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2. Puesto que ella no lo puede hacer, yo quiero expresar por ella la
gratitud que sentimos hacia Uds. por haber estado orando por
nosotros en este momento de dificultad, por sus tarjetas, flores y
demás cosas que le han enviado a mi madre y que son expresiones de
cariño, eso de verdad lo aprecio y ella también. Sinceramente
gracias. Yo trataría lo mejor que pueda en hacer lo mismo por Uds. y
Uds. lo saben. Sabemos eso, tal vez...
3. No puedo decir que esté agonizando, a pesar de que el médico así
lo dice. El Domingo pasado él me dijo que ella ya se estaba
muriendo y toda la semana sus hijos han estado en el hospital junto a
ella, turnándose a cada hora y esperando que mamá parta; pero en
estos momentos está más grave que nunca. Creo que el médico ha
hallado veintidós cosas distintas que no están bien en ella; y
comentaban que cuando otro entra dice: “No, yo no creo que sea
eso…” Finalmente uno de ellos dijo: “Lo que pasa es que ella es una
madre agotada, está demasiado cansada para seguir viviendo otros
años más”. Yo creo que eso lo explica muy bien. Cierto. Ella es
madre de diez hijos y pasó por momentos muy duros para ella,
nosotros vivíamos en pobreza y las cosas no eran como debieron
haber sido, creo yo. Así que ella sólo está cansada y agotada, está a
punto de irse a su Hogar.
2 EL CONSOLADOR
6. Entonces le dije: Señora Fordyce, hay una pregunta que quiero
hacerle mi hermana, cuando yo estuve en aquellos lugares instalando
líneas de alta tensión, la vi arrancando hierbas con un azadón y
trabajando duro; luego la vi llevar sus verduras y venderlas de casa
en casa por toda la ciudad y después regresaba. De esa manera logró
vivir honestamente, pero, ¿conoce Ud. a mi Señor como su
Salvador?” Y ella me respondió: “Lo conozco como mi Salvador. En
Su Gracia estoy confiando para que me lleve por el valle de sombra
de muerte”. Yo le seguí diciendo: “Puede que mi madre no camine
con Ud. por allí, pero Él sí caminará”. Nos pusimos a orar y ella
agarró mi mano tan fuerte que prácticamente tuve que halarla para
poderme ir.
9. Hoy por la noche tenemos Santa Cena, prometí estar aquí y Billy
me dijo que muchos han pedido entrevistas y se las iba a dar, pero le
pedí que las cancelara por esta vez. Estoy seguro que Uds. entienden.
Estoy un poco conmovido y Uds. entienden cómo me sentiré. Pero
aún así, estoy creyendo en mi Señor y que Su Gracia es suficiente.
Eso es todo lo que necesito, así que oren por mí porque necesito la
oración. Que Dios los bendiga abundantemente a cada uno de Uds. y
cuando lleguen al final del camino, espero que no intenten hacerlo
sin haber nacido de nuevo.
una experiencia antes de morir, era sólo una joven de veintidós años
de edad y madre de dos hijos. Ella me dijo: “Billy, tú has hablado de
esto, has predicado de esto, pero amor, tú no sabes lo que es esto, lo
glorioso que es”. En ese entonces acabábamos de conocer este
Evangelio antiguo y ella me dijo: “Quédate con Él, Billy, quédate
con Él, nunca lo abandones, en este momento es que vale”. Yo le
dije: “Te veré en la mañana junto a los brillantes portales, cuando
todos los pesares hayan desaparecido, estaré junto a esos portales
cuando las puertas se abran, al fin del largo y afanoso día de la vida”.
11. Eso es. Yo creo eso con todo lo que está dentro de mí. Yo lo
creo. Esa mañana espero poder encontrarlos a cada uno de Uds. y
Uds. me conocerán en esa mañana por la sonrisa que tendré. Como
canta el Hno. Neville y los otros el himno:
Te veré en la mañana
En esa ciudad cuadrangular.
12. Es tan real. En los últimos dos días al venir del hospital me he
dado cuenta que han levantado una carpa aquí en el terreno de
Ferrocarriles Pennsylvania. Me parece que está entre la Calle Novena
y Décima, por aquí, saliendo de la Calle Manantial y subiendo hay
un letrero que dice: “Ministerio con dones y señales”. Yo no conozco
al hermano, no sé si lo he visto, pero es un hermano y está aquí en la
ciudad celebrando una reunión. Yo sé lo que es ir a una ciudad, tal
vez a una ciudad de este tamaño, sin tener a alguien que lo respalde.
