I

~
 SOPA DE LIBROS · TEATRO

19nasi García es
dramaturgo, director
de teatro y guionista de
televisión. Ha publicado
dieciocho obras y ha
estrenado algunas de
ellas; como guionista
de televisión ha escrito en
series como Compañeros,
Un paso adelante y
Yo soy Bea. Antes
de dedicarse a esto de
escribir fue profesor
y desde entonces piensa
que al teatro destinado
a los jóvenes debe
otorgársele la misma
dignidad que al
denominado "teatro
para adultos».
PRÓLOGO

El chip experimental cuenta situaciones co- 91

tidianas que son reconocibles en muchos ho­
gares: las discusiones entre hermanos por el
ordenador, la fascinación por los videojuegos,
el reparto de tareas en casa -que unos asu­
men con más ganas y más responsabilidad que
otros-, los malabarismos que hay que hacer
para sacar adelante la economía familiar, el
fantasma del paro laboral, la importancia de
tener una buena formación para conseguir tra­
bajo ...
A mí personalmente me preocupa la canti­
dad de horas que los chavales son capaces de
pasarse ante el ordenador jugando, chateando,
navegando ... la necesidad de encontrar estímu­
los cada vez más intensos en ese mundo de la
realidad virtual. De una realidad ficticia que
amenaza con adquirir más protagonismo que la
realidad tangible, que es aquella en la que nos
 movemos y deberemos movernos a lo largo de
nuestra vida, nos guste o no.
En El chip experimental, dos hermanos
adolescentes -Quique y Teresa- empiezan
obsesionados con esa realidad virtual, parece
que no les interesa la realidad tangible de su
alrededor, en la que su padre, por ejemplo,
está en paro. Pero esos mismos adolescentes
terminarán mucho más concienciados de la
!lo realidad del entorno en el que viven, e incluso
serán capaces de tomar las riendas de las cir­
cunstancias para ayudar a hacer más habita­
ble y más solidario ese mundo.
y es que si por un lado me preocupa esa
tendencia «escapista » de muchos adolescentes
que se dejan absorber por videojuegos y por
toda la gama de productos audiovisuales que
ofrece nuestra sociedad para que se aíslen,
también es cierto que creo en la ca pacidad de
muchos adolescentes para mirar cara a cara el
mundo que haya su alrededor, para intentar
comprenderlo y afrontar el gran reto de mejo­
rar aquello que les parece injusto o erróneo.
En resumen: creo que ambas disposiciones
pueden ser compatibles.
En El chip experimental, el choque con el
mundo real les viene impuesto a los protagonis­
tas por un inesperado encontronazo con la rea­
lidad virtual. Porque ... ¿Cómo reaccionaríais si
un superhéroe saliera de vuestro videojuego al
mundo real, pensando que tiene que realizar
una importante misión? ¿No os veríais en el
penoso deber de decirle «mira, chico, no sé
cómo decírtelo, pero no eres real, sólo eres un
personaje de ficción», o algo parecido ? En El
chiP experimental, los dos personajes de video­
juego que salen del ordenador no tienen nin­
guna conciencia de que no son de carne y hue- Ul
so; así pues, de repente, los dos chavales que
han provoca do el incidente deben asumir la
responsabilidad de ser los adultos de la histo­
ria y hacerles entender lo que les está pasando.
Pero en El chip experimental también su­
cede que la realidad virtual y la realidad tan­
gible poco a poco se van mezcl ando, y se
afectan mutuamente. Al final, res ulta que el
personaj e del videojuego debe terminar su
misión para salvar al mundo real y que los
dos hermanos protagonistas de la historia
deben ayudarle.
Al margen de todo lo que he contado hasta
ahora, hay algo que me fascina: la s historias
donde se desc ubre que la realidad que conoce­
mos es apariencia, las historias donde se mez­
cla la realidad con la fanta sía . Supongo que
han influido en ello algunas lecturas (Julio
 Cortázar, Michael Ende, Pere Calders ... ), pero
también algunas películas (La rosa púrpura
del Cairo, Blade Runner, Termillator, Matrix,
Dark City, El último gran héroe .. .).
Es obvio que nuestra sociedad ha creado
una realidad virtual muy seductora. Una rea­
lidad que, si sa bemos usarla bien, no sólo nos
puede divertir, también nos puede informar
del mundo en el que vivimos y nos puede dar
12 pistas sobre cómo mejorarlo. Sería bonito que
esa capacidad que tenemos para cambiar las
circunstancias, el entorno, los p aisajes de los
videojuegos, la utilizáramos también para
cambiar las circunstancias, el entorno, los pai­
sajes de nuestra realidad ... para mejorarla.
Como Quique y Teresa en esta historia.
ARGUMENTO
Quique y Teresa son dos hermanos que se l3l
pelean continuamente por usar el ordenador.
Un día van al estudio de su padre, un infor­
mático en paro que está desarrollando un chip
para hacer que la sensación de realidad de los
juegos de ordenador sea mayor. La situación fi­
nanciera de la familia, debido a la circunstan­
cia labo ral del padre, es muy precaria y en ese
momento casi todo el peso económico recae en
la madre, que es profesora.
El padre de Quique y Teresa, sin embargo,
tiene muchas esperanzas puestas en ese chip
porque piensa que si logra que alguna empre­
sa informática se interese por fabrica rlo en se­
rie, volverá a tener trabajo. Sin embargo, el
chip en cuestión aún se encuentra en fase ex­
perimental, por lo que no quiere mostrarlo to­
davía a las empresas del sector ni se atreve a
llevarlo a una cena que esa misma noche man­
 tendrán él Y su mujer con unos amigos vincu­
lados al mundo de la informática.
Antes de ir a esa cena, recuerda a Quique y
a Teresa que no deben usar el ordenador del
estudio en su ausencia porque no ha termina­
do aún de trabajar con el chip que ha instala­
do en él. Después de aconsejarles que limpien
y ordenen el estudio antes de acostarse, el pa­
dre y la madre se retiran a su habitación para
cambiarse de ropa. Pero, como acostumbra a
14
suceder en estos casos, tan pronto como se
dan la vuelta y dejan solos a sus hijos, los dos
hermanos empiezan a pelearse por jugar con
sus respectivos juegos favoritos en ese ordena­
dor. El juego preferido de Quique es uno cuyo
protagonista, Fredi, es un universitario que no
da ninguna importancia a los estudios y se pasa
todo el día de juerga y ligando con chicas. El
preferido de Teresa es uno cuya protagonista,
Vilma Stronger, es una heroína mitad aventure­
ra mitad agente secreto que lleva a cabo peli­
grosas misiones para evitar que Murloch, un
cerebro del mal, domine el mundo.
Mientras se pelean por poner en la unidad
lectora de CD-ROM sus respectivos juegos, en
el exterior se desata una tormenta. Debido al
gran forcejeo, ambos cedés terminan, uno en­
cima del otro, en la bandeja de la unidad lec­
tora, y el ordenador se los acaba tragando a la
vez. Al darse cuenta, Quique y Teresa se alar­
man, porque temen que eso provoque que el
ordenador se estropee. Pero ahí no terminan
los contratiempos: a los pocos segundos, un
rayo desencadena un cortocircuito que activa
accidentalmente el chip experimental.
y cuál es la sorpresa de Quique y Teresa al
descubrir que, como consecuencia de esa ca­
dena de hechos desafortunados ... , ¡Vilma 151
Stronger y Fredi han salido del ordenador y
yacen inconscientes en el suelo del estudio!
Pero deberán sobreponerse rápidamente a
su estupor, porque a los pocos segundos, alar­
mado por el ruido, aparece el padre. Quiqu.e
y Teresa esconden los cuerpos de Vilma
Stronger y Fredi bajo una manta, logran des­
