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1. INTRODUCCIÓN METODOLÓGICA.

Es un hecho que la Historia avanza a base de revoluciones. A veces éstas toman


un período de tiempo tan grande que los cambios pasan casi inadvertidos y quienes los
viven no son siquiera conscientes de que han presenciado algo grande; pero, en otras,
estallan de manera tan repentina y violenta que alteran radicalmente la vida de millones
de personas, dándoles el tiempo necesario para reaccionar y posicionarse.

Eso es lo que ocurrió en la Cádiz de las Cortes, esas mismas que el año pasado
celebramos orgullosamente su bicentenario. Aunque, para ser sinceros con Clío, la
marejada revolucionara no nació en nuestra ciudad, ni tan siquiera en España, sino en
nuestra vecina Francia.

Decir que lo que acaeció en Francia en los años 1789-1799 es uno de los hechos
más destacables de la Historia reciente, tanto como para que historiográficamente
iniciara una nueva Edad y que todos los años millones de personas de todos los rincones
del mundo celebren el 14 de julio1, sería un eufemismo de grandes proporciones. La
Revolución Francesa fue mucho más que un mero suceso: cambió siglos de
desigualdades basadas en la sangre y la ascendencia e inició el camino para que hoy
vivamos en un mundo donde “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en
cuanto a sus derechos”2.

Evidentemente no todo el mundo estaba preparado para semejante cambio, ni en


la Francia ni en el resto de la Europa de la época, estaba preparado para semejante
cambio: en el país galo, la monarquía, la nobleza y la Iglesia, los principales afectados
por los ideales revolucionarios, intentaron por todos los medios detener el curso de los
acontecimientos mientras que las principales monarquías europeas declararon la guerra
a Francia a fin de contener la revolución para que no se extendiera a sus territorios a la
par que liberar a la familia real francesa.

Sin embargo, ni unos ni otros tuvieron éxito ya que, al fin y al cabo, las ideas
están hechas precisamente de aquello que el hombre no puede destruir; de ahí que,
aunque Napoleón sepultara la Revolución como sistema político tras su golpe de estado,
su esencia se extendió por toda Europa con sus conquistas.

Y precisamente de la mano de Napoleón la revolución llegó a nuestro país. Y,


desgraciadamente, tampoco estábamos preparados; o al menos parte de aquellos que
entonces nos gobernaban, o que decían que nos gobernaban, como los 69 diputados
gaditanos que entregaron a Fernando VII a su llegada a Valencia tras su exilio el
Manifiesto de los Persas pidiéndole que nos negará la libertad que con tanto sudor y
sangre nos habíamos ganado.

Pero, ¿de qué argumentos se valían los reaccionarios para deslegitimar los
principios de la revolución? Además de los que son ya de sobra conocidos (anarquía, ir

1
El 14 de julio de 1789 es el día en que el pueblo de París tomó la Bastilla para formar sus propias
milicias. Se considera esta fecha como la inaugural de la Revolución Francesa al ser el edificio un
símbolo del Antiguo Régimen en Francia
2
Primer artículo de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
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en contra de las costumbres,…), uno de los más llamativos e intrigantes es que la


masonería estuvo detrás de todo lo ocurrido.
Esta acusación ha sido objeto de una gran controversia prácticamente desde que
la Revolución tuvo lugar, porque a pesar de que la masonería fue perseguida por los
sucesivos gobiernos revolucionarios, los objetivos que perseguía eran los mismos que
ésta a la par que muchos de sus ideólogos y dirigentes fueron masones: Montesquieu,
Rousseau, D'Alambert, Voltaire, Condorcet, Danton, Jean Paul Marat, Robespierre,
Felipe de Orleans, Fouché, Emmanuel-Joseph Sieyès, el marqués de Lafayette,…

Sea como fuere, fundada o no, lo cierto es que la revolución francesa actuó
como caja de resonancia de la masonería; y así es precisamente como nació y actuó El
Sol de Cádiz, tal y como afirma en sus segundo número: “Como quiera que se han
derramado por toda España una casta de hombres perniciosos, que no desean otra cosa
que la subversión del Estado y en aniquilamiento de la Religión, si se pudiera, hemos
creído hacer un gran servicio a Dios, a la Patria y a la Religión Santa, que profesamos,
poniendo en claro y avisando a la Nación los peligros que la rodean, por la introducción
de la maldita Sociedad de los Francmasones, que se han extendido a cual zorras astutas
por todo el suelo español”3.

Como se puede deducir del párrafo anterior, el principal objetivo de este


periódico fue arremeter contra la masonería (o “francmasonería”, que es tal y como se
decía entonces), ya fuere contra logias ya existentes o contra las nuevas de fundación
francesa, publicando relaciones de miembros de éstas y sus constituciones, dando a
conocer su historia y sus conspiraciones,… Además, dado que tanto su fundador como
la mayoría de sus articulistas son religiosos, también dedicaron una buena cantidad de
artículos en defender la religión, elemento integrador de la España de entonces y del
Antiguo Régimen y que, por influencia de la masonería, veían peligrar.

En cuanto a su fundación, corrió a cargo del capuchino malagueño Manuel José


Anguita Téllez, más conocido como Rafael Vélez, en 1812 junto a otros religiosos
refugiados en Cádiz ante el avance de las tropas francesas desde hacía 2 años como,
entre otros, Juan Manuel Amado, Agustín Cortiñas, Rafael José de Crespo y Francisco
Alvarado, este último más conocido como “El Filósofo Rancio”4.

Su composición ya da a entender el conservadorismo del que hará gala; aunque,


contradictoriamente y es algo que hay que recordarlo, que se benefició muy mucho de la
libertad de imprenta aprobada por las Cortes en noviembre de 1810.

Tuvo una existencia más bien corta y más bien irregular, ya que constó de 19
números aparecidos entre septiembre de 1812 y 181356, lo que la llevó a tener que
acudir a hasta 4 imprentas distintas: la de Figueroa (números 3, 5, 6, 7 y 16), la de

3
El Sol de Cádiz (Cádiz), nº2, 14 de octubre de 1812, pág. 9.
4
http://saavedrafajardo.um.es/BIBLIOTECA/GonzaloD.nsf/AutorGDDA?OpenForm&m=6&letra=V&ID
=E39D1CF675054C60C12576560032B8B3&imag=
5
CANTOS CASENAVE, MARIETA, DURÁN LÓPEZ, FERNANDO y ROMERO FERRER,
ALBERTO (ed.). La guerra de la pluma: Estudios sobre la prensa en el tiempo de las Cortes (1810-
1814). Sociedad, consumo y vida cotidiana. Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz,
D.L., 2006.
6
SOLÍS, RAMÓN. El Cádiz de las Cortes. La vida en la ciudad en los años de 1810 a 1813. Madrid,
Sílex, 2000, págs. 477-478.
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Antonio de Murguía (18), la de Francisco de Paula Periu (números 17 y 19), la de la


viuda de Comes (1, 2, 4, 10, 11, 12 y 13) y la de Vicente de Lema (8, 9, 14 y 15), todas
ellas de marcada sesgo conservador7.

Dicho esto, ¿cuál es el objetivo de este trabajo? Demostrar, a partir de la


exposición de los artículos en los que se trata la masonería, que la supuesta
conspiración masónica a la que tanto aluden los articulistas para hacer caer las
monarquías y la Iglesia no se sustenta y, además, si el desconocimiento de éstos sobre la
masonería era la misma que la de la mayoría de la población. ¿O será cierto eso de que
ya que de que nadie sabía lo que era, ni siquiera “la desorientación de la Inquisición,
encargada de la represión de la masonería, por todo cuanto significase manonismo es
casi total. Apenas sabe otra cosa que su mera existencia, pero imagina terribles herejías
en su seno y vuelca gran parte de su escasa actividad en llevar ante sus Tribunales
cuanto con ellos se relacione, […]”8?

Dichos artículos serán los siguientes:

 Sobre el origen de la masonería9.


 Sobre la relación de miembros de la Respetable Logia de Beneficencia de
Josefina10 y la Santa Julia11.
 Sobre la logia cubana Templo de las Virtudes teologales, de la que informará
acerca de su rito de iniciación12 y su constitución13 además de dedicarle un
provocador artículo14.
 Sobre la logia napolitana Los Vengadores de Harim15.
 Discurso sobre el progreso de la masonería desde 172016.
 Un artículo titulado “Documentos secretos e interesantes”17.
 Un artículo titulado “Mecanismo y variedad de las sectas francmasonas y
uniformidad de ellas en guardar el más inviolable secreto”18.

Sobre el resto de artículos versan sobre la defensa de la religión y, por tanto, no


son de la incumbencia de este trabajo.

Pero, ¿por qué el El Sol de Cádiz cuando en la Cádiz de la Cortes había


periódicos conservadores más conocidos, y que indudablemente tocaron el tema de la
masonería, como pudieran ser El Censor General, El Diario de la Tarde, El Zelador

7
CANTOS CASENAVE, MARIETA, DURÁN LÓPEZ, FERNANDO y ROMERO FERRER,
ALBERTO (ed.). La guerra de la pluma: Estudios sobre la prensa en el tiempo de las Cortes (1810-
1814). Imprentas, literatura y periodismo. Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz,
D.L., 2006, págs. 92-96.
8
BLÁZQUEZ MIGUEL, JUAN. Introducción a la historia de la masonería española. Madrid, Ediciones
Penthalon, 1989, pág. 54.
9
El Sol de Cádiz (Cádiz), números 8, 10 y 11.
10
El Sol de Cádiz (Cádiz), nº5.
11
El Sol de Cádiz (Cádiz), números 16 y 17.
12
El Sol de Cádiz (Cádiz), números 2, 3 y 5.
13
El Sol de Cádiz (Cádiz), números 6 y 7.
14
El Sol de Cádiz (Cádiz), números 5 y 6.
15
El Sol de Cádiz (Cádiz), números 7 y 8
16
El Sol de Cádiz (Cádiz), nº12.
17
El Sol de Cádiz (Cádiz), nº9.
18
El Sol de Cádiz (Cádiz), números 15 y 17.
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Patriótico,…? Los motivos, que son dos, ya los he expuesto en los anteriores párrafos:
por un lado, y a pesar de que era una publicación conservadora, dedicando unos pocos
artículos a la defensa de la religión, lo que motivó su aparición fue arremeter contra la
masonería; y, por otro, sus pocos números, 19, me capacitaba para centrarme más y
mejor en mi propósito.

