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LOS TEMPERAMENTOS

CONOCE LOS CUATRO TEMPERAMENTOS

El corazón de la teoría de los temperamentos, tal como la concibió primeramente Hipócrates hace
más de veinticuatro siglos, divide a las personas en cuatro categorías básicas: sanguíneo, colérico,
melancólico y flemático. Cada temperamento tiene fortalezas y debilidades que constituyen una
parte distintiva de su estructura durante la vida. Las siguientes breves descripciones de los cuatro
temperamentos básicos te introducirán a estos diferentes tipos de personas. Es indudable que
identificarás a varios de tus amigos en una u otra de estas clasificaciones, y si observas con
cuidado, puedes incluso descubrir una que te recuerde a ti mismo.

CONOCE A CHISPEANTE SANGUÍNEO

Chispeante Sanguíneo es una persona cálida, vivaz y alguien «que disfruta». Receptivo por
naturaleza, las impresiones externas encuentran fácil entrada en su corazón, donde provocan un
alud de respuestas. Los sentimientos, más que los pensamientos reflexivos le llevan a tomar sus
decisiones.

Es tan comunicativo que, por lo general, es considerado un súper extrovertido; tiene una
capacidad insólita para disfrutar y por lo general contagia a los demás su espíritu amante de la
diversión. En el momento que llega a un lugar tiende a levantar los espíritus de los presentes,
gracias a su exuberante conversación. Es un narrador extraordinario y su naturaleza cálida y
emocional te lleva a casi vivir la experiencia que relata.

Al Sanguíneo nunca le faltan los amigos. Puede sentir de una manera genuina las alegrías y
tristezas de la persona que conoce y tiene la capacidad de hacer que se sienta importante, como si
se tratara de un amigo muy especial; y lo es, en tanto que la está mirando. Después, fijará su
mirada con la misma intensidad en la siguiente persona que encuentre.

LAS FORTALEZAS DE CHISPEANTE SANGUÍNEO

Es un conversador Lema: « ¡Hagámoslo de la manera divertida!».

Deseo básico: Divertirse

Necesidades emocionales: - Atención - Afecto - Aprobación - Aceptación

Emocionalmente: el sanguíneo es de personalidad muy atractiva, es conversador, le gusta contar

historias y dramatiza muy bien sus relatos. Es el alma de la fiesta, y tiene buen sentido del humor.
Muy expresivo: toca físicamente a la gente cuando habla, muy demostrativo y entusiasta.
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Como padre: El sanguíneo hace que la vida en casa sea divertida. Es muy apreciado por los
amigos de sus hijos.

En el trabajo: Es muy creativo, con energía y entusiasmo para inspirar a los demás a actuar.

Como amigo: Hace amigos con facilidad, sabe cómo llevarse con diferentes personas porque
parece ser una persona interesante y divertida; puede ser alguien envidiado por los demás. Quiere
saberlo «todo», quiere estar enterado de los «secretos».

Es ingenuo, inocente, sincero en el fondo, parece un niño. En tiempos difíciles es el que levanta
los ánimos, nos divierte y alegra cuando estamos tristes, es una persona súper extrovertido. Todo
lo que hace es superficial y externo. Ríe animosamente y domina todas las conversaciones,
sobresale en la oratoria pública.

Por lo general es el primero en iniciar una conversación. Los Sanguíneos tienen una capacidad
instantánea de reaccionar ante otros. Si descubre que otra persona le está mirando, siempre
responderá con una inclinación de cabeza, con un guiño, o con un saludo. Nadie disfruta más la
vida que el Sanguíneo.

Nunca parece perder su infantil curiosidad por todo lo que le rodea. Las cosas desagradables de la
vida pueden ser olvidadas por un simple cambio de ambiente. En raras ocasiones no se despierta
de buen humor, y con frecuencia se le oirá silbando o cantando. El rasgo natural del Sanguíneo
que produce su optimista y cordial disposición es definido así por el doctor Hallesby, una
autoridad europea en este tema: «La persona sanguínea ha recibido de la naturaleza una
capacidad de vivir el presente». Olvida fácilmente el pasado, y pocas veces se ve frustrado o
temeroso ante dificultades futuras.

La persona sanguínea es optimista; fácilmente inspirada a dedicarse a nuevos planes y proyectos,

y su ilimitado entusiasmo arrastra frecuentemente a otros. Si el proyecto de ayer ha fracasado, el
sanguíneo está confiado en que el proyecto actual triunfará de manera definitiva. Las costumbres
extrovertidas, su práctica de estrechar manos y dar palmadas en la espalda, surgen básicamente
de su genuino amor por la gente. Le gusta estar con otros, compartiendo sus alegrías y tristezas, y
le gusta hacer nuevos amigos.

