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Colorín Colorado Resumen

¿Por qué los libros que hablan sobre “la vida” tienden a ser a comprensión de solo los
adultos? ¿Acaso somos los niños inmunes a ella? ¿O solo se trata de crecer ser adulto y
esperar lo peor? Debo de confesar que aunque no fui gran fan de la historia (más adelante
daré mis razones) si lo soy de lo pionero y atrevido que fue Odín Dupeyron; al hablarnos de
un tema tan horriblemente hermoso como lo es la vida pero en palabras de un niño, mira
que decir tal cual un dragón es miedo es aterrizar es la idea vaga que tenemos sobre lo que
nos puede representar un villano en sí, pero sobre todo que lo necesitamos; necesitamos
aquel villano presente en nuestra vida porque nos cuida de que nos queremos alejar,
recordemos Blanca Nieves, era la bruja la que le enseño el mal porque ella vivía en una
burbuja donde todo era feliz (inclusive la limpieza, ella cantaba cuando tallaba el piso, lo sé
qué loca ¿no?) gracias a que la bruja le enseño el mal fue que pudo sobrevivir en el bosque,
ya tenía noción de que era lo que tenía que evitar para llevar una vida bien y tranquila.

Odín en este libro nos habla de la vida, lo que significa enfrentarnos a ella, miedos pero
más que miedos encontrar la clave para librarnos del mal, encontrar nuestra voz interior que
nos guiara ante los obstáculos que nos de la vida, aquella voz que nos levantara cuando nos
equivoquemos, la que nos ayudara a decidir aquello que a nuestro parecer será lo más
importante en nuestro camino, y asi llegar a una meta, llegar a una muerte donde el
resumen de nuestra vida se vuelva un comienzo para otros. Como en el caso de aquellos
personajes históricos que nos inspiran a otros, como Frida Kahlo; ella me sirvió de
inspiración en mi carrera artística, ella me enseño que, aunque mi baile (pinturas en su
caso) fuera feo para los demás si para mi valía con eso bastaba y asi pude continuar creando
arte. Su muerte para mí fue un inicio en aquel momento de obscuridad cuando quise
dejarlo. La princesa Odái nos deja igual su legado tras su muerte, un libro que empieza con
un “erase una vez” y termina con un “esto aún no acabado…. Es tu turno lector de escapar
de tu torre”

Todo empieza en una noche muy fría, tal vez la más fría de todas en una torre donde una
bella princesa con vestido azul de gasa casi transparente espera una señal para salir de su
monotonía, una princesa más perdida en sus pensamientos que parecen ser más
aprisionantes que la torre misma y claro no olvidemos al temible dragón custodiando su
libertad y pensamientos. Recuerdo sentirme igual que ella alguna vez, en la escuela yo con
mi uniforme, rodeado de compañeros que no entendían lo que llegaba a sentir y bueno
aquel maestro que custodiaba la salida del salón. Pero sobre todo me recuerdo a mi
buscando aquella “señal” que me indicara porque estaba ahí.

Pero entonces sucede algo, la princesa crea su propia señal (¿Cómo no se me ocurrió a mí?)
y entabla una conversación con el narrador/escritor y decide no seguir con lo que el relata,
no podría aguantar un dia más siendo aquella princesa encerrada simplemente encerrada.
Sin más exige que le se cambiada por completo, tomando la iniciativa de la situación alentó
al escritor a darle un divertido giro. Odái enfrenta al dragón para preguntarle la verdadera
razón de su encierro a o que él le comenta que era porque lo habían contratado para que
cuidara de ella. “Cuidar, no tener eternamente encerrada” le reclamo Odái. No culpo al
dragón, mantengo a mis perros la mayor parte del tiempo encerrados por miedo a que les
llegara a pasar algo, el mundo de afuera es aterrador suelo cantarles una canción para que
me entiendan mejor “Sabia es mama” de enredados que dice algo como “Mírate, tan frágil
como un brote... Un retoño nuevo de una flor. ¿Sabes por qué estamos en la torre? Es por tu
bien. Sabia es mamá. De alguna manera algo saldrá mal, lo sé. Sucios rufianes, hiedra
venenosa, ¡oh, el mal!” ¿Quién diría que uno a veces juega el papel de dragón?

