Está en la página 1de 3

La Revolución científica, por tanto, hace referencia a un periodo de tiempo en el que,

como su propio nombre indica, las ciencias juegan un papel determinante. Y es que,
durante los siglos XVI y XVII, en plena Edad Moderna, el desarrollo de campos como la
química, la anatomía, la astronomía, así como los citados previamente, sentó las bases
de la ciencia clásica. Y todo ello, en detrimento de una Iglesia, así como de una religión,
que ofrecía respuestas que quedaron obsoletas.
Características de la Revolución científi principales características de esta revolución:

Hace referencia a un periodo de tiempo comprendido entre los siglos XVI y XVII.
Gracias a este periodo se sientan las bases de la ciencia clásica, y de las teorías que
podrían ser consideradas como las primeras aproximaciones a la ciencia moderna.
La Iglesia, a través de la Inquisición, trataba de frenar el avance de estas ciencias.
Esta revolución fue posible gracias al desarrollo de ciertos campos como la biología, la
química, la anatomía, entre otros. No obstante, aquellos campos en los que más
cambios se produjo fueron las matemáticas, la astronomía y la física. Y todo ello,
dando lugar al método científico.
Desde entonces, la construcción del conocimiento ha estado basada en la observación,
la experimentación y la explicación racional.
La Iglesia, por el avance de esta revolución, comenzó a perder poder; al perder sentido
sus ideas gracias a la observación de muchos científicos de la época. Entre estos
científicos, destacan René Descartes y Galileo Galilei.
A muchos de estos científicos les costó la vida la defensa de sus teorías.
Etapas de la Revolución científica
Debido a que todos los cambios no se producen al mismo tiempo, la Revolución
científica puede dividirse en 4 etapas principales.

Estas 4 etapas se denominan en función del aporte que se produjo en dicha etapa:

Revolución copernicana: Iniciada por Nicolás Copérnico, y muy centrada en campos


como la astronomía y la física. En esta etapa destacan científicos como Newton o
Galileo.
Revolución darwiniana: Recibe su nombre por los aportes de Charles Darwin. Se centra
en campos como la biología y las ciencias de la tierra. En este sentido, su principal
aporte es la teoría de la evolución.
Revolución einsteniana: Hace referencia a las teorías desarrolladas por Albert Einstein.
Se centra en campos como la física.
Revolución indeterminista: Hace referencia a la postura adoptada por los científicos,
contraria a la postura de que la ciencia era determinista. En este sentido, se superaba
esa concepción, dando lugar a una ciencia en la que se contemplaba esa
indeterminación.

Algunos personajes de la Revolución científica


Con el fin de poner nombres y apellidos a aquellos científicos que impulsaron esta
revolución, veamos algunos de ellos, así como los campos en los que se involucraron:

Galileo Galilei: Un filósofo, matemático, inventor y físico que nos dijo que la tierra era
redonda, y no plana como se creía entonces.
René Descartes: Filósofo y matemático. Padre del racionalismo moderno.
Francis Bacon: Padre del empirismo. Considerado el padre del método científico
experimental.
Isaac Newton: Físico y matemático. Fue un investigador elemental para el desarrollo de
la ciencia moderna.

Principales aportes de la Revolución científica


Entre los principales aportes de esta revolución, conviene resaltar que no solo nos
encontramos teorías, sino que también tenemos herramientas que hicieron más
precisa la ciencia.

En este sentido, podemos destacar lo siguiente:

Nicolás Copérnico publicó sus estudios sobre los movimientos de los planetas.
Galileo Galilei hizo observaciones en las que pudo concluir con razonamientos que hoy
perduran como que nuestro planeta presenta un cuerpo redondo, y no plano como se
creía.
Johannes Kepler, al igual que Copérnico, desarrolló grandes teorías en campos como la
astronomía y el movimiento de los planetas.
Isaac Newton desarrolla, basándose en Kepler y Galileo, la ley de la gravitación
universal.
René Descartes, gracias a sus investigaciones, establece lo que se conoce como
método científico.
Además, entre esas herramientas que citábamos, encontramos los siguientes
experimentos:

Galileo Galilei, para el desarrollo de sus teorías, mejoró el telescopio notablemente.


Antonie van Leeuwenhoek desarrolló, y con gran éxito, los microscopios.
Blaise Pascal inventó lo que se conocía como la calculadora mecánica.
La invención de la bomba de vacío, de Otto von Guericke, permitió realizar
investigaciones muy desarrolladas.
A su vez, el desarrollo de máquinas industriales, y del digestor a vapor de Denis Papin,
dio lugar a lo que posteriormente impulsaría la Revolución industrial: la máquina de
vapor.

Críticas a la Revolución científica


Entre las críticas más válidas, se encuentra la tesis de continuidad. Esta tesis nos
muestra que, durante esta etapa, no se dan grandes cambios en el desarrollo de la
ciencia como para que reciban el calificativo de «revolucionarios».

De acuerdo con esta teoría, los avances no son más que el desarrollo natural de las
ciencias, y no, como definen otros muchos historiadores y científicos, una
consecuencia de una revolución.

Por ello, de acuerdo con esta tesis, la ciencia ha estado desarrollándose, sin pausa, a lo
largo de la historia. Y estos cambios que aquí se producen, al igual que otros en el
pasado y en el futuro, no son consecuencia de una revolución, sino del desarrollo
natural de las ciencias.

También podría gustarte