Nadie hay que dé una mejor impresión de entrada. Uno de los grandes puntos positivos del
Sanguíneo es que tiene un corazón tierno y compasivo. Nadie responde de manera más genuina a
las necesidades de los demás que el sanguíneo. Puede compartir las experiencias emocionales de
los demás, tanto las buenas como las malas. La sinceridad del Sanguíneo es a menudo mal
comprendida por otros porque se confunden por sus repentinos cambios emotivos, y no llegan a
comprender que está respondiendo a las emociones de los demás. Nadie puede amarte más ni
olvidarte más rápido que un sanguíneo.
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LAS DEBILIDADES DEL SANGUÍNEO

El problema del sanguíneo es que llega a monopolizar una conversación. Ocupa su vida en cosas
insignificantes. Es exagerado, se ríe y habla en un volumen molestamente alto. Se enoja rápido.
Para algunos es egoísta, poco sincero e inmaduro… todavía es un niño.

En el hogar: Muy desordenado, no escucha.

En el trabajo: No es persistente, pierde el interés muy rápido, empieza algo pero no lo termina.
Prefiere hablar, poco disciplinado. Se deja llevar por sus sentimientos.

Como amigo: No le gusta estar solo, le gusta ser el centro de la atención. Contesta por otros.
Repite sus historias una y otra vez. Siempre tiene excusas, es olvidadizo.

En la universidad los sanguíneos reciben el voto de «gran probabilidad de éxito», pero en la vida
real fracasan con frecuencia. Su tendencia a una voluntad débil y su falta de disciplina los puede
destruir al final, a no ser que venzan. Debido a que son sumamente emocionales, tienen un
encanto natural. Generalmente son muy atractivos para el sexo opuesto; en consecuencia,
afrontan más tentación sexual que los otros.

La debilidad de voluntad y la ausencia de disciplina los lleva más fácilmente a ser engañosos,
deshonestos y pocos fiables. Tienden a comer en exceso y subir de peso, les es difícil permanecer
en una dieta. Un sanguíneo no sólo puede llorar fácilmente, sino que su chispa de ira se puede
transformar instantáneamente en un infierno devorador.

Todo ser humano está atacado por la egolatría, pero los sanguíneos tienen este problema en doble
proporción. Los sanguíneos son notoriamente desorganizados. Pocas veces planifican, más bien
toman las cosas tal como vienen. En raras ocasiones aprenden de sus errores pasados y muy
pocas veces miran hacia adelante. Son desorganizados, nunca puede encontrar sus herramientas,
aunque están allí donde las dejó. Su egolatría hace que generalmente vista bien, pero si sus
amigos o clientes pudieran ver la habitación, quedarían sorprendidos por el nivel desorden.

El sanguíneo nunca se volverá un perfeccionista, pero puede llegar a ser más planificado y
ordenado. Cuando eso sucede es más feliz, no sólo con los demás, sino también consigo mismo.
Detrás de esta personalidad súper extrovertida hay alguien inseguro.

Quizás el rasgo más traicionero del sanguíneo es su débil o flexible conciencia. Por lo general
con su oratoria es capaz de arrastrar a otros a su manera de pensar, ganándose la reputación de ser
el mayor y más diestro engañador del mundo. Cuando las cosas van mal, no tiene dificultad
alguna para convencerse a sí mismo de que todo lo que hizo estaba justificado. «Tuerce la
verdad» sin embargo, pocas veces le preocupará, porque se engaña a sí mismo creyendo que el
fin justifica los medios.
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¿Qué puede hacer? El sanguíneo debe hacer un esfuerzo por hablar menos, ser más concreto e ir
al grano, sobre todo tener cuidado de no exagerar. No poner en primer lugar sus propios intereses
y ser más sensible a los de otras personas. Aprender a escuchar, llevar una agenda. Puesto que no
le gustan las cosas deprimentes, el sanguíneo debe hacer un esfuerzo para estar al lado de sus
amigos cuando tienen problemas y no huir de ellos.

Valora al Sanguíneo y usa sus virtudes:

El sanguíneo será muy bueno para entusiasmar un grupo de personas respecto a una nueva
actividad o meta. Le gusta estar en posiciones que atraigan la atención y en las que pueda
interactuar con otros. Detesta las actividades aburridas. Hay que felicitarlos por sus logros pues
eso les hace felices y aprecian mucho los regalos, por muy sencillos que sean.

