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ARTE MESOPOTÁMICO

Contexto histórico
Mesopotamia es una fértil llanura aluvial por donde discurren los ríos Tigris y É ufrates, linda con
los modernos estados al este con
Irá n, al oeste con Siria, al norte con
Turquía y al sur con Arabia Saudí y
Jordania. A lo largo de la historia y
hasta la má s reciente actualidad se
ha destacado por su inestabilidad
política.
Ya en el VI milenio a. C. pueblos
nó madas se asentaron en esta
regió n, se dedicaron a la agricultura
y se agruparon en pequeñ os
poblados. La riqueza de la zona provocó la aparició n de diferentes oleadas invasoras.
En consecuencia, surgieron jefes militares que controlaban la economía; la població n se fue
concentrando en las ciudades y hacia el 3000 a.C. apareció la escritura. Mesopotamia fue una
encrucijada tanto geográ fica como cultural y las continuas invasiones se plasmaron en el arte.
En la baja Mesopotamia encontramos dos pueblos: los sumerios y los acadios que se agrupan en
ciudades-estados y viven en continuas luchas hegemó nicas.
El rey acadio Sargó n el Viejo unificó ambos territorios hasta la invasió n de pueblos procedentes de las
montañ as de Zagros. Durante el periodo neosumerio la baja Mesopotamia vuelve a unificarse y
consigue una gran prosperidad econó mica y cultural. Tras diferentes luchas dinásticas, estos
pueblos se unirán formando los imperios babilónicos.
Sumerios y acadios crearon las ciudades-templo y una civilización burocrática. Las obras de arte
sirvieron para glorificar a las divinidades, pero también para atraer su protecció n.
En el norte, los asirios fundaron un gran imperio basado en su poderío militar. Introdujeron el hierro
y el caballo como animal de carga, y sus reyes fueron grandes guerreros.
Construyeron palacios-fortaleza y en los relieves representan escenas de conquista y sumisió n de
pueblos. Las manifestaciones artísticas, en concreto los palacios, exaltará n el poder y la fuerza de los
reyes.
Las manifestaciones artísticas se dan desde época temprana y sufrirá una evolució n durante miles de
añ os, ya que la Mesopotamia antigua se desarrolla desde el 3000 a.C. hasta el 539 a. C. Por ello, aunque
haya características comunes a todos los artes mesopotá micos de esta época, no podemos hablar de
inmovilidad.
Ya entre los añ os 5000-3500 se dan manifestaciones culturales importantes en la zona, como es el
caso de la cerámica prehistórica de El-Obed, cerca de Uruk.
Entre el 3500 y 2800 se desarrolla una gran cultura en Uruk (Etapa de Uruk), con restos
arquitectó nicos y escultó ricos importantes, y que marcan las características dominantes en
Mesopotamia a partir de este momento, pero que evolucionará n.
A partir de entonces se desarrollan las etapas histó ricas:

CIVILIZACIÓN SUMERIO-ACADIA:
En ella el arte se sitú a al sur de Mesopotamia, en la llamada Mesopotamia Anterior.
- É poca Sumeria (2800-2340 a. C.), con capital en Ur, donde se desarrolla la I Dinastía de Ur que
domina sobre otras ciudades Estado. Hay un gran desarrollo de arte y documentació n sobre los
reyes de la dinastía.
- É poca Acadia (2370-2230 a. C.), con capital en Acad, se desarrollan las grandes dinastías
acadias. Decae el poder sumerio por la invasió n de los semitas que dominan esta dinastía.
- É poca Neo-Sumeria (2230-1800 a. C.), con capital en Lagash. Los gú teos derrocan a los
acadios, pero muestran gran incapacidad para gobernar, lo que supone el renacimiento
sumerio que dominan ciudades como Acad, Lagash y Uruk. Será Lagash la que tenga las
dinastías má s poderosas, es la época de Gudea de Lagash. También hacia el 2000 volverá a
florecer la cultura de Ur, con el rey Urnammu de la III Dinastía.

CIVILIZACIÓN ASIRIO-BABILÓNICA:
En ella el arte se sitú a al norte de Mesopotamia, o Mesopotamia Superior.
- É poca Paleo-Babiló nica (1800-1550 a. C.), con capital en Babilonia. Los habitantes de Elam
destruyen la ciudad de Ur, y será la ciudad de Babilonia la que inicie su etapa de esplendor
cultural. El gran rey de esta época es Hammurabi. Se sucede la invasió n de los casitas e hititas
que acaban con el poder babiló nico y controlará n el territorio durante los siglos XVI y XV a. C.
Con poco control real por su cará cter salvaje.
- É poca Asiria (1550-626 a. C.), con capital en Assur. Los asirios toman Mesopotamia e imponen
su cultura, má s primitiva y beligerante que la babiló nica. De entre sus reyes destacan
Assurnasirpal, Sargó n II y Assurbanipal, aunque con este ú ltimo caerá su imperio, Azur será
saqueada, así como la otra gran ciudad, Nínive.
- É poca Neo-Babiló nica (626-539 a. C.) con capital en Babilonia. Nabucodonosor retoma el
poder en nombre de los babiló nicos, pero esta época supondrá también el fin de la historia
mesopotá mica al sufrir las invasiones persas, con Ciro a la cabeza, que toma Babilonia en el 539
a. C. El tipo de organizació n política es de ciudades-estado, cada ciudad tiene su rey, la mayoría
de carácter totalitario y con gran poder de los sacerdotes. La ciudad que domine marcará la
época de civilizació n, y su població n dará nombre a dicha época. Las técnicas constructivas son
comunes a las dos épocas, que ú nicamente aparecen condicionadas por los elementos
constructivos.
En el arte se da mucha importancia al mundo animal, pero también es importante la
individualidad, con lo que desde el principio aparecerá n como elementos importantes los
cilindro-sellos. Pero en el arte se manifestará principalmente un carácter religioso,
especialmente en las primeras etapas.
En cualquier manifestación artística se dará gran gusto por el colorido, utilizándose la
técnica mural con profusión para llenar cualquier tipo de muro.

