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Contexto histórico
Mesopotamia es una fértil llanura aluvial por donde discurren los ríos Tigris y É ufrates, linda con
los modernos estados al este con
Irá n, al oeste con Siria, al norte con
Turquía y al sur con Arabia Saudí y
Jordania. A lo largo de la historia y
hasta la má s reciente actualidad se
ha destacado por su inestabilidad
política.
Ya en el VI milenio a. C. pueblos
nó madas se asentaron en esta
regió n, se dedicaron a la agricultura
y se agruparon en pequeñ os
poblados. La riqueza de la zona provocó la aparició n de diferentes oleadas invasoras.
En consecuencia, surgieron jefes militares que controlaban la economía; la població n se fue
concentrando en las ciudades y hacia el 3000 a.C. apareció la escritura. Mesopotamia fue una
encrucijada tanto geográ fica como cultural y las continuas invasiones se plasmaron en el arte.
En la baja Mesopotamia encontramos dos pueblos: los sumerios y los acadios que se agrupan en
ciudades-estados y viven en continuas luchas hegemó nicas.
El rey acadio Sargó n el Viejo unificó ambos territorios hasta la invasió n de pueblos procedentes de las
montañ as de Zagros. Durante el periodo neosumerio la baja Mesopotamia vuelve a unificarse y
consigue una gran prosperidad econó mica y cultural. Tras diferentes luchas dinásticas, estos
pueblos se unirán formando los imperios babilónicos.
Sumerios y acadios crearon las ciudades-templo y una civilización burocrática. Las obras de arte
sirvieron para glorificar a las divinidades, pero también para atraer su protecció n.
En el norte, los asirios fundaron un gran imperio basado en su poderío militar. Introdujeron el hierro
y el caballo como animal de carga, y sus reyes fueron grandes guerreros.
Construyeron palacios-fortaleza y en los relieves representan escenas de conquista y sumisió n de
pueblos. Las manifestaciones artísticas, en concreto los palacios, exaltará n el poder y la fuerza de los
reyes.
Las manifestaciones artísticas se dan desde época temprana y sufrirá una evolució n durante miles de
añ os, ya que la Mesopotamia antigua se desarrolla desde el 3000 a.C. hasta el 539 a. C. Por ello, aunque
haya características comunes a todos los artes mesopotá micos de esta época, no podemos hablar de
inmovilidad.
Ya entre los añ os 5000-3500 se dan manifestaciones culturales importantes en la zona, como es el
caso de la cerámica prehistórica de El-Obed, cerca de Uruk.
Entre el 3500 y 2800 se desarrolla una gran cultura en Uruk (Etapa de Uruk), con restos
arquitectó nicos y escultó ricos importantes, y que marcan las características dominantes en
Mesopotamia a partir de este momento, pero que evolucionará n.
A partir de entonces se desarrollan las etapas histó ricas:
CIVILIZACIÓN SUMERIO-ACADIA:
En ella el arte se sitú a al sur de Mesopotamia, en la llamada Mesopotamia Anterior.
- É poca Sumeria (2800-2340 a. C.), con capital en Ur, donde se desarrolla la I Dinastía de Ur que
domina sobre otras ciudades Estado. Hay un gran desarrollo de arte y documentació n sobre los
reyes de la dinastía.
- É poca Acadia (2370-2230 a. C.), con capital en Acad, se desarrollan las grandes dinastías
acadias. Decae el poder sumerio por la invasió n de los semitas que dominan esta dinastía.
- É poca Neo-Sumeria (2230-1800 a. C.), con capital en Lagash. Los gú teos derrocan a los
acadios, pero muestran gran incapacidad para gobernar, lo que supone el renacimiento
sumerio que dominan ciudades como Acad, Lagash y Uruk. Será Lagash la que tenga las
dinastías má s poderosas, es la época de Gudea de Lagash. También hacia el 2000 volverá a
florecer la cultura de Ur, con el rey Urnammu de la III Dinastía.
CIVILIZACIÓN ASIRIO-BABILÓNICA:
En ella el arte se sitú a al norte de Mesopotamia, o Mesopotamia Superior.
- É poca Paleo-Babiló nica (1800-1550 a. C.), con capital en Babilonia. Los habitantes de Elam
destruyen la ciudad de Ur, y será la ciudad de Babilonia la que inicie su etapa de esplendor
cultural. El gran rey de esta época es Hammurabi. Se sucede la invasió n de los casitas e hititas
que acaban con el poder babiló nico y controlará n el territorio durante los siglos XVI y XV a. C.
