Está en la página 1de 1

Santiago de Cali, diciembre 12 2020

Buenas tardes
Pienso que una de las fechas que no puedo olvidar, es aquel 14 de octubre en horas de la
mañana, cuando recibí la noticia en que papá fue llamado por Dios, no tendría como definir
el dolor tan grande, de saber que papá me había dejado, conocer una persona tan noble y
llena de Dios, como lo fue Gustavito, su corazón siempre estaba para los pobres y sin duda
alguna para nosotros, su querida familia, él siempre estaba atento a las necesidades que
tuviera.
¿Traer a la memoria la pregunta de siempre, “como está la familia en Marinilla y en
Cali?”, siempre, si la familia estaba un poco mal, lo iba notar bajo de nota, y lo podría
comprobar cuando me decía, mijo acompáñeme a orar, y su oración era por los pecados de
la humanidad, y que el Señor guardara su honorable familia, la gran preocupación de que la
pandemia no tocara a ninguno de la familia, en palabra textuales de él era, “San roque, san
roque que esta peste no nos toque¨.
No he sacado de la mente esos últimos momentos en que vivimos y me decía, “querido
lléveme a confesarme y a visitar iglesias aquí en Cali, y por ahí derecho hacemos las 3
gracias frente al santísimo¨.
Yo vivo tan agradecido con Dios porque nos permitió vivir 8 meses en Cali, pero lo único
que supimos es darle amor, llegar él de Marinilla, y recibirlo con los brazos abiertos en el
hogar de la tia Dolly y Rodrigo, a la casa de Arnulfo y Mery y ser atendido como uno más
del hogar, decirle bien pueda Gustavito siéntase en su casa, a la casa de Nivia y Anibal y
sentirse mimado por todos, a la casa de Eliecer y Adriana y decirle adelante Gustavito usted
es bienvenido las veces que desee, esta era la felicidad de Gustavito, la alegría de ir a visitar
a Angela, la hija de Lucho y Amparo, y saber que estaba bien. el salía y me decía, mijo voy
muy contento porque todos están bien, pero me da pena que voy sin nada, y ellos me
mandan lleno, recemos por ellos y sus necesidades. Era un hombre feliz a lado de los suyos,
aaa y no pueden faltar los detalles de él, siempre les regalaba sus imágenes benditas.
Hace 2 meses nos dejó un santo, y no cualquier santo, un hombre de una fe intangible, de
mucha oración y de un trabajo con el pueblo humilde y sencillo, lo llevare siempre presente
en mi corazón, porque fue un excelente ser humano, me duele saber que esto es una
realidad, pero sin duda alguna hay que asumirla y decirle “Papá descansa en paz, y vuela
alto”, sabemos que si nos cuidabas y estabas pendiente de nosotros en esta vida terrenal,
más aun lo vas a estar desde la patria eterna, y como dice el canto de los peregrinos,
“SOMOS LOS PEREGRINOS, QUE VAMOS HACIA EL CIELO, LA FE NOS
ILUMINA, NUESTRO CAMINO NO SE HAYA AQUÍ”.
Agradecemos a sus santos padres, a Evita y Eliazar, quien en paz descansan, y con quien ya
comparte la trasformación de la vida, junto con su hermanita Ofelia, a la congregación de
los misioneros de Verbo Divino con quien compartió más de 40 años de vida misionera, a
usted aquí presentes y quienes nos ven de manera virtual.
Dios bendiga nuestras vidas, nuestra Señora de Guadalupe nos acompañe y Gustavito desde
el cielo interceda por nosotros.

También podría gustarte