pistar a su padre y, cuando por fin se quedan
solos, Vilma despierta.
Al verse en un lugar extraño, ante dos in­
dividuos que no conoce, se pone en guardia
y amenaza con enfrentarse a ellos, temiendo
que puedan ser agentes enviados por Murloch
para impedir que lleve a cabo su misión. ¿Y
cuál es? Llevar a la Organización Mundial de
la Salud (OMS) la fórmula de la única vacuna
contra la malaria ensayada con éxito en unos
laboratorios. Dichos laboratorios han sido
 destruidos por Murloch, que ha conseguido la
fórmula por su cuenta y pretende expandir la
malaria por todo el mundo para luego ser el
único que proporcione la vacuna a los gobier­
nos, vendiéndoselo a precios astronómicos.
Quique y Teresa se muestran desconcertados
y, al mismo tiempo, fascinados por tener ante
eJlos, en carne y hueso, a sus héroes favoritos.
y por eJlo aún no saben cómo reaccionar.
li6 Unos minutos más tarde, despierta Predi,
que al ver ante sus ojos a una chica tan atrac­
tiva como Vilma Stronger, empieza a poner en
práctica sus dotes de seducción sin darse cuen­
ta de que ha sa lido del juego y se encuentra en
eJ mundo real. Pero inicialmente sus estrate­
gias no surten efecto con Vilma, que también
lo toma por un agente enemigo .
Lejos de aclararle la siruación, Quique y Te­
resa empiezan a pelearse, y Vilma, impaciente
por continuar con su misión, decide atarlos a
ellos y a Predi para que no le impidan salir por
la puerta ni la persigan. Es entonces cuando
los dos hermanos reaccionan e intentan con­
vencer a Vilma y a Predi de que ambos son
personajes de ficción procedentes del mundo
virtual, y que por lo tanto Vilma, que ahora se
encuentra accidentalmente en el mundo real,
no tiene ninguna misión que cumplir.
Ni Vilma ni Predi creen sus palabras, y
todo parece indicar que Quique y Teresa ter­
minarán maniatados junto a Predi hasta que
sus padres vuelvan de la cena y descubran lo
sucedido -con la consiguiente bronca por
haber desobedecido sus instrucciones respec­
to al uso del ordenador-o Pero, finalmente,
los dos hermanos consiguen convencer a Pre­
di y a Vilma de que son personajes de ficción,
apelando a los recuerdos que conservan de su 17l
pasado, de sus familiares, de sus amigos. Tan­
to Vilma como Predi se dan cuenta de que ca­
recen de todo ello, y Quique y Teresa les ha­
cen comprender que esto se debe a que sus
programadores consideraron irrelevantes esos
datos. Pero el choque definitivo llega cuando
caen en la cuenta de que sus movimientos res­
ponden a los que realiza Teresa con el ratón
de l ordenador.
El descubrimiento de que no son seres rea­
les, de carne y hueso, supone un golpe muy
duro para ambos, especialmente para Vilma,
que de repente considera absurda su existen­
cia y desiste de su misión. ¿Para qué llevar a
la OMS una vacuna contra la malaria, si esto
no es más que un elemento que forma parte
de un juego de ordenador, y por lo tanto no
afecta al mundo real en el que accidental­
 mente se ha colado? Y a pesar de que tanto
Fredi como Quique y Teresa intentan ani­
marla, Vilma se derrumba anímica mente.
Sin embargo, por alguna extraña razón, e!
mundo virtual empieza a invadir el mundo
real: se oyen sirenas de am bulancia en la calle
y la radio empieza a transmitir la noticia de
que se han detectado brotes de malaria en di­
versos países del mundo, brotes que se expan­
f18 den y amenazan con convertirse en una epide­
mia a escala planetaria.
Quique, Teresa, Vilma y Fredi se muestran
desconcertados y no entienden lo que sucede
hasta que Murloch en persona aparece en la
pantalla del ordenador de! estudio y les cuen­
ta burlón que ha aprovechado e! cortocircuito
del chip experimental para expulsar a Vilma
del juego y, al haberse creado un portal di­
mensional que pone en contacto el mundo real
con e! virtual, expandir la malaria por el mun­
do real.
Quique y Teresa comprenden que Vilma
sólo puede salvar de la malaria al mundo real
si consigue volver al juego y terminar su mi­
sión, y Fredi --que asegura haberse enamora­
do de Vilma- se ofrece a acompañarla en su
peligrosa e importante aventura. A partir de
ese momento, todos unirán sus fuerzas para
encontrar la manera de que Vilma pueda re­
gresar al entorno virtual, y la encontrarán gra­
cias a unos cascos para juegos de ordenador
con los que e! padre de Quique y Teresa está
probando el chip. Gracias a esos auriculares y
a un nuevo cortocircuito provocado por un
rayo que amenaza con desintegrarlos, Vilma y
Fredi consiguen volver al mundo virtual y ter­
minar la misión. Pero no consiguen librar a
Quique y Teresa de! castigo que les imponen 19l
sus padres cuando, tras volver de la cena, los
encuentran aún despiertos en medio de un es­
tudio muy desordenado.
Sin embargo, Vilma y Fredi, además de sal­
var al mundo, logran que la OMS distribuya
la vacuna de la malaria de forma gratuita
para toda Africa, y que la empresa informáti­
ca Epsilon se interese por e! chip experimental
y dé trabajo al padre de Quique y de Teresa .
PERSONAJES
EL PADRE
Aparenta unos cuarenta
años y tiene un aspecto desa­
liñado. Es e! típico científico
despistado, sumergido en sus
investigaciones y casi con
tantas ganas de jugar como
sus propios hijos. Es un padre
cariñoso, pero le cuesta un
poco imponerse, no tanto
porque sus hijos no le hagan
. .
caso SIllO porque no nene un
carácter autoritario. No lleva
bien estar en paro, pero lo di­
simula. Ama a su mujer y la
apoya en todo lo referente a
la educación de los hij os,
pero es más permlSlVO que
ella.
LA MADRE
También aparenta unos
cuarenta años. Aunque quie­
re mucho a sus hij os, le toca
a ella el desagradable pape!
de reñirles cuando hace falta
e imponerles hábitos y disci­
plina, porque su marido es un
poco blando en ese sentido.
Ama a su marido y es la que
lleva la agenda de su vida so­
cial, ya que él se despreocupa
de estos asuntos. Es profeso­
ra y, de momento, lleva e!
peso de la economía fami liar,
dado que su marido está tem­
poralmente en paro.
 QUIQUE
Catorce años y tiene as­
pecto de rapero: gorra, ropa
deportiva ancha, zapatillas
de deporte ... Gamberrillo,
pasota y desaliñado. No lle­
va bien lo de recibir órdenes
7 y tener que pasar por el aro
con lo que le mandan sus
padres, especialmente su
madre. Apenas colabora en
las obligaciones de casa y se
mete con su hermana por
ser más pequeña y por ser
. . . .
-a su JUlClO- una cursI y
una repelente. Los estudios
no le gustan y no le van
muy bien, aplica la ley del
mínimo esfuerzo y trabaja
lo justo para aprobar. Pero
es un forofo de los juegos de
ordenador, del chat y de las
videoconsolas. Aunque va
de duro, tiene buen corazón
y quiere a sus padres y tam­
bién a su hermana pequeña.
TERESA
Trece años y un poco pija.
Se pelea continuamente con
su hermano porque tienen
una forma de ser muy distin­
ta. Teresa es responsable,
educada, estudiosa, obediente
y un poco sabihonda. Le gus­
ta mucho aprender cosas nue­
vas y no se conforma solo con
leer lo que dicen los libros de
texto del colegio. También le
gustan los juegos del ordena­
dor, el chat y las videoconso­
las, pero no tanto como a su
hermano. Tiene un vocabula­
rio más amplio que él, y le
gusta presumir de saber usar­
lo y de tener más conocimien­
tos para dejarlo en ridículo.
Quiere a sus padres y, aunque
también quiere a su hermano,
lo negaría en público porque
éste, a su juicio, se pasa mu­
cho con ella.