En cuanto cómo me he procurado los ejemplares, he tenido la gran suerte de que


la hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional los tenía digitalizados todos y me los
pude descargar. Además, ni la Biblioteca Municipal Celestino Mutis ni la Provincial, así
como la Diputación, estaban en disposición de ninguno.

En lo referente a la bibliografía y webgrafía utilizadas, la relación


correspondiente se halla al final del trabajo, tras la conclusión.
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2. RESUMEN Y PALABRAS CLAVE.

La marca de la casa de El Sol de Cádiz, periódico de corte reaccionario de dicha


ciudad en la época de las Cortes, fue la de defender a ultranza a Dios, a la Iglesia, la
Monarquía y a España y sus costumbres del peor enemigo que podía imaginarse, la
“Masonería”, cuyos agentes estaban en todas partes y que pretendían derribar todo en
cuanto los conservadores creían.

 Masonería.
 Religión.
 Costumbres.
 España.
 Enemigos.
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3. TRABAJO.

3.1. INTRODUCCIÓN
¿PERO QUÉ ES LA MASONERÍA?

Si nos atenemos a la definición del DRAE, que viene bajo la entrada de


Francmasonería, dice lo siguiente: “Asociación secreta de personas que profesan
principios de fraternidad mutua, usan emblemas y signos especiales, y se agrupan en
entidades llamadas logias”19. Indudablemente, es algo más que eso.

Los orígenes de la masonería hay que en todo el Occidente europeo medieval,


donde los constructores de las grandes catedrales góticas y los principales oficiales que
tenían que ver en su erección, al igual que en muchos empleos de la época, fueron
reuniéndose en organizaciones gremiales para defender sus intereses y proteger sus
conocimientos de la competencia. Así, lentamente, nació la masonería, o como se
denominaba entonces y hasta hace relativamente poco tiempo, francmasonería, que
significa “albañil libre”.

Estos francmasones fueron reuniéndose en pequeños grupos a los que llamaban


logias a fin de conservar y perfeccionar sus conocimientos constructivos y que no
cayeran en manos de la competencia. Además, gustaban diferenciarse de organizaciones
similares constituyendo sus propias ceremonias, ritos de admisión, nuevos rangos,
terminología… En definitiva, lo que actualmente conocemos como masonería
operativa.

Sin embargo, con el correr del tiempo las logias fueron evolucionando, siendo en
la Inglaterra del siglo XVII donde mutaron definitivamente, dado que muchas de estas
protegieron a los perseguidos por Cromwell, ganándose así la animadversión y
persecución de éste y que no cesaría hasta la entronización de Guillermo de Orange,
quien llegó a permitirla al ver el giro filantrópico de la masonería.20 Y es también en
esta época y lugar cuando empieza a aceptar a personas que nada tenían que ver con el
mundo de la construcción. ¿Por qué? Posiblemente por la filantropía misma, pero la
verdad es que apenas hay datos que lo confirmen.

Aunque, quizá, recurriendo a la masonería misma, quizá podamos hallar una que
se la aproxime: en 1723, 6 años después de que logias londinenses (Goose and Gridiron,
Crown Ale House, Apple Tree y The Rummer and Grapes) se unieran para fundar la
Gran Logia de Inglaterra, el pastor inglés James Anderson y el filósofo anglo-francés
Jean Théophile Désaguliers redactaron los principios de la masonería en la llamada
Constituciones de Anderson y en la que se hace referencia a que el nuevo edificio a
erigir sería el de una nueva humanidad sin los corsés de la religión ni la política.

19
http://lema.rae.es/drae/?val=Francmasoner%C3%ADa
20
GARCÍA LEÓN, JOSÉ Mª. La Masonería Gaditana. Desde sus orígenes hasta 1833. Cádiz, Quorum
Libros Editores, 1993, págs. 32-33.
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Estas constituciones, junto con todos los ritos heredados de la masonería


operativa, son la base de la masonería tal y como la conocemos hoy, la denominada
masonería especulativa; y precisamente muchas de las críticas que ha recibido desde
entonces están motivadas por los dobles sentidos de muchos de los principios que
Anderson y Désaguliers pusieron por escrito.

De hecho, el presunto anticlericalismo de la masonería y sus, también presuntas,


ansias de dominación mundial que de siempre se la ha achacado viene precisamente de
las constituciones de Anderson. Lo poco que se llegó a conocer de éstas, ya que una de
sus máximas era mantener un estricto secretismo, en esta época dieron mucho que
pensar a los conservadores, al ver en los fines de la masonería una posible conspiración
tanto contra los gobiernos como contra la Iglesia.

Junto las Constituciones de Anderson, se renovó toda su simbología, rangos y


ceremonias: en lo que se refiere a la simbología, es la que conocemos actualmente (el
de la escuadra y el cartabón en referencia a su pasado constructor, el águila bicéfala, el
ojo que todo lo ve,…); y en cuanto a las ceremonias, éstas se dividieron en dos clases: la
de iniciación, por la que se admitía a los aspirantes a masones, y las que se celebraban
cuando un masón ascendía de rango; en cuanto a los rangos, había 3 (aprendiz,
compañero y maestro).

Aun, se extendió por toda Europa y América, incluida España; y, a medida que
lo hacía, se sucedían las prohibiciones tanto por los gobiernos como por la Iglesia, los
primeros por subversivo y la segunda por herética21. Sin embargo, ni uno ni otros
conocían muy bien de qué trataba, reprimiendo su práctica en sus respectivos países
simplemente porque no podían controlarla.

No obstante, la difusión de la masonería conllevó que muchas de sus costumbres


y rituales se interpretaran de diversas formas. Actualmente, el más utilizado es el Rito
escocés Antiguo y aceptado; aun así, hay una gran variedad de ritos. Este rito, que es
una variación del escocés que se practicaba en la Francia del siglo XVIII, se diferencia
del anterior principalmente en sus grados, ampliados a 33 y en el que el inferior es el de
aprendiz (1º) y el superior el de Soberano Gran Inspector General de la Orden (33º).

El hecho de que se propagase tan rápidamente viene dado, en parte, a la


Ilustración, ya que no es raro que 2 movimientos que buscaban el progreso y la felicidad
de la humanidad no terminaran haciendo migas; por otra parte, el hecho de que la
masonería sedujera especialmente a la burguesía hizo que muchos de sus miembros,
cuando tenían que viajar al extranjero por negocios u otros motivos, recurriesen a las
logias de los países a los que iban para pedir ayuda.

En cuanto a su implantación en España, ésta fue bastante rápida: se tiene


constancia de que, en 1728, el británico duque de Wharton fundó en Madrid junto con
otros ingleses la logia “Tres Flores de Lis”, más popularmente conocida como la
Matritense; y, a partir de ahí, o al menos eso cuenta los rumores masones, se extendió

21
Clemente XII la condenó en 1738 mediante la bula In eminenti, confirmándola Benedicto XIV en 1751
con la constitución apostólica Providas.
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por toda España, a pesar de la persecución de la Inquisición y la prohibición de


Fernando VII por real decreto en 175022.

En lo que se refiere a Cádiz, su carácter eminentemente comercial al ser sede de


la Casa de Contratación hizo que la creación de las primeras logias en la ciudad tuvieran
precisamente este carácter, fundándose las primeras en el último tercio del siglo XVIII
aunque la labor de la Inquisición nos ha impedido conocer siquiera los nombres de
éstas. Tendremos que esperar a principios del siglo XIX para tener constancia de la dos
primeras logias gaditanas: la Double Alliance, fundada en 1806 por un miembro de una
fragata francesa anclada en la bahía y compuesta, evidentemente, en su gran mayoría
franceses23, y la Triple Armonía, aunque de esta última no se conocen muchos datos
fiables24.

No obstante, a tenor de la persecución por parte de la Inquisición, la masonería


no tuvo una verdadera organización ni estructura nacionales hasta la Guerra de
Independencia.

Tengamos en cuenta que, aunque Napoleón jamás promulgó con los ideales de la
masonería, ya conocía de primera mano ya que muchos de sus familiares eran masones,
incluido su hermano José. Así que, conociéndola como la conocía, la sacó de la
cuasiextrinción a la que la Revolución la había sometido para utilizarla en sus propios
intereses. Así, casi todos los regimientos franceses contaban con su propia logia y no era
extraño que, tras su paso por cualquier ciudad o pueblo de Europa, y España no fue una
excepción, dejaran una constituida por algunos habitantes, eclesiásticos incluidos, de las
mismas.

En España, el verdadero impulso para la masonería comenzó en 1809 cuando


José I Bonaparte fundó la logia Santa Julia, creándose a continuación la Gran Logia
Nacional, es decir, la logia central de la masonería en España, aunque dependiente de la
de Francia (que se llamaba Gran Oriente de Francia).

Y aunque la presencia francesa en España solo duró unos años, el fomento de la


masonería ya había empezado a dar sus frutos ya que, nada más constituirse la Gran
Logia Nacional, se la adhirieron rápidamente la Santa Julia y otras 5: Los Filadelfos,
Napoleón el Grande, La Estrella de Napoleón, La Edad de Oro y Respetable Logia de
beneficencia de Josefina. Y en los años siguientes se fundaron muchas más y en
ciudades tan dispares como Vitoria, Santander, Salamanca, Santoña, Sevilla, Barcelona,
Gerona, Figueras, Talavera de la Reina,…

Por tanto, no es de extrañar que en El Sol de Cádiz estuvieran nerviosos con el


auge de la masonería en España.

3.2. LA ‘CONSPIRACIÓN MASÓNICA’ VISTA POR EL SOL DE


CÁDIZ

22
BLÁZQUEZ MIGUEL, op. cit., págs. 23-27
23
GARCÍA LEÓN, op. cit., págs. 47-53.
24
BLÁZQUEZ MIGUEL, op. cit., pág. 72.
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Como ya comenté en la introducción metodológica, voy a centrarme en los


artículos de El Sol de Cádiz que tratan sobre la masonería ya que, aparte de ser mayoría,
es casi la razón de ser del periódico con la defensa de la religión como socio menor.

3.2.1. Los orígenes de la masonería.

Siendo su principal misión desenmascarar a la masonería y hacer públicas sus


malignas intenciones, era de recibo que El Sol de Cádiz hablara de los orígenes de ésta;
y lo hace precisamente en sendos artículos, el primero de ellos titulado “Origen de la
secta de los francmasones. Extracto de una carta del abate Graudier…”25 y el segundo,
publicado en sendas entregas consecutivas”, con el título de ““Discurso sobre el Origen
de la maldita Secta Francmasónica, que atenta a la destrucción de toda Religión y toda
Monarquía”2627.