CONOCE A PRÁCTICO COLÉRICO

El Colérico es caluroso, rápido, activo, práctico, voluntarioso, autosuficiente y muy

independiente. Tiende a ser decidido y de firmes opiniones, siéndole fácil tomar decisiones. El
Colérico prospera en la actividad. No necesita ser estimulado por su ambiente, más bien él lo
estimula con sus inacabables ideas, planes, metas, y ambiciones. No se lanza a una actividad sin
objetivo porque tiene una mente práctica y aguda, capaz de tomar decisiones acertadas e
instantáneas o de planificar proyectos importantes.

No vacila bajo la presión de lo que los demás piensan, sino que toma una postura decidida sobre
los temas en debate, no le asustan las adversidades; de hecho, Su terca determinación por lo
general le permite triunfar donde otros han fracasan.

El área emocional del sanguíneo es la menos desarrollada. No simpatiza fácilmente con los
demás, ni muestra o expresa naturalmente ninguna compasión. A menudo se queda turbado o
disgustado por las lágrimas de otros y por lo general es insensible a sus necesidades. Refleja poco
aprecio por la música y las bellas artes, a no ser que sus rasgos secundarios sean los del
melancólico.

Invariablemente busca valores utilitarios y productivos en la vida. No dado al análisis, sino más
bien a una valoración rápida y casi intuitiva, el colérico tiende a fijar su mirada en la meta por la
que está trabajando sin reconocer los posibles tropiezos y obstáculos que puede haber en el
camino. Tiende a ser dominante y autoritario y no duda en usar a la gente para conseguir sus
fines. A menudo es considerado un oportunista.
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LAS FORTALEZAS DE PRÁCTICO COLÉRICO

Es un emprendedor Lema: «Hagámoslo a mi manera».

Deseo básico: Controlar

Necesidades emocionales: - Lealtad - Sensación de control - Aprecio - Reconocimiento de

logros

Controla mediante: Amenazas de ira

Emocionalmente: Es dinámico, un líder en todo el sentido de la palabra.

Tiene una compulsión por cambiar las cosas. Quiere actuar con rapidez y corregir injusticias. Es
muy autosuficiente y confiado en sí mismo. Puede manejar cualquier proyecto y es muy difícil
que se desanime.

Como padre: Pone metas y motiva a su familia a actuar. Parece que siempre sabe la respuesta
correcta, organiza el hogar.

En el trabajo: Exige productividad, no le importa que se le opongan. Cumple lo propuesto; sabe

organizar y delegar bien el trabajo. Actúa con rapidez. Tiene mucha decisión y capacidad de
actuar con certeza y frialdad cuando otros se colapsan bajo la presión. Le gusta arriesgarse.

Como amigo: Casi siempre tiene la razón, está presto en las emergencias. Pareciera poco
amigable y le gusta liderar al grupo. El Colérico por lo general es un individuo con autodisciplina
y una intensa tendencia hacia la autodeterminación. Confía mucho en su propia capacidad y es
muy agresivo. Una vez que se ha embarcado en un proyecto, tiene una tenacidad que lo mantiene
dirigido obstinadamente en esa dirección, lo cual se transforma frecuentemente en el éxito.

El temperamento colérico se entrega casi exclusivamente a los aspectos prácticos de la vida.

Todo lo considera a la luz de su utilidad, y su mayor satisfacción es estar dedicado a algún
proyecto que valga la pena. Tiene una mente especialmente dispuesta para la organización, pero
encuentra fastidioso el trabajo detallado.

Muchas de sus decisiones son tomadas por intuición más que por un razonamiento analítico. El
Colérico tiene una fuerte tendencia hacia el liderazgo. Su fuerte voluntad tiende a dominar el
grupo; es un buen juez de personalidades, rápido y atrevido en las situaciones de emergencia. No
sólo aceptará bien dispuesto el liderazgo cuando le sea dado, sino que se adelantará
frecuentemente de manera voluntaria para solicitarlo. Si no se vuelve demasiado arrogante o
autoritario, los otros responderán bien a su dirección práctica.
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Cuando decide llevar algo a cabo, nunca abandona la partida. Si llega el momento en el que su
optimismo lo encierra en una imposibilidad, cava un túnel obstinadamente en otra dirección. Y si
la gente no está de acuerdo con é; lo hará con o sin su ayuda. Le importa poco lo que otras
personas piensen de él y de sus proyectos.