Características generales de la arquitectura


En cuanto a la arquitectura cabe destacar la aparició n de las primeras ciudades-Estado. É stas se
rodeaban de murallas, las viviendas se disponían unas junto a las otras y las calles tenían un trazado
irregular.
- Uso de materiales como la madera (principalmente para las cubiertas), piedra (poco utilizada),
principalmente el ladrillo realizado de adobe y arcilla, en ellos se incrustan pequeñ as teselas en
forma de cono para dar mayor resistencia al ladrillo, a la vez que se decora de forma
característica.
- Habitaciones suelen ser alargadas, cubriéndose con maderos longitudinalmente. La piedra se
utiliza poco, por su escasez, se limitará a pequeñ ísimos ejemplos.
- El tipo de arquitectura es variado, ya que utiliza tanto el dintel como el arco y la bóveda,
cuando aparezcan cúpulas serán en gran parte falsas. Esto se debe a que el ladrillo permite
realizar con facilidad este tipo de construcció n, mientras que la piedra de tamañ o monumental,
como es el caso de Egipto, no se presta a la realizació n de formas abovedadas. La utilizació n de
arco, bó veda y cú pula se da desde época muy antigua como herencia de las antiguas casas
realizadas en barro en época prehistó rica.
- El tipo de sustento es el pilar de ladrillos, lo que no quiere decir que no conocieran la
columna, pero su realizació n es má s complicada si no se tiene piedra. Las columnas que
aparecen se realizan de conglomerado de materiales.
- Los muros son gruesos, ya que el adobe es débil y tiende a deshacerse por culpa de la erosió n,
por ello colocan pocos vanos o ventanas y puertas. Los muros no suelen ser lisos, ya que
colocan gran cantidad de entrantes y salientes, jugando con la luz. También se decoran
con franjas horizontales unas má s salientes que otras para jugar con la luz.
- Tipos de construcción:
 CASAS: las casas de arcilla eran de construcció n simple, distribuidas alrededor de un patio
central.
 PALACIOS: los palacios destacan por sus habitaciones largas y estrechas, debido a que los
techos se cubrían con madera de palmera colocadas de forma trasversal. Tienen muros
gruesos, pocas ventanas y se divide en dos zonas: una administrativa y otra para recepciones y
habitaciones reales. No hay un orden concreto en la colocació n de las estancias. La ciudad en
época Asirio-Babiló nica aparecía rodeada por una gran muralla, abierta por grandes puertas.
Junto a ella se sitú an zigurat y palacio, ya que la gran cantidad de invasiones obligaba a que
reyes y sacerdotes tuvieran que abandonar las ciudades frecuentemente, la cercanía a una
salida se lo facilitaba.
 TEMPLOS: el templo constituye una de las construcciones má s importantes del arte
mesopotá mico, se encuentra dentro del recinto sagrado, siendo también centro econó mico de
la ciudad. Los má s antiguos tienen una estructura sencilla, a veces con solo una sala, de manera
que se sabe que eran templos por la aparició n de estatuillas dedicadas a las divinidades, o
pinturas. La representació n de la divinidad se encontraba en una parte especial dentro del
templo. Una de las características de todo templo mesopotá mico es que al iniciarse su
construcció n se ponían en su base las llamadas “figuras clavo”, que eran representaciones
divinas sobre las que se construyen los muros para evitar que caiga el templo. Con el paso del
tiempo se complicará la estructura de los templos y se convertirá n en un edificio con una sala
tripartita con la entrada lateral. Con la mayor importancia de los templos es mayor el grosor de
sus muros, con muchos entrantes y salientes. También se desarrolla dentro del Templo una
edificació n, el Zigurat, construido con ladrillo en forma de pirá mide escalonada, al que se
accede por medio de rampas ascendentes, que en los ejemplos má s antiguos eran escaleras. Se
solía construir sobre una base de colina artificial, para que quedara aú n má s alto. Los primeros
ejemplos de Zigurat que han llegado a nosotros datan del siglo XXV a. C. La mayoría de Los
zigurats muestran planta rectangular, y se dispone en cuerpos superpuestos en la forma de la
pirá mide escalonada egipcia, formando grandes terrazas y coronado por un pequeñ o templete
en el que se oficiaban los sacrificios a los dioses, aunque también servía de observatorio
astronó mico.
 ENTERRAMIENTOS: Respecto de los enterramientos, depende de la categoría social del
personaje enterrado se distinguen: Tumbas de gentes del pueblo y las tumbas de grandes
señ ores y reyes. É stos suelen disponerse de forma parecida a los enterramientos egipcios, con
grandes corredores que unen diferentes cá maras, unas para guardar riquezas, otras puramente
de enterramiento. Por lo general se entierra al rey junto con la reina y parte del ejército. A
pesar de ello, los mesopotá micos no creían en la vida después de la muerte, sino que el ejército
enterrado servía para defender de forma imaginaria las riquezas enterradas con el rey. Es en
ellos dó nde má s aparece el arco y la bó veda, e incluso llegan a realizar falsas cú pulas, en forma
de cú mulos.
- Las etapas de la Arquitectura Mesopotá mica se corresponden con las 6 civilizaciones que
ocuparon este territorio:

ARTE SUMERIO (3.000-2500 a. C.)


ARQUITECTURA
Principales características
- Uso de la arcilla como material y la argamasa como el betú n, relacionado con el culto a los
dioses.
- Muros de gran grosor y construcciones sobre terrazas y plataformas
- Muros revestidos de mosaicos y ladrillos
- Uso de bó vedas para cubrir los muros con procedimientos poco sofisticados.
- Dependiendo del tipo de sociedad destacan templos religiosos o palacios.

TEMPLOS: centro del poder religiosos y civil, con un proceso de experimentació n arquitectó nica.
- ZIGURAT DE UR. H. 2950-2900 a. C.
El edificio está construido en su mayor parte con adobe, para su revestimiento es posible que
se utilizara ladrillo, en su forma original tenía una planta rectangular a partir de la cual se
elevarían en la mayoría de los casos tres cuerpos o terrazas, aunque algunos llegarían a tener
incluso siete. Encontramos tres cuerpos, dispuestos con muros en talud, y en el ú ltimo cuerpo
se construiría un templete que estaría consagrado a un Dios y en el que se realizaría una
deposició n de ofrendas e incluso sacrificios y otros ritos religiosos. Los tres cuerpos estarían
construidos con ladrillos de adobe con gruesos muros y rellenados con tierra, sobre el que se
construiría el cuerpo superior. Para acceder al templo de la parte superior se construirían una
serie de escalinatas, en la fachada principal se encontraría la escalinata má s importante sobre
la que seguramente circularían procesiones para los dioses. Tanto en el templete, como en la
conjunció n de las escalinatas, observamos la utilizació n del arco de medio punto y la bó veda de
cañ ó n. Todo el edificio deja adivinar su estructura interna desde su vista exterior. No se emplea
ningú n tipo de elemento decorativo en el exterior, sin embargo, la disposición de una especie
de hornacinas en los muros exteriores, dotan de ritmo y cierto dinamismo al conjunto
arquitectónico.
La funció n principal del zigurat era servir como casa de Dios, era una construcció n concebida
como una montaña simbólica, que trataba de emular a las montañ as naturales que servían de
morada a los dioses. El zigurat de Ur estuvo dedicado a la diosa lunar Nannar. Es posible que
también sirvieran de observadores astronó micos, ya que la religió n estuvo muy ligada a la
astronomía y astrología, que permitían conocer los ciclos agrícolas, base econó mica del
Creciente Fértil.
El zigurat de Ur, es una de las mejores muestras de la arquitectura de una de las culturas má s
antiguas y uno de los ejemplos mejor conservados de esta tipología arquitectó nica.

ESCULTURA
Características generales de la escultura y bajorrelieves
- La escultura es de pequeñ o tamañ o debido a la escasez de piedra.
- Se hace hincapié en el rostro (ojos engastados y de gran tamañ o, expresió n seria)
- Las manos aparecen juntas delante del pecho; y los trajes tienen inscripciones cuneiformes.