En “Origen de la secta de los francmasones. Extracto de…”, el articulista hace


uso de la obra francesa Essai sur la secte des Illuminés, del marqués de la Luchet28, para
citar una carta fechada en noviembre de 177829 que desvela los orígenes de la
masonería.

Según el autor de esta carta, un tal abate Graudier del que nada he podido hallar,
de fe de que la ciudad que vio nacer la masonería fue Estrasburgo a raíz de la
construcción de la Catedral de Notre-Dame en la época en la que Erwin de Steinbach
era maestro de obras30 (finales del siglo XIII), y en especial su torre, imitada en muchas
ciudades europeas como “En Viena, Zúrich y Friburgo se fabricaron torres semejantes
[…] y los albañiles de estas fábricas y sus mozos se repartieron por toda Alemania con
el fin de distinguirse de la gente común de albañilería”31, formando logias por doquier,
“y todas ellas convinieron en conceder primacía a la de Estrasburgo”32.

Por tanto, aquí tenemos los orígenes de lo que en la introducción di a llamar


masonería operativa, es decir, aquella basada solo y exclusivamente en mejorar las

25
“ORIGEN DE LA SECTA DE LOS FRANCMASONES. Extracto de una carta del abate Graudier a
madame… sobre el origen de los francmasones que se halla desde la pág. 236 nota 17 de la obra Essai sur
la secte des illuminés. París, 1789”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº8, 18 de noviembre de 1812.
26
“Discurso sobre el Origen de la maldita Secta Francmasónica, que atenta a la destrucción de toda
Religión y toda Monarquía”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº 10, 4 de diciembre de 1812.
27
“Concluye el artículo sobre el origen de la maldita secta Francmasónica”, El Sol de Cádiz (Cádiz),
nº11, 8 de diciembre de 1812.
28
Jean-Pierre-Louis Luchet, periodista, ensayista y director teatral francés del siglo XVIII. En 1789
publicó Ensayo sobre la secta de los Illuminati, donde desveló la existencia de los Illuminati en el reino
de Baviera y lo amplitud que había alcanzado la masonería en Europa y, en especial, en Francia.
FUENTE: https://fr.wikipedia.org/wiki/Jean-Pierre_Luchet
29
“ORIGEN DE LA SECTA DE LOS FRANCMASONES. Extracto de una carta del abate Graudier a
madame… sobre el origen de los francmasones que se halla desde la pág. 236 nota 17 de la obra Essai sur
la secte des illuminés. París, 1789”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº8, 18 de noviembre de 1812, pág. 64.
30
Erwin de Steinbach (1244-1318) arquitecto alsaciano que participó como maestro de obras en la
erección de la Catedral de Notre-Dame de Estrasburgo, participando en la construcción de la fachada
occidental y algunas partes del interior.
FUENTE: http://www.biografo.info/biografias/ver/7800/Erwin-de-Steinbach
31
“ORIGEN DE LA SECTA DE LOS FRANCMASONES. Extracto de una carta del abate Graudier a
madame… sobre el origen de los francmasones que se halla desde la pág. 236 nota 17 de la obra Essai sur
la secte des illuminés. París, 1789”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº8, 18 de noviembre de 1812, pág. 62.
32
Ibíd., pág. 63
P á g i n a | 10

técnicas constructivas de manera privada para así ser reconocidos como los mejores y
tener más posibilidades de encontrar más trabajo. En términos históricos, era un gremio
más con la salvedad de que gustaba del anonimato.

Sin embargo, como gremio medieval, tenía como todos sus propias reglas,
juramentos de iniciación y preceptos que cumplir para con la organización y para con
sus miembros, es decir, que de una de la cosas que se la acusa a la masonería
especulativa, que es lo que acabo de resumir, lo heredó de la operativa.

Y así lo confirma la propia epístola del abate: “uniéndose en Rastibona en abril


de 1459 e hicieron acto de cofradía o hermandad, estableciendo al maestro albañil de
Estrasburgo y a sus sucesores por grandes maestros únicos y perpetuos de la hermandad
general de masones o albañiles libres […] Sus estatutos se renovaron e imprimieron en
1565. […] La escuadra, el nivel y el compás fueron sus señales características. […] y
resueltos a formar un cuerpo separado de la turba de los obreros pensaron en usar
palabras de juntas y asambleas y tocamientos para conocerse, y […] Los aprendices, los
compañeros y los maestros se recibían con ciertas ceremonias que le guardaban con el
mayor secreto. Por divisa tomaron la libertad, de la que alguna vez abusaron no
obedeciendo a la autoridad legítima de los magistrados”33.

Esta es, podríamos decir, la versión más plausible de la que dispone El Sol de
Cádiz; de hecho, al final del artículo aparecido en los números 10 y 11, en la que se da
otro posible origen, el articulista concluye: “Hemos dado noticia crítica de las varias
opiniones sobre la época del origen de los francmasones: pasaremos a dar nuestro
parecer en lo sucesivo sobre dicho origen”34, pasando a hacer un breve resumen de lo ya
dicho en este número.

Aun habiendo desvelado con cuál de las opciones se queda el periódico de


Rafael Vélez, pasaré a relatar la otra.

En esta, el articulista desacredita a los masones por toda la serie de supuestos


fundadores que aparecen en sus libros y que se remontan casi a los albores de los
tiempos, como Adán, Noé, los constructores de la torre de Babel, el famoso Hiram
constructor del templo de Salomón,…35.

Aquí vemos lo que dije antes en lo referente a la herencia de la masonería


especulativa: recordemos que en el Medievo, una forma de autojustificar la propia
existencia (un buen ejemplo de ello es la genealogía de la época y la posterior) era
remontar el nacimiento de una dinastía, unas tradiciones o unas costumbres a épocas
remotas de la historia, ya fuera real o mitológica, lo que le daba cierto abolengo a lo que
se pretendía conservar. En este caso, la masonería.

Sin embargo, y a pesar de que lo expuesto hace 2 párrafos podía servir al


articulista para desacreditar a la masonería, va directo al análisis semántico de la palabra

33
Ibíd., págs. 63-64
34
“Concluye el artículo sobre el origen de la maldita secta Francmasónica”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº
11, 8 de diciembre de 1812, pág. 83.
35
“Discurso sobre el Origen de la maldita Secta Francmasónica, que atenta a la destrucción de toda
Religión y toda Monarquía”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº 10, 4 de diciembre de 1812, págs. 74-75.
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francmasón, compuesta por el prefijo “franc-“ y la palabra “mason”. Tanto en inglés


como en francés, mason significa albañil, mientras que el prefijo (“free” en inglés y
“franc” en francés) quiere decir libre36.

A partir de dicho análisis, el articulista menciona a 2 eruditos que trataron el


tema a partir del mismo: el abate italiano Luigi Cuccagni 37, que propone como
fundadores de la masonería a los maniqueos, pero dado que éstos son una secta religiosa
pone en duda la veracidad de su afirmación; mientras que el segundo autor es Antoine
Estève Baissie38 y otro cuyo nombre no menciona que sugiere a Oliver Cromwell, a
quien ya aludí en la introducción pero no precisamente como fundador ni, mucho
menos, como simpatizante de la masonería. Sin embargo, el articulista opta por el
segundo antes que por Cuccagni ya que los masones son ateos39.

Siguiendo a Baissie, afirma que el fin de esta hermandad era “reformar el género
humano exterminando a Reyes y Potestades"40, sirviéndose de ésta para para destronar a
Carlos I, proclamarse Lord Protector y expandir la masonería por toda Europa para
acometer con su objetivo por todas las naciones41.

Como se deduce de lo que dice Baissie, este tipo de masonería corresponde más
con la que vilipendian tanto los reaccionarios, la masonería especulativa, que con la
operativa al no tener nada que ver con la construcción ni con la arquitectura.

Y para acabar, el articulista pasa a hacer mención de una carta que, a su juicio, le
merece más valor que…

3.2.2. Relación de miembros de las logias Respetable Logia de beneficencia de


Josefina y Santa Julia.

No es extraño ni casual que sendas relaciones de miembros de logias que cita El


Sol de Cádiz fueran o afrancesadas, como lo era la “Respetable Logia de Beneficencia
de Josefina”, o directamente fundada por un francés, y para más inri por el mismísimo
José Bonaparte, como la “Santa Julia”.

Como ya dije en la introducción, Napoleón sacó a la masonería de la


cuasiextinción a la que la Revolución la había sometido para utilizarla en sus propios
intereses. De hecho, la relación entre el auge de la masonería en España y la Guerra de
Independencia no es baladí, ya que en casi todos los regimientos franceses contaban con
su propia logia, “en la que confraternizaban soldados y oficiales” y “en las ciudades y

36
Ya lo vimos en la carta del abate.
37
A pie de página remite a la obra de dicho abate Breve dissertazione dell’ Abbate Luigi Cuccagni, nella
quale si prende á provare, che la setta dei liberi muratori é una diramazione della setta de Manichei; y,
aunque he buscado tanto en medios escritos como digitales, solo he podido hallar la existencia de este
monje, pero nada acerca de este libro ni relación alguna con la masonería.
38
No lo menciona directamente, pero a pie de página cita la obra L’esprit de la Franc-mazonerie, que es
de este clérigo francés antimasónico.
39
“Discurso sobre el Origen de la maldita Secta Francmasónica, que atenta a la destrucción de toda
Religión y toda Monarquía”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº 10, 4 de diciembre de 1812, págs. 76-77.
40
Ibíd., pág. 81.
41
Ibíd., págs. 82-83.
P á g i n a | 12

villas donde se establecían hacían proselitismo y al partir era normal que dejasen
fundada una logia compuesta de civiles y eclesiásticos locales”.42

3.2.2.1. Respetable Logia de beneficencia de Josefina.

En el número 5, publicado el 1 de noviembre de 1812, aparece un artículo


mencionando a 90 miembros, constando con nombre, apellido y profesión, de la
Respetable Logia de beneficencia de Josefina, de los cuales 49 son españoles y el resto
franceses.

Fundada en Madrid en 1810, llegó a ser una de las más importantes de la capital,
por no mencionar una de las más numerosas con 141 miembros, de entre los cuales 10
eran eclesiásticos; y junto a la de Los Filadelfos, Napoleón el Grande, La Estrella de
Napoleón y La Edad de Oro, pertenecía a la Gran Logia Nacional de España43.

