UNA FAMILIA DE PAPEL

TINTIN
Tintín es, muy probablemente, el personaje más extraño de toda la historia
del cómic. A diferencia de la mayoría de los héroes no se caracteriza por ningún
rasgo particularmente destacable. Es cierto que es inteligente; astuto, rápido y casi
invencible. Pero, de hecho, choca por su irrealidad casi total, si uno se detiene a
examinarlo de cerca.
Una irrealidad que hace de él, más que un antihéroe, una especie de pura
abstracción.

Escuchemos primero su nombre: este nombre que en francés significa

“nada”, destaca inmediatamente por su doble sílaba. Como si este patronímico que
en realidad no lo es, no pudiese prolongarse más que para repetirse.
Observemos a continuación su rostro: esta cara redonda donde los ojos y la
boca no son más que puntos; su aspecto que muy pocas situaciones logran animar y
que únicamente tiene de particular el tupé.
Estudiemos por fin la profesión del personaje: esta profesión que de hecho
no le veremos ejercer más que en el primer álbum. Tintín es reportero.

“B.Peeters: Tintín”