Yo no lo conozco y él no me ha pedido que diga esto, pero creo que
sería muy bueno si todos Uds. que deseen ir a alguna parte, fueran y
escucharan a nuestro hermano predicar el Evangelio. Tiene que ser
un hijo de Cristo si no, no estuviera levantando su carpa en este
clima frío de Septiembre, tratando de hacer algo para nuestro Señor.
Así que esta semana vayan y visiten a nuestro hermano allá y
escúchenlo predicar.
13. Creo que esos fueron todos los anuncios que les iba a dar. En
verdad quiero decir esto, aprecio la lealtad de todos Uds. en un clima
como éste, en estos tiempos y que Uds. asistan a esta iglesia y se
queden aquí. ¿Qué podría hacer yo sin Uds.? ¿Qué podríamos hacer
el uno sin el otro? Esta es la hora de permanecer unidos.
17. Ahora Padre Celestial, mientras esta noche por fe traigo en mis
manos estas preciosas almas que han levantado sus manos, yo las
levanto ante el Trono de Tu Gracia y misericordia sabiendo esto…
Padre, puede que haya gente enferma aquí, puede que hayan
6 EL CONSOLADOR
afligidos, pero Señor, ninguno de ellos está tan necesitado como los
que levantaron sus manos, porque ellos se están dando cuenta que no
importa si son sanados de enfermedades y sus vidas son prolongadas
un poco más, tal vez vuelvan a enfermar; pero oh Dios, una vez que
acepten al Salvador bendito, tengan vida eterna y nazcan de nuevo,
entonces no habrá nada que pueda separarlos de Dios, se convierten
en Hijos de Dios y ya no pueden ser separados jamás. Han pasado de
muerte a vida y no vendrán a condenación. ¡Qué promesa Señor! Allí
podemos anclar nuestras almas. No importa cuán fuerte sople la
tormenta, no importa cuan contrarias parezcan las olas, nuestra fe
mira hacia Ti Cordero del Calvario, Salvador Divino. Recíbelos
ahora en esta noche oh Señor Dios, en Tu misericordia y cuidado,
salva sus almas en este momento y que no abandonen este santuario
esta noche hasta que la paz que sobrepasa todo entendimiento venga
a morar a sus corazones. ¿Qué puedo hacer yo Señor después que
ellos han levantado sus manos sino elevar mi voz a Ti y clamar: Oh
Dios, ten misericordia? Concédelo Padre.
18. En todos estos años que Tú me has dado de vida y en los campos
misioneros alrededor del mundo, he visto a los que llegan al fin de su
jornada y no te conocen, los he escuchado gritar por misericordia; y
he visto a los que llegan pero sí te conocen, cantando: Día feliz, día
feliz, desde que Jesús mis pecados lavó. Oh sí. El inicuo se extiende
como un gran árbol verde en muchas ocasiones, pero cuando llega al
fin del camino la situación es distinta.
21. Pido por mi madre, Señor Dios, ella es la madre que he conocido
y no importa cuan dulce sea una esposa, pudiera ser muy dulce pero
no como mi madre, ese roble viejo y frondoso, Señor, que ha echado
raíces y se ha afirmado en la tierra y podemos sentarnos a su lado y
platicar con ella. Te pido Dios que no la dejes sufrir, porque eso
desgarra mi corazón, Señor, cuando pienso que ella está sufriendo.
Permítele caminar por el valle de sombra de muerte sin ningún
temor. Cuanto te agradezco eso.
23. Tenemos aquí algunos pañuelos para que se ore por ellos, lo
haré luego cuando estemos en oración. En esta noche continuemos
con la lectura de la Palabra y trataré de ser lo más breve que pueda,
porque algunos están cansados y agotados esperando que yo llegue
allí. Desearía comenzar en el capítulo 14 de San Juan. Comencemos
en el verso doce. Mi tema para esta noche es EL CONSOLADOR.
Ahora mientras leemos, presten mucha atención a las palabras. San
Juan 14, comenzando en el verso 12.