Regresando a nuestra historia el dragón ante tremendo cuestionamiento intenta convencer a


nuestra princesa de las cosas aterradoras que le espera afuera (como ya les expliqué,
realmente es aterrador el mundo exterior” e insiste en que tiene que esperar una señal. Ante
la postura del dragón la princesa cae en cuenta que “el miedo no es tan fuerte y temible
como lo pintan” ¿Entonces de qué sirve el miedo? Si su aspecto no es lo que es, creo que el
miedo nos ayuda a protegernos, el hecho de que seamos una princesa más encerrada dentro
de una torre al menos nos garantiza saber el dónde estaremos el dia de mañana, pero
¿realmente es lo que queremos? Lo comprendí al mismo tiempo que la princesa Odái y
como leyéndome el pensamiento le comunico al dragón su descubrimiento la señal era esa:
¡La vida misma! Lo llevo hasta la puerta principal pero ya era muy tarde para salir, asi que
decidieron empezar la aventura al dia siguiente.

Pasaron la primer noche juntos fuera de la torre pero aun dentro del castillo, mientras que el
dragón pudo conciliar el sueño con facilidad represento todo lo contrario para nuestra
princesa; no podía de imaginar el mundo de posibilidades que le esperarían allá afuera,
aunque el escritor quería definir aquel sentimiento que la privaba del sueño como miedo,
Odái sabía que se equivocaba, el miedo yacía inmóvil a un lado de ella, lo había dominado
y ahora se trataba de un compañero de aventura, por fin Odái queda dormida hasta la
madrugada. Ambos durmieron hasta medio dia creían al despertar que se trataba de un
sueño aquel cambio brusco de rutina, hasta que se toparon con aquella inmensa puerta que
los separaba de aquel misterio llamado vida, como anteriormente la princesa se había
referido.

Paralizados ante aquel inmenso portón la princesa no puede evitar tener aquel sentimiento
del “¿y ahora qué?”, en eso se presenta ante ellos un abejorro, el dragón como era de
suponerse le da la bienvenida con miedo que aunque a nuestro nuevo personaje le divierte
la molestia que llego a causar ante semejante criatura, pero él se presentó porque alguien lo
llamo, al ver a la princesa y al verla dudosa entiende que es la duda de esta quien lo llamo
“la vida se debe vivir desafiando constantemente a lo desconocido, que no solo se debe
soñar, sino que hay que atreverse hacerlo” El abejorro representa el deseo y la curiosidad,
que ante la duda es llamado a nosotros para darnos motivos para continuar. El miedo nos
ayuda a mantenerlos alerta y cuida de nosotros, pero no es de sorprendernos que llegue
abusar de su gran tamaño y nos limita, nos inmoviliza y dejamos pasar grandes
oportunidades, más grandes que el miedo mismo. El abejorro llega en el momento justo que
lo necesitamos, quita la duda y nos regala el “y si…” “y si te atreves a soñar y vivir el
sueño… ¿Qué pasaría? ¿no te da curiosidad?”.

Recuerdo mi examen de admisión a la carrera de danza, tenía siete años, pero ya sabía con
lo que quería soñar. Pero el miedo de fracasar en el intento llego hacer cada vez más fuerte
con forme fui avanzando, existía una parte del examen donde tendrías que realizar un solo y
enfrentar al jurado sin más compañeros que pudieran distraer al jurado si llegabas a
equivocarte. Recuerdo sentir el terror más grande que hasta ese momento había
experimentado, pero regresar a mi vida anterior no era opción, el abejorro me visito y me
mostro como luciría el futuro si lo lograba, tome al miedo y lo coloque en mis pies, quería
enseñarle al jurado lo mucho que me constaba mantenerme de pie ante aquel miedo, quería
demostrar lo mucho que me importaba el llegar hasta ese momento. Aunque tropecé, fue
uno de mis mejores momentos, descubrir lo maravilloso y mágico que es un escenario y ya
nada ni nadie podría bajarme de ahí. ¿Cómo fue posible que estuve a punto de rechazar
todo eso y por miedo?