Con poco control real por su cará cter salvaje.
- É poca Asiria (1550-626 a. C.), con capital en Assur. Los asirios toman Mesopotamia e imponen
su cultura, má s primitiva y beligerante que la babiló nica. De entre sus reyes destacan
Assurnasirpal, Sargó n II y Assurbanipal, aunque con este ú ltimo caerá su imperio, Azur será
saqueada, así como la otra gran ciudad, Nínive.
- É poca Neo-Babiló nica (626-539 a. C.) con capital en Babilonia. Nabucodonosor retoma el
poder en nombre de los babiló nicos, pero esta época supondrá también el fin de la historia
mesopotá mica al sufrir las invasiones persas, con Ciro a la cabeza, que toma Babilonia en el 539
a. C. El tipo de organizació n política es de ciudades-estado, cada ciudad tiene su rey, la mayoría
de carácter totalitario y con gran poder de los sacerdotes. La ciudad que domine marcará la
época de civilizació n, y su població n dará nombre a dicha época. Las técnicas constructivas son
comunes a las dos épocas, que ú nicamente aparecen condicionadas por los elementos
constructivos.
En el arte se da mucha importancia al mundo animal, pero también es importante la
individualidad, con lo que desde el principio aparecerá n como elementos importantes los
cilindro-sellos. Pero en el arte se manifestará principalmente un carácter religioso,
especialmente en las primeras etapas.
En cualquier manifestación artística se dará gran gusto por el colorido, utilizándose la
técnica mural con profusión para llenar cualquier tipo de muro.
TEMPLOS: centro del poder religiosos y civil, con un proceso de experimentació n arquitectó nica.
- ZIGURAT DE UR. H. 2950-2900 a. C.
El edificio está construido en su mayor parte con adobe, para su revestimiento es posible que
se utilizara ladrillo, en su forma original tenía una planta rectangular a partir de la cual se
elevarían en la mayoría de los casos tres cuerpos o terrazas, aunque algunos llegarían a tener
incluso siete. Encontramos tres cuerpos, dispuestos con muros en talud, y en el ú ltimo cuerpo
se construiría un templete que estaría consagrado a un Dios y en el que se realizaría una
deposició n de ofrendas e incluso sacrificios y otros ritos religiosos. Los tres cuerpos estarían
construidos con ladrillos de adobe con gruesos muros y rellenados con tierra, sobre el que se
construiría el cuerpo superior. Para acceder al templo de la parte superior se construirían una
serie de escalinatas, en la fachada principal se encontraría la escalinata má s importante sobre
la que seguramente circularían procesiones para los dioses. Tanto en el templete, como en la
conjunció n de las escalinatas, observamos la utilizació n del arco de medio punto y la bó veda de
cañ ó n. Todo el edificio deja adivinar su estructura interna desde su vista exterior. No se emplea
ningú n tipo de elemento decorativo en el exterior, sin embargo, la disposición de una especie
de hornacinas en los muros exteriores, dotan de ritmo y cierto dinamismo al conjunto
arquitectónico.
La funció n principal del zigurat era servir como casa de Dios, era una construcció n concebida
como una montaña simbólica, que trataba de emular a las montañ as naturales que servían de
morada a los dioses. El zigurat de Ur estuvo dedicado a la diosa lunar Nannar. Es posible que
también sirvieran de observadores astronó micos, ya que la religió n estuvo muy ligada a la
astronomía y astrología, que permitían conocer los ciclos agrícolas, base econó mica del
Creciente Fértil.
El zigurat de Ur, es una de las mejores muestras de la arquitectura de una de las culturas má s
antiguas y uno de los ejemplos mejor conservados de esta tipología arquitectó nica.
ESCULTURA
Características generales de la escultura y bajorrelieves
- La escultura es de pequeñ o tamañ o debido a la escasez de piedra.
- Se hace hincapié en el rostro (ojos engastados y de gran tamañ o, expresió n seria)
- Las manos aparecen juntas delante del pecho; y los trajes tienen inscripciones cuneiformes.
En los bajorrelieves las figuras aparecen distorsionadas: cabeza, piernas y pies de perfil; ojos, tocado y
torso, de frente (BUSCAR). Ademá s, no saben representar la perspectiva ya que todas las figuras
tienen el mismo tamaño y se sitúan en filas. Los temas predominantes son las escenas de caza, las
guerras y los animales fantásticos.
- Nos encontramos con hombres y mujeres orantes
- Con las manos juntas
- Con rasgos étnicos acusados.