No hay nadie más práctico que un colérico, tiene fuertes tendencias a dejarse intoxicar por el
trabajo hasta el punto de llegar a ser un adicto. La perspectiva que tiene el Colérico de la vida,
basada en su natural sentimiento de autoconfianza, es casi siempre de optimismo. Tiene un
espíritu tan aventurero que no le importa dejar una situación segura en pos del reto de lo
desconocido. La adversidad no lo desalienta. Más bien, abre su apetito y lo hace más decidido a
conseguir su objetivo.

LAS DEBILIDADES DEL COLÉRICO

Las buenas cualidades del colérico llevadas a un extremo lo llevan a ser mandón, autoritario y
manipulador e impulsivo. Le encanta la controversia y aunque pierde, no se rinde. No muestra
empatía hacia los demás: le desagradan las lágrimas y las emociones.

En el hogar: Parece demasiado ocupado para dar tiempo a la familia. Se impacienta y no deja
que los niños se relajen, puede llegar a deprimirlos. Habla muy rápido.

En el trabajo: Rudo, intolerante y sin tacto. Sabe manipular y manejar a los demás, lograr que
otros inconscientemente hagan lo que él desea. Adicto al trabajo. No le importan los detalles.
Exigente con sus subordinados.

Como amigo: Decide por otros, tiende a usar a la personas, dominarlas. Posesivo. Pareciera que
para todo es mejor y que siempre tiene la razón, pero se vuelve impopular ante los demás.

Los coléricos son personas extremadamente hostiles. Algunos aprenden a controlar su ira, pero
siempre es posible que sufran una erupción de violencia. Si su fuerte voluntad no es controlada
mediante una apropiada disciplina paterna durante la infancia, desarrollan hábitos irascibles que
los abruman a lo largo de su vida.

No tardan mucho en darse cuenta de que otros se amedrentan ante sus explosiones y usan la ira
como un arma para conseguir lo que desean. El colérico puede causar dolor a otros y disfrutarlo.
Su esposa por lo general le tiene miedo, y tiende a aterrorizar a sus hijos.

El Práctico Colérico nos recuerda frecuentemente a un Vesubio (volcán activo de Italia) andante,
constantemente borboteando, hasta que, al ser provocado, arroja su amarga lava sobre alguien o
algo. Es de los que da portazos, golpes en la mesa y bocinazos.
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Cualquier persona o cosa que se le ponga por delante, que retrase su progreso, o que deje de
actuar al nivel de sus demandas pronto sentirá la erupción de su ira. Es el menos afectuoso de
todos los temperamentos. Para él, el afecto marital significa un beso en la boda y en cada quinto
aniversario. En el caso del hombre, por lo general deja de llorar a los once o doce años, y
encuentra difícil comprender a otros cuando llegan a las lágrimas. Similar a su natural falta de
amor es la tendencia a ser insensible a las necesidades de los demás y desconsiderado con sus
sentimientos. Sin embargo, son personas muy eficaces si no se entregan a sus debilidades

¿Qué puede hacer?

El colérico piensa que los demás siempre se equivocan y él nunca tiene fallas. Tiene que aprender
a relajarse y disfrutar la vida, no debe pensar que siempre tiene que estar haciendo algo o
trabajando. No debe sentirse culpable cuando descansa. Tiene que aprender a jugar o
simplemente disfrutar el no hacer nada.

Debe planear más actividades de esparcimiento. También debe evitar querer estar al mando
siempre y obedecer de buena gana el liderazgo de otros; dejar que más personas «tengan la
razón». El colérico debe aprender a soportar las debilidades de los demás y adaptar su liderazgo a
las capacidades de quienes lidera. Saber admitir también que tiene faltas y defectos, además de
aprender a disculparse.

Valora al Colérico y sus habilidades

El colérico es bueno en situaciones que exigen decisiones rápidas, para alcanzar metas, y en
actividades que requieren mucha autoridad y control. Aunque hay que respetar al colérico por su
intuición, fuerza y liderazgo, es importante que te mantengas firme en tus convicciones, así el
colérico te respetará por tomar tu posición; si permites que te domine, continuará haciéndolo.
Debes darle gracias al colérico por manifestar su punto de vista pero pedirle de forma amable y
firme que te permita expresar el tuyo. Date cuenta de que no es su intención herir a los demás: el
problema es que es demasiado práctico y realista, hay que ayudarle a ser una persona más
compasiva.