En los bajorrelieves las figuras aparecen distorsionadas: cabeza, piernas y pies de perfil; ojos, tocado y
torso, de frente (BUSCAR). Ademá s, no saben representar la perspectiva ya que todas las figuras
tienen el mismo tamaño y se sitúan en filas. Los temas predominantes son las escenas de caza, las
guerras y los animales fantásticos.
- Nos encontramos con hombres y mujeres orantes
- Con las manos juntas
- Con rasgos étnicos acusados.
- De diversos materiales: yeso, alabastro, caliza, diorita y otras piedras volcá nicas.
- Ojos fijos en el cielo, realizados en lapislázuli, cornalina o concha.
- Los hombres con el torso desnudo y kaunakes por debajo.
- Las mujeres con una túnica semejante al kaunakes o lisa y generalmente con el hombro
derecho al descubierto, pero se conservan muy pocas figuras femeninas exentas.
- La mayoría miden entre 40 y 60 cm, aunque hay alguna excepció n obviamente.
- Por su aspecto físico se puede saber de qué regió n o ciudad son: En Ur y Lagash los hombres
tienen el crá neo pelado, la cara afeitada y el canon es corto, en la regió n del Diyala (afluente del
Tigris) suelen aparecer barbudos y melenudos y en Mari el crá neo pelado y abundante barba.

EL INTENDENTE EBIH-IL DE MARI: datada hacia el 2500 a. C.