25. Oh, ¿no es Él un Dios bueno? Jesús es tan bueno con nosotros y
está bien dicho que nuestro Dios es un Dios bueno. Él es tan bueno
con Sus hijos y ha provisto lo mejor para nosotros. Todo lo que
necesitamos, ya Él lo ha provisto. Verdaderamente Ud. pudiera decir:
“ Padre nuestro que estás en los Cielos…” Porque Él es un Padre y a
pesar de que somos desobedientes, a pesar de que somos arrogantes,
Él todavía nos provee sin hacer distinción, sin importar si somos
buenos o malos, nos da alimento, ropa para vestir y casas donde
vivir. ¡Oh, Él es tan bueno!
27. Pero si vivimos cerca de Él, Él nos proveerá algo más. Existe
una intuición con la que podemos ver lo que la persona ordinaria no
puede ver. Cuando nacemos de nuevo lo vemos a Él. “ Vosotros le
conocéis y le habéis visto; y Él morará con vosotros para siempre” .
Oh, Él es un buen Padre, la Fuente de bondad, el Gran Manantial de
toda bondad y paternidad está en nuestro Dios. Él es tan bueno con
sus hijos que creen, pero tal vez...
28. Algo que Él nos provee es la luz solar. Como ya saben, Uds. no
podrían vivir sin la luz del sol, sólo podrían vivir un poco de tiempo
porque no crecería nada. La luz solar es una cosa tremenda y
necesaria, pero nosotros sólo lo miramos y decimos: “Oh, ese es el
sol”. Como si nada. Pasamos eso por alto. Pero esa luz solar es
importante para nuestra vida. Nos ayuda y nos da fuerza. Ahora, esto
es para el hombre natural; pero existe también un Sol espiritual del
cual podemos vivir. Todo lo natural tipifica lo espiritual, igual que el
buen alimento que comemos en nuestras mesas es un tipo del buen
Alimento que comemos de la Palabra, es sólo un tipo. Es la
expresión exterior, la parte física de lo espiritual, que tiene un
significado mayor para nosotros que la parte física.
30. Finalmente llega el fin del camino para este cuerpo físico, pero
así como este cuerpo se va deteriorando y muriendo, hay otro cuerpo
preparado para recibir el alma. Tan pronto como ella parte de aquí,
esta alma que está en nosotros en este momento y este espíritu
abandonan este cuerpo y entran a otro cuerpo joven, bueno, mejor,
uno que no envejecerá ni morirá. ¿Por qué? Porque Él es un Dios
bueno. En verdad lo es. Pero tomemos por ejemplo un hombre que
tiene conocimiento de la luz solar y sabe que brilla, pero rechaza
reconocerlo y dice: “Yo no creo eso”. Y se mete en su sótano, cierra
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36. En una farmacia hay medicinas, pero tiene que haber un médico
que diagnostique el caso; porque si no lo hace así, eso podría
matarlo, por lo tanto Ud. debe tener un diagnóstico del caso. No se
puede ir y agarrar a un pecador y darle el Espíritu Santo, primero él
debe arrepentirse, tiene que ser lavado de sus pecados y tiene que ser
preparado para esa gran Vitamina que se le va a dar. Nosotros
tenemos una encomienda sagrada y Uds. saben lo que quiere decir
encomienda. Tenemos un patrimonio, una herencia que heredamos
como hijos creyentes. Esa es una encomienda sagrada y esa
encomienda sagrada y nuestra herencia sagrada, es la Palabra de Dios
que nos ha sido entregada, la plenitud de la Palabra de Dios. La
Palabra misma es la Vitamina, la Palabra misma, la Palabra de Dios.
37. Aquí es donde yo soy tan ortodoxo, como diría yo, al quedarme
con esta Palabra. No importa lo que alguien más diga si no
concuerda con la Palabra, entonces no lo creo, si Ud. quiere creerlo,
está muy bien; pero en cuanto a mí, se necesita la Palabra porque
cielos y tierra pasarán, mas mis Palabras no pasarán. Por lo tanto se
necesita esa Palabra. Yo vivo por la Palabra. Jesús dijo: “ Escrito
está, no sólo de pan vivirá el hombre sino de toda Palabra que sale
de la boca de Dios”. Eso es. Eso nos es dado por herencia, la Palabra
es nuestra herencia. ¡Oh Dios, permítenos meditar en la profundidad
de eso!
39. Creo que todos aquí en la iglesia esta noche somos Americanos,
todos somos ciudadanos Americanos y estamos agradecidos de serlo.
Pero, ¿qué le ha ocurrido a nuestra herencia Americana? ¿Qué pasó?