De los 90 miembros que menciona el citado artículo, 7 son eclesiásticos, 19


militares (entre los que destacan 3 coroneles, un comandante, 2 capitanes, un comisario
de guerra y un coronel del Estado Mayor 20 funcionarios (entre los que destaca el
Venerable, Antonio Benito, es Ministro de Justicia: “Gefe del Ministerio de Justicia”44),
4 comerciantes, 2 pintores, 2 músicos y del resto no se alude sus oficios.

De esto se puede deducir, habida cuenta de la diversidad de oficios y como dije


en la introducción, podemos argumentar que el propósito de esta logia era acoger a
madrileños (afrancesados, no cabe duda) de todas las clases sociales para así tener
influencia sobre el resto de la población de Madrid y alrededores, haciéndola más
receptiva a las reformas procedentes del gobierno instaurado por Napoleón, pudiéndolos
catalogar de afrancesados.

Es de destacar la forma en que el articulista afirma que la relación de miembros


llegó a sus manos, ya que, según él, se la entregó una persona que se mezcló con varios
masones a la salida de una reunión en su templo cuando a uno de ellos se le cayó un
papel “[…] y como si fuese un gran hallazgo, fue corriendo a su casa, donde habiéndose
puesto á leerlo encontró que decía lo que sigue”45.

3.2.2.2. Santa Julia.

En el número 16, aparecido el 18 de mayo de 1813, divulgan la relación de


miembros de la logia Santa Julia, fundada en Madrid en 180946 por José I.

Sin embargo, y al contrario que en la relación sobre los miembros de la anteriormente


citada Respetable Logia de beneficencia de Josefina, no dan ni nombres ni profesión,
tan solo apellidos ordenados alfabéticamente. Aunque, es este caso, se citan a muchos
más miembros (un total de 131 miembros, siendo 89 españoles y el resto franceses) y el

42
BLÁZQUEZ MIGUEL, op. cit., pág. 72.
43
BLÁZQUEZ MIGUEL, op. cit., pág. 73.
44
“Quadro de los HH. que componen la Resp. L. de la B. de Josefina de Madrid”, El Sol de Cádiz
(Cádiz), nº5, 1 de noviembre de 1812, pág. 38.
45
Ibíd., pág. 37.
46
BLÁZQUEZ MIGUEL, JUAN. Op. cit., págs. 72-73.
P á g i n a | 13

lugar donde tienen el templo: la calle de las tres cruces 47, muy cerca de la Puerta del
Sol.

3.2.3. Sobre la logia Templo de las Virtudes Teologales.

Si hubo una cabeza de turco que El Sol de Cádiz tuvo la suerte de hallar, esa fue
sin duda la logia de La Habana El Templo de las Virtudes Teologales, fundada en
diciembre de 1804, a la cual le dedica 3 extensísimos, y despiadados, artículos con la
única intención de “servir á mi Dios, á mi patria, y á mi amado Monarca” 48: uno sobre
el rito de iniciación a la logia (números 2, 3 y 5), otro sobre su constitución, donde
explica su funcionamiento (números 6 y 7) y otro que es un artículo de opinión, titulado
“Hipocresía”, en la que habla sobre ésta y los peligros que entraña la masonería
(números 5 y 6).

Empero, creo que lo más conveniente será empezar por el último artículo ya que
es en el que se explica el origen de la logia y cómo El Sol de Cádiz llegó a tener
constancia de ésta tras su disolución.

Es de sobra conocido el hecho de que, tras la ocupación francesa de la península,


las colonias americanas formaron gobiernos locales. Muchas de éstas seguían siendo
leales a España y a Fernando VII mientras que otras tantas, debido a los principios
ilustrados y las ideas de la Revolución Francesa, fueron conspirando para alcanzar la
independencia. Cuba, aunque en sus inicios fiel a España, posteriormente intentaría
alzarse infructuosamente en 1812 en pro de la emancipación. Es precisamente así como
se tendría noticia, y consecuentemente el periódico objeto de investigación, de dicha
logia y su posterior prohibición.

Hacia 1810, el gobernador de la isla, el marqués de Someruelos, expulsó al


venerable de esta logia49 tras haber iniciado una investigación, a petición del Consejo de
Indias y que es la que posteriormente se hizo con ésta50, debido a la delación de uno de
sus miembros, que desveló que estaba en curso una conspiración para conseguir la
secesión51.

Sin embargo, en el artículo referido a pie de página, no es su intento de separarse


de la Corona española lo que indigna al periodista sino el hecho de que el nombre de la
logia aluda a las virtudes “teologales”, lo que demuestra desde su punto de vista “la más
refinada hipocresía”52 al hacer uso de la religión para fines totalmente opuestos a todo lo
que representa.

Pero, a fin de cuentas, ¿cuáles son las virtudes teologales? Fe, esperanza y
caridad. Y es en este punto en el que el autor incurre en lo que tantos otros, a pesar de

47
“Lista de los individuos de la Logia, llamada de Santa Julia (calle de las tres cruces) sacada de su libro
de entradas”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº16, 18 de mayo de 1813, pág. 134.
48
“Hipocresía”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº 5, pág. 40.
49
“Continúa el artículo sobre la Hipocresía Francmasónica”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº6, pág. 41.
50
De hecho, es de esta fuente de donde El Sol de Cádiz dice que consiguió toda la información acerca de
esta logia.
51
http://www.encaribe.org/Article/conspiracion-de-1810
52
“Continúa el artículo sobre la Hipocresía Francmasónica”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº6, pág. 42.
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que en otros artículos “demostrará” tener otro origen, y que es que la masonería es un
vehículo de la revolución francesa al afirmar que, al preguntarse sobre la esperanza
masónica, “su objeto restablecer entre los hombres la libertad […] que no sufra traba
alguna, ni de religión, ni de ley, ni de precepto”.53

Mas, ¿cuándo y quién funda esta logia? Se tiene constancia de que la Gran
Logia de Pennsylvania la que, en el año 1804, autoriza la fundación de El Templo de las
Virtudes Teologales54. En cuanto a los interesados, obviamente cubanos, en la
constitución de dicha logia en La Habana, es decir, los fundadores, aparecen en la carta
patente los principales cargos: Joseph Cerneau, Venerable; Pierre Courroy Primer
Zelador; y Pierre Vauchey, Segundo Zelador55.

¿Y por qué una logia estadounidense fue la que permitió que se constituyese?
¿Por qué no se constituyó sin más? Es costumbre en la masonería que, cuando un grupo
de individuos quieren fundar una logia, pidan permiso a otra para poder constituirse
legalmente, siendo lo más normal actualmente pedirlo a la logia central de cada país con
la recomendación de, al menos, una logia. Así se tiene controlado, no a las logias, sino a
la posible aparición de imitadores.

En lo referente a la constitución de la logia, está fechada 3 años después de su


fundación; o para ser más exactos “día 26 del 7º mes masónico año de V.L. 1807 era
vulgar 26 de setiembre de 1807”56.

Cuando, en la introducción, mencioné que la masonería operativa tenía su propia


terminología, lo dije en todos los sentidos; y en el calendario también. De hecho, la
masonería tiene varios calendarios según el rito que se siga. Así, en el Rito Escocés
Antiguo y Aceptado, el calendario empieza por el mes de marzo (por eso dice que es el
séptimo mes y no el noveno) y cada uno tiene su propio nombre, que en el caso de
septiembre sería el de Tishri; normalmente, al año habría que añadirle 4.000, pero
muchas logias simplemente utilizan el año ordinario.57

En cuanto a los artículos de la constitución, a los que el articulista introduce a


modo de “hemos resuelto apurar para ilustración de la nación, toda la materia
perteneciente a la maldita secta de los Francmasones, descubriendo sus infernales
secretos, y los ardides de los que se valen para su extensión, […]”58 que son 28, creo
que merecen destacarse lo siguientes:

 (Art.1) “La Logia se compondrá de un venerable; dos vigilantes; un


secretario; un orador; un experto, un maestro de ceremonias, un terrible; un

53
Ibíd., págs. 43-44.
54
http://www.cubanet.org/articulos/influencia-norteamericana-en-la-masoneria-de-cuba/
55
http://www.oocities.org/es/hagadu_cub/efemerides_1800.htm
56
“Concluyen los artículos de las Constituciones de la Logia de la Habana”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº 7,
14 de noviembre de 1812, pág. 55.
57
BLÁZQUEZ MIGUEL, op. cit., pág. 39.
58
“CONSTITUCIONES DE LOS FRANCMASONES DE LA HABANA”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº6,
10 de noviembre de 1812, pág. 46.
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guardia del templo; un hospitalario, y un capellán; 2 mensajeros; y de


cuantos miembros juzgare la L. convenientes.”59

 (Art.2) “Los oficiales mencionados, exceptuando los mensajeros, serán


elegidos por escrutinio.”60

 (Art.3) “La L. de obligación se juntará todos los primeros y terceros


domingos de cada mes, a las horas que el Ven. crea más conveniente. Si
algún acontecimiento impidiese á la logia de juntarse los días señalados, el
Ven. o el que lo represente, podrá convocar otro día, con tal que no pase de
cinco.”61

 (Art.4) “Los HH. no se presentarán en L. á menos que no estén vestidos con


decencia; se potarán en ella con el mayor decoró y honradez, y si aconteciese
que uno llegare después de media hora de trabajo, pagará un peso fuerte de
multa; y si se ausenta enteramente, pagará doble, a menos que en la primera
junta justifique que el motivo de haberse ausentado es muy legítimo”62.