VILMA STRONGER
Tiene unos veinticinco años, es
atractiva y tiene un cuerpo atlé­
tico y fibroso. Lleva una mo­
chila y viste con un top, ma-
Has cortas ajustadas ... Vilma
es una chica dura, no se
maneja bien ni con las re­
laciones socia les ni con las
emociones. Pero bajo su
carácter rudo hay una chi­
ca sensible con ganas de
disfrutar de los amigos, de
la familia ... Como cual­
quier ser humano, a veces
se siente frágil e indefen­
sa y necesita el calor del
afecto. Se muestra dura
con Fredi, pero en el
fondo no puede evitar
que le gusten sus pi­
ropos.
FREDI
Tiene también unos veinticin­
co años, viste con ropa infor­
mal, pero muy cuidada, y
de forma muy estudiada
para causar buena im­
presión a las chicas.
Es algo bajito, pero
eso no le acompleja
. .
y sIempre que nene
ocasión intenta ligar
echando mano de su
simpatía, su verborrea
y sus dotes sed uctoras.
No es buen estudi ante
y no tiene mucho inte­
rés por aprender. Si nos
remitiéramos al cuento
de La cigarra y la hormI­
ga, Fredi sería la cigarra.
Debajo de su imagen su­
perficial, sin embargo, hay
un buen corazón que hace de
Fredi un buen amigo.
 MUR LOCH
ESCENIFICACIÓN

Es el enemigo acérrimo de Vilma Stronger

en el videojuego. Hom bre de mediana edad,
con expresión y voz de malo de película de
espías. Ambicioso y cruel, muy seguro de sí
mismo, no siente ningún respeto por la vida
humana. Puede llevar gafas de sol. A ser posi­
ble solo se le verá la cabeza.
ru Para escribir una historia, hace falta visua- 27l
Iizarla. Necesitamos imaginar cómo son los
VOZ DE LOCUTOR DE RADIO
personajes, cómo visten, cómo es el espacio en
el que se mueven, cómo suena su voz ... En
Puede ser también una voz de mujer. Bien este caso, todo lo que he imaginado mientras
modulada. Debe dar la impresión de que las escribía esta historia lo he puesto en las acota­
noticias que da son importantes y graves . ciones de la obra. Tomáoslo como un consejo
o como una opinión, pero no como una obli­
gación.

Decorados

La acción transcurre en una sola localiza­

ción: el estudio donde trabaja el padre de Qui­
que y Teresa. Podéis optar por construir las
paredes de la habitación. En ese caso, os reco­
miendo usar cartón pluma, que es económico,
ligero y, al mismo tiempo, lo suficientemente
 rígido como para ponerlo en posición vertical
sin que se incline o se doble -eso si lo sujetáis
convenientemente al suelo con unos pies de
madera, claro-o Sea cual sea el material que
escojáis para levantar las paredes, deberéis di­
bujar en él una ventana o claraboya, o ten­
dréis que hacer un agujero para simular la
ventana, puesto que a través de ella veremos
los rayos de la tormenta y oiremos los true­
í2s nos. También deberéis ingeniároslas para con­
seguir una puerta practicable, que es por la
que entran y salen Quique, Teresa y sus padres
y la que se queda atrancada cuando Vilma
Stronger intenta salir para continuar con su
misión.
La CPU del ordenador no hace falta que sea
de verdad, puede ser solamente la carcasa, ya
que sólo la necesitarnos para abrir y cerrar la
bandeja de la unidad lectora del CD-ROM don­
de Quique y Teresa colocan sus respectivos
juegos, yeso podemos hacerlo a mano fin­
giendo que es el mecanismo automático del
ordenador. La pantalla, sin embargo, tiene su
importancia porque Murloch habla al resto de
personajes desde ella y porque, al final, Vilma
y Fredi saludan a los dos hermanos desde ahí;
no hace falta que sea una pantalla de ordena­
dor, puede ser una pantalla de televisión. Si os
atrevéis con ello, os sugiero que esté conectada
a un aparato reproductor de vídeo o de DVD
en el que hayáis grabado previamente la esce­
na de Murloch y la despedida de Vilma y Fre­
di, para que aparezcan realmente en el mo ni­
tor del ordenador. También podéis conectar la
pantalla a una cámara de vídeo que esté situa­
da entre bambalinas, enfocando al actor que
hace de Murloch y luego a Vilma y a Fredi,
que así hablarán en vivo y en directo durante 29l
la función.
Si eso os parece muy complicado, haced
sencillamente que no se vea a Murloch y que
solo se oiga su voz, y buscad algún efecto vi­
sual para la pantalla mientras él habla. En el
caso de Vilma y Fredi, podríais poner una fo­
tografía de ambos en el monitor.
Los cascos para juegos de realidad virtual
que aparecen al final pueden ser cascos de mo­
torista o de ciclista o de esquiador a los que se
hayan añadido gafas acuáticas o de esquí o de
soldador.
La radio puede ser un transistor o un equi­
po de alta fidelidad.
Sea cual sea la opción que escojáis para los
decorados, tened presente la idea central de la
obra: el mundo exterior, a través de la puerta,
la radio y la claraboya, deberá invadir poco a
 ~ • ••
(,
(
I ,
./ I /
,
, I
 poco el mundo cerrado en e! que viven Qui­
que y Teresa y al que van a parar Vilma Stron­
ger y Fredi.
El humo que aparece tras e! cortocircuito
podéis hacerlo con una máquina de fabricar
humo artificial. Si no podéis conseguirla, con
el apagón de luz posterior al cortocircuito ya
hay más que suficiente. También podéis hacer
que las luces de escena parpadeen con sonido
I 32 de chisporroteo antes de a pagarse para subra­
yar la idea de que se ha producido un fuerte
cortocircuito.
principalmente cuando Vilma descubre que es
un personaje de ficción y se derrumba; cuan­
do Fredi decide acompañar a Vilma de regre­
so al videojuego arriesgándose a ser desinte­
grado, y al final, justo después de que Quique
y Teresa salgan de! estudio y antes de que Fre­
di y Vilma se despidan.
33l

Música y sonido

En las acotaciones no se sugiere ningún tra­

tamiento específico en ese sentido, pero podéis
buscar un a música marcial o épica para los
momentos más heroicos de Vilma, y otra mú­
sica más festiva y ligera para el despe rtar de
Fredi y para los momentos en los qu e intenta
ligar con Vilma . Será una forma de diferenciar
las personalidades de cada uno. Sería intere­
sante que buscaseis también una música in­
quietante que acompañara la aparición de
Murloch en la pantalla. También podéis subra­
yar los momentos más emotivos de la obra,
 PERSONAJES

PADRE
M ADRE
Q UIQUE
T ERESA
~
VILMA STRONGER
FREDI Estudio desordenado, lleno de trastos, con 1I11JJ cla­
MURLOCH raboya qlle da a/ exterior. E1I el/ateral derecho, 111/0
VOZ DE LOCUTOR DE RADIO puerta. Por ahí. l/TIa radio. El PADRE. cuarenta OIIoS.
aspecto desaliñado y despistado, está manipula/ldo
la CPU de U1J ordmadoT con l/TI destomilladOl: Entre
'amba/il/as, oímos la discusión que malltienen Utl
chico, l/l/a chica y /IIlú mujer adulta:

QUlQUE:
{Off} ¡Qué haces! ¡Sal de ahí!
TERESA:
N OTA:
(Off! ¡Eh, no me quites el juego! ¡Oye,
Los textos correspondientes a las acotacio nes escénicas niño, ya oíste a papá ya mamá, a ti te toca
figuran en color rojo.
hasta las 9 y a mí después!
 QUIQUE:
(Off! ¡Pero mientras yo estaba haciendo los
deberes tú te has puesto a chatear media
hora con tus colegas, así que lárgate!
MADRE:
(Off) ¿Ya os estáis peleando otra vez por e!
DurOllle el resto de la c01/versaC/ól1, el PADRE
moma la CPU el/ la carcasa )' la conecta a la pOlI'
talla.
QUIQUE:
Es que la niñata esta hace lo que le da la

dichoso ordenador? gana, papá. Y pasa de! horario que le pu­

Q UIQUE: sisteis.

(Off) ¡Es que esta niña tiene más morro T ERESA:

í38 que un buey con flemones! ¡Estoy hasta las

narices!
Pues él me ha desinstalado el juego de Vil­
391
ma Stronger, y no tenía por qué hacerlo.

