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BASES HISTÓRICAS
Los sistemas de información han irrumpido con fuerza de forma generalizada en los
últimos años en las organizaciones. Esta expansión ha sido posible por la evolución
acelerada de las prestaciones, y la disponibilidad y la variedad de las tecnologías
adecuadas para producir, captar, tratar y difundir información.
Ciertamente, el estado actual y las tendencias de evolución de estas tecnologías pueden
considerarse casi mágicos compara en dos con su situación a finales del siglo XX.
La implantación de los sistemas de información ha comportado resultados desiguales para
las empresas, con éxitos pero también con decepciones.
A menudo, la disponibilidad de estos sistemas no ha ido acompañada de una consiguiente
generalización del conocimiento sobre qué es la información, qué potenciales positivos y
negativos representa para nuestras empresas, y cuáles son los principios de nuestro
comportamiento respecto a la información como personas que formamos parte de una
organización.
Hoy en día nuestra actividad en el seno de una organización implica una
constante interacción con su sistema de información.
Por lo tanto, sea cual sea nuestro papel en una organización (administrativo, comercial,
directivo, técnico, etc.) cada uno de nosotros tiene responsabilidades crecientes en la
configuración del entorno informacional, como actores implicados en el uso, el diseño y la
implantación de sistemas de información en razón de nuestros roles organizativos. Y, por lo
tanto, como productores y consumidores de información.
Esta situación es radicalmente diferente de la de finales del siglo XX, cuando la
producción de información estaba concentrada en unos individuos o en unas
unidades concretas de la organización. Entonces esta producción tenia unos usos y
unos destinatarios mas determinados y previsibles.
Han cambio ahora todas las personas y unidades actúan indistintamente como
consumidores o como productores de información que fluye en muchas direcciones dentro
de la misma organización y mas allá.
Actualmente esta información tiene un potencial, tanto positivo como negativo,
difícil de captar en su integridad, que puede resumirse en tres aspectos:
El primero es que el sistema de información es preciso que contribuya a asegurar la eficacia
(satisfacer necesidades), la Eficiencia (productividad y ahorro), la calidad y la mejora
continua en las operaciones cotidianas, la rutina diaria de la organización.
Un segundo aspecto es facilitar que el entorno de trabajo sea cooperativo y agradable,
que sea capaz de prever usos inadecuados de la información y evitar (o al menos paliar) la
saturación informativa o «infoxicación» que a todos nos amenaza y de la que todos somos
corresponsables.
Y un tercer aspecto es que el sistema de información facilite la actuación de la
organización para asumir retos mas allá de la cotidianidad, como por ejemplo: creatividad
e innovación, cambio organizativo, gestión de crisis, gestión de la memoria organizativa a
largo plazo, gestión del conocimiento que tiene su personal.
En estos momentos cuesta imaginar un sistema de información que no se base
fundamentalmente en tecnologías de la información digital y en red, que parecen
intrínsecamente unidas al mismo concepto de sistema de información. Pero hay al menos un
precedente conocido de estos sistemas en la época anterior a la aparición de estas
tecnologías. Un sistema podríamos decir avant la lettre, en el que concurren todos los
elementos de un sistema de información. Se trata del sistema de defensa aérea de Inglaterra
creado en la década de 1930 y utilizado durante la Segunda Guerra Mundial, principalmente
en el año 1940.
En los años treinta del siglo XX, los responsables técnicos del diseño de la defensa
aérea británica se planteaban como defender Inglaterra de un posible ataque
aéreo a gran escala.
El principal recurso disponible era una flota de cazas, cuyas características eran buenas para
la época: tenían autonomía suficiente para hacer un trayecto o una patrulla en un radio de
acción y un tiempo limitado, sostener un breve combate y volver a la base después de gastar
casi toda la munición y casi todo el combustible.
Los manuales teóricos de defensa aérea preconizaban patrullar continuamente las zonas que
tenían que defenderse, de manera parecida a lo que hacen las patrullas de infantería en tierra.
Eso era razonable aplicado a una zona muy concreta, pero impensable para defender el cielo de
un país de la medida de Inglaterra. Se habría necesitado un número exorbitante de cazas para
patrullar continuamente todo ese espacio aéreo. Por lo tanto se necesitaba una solución
alternativa e innovadora al problema planteado.
La primera alternativa que se explotó fue un nuevo «supercañón» antiaéreo, capaz de lanzar
«rayos de la muerte» a gran distancia contra los aviones enemigos. Pero una vez estudiada su
viabilidad tecnológica se descarto. En cambio se consideró factible utilizar un emisor de rayos de
ondas electromagnéticas (es decir, el ingenio que ahora denominamos radar) para detectar
desde lejos los aviones enemigos, prever la trayectoria e interceptarlos con cazas propios. Esto
permitió a los británicos construir un sistema de información que contribuyó notablemente a
evitar una invasión terrestre de las islas Británicas.
¿Cómo funcionaba el sistema de información
antiaérea británico?
los británicos desarrollaron un sistema para combatir los aviones enemigos en su espacio
aéreo que constaba de los siguientes elementos:
Un subsistema para captar datos (entendidos como información en bruto) procedente' de
varias fuentes: estacione' de radar, baterías anti áreas, aeródromos, centinelas. Cada una
de estas fuentes subministraba su versión parcial y fragmentaría del campo de batalla a
medida que tenían novedades para comunicar.