 (Art.6) “Cada miembro pagará al tesorero la cantidad de pesos al año que


exhibirán los meses a razón de dos pesos para la cotización.”63

 (Art.7) “No se propondrá a ningún recipiendario, sino en el saco de


proposiciones, y el que quisiere hacerse M., se dirigirá a un maestro de la L.
pidiéndoselo por escrito: el maestro encargado de la proposición la pondrá
en el saco, y el Ven. hará la lectura de ella, nombrando una diputación de tres
miembros para que se informen de la vida y costumbres del profano, de su
profesión, de sus virtudes, y del lugar de su residencia. Los comisarios harán
su relación en la primera tenida por escrito, y si resultare favorable al
pretendiente, se pasará al primer escrutinio. Si todas las bolas apareciesen
blancos, será desde luego admitido conformándose a la antigua forma de
pagar a la L. los derechos siguientes: por el primer grado 1 peso al Tuilleur,
pro el segundo 1 peso de Tuilleur, por el tercero 1 peso de Tuilleur.
Pero si la relación, o informe de los comisarios fuese contrario, el candidato
será irremisiblemente excluido.
Si aconteciese que encontrarse en el escrutinio alguna bola negra, se volverá
votar por si hubiese sido inadvertencia de algún H., pero si nuevamente
saliese, el que la haya puesto estará obligado a participarlo al Venerable,
particularmente haciéndose ver el motivo de su oposición antes de la primera
tenida.
El Ven. graduará si es suficiente la causa, y si la considerase así, será
excluido el candidato; pero creyese ser de poco momento, deberá
manifestarlo a la L. para que pasándose otro escrutinio, y no resultando más
que la bola negra expresada, sea admitido.”64

59
“CONSTITUCIONES DE LOS FRANCMASONES DE LA HABANA”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº6,
10 de noviembre de 1812, pág. 46.
60
Ídem.
61
Ibíd., pág. 47.
62
Ídem.
63
Ibíd., pág. 48.
P á g i n a | 16

 (Art.14) “Si un H. entrase en la L. borracho o que en un banquete de la


misma se emborrachará, pagará 1 peso, por la segunda vez 2 pesos, por la
tercera no podrá asistir al templo durante 3 meses, y por la cuarta será
excluido para siempre.”65

 (Art.15) “Está prohibido hablar mal en L. del prójimo, contra Dios/Religión,


el Estado, contra las buenas costumbres, interrumpir a un oficial cuando está
hablando, rehusar estar de pie cuando pide la palabra el Ven., a lo que se
impone por primera vez ser reprendido; por la segunda pagará medio peso,
por la tercera 1 peso, por la cuarta se decidirá en consejo de L. su futuro.”66

 (Art.25) “Ningún miembro de la L. podrá ser miembro de otra.”67

 (Art.26) “Si algún miembro desea retirarse de la Logia, hará su demanda por
escrito, acompañando a ella un recibo del tesorero que acredite no deber
nada, que en caso contrario le será denegada la petición.”68

 (Art.28) “Todos los miembros firmarán los reglamentos jurando su


conformidad con ellos.”69

En el primer artículo se enumeran los principales cargos, o grados según la


terminología masónica, que debe tener la logia. Lo cierto es que resulta interesante
observar que, a pesar de que se intenta atacar a la masonería, se da bastante información
acerca de ella:

El Venerable es el presidente de la logia (grado 20º: Venerable Gran Maestro de


las Logias Regulares) y, por tanto, el encargado de su dirección; los dos vigilantes (que
en el rito de iniciación se les dará el nombre de “zeladores”) son los asistentes del
Venerable y que tienen por misión, el primero, la formación de los masones que han
alcanzado los grados 2 y 3 (es decir, compañero y maestro) y, el segundo, el de los
aprendices (grado 1) que es el iniciado o quien acaba de ser admitido en la logia; el
secretario es el que levanta y cierra las actas de las sesiones y deja constancia de ellas;
el experto es quien conoce todo lo concerniente a los temas de la logia y a quien se
acude en caso de duda; el maestro de ceremonias, como su nombre indica, es el
encargado de dirigir todas las sesiones de la logia y los ritos de iniciación; el hermano
terrible es un miembro que actúa solo en los ritos de iniciación; el guardia del templo es
el encargado de custodiar el templo o lugar de reunión de la logia y de que todo en él
esté en orden; el hospitalario sería una especie de mayordomo; el capellán es un
sacerdote encargado de las oraciones; y los mensajeros son los encargados de llevar los
mensajes entre los distintos miembros de la logia cuando están reunidos en el templo o
que deben llevar alguno a algún lugar de la ciudad70.

64
Ídem.
65
“Concluyen los artículos de las constituciones de la Logia de la Habana”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº7.
14 de noviembre de 1812, pág. 50.
66
Ibíd., pág. 51.
67
Ibíd., pág. 53.
68
Ídem.
69
Ídem.
70
BLÁZQUEZ MIGUEL, op. cit., pág. 31-33.
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En cuanto al resto de artículos, es de especial interés el carácter plenamente


democrático del funcionamiento interno de la logia (arts. 2, 7 y 28) al regular la elección
de los oficiales, el modo de elección del iniciado y la conformidad por escrito a dichos
artículos de que todos sus miembros; la fijación previa de los días de reunión, lo que se
debe pagar por ser miembro, la imposibilidad de compatibilizar cargos en distintas
logias y la forma en que debe un miembro salir de la logia (arts. 3, 6, 25 y 26).

Por último, querría destacar los que quedan (arts. 4, 14 y 15) porque me parece
insólito que el articulista no hiciera mención alguna a su contenido (ni siquiera un breve
comentario a pie de página) ya que se prestan claramente a que se arremeta con ellos
directamente y sin paliativos.

Pero, sin lugar a dudas, el artículo donde más mete El Sol de Cádiz carga más las
tintas es en rito de iniciación, el cual corresponde al Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

El rito de iniciación en la masonería es una ceremonia cargada de simbolismo en


la que el aspirante a masón, llamado profano, se le hace entrar al templo con los ojos
tapados y se le somete a toda una serie de preguntas y pruebas que debe superar si
quiere ser aceptado. En caso de ser así, comenzará su instrucción en los preceptos
masónicos.

Pues bien, el modo en que El Sol de Cádiz presenta el rito es a través de 2


jornadas, la primera íntegra en el número 2 y la segunda divida entre los números 3 y 5.
Rafael Vélez y el resto de redactores la transcribieron íntegramente salvo por los 52
comentarios (negativos, obviamente) que hacen al respecto, todas a pie de página.
Consecuentemente, creo que lo más apropiado es que a medida que vaya relatando el
rito (en el que intervendrán el Venerable, el Maestro de Ceremonias, el Primer y
Segundo Zelador, el Guardia del Templo, el Segundo Diácono y, por supuesto, el
profano y al que asisten todos los miembros de la logia, todos ellos vestidos con la
vestimenta propia masónica: mandiles, trajes etiqueta,…, todos ellos adornados con los
símbolos masones) haga lo propio con los comentarios del articulista.

Tras estar en la sala de reflexión, hacen pasar al profano a la antesala de la sala


de ceremonias, donde el Maestro de Ceremonias anuncia al Venerable que un profano
pide ser admitido en la logia ya que “ha nacido libre y es de buenas costumbres” 71, a lo
que el Venerable responde que se le pregunte sobre “su nombre, el lugar de su
nacimiento, su edad y religión, sus empleos civiles, y su domicilio”72.

Llegados a este punto, el articulista ya ha hecho 2 comentarios negativos al


respecto: el primero referido a la condición de libre del profano y la segunda acerca de
su religión. Ambas, en realidad, están relacionadas ya que en opinión del articulista la
noción de libertad que tienen los liberales (“aquellos que no tienen pies para caminar ni
manos para trabajar”73) es la de considerar iguales a todos sin importar su religión
(“haceos francmasones y tendréis que dar el beso de la paz al ateo, al gentil, al judía, al

71
El Sol de Cádiz (Cádiz), nº, 17 de octubre de 1812, pág. 11.
72
Ídem.
73
Ídem.
P á g i n a | 18

herege, al cismático.”74). Obviamente, la idea que tienen los redactores y articulistas de


El Sol de Cádiz, religiosos todos, sobre los que deben pertenecer a una comunidad es
que confiesen el mismo credo (el católico, por supuesto).

Tras hacerle al profano al preguntas del Venerable, y transmitirle a éste las


respuestas, le hacen entrar en la sala de ceremonias con los ojos vendados hasta que se
detiene al ponerla la punta de una espada contra el pecho, a lo que el Venerable le dice
representa el remordimiento que tendrá si sus intenciones son traicionar a la logia y el
velo la ceguedad en la que vive sin conocer los preceptos masónicos.

Aquí nuevamente el articulista vuelve a la carga denunciando la libertad con que


los masones toman las alegorías de otras religiones, en este caso la espada del Islam y la
luz del Cristianismo.

Tras preguntarle repetidamente al profano si se ha presentado libremente a ser


miembro de la logia, que una vez que comiencen las pruebas a las que será sometido ya
no podrá echarse para atrás, y este responder afirmativamente a todas ellas, el Venerable
ordena que se empiece con las pruebas.

Sin embargo, para el articulista todo esto es simple palabrería en el sentido de


que “sabe muy bien el titulado Profano que todo quanto se le dice no es más que […]
ruido, aparato de palabras: que las pruebas son mímicas, y que jamás una comedia pura
tubo el desenlace de una tragedia. Por esto responde profundamente: Sí”.75

La primera prueba, según el Venerable, es tirarle al abismo, lo que se lleva a


efecto intentando que el Profano, al que no le ocurrirá nada, sienta lo más parecido a
una gran caída.

Tras someterle a esta primera prueba, El Venerable le pregunta de nuevo sobre


sus intenciones, porque si no son buenas sufrirá las consecuencias. También le dice que
será sometido a todo tipo de pruebas para hacerse una idea de su carácter y saber si
posee todas las cualidades de un hombre virtuoso y si es digno de conocer las ventajas
de ser masón. Al preguntarle si cree en Dios, en el gran Arquitecto, le dice que es por Él
por lo que todo existe y que es el principio rector de toda virtud y la guía de todo masón
para evitar todos los vicios y practicar libremente la religión, practicar la tolerancia y
respetar las leyes y a las autoridades.

Es aquí nuevamente cuando el articulista salta al negar que las virtudes y el Dios
al que se refiere el Venerable sean las de cualquier persona normal (léase católica) y que
lo que entiende por religión no es sino la masonería. Pero, sin duda, lo que más exalta al
autor es el respeto al orden establecido ya que, según él, “los trabajos de los
Francmasones tienen por objeto el que no haya ninguna autoridad. […] Más: Las Logias
mismas tienen que disolverse desde que se ha llenado su objeto. Desde entonces no hay
Venerable, ni Hermanos terribles, ni Guardias del templo, […] ¡Edad de oro! ¿Cuándo
llega?”76. Sin duda, la animadversión del articulista contra la masonería es bien obsesiva
al caer en todos los tópicos.

74
Ídem.
75
Ibíd., pág. 12.
76
Ibíd., pág. 14.
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Antes de continuar, quiero detenerme en el término Gran Arquitecto del


Universo. Éste es una figura masónica, puramente simbólica y tomada evidentemente de
la época medieval y las catedrales, y que no debe entenderse como una divinidad en el
sentido religioso del término sino más bien, digámoslo así, mecanicista.