M AD RE: QUIQUE:
(Off) ¡Vosotros sí que me tenéis harta! ¡Ve­ ¿Y tú qué, que ayer me desinstalaste el jue­

nid conmigo ahora mismo! go de Fredi?

M ADRE:
Etltral/ el/ I'scena la MAIJRr, cuarenta años, ves­
¿Qué?
tida para salir; QUIQUE, viste en plan mpero y lle­
TERESA :
va IIIt jut!go de ordenador 1'11 la mano, y TtRf:Sn,
un pom pija )' con otro juego de ordellador en la Porque ocupa mucha memoria, idiota, y el

mallo. ordenador va lento.

MADRE:
M AD RE: ¡Basta!
Agus, ¿te falta mucho para terminar con el
ordenador viejo? Porque a estos dos no Silencio.
hay quien los aguante, al parecer en esta
casa no se puede vivir con un solo ordena­ M AD RE:
dor, como no saben compartir nada ... ¡Teresa, no le hables así a tu hermano! Y
PADRE :
tú, Quique, ¿no te dije que no jugaras al
No, ya estoy terminando. juego ese de Fredi o como se llame?
 QUIQUE:
M ADRE:
Eh ... Ya ... Y no juego ... Lo que pasa ... Pues porque no es lo mismo.
Lo que pasa es que lo he dej ado instalado T ERESA:
en el ordenador por. .. por si alguno de vo­ Claro, Vilma es una agente secreto que tra­
sotros dos quería jugar. baja para sa lvar al mundo, eso está bien.
TERESA :
QUIQUE:
¡Es mentira! ¡Sigue jugando con él, yo lo Pero va dando mamporros por ahí a todo
he visto! el mundo.
QUIQUE:
PADRE:
¡Chivata!
140 PADRE:
Eso es verdad ...
41l
MADR E:
(A la MADRE) Berta, mujer, no te pongas aSÍ, Muy bien, Agus, muy bien ... Tú dale la ra­
solo es un juego ... zón al niño.
M ADRE:
PADRE:
¿Pero tú has visto qué juego? Un universi­ Venga, mujer. .. , que sólo es un entreteni­
tario que pasa de estudiar y de ir a clase, y miento ... Si en los telediarios salen cosas
que lo único que hace es intentar ligar con peores .. .
tod a clase de chicas. o M ADRE:
QUIQUE:
Mira, ¿sabéis qué? Haced lo que os dé la
¡Mola! gana, yo me rindo.
MADRE:

¿Cómo que mola? ¡Menudo ejemplo para El PADA! termilla de conectar los cables.
los niños!
QUl QUE:
PADRE:
Eh, eh, que yo ya no soy un crío. Además, Bueno, esto ya está. Ahora solo hay que
¿por qué a mí no me dejas jugar con Fredi probar si funciona el chip y todo lo demás.
y a Teresa sí la dejas jugar con Vilma QUIQUE:
Stronger? ¿Qué chi p?
 MADRE:
Agus, no hay tiempo, que tenemos la cena
a las 10 y tú aún no te has cambiado.
PADRE:
¿Qué cena?
MADRE:
Dios mío, ¿cómo puedes ser tan despista­
do? ¡La cena con rus antiguos compañeros
de Universidad!
PADRE:
42
¿Era hoy? A mí me parece que no, espera,
¿dónde lo apunté?

mpieztl a buscar mtre papeles desordulOdus.

TERF.\Ase fija en un rollo de papel higiénico que
hay por ahí. Lo coge. que ... no tenía dónde apuntar. Vale, pues
ahora mismo subo a cambiarme. (Va a sa­
TERESA: /ir)
Aquí hay algo escrito ... QUIQUE:
PADRE: Papá, no me has contestado. ¿Qué clase de
¿A ver? (Le coge el rollo) Ah, sí, aquí está ... chip le has puesto?
Pues sí, era hoy ... MADRE:
TERESA: Quique, por favor, no le entretengas.
¿Y tenías que apuntarlo ahí? PADRE:
PADRE: Sólo será un momento, mujer, si el niño
Bueno es que ... cuando me llamaron mis tiene curiosidad ... Pues un chip que he di­
antiguos compañeros para decírmelo ... me señado para poder jugar con una defini­
pillaron en muy mal momento ... digamos ción de imagen muy alta, lo mejor que se
 ha hecho en 3D hasta ahora. Se verán los
juegos como si tú estuvieras ahí y pudieras
tocarlo todo. Y junto con el chip he dise­
ñado un ...
T ERESA:
(Interrumpiendo) ¡Qué guay! Pues si se lo
vendes a tu empresa, a lo mejor vuelven a
contratarte.
44 El P'\/)RE Y la MADRE se miran.
PADRE:
Es difícil, hija ... Cuando la empresa hizo
regulación de plantilla me tocó a mí y ...
No es probable.
TERESA:
¿Qué es una regulación de plantilla?
MADRE:
Ya lo sabrás cuando seas mayor. (Pieusa)
Bueno, de hecho espero que no lleguéis a
saberlo nunca.
PADRE:
Antes de irnos tendría que barrer esto un
poco, está hecho un asco.
MADRE:
No hay tiempo, que lo hagan ellos. Va­
mos, niños, id a por las escobas y el reco­
gedor.
QUIQUE:
¿Qué? ¡Pero si yo no he cogido una esco­
ba en mi vida!
TERESA:
Pues ya va siendo hora. Vamos. Y sin pro­
testar.
QUIQUE:
No te soporto: encima de chivata, pelota.
QUIQue )1 TERESA dejan los juegos de ordenador 45l
sobre la mesa)' salen de escena. El PADRE se
queda pensativo.
MAD RE:
¿Estás bien?
P ADRE:
Sí, sÍ, tranquila. Es sólo que ... no me
imaginaba que me costaría tanto volver a
encontrar trabajo. Está muy malla cosa.
MADRE:
A lo mejor alguno de tus antiguos compa­
ñeros te puede echar una mano, nunca se
sabe. Si les hablas del chip que has dise­
ñado ...
PADRE:
No puedo, Berta, aún está en fase experi­
mental y puede haber imprevistos ...
 M ADRE: ra )' cierra. Se ¡le el destello de /In ra)'o y suena

Ánimo, ya verás como al final te sale 1111 trueno más cercano que el anterior.

algo ... Y mientras, con mis clases, pode­

mos ir tirando, así que tranquilo ... QUIQUE:
(Col/tento) Ya no hay moros en la costa.
Se miran COfl ternura. Se abrazan. Emrall QUI ­
Pone el pestillo, va hacia el ordenador)' lo en­
QUE j' TERESA con dos escobas )' el recogedor.
ciende.

QUIQUE:
TERESA:
(Guasón, por el abrazo) Huy, huy, cuanto ca­ ¿Qué haces?
46 riño, me están entrando ganas de potar ... Q UIQUE:
471
M ADRE:
¿Tú qué crees? Papá acaba de instalar un

¡Niño! ¿Qué manera es esa de hab lar? «supermegachip " para juegos en el orde­

Bueno, portaos bien, ¿eh? nador, ¿te crees que me voy a quedar aquí

PADRE:
sin probarlo?

y a la cama pronto. T ERESA:

T ERESA :
Pero tenemos que barrer. ..
Que siií. .. Tranquiiilos ... QUIQUE:
Barre tú si quieres, Señorita Pepis, yo

Por la claraboya se ve el destello de 1/11 rayo, y a

paso ...

CDllti/Zuatión se oye 1111 trueno lejano.

T ERESA:

PADRE:
Ya está bien, cuando toca limpiar siempre
Vaya, parece que va a llover, habrá que co­ te escaqueas y al fi nal tengo que hacerlo
ger el paraguas. yo sola.
QUIQUE:

Los PJIDRES se vafl. QUIQUE y TERESA empiezan Pues no lo hagas y ya está. Mira, no me
a barrer. Al cabo de linos segundos, QUIQUE va agobies, que por tu culpa no me he entera­
hacia la puerta. la abre /111 poco, mira hacia fu/! ­do de qué más había inventado papá apar­
 te del chip. Como siempre estás interrum­

piendo ...