Comenzamos a comprometerla y tan pronto nos comprometimos
perdimos lo sagrado de nuestra herencia, porque nos
comprometimos. Reelegimos presidentes 4 veces y esto viola la
constitución y hoy hacemos cosas… Ese parquímetro que tenemos
allí en la calle es anticonstitucional, eso no está en la constitución, va
contra la constitución pero de todas formas lo hacemos. Hacemos
muchas cosas que van contra los principios sobre los cuales se fundó
esta nación, hacemos todo lo contrario por lo tanto perdimos nuestra
herencia. ¿Por qué? Comprometimos los principios sobre los que fue
fundada.
40. Que Dios me ayude y que Dios lo ayude a Uds. como Cristianos
para nunca comprometer una palabra de la Palabra de Dios. Esta
responsabilidad sagrada le fue entregada a la Iglesia y es algo
glorioso tener este Evangelio, el Evangelio completo y predicarlo sin
compromisos en cualquier lugar. Predíquelo como está escrito y
vívalo como está escrito. ¡Que responsabilidad tan sagrada! Y si
esperamos que esta Palabra se cumpla, si esperamos que Dios
cumpla Su Palabra, debemos permanecer en ella de la forma que
Dios la escribió. Por eso es que si Ud. se queda con ella de la manera
que Dios la escribió sucederá de todo entre Uds., cada Palabra se
cumplirá.
43. Como dije esta mañana en nuestro mensaje, hablando de que nos
es necesario o nos conviene cumplir toda justicia. Nos toca a
nosotros a quiénes ha sido traída la Palabra, nos conviene a nosotros
permanecer con esa Palabra y mientras nos quedemos con ella,
veremos a Dios obrando entre nosotros. Así que nos conviene
permanecer con ella. Es una herencia que Dios nos ha dado.
46. Noé se había encontrado con Dios, había oído a Dios y tenía la
Palabra de Dios, así que lo que otro dijera no importaba, Noé tenía la
Palabra de Dios y fue un consuelo para él cuando llegaron los
críticos en lo que andaban, criticándolo; y la ciencia decía: “¿Cómo
14 EL CONSOLADOR
puede descender agua de los cielos cuando allá arriba no hay nada?
Nosotros podemos probar que allá no hay agua, tú eres un fanático
Noé, te podemos probar que eres un fanático. Fíjate, ¿dónde está el
agua? Enséñanos”. Ellos pudieron haber tenido telescopios con los
que podían ver ciento veinte millones de años luz en el espacio, igual
que hoy; y Uds. saben que nunca había llovido pero Noé estaba
confortado, porque tenía la promesa de Dios. Amén.
47. ¿Qué hizo él? Comenzó a construir un arca. ¡Qué cosa sin
sentido! Tal vez allá no había barcos, no había lagos, ríos ni nada en
aquellos días y por lo tanto no necesitaban barcos. Pero allí estaba él
construyendo una cosa de aspecto extraño y todos se reían de él. Eso
era suficiente para desanimarlo. Todo el que pasaba decía: “Miren
hacia la montaña, vean a aquel fanático, ¿qué clase de casa es esa que
está construyendo? ¿Qué cosa es esa? Vean de qué la está haciendo,
eso no tiene sentido”. Sin embargo, Noé tenía consuelo porque tenía
la Palabra de Dios y Ella era un consuelo, él sabía que Dios lo había
dicho. Amén. Dios lo había dicho y eso era suficiente. Dios lo dijo.
“¿Cómo sabes que va a llover?” “Porque Dios lo dijo”. “¿Cómo
sabes que va a caer agua de allá?” “Porque Dios lo dijo”. Ese era el
consuelo que él tenía en la Palabra.
56. Noé tenía esas palabras y fue consolado porque lo sabía, sin
importar lo que dijera el mundo. Tal vez pasó por allí un contratista y
le dijo: “Hno. Noé, como Ud. dejó la iglesia y se ha metido en ese
capricho, permítame mostrarle algo. Si está construyendo, ¿por qué
no usa madera buena y sólida de roble?” “Porque el roble no sirve”.
Ud. podría decir: “Bueno, yo puedo probar que la madera de roble es
más fuerte que ésta”. No importa lo fuerte que sea el roble, la
exigencia de Dios fue madera de gofer y Dios va hacer algo con esa
madera, Él tiene algo qué añadirle.