De nuevo con el rito de iniciación, terminado su discurso, el Venerable vuelve a


preguntar al profano si desea seguir con las pruebas, a lo que éste responde que sí y la
primera jornada del rito acaba.

Antes de comenzar con la segunda jornada en el número 3, el articulista hace


una breve introducción bastante malévola (“¿Es posible? ¿El Sol de Cádiz se ha metido
a cómico, ó por mejor á compositor de comedias?”77) haciendo hincapié que por muy
inverosímil que parezca la información que está dando, es totalmente verídica.

Siguiendo con la ceremonia, tras la primera prueba el Venerable exhorta a todos


los presentes a arrodillarse y a recitar una oración dedicada al Gran Arquitecto y pide al
profano que les acompañe. Dicha oración es motivo de burla para el articulista, para
quien el Gran Arquitecto no es más que una burda imitación atea del Dios de los
cristianos y sus ritos una amalgama de todas las religiones del mundo; pero sobre todo
es muy crítico con la parte en la que se hace una referencia a los misterios de la
masonería, que para el autor no son más que “[…] los de Sodoma y Gomorra”78.

La oración en cuestión dice así: “Humillémonos, hermanos míos, delante del


Soberano del mundo. Reconozcamos su poder y nuestra debilidad. Contraigamos
nuestros entendimientos y nuestros corazones a los límites de más sentido respeto, y
marchando por las seguras de la virtud, osemos elevarnos solamente para contemplar y
admirar al Señor de este vasto universo. Él es uno; existe por sí mismo, y todos los entes
le deben la existencia. Él obra en todo y por todo, y siempre invisible a los ojos de los
mortales, solo él ve todas las cosas. Solo a Él debe invocarse, y es a Él a quien dirijo
mis votos y mis ruegos. Dígnate, pues, Gran Arquitecto del Universo, proteger a los
operarios pacíficos que están reunidos aquí. Enardece su celo, santifica sus almas contra
la penosa lucha de las pasiones, inflama sus corazones en el amor de la virtud, protege
sus buenos deseos, y también los de este aspirante, que desea participar de nuestros
augustos misterios. Concédele tus auxilios para que pueda sobrellevar las pruebas
terribles con que debe acreditarnos que puede ser digno de abrir los ojos al templo
sacrosanto de la virtud y la amistad.”79.

A continuación, tras levantarse, el Venerable le pregunta al Profano que si cree


en Dios, a lo que éste le responde que sí. Sin embargo, para el Venerable la religión no
solo caracteriza a los hombres buenos e ilustrados sino también a los más infames, que
también cree en sus dioses “[…] aunque con ceremonias pueriles y ridículas.”80.Esta
afirmación que acabo de citar de boca del Venerable resulta ser una afrenta para el
articulista, para quien es una ofensiva alusión a los ritos católicos.

77
“SEGUNDA JORNADA”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº3, 29 de octubre de 1812, pág. 17.
78
Ibíd., pág. 19.
79
Ibíd., págs. 18-19.
80
Ibíd., pág. 20.
P á g i n a | 20

Lo que, para el Venerable, lo que distingue al buen hombre del que no lo es su


proclividad a la virtud, que define como “no hagas a los demás lo que no querrías que
contigo hicieran”81, que no es sino una referencia al imperativo categórico kantiano, y
“la fidelidad a las leyes, á las costumbres, y á la conciencia […]”.82 Sin embargo, para el
articulista, esto no son más que palabrería.

Consecuentemente, el vicio es todo lo contrario a la virtud y al que todo masón


debe permanecer alejado de “los viles intereses que atormentan y degradan a la tropa
profana”83.

Obviamente, lo de tropa profana enfada al articulista ya que en dicho término


engloba al resto de la humanidad, incluyendo a “todos los Papas, Obispos; todos los
Emperadores, Reyes; todos los cristianos que no sean francmasones […]”84, lo que sería
pervertir el orden establecido tan apreciado por los conservadores.

A continuación, tras preguntar nuevamente al profano si aún quiere ser masón, a


lo que otra vez contesta afirmativamente, el Venerable le enumera las obligaciones de
todo masón: “El primero será un silencio absoluto sobre todo lo que hayáis podido oír y
descubrir entre nosotros, así como todo lo que oyereis, viereis y supiereis adelante… El
segundo de los deberes, y el que hace que la masonería sea el más sagrado de los nudos
sociales y […] que constituye la esencia de nuestra sociedad es como ya os he dicho,
combatir las pasiones que degradan al hombre; […] El tercero de los deberes es
conformarse a los estatutos generales de la masonería, y someteros á todo lo que os
prescribiere á nombre de esta respetable asamblea […]”85.

En cuanto al primero de los deberes, que es el que quiero destacar, es decir, el


secreto que debe guardar todo masón sobre todo lo que ocurra y las actividades de la
logia, es interesante observar que, al contrario que los otros dos, este ya es vinculante
sin haber aún sido aceptado como masón; y es precisamente en este punto al que todos
los detractores de la masonería suelen atacar, la razón por la que hay tantas teorías de la
conspiración entorno a ésta y por la que “los celosos Redactores de Cádiz piden pon
plegarias á los incautos españoles, no lean el Sol, porque no conviene se instruyan de
los arcanos de esta secta.”86.

La próxima prueba a la que será expuesto el profano también es motivo de duras


críticas, ya que se tras hacerle saber estos deberes, le beber al profano de una copa de
vina advirtiéndole que si sus intenciones para entrar en la logia son honradas, el veneno
que contiene no le afectará; en cambio, si son alevosas, morirá. Como se puede
observar, el vino es otro elemento que ha sido tomado del cristianismo.

La última prueba será una serie de preguntas, ya en el número 5, a las que será
sometido el profano mirando cada vez a cada punto cardinal que representan las
principales virtudes que debe poseer el aprendiz de masón, que son la fuerza, la belleza

81
Ídem.
82
Ibíd., págs. 20-21.
83
Ibíd., pág. 21.
84
Ibíd., págs. 22-23.
85
Ídem.
86
Ídem.
P á g i n a | 21

y la sabiduría, que se consideran las principales habilidades para combatir la hipocresía,


la ignorancia y la maldad imperantes en el mundo.

Al superarlas, al profano se le aplica una marca y el venerable le comunica que


finalmente es aceptado en la logia.

3.2.4. Sobre la logia Los Vengadores de Harim.

En este artículo, publicado en dos partes, se hace mención al descubrimiento de la logia


napolitana Los vengadores de Hiram, descubierta en 1756 bajo el reinado de Carlos III
cuando era soberano del Reino de la Dos Sicilias87, y el acceso que ha tenido El Sol de
Cádiz a la constitución de dicha lógica. Si bien es cierto que no hace referencia al modo
en que ha tenido acceso al sumario del caso, manifestando solamente que el original se
halla en la secretaría de Estado del Duque de Parma.

Así pues, el articulista empieza haciendo mención a la detención del Príncipe de


San Severo, Raimundo di Sangro, famoso alquimista y masón de la época88, “debido á
dos personas: una de ellas hallándose enferma y movida por Dios, ha revelado todo el
secreto á un sacerdote para que lo dixera al Rey; y la otra es un caballero que habiendo
sido mantenido expléndidamente por la sociedad de los Francmasones, y hallándose
después falto de socorros y de amigos, ha logrado del Rey la impunidad, y ha declarado
el Gran Prior ó Supremo arquitecto de tal sociedad en los Reynos de Nápoles y de
Sicilia. […] es el príncipe de S. Severo, caballero de antigua distinción”89.

Dicho Raimundo di Sangro, VII Príncipe de San Severo, pertenecía a la alta


nobleza de Torremaggiore, al sur de la actual Italia y en el siglo XVII en el Reino de las
Dos Sicilias, dedicó su vida adulta a divulgar textos masónicos (siendo el maestre de la
logia que ya he mencionado), la alquimia y a la invención de toda clase de artilugios,
entre los que destacan 2 figuras humanas anatómicamente muy exactas realizadas a base
de cera.

Antes de continuar con el texto, quisiera resaltar el nombre de la logia, Los


Vengadores de Hiram, ya que posee un gran simbolismo que tanto caracteriza a la
masonería. Según las leyendas masonas, Hiram Abif fue constructor del Templo de
Salomón, quien fue asesinado por Jubelúm, Jubelás y Jubelús, también conocidos como
los Juwes, tras forzarle infructuosamente a que les revelara los secretos de la
masonería.90

Sin embargo, no es más que una leyenda que procede de la época de la


masonería operativa. Hemos de tener en cuenta que, a medida que la masonería se fue
constituyendo, tal y como dije en la introducción, sus integrantes fueron inventándose
toda clase de ceremonias, nuevos rangos,… y esto incluía una genealogía, cosa bien
importante en el Medievo, cuando importaba tanto quien eras como de quien
descendías; por tanto, no es de extrañar que muchas logias afirmasen que los fundadores

87
Con el nombre de Carlos VII.
88
es.wikipedia.org/wiki/Raimondo_di_sangro
89
“Relación auténtica del descubrimiento de los Francmasones del reyno de Nápoles al principio de 1756
por el augusto rey Carlos 3º de España,…”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº7, 14 de noviembre de 1812, pág.
55.
90
BLÁZQUEZ MIGUEL, op. cit., págs. 18-19.
P á g i n a | 22

de las diversas logias que masonería fue fundada por Enoc, Moisés, Alejandro
Magno,…91

Respecto a su labor divulgativa, se hace mención en el artículo ya al ver venir a


los guardias “se vio que se había encendido fuego en la librería y en el palacio para
quemar los manuscritos y proyectos cabalísticos; pero el pueblo pagó el fuego, y los
guardias conservaron zelosamente todas las cosas.”92.

En este sentido también podemos observar la colaboración del propio pueblo de


Nápoles en evitar que el príncipe se saliera con la suya. No era raro que el pueblo de a
pie, que en esta época era muy voluble con respecto a las medidas de la Iglesia y el
Estado, viera con recelo la masonería al creer a pies juntillas los bandos que se
publicaban acerca de lo dañina que era la masonería.