CONOCE A ANALÍTICO MELANCÓLICO

Analítico Melancólico es el más rico de todos los temperamentos. Es un tipo analítico, abnegado,
dotado y perfeccionista con una naturaleza emocional muy sensible. Nadie disfruta más las artes
que el melancólico. Por naturaleza es propenso a la introversión; pero, debido al predominio de
sus sentimientos, es dado a una variedad de cualidades. Algunas veces estará en las alturas del
éxtasis, lo que le hará actuar de una manera más extrovertida.

Sin embargo, en otras ocasiones se encontrará sombrío y deprimido, y durante estos períodos se
encierra en su concha y puede llegar a ser bastante antagonista. Analítico es un amigo muy fiel,
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pero a diferencia del sanguíneo no consigue amigos fácilmente. Pocas veces se lanza a conocer
gente, más bien deja que vengan a él.

Quizás sea el más fiable de los temperamentos, porque sus tendencias perfeccionistas y su fina
conciencia no le permiten esquivar ni abandonar a nadie cuando están contando con él. Su
evasiva a ponerse en primera línea es a menudo tomada como indicación de que no le gusta la
gente. No sólo le gustan las otras personas, sino que también tiene un intenso deseo de ser amado.
Sin embargo, encuentra difícil expresar sus verdaderos sentimientos. Las experiencias frustrantes
le han hecho desconfiado para aceptar a la gente tal como se presenta, por lo tanto es propenso a
la sospecha cuando otros lo buscan o llenan de atenciones.

Su excepcional capacidad analítica le hace capaz de diagnosticar con precisión los obstáculos y
peligros de cualquier proyecto en el que tenga una parte. Esta característica hace que
frecuentemente el melancólico sea evasivo al iniciar algún nuevo proyecto o que entre en
conflicto con aquellos que deseen emprenderlo.

Analítico Melancólico halla por lo general su mayor significado en la vida a través del sacrificio
personal. Parece deseoso de ir al sufrimiento y a menudo elige una vocación que requiere un gran
sacrificio personal. Tiende a ser muy directo y persistente en su seguimiento de esa vocación y
muy probablemente tendrá grandes logros, si su tendencia natural a afligirse y quejarse (debido al
sacrificio) no lo deprime al punto de rendirse.

LAS FORTALEZAS DE ANALÍTICO MELANCÓLICO

Es un pensador Lema: «Hagámoslo de la manera correcta».

Deseo básico: Perfección

Necesidades emocionales: - Sensibilidad - Apoyo - Espacio - Silencio

Controla mediante: Cambios de ánimo.

Emocionalmente: Es muy profundo y pensador, muy analítico.

Tiende a ser un genio: tiene mucho talento, poeta, filósofo. Muy sensible, le gusta todo lo
sublime, bello. Es muy idealista. Meticuloso y abnegado.

Como padre: Quiere que todo en casa se haga correctamente, que se mantenga en orden.
Fomenta el estudio y el talento en su familia: tiene normas elevadas.

En el trabajo: Le gusta apegarse a un horario. Es perfeccionista y detallista, muy persistente.

Percibe pronto problemas potenciales, los anticipa y ya tiene soluciones creativas al respecto. Le
gusta terminar lo que empieza. Le encantan las gráficas, los mapas y las listas.
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Como amigo: El melancólico parece tener menos amigos, pues los escoge con cuidado.
Contrario al sanguíneo, prefiere no llamar la atención y permanecer tras bastidores. Disfruta el
anonimato, le agrada la soledad, no porque sea antisocial, sino porque valora la paz y el sosiego
que la soledad le brinda.

Es muy fiel y leal, atento a las quejas. Se conmueve rápido y quiere solucionar los problemas de
otros. Busca la pareja ideal. Por lo general, los melancólicos tienen el C.I. más elevado que
cualquier otro miembro de la familia. Pueden tener talento musical, artístico o atlético. En
algunas ocasiones encontrarás todos estos rasgos en una persona.

El Melancólico tiene con mucho la naturaleza más rica y sensible de todos los temperamentos. El
mayor porcentaje de genios es melancólico. Particularmente se destacan en las bellas artes, con
un inmenso aprecio por los valores culturales de la vida. Es emocionadamente reactivo, pero, a
diferencia del sanguíneo, es motivado a un pensamiento reflexivo a través de sus emociones.

Su norma de excelencia excede la de los demás, y sus demandas de calidad en cualquier campo
son a menudo tan elevadas que ni él ni otros las pueden alcanzar. Las capacidades analíticas del
melancólico, combinadas con sus tendencias perfeccionistas, hacen de él un gran detallista.
Siempre que se sugiere un proyecto, el señor Melancólico lo puede analizar en unos pocos
momentos y descubrir problemas potenciales.