57. Algunos por allí dicen: “¿Por qué no buscas una iglesia donde
asiste mucha gente inteligente, bien vestidos, bien aseados, pueden
pagarte bien y demás y así predicas el Evangelio? ¿Por qué le
predicas a un grupo de gente pobre y tú andas en necesidad?” Eso es
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lo que les dicen a los predicadores que se paran por la Verdad. Pero
oh hermano, yo no se los puedo decir. “¿Por qué no buscas un grupo
intelectual, gente que tenga educación?” El tipo de gente que sea no
hace ninguna diferencia, Cristo hace algo en aquellos que están
dispuestos a recibirlo. Ese grupo, esa persona que tal vez no se sepa
el alfabeto, pero aunque no se lo sepa conoce a Cristo y eso marca la
diferencia; no es su posición ni la sangre azul que afirma tener, es la
Sangre de Jesucristo la que nos ancla y nos asegura en Él.
60. Pero Job sabía que él no era un pecador porque estaba parado en
la Palabra. Amén. Dios demandaba aquella ofrenda quemada y una
confesión; y Job había hecho su confesión y había permanecido en la
Palabra. En medio de su angustia clamó diciendo: “ Yo sé que mi
Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo. Y aún después de
deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios” . Fíjense, su
consuelo fue la Promesa de Dios, la Palabra de Dios. Esa es la
herencia que nosotros tenemos, la Palabra de Dios, es la Promesa. Sí,
señor.
65. Cuando los jóvenes Hebreos iban rumbo al horno de fuego para
dar sus vidas, como dijimos esta mañana, ellos tomaron su decisión,
pero, ¿qué fue lo que ocurrió con ellos? Ellos dijeron: “ Nuestro Dios
puede…” Amén. Se afirmaron en eso, ¿se afirmaron en qué? ¿Cuál
era su consuelo? En pocos minutos serían incinerados porque el
19 EL CONSOLADOR
69. Moisés descansó sobre esto que Dios había dicho: “ Ciertamente
Yo seré contigo” . Amén. Ese fue su consuelo. “ Ciertamente Yo seré
contigo” . Eso era todo lo que necesitaba. Moisés descansó sobre el
consuelo de la promesa de Dios: “Ciertamente Yo seré contigo
Moisés”. Así que no era asunto de Moisés saber cómo se iban a
alimentar. Moisés no preguntó: “¿Cómo lo vas a hacer Señor?” Yo
no tengo que hacer preguntas, Ud. no tiene que hacer preguntas,
nosotros debemos creerle y obedecerle y sentirnos consolados
mientras descansamos en Su promesa. Dios lo dijo y eso es
suficiente.
20 EL CONSOLADOR
70. Una vez alguien me dijo: “Hno. Branham, ¿Ud. no siente temor
cuando sube al pulpito y es confrontado? ¿No siente temor algunas
veces cuando está parado en esa línea de oración y que ocurra un
error?” No señor. No siento temor porque descanso completamente
en Su Palabra: “ Yo seré contigo” . Aquella noche cuando Él me dijo:
“ Nadie te podrá hacer frente todos los días de tu vida. Yo seré
contigo” . Y Él ha acabado con todos los enemigos y se ha parado a
mi lado cuando yo no lo merecía; Pero por cuanto Él lo prometió y
por Su Gracia, yo he descansado solemnemente en esa Palabra. ¿Por
qué? Él lo prometió, Él lo prometió y puede guardar lo que ha
prometido. Cierto. Moisés sabía eso. “¿Cómo vas a cruzar el mar?”
Moisés respondió: “Yo no sé, pero Él prometió que estaría
conmigo”.
71. Así que no cruce el puente antes de llegar a él, quédese con la
Palabra de Dios y Dios abrirá el camino, porque Él es el Camino. Sí.
Moisés fue consolado por la Palabra que Dios le había hablado. Juan,
creo que lo mencionamos esta mañana, no estoy seguro pero creo
que nos referimos a Juan el Bautista. Cuando él apareció allá en el
desierto, si alguien le hubiera dicho: “Fíjate, hoy hay más de dos
millones de personas en Israel, ¿cómo conocerás al Mesías? ¿Cómo
lo sabrás?” ¿“Será Él un hombre común, será hijo de David”? ¿Cómo
vendrá por el linaje de David? Hay miles y miles de ellos, ¿cómo lo
conocerás? ¿Cómo podrás presentárselo al mundo y saber que es
Él?” Y Él respondió: “Yo tengo la Palabra de Dios y lo conoceré”. Y
dijo: “ Entre vosotros está (Amén) a quien Uds. no conocen. Él os
bautizará con Espíritu Santo y fuego”.