A continuación se narra como Carlos VII dispone que 4 magistrados se dediquen


a inventariar e investigar los libros recuperados de la biblioteca del príncipe y que se le
tome declaración con el propósito de “efectuar los medios que se juzguen más eficaces
para destruir esta secta”93: entre otras cosas, se descubrió “en el catálogo de los
napolitanos solos se encontraron sesenta y quatro mil socios, y en Florencia se han
descubierto también muchos miembros de esta secta”94. Es lógico pensar que semejante
cifra es desproporcionada incluso para toda la masonería en general de la época y, sin
duda, el objetivo de El Sol de Cádiz es asustar a los gaditanos con esta cifra y hacerles,
cuanto menos, hostiles hacia la masonería.

También se halló la constitución de la logia, compuesta por 12 artículos, lo que


lleva al monarca a escribir a todos los reyes de Europa a tomar medidas contra la
masonería en sus estados.

En relación con los artículos de la constitución, creo que son merecedores de


destacarse el 1º (“Dios ha criado al hombre con perfecta libertad, en lo que todos son
iguales. Esta libertad natural no debe restringirse […]”95), el 3º (“Dios zelosísimo de su
absoluto dominio en esta tierra, en la que con tan privilegiada creación puso al hombre,
tiene y declara por contrario suyo al que quiere tener parte de jurisdicción particular
sobre los otros hombres […]”96), el 4º (“Con el curso del tiempo, la suprema potestad
del Creador, y la natural libertad de las criaturas ha sido no poco dañadas y casi
destruidas por la malignidad de ciertos asirios avarientos; y de aquí provinieron los
nombres odiosos de principado y sacerdocio”97), el 6º (“He aquí […] la gran empresa de
los hombres agradecidos á Dios; esta es la de reedificar el templo destruido por las
tinieblas de nuestros mayores que han vivido tanto siglos, armando á nuestros
usurpadores que deben mirarse como verdaderos tiranos”98), el 8º (“Tantas religiones

91
GARCÍA LEÓN, op. cit., pág. 32.
92
Relación auténtica del descubrimiento de los Francmasones del reyno de Nápoles al principio de 1756
por el augusto rey Carlos 3º de España,…”, op. cit., pág. 55.
93
Ídem.
94
Ídem.
95
Ibíd., pág. 56.
96
Ídem.
97
Ídem.
98
“Concluye la relación sobre el descubrimiento de los francmasones”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº 8, 18
de diciembre de 1812, pág. 57
P á g i n a | 23

[…] son otras tantas supersticiones e invenciones de quien quiere mandar al mundo, y
quitar al hombre la libertad natural, y á Dios la suprema potestad”99), el 9º (“La presente
empresa en la más difícil que hasta ahora ha habido y puede haber, pues se trata de
deber contrastar no menos que con el principado y el sacerdocio que actualmente están
en total y pacífica posesión de manifiestas tiranías contra la libertad del hombre” 100), el
10º (“El mayor secreto debe ser el único fundamento de la empresa”101) y el 12º (“Y
para que el silencio sea sacrosanto […], solamente se hable de caridad y socorro en
qualquier necesidad”102).

Así pues, paradójicamente contra las creencias conservadoras, que los


miembros de Los Vengadores de Hiram creen en un Dios creador; pero, también
paradójicamente, les da la razón a éstos al afirmar que su intención es destruir todo
gobierno (civiles y religiosos) para restaurar la libertad de la humanidad, mencionando
para poder llevarlo a cabo el tan atacado silencio.

Por último, me gustaría citar una frase del epílogo del artículo, que deja bien
clara la relación que hacen los conservadores entre masonería y revolución francesa
porque, a fin de cuentas, a pesar de que Napoleón acabara con la revolución y fue quien
introdujo la masonería en España, como ya hemos visto, en España veían como a un
revolucionario más: “El conocimiento de estas cosas no puede menos de formar en la
mente de un hombre reflexivo, un quadro, en que verá pintados vivamente todos los
desastres que ha causado la revolución francesa por induxo de los francmasones cuya
maldita secta apestó y preparó la revolución del espíritu de gran parte del vulgo francés,
y unió los incrédulos de Francia”103.

3.2.5. Sobre el progreso de la masonería desde 1720.

En este artículo, publicado íntegramente en el número 12, hace un recorrido acerca del
avance de la masonería desde 1720. No en vano, el artículo lleva como título “Discurso
sobre el progreso que ha ido tomando la infernal Secta de los Francmasones desde el
año de 1720”.

Empezando con recordar a los lectores todo lo que el periódico ya ha desvelado


sobre la masonería (varios documentos relativos a sus orígenes y sobre las logias
Templo de las Virtudes Teologales, Los Vengadores de Hiram, Santa Julia y la
Respetable Logia de Beneficencia de Josefina)104, continúa mencionando las
prohibiciones y persecuciones que sufrió en el continente: “en Holanda el año de 1735;
y en Flandes y en el Palatinado el de 1737. El Papa Clemente XII, á 26 de abril del de
1738, en su Constitución que empieza In eminenti fulminó excomuniones y penas
corporales contra los Francmasones, y con edicto de 14 de Enero de 1739 prohibió en
sus estados las asambleas de ellos con pena irremediable de muerte”.105 Hasta aquí nada
nuevo ya ha sido expuesto tanto en la introducción como a lo largo del trabajo; pero sí

99
Ídem.
100
Ibíd., pág. 58.
101
Ídem.
102
Ídem.
103
Ibíd., pág. 61.
104
“Discurso sobre el progreso que ha ido tomando la infernal Secta de los Francmasones desde el año de
1720”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº 12, 17 de diciembre de 1812, págs. 80-90.
105
Ibíd., pág. 90.
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demuestra, al menos, que para este artículo parecen estar más informados ya que al
menos dan fechas y datos fácilmente corroborables, hasta ahora y en los de las
siguientes páginas como a la hora de fechar la prohibición de la masonería en España
(“Lo cierto es, que la Secta Francmasónica se prohibió en España en 1751”106).

Ante esto, el articulista revela que los masones de Alemania se refundaron en


otra secta en la que, para intentar diferenciarse lo más posible en sus caracteres externos
“se admitían mujeres, no se juraba la observancia del secreto, […], no usaban insignias
de los Francmasones”107 aunque más adelante destaca que dicha organización tras la
progibición de la masonería en Polonia y en Austria.

En dicha progresión de persecución, se llegaron a publicar toda una serie de


libros en los que desvelaba ritos y secretos de los masones: uno publicado en 1740
titulado Realidad del proyecto filosófico, anarquía y deísmo de monsieur Mercier108 y
otro, publicado en 1745, titulado Secretos de la orden de la masonería109 y del que el
articulista destaca que existían logias a lo largo y ancho de Francia110,…, que llevó al
mismísimo Benedicto XIV “para confirmar con su Constitución Providas romanorum (á
18 de mayo de 1751) las penas fulminadas por Clemente XII contra los
francmasones.”111. Aun así, refiere el articulista, se siguieron encontrando y enjuiciando
a masones, sobre todo en muchas ciudades de Italia “en la que la secta Francmasónica
no hizo sino progresos”.112

Para finalizar, el autor del artículo se regodea de tener noticia de un encuentro


ocurrido en Roma en 1794 entre un español y dos franceses en que, a medida que daban
un paseo juntos, los galos le confesaron al español que la masonería no solo era la
causante de la revolución francesa sino también de la ejecución del rey, ya que “los
Ministros del Rey eran sus mayores traidores; y por esto que era su cuerpo grande de
irreligión y rebelión se pintaba como sombra despreciable”113.

3.2.6. Sobre el artículo titulado “Documentos interesantes”.

Otro de los artículos más interesantes que, a mi parecer, divulgó El Sol de Cádiz,
publicado en los números 9 y 14 bajo el título de “Documentos interesantes para
conocer las maquinaciones de los francmasones y demás revolucionarios”, trata sobre el
hallazgo de un libro en el que se relata la asociación entre protestantes ingleses y
franceses que dio lugar a la masonería con el propósito de erradicar de Europa el
Cristianismo y las monarquías.

Según dicha obra, titulada Les jacobines de volés, causes et agents des
revolutions de France (o “Los jacobinos robados, causas y agentes de las revoluciones

106
Ibíd., pág. 91
107
Ibíd., pág. 90.
108
Lo único que he logrado averiguar de éste libro es que existe y que se publicó en ese año, pero nada
más.
109
De este sin embargo no he encontrado referencia alguna.
110
Discurso sobre el progreso que ha ido tomando la infernal Secta de los Francmasones desde el año de
1720”, op. cit., . 90-91.
111
Ibíd., pág. 92.
112
Ibíd., pág. 94.
113
Ibíd., pág. 96.
P á g i n a | 25

de Francia”), esta conjuración se formó un siglo antes que los sucesos de la Revolución
Francesa a raíz de sus consabidos “principios anti-monárquicos, […] pues en Francia
hasta el establecimiento de ellos no se han conocido regicidas”114. Dicha afirmación me
dio mucho que pensar cuando la leí por primera vez: primero, porque a pesar de que
hayan existido movimientos protestantes proclives a formas republicanas no es que se a
algo que se puede extrapolar a toda la comunidad protestante; y, segundo, es
completamente falso que no haya habido regicidios en Francia ya que Enrique III y
Enrique IV fueron asesinados.

Dicha asociación, la primera masónica en Francia y a la que sus propios


miembros llamaron Enemigos del culto y de los reyes115, no tardaría en extenderse para
deleite del autor del artículo al unírseles jansenistas, deístas y ateístas, “[…] tan
enemigos de la religión romana como de la potestad real”116. Cierto que una cosa no
tiene que ver con la otra, pero dada la insistencia de El Sol de Cádiz de presentar a la
masonería como una mezcolanza de religiones, y su probada intolerancia hacia
cualquiera que no sea la Católica, es de destacar que se la presente como una amenaza
contra el Catolicismo más integrista cuando la mejor forma, según sus defensores, es
prevenir la convivencia de religiones en un mismo suelo.

Y, con el devenir del tiempo, al ver venir la marejada revolucionaria cuando se


convocaron los Estados Generales en 1789, el articulista declara que destinaron 500
millones de libras francesas (!) “mas en ese año se gastaron novecientos millones de
libras, y la misma cantidad el año siguiente; y la mayor parte de este dinero se emplea
en mantener cinquenta mil foragidos para asesinar personas, […], y en sobornar
asambleístas”117.

Es aquí donde, sinceramente, el absurdo llega a sus mayores cotas ya que ya que
físicamente es imposible reunir semejante cantidad de dinero ni mantener a tanta gente a
sueldo sin ni siquiera llamar la atención y, mucho menos, desde la clandestinidad.

