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CONTEMPLACION Taller de Oración

INTRODUCCION:
San Ignacio nos invita a ver a Jesús en el Evangelio, a identificar los sentimientos que en mí surgen y a captar
el mensaje que me deja. Voy a contemplar distintos momentos de la vida de Jesús, dialogando con las personas que
intervienen en la escena, haciendo oración, instruyendo a sus discípulos, etc.
La contemplación Ignaciana es una oración imaginativa, que consiste en escoger una escena de la vida de
Cristo y revivirla tomando parte en ella como si estuviera sucediendo en el momento presente y yo participara en
ella.

PARA ESTA CONTEMPLACIÓN SAN IGNACIO PROPONE TRES PASOS:


1. Ver las personas. Oír lo que dicen, Mirar lo que hacen.
En la medida que así "contemplo" me dejo empapar de las palabras, las actitudes de las personas, capto los
sentimientos, que vayan aflorando en mí, así como el mensaje que hay para mi propia vida. Por lo tanto, cuando
tomo el pasaje evangélico es Jesús mismo quien me da el mensaje, en un encuentro personal con El.

MODO DE HACER ORACIÓN.


 Empiezo con una postura adecuada que me ayude a relajarme, tomo conciencia de mi ser, la sensación de mi
cuerpo... Los ruidos exteriores... El vacío de mi mente... La ausencia de tensiones... Esto me ayuda a ponerme en
presencia de Dios.
 Leo el texto evangélico: veo a Jesús y a las personas con quien habla, observo a todo, pero especialmente a Él.
Sus actitudes, gestos, movimientos, que me ayuden a descubrir lo que buscan y cómo lo buscan...
 Oigo dialogar a Jesús con las personas, el ruido de la gente, el murmullo de la naturaleza, (según la escena que
contemplo)
 Miro lo que hacen: sus reacciones de aceptación o de rechazo; de resistencia o de apertura, de alegría o de
tristeza, de admiración o de envidia, de ternura o de firmeza, de compasión o de exigencia.

San Ignacio me invita a "sacar provecho", es decir: a confrontar mi vida de hoy, mis problemas, mis responsabilidades y
deseos, para ver si concuerdan con las actitudes, sentimientos y enseñanzas de Jesús.
Al dejar que Jesús mismo me haga esta confrontación, entro en diálogo con El... En una conversación íntima le ofrezco al
Señor mi momento presente, en que deseo vivir de una manera congruente lo que he reflexionado y visto en la oración.
A este diálogo final que es coger los frutos de la contemplación, San Ignacio le llama "coloquio".

TEXTO PARA LA ORACIÓN O CONTEMPLACIÓN:


Contemplar a Jesús en LUCAS 7,1-10: Ambientación: En el camino que viene de Betsaida a Cafarnaúm, encuentran a
Jesús los más influyentes y ricos judíos, traen un mensaje del Centurión Romano... Enseguida Jesús responde
poniéndose en camino, se detiene ante una súplica de Fe...

La fe del centurión (LUCAS 7,1-10)


 Cuando terminó de hablar al pueblo, Jesús entró en Capernaúm. Había allí un centurión, cuyo siervo, a quien él estimaba
mucho, estaba enfermo, a punto de morir.  Como oyó hablar de Jesús, el centurión mandó a unos dirigentes de los judíos a
pedirle que fuera a sanar a su siervo.  Cuando llegaron ante Jesús, le rogaron con insistencia: Este hombre merece que le
concedas lo que te pide:  aprecia tanto a nuestra nación que nos ha construido una sinagoga.
 
Así que Jesús fue con ellos. No estaba lejos de la casa cuando el centurión mandó unos amigos a decirle: Señor, no te
tomes tanta molestia, pues no merezco que entres bajo mi techo.  Por eso ni siquiera me atreví a presentarme ante ti. Pero,
con una sola palabra que digas, quedará sano mi siervo. Yo mismo obedezco órdenes superiores y, además, tengo soldados
bajo mi autoridad. Le digo a uno: “Ve”, y va, y al otro: “Ven”, y viene. Le digo a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace.
 
Al oírlo, Jesús se asombró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, comentó: Les digo que ni siquiera en Israel he
encontrado una fe tan grande.
Al regresar a casa, los enviados encontraron sano al siervo.

ALGUNAS RECOMENDACIONES PRÁCTICAS PARA ADELANTAR EN LA ORACIÓN:


1.- Busca el lugar adecuado para hacer tu oración.
2.- Busca la posición más adecuada para dialogar con Dios, recordando que tu cuerpo tiene una parte muy
importante en la oración.
3.- Plasma en una hoja tu experiencia para que apuntes la luces, las invitaciones, los sentimientos internos que
van emergiendo de ti. Es bueno que le pongas nombre al "sentimiento", también puedes escribir las luchas que
hayas tenido.
4.- Al escribir recuerda que escribes para ti solo.

NOTA: Darme cuenta de mis sentimientos y ponerles nombre requiere entrenamiento tuyo contigo mismo, los
sentimientos no tienen carga positiva ni negativa, es decir no son buenos ni malos, son energía y hay que ubicarlos;
que el sentimiento sea dañino depende cómo lo expreso, a quien se lo expreso y cómo lo trabajo.

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