De nuevo, se adivina el destello de 1m rayo (/1 que

sucede /l1J trueno más cercano que el anterior.

TERESA:
Yo no lo encendería, papá siempre dice
que cuando hay tormenta es mejor apagar
el ordenador. 49l
QUIQUE:
(lmitátldola) «Yo no lo encendería, yo no lo

encendería " . Pues yo lo he tenido encendi­

do muchas veces y no ha pasado nada.

QUIQUE saca el CD-ROM de Fredi del estuche y

lo pone en el lector.

TERESA:
¿Encima tienes el morro de poner tu juego

de Fredi?

QUIQUE:
¿Por qué no me dejas en paz? Tú quieres
barrer, ¿no? Entonces, no te metas.
TERESA:
¡Pues yo quiero poner primero el juego de
Vilma Stronger, tengo el mismo derecho
que tú!
 TERESA quila de wunidad lectora el en-ROM de
Qt ilQVE y pone el suyo. Se Fe el destello de /111
rayo y suena otro trl/eno.

QUI QUE:
¡Quita eso de ahí! ¡Qué plasta eres, niña!

QUIQUE, el/fadado, qHi/a el CD-ROM dE! la Imi­

dad lectora y lo la//za lejos.

150 T ERESA:
¡Bruto! ¡Como me lo hayas roto te ente­
ras!
Q UIQUE:
¡Huy, huy! Qué miedo.
Tlf.RLSA, rabiosa, lanza el estuche del juego de Fre­
di dirección opuesta y v,¡ a coger 511 ef)-RoM.
ell
QUIQUE pone el SII)'() ell la unidad lectora y. si"
cerrarla, se aleja del ordenador para coger el es­
tllelle del sue/o. Tr.Rf~'A regresa COII el c[}-ROM
de 51/ jllego, lo pOI/e en la Ullldad lector,;¡ si/l mi­
rar)' la cierra. Q!JIQUE se da cuel/ta.
QUIQUE:
¿Pero tú eres tonta? ¡Te vas a cargar el or­
QUIQUE:
¡Que sí, deja ya de darle al teclado!
T ERESI\ )' QUIQUE (orceica11 (Jara apoderarse
del teclado. En ese momento. se ve el destel/o
de 1111 rayo ,;¡ I tiempo ,pw SIlCIIQ 1m truerw (or­
tísimo. F./IIpiezm1 a saltar c!?isIJQS }' sale ¡millo
del ordenador. QVIQUf }' TERESA se alejan o/ar­
mados. Sigue el chisporroteo )' la hl/mareda. El
ordenador se ap<¡ga. De repente ta1l1/Jiérz se
apaga ¡a fu::. 1"<1 escena qzteda a ()SCllras. Tt.RE­
SA grit,

denador, que has metido los dos juegos!

TERESA: TERESA:

(Teclea l/do, sin creerle) ¡Venga ya! ¿Qué ha pasado?

 QUIQUE:
TERESA:
Pues ya lo has visto, un rayo, que se ha ¡A lo mejor .. . tiene que ver con el chip que
cargado el ordenador y nos ha dejado sin ha fabric ado papá!
luz.
Q UIQU E:
TERESA:
Pues menudo p edazo de chip. Esto no lo

¿Ves? ¿Ves lo que te decía? ¿Y ahora qué? supera ni Terminator.

Q UIQUE:
TERESA:
Tranquila, que papá instaló un generador ¿Ves lo que te decía? ¡No tenías que haber
por si algún día pasaba esto. Se va a en­ encendido el ordenador!
r52 cender automáticamente dentro de tres ...
dos ... uno ... De repellle se oye a alguien forcejear con la
531
puerta.

Vuelve a encenderse la IlIz.

PAD RE:

Q UIQ UE: (Off) Niños, ¿estáis bien?

TER ESA:
¿Lo ves? Si es que eres una ...
(A larmada, en voz baja) ¡Que no entre, que

nos la cargamos!

SI! interrumpe sorprelldido porque en mitad del QUIQUE:

escenario. tumbados y semi-inconscientes, está"
FREDI y V/LAtA. Eh ... Sssí, papá... tranquilo.
PADRE:
(Off) ¿Por qué os habéis encerrado?
QUI QUE:
T ERESA:
¡Pero ... pero SI"son .... Es que ... es que .. . como estamos barrien­

TERESA:
do y ... y ... esto está hecho un asco ... he­

¡... Vilma Stronger y Fredi! mos cerrado porque se ha levantado mu­

QUIQUE:
cho polvo.

¡No puede ser! ¡Han salido del juego!

 Empiezan a toser lo, dos. TERESA abre la clara­
boya para que salga el humo.

PAD RE:
(Off) ¡PueS razón de más para abrir, así se
ventila el estudio! ¡Vamos, abrid!
QUI QUE:
Es que ...
PADRE:
r- (Off) No querréis que me enfade, ¿verdad?
I 54
QUIQUE Y TERESA duda1l. TERESA coge lino
manta que hay por ahí )' cllbre ti VILMA y a
FRWI co" ella. TERES.'\ y QUIQUE se dirigen ha­
CIa la puerta, quitan el pestillo y abren UII poco
la pl/erta, situándose de modo que el PAORE 110
pueda e/ztrar. El rADRE ya está vestido para sa­
lir.

PADRE:

He oído un ruido raro aquí abajo y luego Va a ce rrar la puerta. El PADR E la sujelfl, impJ­
un grito. ¿Ha pasado algo? diélldolo.
QUI QUE:
¡Qué va, qué va! PADRE:
T ERESA: Un momento ... Aquí pasa algo raro. (Abre
Todo va estupendamente. la puerta) ¿Qué hace esa manta en el suelo?
QUIQUE: T ERESA:
Fenomenal, vaya, así que hala, adiós, pa­ ¿Una manta? ¡Anda, pues sí, no me había
sadlo bien. dado cuenta!
 QUIQ UE:
PADRE SI! inc/irla para apartar la 11Ianta y justo

Fíjate tú, qué cosas, tanto rato aquí y no la en ese momcuto suena repetidamel¡te el c/axolI

habíamos visto. de 111/ coche.

PADRE:

Cogedla, anda, que se va a ensuciar. TERESA:

TERESA:
¿Que ... que la cojamos? ¡Pero si queda
muy bien en el suelo! La podrías dejar ahí
y ... y usarla de alfombra.
Papá, seguro que esa es mamá, que te está
esperando con el coche en marcha.
QUIQUE:
Anda, hombre, no seas así. Con lo poco que

ls6 QUIQUE:

¡Eso mismo estaba yo pensando!

salís, ¿encima vas a hacer que se enfade?

571
PADRE.:
PADRE:
Tienes razón, hijo. Recoged esa manta y
¿Yesos bultos? dobladla como es debido ... Y si mientras
QUIQUE:
estamos fuera pasa algo raro, nos llamáis.
¿Qué bultos? TERESA:
PADRE:
Claro, claro.
Debajo de la manta hay unos bultos. ¿Qué
son? El PADRE sale. Suena un [rueno lejano (a partir

QUIQUE: de este momellto y a lo largo de la obra se {/erd

Yo no veo ningún bulto. de vez en cualldo algun rayo y sonará algúlI

TERESA: truellO lejl/I/o). TF.RE.SA cierra la pl/erta, QUIQUE

Ni yo ... Pero luego si quieres lo miramos. pone el pestíllo y ambos se apoyan colltra la

PADRE: puerta suspirtmdo, obviados. De repente, VnMA

aparta la manta y se Icua/1ta . FRF.DI duerme plá­

Si está clarísimo que debajo hay algo. Va­ cidamente en el suelo.