Uno siempre puede confiar en que una persona melancólica acabará su trabajo en el tiempo
prescrito o que llevará su parte de la carga. A menudo elige una vocación muy abnegada para su
vida porque tiene un profundo deseo de entregarse para la mejora de sus semejantes. Es propenso
a ser reservado, y raramente expresará su opinión o ideas. Los temperamentos melancólicos son
individuos extremadamente disciplinados. Raramente comen en exceso o se permiten sus propias
comodidades.

LAS DEBILIDADES DEL MELANCÓLICO

Se deprime con frecuencia. Tiene buena memoria para lo negativo. Tiende a ser muy
introspectivo y tener sentimientos de culpabilidad. Falsa humildad, le agrada que lo hieran para
así justificar sus pensamientos negativos. Demasiado perfeccionista: el melancólico debe
aprender que en vez de buscar la perfección, debe buscar la excelencia.

En el hogar: Sus metas para la familia son demasiado altas y termina por deprimir a sus niños,
echa la culpa a los demás. Se convierte en mártir.

En el trabajo: No se orienta a las personas. Escoge trabajos difíciles. Se disgusta ante las
imperfecciones.
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Indeciso para empezar nuevos proyectos: dedica mucho tiempo a planificar y analizar más que a
ponerse a trabajar. Puesto que se desaprueba a sí mismo siente una gran necesidad de aprobación.

Como amigo: Socialmente inseguro, vive a través de otros, sospecha de los demás. Recibe
cumplidos con escepticismo. Rechaza muestras de afecto. Le cuesta perdonar. Le disgustan las
personas que se le oponen. Critica a otros.

Todo el que haya trabajado con un melancólico dotado puede anticipar que su primera reacción
ante todo será negativa y pesimista. La influencia más dañina sobre la mente de una persona es la
crítica; y los melancólicos tienen que luchar contra este espíritu constantemente.

La mayor parte de niños Psicológicamente perturbados proviene de casas de padres

predominantemente melancólicos. Los coléricos son difíciles de complacer; los melancólicos son
imposibles de satisfacer. En el caso de los hombres, en lugar de alabar a sus esposas y alentarlas,
las critican, censuran y vituperan. Incluso cuando se dan cuenta de la importancia que tiene la
aprobación para su esposa e hijos, les es difícil darla porque no pueden soportar la mancha de la
hipocresía diciendo algo que no es cien por ciento verdad.

Se miden a sí mismos con el mismo estándar, por lo que casi nunca se aprueban. El melancólico
tiende a compararse con otros en apariencia, talento e intelecto, sintiéndose invariablemente
deficiente debido a que nunca se le ocurre que está comparándose con los mejores rasgos de los
demás y deja de evaluar sus debilidades.

Aunque no expresa tanto su ira como el sanguíneo y el colérico, el melancólico es capaz de

experimentar una ira que se expresa por medio de pensamientos vengativos. Si se anida esta
actitud durante mucho tiempo, puede hacer de él un maníaco depresivo. Una de las características
más prominentes del temperamento melancólico tiene que ver con sus giros de humor. En
algunas ocasiones está tan «alegre» que actúa como el sanguíneo; en otras se encuentra tan
«deprimido» que quisiera deslizarse por debajo de la puerta en lugar de abrirla.

Es intolerante e impaciente con los que no ven las cosas como él. Una vez que aprenda que la
flexibilidad y la cooperación son el aceite que hace que las relaciones interpersonales funcionen
con suavidad, será una persona más feliz, y también lo serán los que están a su alrededor.

Hemos visto que el melancólico es un idealista, rasgo que señalamos como fortaleza. Sin
embargo, la otra faceta de esta característica es que es propenso a ser poco práctico y muy
teórico, a menudo lanzado a una campaña por un ideal que es tan altruista que nunca funcionará.

Tiene que hacer un esfuerzo por socializar más y mostrar un estado de ánimo más alegre, ¡aunque
no se sienta así! Se queja de que no lo invitan a actividades sociales y cuando los demás lo toman
en cuenta, declina la invitación. Convierte cosas positivas en negativas.
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Puesto que es muy talentoso y sobresaliente, generalmente recibe cumplidos. Sin embargo,
curiosamente los rechaza. Tiene que aprender a apreciar y aceptar con entusiasmo los halagos
sinceros de los demás. Parece ser humilde, pero debe recordar que muchas veces el exceso de
modestia también es orgullo. Para el melancólico es muy valioso entender los diferentes
temperamentos para darse cuenta de que no es una persona «rara» o «rechazada». Por otra parte
llega a ver que puede mejorar su personalidad y entender mejor a los demás.