75. “Bueno, si va a venir un Mesías, ¿no crees tú que ése sería uno
de nuestros sumos sacerdotes? ¿No crees tú que él lo sabría?” “Yo no
sé, pero Dios me dijo que yo vería el Espíritu descender y reposaría
sobre Él. Ése sería Él. Amén. Ése sería mi Mesías”. Juan dijo: “Yo
tengo un consuelo en mi corazón mientras espero, porque conozco la
promesa de Dios y cuando lo vea, lo conoceré”. Y un día, bajando
por la ladera venían Lázaro y Jesús, entró directamente al agua y
Juan dijo: “He aquí, allí está, ése es Él”. Todos voltearon pero no
pudieron distinguir al uno del otro, se veían iguales con sus barbas y
mantos, pero Juan dijo: “Yo lo conozco porque hay una señal que lo
sigue; yo lo conozco y ése es Él. He aquí el Cordero de Dios que
quita el pecado del mundo” .
76. Jesús nunca levantó la cabeza sino que entró en el río para ser
bautizado. “ Nos conviene cumplir toda justicia” . Él sabía que era el
Mesías porque en su corazón tenía la Palabra y promesa de Dios. Oh,
¡cómo podemos descansar en esta noche! Cuando el médico se retira
del lecho y dice: “El corazón le está fallando, ya no tiene pulso, le
está fallando la respiración, se está muriendo…” Pero, “yo sé en
quien he creído y estoy completamente convencido que puede
cumplir lo que le confié en aquel día”. Aleluya. Seguro, Ud. tiene la
promesa de Dios: “ El que en mi cree, aunque esté muerto vivirá y
cualquiera que vive y cree en mi, no morirá jamás… Estas señales
seguirán a los que creen…” Nosotros tenemos la Promesa, la
Palabra de Dios y es un consuelo para nosotros permanecer con la
Palabra de Dios.
22 EL CONSOLADOR
77. Ahora, todos esos grandes héroes, de los cuales tengo muchos
anotados aquí, pero para ahorrar tiempo… Nosotros sabemos que
ellos fueron consolados por la Palabra de Dios y aquí está lo que
hicieron: Ellos miraron hacia atrás como uno ve hacia atrás para ver
cómo guardó otro la Palabra, fue consolado y salió bien. Éste miró
hacia atrás y vio lo que aquel hizo, siguió la Palabra y salió bien, fue
consolado al saber que tenía la promesa de Dios. Luego vino el otro
y sintió el Espíritu en él y lo supo, siguió la Palabra de Dios y recibió
el consuelo que tuvo aquel. Cada uno de ellos siguió la Palabra de
Dios y eso fue un consuelo.
80. Oh, ¡qué consuelo debió haber sido sentarse junto a Él! ¿No le
hubiese gustado poder hacerlo? Ud. dirá: “Oh, seguro que sí Hno.
Branham”. Un momento, yo hubiera corrido hasta Él y me hubiera
sentado a Su lado, cuando estuvo aquí en la tierra. Jamás hubo un
hombre en la tierra que pudo pararse en Su lugar, que pudo
levantarse y decir estando junto a la tumba de Lázaro: “Yo soy la
resurrección y la vida”. “ El que en Mi cree, aunque esté muerto
vivirá” . Oh Dios. ¿Quién era Ése? ¿Quién era Ése? Era la Palabra, Él
era la Palabra. Con razón pudo pararse allí y limpiarse las lagrimas
de Sus ojos como un Hombre; y luego hablarle a un hombre que
había estado por cuatro días muerto en un sepulcro y decirle:
“ Lázaro, ven fuera” . ¿Qué era eso? La Palabra. Amén. Ésa era la
Palabra en acción, Él era la Palabra y ésa fue la Palabra que vino a
los profetas. Ésa fue. Todos los profetas hablaron anticipadamente de
Él.
23 EL CONSOLADOR
83. Oh, en una ocasión unos hombres Galileos, tal vez pescadores,
tenían a un pobre anciano que estaba tan enfermo que ya no podía ni
levantarse de su cama y trataron de llevarlo ante la Palabra. No
pudieron encontrar un lugar porque había muchos con hambre de
Dios y la casa estaba atestada, la cabañita, una casita de pescadores
junto al rio. En el techo había algunas tejas y para hacer llegar a este
hombre ante la Palabra, no pensaron en el precio que deberían pagar.