Tomando mi ejemplo (me gustaría pensar asi) la princesa continuar con su objetivo y salir
de aquel castillo, pero la puerta tenía un gran candado y no había nada que el escritor
pudiera cambiar para facilitar aquella situación (insisto, tomo mi ejemplo), asi que pidió al
dragón que se hiciera cargo de aquel candado (como yo lo coloque en mis pies), que
escupiera fuego y lo derritiera para ella, el dragón dudo mucho de que si fuera posible hacer
eso, lo intento pero no salió como esperaba pero aun asi funciono. La princesa Odái y yo
descubrimos que el mismo miedo es el valor que podemos tomar ante ciertas dificultades de
la vida, un examen o un candado…. No salió lumbre del hocico del dragón, pero si un aire
que pulverizo todo y en un momento ellos se encontraban libres.

Ahora que el miedo había sido dominado era de esperarse que este no le agradara la idea,
ya no se encontraba en su adorado castillo que lo cubría del mundo exterior. Y es que es de
importarle, pues ahora era cuestión de tiempo para que mundo lo juzgara. Como cuando
uno de pequeño se llegó a presentar a un parque de diversiones y externa su terrible miedo
a las alturas, tus amigos llegan a burlarse de tu miedo y eso duele porque es importante para
nosotros. Pero aquí el importante no era el dragón si no nuestra querida Odái quien estaba
llena de felicidad al encontrarse libre. Estaban ellos experimento estas nuevas emociones
cuando ante ellos se presenta un duende llamado Bonsái quien resulta ser la autoridad
responsable del castillo, y de manera autoritaria hace responsable ahora a Odái del dragón,
le pide cuidarlo puesto que el hecho de haberlo dominado no significa abandonarlo u
olvidarlo, al contrario, ahora más que nunca no debes soltarte de él. Bonsái hizo que
recordara a una de mis maestras de musica que una vez llego a cuestionarme cuando le
externe mi preocupación “¿Cuándo dejare de sentirme tan temeroso de salir a un escenario?
Creí que preparándome y matándome ensañando para una presentación obtendría la
seguridad necesaria para dejar a ese miedo absurdo atrás” le comenté aquella vez, a lo que
me respondió “Yo estaría preocupada por el dia que lo llegues a superar, ¿Qué sentido tiene
el salir a un escenario si no experimentas antes todos aquellos sentimientos que te
demuestran que aun estas vivo y que por tanto vives al máximo de esta experiencia
maravillosa?”. Cuánta razón tenía, que aburrida vida me esperaría si no sintiera miedo, que
falta de respeto ante el público si no me atemoriza fallarles. La princesa igual lo tenía
presente y no planeaba dejarlo atrás puesto que era lo único que le quedaba de su antiguo
hogar el castillo. Bonsái igual le recuerda que si ella decidió permanecer en aquel castillo
tanto tiempo encerrada fue porque asi ella lo decidió, durante años tenía la señal frente a
ella y no la quería ver, aquel dragón siempre había sido su compañero de prisión y ahora de
vida, no se trataba de algo nuevo asi que era tiempo de que buscara respuestas a lo que
venía y dejara de asignar culpables, puesto que solo sería energía mal gastada y ella
necesitaba atesorar la máxima de energía posible puesto que el camino seria largo. Para
Odái en un principio fue difícil entender lo que decía Bonsái, resultaba abrumador tal
información, ¿estar atada aquel temible dragón de por vida? Qué bueno ya que se había
armado de valor y salir al temible mundo exterior un dragón de su índole no le vendría de
más, pero no podía dejar de rechazarlo y culparlo de los años desperdiciados, aunque el
duendo le haya explicado que fue más su culpa resulta más fácil dejar el peso de la culpa a
otros.