mos a veL ..
VILMA:
El entra en la babitaciól1. Suena 1111 true­¿Qué hago aquí, qué sitio es este? (Ve a
PADR.E
IlO. QUIQUE y TERESA se miran alarmados. El
QUIQUE y a TERES,I) ¿Quiénes sois voso­
 tros? (Se po"e en guardia y ICI/G/l/a los pmi05.
E11It,ieza a e¡ecutar 'llOIJi/lliel//os y golpes de
IIrte.marciales) No os acerquéis, os lo ad­
vierto, soy tercer dan en taekwondo, cin­
turón negro de kung-fu y una experta en
jiu-jitsu. Os podría dejar K.O. a los dos
en un abrir y cerrar de ojos, así que cui­
dadito.
QUIQUE:
158 Eh, eh, tranqui, no te rayes.
TERESA:
No me lo puedo creer. .. iEstoy hablando
con la mismísima Vilma Stronger! ¿Me fir­
mas un autógrafo? Aquí, en la carátula del
Juego ...
EmpieZ1.1 a mOl/erse para ir a por el estuche del
{llego .
VILM A:
¡Quieta, no te muevas! No lo entiendo,
¿cómo sabéis mi nombre? Vuestras caras
no me suenan, no estáis en ninguna de las
listas de agentes enemigos que me propor­
cionó la Agencia.
TERESA:
No somos agentes enemigos, por favor,
créenos ...
QUlQUE:
y yo, la única agencia que conozco es la
de viajes que hay alIado del instituto.
VlLMA:
¿Os creéis que soy tonta? ¡Llevo mucho
tiempo trabajando como agente secreto y
he aprendido a no fiarme de nadie! ¡Y sé
por experiencia que incluso unos mocosos
como vosotros pueden trabajar para el ene­
migo! (Por FREOl, que .¡glle tumbado en el 511e- 59l
lo, durmiendo plácidame11te) ¿Y quién es este? 59
TERESA:
Es Fredi, pero es de otro juego.
VILMA:
¿Cómo que de otro juego? ¡Esto no es nin­
gún juego, niños! Hay muchas vidas en pe­
ligro y vosotros lo sabéis tan bien corno
yo. Pero no conseguiréis arrebatarme la
fórmula, os lo advierto .
QUIQUE:
Ya sé lo que pasa: estoy durmiendo y esto es
solo un sueño, ya verás. Teresa, pellízcame.
TERESA:
¿En serio?
QUlQUE:
¿No me has oído? ¡Pellízcame lo más fuer­
te que puedas! Verás cómo no me haces
daño.

 T ERESA:
Por mí, encantada.

TH/:SII lo pellizca. QUiQUE grita de dolor.

QUIQUE:
Pues no es un sueño, qué fuerte.
VrLMA:
¡Que os estéis quietos, he dicho! Por lo
160 menos hasta que no me aclaréis quiénes
SOIS.
T ERESA :
Tranquila, Vilma, somos amigos. (Va hacia
el/a) No tienes por que ...
VILMA:
¡Alto ahí! Está claro que lo de las artes
marciales no os impone respeto. Pues a ver QUI QUE:
qué me decís de las armas de fuego. (Le­ (En voz baja) A esta tía se le ha ido la olla ...
/lallta 11/1 brazo con la malla ubierta esperando TERESA:
recibir un ar1lla) ¡Bazuca lanzamisiles por in­ (En voz baja) No ... es que aún no se ha
frarrojos! (Pausa. No pasa nackl. DescollCi!rta­ dado cuenta de que ha salido del juego,
da) ¡Subfusil semiautomático de carga lige­ pobre ... Y como en el juego consigue así
ra! (Vuelve a levantar el brazo con la mafIa las armas ...
abierta. Pausa. No pasa nada. Más desClmcerra­ VILMA:
da) ¡Escopeta de cañones recortados! (Le­ ¿Qué estáis murmurando? No penséis que
I'auta el bra~o cOllla mano abierta IIna vez más. os saldréis con la vuestra, puede que ha ya
Pausa. No pasa nackl. Muy descollcertada) No agotado parte de mi arsenal en las otras
lo entiendo ... misiones, pero aún me quedan armas. ¡Pis­
 tola! (l.eva/lta el brazo cOllla /tIdnO eX/elIdid". FREDl:

Pausa. No pasa nada.) ¡Cuchillo! (Levanta el ¿Qué pasa, qué pasa? (Ve a VILM ,\' E/I pltm

brazo C01l la malla extendida. Pausa. No pasa seductor saca /In spray del bolsillo y se perfuma

llada. Piel/sa, deseo/leertada. LelJallfa de //l/epa el aliellto) ¡Caramba, menudo bombón! En­

el brazo) ¿Corta úñas? cantado, soy Fredi. Dime una cosa, guapa:

QUlQUE:
¿vas a una fiesta de disfraces o a un pase

Yo tengo uno, si quieres te lo dejo. (Lo saca de modelos?

del bolsillo y se lo mllestra) QUI QUE:

VILMA: Ese es mi Fredi.

r62 Ya lo entiendo: de algún modo habéis in­ TER ESA:
63l
terceptado mis comunicaciones con la Pues menudo fantasma.
Central de la Agencia y por eso no recibo VILMA:

las armas . {Poniéndose en gllardia, a FRED!} Cuidadito

TER ESA :
conmigo, que sé artes marciales y te es­
Tranquilízate, Vilma, por favor... y escú­ tampo contra la pared, ¿eh? Te estampo.
chanos ... F REDI:

VILMA: Vale, vale, ya veo que eres de las que les

Estoy sola, pero no creáis que por eso me gusta llevar la iniciativa. ¿Sabes? Me en­
vaya rendir. Aún me queda mucha vida, y cantaría que me dieses la dirección de tu
si me herís, llevo en la mochila una póci­ gimnasio, a lo mejor podríamos practicar
ma para curárme instantáneamente. (Em­artes marciales juntos ... ¿Me la darás?
(Jieza a agitar ,1 PREDI lJOra despertarlo) Y tú VILMA:

deja de hacerte el muerto, que esa táctica
me la conozco: esperas que me confíe para
que te dé la espalda y entonces saltarás so­
bre mí, ¿verdad? ¡Pues no va a funcionar!
FRf.DI se despierta sobresaltado y se leva1lta.
¡Silencio ! Aquí soy yo la que pregunta.
¿Para qué organización trabajáis? Tus com­
pañeros no han querido decírmelo, y como
son unos críos me da no sé qué hacerl es
daño. Pero tú ya estás crecidito, así que no
me importará forzarte a confesar como sea.
 FRED!:
¿Mis compañeros, dices? (Mira a QUIQUE y
a TERESA) Yo a esos no los conozco de
nada, si solo son unos enanos.
TERESA:
Oye, oye, un respeto, ¿eh? Que tu juego
sólo hace dos años que está en el mercado,
así que somos mayores que tú.
FRED!:
¡No me hagas reír! Si vosotros seguramen­
f64 te aún vais al instituto y yo ya estoy termi­
nando la carrera en la universidad ...
QUI QUE:
Pues al paso que vas, no la terminarás
nunca, tronco, porque te pasas la vida de
fiesta y no abres un libro ni en sueños.
FRED!:
(JI/cómodo) ¿Y tú qué sabes?
QUIQUE:
Pues más de lo que crees: que has repetido
tercero y que has suspendido el último
examen, por ejemplo. Así que córtate un
poco y trátanos con más respeto, que so­
mos fans tuyos.
FRED!:
¿Cómo sabéis todo eso de mí?
TERESA:
(A Q UI QUE) ¡Eh, eh!, fan lo serás tú, que a
mí me cae fatal.
 FRED!: la que sea! ¡Sois patéticos! (Empieza a bus­
¿Quién os lo ha dicho? car por la habitación, sin importarle desorde­
QUlQUE: liarla)
(A TERESA) Claro, porque tú eres una em­
pollona y una aburrida que no sabe dis­ QU1QUE:
frutar de la vida. ¿Qué haces?
T ERESA: VILMA:
¡y tú eres un chulo y un gamberro y como Buscar algo con lo que ataros.
sigas suspendiendo exámenes vas a ter mi­ TERESA :
166 nar como él! (Por FREDI) ¿Atarnos? 67l
QUIQUE:
Q UIQUE Y TERESA empiezan a pelearse. Oye, no le desordenes el estudio a mi pa­
dre, que luego nos va a echar la bronca.
QUlQlJE:
¡Retira lo que has dicho! V ILMiIenOle1¡fra IIn cable de !Jarios metros, en­
T ERESA : rollado.
¡No me da la gana!
FREDl: VILMA:
(Intentando separarlos) ¡Vale, vale, no os Esto me servirá. Sentaos cada uno en una
peleéis! (A V/LAt A) Anda, bonita, enróllate silla.
y ayúdame a separarlos, tú que tienes
músculo. Pone t res sillas espalda contra espalda.