Hoy se encuentra en el Museo del Louvre. Se trata de una talla de
bulto redondo, en alabastro y con incrustaciones de lapislá zuli,
de una figura masculina barbada, sedente y con actitud orante,
con los brazos cruzados sobre el pecho, con el torso desnudo y
vestido con la prenda típica, el kaunaké de lana. La concepció n de
esta obra responde a la estatua-bloque, es de gran suavidad,
debido a un pulido muy fino, y se diferencian distintas
texturas, como el mimbre del asiento, la lana del kaunaké y la
barba, trabajada con tirabuzones. La escultura utiliza algunos de
los convencionalismos típicos de esta época, como es el uso de la
Ley de la Frontalidad, ya que la escultura está concebida para ser
vista de frente, el centro de atracció n son los grandes ojos del intendente enmarcados bajo grandes
cejas. Al mismo tiempo esta presenta hieratismo o falta de expresió n, para romper con esto se utiliza
la conocida como sonrisa arcaica, que no es má s que una sonrisa forzada, y permite que veamos al
intendente en una postura menos seria. También se aplica la Ley de la Simetría, así como cierta
reducció n de las formas a cuerpos geométricos simples. A pesar de su naturalismo, es un ejercicio
de abstracció n, que trata de reducir las formas a realidad a formas simples, ideales que sean
capaces de transmitir un concepto. La funció n de este tipo de figuras era de carácter votivo, se
representaban a las personas en estatuillas se colocarían en la cella del templo, en posició n orante y
reverente ante la deidad del templo. Ademá s, la misma figura representa el estatus social del
representado, en este caso se trata del intendente del Templo de Ishtar, no todo el mundo podría
tener una escultura votiva de este tipo en el templo, privilegio reservado a sacerdotes, familia real y
funcionarios. En la Antigua Mesopotamia, se desarrolló una religió n muy importante, que dominaba
todos los aspectos de la vida de los ciudadanos. Se trataba de auténticos estados teocráticos, donde
reyes y sumos sacerdotes a menudo se emparentaban o servían de mediadores entre los dioses
y los hombres. En una sociedad piadosa y temerosa de Dios es ló gico que se desarrollara un tipo de
arte votivo, como es el caso de esta escultura del Intendente Ebih-il. Esta escultura participa de
algunos convencionalismos, como la Ley de la Frontalidad, la Simetría, el Hieratismo, que podemos
encontrar en culturas coetá neas como la del Antiguo Egipto. No obstante, la escultura Mesopotá mica,
que se desarrolla en un entorno habitado por diferentes pueblos como sumerios, acadios, babilonios,
sufrió un proceso de intercambio y asimilació n cultural que le llevó a evolucionar a formas más
naturalistas y realistas. Con todo, durante, el Periodo Neosumerio, podemos apreciar una vuelta a
las formas aquí representadas, como se observa en las figuras del Patesi Gudea.
DAMA DE WARKA (protosumerio) Está escultura fue fechada
hacia el añ o 3.300 a.C., durante el período de Uruk
(comprendido entre el añ o 3.800 a.C. y el añ o 3.200 a.C.), este
período comprende la civilizació n sumeria (regió n histó rica
de Oriente Medio, entre los ríos É ufrates y Tigris).
Actualmente está regió n es Irak. Se trata de una escultura
fabricada en alabastro (piedra caliza metamó rfica, má rmol)
con toques en lapislá zuli, betú n y lá minas de oro, esta
escultura es una placa en alto relieve con una altura de 20 cm.
La escultura está considerada una de las primeras piezas de la
historia en las que se refleja un rostro femenino. Es una
representación geométrica, con la nariz que sería el eje
simétrico.
La parte posterior de la escultura es plana, por lo que se cree que podría haber estado adosada a un
muro. Posiblemente formaba parte de una escultura de tamañ o casi natural.
La escultura tiene una textura fina en el trazado del rostro. Tiene los ojos huecos y grandes. Se puede
deducir que en los ojos destacarían las pupilas, convirtiendo la mirada en una parte fundamental de la
obra. Mantiene la forma de las cejas, que también está n huecas, se observa como hay una continuidad
en las cejas que representaría los rasgos típicos de la zona. Su expresió n es serena y tranquila y
guardan una mayor proporció n. En la parte alta de la cabeza hay situada una ranura lo que indica que
lo má s probable es que llevara una peluca o un tocado, que no se ha conservado (seguramente sería de
oro). La escultura se cree que es una representació n de la diosa sumeria Eanna o Inanna. Así mismo se
cree que podría haber sido policroma con colores como el carne para la piel y demá s colores para
distintos adornos y detalles.
ORANTE DE DIYALA (Acadio?)***
RELIEVES
- Suelen ser placas o estelas generalmente que se colocaban en los muros de los templos, por eso
tienen un orificio central para sujetarlas.
RELIEVE DE UR-NANSHE. Louvre. 2494-2465 a. C. Nos encontramos ante una placa votiva, destaca
un agujero en el centro que debería ser utilizado para colocarlo en las paredes del templo. Se trata de
un bajo relieve, figurativo, que se divide en dos registros, uno superior, que muestra al rey Ur Nanshe,
fundador de la primera dinastía de Lagash, portando en su cabeza un cesto de ladrillos para la
construcció n del templo, en frente de él, aparecen los miembros de la familia real, con los brazos
cruzados en posició n orante. En el registro inferior se muestra una escena de simposio o banquete,
donde aparece el rey en primer término con una copa y
alrededor la familia celebrando seguramente la fundació n del
templo. Como observamos en la imagen, la talla es bastante
tosca y no ha sido pulida, no obstante, se pueden distinguir
distintas texturas, como la de los "kaunakes" o faldas que se
realizan con lana de carnero y la piel de las personas que se
muestra lisa. Es posible que estuviese policromada, aun así, no
se observan restos de pinturas en la placa. Tiene un cará cter
narrativo y presenta las escenas en distintos registros que se
leen de arriba hacia abajo. La escultura mesopotá mica se caracteriza por la utilizació n de algunos
convencionalismos que son visibles en la placa de Ur Nanshe, uno de ellos es la perspectiva jerá rquica
que nos muestra al rey en un tamañ o muy superior respecto al resto de personas. También se utiliza
la Ley de la Frontalidad, en este caso con la aplicació n de la conocida como perspectiva torcida que
presenta el cuerpo de frente, mientras los miembros y la cabeza se muestra de perfil. Otra de las
convenciones utilizadas es una representació n hierá tica, prá cticamente sin expresió n y la isocefalia,
donde todos los personajes se representan de forma idealizada sin que se aprecien rasgos personales
o particulares que los distingan a unos de otros. Por otro lado, observamos que los personajes se
representan sobre un fondo plano con inscripciones en escritura cuneiforme, sin que exista una idea
de profundidad o de espacio representado. La estela de Ur Nanshe, tiene en primer lugar un cará cter
narrativo, una de sus funciones era transmitir tanto a los coetá neos como a las generaciones venideras
el relato de unos hechos, en este caso, la construcció n del templo por parte de Ur Nanshe. De este
modo, el rey se convertía en una especie de mediador entre los dioses y los hombres. Por tanto,
tiene un significado religioso y votivo. Dentro de la escultura Mesopotá mica, encontramos
escultura de bulto redondo y relieves. Dentro de los relieves podemos distinguir unos con un cará cter
religioso y votivo, como es el caso de la Estela de Ur Nanshe y otros con un cará cter má s político como
pudiera ser la Estala de Naram Sim, que narran escenas de guerras o de caza para glorificar al rey. En
cualquier caso, la mayoría de los relieves mesopotá micos adoptan una serie de convencionalismos en
su ejecució n como la isocefalia, la ley de frontalidad, la perspectiva jerá rquica o el hieratismo. Todos
estos elementos no suponen sino un ejercicio de abstracción, reduciendo los elementos a ideas
fundamentales que facilitan la comprensión a un público o población en su mayoría analfabeta.
No es extrañ o, que muchos de estos convencionalismos se repitan siglos después en el Arte Romá nico
que pretendía dotar a los relieves religiosos de un carácter divulgativo y didáctico. Sin duda, la
Estela de Ur Nanshe es uno de los ejemplos paradigmá ticos del relieve mesopotá mico, que influirá en
épocas posteriores como la ya citada Estela de Naram Sim o el Có digo de Hammurabi.
LA ESTELA DE LOS BUITRES. Louvre. H. 2450 a. C.: Nos encontramos ante un imagen de la conocida
como Estela de los Buitres, encargada por Eannatum de Lagash hacia el 2450 a. C., bajo relieve, de
cará cter narrativo, que divide la historia en dos
registros horizontales. En el superior, aparece una
hilera de soldados pertrechados con escudos y
lanzas, detrá s del rey Eannatum, en la escena, los
soldados pisotean sin piedad los cadá veres del
ejército rival. En el registro inferior, aparecen
también una serie de soldados dispuestos en
diagonal y pertrechados con lanzas siguiendo al
rey. Se trata de una campañ a contra la ciudad de
Umma a la que consiguieron conquistar. Una de la principales innovaciones de la escultura
mesopotá mica será la aparició n del relieve narrativo. Con esta Estela de los Buitres nos encontramos
seguramente ante una de las primeras escenas
históricas y bélicas de la historia. Como la mayoría de
la escultura mesopotá mica, responde a una concepció n
del arte como idea, no se trata de representar la
realidad, por lo que los personajes, y los objetos sufren un
proceso de reducció n que los reducen a formas esenciales
que permiten una mejor comprensió n de la historia por
los espectadores. Para conseguir esa claridad conceptual
se hace uso de ciertos convencionalismos como el uso de la visió n rectilínea, que podemos observar
por disponer a las figuras con el torso de frente y los miembros y cabeza de perfil. En el caso del
primer registro, vemos que la representació n de los soldados tras sus escudos se resuelve con poca
fortuna, entre otras cosas, porque no existe un empleo de la perspectiva geométrica o puntos de fuga,
ni tampoco ningú n sistema de que profundidad a la escena, por lo que vemos un conjuntos de manos
que sujetan lanzas sin que sepamos muy bien a quienes pertenecen, tampoco coinciden el nú mero de
cabezas con el de pies, lo que nos lleva a concluir la importancia de los convencionalismos en la
representació n de esta época. También se recurre a la isocefalia, donde los soldados tienen toda la
misma cara, sin que sea observable diferencias particulares o alusió n a los rasgos particulares de los
personajes. El empleo de una perspectiva jerá rquica, donde el rey es representado con un tamañ o,
muy superior al resto. La Estela de los Buitres, tiene una funció n narrativa y conmemorativa de la
batalla librada por el rey Eannatum de Lagash contra la ciudad de Umma. Sin embargo, se
desprende una funció n simbó lica y propagandística que trata de enaltecer el poder y fuerza militar del
propio rey. La cultura mesopotá mica fue una cultura fundamentalmente guerrera, todos los pueblos
que rodearon la cuenca de los ríos Tigris y Eú frates ambicionaron ocupar el Creciente Fértil. desde
sumerios en el sur, acadios y otros pueblos como los babiló nicos. Ademá s, un sistema político basado
en la ciudad-estado hizo que muchas veces se dieran enfrentamientos entre ciudades del mismo
pueblo o cultura, por motivos diversos como pudieran ser problemas fronterizos, influencia sobre
rutas de comercio, o pugnas por los recursos hídricos. Desde luego, esta Estela de los Buitres, es el
reflejo de este tipo de sociedad bélica, y muchos de los convencionalismos adoptados tenían la
finalidad de exaltar, en un ejercicio de propaganda política, al propio rey, el uso de una serie
de convencionalismos, como hemos descrito anteriormente, permite o facilita la asimilación de
los conceptos a una sociedad analfabeta. Lejos de tratar de establecer una influencia directa,
sabemos que muchos de estos convencionalismos se volvieron a utilizar durante el Romá nico, con el
mismo sentido propagandístico y divulgativo, aunque con un contenido diferente como era la Gloria
de Dios.
GLÍPTICA
- Piezas de caliza, má rmol y otros materiales preciosos
- Forma cilíndrica
- Finalidad practica se convirtieron en amuletos
- Motivos geométricos que evolucionan a escenas de caza, llegando a una temá tica simbó lica