Transcurrió el dia y Odái y el dragón se encontraron rodeados de una gran pradera que
parecía sin fin, caminaron todo el dia buscando algún sendero que los sacara de aquella
situación, pero al no encontrar nada Odái se empezó a sentir frustrada tanto que hasta a mí
me dieron ganas de decirle que regresara, fue entonces cuando el cañón se apiado de ella y
le externo un poco de su sabiduría, le hablo para tranquilizarla y aconsejarle que el
atormentarse no la llevaría a nada y por lo tanto a ningún sendero que la llevara lejos de
ahí, el mundo está lleno de posibilidades que nos pueden llevar a sin fin de caminos pero la
frustración es solo un callejón sin salida.

Al dia siguiente encima de aquel cañón que le había aconsejado anteriormente se


encontraba un puente, la princesa se encontraba tan obsesionada de salir de la pradera que
durante la conversación que tuvo con el cañón el dia anterior no se había percatado de que
la salida estaba frente a ella “a veces las cosas más evidentes solo se pueden ver desde la
tranquilidad”. La emoción no hizo esperarse y se apodero de la princesa, cegándola de su
entorno y corrió sin rumbo fijo mientras el dragón intentaba seguirle el paso, fue el mismo
miedo del dragón quien logro advertir a la princesa y salvarla de que esta cayera en un
acantilado. Bonsái tenía razón, mejor compañero de viaje no podía tener, aunque el dragón
le hiciera dudar tanto de cada paso que daba lo hacía porque la cuidaba, su miedo la quería
como ahora ella empezaba aprender a quererlo.

Retomaron camino, pero había algo diferente en aquella parejita, se entendían y las
conversaciones llegaban a ser más fáciles entre ellos, los olores a comida los guiarían ante
un hada quien los alimentarios. Pía, el hada, como llego a presentarse invita a Odái a pasar
a la cueva del pasado para que esta conociera su historia y esta decidiera que recordar y que
no. La princesa tendría que enfrentarse a esto sola y por eso dejaría al dragón atrás (justo
cuando empezaban a entenderse). En dicha cueva Odái se encuentra con su niña interior
(aunque a mi parecer Odái siempre fue una niña). Ella promete salvarla, puesto que aquella
niña se encontraba olvidada y al verla recordó cómo comenzó todo, había pasado por tanto
que olvido la motivación de seguir afuera, todo se había convertido en una interminable
lucha donde los dias eran largos y cada obstáculo le quitaba tiempo de descanso, le recordó
por qué inicialmente se encontraba encerrada en la torre dentro del aquel castillo… había
intercambiado su libertad por seguridad, había alimentado a un dragón para que la cuídese
y no la dejara salir por el miedo a vivir.

Quizá sea algo atrevido lo que diré a continuación, pero entonces al igual que ella me di la
libertad de entrar a esta cueva del pasado, donde efectivamente se encontraba mi niño
interior olvidado, pero sobre todo visualice mi castillo, mi torre y mi dragón. Resultaron ser
mi madre, de pequeño mi madre quiso protegernos del mundo (a mí y a mis hermanos) y
durante años ella era nuestra compañera de juegos, estaba consiente que los niños de afuera
tenían otra educación, a ellos sus papas si le permitían ver películas de terror, por ejemplo,
o tener videojuegos, mi madre sabía que eso afectaría nuestras mentes inocentes y durante
años le permití mantenerme encerrado en aquella torre, ella alimentaba a mi dragón y yo lo
veía desde mi ventana cada vez más grande y fuerte. Mi mama fue mi torre y cuando decidí
alejarme de ella y ver todo lo que me había perdido en un principio la culpé a ella, pero mis
hermanos salieron antes, el hecho de que durara más tiempo dentro de la torre fue cosa mía
y al darme cuenta de eso fue más doloroso. Pero mi torre fue hermosa y lo sigue siendo, el
dia que escape por rebeldía y salte desde lo alto de la torre para montar al dragón, no me di
cuenta que existía una puerta con una correa lo suficientemente grande y poderosa para
dominar aquel dragón (mi madre me la había tejido). Como era de esperarse me lastime de
tantas formas que fue bueno encontrar mi castillo intacto esperando por mí a que me
recuperar y la próxima vez hiciera las cosas bien.