V I LMA obedece a regañadientes. Los separa. TERESA:

Vilma, antes tienes que escucharnos ...
VILMA: V1LMA:
¡Bueno, vale ya! ¡No sé cómo os ha po­ No hay tiempo. Tengo que llevar la fór­
dido contratar vuestra organización, sea mula a la Organización Mundial de la Sa­
 lud antes de que sea demasiado tarde. Veo VILMA:
que no suponéis ningún peligro para mí, No te hagas ilusiones: a ti es a quien voy a
pero no puedo dejar que os vayáis porque atar más fuerte de los tres. Eres un pesado.
sé que me delataríais. ¡Vamos, siéntate!
FR EDI: FREDI:
(Seductor) « Vilma »,
qué nombre tan suge­ No te confundas por la primera impresión

rente, suena a bosque perfumado, a flor que doy, en el fondo soy un tío sensible,

nocturna, al choque suave de las olas con­ romántico, agradable ... Si me das una

tra la arena de la playa ... (Fingiendo el soni­ oportunidad, te lo demostraré.

do) Viiilma ... Viiilma .. .

l6s empieza a dar golpes en el aire y a ejecu­
V ILArA
691
lar movimiemos rápidos de artes marciales.
VIL.\.fA se detiene a escuchar lo que dice FREDI.
PREDI se da cuenta.
VILMA:
¡Que os sentéis, he dicho!
FREDI: FREDI:
Vaya, parece que te ha gustado ... Vale, vale, no hace falta que te pongas asÍ.
VILMA:
(Cortada, pero disimlllal1do) ¿A mí? ¡Qué va! FRI DI, TERESA Y QUIQUE se sientan al úzstante.
Si ni siquiera te he oído. VI/ ,MA empieza a atarlos a 105 tres al mismu
FREDI: tiempo.
Mira, nena, haremos una cosa: yo te ayu­
do a atarlos, así iremos más deprisa. A mí T ERESA:

tambié n me ponen un poco nervioso, no Vilma, lo que te vaya decir es muy duro
entiendo cómo han podido averiguar todo pero ... tú no eres de carne y hueso.
eso de mí. Y cuando terminemos de atar­ VILMA:

los, te invito a cenar. ¿Te gusta n las os­ Ya veo por dónde vais: tácticas de lavado
tras? de cerebro, pero conmigo no van a funcio­
nar.
 VILMA de;a de atarlos y mira a TERESA, descon­
certada.

VILMA:
¿Cómo puedes saber eso?
TERESA:
Porque ayer me pasé la tercera pantalla y
lo vi.
VlLMA:
¿Qué es eso de una pantalla? (Pausa. Mira a -:---l
. ) y . 71 I
T ERESA, pensatIva a veo que en tu orgal1l­
zación trabajan bien, deben de tener un
equipo de informadores muy bueno. Ra­
zón de más p ara no dejaros salir de aquí.
(Sigue atándolos)
QUlQUE: Q UIQUE:

Es cierto, sabemos mucho más de lo que ¿Por qué no se lo sueltas a saco y ya está?
crees. De ti y de Fredi. TERESA:
Es que es muy fuerte, Quique, puede tener
VIL.WA sigile atálldolos sin hacer/es caso. un shock emocional.
QUl QUE:
T ERESA: ¿Yeso qué es?
Sé, por ejemplo, que luchaste contra TERESA:
Murloch para que no destruyera Defcon Lo explican en el libro de Conocimiento
City, y que antes de escapar te hirió en de tercero; si de vez en cuando abrieras al­
una pierna, pero tú por suerte encontras­ gún libro, lo sabrías.
te la pócima esa que llevas y pudiste pa­ QUlQUE:
rar la hemorragia. Ya está la sabihonda.
 T ERESA:
¿Qué pasa? ¿Te molesta que te digan las
verdades a la cara?
QUIQUE:
¿Y tú qué haces mirando un libro de terce­
ro, si todavía estás en segundo?
T ERESA:
¡Pues porque quiero saber lo que me espe­
ra el año que viene!
rn: QUIQUE:
¡Me pones de los nervios, niña! ¿Te ente­
ras? ¡De los nervios!
F REOI:
¡Vale ya! Decidle a Vilma lo que sea y ca­
llaos de una vez. Vilma, ¿de verdad no
quieres soltarme? Tengo un descapotable
en el garaje del Campus, podemos ir jun­
tos a por él y te llevo adonde quieras, al fin
del mundo, si me lo pides.
VILMA:
¡No!
FR ED l:
Te estoy ofreciendo mis servicios, seré tu
esclavo, tu mayordomo, tu chófer. .. pero
por favor, llévame contigo.
T ERESA:
Los dos sois personajes sacados de un jue­
go de ordenador. Vale, ya está, ya lo sabéis.
FREOI:
¿Pero qué tonterías dices, niña?
Q UIQUE:
(A FRW J) ¿Por qué te crees que sabemos
tantas cosas de vosotros? Lo de que repe­
tiste tercero, lo del examen suspendido y
lo de Murloch y la pócima ... Tu juego sa­
lió al mercado hace dos años ... Y el de Vil­
ma hace sólo unos meses .. .
F REO l:
¿Oyes eso?
(Incrédulo, brorneatldo, a VJLMA)
73l
Caramba, muchacha, para tener solo un os
meses estás muy crecidita .. . ¿Qué te dan
de comer?
TERESA:
Tenéis que creernos, mi padre es informá­
tico y ha inventado un chip que hace que
los juegos parezcan casi reales, está ahí,
dentro de ese ordenador. Aún está en fase
experimental y no debíamos usarlo, pero
como mi hermano nunca obedece ...
QUIQUE:
¡Qué plasta eres, niña! ¿Alguno de voso­
tros quiere una hermana? Os la de jo a
buen precio.
T ERESA:
Sí, ahora disimula. Pues resulta que mi
herm ano ha encendido el ordenador en
 ..)"~
i . ~
1 ". . ~ "
~•
f, _ .." .'
~º.!~~

mitad de la tormenta para jugar al juego nón. Lo suyo sería que os metierais otra

de Fredi. vez en el ordenador antes de que lleguen

QUIQUE: mis padres, porque si ven la que hemos lia­

¡Eh, eh!, que tú también te has apuntado y do nos dejan sin paga durante un año, por

querías jugar al juego de Vilma. Si quieres lo menos.