SELLO CILÍNDRICO. Louvre. 2600-2340 A. C. Cilindro-sello de Gilgamesh: cilindros muy pequeñ itos,
de unos 4 cm. Pasaron incluso a ser objetos a modo de amuleto. Se tallaban para pasarlos por el barro
y decorar superficies en serie. Estaban muy generalizados y llegaron a ser objetos religiosos, de
protecció n. En un principio eran figuras má s abstractas, pero luego se generaliza la iconografía
Gilgamesh. Personaje que suele aparecer luchando con leones y con un arma en la mano.
PINTURA/TARACEA
ESTANDARTE DE LA GUERRA Y DE LA PAZ. Museo Britá nico. H.
2500 a. C.: La técnica de la taracea, que consiste en la
incrustació n de pequeñ as plaquitas ná car, lapislá zuli, alabastro
o conchas sobre madera, aparece en el Arpa Real, pero también
en el memorable una pieza de pequeñ o tamañ o decorada por
ambas caras por el panel de la guerra y que ademá s de su
trascendencia artística constituye un magnífico documento
histó rico que nos informa de las costumbres propias de los
sumerios.
ARTE ACADIO (2500-2150 a.C.)
La nueva coyuntura acadia hizo que el arte se pusiese al servicio de la exaltació n política y militar del
soberano, lo que determinó de entrada la reducció n de la producció n artística destinada a lo religioso
a favor de la civil.
En lo que se refiere estrictamente a la arquitectura hemos de señ alar que el conocimiento que
tenemos hoy en día de ella es reducido, pues incluso sus dos principales ciudades, Akkad y Sippar, no
han sido todavía descubiertas.
arquitectura
Sí sabemos que la exaltació n del poder del soberano debió inclinar el interés constructivo hacia la
arquitectura civil protagonismo que antes no había tenido
Desarrollan los palacios y los templos, y se preocuparon por la restauració n de los edificios sumerios.
- Má rmol, alabastro y yeso, en Pequeñ as Cantidades.
- Zigurats -fueron el cénit de la arquitectura acadia.
- Estaban vinculados con los astros y religió n.
- Eran La Montañ a sagrada -origen de la tierra y fertilidad.
- Estas eran el lugar donde residían los Dioses y para relacionarse con estos.
PALACIO DE NARAN-SIN (2254-2218 a. C.) en Tell Irak,

ESCULTURA
MÁSCARA DE NARAN-SIN. M. BAGDAG. 2254-2218 a. C. La má scara esta realizada
a tamañ o natural, tiene una altura de 36 cm, es una pieza metá lica fundida en
bronce con incrustaciones (aunque las incrustaciones se han perdido). Se puede
apreciar como el lado derecho se encuentra mutilado de forma intencionada lo que
explica la ausencia de las incrustaciones que tenía.
La má scara está trabajada con gran precisió n, se pueden apreciar la suavidad de
formas en los rasgos de la cara: los labios carnosos, la nariz aguileñ a, los pó mulos
marcados y los detalles de la barba. Vista de perfil se puede apreciar el tocado que
ciñ e la cabeza, este tocado recuerda al casco de Meskalamdug, también se aprecia el moñ o en el que se
anuda el cabello. Tanto el tocado como el cabello está n representados con formas má s planas que
contrastan con la barba, que está representada de forma má s pictó rica. Se puede afirmar que no se
trata de un retrato realista sino de una composició n cuyo objetivo es idealizar la fisonomía del rey,
como un monarca poderoso.
ESTELA DE NARAN-SIN. Louvre. H. 2250 a. C. se construyó en Sippar aproximadamente en el 2.250
a.C., para conmemorar la victoria del rey Naram-Sin, nieto de
Sargó n I de Acad, sobre la tribu de los lullubi de los montes
Zagros. En ella se ve un paisaje montañ oso, con á rboles, donde se
desarrolla una escena en la que prevalece la figura del rey
Naram-Sin, de mayor tamañ o que sus sú bditos y enemigos y
coronado con un casco con dos cuernos, propio de los dioses
(mencionado en el texto de la estela indicando claramente la
consideració n divina del rey). El rey vencedor aplasta con el pie a
los cadá veres de sus enemigos, mientras mata a otros dos y
algunos caen despeñ ados. Los soldados acadios desde un nivel
inferior alzan la cabeza como signo de admiració n y respeto por
su soberano rey. En este grabado se observa una estilizació n de
las figuras humanas con respecto a las representadas en la estela
de los buitres. Para exaltar el poder y la figura del gobernante, ya
no se divide en estratos sino en una sola escena, con una
composició n de cará cter ascendente. Con la presencia divina en forma de astros, el protagonista de la
escena es el rey no la divinidad. Uso de la escritura cuneiforme para explicar la escena. Tallado en
diorita. Se representa a un monarca victorioso, con un sentido narrativo. Relieve con bulto notable.
Con el brazo por encima y el otro agarrando un arco, visió n rectilínea. Algo de “escorzo”, con sentido
de modelado. En el casco los cuernos representan a la divinidad. Está decorada por una cara. La forma
de la estela es la misma que tiene la montañ a, encima de la cual en dos o má s, posiblemente Tres. Hay
un sentido ascensional, de forma oblicua pero no hay separació n en frisos. Victoriosos los guerreros
van andando y mirando hacia arriba. El rey, grande má s, lleva una corona con cuernos que le identifica
con la divinidad, es la primera vez que Este Símbolo, que es ostentació n. Ademá s del poder. Los que
camina en pisan los vencidos, que está n desnudos. El rey mata un hombre un con una lanza,
mostrando gran movimiento.
DIOSA. Louvre. H. 2300 a. C. Quizá s sea Ishtar-Eshnunna de los Acadios. Tiene tiara de la divinidad.
Con cetro de la doble serpiente, quizá s como simbología médica Tiene tú nica de flecos semejante al
kaunakes.

ARTE NEOSUMERIO (2.150-2.015 a.C.)

ARQUITECTURA
El Renacimiento sumerio es un período de la historia de Mesopotamia que comprende los añ os entre
la caída del Imperio acadio y el período de las dinastías amorritas de Isin y Larsa —ambos con
gobiernos de origen semita—, entre los siglos XXII a. C. y XXI a. C. 2.154-2.004
Dentro de esta etapa se destacan los añ os de la llamada Tercera Dinastía de Ur o Ur III, por darse en
estos una nueva hegemonía que abarcaría toda Mesopotamia, esta vez con la ciudad de Ur a la cabeza.
Se llevó a cabo un plan de intervenció n urbanística y arquitectó nica sobre Ur, para servir a los
intereses del Estado y su ideología.
Entre los objetivos estuvieron la construcció n de obras de ingeniería, así como nuevos edificios, entre
los cuales cobró forma definitiva el templo por antonomasia de la arquitectura mesopotá mica: el
zigurat.
ZIGURAT DE UR (2230-1800 a.C.): el zigurat consistía en una construcció n maciza, realizada en adobe
y recubierta de ladrillo, de planta cuadrada o rectangular, con paredes en talud y articuladas mediante
entrantes y salientes. Se encontraba en los recintos sagrados del corazó n de las ciudades,
normalmente englobando los
basamentos de construcciones
anteriores. Se erigía mediante una
sucesió n de terrazas superpuestas en
nú mero impar y de forma decreciente,
configurando una estructura en torre
escalonada construida en ladrillo, una central y dos laterales perpendiculares. El total era una
estructura singular, só lida y maciza. Fueron muchos los zigurats que se elevaron en Mesopotamia en
época Neosumeria, pero el primero y el que marcó la pauta fue el realizado en Ur por Ur-Nammu,
dedicado a la diosa lunar Nannar. Se ubicaba en el centro de un patio y tenía planta rectangular
orientada a los puntos cardinales. Constaba de tres terrazas, a la primera de la cual se accedía
mediante tres escalinatas. En la actualidad se conserva solo la primera terraza y parte de la segunda. A
día de hoy, no se sabe con precisió n la verdadera funció n de los zigurats, aunque la idea que parece
ser má s só lida es la que atribuye a este edificio una explicació n simbó lica relacionada con la religió n
mesopotá mica: se estaría imitando la montañ a sagrada donde se manifestaba la divinidad y donde por
tanto se producía el encuentro entre la esfera celestial y la terrestre.