Yo creo que Odái le paso lo mismo, digo no salto de la torre porque ella es inteligente, pero
si sabe que cuando ella decidiera el castillo seguiría esperando por ella y eso el lleno de paz
y fuerza para continuar con su viaje. La seguridad, su niña, su dragón aun eran de ella y ni
todas las adversidades podían arrebatárselo y sabiendo lo que tenía ahora si podía decidir
hacia donde quería continuar.

De acuerdo a lo que Bonsái le había dicho ella debía encontrar a un hombre y no a


cualquier hombre si no al más rico del mundo, este habitaría una vieja choza y vestiría
ropas humildes. Cuando Odái da con él le comenta que Bonsái le había mandado, se me
figuro completamente a la escuela, como los adultos te mandan sin decirte más y no sabes
que esperar, pero te dicen que es el siguiente paso… El hombre le entrega a Odái una hoja
donde explica que su mayor riqueza es el conocimiento la experiencia, en la hoja venía
escrito la sabiduría del abejorro, el cañón, Bonsái, incluso del hada Pía. Si de eso trataba la
riqueza Odái era rica sin saberlo y ahora que lo sabía, como le dijo el cañón el mundo
estaba ahora lleno de más posibilidades para ella. ¿Pero acaso el ser rico te resuelve la
vida? Supongo que esta sería la parte de nuestras vidas donde aparentemente decimos “ya
he vivido de todo y por lo tanto mi experiencia me resolverá la adversidad que se me vayan
presentando” En este tipo de soberbia caemos muchos. Recuerdo haber creído eso en un
momento, a mis 16 años experimente lo peor que puede llegar hacer un ser humano a otro,
recuerdo la mañana siguiente plantearme “ya nade me sorprenderá en esta vida, nada dolerá
como esto, pero sobre todo la vida jamás volverá a tomarme por sorpresa” que equivocado
estaba, dia tras dia me doy cuenta que aquella riqueza que solemos presumimos frente al
espejo en realidad solo nutre nuestra historia mas no nos lleva a ser mejores que otros, nos
regala posibilidades de hacerlo mejor. Querida Odái ahora que lo tienes presente en una
hoja aprovéchala puesto que no todos contamos con la suerte de tener escrito nuestras
lecciones de vida, quizá se trata este capítulo de una invitación del mismo Odín a plasmar
en una hoja la experiencia que hemos ido recolectando, me he topado con situaciones
donde me digo a mí mismo “mi mismo, ¿Qué te paso? Esto ya lo habías aprendido” quizá
con aquella hoja de experiencias lo hubiera recordado.

Odian regresa a su camina ahora cargada de aquella experiencia y lista para lo que sigue,
llega a toparse entonces con las tierras del príncipe quien invita a Odái y al dragón a
quedarse. El tiempo voló y el príncipe y Odái se casaron y vivieron felices un tiempo. Que
irónico ¿no? Emprender un viaje para salir de un castillo y meterse a otro. 10 años después
regreso el escritor, Odái ya tenía tres hijos, lucia cansada pero feliz pero no hablo con él,
había algo mal en aquella historia de príncipe y princesa viviendo felices por siempre, Odái
quien todo el libro no le paraba la boca (hasta tal punto de desesperarme, debo confesar) no
entablo conversación el escritor por lo cual este solo le limito a prometer a regresar en 10
años más.