- De diversos materiales: yeso, alabastro, caliza, diorita y otras piedras volcá nicas.
- Ojos fijos en el cielo, realizados en lapislázuli, cornalina o concha.
- Los hombres con el torso desnudo y kaunakes por debajo.
- Las mujeres con una túnica semejante al kaunakes o lisa y generalmente con el hombro
derecho al descubierto, pero se conservan muy pocas figuras femeninas exentas.
- La mayoría miden entre 40 y 60 cm, aunque hay alguna excepció n obviamente.
- Por su aspecto físico se puede saber de qué regió n o ciudad son: En Ur y Lagash los hombres
tienen el crá neo pelado, la cara afeitada y el canon es corto, en la regió n del Diyala (afluente del
Tigris) suelen aparecer barbudos y melenudos y en Mari el crá neo pelado y abundante barba.
SELLO CILÍNDRICO. Louvre. 2600-2340 A. C. Cilindro-sello de Gilgamesh: cilindros muy pequeñ itos,
de unos 4 cm. Pasaron incluso a ser objetos a modo de amuleto. Se tallaban para pasarlos por el barro
y decorar superficies en serie. Estaban muy generalizados y llegaron a ser objetos religiosos, de
protecció n. En un principio eran figuras má s abstractas, pero luego se generaliza la iconografía
Gilgamesh. Personaje que suele aparecer luchando con leones y con un arma en la mano.
PINTURA/TARACEA
ESTANDARTE DE LA GUERRA Y DE LA PAZ. Museo Britá nico. H.
2500 a. C.: La técnica de la taracea, que consiste en la
incrustació n de pequeñ as plaquitas ná car, lapislá zuli, alabastro
o conchas sobre madera, aparece en el Arpa Real, pero también
en el memorable una pieza de pequeñ o tamañ o decorada por
ambas caras por el panel de la guerra y que ademá s de su
trascendencia artística constituye un magnífico documento
histó rico que nos informa de las costumbres propias de los
sumerios.
ARTE ACADIO (2500-2150 a.C.)
La nueva coyuntura acadia hizo que el arte se pusiese al servicio de la exaltació n política y militar del
soberano, lo que determinó de entrada la reducció n de la producció n artística destinada a lo religioso
a favor de la civil.
En lo que se refiere estrictamente a la arquitectura hemos de señ alar que el conocimiento que
tenemos hoy en día de ella es reducido, pues incluso sus dos principales ciudades, Akkad y Sippar, no
han sido todavía descubiertas.
arquitectura
Sí sabemos que la exaltació n del poder del soberano debió inclinar el interés constructivo hacia la
arquitectura civil protagonismo que antes no había tenido
Desarrollan los palacios y los templos, y se preocuparon por la restauració n de los edificios sumerios.
- Má rmol, alabastro y yeso, en Pequeñ as Cantidades.
- Zigurats -fueron el cénit de la arquitectura acadia.
- Estaban vinculados con los astros y religió n.
- Eran La Montañ a sagrada -origen de la tierra y fertilidad.
- Estas eran el lugar donde residían los Dioses y para relacionarse con estos.
PALACIO DE NARAN-SIN (2254-2218 a. C.) en Tell Irak,
ESCULTURA
MÁSCARA DE NARAN-SIN. M. BAGDAG. 2254-2218 a. C. La má scara esta realizada
a tamañ o natural, tiene una altura de 36 cm, es una pieza metá lica fundida en
bronce con incrustaciones (aunque las incrustaciones se han perdido). Se puede
apreciar como el lado derecho se encuentra mutilado de forma intencionada lo que
explica la ausencia de las incrustaciones que tenía.
La má scara está trabajada con gran precisió n, se pueden apreciar la suavidad de
formas en los rasgos de la cara: los labios carnosos, la nariz aguileñ a, los pó mulos
marcados y los detalles de la barba. Vista de perfil se puede apreciar el tocado que
ciñ e la cabeza, este tocado recuerda al casco de Meskalamdug, también se aprecia el moñ o en el que se
anuda el cabello. Tanto el tocado como el cabello está n representados con formas má s planas que
contrastan con la barba, que está representada de forma má s pictó rica. Se puede afirmar que no se
trata de un retrato realista sino de una composició n cuyo objetivo es idealizar la fisonomía del rey,
como un monarca poderoso.