Rompieron el techo para poder hacer contacto con la Palabra. Tan
pronto Él, la Palabra, vio descender el catre, dijo: “ Tus pecados te
son perdonados hijo, recoge tu lecho y vuelve a casa” . ¿Por qué?
Hizo contacto con la Palabra. La creyó.
86. ¿Cómo pudieron ellos dejarlo ir? Porque era la palabra que los
profetas habían hablado, las palabras que los sabios y todos los
hombres santos desde el principio del mundo hablaron de esa Palabra
y allí estaba entre ellos. Pero fíjense en la promesa que Él hizo: “ Yo
no los dejaré huérfanos… Yo rogaré al Padre y Él les enviará otro
Consolador que es el Espíritu Santo, Él morará con Uds. para
siempre; el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir
porque no le ve ni le conoce, pero vosotros le conocéis porque está
con vosotros y estará en vosotros”.
87. Allí está. ¿Pero por cuánto tiempo va a morar? Para siempre.
Entonces, ¿qué es la Palabra de Dios? ¿Cuál es nuestro consuelo
hoy? Cuando recibimos el bautismo del Espíritu Santo y el Poder del
Dios Viviente en nosotros; y es en esa Palabra del Dios vivo en la
que nos paramos, en esa Palabra que se hizo carne y habitó entre
nosotros. Ahora esa misma Palabra que fue hecha carne y habitó
entre nosotros, se ha encarnado en nosotros. “Él está con Uds. hoy,
pero estará en Uds.”. Ahora esa misma Palabra de la que el profeta
habló, la misma Palabra que fue hecha carne, es esa misma Palabra
que habita en la Iglesia. Así que si nosotros no comprometemos esa
Palabra y permanecemos con ella, si no la comprometemos, esa
misma Palabra Viviente que está en Ud., producirá lo mismo que
hizo cuando Él fue hecho carne, porque su carne la contiene.
88. Por eso es que las visiones pueden atravesar la barrera del
sonido, por eso es que una visión puede atravesar la barrera del
tiempo y decir: ASÍ DICE EL SEÑOR, será así y así. Así es como es.
¿Qué es? Es la Palabra que proviene del Espíritu. Ud. no me ve a mí,
ve mi cuerpo pero no me ve a mí; yo no lo veo a Ud. porque sólo veo
su cuerpo. Ésta es mi mano, ¿pero quién soy yo a quien esa mano
pertenece? Éste es mi cuerpo, ¿pero quién soy yo? Soy un espíritu. Si
yo he nacido de nuevo y Uds. han nacido de nuevo, es el Espíritu
Santo de Dios, la Palabra de Dios la que vive en Uds., pero si
nosotros comprometemos esa Palabra y decimos que tenemos el
Espíritu de Dios, ¿cómo podemos pretender tener el Espíritu de
Dios? Cuando el Espíritu de Dios testifica de Su propia Palabra, Él
no se apartará ni una pulgada de Ella. No importa lo que las
denominaciones digan, ¿cómo se apartará Él de Ella cuando es la
misma Palabra?
25 EL CONSOLADOR
90. Gloria. Cuando Él venga otra vez y cuando entre a una iglesia
que ha nacido de nuevo, vendrá con el poder y la demostración de Su
Ser. La Palabra de Dios, el Consolador en nosotros trayendo
exactamente lo mismo. Recientemente conversaba con un sacerdote
y me decía: “Tú eres sólo otro maestro de la Biblia. Tú sólo te
quedas con la Biblia y esa es la historia de la iglesia Católica”. Yo le
respondí: “Entonces, ¿Uds. afirman ser más poderosos hoy?” Él
respondió: “Seguro, nosotros cambiamos lo que queremos, porque es
hecho por una iglesia, por una autoridad dada a la iglesia”.
Palabra entre en Uds. y se haga carne por el Poder del Espíritu Santo,
que tome control de su carne y lo controle a Ud., que testifique a
través de Ud. de las obras y los grandes poderes del Dios Vivo.
Correcto.
96. Con razón... A Fanny Crosby, la invidente que nunca vio la luz
del día, le preguntaron qué pensaba ella de Cristo y contestó:
una experiencia con Dios para que junto a Job pueda exclamar: “ Yo
sé que mi Redentor vive” . Entonces, si vemos Su Palabra y nos
negamos a andar en la Luz, como Él está en Luz, nuestro
compañerismo con Dios se acaba; pero cuando vemos la Luz y
andamos en luz, como Él está en luz, entonces tenemos
compañerismo unos con otros y la Sangre de Jesucristo, el Hijo de
Dios, nos limpia de todo pecado.