Por último, y para colmo, se da una relación de misivas de ‘jacobinos ingleses’


que se congratulan de la evolución de los sucesos revolucionarios en términos como
“¡Qué sagrada es la humanidad que os lleva para romper las cadenas!”118,
“Experimentamos placer sensible porque el derecho de levantamiento se haya efectuado
felizmente”119, “Para gloria de la humanidad…”120,…

3.2.7. Sobre el artículo titulado “Documentos secretos e interesantes”.

En este artículo, publicado entre los números 15 y 17 y titulado “Mecanismos y


variedad de las sectas francmasónicas y uniformidad de ellas en guardar el más

114
“Documentos interesantes para conocer las maquinaciones de los francmasones y demás
revolucionarios”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº9, pág. 65.
115
Ibíd., pág. 67.
116
Ibíd., pág. 66.
117
Ibíd., págs. 69-70.
118
Ibíd., pág. 70
119
“Continúan las cartas de los jacobinos interrumpidas en el folio 70”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº14,
pág. 118.
120
Ídem.
P á g i n a | 26

inviolable secreto”, se pretende desvelar las formas que tienen las logias masónicas de
actuar y su famoso secreto que tan afanosamente tratan de mantener oculto.

Tras hacer un repaso por todo lo ya expuesto en todo lo que va de publicación,


alude a la obra del conde Cagliostro, En la vida de José Bálsamo, para mencionar una
variante de la masonería, la secta de los iluminados, cuyo fin era la venganza por la
muerte del último gran maestre de los templarios, Jacques de Molay, lo que les movía
tanto a estos iluminados como a los masones para “la destrucción del catolicismo y de
las monarquías”121.

El conde de Cagliostro nos es conocido para los historiadores ya que estuvo


relacionado en el asunto de la estafa del collar en la que estuvo involucrada hasta la
mismísima María Antonieta. Sin embargo, a pesar de ser un activo y conocido masón, el
articulista erra en su argumentación ya que la obra citada no es suya sino de Alejandro
Dumas padre, quien hizo una falsa biografía de Cagliostro bajo el falso nombre de José
Bálsamo122. Sin embargo, a pesar de tan garrafal equivocación, me sirve para
ejemplificar una vez las ansias de los masones en consignar como fundador último de la
masonería a alguien que la realzase se abolengo, como pueden ser los templarios; de
hecho, muchas logias actuales, en sus rituales, declaran que la masonería fue fundada
por éstos.

Aun a pesar de esta gravísima metedura de pata del articulista, creo que es
interesante seguir con el hilo de la narración, atribuyendo al mismo Cagliostro fingir “el
don de la profecía, de hacer ver los objetos ausentes, de hallar la piedra filosofal, de
regenerar la complexión corporal […]”123 para así embaucar a los más ilusos de entre
los poderosos para así conseguir más fácilmente sus propósitos.

Así, y siguiendo la argumentación del articulista, la masonería se extendió en 40


años por toda Francia y constituyéndose toda clase de rangos (a los que aludí en los
artículos del Templo de las Virtudes teologales) y ceremonias, entre las que destacaba la
de iniciación124, y cuyos “secretos grandes se comunicaban solamente a los
maestros”125.

Hemos aquí nuevamente el estricto silencio de los masones con respecto a sus
actividades, llegando incluso a revelar sus más íntimos y grandes secretos a un selecto
grupo de miembros. Esto, aunque pueda parecer raro, no lo es tanto en el entorno de las
sociedades secretas ya que, a modo de gratificación al ir escalando en la jerarquía, se les
va revelando más información relacionada con la doctrina de la sociedad.

A continuación, el articulista afirma que lo que perseguían los masones era


ayudarse mutuamente para conseguir los mejores contactos y empleos126 “de los

121
“Mecanismo y variedad de las sectas francmasonas y uniformidad de ellas en guardar el más inviolable
secreto”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº 15, 8 de abril de 1813, pág. 125.
122
http://es.wikipedia.org/wiki/Cagliostro
123
“Mecanismo y variedad de las sectas francmasonas y uniformidad de ellas en guardar el más inviolable
secreto”, op. cit, pág. 126.
124
Ibíd., págs. 127-128.
125
Ibíd., pág. 128.
126
“Concluye el discurso sobre el mecanismo y variedad de las sectas francmasonas, suspendido en la
pág. 128”, El Sol de Cádiz (Cádiz), nº17, 1 de septiembre de 1813, pág. 137.
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francmasones fue también la maliciosa voz que por toda ella [Europa] se extendió en el
año 1774 contra los religiosos, y que después empezó a tener efecto en la supresión de
centenares de conventos”127, aunque “los efectos de la libertad moral y civil eran
visibles en toda Europa desde el año de 1760, mas se ocultaba á casi todos los buenos,
que podrían ó desearían aniquilarla”128.

Aquí, sin duda, el autor se refiere, con toda razón, a que los antecedentes del
tempestuoso anticlericalismo del que se hizo gala durante la Revolución francesa hundía
sus raíces décadas atrás. Aunque no he encontrado mención alguna sobre la obra que
menciona, sí que he rastreado su mención a la década de 1760, siendo en 1761 cuando
se decretó la expulsión de los jesuitas de Francia.

A partir de aquí, el articulista suelta diatriba tras otra contra la masonería, cosa
de la que ya he dado muestras a lo largo y ancho del trabajo durante página y media
hasta que empieza a relatar la forma por la que los masones preservaban sus secretos,
porque a pesar ser difícil de preservar en sociedades tan grandes como la masonería
“mas los francmasones habían hallado el modo de hacerlo posible”129.

Porque, además de como he dejado referido ya que a los profanos se les hace
jurar que no revelarán jamás lo que viesen u oyesen en las logias además de que los
misterios de la masonería iban revelándose a medida que se avanzaba en la jerarquía, a
los que los desvelaban se les sometían a grandes castigos… o eso al menos afirma el
articulista al referir que en “el año 1736 á Pichad [miembro de una de las logias de
Londres] se arrancó la lengua porque había escrito un libro sobre los misterios de los
francmasones; después se le arrancó el corazón; el cadáver estuvo colgado mientras
duró la asamblea de la logia; y después fue quemado. […] se comunicó la noticia á
todas las logias”130. Queda fuera de toda duda que esta afirmación es básicamente otro
ataque sin fundamento de El Sol de Cádiz a la masonería.

127
Ídem.
128
Ídem.
129
Ibíd., pág. 139.
130
Ibíd, pág. 140.
P á g i n a | 28

4. CONCLUSIÓN.

La conclusión a la que he llegado con este trabajo es que los editores y


articulistas de El Sol de Cádiz, desde su fundador Rafael Vélez hasta el último de la
redacción, tenían un conocimiento más amplio de la masonería del que tenían muchos
de sus contemporáneos dada la gran cantidad de fuentes que citan (Essai sur la secte des
Illuminés del marqués de Luchet, los archivos del Consejo de Indias, secretaría de
Estado del Duque de Parma, Realidad del proyecto filosófico, anarquía y deísmo de
monsieur Mercier, Secretos de la orden de la masonería y En la vida de José Bálsamo
de Alejandro Dumas) y lo minucioso de sus artículos a pesar de que caen reiteradamente
en injurias de lo más dogmáticas.

Es cierto que, en esta época, el sector eclesiástico tenía una doble ventaja al
respecto: era uno de los grupos sociales más y mejores formados de la sociedad
española de entonces, teniendo por tanto mejor acceso a la información, y que, dado que
uno de los objetivos de la Inquisición española era la represión de la masonería, tanto el
clero regular como el secular tenían que tener bien claro de lo que trataba la masonería
para así poder denunciarlo.

En cuanto a la conspiración masónica, a pesar de los denodados intentos que los


autores pusieron para convencer de ello a la sociedad gaditana, no veo ningún indicio en
ningún artículo de que fuera algo real. Se aprecia que saben del tema, porque ese era su
propósito, pero a mi entender les podía más su fanatismo y dogmatismo que hacer un
análisis objetivo del tema.

Sin embargo, no puedo cuando menos que comprenderles: cuando un


movimiento, que hace del secretismo y anonimato su mayor baza, predica la pronta
erradicación de los privilegios de unos sectores que llevan siglos viviendo
P á g i n a | 29

cualitativamente mejor que el resto, es lógico que éstos se sientan arrinconados dada la
rápida expansión de este movimiento que es la masonería.

En mi humilde opinión, la masonería podrá ser muchas cosas; pero un peligro


para la humanidad, unos gobiernos justos y competentes y una Iglesia dedicada
exclusivamente a los asuntos espirituales, no lo es seguro.

5. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA.

5.1. Bibliografía.

BLÁZQUEZ MIGUEL, JUAN. Introducción a la Historia de la Masonería Española.


Madrid, Ediciones Penthalon, 1989.

CANTOS CASENAVE, MARIETA, DURÁN LÓPEZ, FERNANDO y ROMERO


FERRER, ALBERTO (ed.). La guerra de la pluma: Estudios sobre la prensa en el
tiempo de las Cortes (1810-1814). Imprentas, literatura y periodismo. Cádiz, Servicio
de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, D.L., 2006.

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FERRER, ALBERTO (ed.). La guerra de la pluma: Estudios sobre la prensa en el
tiempo de las Cortes (1810-1814). Sociedad, consumo y vida cotidiana. Cádiz, Servicio
de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, D.L., 2006.

GARCÍA LEÓN, JOSÉ Mª. La Masonería Gaditana. Desde sus orígenes hasta 1833.
Cádiz, Quorum Libros Editores, 1993.

POWELL, ARTHUR E. La atracción de la Masonería. Madrid, Ediciones Librería


Argentina, 2011,

SOLÍS, RAMÓN. El Cádiz de las Cortes. La vida en la ciudad en los años de 1810 a
1813. Madrid, Sílex, 2000.

5.2. Webgrafía.
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http://saavedrafajardo.um.es/BIBLIOTECA/GonzaloD.nsf/AutorGDDA?OpenForm&m
=6&letra=V&ID=E39D1CF675054C60C12576560032B8B3&imag=

http://lema.rae.es/drae/?val=Francmasoner%C3%ADa

https://fr.wikipedia.org/wiki/Jean-Pierre_Luchet

http://www.encaribe.org/Article/conspiracion-de-1810

http://www.cubanet.org/articulos/influencia-norteamericana-en-la-masoneria-de-cuba/

http://www.oocities.org/es/hagadu_cub/efemerides_1800.htm

es.wikipedia.org/wiki/Raimondo_di_sangro

http://es.wikipedia.org/wiki/Cagliostro

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