Un subsistema para estructurar la información en bruto procedente de las fuentes. Esta
Información era potencialmente útil para construir una visión global del campo de batalla,
para lo que había que depurar errores y redundancias.
Esta visión de conjunto se presentaba en las salas ele mando sobre una especie de tableros
de ajedrez actualizado a intervalos.
A partir de ahí los mandos podían ir dando las órdenes mas oportunas.
A pesar de su obsolescencia tecnológica Vista desde la perspectiva actual, este sistema
sigue algunos principios plenamente Vigentes hoy:
l) un sistema de información es capaz de captar multitud de fragmentos de información en
bruto y convertirlos en una visión global coherente orientada a lograr unos objetivos con un
mínimo de recursos;
2) la tecnología es clave en un sistema de información, pero no lo es menos la actuación
humana en el diseño, la utilización y la mejora del sistema;
3) el diseño y la implantación de un sistema de información es una ocasión para
replantearnos críticamente qué hay que hacer en el presente y como prevemos el
futuro, más allá de la mera mecanización de lo que se había hecho hasta ahora o
de lo que se supone que hay que hacer.
Fundamentos informacionales
Los sistemas de información que conocemos hoy tienen dos Fundamentos tecnológicos
principales: la digitalización de la información y su codificación binaria, y la red internet, aunque
en los próximos años otros avances tecnológicos en curso pueden cambiarlos radicalmente.
Toda la información que tratamos a través de cualquier dispositivo electrónico (ordenador,
teléfono móvil, tableta, electrodoméstico, etc.) es digital, en el sentido de que abraza un
conjunto discreto de valores. Así, la información digital se contrapone a la información analógica,
que tiene un rango continuo de valores.
Concepto socíotécnico de sistema de información
Estas premisas funcionan muy bien si se trata de gestionar la operativa cotidiana de una
organización basada en tareas estructuradas, repetitivas, aplicadas sobre elementos tangibles,
que produce largas series de productos idénticos en un entorno estable y cuando los directivos y
trabajadores implicados se comportan de forma fiable.
Estas premisas funcionan muy bien si se trata de gestionar la operativa cotidiana de una
organización basada en tareas estructuradas, repetitivas, aplicadas sobre elementos tangibles,
que produce largas series de productos idénticos en un entorno estable y cuando los directivos y
trabajadores implicados se comportan de forma fiable.
Es decir, funcionan para gestionar una planta industrial de principios del siglo XX, pero presentan
limitaciones si se quiere trabajar sobre intangibles, fomentar la implicación de las personas, facilitar
la resolución de problemas o la innovación, ofrecer servicios, etc.
Máquina
En el campo de la gestión de las organizaciones, los adelantos científicos han servido como
base para tomar el cerebro como modelo conceptual de lo que podría ser una learning
organizatión, (organización que aprende) plenamente adaptada a la economía del
conocimiento.
Se plantean los siguientes cuestionamientos:
¿Pueden diseñarse learning organization que su funcionamiento resulten flexibles?
Una red
Las redes son tratadas como objetos de estudio por varias disciplinas científicas desde principios del
siglo XXI. Sobre todo por su funcionamiento, además las redes de comunicaciones, son una base
tecnológica para la economía informacional. Así podemos considerar a la empresa como la red
de vínculos de confianza e intercambio de información entre las personas que trabajan en ella.
Conocimiento en las Organizaciones
Conocimiento tácito
Conocimiento explícito
Empresa consumidora y
productora de Información.
El papel que la información tiene y puede tener en la empresa en el contexto actual. Para
hacerlo hay que tener en cuenta sus características intrínsecas como recurso, así como
atributos de interés en aplicaciones concretas.
La empresa bajo presión
La empresa tiene que ofrecer una gama mas varida de productos y servicios a usuarios mas
diversos, con recursos limitados, hacer mas con menos, En esta línea se constata la
importancia creciente de intangibles como la información y el conocimiento como recursos
que pueden sustituir y ahorrar otros recursos. Sistemas como los llamados customer
relationship management CRM, interprise resource planning ERP, o supply chain management
SCR.
ERP
CRM
SCR
También existen otro tipo de soluciones que permiten realizar el control y valorización de las
materias primas, de los productos en proceso y producto terminado, traslado entre bodegas,
solicitudes, reservas, conteo físico, cotizaciones, pedidos, facturación y entrega de mercancías y
gestión de la cobranza. Hay diferentes métodos para el control de inventarios, como son:
SISTEMAS DE COMPRAS Y CONTROL DE INVENTARIO
Máximos y mínimos.
Método ABC o análisis de Pareto
Revisión por intervalos.
Doble stock.
Opciones comerciales.
Hay muchos tipos diferentes de conocimiento. La distinción más fundamental de los tipos de
conocimiento es entre conocimiento explícito e implícito. El conocimiento explícito es el
conocimiento o las habilidades que pueden articularse y entenderse fácilmente y, por lo tanto,
transferirse fácilmente a otros.