Valora al Melancólico y sus virtudes

El melancólico es bueno para los detalles, hacer gráficas, listas, archivos, y analizar problemas
complicados. Prepárate para manejar sus estados de ánimo cuando se deprime. Identifícate con
ellos y no los culpes de cómo se sienten. Anímalos a expresar sus sentimientos, a que no se
encierren en sí mismos. En muchos casos el melancólico cuestiona lo que le dices, hace preguntas
que ponen en duda el significado de lo que has dicho porque piensa que hay algo detrás: en ese
caso, no te molestes y ten paciencia, demuéstrale amor sincero. Aunque hay que respetar el hecho
de que el melancólico tiene una agenda llena y muy planificada, hay que ayudarle a no hacerse
esclavo de sus actividades. El melancólico debe esforzarse por socializar más.

CONOCE A TRANQUILO FLEMÁTICO

Tranquilo Flemático es un individuo tranquilo, pacífico, que nunca se descompone y tiene un

punto de ebullición tan elevado que casi nunca se enoja. Es el tipo de persona más fácil de tratar
y es por esa naturaleza, el más agradable de los temperamentos. La vida para él es una
experiencia feliz, placentera y sin estridencias en la que evita involucrarse.

Es tan calmado y sereno que nunca parece agitado, no importa cuáles sean las circunstancias que
lo rodeen. Es el único tipo de temperamento que no varía. Debajo de su personalidad fría,
reticente, casi tímida, el señor Flemático tiene una combinación muy adecuada de capacidades.
Siente más emoción de la que aparenta y aprecia las bellas artes y las cosas buenas de la vida. Por
lo general evita la violencia.

El flemático no carece de amigos porque le gusta la gente y tiene un humor seco. Mantiene un
enfoque positivo de la vida y posee la singular capacidad de ver algo humorístico en otros y en
las cosas que hacen. Tiene una buena mente retentiva y es capaz de ser un buen imitador.
Tranquilo Flemático tiende a ser un espectador en la vida e intenta no involucrarse demasiado en
las actividades de otros.
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LAS FORTALEZAS DE TRANQUILO FLEMÁTICO

Es un observador y buen negociador en un conflicto

Lema del flemático: «Hagámoslo de la manera fácil».

Deseo básico: Tener paz

Necesidades emocionales: - Tener paz y tranquilidad - Sentirse valorado - Falta de estrés -

Respeto

Controla mediante: Su dilación, retraso de asuntos.

Emocionalmente: Es muy tranquilo, no se perturba ante nada. Es equilibrado y tiene mucha

paciencia. No parece mostrar sus emociones, es amable y compasivo; por lo general está de buen
humor. Puede mantenerse sereno aunque lo provoquen.

Como padre: Dedica tiempo a sus hijos, no se inquieta fácilmente ni se afana demasiado. En el
trabajo: Es una persona muy estable, apacible y simpática. Es muy capaz para la administración y
buen mediador. Busca el camino más fácil.

Como amigo: Tiene muchos amigos pues es muy llevadero, discreto, comprensivo, está
dispuesto a escuchar y observar a las personas. Un punto interesante es que el flemático, aunque
parezca sumiso, tiene tanta capacidad administrativa como el colérico, pero obviamente su
administración es diferente. Desea complacer a todos; no causa problemas, es muy objetivo al
juzgar a las personas sin comprometerse mucho. Puesto que es un buen conciliador, trata con
bandos enfrentados en forma equitativa.

Una de las razones por las que los flemáticos pueden caer en una profunda depresión después de
haber finalizado un gran proyecto, es porque se descuidan con tal de terminar una tarea; pasan
tiempo sin dormir ni comer lo suficiente, y dejan a un lado las diversiones. Es por eso que se
agotan tanto física como emocionalmente.

El mero hecho de que sean súper introvertidos no significa que los flemáticos no sean fuertes. En
realidad, su naturaleza tranquila y serena constituye un punto positivo vital. Hay cosas que
pueden hacer y vocaciones que pueden seguir que nunca podrían ser llevadas a cabo por
extrovertidos.

Los flemáticos pocas veces reaccionan antes de observar, son pensadores y planificadores. El
buen humor los preserva de involucrarse intensamente en la vida, de manera que a menudo
pueden ver situaciones humorísticas en las experiencias más comunes.
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Uno puede fiarse de ellos en cuanto al cumplimiento de sus obligaciones y plazos. Como el
melancólico, el flemático es un amigo muy fiel, y aunque no se involucra demasiado con otros,
pocas veces resulta desleal. Es Tranquilo también es práctico y eficaz. Aunque no es un
perfeccionista, tiene normas excepcionalmente elevadas de exactitud y precisión.