Regreso 15 años después, la princesa ya no vivía en aquel castillo, supongo que entre en
razón y se dio cuenta que ese no era su cometido el encerrarse en un nuevo castillo. Bonsái
anima al escritor a buscarla. Los hijos de Odái ya habían crecido a tal punto que ya no
vivían con ella, se había separado del príncipe. Cuando el escritor por fin da con ella lucia
como Odái, aprovechando el reencuentro el escritor le hacer ver el largo camino que
recorrió para estar justo donde ahora se reencontraban, Ella escucho y se entusiasmó
nuevamente por vivir ya antes de que volviera al ruedo ante ella se aparece una tortuga
llamada prudencia quien al parecer había estado en eterna persecución de la princesa. Esta
le explica que, aunque el entusiasmo viene disfrazado como algo bueno resulta cegarnos
ante decisiones importantes, al no leer su hoja de sabiduría Odái se fue con el primer
príncipe Azul que encontró ¿Y las posibilidades? ¿Se dio el tiempo de conocerlas?
Prudencia siempre quiso acompañar a Odái, pero está siempre fue demasiado rápido, ¿Cuál
era la prisa? Como solía decirme un director de teatro que tuve “no entiendo a los jóvenes y
su eterna prisa, Roma no se construyó en un dia” Sigo aun sin entender cuál es nuestra
eterna prisa. Quisiera saber porque me preocupa el hecho de que esta carrera me lleve
cuatro años más de mi vida estudiando, cuando termine la carrera de danza que fueron siete
años recuerdo decir “y se fueron rápido”, en mi caso como bailarín estoy en una constante
lucha de llenar cada hueco del tiempo con actividad/movimientos. Me frustra el quedarme
parado… pero entonces igual llegue a conocer a mi tortuga prudencia, mi maestra de canto
“una pausa dentro de la musica cuenta en el tiempo, tiene un significado y es a veces
necesaria para apoyarte en ella, ver con que cuentas en ese momento. Es el permitirte
pensar y sentir al mismo tiempo. Una vez localizado los elementos actúas con moderación
para apuntarle a una sola nota. Esa pausa es un algo necesario para tomar postura para lo
que viene” (como en “parte de él” de la sirenita, si gusta un dia se la canto para explicarle
como funciona esta pausa) Si Odái en aquella pradera hubiera decidido tomar una pausa y
apreciar el paisaje, tal vez prudencia hubiera llegado antes a su vida y asi evitarle un par de
tropiezos. Una coma en un escrito hace la diferencia, indica al lector las pausas necesarias
para contar una historia/pausa puede cambiar el significado en una oración/historia puesto
que una coma/pausa puede cambiar el significado en una oración/historia.

La princesa llega a soñar con una adivina y decide ir en busca de ella, al encontrarla esta le
comparte que a veces es necesario hablar para poder ser oído, recordemos que 15 años atrás
Odái olvido hablar y por tanto olvido ser aquella princesa, ni ella misma se oía. Y para
buscar las respuestas que ella necesitaba, tenía que formular bien la pregunta ¿Qué es la
vida? Esa pregunta nos engloba a todos puesto que todos somos parte de ella, pero si digo
¿Qué es para mí la vida? Entonces la respuesta se adecuará más a mi sentir. En la vida no
hay personas claves, no hay momentos clave, ni oportunidades claves. Solo hay actividades
claves. Era lo que decía anteriormente, creí con la peor experiencia podría dominar lo que
siguiera adelante, pero resulto ser más valioso el cómo reaccione ante tal experiencia, en las
acciones que tome a partir de. Si provoqué un incendio (porque esas cosas pasan) lo que
importa, lo que es “clave” en ese momento es como lo apagare y sobre todo como planeo
reforestar aquel bosque que dañe. La clave está en tus acciones.

Pasaron 20 años y al escritor lo recibe el esposo de Odái. Este le cuenta que la princesa
había fallecido pero que le había dejado una carta donde le explicaba los conflictos que aún
tuvo que enfrentarse en los últimos años de su vida. La princesa se había casado, tenía
muchos nietos, sus hijos la visitaban, era muy feliz. Una vez más Bonsái se presentaría para
ser testigo del último acontecimiento de la historia de la Princesa Odái. Gracias querida
Odái por tan maravillosa carta donde nos dices a todos esto es la vida un sinfín de
conflictos con un mundo de posibilidades, la muerte es el fin de una historia que necesita
ser contada para comenzar una nueva.
Algo que me gustaría rescatar de este final, es el valor que tuvo que juntar la princesa Odái
para escribir la dichosa carta. Se requiere de gran valor cuando se trata de escribir sobre ti,
sobre tus miedos, errores, pensamientos… o tus últimos dias. Espero algún dia yo seguir su
ejemplo y contar mi propia historia y no precisamente cuando muera, después de todo
colorín colorado este cuento…

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