ESCULTURA
Se aleja de lo visto en el periodo Acadio; repite el tipo de figura humana de canon de medidas corto
sumerio, a el pertenecen:
- Las estatuas sedentes o de pie del patesi Gudea (2.141-2.122 a.C.) de Lagash y Sírpula, vestido con el
manto sumerio que deja el hombro derecho al descubierto, de rostro imberbe, con la cabeza cubierta
con turbante y las manos unidas. Esta de aqui esta hecha en diorita y en la falda aparecen en letra
cuneiforme escritas sus azañ as.
- Figura (Gudea) orante de Ur Nammu, 2.000 a.C.
- Estela de Ur-Nammu 2.000 a.C.

Arte BABILONICo (2016-1595 a. C.**)


ARQUITECTURA
Su historia se divide en dos etapas principales, separadas entre sí por el período de dominació n asiria;
el imperio paleobabiló nico o amorrita (1792 a. C.–1595 a. C.) y el imperio neobabiló nico o caldeo (626
a. C.–539 a. C.). El imperio babiló nico fue sucedido por el persa tras las conquistas de Ciro II el Grande.
Periodo corto pero muy importante. Gobernador Hammurabi. Se desarrollan una serie de
características en el arte que luego se desarrollará por completo en el periodo Neobabiló nico
TEMPLO DE LA DIOSA ISHTAR-KITITUM- Ischali. H. 1750 a. C.: La arquitectura religiosa es buena
prueba de ello, pues se repetía el modelo de templo bajo neosumerio de patio central y cella ancha
precedida de vestíbulo, como en el Templo de Ishtar-Kititum en Neribtum. Repetía los patrones del
templo de Kafadye aunque sobre una planta cuadrada y con mayor complejidad estructural y otras
novedades como la combinació n del eje quebrado con el axial. Pero pese a esta importancia de la
arquitectura religiosa, ésta fue desplazada por el protagonismo del palacio, cuya má xima expresió n
fue el palacio de Mari. La ciudad, situada en un punto comercial estratégico, ya fue importante en el III
milenio, pero a la caída de la Tercera Dinastía de Ur, obtuvo su independencia, aunque finalmente
sería dominada por los asirios y destruida por Hammurabi.
PALACIO DE ZIMRI-LIN. Mari. H. 1780-1770 a. C.: El palacio de Zimri-Li en Mari fue el que mayor
importancia adquirió del momento, convirtiéndose en el punto de partida de toda una serie de
residencias reales concebidas como verdaderas ciudades palacio, que sentaron las bases de desarrollo
de la arquitectura palacial babilonia, asiria y persa.
El conjunto tenía una extensió n de 2,5 ha, estaba fortificado y tenía una sola puerta de acceso. En su
interior existía un elevado nú mero de patios que adoptaban disposiciones diversas, que funcionaban
como elementos de distribució n, aunque ahora se vislumbraban que eran una entidad arquitectó nica
propia.
De todos los patios, dos eran los má s importantes: el patio B era de configuració n rectangular y tenía
un acceso monumental, el patio M era cuadrado y daba paso a la zona de representació n.
Este conjunto, dotado de un alto valor propagandístico, encontró su perfecto complemento en las
pinturas murales de cará cter religioso y narrativo con las que se decoraron sus estancias, aunque
también por ser las ú nicas de este periodo.
Las mejores está n en el patio M o patio de las palmeras, con escenas del rey y la famosa pintura
llamada Friso de la Investidura.
Las pinturas recordaban los modelos sumerios: la escena de introito, los vestidos de flecos, las tiaras
de cuernos… aunque con novedades como ciertos regustos sirios e incluso egipcios. Los motivos
representados incluían las recurrentes asociaciones entre el mundo sagrado y el profano, incluyendo
escenas de gran contenido simbó lico, como la Diosa del Vaso Manante, que como símbolo de la
fertilidad fue representada también en forma de estatua.

ESCULTURA
Estela de Hammurabi
- Có digo de Hammurabi (1792-1750), estela con escritura cuneiforme en la parte inferior, que se cree
que es el primer có digo de leyes de la historia. En la parte superior representació n de Hammurabi con
Samash, que le entrega la vara del gobierno. Hecha en basalto. A este periodo pertenece la estela de
piedra de Hamurabi, que muestra en relieve en la parte superior, al dios solar Shama comunicando a
aquel monarca las leyes que aparecen grabadas en escritura cuneiforme en torno a la columna.
Hammurabi aparece con un turbante, como Gudea, pero tiene barba semítica, mientras que Shama con
larga barba postiza se toca con tiara de cuernos, estos cuernos, atributos de santidad, son al parecer
consecuencia de la divinizacion del toro salvaje del bajo Eufrates Rompe con la idea de la frotnalidad
de los personajes. Con escorzos. Inmutable la ley le al ser escrita sobre piedra.

ARTE ASIRIO (1100-612 a. C.)