Las capacidades administrativas o de liderazgo de un flemático son pocas veces descubiertas

debido a que no se impone. Sin embargo, cuando se le da una responsabilidad, tiene la capacidad
de hacer que la gente trabaje unida de manera productiva y organizada.

LAS DEBILIDADES DEL FLEMÁTICO

El flemático puede preferir ser perezoso, indiferente e indeciso. Se compromete demasiado, no

sabe decir «no». Sin embargo, prefiere evitar las responsabilidades. Ha tomado la gran decisión
de no tomar ninguna decisión. Nadie lo mueve de donde está.

En el hogar: Flojo para disciplinar, prefiere lo fácil y no organiza su hogar.

En el trabajo: No tiene metas. Le falta motivación y desanima a otros. No le gusta que lo estén
apremiando ni presionando, prefiere observar más que actuar.

Como amigo: Indiferente a los planes, se resiste a los cambios, puede ser una persona sarcástica
que juzga a los demás. La más evidente de las debilidades de Tranquilo Flemático es su aparente
falta de impulso y ambición. Aunque siempre parece que hace lo que se espera de él, raras veces
hará algo más.

Más que cualquier otro temperamento, el flemático es vulnerable a la ley de la inercia. «Un
cuerpo en reposo tiende a estar en reposo». Necesita invertir esta tendencia con una actividad
premeditada. Tanto él como su familia se beneficiarán si se esfuerza.

A nadie le gusta sufrir, particularmente a Tranquilo Flemático. Aunque no es tan sensible como
un melancólico, tiene la piel un poco gruesa y por ello aprende pronto a vivir como una tortuga,
esto es, a construir una dura concha de auto protección para escudarse de todos los dolores o
afrentas del exterior. Incluso, una tortuga podría darle un buen consejo a Tranquilo: «No puedes
ir a ninguna parte a no ser que saques la cabeza; nunca ayudarás a nadie a no ser que te arriesgues
a la posibilidad de un daño emocional».

Otra de las debilidades menos evidentes del flemático es su egoísmo. El egoísmo lo hace
indulgente consigo mismo y despreocupado acerca de la necesidad que tiene su familia de
actividad. Nadie puede ser más terco que un flemático. En una situación familiar, nunca gritarán
o discutirán, tan sólo arrastrarán los pies o se plantarán firmes y no se moverán. Debajo de la
gentil superficie de un diplomático flemático late un corazón muy lleno de temor. Les encantaría
hacer muchas cosas pero el temor los apaga.
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¿Qué puede hacer?

El flemático debe hacer un esfuerzo para entusiasmarse. Puesto que se resiste al cambio debe
probar cosas nuevas, diferentes. Planear un viaje a un lugar que no sea su «terruño» de siempre.
Otro lema del flemático es: ¡NO HAGAS HOY lo que puedes hacer mañana! Pero en realidad,
debe hacer un esfuerzo para asumir responsabilidades, y debe hacerlo ¡AHORA! No debe
posponer las reparaciones o arreglos del hogar.

Debajo de su aparente apacibilidad hay, en realidad, una tranquila voluntad de hierro; nunca dice
«no», pero en la práctica logra su propia voluntad al oponerse en forma pasiva. El flemático
tiende a callarse para no herir sentimientos, pero el problema es que al hacer eso tampoco
comunica los suyos.

Valora al Flemático y usa sus virtudes

Los flemáticos son muy buenos como mediadores y negociadores, para transmitir calma en
situaciones difíciles y complicadas, y muy buenos para actividades que para otros son muy
aburridas. Hay que ayudarles a ponerse metas y recompensarlos al lograrlas. No esperes mucho
entusiasmo de ellos. No aceptes cuando dicen «no» la primera vez, más bien insiste. Presiónalos
de forma amable y firme a que tomen sus propias decisiones y no los tomes por ellos. Puesto que
el flemático es muy tranquilo y acepta todo, para muchos es tentador echarles la culpa de todo
cuando las cosas no salen bien.

Discusión

La variedad de fortalezas de los cuatro temperamentos mantiene al mundo funcionando

apropiadamente. Alguien ha señalado graciosamente esta secuencia de eventos involucrando los
cuatro temperamentos: «El colérico, con su empuje, produce las invenciones del genio
melancólico, las cuales vende el agradable sanguíneo y disfruta el tranquilo flemático».
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