ESTELA DE NARAN-SIN. Louvre. H. 2250 a. C. se construyó en Sippar aproximadamente en el 2.250
a.C., para conmemorar la victoria del rey Naram-Sin, nieto de
Sargó n I de Acad, sobre la tribu de los lullubi de los montes
Zagros. En ella se ve un paisaje montañ oso, con á rboles, donde se
desarrolla una escena en la que prevalece la figura del rey
Naram-Sin, de mayor tamañ o que sus sú bditos y enemigos y
coronado con un casco con dos cuernos, propio de los dioses
(mencionado en el texto de la estela indicando claramente la
consideració n divina del rey). El rey vencedor aplasta con el pie a
los cadá veres de sus enemigos, mientras mata a otros dos y
algunos caen despeñ ados. Los soldados acadios desde un nivel
inferior alzan la cabeza como signo de admiració n y respeto por
su soberano rey. En este grabado se observa una estilizació n de
las figuras humanas con respecto a las representadas en la estela
de los buitres. Para exaltar el poder y la figura del gobernante, ya
no se divide en estratos sino en una sola escena, con una
composició n de cará cter ascendente. Con la presencia divina en forma de astros, el protagonista de la
escena es el rey no la divinidad. Uso de la escritura cuneiforme para explicar la escena. Tallado en
diorita. Se representa a un monarca victorioso, con un sentido narrativo. Relieve con bulto notable.
Con el brazo por encima y el otro agarrando un arco, visió n rectilínea. Algo de “escorzo”, con sentido
de modelado. En el casco los cuernos representan a la divinidad. Está decorada por una cara. La forma
de la estela es la misma que tiene la montañ a, encima de la cual en dos o má s, posiblemente Tres. Hay
un sentido ascensional, de forma oblicua pero no hay separació n en frisos. Victoriosos los guerreros
van andando y mirando hacia arriba. El rey, grande má s, lleva una corona con cuernos que le identifica
con la divinidad, es la primera vez que Este Símbolo, que es ostentació n. Ademá s del poder. Los que
camina en pisan los vencidos, que está n desnudos. El rey mata un hombre un con una lanza,
mostrando gran movimiento.
DIOSA. Louvre. H. 2300 a. C. Quizá s sea Ishtar-Eshnunna de los Acadios. Tiene tiara de la divinidad.
Con cetro de la doble serpiente, quizá s como simbología médica Tiene tú nica de flecos semejante al
kaunakes.
ARQUITECTURA
El Renacimiento sumerio es un período de la historia de Mesopotamia que comprende los añ os entre
la caída del Imperio acadio y el período de las dinastías amorritas de Isin y Larsa —ambos con
gobiernos de origen semita—, entre los siglos XXII a. C. y XXI a. C. 2.154-2.004
Dentro de esta etapa se destacan los añ os de la llamada Tercera Dinastía de Ur o Ur III, por darse en
estos una nueva hegemonía que abarcaría toda Mesopotamia, esta vez con la ciudad de Ur a la cabeza.
Se llevó a cabo un plan de intervenció n urbanística y arquitectó nica sobre Ur, para servir a los
intereses del Estado y su ideología.
Entre los objetivos estuvieron la construcció n de obras de ingeniería, así como nuevos edificios, entre
los cuales cobró forma definitiva el templo por antonomasia de la arquitectura mesopotá mica: el
zigurat.
ZIGURAT DE UR (2230-1800 a.C.): el zigurat consistía en una construcció n maciza, realizada en adobe
y recubierta de ladrillo, de planta cuadrada o rectangular, con paredes en talud y articuladas mediante
entrantes y salientes. Se encontraba en los recintos sagrados del corazó n de las ciudades,
normalmente englobando los
basamentos de construcciones
anteriores. Se erigía mediante una
sucesió n de terrazas superpuestas en
nú mero impar y de forma decreciente,
configurando una estructura en torre
escalonada construida en ladrillo, una central y dos laterales perpendiculares. El total era una
estructura singular, só lida y maciza. Fueron muchos los zigurats que se elevaron en Mesopotamia en
época Neosumeria, pero el primero y el que marcó la pauta fue el realizado en Ur por Ur-Nammu,
dedicado a la diosa lunar Nannar. Se ubicaba en el centro de un patio y tenía planta rectangular
orientada a los puntos cardinales. Constaba de tres terrazas, a la primera de la cual se accedía
mediante tres escalinatas. En la actualidad se conserva solo la primera terraza y parte de la segunda. A
día de hoy, no se sabe con precisió n la verdadera funció n de los zigurats, aunque la idea que parece
ser má s só lida es la que atribuye a este edificio una explicació n simbó lica relacionada con la religió n
mesopotá mica: se estaría imitando la montañ a sagrada donde se manifestaba la divinidad y donde por
tanto se producía el encuentro entre la esfera celestial y la terrestre.
