A esto hay que
añadir los casos de corrupción protagonizados por los cercanos a Iturbide.

El gobierno tuvo que solicitar préstamos a un interés muy alto, aumentar los impuestos y
emitir tanto papel moneda que esta acabó por perder su valor.

Características de la Primera República Federal

La Primera República Federal tuvo una duración de casi 12 años, hasta que el 23 de
octubre de 1835 fue sustituida por la República Centralista. Durante ese periodo, se
caracterizó por la inestabilidad política y social, además de por los episodios de violencia.

Inestabilidad

El Segundo Congreso Constituyente se instaló el 7 de noviembre con el encargo de


redactar la Constitución de la República.

En ese Congreso había dos claras tendencias ideológicas:

 La centralista y conservadora, encabezada por Carlos María Bustamante y fray


Servando Teresa de Mier.
 La federalista y liberal.

Los primeros apoyaban un modelo de estado con un gobierno central fuerte y


consideraban que el federalismo iba a debilitar al país. Por su parte, los federalistas
ponían como ejemplo a Estados Unidos.

Las diferencias entre ambas facciones no se limitaron al Congreso, sino que produjeron
enfrentamientos violentos en varias partes del país.

Estos enfrentamientos se agravaron a partir de finales de 1832, cuando Santa Anna


organizó varios levantamientos. No obstante, los liberales en el gobierno lograron aprobar
algunas leyes importantes, pero que provocaron la reacción en contra de la Iglesia y el
Ejército.

Esos dos sectores acabaron prestando apoyo a Santa Anna, quien fue elegido presidente
y eliminó la estructura federal del país.

Constitución de 1824

La Constitución aprobada el 4 de octubre de 1824 cambió el nombre del país, que pasó a
llamarse Estados Unidos Mexicanos. En ella se establecía que estaba formado por
diecinueve estados y cuatro territorios.

En su texto, el poder ejecutivo estaba en manos del presidente, mientras que el legislativo
era administrado por dos cámaras, la de los diputados y el Senado. Por su parte, el poder
judicial era asignado a la Corte Suprema de Justicia. Además, se estableció la figura del
vicepresidente.
La Constitución declaraba al catolicismo como religión única y prohibía cualquier otro culto
en el territorio.

Aunque no aparecía entre los artículos constitucionales, la esclavitud quedó prohibida en


todo el país. Después, el 16 de septiembre de 1825, el presidente Guadalupe Victoria la
declaró abolida oficialmente.

Presidencia de Guadalupe Victoria

La inestabilidad de la República Federal


provocó que solo Guadalupe Victoria pudiera
completar su periodo presidencial.

A comienzos de su mandato, México padecía


una grave crisis económica, así como un
embargo por parte de España. Victoria
consiguió que potencias como el Reino Unido
y Estados Unidos reconocieran la
independencia, algo fundamental para su
supervivencia.

A pesar de eso, el presidente debió luchar


contra una conspiración que buscaba que
México volviera a manos españolas. Otra
rebelión que tuvo que afrontar fue la de
Nicolás Bravo, sofocada por Vicente
Guerrero.

La sucesión presidencial no fue sencilla. Las


elecciones fueron ganadas por Manuel Gómez Pedraza, pero su rival, Vicente Guerrero,
se levantó en armas al no reconocer los resultados. El Congreso acabó por anular las
votaciones y eligió a Guerrero como presidente.

Vicente Guerrero

En septiembre de 1829, los españoles intentaron


reconquistar el territorio, pero fueron derrotados. Además,
otros países reconocieron al México independiente.

La inestabilidad durante los meses siguientes fue


constante. Guerrero fue acusado de varias ilegalidades y
su vicepresidente apoyó el Plan de Jalapa, un
levantamiento en su contra.
El periodo terminó con la proclamación de un nuevo triunvirato que pacificara el país y
organizara una nueva sucesión presidencial.

1830 – 1835

Anastasio Bustamante asumió la presidencia de manos del triunvirato el 1 de enero de


1830. Pocos días después, tuvo que expulsar al embajador de Estados Unidos por haber
intervenido en asuntos internos.

Los problemas en Texas comenzaron a agravarse y el gobierno mexicano emitió una ley
para restringir el número de colonos de procedencia estadounidense.

En el ámbito interno, la inestabilidad continuaba. Guerrero fue fusilado por orden de


Bustamante y, en 1832, Santa Anna se levantó en armas contra el gobierno. Esta rebelión
terminó con la proclamación de Manuel Gómez de Pedraza como presidente.

Santa Anna se impuso en las siguientes elecciones, celebradas en 1833. Sin embargo,
como fue habitual durante esos años, dejó la presidencia en manos de Gómez Farías, su
vicepresidente.

El nuevo gobierno aprobó una serie de leyes liberales que fueron rechazadas por los
conservadores y la Iglesia. Ante esto, Santa Anna regresó a la capital y destituyó al
presidente.

Sin embargo, hasta abril de 1834, Santa Anna y Gómez Farías se alternarían en la
presidencia hasta en cuatro ocasiones.

Fin de la República Federal

La Iglesia y el Ejército, en contra de las medidas liberales de Gómez Farías, apoyaron a


Santa Anna para que ocupara el poder. Mediante un levantamiento, esas leyes fueron
abolidas en octubre de 1835.

Ese mismo mes, Santa Anna fue elegido presidente. Su primera medida fue derogar la
Constitución de 1824 y, por lo tanto, el estado federal. El 23 de octubre se instauró la
llamada República Centralista, aunque esta no se oficializó hasta diciembre del año
siguiente con la aprobación de las “Siete Leyes Constitucionales”.

Presidentes de la Primera República Federal

 Guadalupe Victoria (10 de octubre de 1824 – 31 de marzo de 1829)


 Vicente Guerrero (1 de abril – 17 de diciembre de 1829)
 José María Bocanegra (17 de diciembre – 23 de diciembre de 1829)
 Vélez-Quintanar-Alamán (Triunvirato) (23 de diciembre – 31 de diciembre de 1829)
 Anastasio Bustamante (1 de enero de 1830 – 13 de agosto de 1832)
 Melchor Múzquiz (13 de agosto – 24 de diciembre de 1832)
 Manuel Gómez Pedraza (24 de diciembre de 1832 – 31 de marzo de 1833)
 Valentín Gómez Farías (1 de abril de 1833 – 16 de mayo de 1833; 3 de junio – 18
de junio de 1833; 5 de julio – 27 de octubre de 1833; 16 de diciembre de 1833 – 24
de abril de 1834)
 Antonio López de Santa Anna (16 de mayo – 3 de junio de 1833; 18 de junio – 5
de julio de 1833; 27 de octubre – 15 de diciembre de 1833; 24 de abril de 1834 –
28 de enero de 1835)
 Miguel Barragán (28 de enero de 1835 – 27 de febrero de 1836)

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