Asiria es una antigua regió n del norte de Mesopotamia, que toma su nombre de la ciudad de Aššur —
del mismo nombre que Assur, su deidad tutelar—, que data de 2600 a. C.. Fundada a orillas del río
Tigris, originalmente era una de una serie de ciudades de habla acadia en la regió n. En los siglos XXV y
XXIV a. C., los reyes asirios fueron líderes pastorales. Desde finales del siglo XXIV a. C., los asirios se
convirtieron en sú bditos de Sargó n de Acad, que unió a todos los pueblos acadios y sumerios de
Mesopotamia bajo el Imperio acadio, que duró desde ca. 2334 hasta 2154 a. C. A partir de esa regió n
se formó , en el II milenio a. C., un poderoso reino que luego se convirtió en un imperio, que por
antonomasia se asocia con Asiria. Por tanto, su momento de má xima expansió n, entre los siglos IX y
VII a. C, pero esta cultura se inicio en el llamado período paleoasirio, desde el siglo XX a principios del
siglo XIV a. C. (1.500-612), con la caída de Nínive.
Su gran expansió n hizo que tuvieran influencia en el arte de muchos pueblos, como los fenicios, los
hititas, egipcios o acadios. De los acadios recogen su representació n del poder.
ARQUITECTURA
Consta de tres partes; la ciudad, la ciudadela y el palacio, ademas de estar rodeado de murallas
PALACIO DE ASSURNASIRPAL II (883-859 a. C.) en KALAKH:
PALACIO DE SENAQUERIB EN NÍNIVE. 705-681 a. C. con 200m de lado y 80 estancias decoradas con
ortostatos tallados con relieve.
PALACIO DE SARGON II en DUR SARRUKIN ((722-705), en Dur Sharrukin .Fue excavado por los
franceses Paul Emile Botta y Victor Place entre 1843 y 1852.Estaba previsto que se hiciera una ciudad
entera, aunque no se completó . Ricamente decorado. Era un claro ejemplo de las moradas cortesanas
de los feroces monarcas asirios, que todavía hoy figuran entre las má s extraordinarias construcciones
de todos los tiempos. La ciudad tenía una muralla con siete puertas que cerraba un total de unas 300
has. (3.000.000 m2). El palacio ocupaba 10 has. con 209 estancias en torno a patios, junto a la muralla.
Los pisos inferiores estaban casi intactos y tenían las fachadas estriadas, revestidas con estucos
pintados de diferentes colores.
Los palacios reales asirios no tienen aberturas exteriores, sino una inmensa muralla los rodea, por lo
que estaban aislados. Tan só lo se abren puertas en el grueso del muro con los LAMASUS.
Las partes altas estaban realizadas en arcilla sin cocer.
El propio Sargó n II dice en los textos escritos: “En este tiempo construí una ciudad con el trabajo de
los pueblos prisioneros que mis manos habían sometido y que Asur, Nabu y Marduk pusieron a mis
pies…De acuerdo con las ó rdenes de mi dios y con la inspiració n de mi corazó n le dí el nombre de DUR
SARRUKIN (fortaleza de Sargó n)”.
Sargó n II que reinó desde 722-705 a. C. solamente habitó este palacio durante dos añ os.
Después de su muerte quedó abandonado, la capital fue trasladada a Nínive por parte de su hijo y
heredero Senaquerib.
El palacio real ocupaba el centro de un lado de la plataforma cuadrangular con un inmenso basamento
de piedra y ladrillo que servía de plataforma al palacio y a la ciudad.
El Palacio real tenía su propia muralla y se alzaba sobre dos terrazas de 18 metros de altura, antes las
cuales existía una gran plaza, que venía a ser el corazó n de la ciudad. La sensació n de poder se
realzaba con la inclusió n en las puertas del palacio y de la sala del trono de grandes lamassus (cuatro
metros de altura). Dentro de la ciudadela, pero al margen de los templos y el zigurat incluidos en la
terraza del Palacio real, existía un á rea religiosa en la que sobresalía el Templo de Nabu construcció n
que incorporaba los bithilani arquitectura siria.
ESCULTURA
La escultura mesopotá mica llega a su plenitud en el periodo asirio; sus escultores son entusiastas de la
fuerza, sus hombres y sus dioses son fuertes, anchos y visten largas tú nicas, pero cuando nos dejan ver
sus cuerpos hacen alarde de su poderosa musculatura: a veces nos muestran los gruesos tendones en
que terminan sus mú sculos y las venas que los entrecruzan. Sus largas barbas y cabelleras son de rizo
minucioso y ese sentido observador es el que les hace ser grandes animalistas.
En cuanto a los temas, ahora adquieren su maximo desarrollo las campañ as guerreras del soberano,
que vimos aparecer en la “estela de los buitres” y la de Naran-Sin, y de las cacerías reales. En el
capítulo de los animales monstruosos de caracter religioso, ya cultivado por los sumerios y los
acadios, la gran aportació n asiria es el toro alado antropomorfo de cinco patas, que en realidad se
limitan a dotar de alas al toro antropomorfo sumerio. El toro alado es el animal sobre el que recorre el
mundo el dios Assur
Estos toros alados, tambien llamados lamasu, se representan con cabeza humana y piernas de leon, y
solían usarse para flanquear las entradas del palacio
- Alas simbolizan la rapidez de movimientos
- Cuerpo de toro la fortaleza
- El rostro humano alude a la sabiduría
Destacan los ortostatos: grandes paneles con escenas militares o de caza para exaltar el poder de
los gobernantes. Solían colocarse en la entrada del palacio, a ambos lados de la puerta principal.
La estatua de bulto redondo (la cual el profe no ha mencionado) continú a cultivá ndose y sigue
obedeciendo a la ley de la frontalidad, como en el caso de las estatuas exentas del rey Assur-Nasir-
Pal (s.IX a.C.), con la expresió n de una vitalidad feroz, encontradas en el palacio de Kalah.
Pero el escultor asirio prefiere el relieve, donde ya es muy frecuente que el tó rax aparezca de perfil.
Las tres principales series de relieves asirios son los que decoran los palacios de Kalah, sobre la
vida del rey Asur-Nasir-Pal (883-839 a.C.); los de Khorsabad sobre la vida de Sargon II (721-705
a.C.) y su nieto Asurbanipal. De este monarca hay que destacar los relieves dedicados a la caza del
leon, en uno de los cuales vemos al monarca a galope sobre su caballo, hundiendo su lanza en la
fiera. Pero las obras maestras son las que presentan a estos animales atravesados por las flechas.
- La leona herida (abajo), en alabastro, es una de las obras cumbres de la escultura animalista;
el poderoso esfuerzo realizado por el animal con la parte anterior de su cuerpo, su rugido feroz
al sentirse impotente para avanzar, y la mortal flacidez de los cuartos traseros que arrastra ya
por el suelo está n interpretados con un naturalismo admirable.
- La leona tiene su pareja, el leon herido, que sentado en sus cuartos traseros arroja sangre por
su boca
Características
- Solían estar policromadas
- Falda larga normalmente
Obras:
- LAMASU (722-705 a.C.) palacio de Sargó n II. Flanqueaban las puertas del Saló n de Trono, y
que simbolizaban los genios guardianes del palacio.
- ALTAR DE TUKULTI-NINURTA I
- RELIEVE DE ASHURBANIPAL Y APKALLU junto al á rbol de la vida, arriba, el dios Ashur (s. IX a.C.): la
representació n del dios sol no se sabe si es una influencia de Egipto.
- CACERÍA DE LOS LEONES DE ASSURNASIRPAL II (s. IX a.C.): (ortostato)En alabastro yesoso, en
Kalakh. No hay perspectiva jerá rquica. Movimiento en las figuras. El rey no tiene expresió n, si los
Animales.
- GENIO ALADO, palacio de Kalkhu, 883-859: podemos apreciar el avance del naturalismo con
respecto a los primeros siglos, con unos brazos y piernas en las que las venas aparecen representados
de manera exagerada
- EN LAS ESCENAS DE CAZA DEL PALACIO DE NÍNIVE, de Assurbanipal (669-627), los detalles son
mayores. En el rostro del leó n podemos ver la violencia que representa, ademas de que se representan
sus bigotes y en las garras podemos ver el almohadillado y los tendones. El rey aparece sin expresió n,
menos naturalista que el animal, porque es antes el retrato de un rey que de una persona concreta,
queriendo representar su poder. Esta obra tiene perspectiva, la cual se aprecia en el entrelazado
de los brazos del rey y las patas del leon. Esta perspectiva se perderá hasta los griegos. Leon junto con
el toro son los símbolos de má xima expresió n de fuerza
- Otra escena de caza: Patas en diferentes planos de profundidad.
Rasgos naturalistas (especificar cuales, como las garras, las facciones)
- En otra la leona (o el leon?) vomita sangre

ARTE NEOBABILÓNICO O DEL SEGUNDO IMPERIO BABILONICO (612-539 A.C.)