ESCULTURA
Se aleja de lo visto en el periodo Acadio; repite el tipo de figura humana de canon de medidas corto
sumerio, a el pertenecen:
- Las estatuas sedentes o de pie del patesi Gudea (2.141-2.122 a.C.) de Lagash y Sírpula, vestido con el
manto sumerio que deja el hombro derecho al descubierto, de rostro imberbe, con la cabeza cubierta
con turbante y las manos unidas. Esta de aqui esta hecha en diorita y en la falda aparecen en letra
cuneiforme escritas sus azañ as.
- Figura (Gudea) orante de Ur Nammu, 2.000 a.C.
- Estela de Ur-Nammu 2.000 a.C.
ESCULTURA
Estela de Hammurabi
- Có digo de Hammurabi (1792-1750), estela con escritura cuneiforme en la parte inferior, que se cree
que es el primer có digo de leyes de la historia. En la parte superior representació n de Hammurabi con
Samash, que le entrega la vara del gobierno. Hecha en basalto. A este periodo pertenece la estela de
piedra de Hamurabi, que muestra en relieve en la parte superior, al dios solar Shama comunicando a
aquel monarca las leyes que aparecen grabadas en escritura cuneiforme en torno a la columna.
Hammurabi aparece con un turbante, como Gudea, pero tiene barba semítica, mientras que Shama con
larga barba postiza se toca con tiara de cuernos, estos cuernos, atributos de santidad, son al parecer
consecuencia de la divinizacion del toro salvaje del bajo Eufrates Rompe con la idea de la frotnalidad
de los personajes. Con escorzos. Inmutable la ley le al ser escrita sobre piedra.
ARQUITECTURA
o Características
- Caracter civil y funerario: las principales construcciones son el palacio y las tumbas. Se representa el
poder de los emperadores pero de manera pacifista.
- Arquitectura adintelada y abovedada: en el periodo Aqueménida lso sistemas de construcció n son
principalmente adintelados, mientras que en el periodo Sasá nida son abovedados
• material
- Piedra: abundante en Irá n
- Ladrillo
- Madera
• Elementos arquitectónicos
o Sustentantes:
- Muro
- Columna: tiene especial importancia como soporte de techumbres aditeladas. Se
caracteriza
- por la esbeltez de sus proporciones, que
parece influida por las jó nicas. Consta de:
- Basa acampanada
- Fuste estriado
- Capitel: compuesto por varios elementos:
- Una especie de flor abierta que recuerda al
capitel
- egipcio
- Sobre este, otro cuerpo prismá tico con mú ltiples volutas, inspirado sin duda en modelos
helenicos
- Y por ultimo dos semicuerpos animales -toros, grifos, caballos- unidos por el tronco
- Sustentados:
- Dintel (periodo Aqueménida)
- Arcos y bó vedas (periodo Sasá nida)
La escultura persa agrega muy poco a la mesopotá mica, limitá ndose a continuar la tradició n de ésta, si
bien, dada la fecha mucho má s tardía se beneficia de la influencia griega; a ella se debe la
interpretació n de la figura humana con un sentido de elegancia que falta en la escultura puramente
mesopotá mica
Los temas principales son:
- Los toros alados antropomorfos, que pierden la quinta pata con que aparecen en los modelos asirios,
y arquean sus alas hacia arriba.
- Luchas de animales, como el leó n atacando al toro, pero el relieve de animales de tipo naturalista
desaparece
- Y lo mismo que se esculpen las cacerías reales, tampoco se narran y alas campañ as del monarca Los
relieves que decoran las terrazas sobre las que se levantan los palacios se expresan en un lenguaje
menos sangriento que los asirios. Lo que nos muestran son comitivas de embajadores portando
ofrendas al soberano, o el desfile de la guardia real, como es el caso de:
- Los que decoran la escalinata del palacio de Darío en Persépolis.
- El desfile de los arqueros en cerá mica vidriada y policromada del palacio de Artajerjes en Susa:
sobre un fondo azul desfilan en actitud parsimoniosa los arqueros de rostros iguales (rostros sello),
sosteniendo con las manos la lanza y el carcaj a la espalda, vestidos con largas tú nicas, rostros
barbados de rizo menudo, semejante al de la cabellera. La representació n de las figuras es de perfil
con el ojo de frente.
Relieves del zócalo de la apadana y escaleras de Persépolis.
Friso de los arqueros reales (Los inmortales) del Palacio de Susa (el otro importante junto con el de
Persépolis)