98. Nos estamos preparando para dentro de poco partir ese pan, ese
pan que representa esta Palabra. No lo olviden. El consuelo, la fuente
de todo mi consuelo, la fuente de mi consuelo en esta noche es saber
que Dios cumple Su Palabra. Yo sé que algo me ocurrió, sé que he
pasado de muerte a vida. Yo sé que guardo Sus mandamientos. “ Si
me amáis, guardad Mis mandamientos” . Él dijo: “Si me aman,
hagan lo que Yo les mando hacer, que toda palabra de hombre sea
mentira, más la Mía verdadera”. No sigan lo que el hombre haya
dicho, sigan lo que Dios dice, allí encontrarán al Consolador y el
consuelo les da la satisfacción de saber que es un Así dice el Señor.
Inclinemos nuestros rostros.
aquel hombre ciego que está allá, al verlos volver a la vida y vivir,
oh, esa Palabra del Dios Viviente, ¡cómo te lo agradecemos!
103. Ahora nos preparamos para la Santa Cena, para tomar esos
mandamientos que nos fueron dejados, una ordenanza: “ Haced
esto… hasta que vuelva” . Estamos agradecidos por estas cosas
Padre; y pedimos que en el Nombre de Jesús, si hay alguna persona
enferma entre nosotros esta noche, que al venir a esta mesa de la
Santa Cena… Señor, puedo ver a mi anciana madre temblorosa
viniendo por el pasillo la última vez que estuvo aquí para participar
de la Santa Cena, sus trémulas manos temblaban sobre el plato. Yo
estaba parado aquí y la observé, derramando lágrimas en mi corazón.
104. Pero allí está ella en esta noche frente al Calvario. Oh Dios,
¡cuán agradecido estoy! Tú dijiste: “ El que come mi carne y bebe mi
Sangre, tiene Vida Eterna y yo lo resucitaré en el día postrero”.
Señor, esa es la Palabra. Por eso es que puedo levantarme y decir:
“Creo en Dios”.
29 EL CONSOLADOR
105. Ahora Padre, nos damos cuenta que cuando esto fue ordenado
por primera vez, allá en el desierto, allá en Egipto, el cordero pascual
fue sacrificado y ellos peregrinaron cuarenta años sin haber enfermo
entre los dos millones que salieron. Tú los guardaste en salud
mientras participaron de la pascua. Oh Dios, sana a todo enfermo que
pase adelante. Concédelo Señor. Salva a todo pecador y llena a cada
creyente con el Espíritu Santo. Y que el Consolador more hasta que
se convierta en carne entre nosotros, nuevamente en la Persona de
Jesucristo. Porque lo pedimos en Su Nombre. Amén.
Yo le amo, yo le amo
Porque Él a mí me amó
Y me compró mi salvación
Allá en la cruz.
Yo le amo, yo le amo
Porque Él a mí me amó
Y me compró mi salvación
Allá en la cruz
Yo le amo, yo le amo
Porque Él a mí me amó
Y me compró mi salvación
Allá en la cruz
Yo le amo
(Cántenlo en el Espíritu)
Yo le amo
Porque Él a mí me amó
Y me compró mi salvación
30 EL CONSOLADOR
Allá en la cruz
sé quién es ese pequeño. Esta mañana estaba tan afligido que olvidé
darle las gracias. Pero te las doy en estos momentos hijo. Billy me
dijo que mucha gente de aquí le entregó regalos para que me los
diera. Billy lo hará. Así que gracias, muy amables. Que Dios siempre
los bendiga ricamente. Recuerden esto: “ Por cuánto lo hiciste a uno
de estos pequeñitos, a mí lo hiciste” .
112. Que Dios siempre los bendiga, es mi oración. Si tienen que irse
en estos momentos, deseamos que Dios los bendiga sobremanera; si
pueden quedarse con nosotros, estaremos contentos de tenerlos aquí.
Pongámonos de pie y cantemos una estrofa del himno: Lleva el
Nombre de Jesús Contigo. Luego, los que tengan que marcharse,
serán despedidos en oración inmediatamente después de eso.
Nº 152
EL CONSOLADOR
COLECCIÓN LA PALABRA HABLADA VENEZUELA
Este Mensaje fue predicado por el hermano
William Marrion Branham
33 EL CONSOLADOR