Periodo en el que su extensió n llego hasta Egipto. La ciudad de babilonia asume elementos anteriores,
como el ladrillo vidriado y policromado para decorar los edificios y protegerlos de la intemperie. A
este periodo pertenecen los relieves en cerá mica vidriada y policromado de la puerta de Ishtar del
palacio de Babilonia (s. VI a.C.): los animales representados en ella son leones y sirruk, el cuadrú pedo
imaginario consagrado a Marduk, de cuerpo cubierto de escamas, cabeza de serpiente, manos de leon
y patas de ave rapiñ a. (Puerta de Ishtar, del siglo VI a.C., con decoració n vidriada)
Citados por la Biblia: jardines colgantes, puerta de Ishtar., palacio de Nabuconodosor, la torre de Babel
(templo de Esagila, zigurat)

Arte del imperio persa (559-330 A.C.)


Al este de Mesopotamia, en la meseta de Irá n se estableblecieron (hacia el añ o 2.000 a.C.) dos pueblos
indoeuropeos, que ellos se autodenominaron arios: los medos al N. y los persas al S. El rey persa Ciro
el Grande consiguió someter a los medos fundando el imperio persa Aqueménida, que se engrandeció
con sus sucesores Cambises, conquistador de Egipto, y Darío I con el que se inician las guerras
Médicas contra los griegos. En el 331 a.C. el griego Alejandro Magno derrota a Darío III y conquista el
imperio persa. De nuevo el imperio persa renace con la dinastía Sasá nida. La religion persa se dedicaba
al culto de Ahura Mazda u Ormuz.

ARQUITECTURA
o Características
- Caracter civil y funerario: las principales construcciones son el palacio y las tumbas. Se representa el
poder de los emperadores pero de manera pacifista.
- Arquitectura adintelada y abovedada: en el periodo Aqueménida lso sistemas de construcció n son
principalmente adintelados, mientras que en el periodo Sasá nida son abovedados
• material
- Piedra: abundante en Irá n
- Ladrillo
- Madera
• Elementos arquitectónicos
o Sustentantes:
- Muro
- Columna: tiene especial importancia como soporte de techumbres aditeladas. Se
caracteriza
- por la esbeltez de sus proporciones, que
parece influida por las jó nicas. Consta de:
- Basa acampanada
- Fuste estriado
- Capitel: compuesto por varios elementos:
- Una especie de flor abierta que recuerda al
capitel
- egipcio
- Sobre este, otro cuerpo prismá tico con mú ltiples volutas, inspirado sin duda en modelos
helenicos
- Y por ultimo dos semicuerpos animales -toros, grifos, caballos- unidos por el tronco
- Sustentados:
- Dintel (periodo Aqueménida)
- Arcos y bó vedas (periodo Sasá nida)

1.- Construcciones Civiles: el palacio


Los soberanos persas se hicieron construir grandes palacios, símbolos de su gran poder. E l
palacio persa se
construye, como el
mesopotamico,
sobre plataformas o
terrazas a las que se
accede a través de
largas escalinatas,
tiene puertas
adinteladasm en
lugar de las
abovedadas del
palacio
mesopotamico, flanqueadas por toros alados antropomorfos de cuatro patas, y no de cinco,
como los asirios en los que se inspiran. Entre las dependencias, ofrecen como novedad las
ventanas, a diferencia de la iluminació n cenital de los edificios egipcios y mesopotamicos.
Son caracteristicas las “apadanas”, grandes salas de sistema adintelado, hipó stilas, en las que la
cubierta de madera se apoya sobre una doble hilera de las típicas columnas persas. Servía de
sala de audiencias en los palacios de los reyes persas, y era donde se recibían los regalos de los
pueblos conquistados,
Plano de persepolis:
Principal ciudad
construida en Persia
junto con Susa.
Iniciciado por Darío I
en la segunda mitad
del VI a.C., continuado
por Jerjes. Esquema de
los palacios asirios
influye en la
arquitectura persa
Puerta de naciones: se reunían los representantes de los pueblos
dominados por el emperadios.
Palacio de las cien columnas: enorme sala hipó stila

2.- Construcciones funerarias: las tumbas


A la dinastía Aqueménida pertenecen dos tipos de
tumbas:
1. Como la de CIRO EL GRANDE (Ciro II) en Pasagarda; La
tumba data del añ o 528 a.C., siendo l a estructura con
aislamiento sísmico má s antigua que se conoce. Es un
edículo rectangular, cubierto a dos aguas y construido
sobre elevado cuerpo grandiforme
2. Hipogeos: el tipo corriente de sepulcro. Tumba
exacavada en la roca, como los hipogeos egipcios, y en realidad su interés artístico se reduce a la
fachada de forma cruciforme, con tres franjas:
• En la central se labra un pó rtico ciego (columnas adosadas al muro) con una puerta de ingreso a la
tumba
• En la superior sobre las figuras alegó ricas representativas del imperio, el rey orando ante el altar de
fuego bajo el símbolo de Ahura Mazda, dios creador
• En la inferior no aparece decoració n La influencia de grecia se puede apreciar en las columnas, los
capiteles, el friso... Estas tumbas excavadas en acantilados se localizan en la Necró polis Real de Naqsh
I-Rustam, cerca de Persépolis. Naqsh IRustam es una pared rocosa que tiene talladas cuatro tumbas
reales aqueménidas rupestres, cruciformes y con bajorrelieves. Una de ellas, segú n las inscripciones
que presenta, sería la tumba de Darío I y las otras tres, a ambos lados de la de Darío I, serían las de
Jerjes I, Artajerjes I y Darío II.

ESCULTURA PERSA: ESTATUA DE BULTO REDONDO Y RELIEVES

La escultura persa agrega muy poco a la mesopotá mica, limitá ndose a continuar la tradició n de ésta, si
bien, dada la fecha mucho má s tardía se beneficia de la influencia griega; a ella se debe la
interpretació n de la figura humana con un sentido de elegancia que falta en la escultura puramente
mesopotá mica
Los temas principales son:
- Los toros alados antropomorfos, que pierden la quinta pata con que aparecen en los modelos asirios,
y arquean sus alas hacia arriba.
- Luchas de animales, como el leó n atacando al toro, pero el relieve de animales de tipo naturalista
desaparece
- Y lo mismo que se esculpen las cacerías reales, tampoco se narran y alas campañ as del monarca Los
relieves que decoran las terrazas sobre las que se levantan los palacios se expresan en un lenguaje
menos sangriento que los asirios. Lo que nos muestran son comitivas de embajadores portando
ofrendas al soberano, o el desfile de la guardia real, como es el caso de:
- Los que decoran la escalinata del palacio de Darío en Persépolis.
- El desfile de los arqueros en cerá mica vidriada y policromada del palacio de Artajerjes en Susa:
sobre un fondo azul desfilan en actitud parsimoniosa los arqueros de rostros iguales (rostros sello),
sosteniendo con las manos la lanza y el carcaj a la espalda, vestidos con largas tú nicas, rostros
barbados de rizo menudo, semejante al de la cabellera. La representació n de las figuras es de perfil
con el ojo de frente.
Relieves del zócalo de la apadana y escaleras de Persépolis.
Friso de los arqueros reales (Los inmortales) del Palacio de Susa (el otro importante junto con el de

Persépolis)

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