contarlo, cuéntalo todo.
TERESA: V ILMA termina de atarlos.
La cuestión es que ha caído un rayo y ha
habido un cortocircuito. VILMA:

f74 QUIQUE: Mirad, chicos, vuestra historia me parece 7sl

¿Y tú cómo sabes que ha sido un cortocir­ fascinante, pero si ese era vuestro recurso
cuito, lista? de emergencia para retenerme aquí, lo
TERESA: siento, habéis fallado. Adiós.
Si alguna vez hubieses abierto el libro de
Tecnología, verías que es lo más probable. VI L MA abre la puerta y se dispone a salir.
VILMA:
Ya ... Y ahora nos diréis que por culpa del TERESA:
cortocircuito se ha sobrecargado el chip y ¡Espera! Antes, contéstame a una pregun­
por alguna extraña razón este pelma y yo ... ta. ¿Tienes hermanos?
FREDI: VILMA:
Oye, guapa, sin insultar. .. ¿Qué?
VILMA: TERESA:
... hemos salido de la realidad virtual al ¿Tienes o no?
mundo real. VILMA:
QUlQUE: ¿A qué viene esto?
Es lista, la chica, ¿eh? Habría que felicitar TERESA :
al programador. Pues ahora que lo has pi­ ¿Y tu padre y tu madre? ¿Cómo se lla­
llado, entenderás que estemos en un ma­ man? Piensa tú también, Fredi.
 FRED! :
VII..MA se queda pensatwa. FRED l también.
O a lo mejor no.
TERESA:
Pausa. FRED l Y VILMA se miran.
¿Dónde vlvlan vuestros padres cuando
érais pequeños? Mejor aún: ¿recordáis VILMA :
algo de cuando érais peq ueños? Yo ... yo no puedo ser el personaje de un
VILMA: juego. Llevo una fórmula para una vacuna
([I/quiela, pensativa) No lo entiendo ... contra la malaria y tengo que entregarla
FRED!: urgentemente a la Organización Mundial
í76 Yo no sé ni recuerdo nada de lo que me di­ de la Salud (OMS) para que la fabrique en
77l
ces. Ni de mis padres ni de nada. sene ...
VILMA:
TERESA:
A lo mejor eres huérfano. Esa debe ser tu misión de la siguiente pan­
FREDI: talla, pero en el juego, no en la realidad .
Si lo fuera, lo sabría . Pero no lo sé. VILMA:
QUI QUE: ¿Pero es que no os dais cuenta? La organi­
¿Sabéis por qué no recordáis nada de todo zación de Murloch quiere expandir la ma­
eso? Porque no está en vuestro programa. laria por todo el mundo, y para asegurar­
se de tener éxito, robó la fórmula de la
PauS<1. ¡' RED! Y VILMA se miral/. única vacuna que parecía fiable. Yo la he
recuperado ... y si no la entrego a tiempo
FRED!: morirá mucha gente ... Gente real, como
Oye, ¿te ... te imaginas que tuviesen razón? yo.
V!LMA:
T ERESA:
No sé qué decirte ... Estoy confundida ... A Tú no eres real, Vilma. Si me sueltas, te lo
lo mejor su organización nos ha inoculado demostraré.
algo sin que nos demos cuenta para que
perdamos la memoria ...
 VILMA dI/da. Finalmente cierra la puerta y en¡. muevo hacia la izquierda, el personaje va

!,ieza a bllSWT por distintos cajoncs. Encuentra hacia la izquierda.

l/l/as tijerJs. Las empuña y se dirtge bada TERE ­

VlLMA:
SA, seria.
¡Al grano! ¿Qué quieres decirme?
QUIQUE: T ERESA:

(Asustado) Oye, oye, cuidadito con esas ti­ Por favor, id los dos hacia la puerta. Cuan­
jeras, ¿eh? Que aunque sea una plasta, es do lleguéis, la abrís y os vais. Es lo que
mi hermana y algo de cariño sí le tengo. queréis, ¿no?
FREOl:
l7s VIL MA corta el cable y los libera a los tres. O sea .. . ¿Que vamos hacia la derecha? 79l
VlLMA:
T ERESA:
¡Pues claro! ¿Qué pasa? ¿No sabes dónde

Gracias. (Se levanta y COl/ecta el ordenador. está la derecha?

Les muestra el ratón a FREDI y el V ILMA) ¿Sa­ F REDI:

béis lo qu é es esto? Oye, no te pongas así, que yo sólo quiero

FREDI:
colaborar.

Una máquina de pelar gambas, ¿no te fas­

tidia? ¡Pues claro que lo sabemos, es un .. . VILMA y FRED! vall hacia la puerta. CI/ando es­
un .. . ! (a V rLM A) Fíjate, no me sale el nom­ tán a plinto de abrirla, TE RESA mlleve el rató n

bre. en direcciólI contraria. \fILM A y FRE DI retrocc­

VlLMA: den como atraídos por /111 imá,¡. Miran a TE RE­
El ratón de un ordenador. Hasta que no SA, desconcertados.

demuestres lo contrario, soy un agente se­

creto, niña, ¿Cómo no voy a saberlo? QUIQUE:
TERESA : ¡Jo, cómo ha molado!
Entonces sabrás que, en un juego de orde­ TERESA:

nador, si muevo el ratón hacia la derecha, ¿Queréis volverlo a intentar?

el personaje va hacia la derecha. Y si lo
 VILMA y FREnr se miran y se dirigen de 1Itlevo FREOI:
hacia la pl/erta. Cual/do están a punto de (ReallJerándose atÍn del mmeo) Pues déj ame
abrirla, TERESA muelle de IIl1 evO el ratÓ11 en di­ que te diga que, a pesar de ser un persona­
rección COIlfTaria . Vrr. MA y FREDI intenta" re­ je virtual, sigo pensando que eres un bom­
sistirse a la fuerza que los atrae en direcció/I bón.
cOllfraria, l/ero filialmente son arrastrados por
VILM A:
ella. (COII amargura) Ya ... Eso lo dices porque
estará en tu programa.
QUIQUE:
FREDI:
Déjame a mí, que esto es una pasada. Puede que esté en mi programa. Pero no te 81l
í80 miento. Lo digo de corazón. 1
QUIQUE le coge el ralón a TERESA y empieza a
VILMA:
mouerlo ell círculos. VILMA y F REDI empiezan a
girar rápidame17le sobre sí mismos.
¿Corazón? No me hagas reír, no tenemos
de eso.
FRED!:
¡Por favor, dejadnos ya en paz!
TERESA:
¡Ya te vale, Quique!

TERESA le quita el rató" a Sil hen nano. FRJ, DI y

VILMA dejan de dar vueltas y caen al suelo, ma·
reados. TERFSA los mira con cierta tristeza y
apaga el ordenador. PausII.

VJLMA:
(Recuperándose all'l del mareo, hundida) En·
tonces ... es cierto. Somos personajes vir­
tuales.
 TERESA:
Me sabe mal haber tenido que hacer esto,
pero es la única forma que se me ha ocu­
rrido para que os dierais cuenta de que no
os mentimos.
VILMA mira a TERESA en silencio. se dirige len­
tamen/e hacia 1/na silla y se sienta, abatida. Se
oyen sirenas leial1as de ambulancia.
ís2 VILMA:
O sea ... que todos esos peligros por los
que he pasado ... todos esos agentes ene­
migos contra los que he luchado ... o de los
que he huído ... jugándome la piel porque
pensaba que estaba haciendo algo impor­
tante ... porque pensaba que estaba sal­
vando personas ... o evitando guerras ...
todo es una farsa ... No es más que un jue­
go ... , un pasatiempo ...
Q UIQUE:
Míralo así, tronca, entretienes a la peña,
haces que se olviden de sus problemas... y ha­
ces que muchos quieran ser como tú ... Mi
hermana, por ejemplo, quiere ser como tú,
aunque al paso que va acabará siendo bi­
bliotecaria o algo así. .. porque le molan más
los libros que las artes marciales y todo eso...
Vuelven a oírse a lo Jeios sirellos de ambulancia.
FREDI:
Míralo por el lado bueno. Yo, ahora que
sé que soy el personaje de un juego, ya no
me agob iaré por suspender un examen. Y
a lo mejor hasta paso de terminar la carre­
ra ... Me dedicaré sólo a las mujeres.
VILMA lo (ulmitta COI! la mirada.
831
FREDl:
Bueno, eso si tú no me haces
(Recti(iClllldo)
caso, que ya ves que me molas un montón,
Vilma, y que por ti me iría al fin del mundo.
VILMA:
Pues ya puedes empezar a andar, a ver si
así te pierdo de vista.
FREDl:
No seas tan dura conmigo, nena, que esta­
mos en el mismo barco. Yo sé lo mismo
que tú, intentemos superarlo juntos, ¿no?
Mira, tú ahora, por ejemplo, ya sabes que
no te hace falta salir corriendo para entre­
gar en el sitio ese la fórmula que llevas
contra la malaria, porque el mundo solo
está en peligro en tu juego, no en la reali­
dad. Eso tendría que aliviarte.
 T ERESA: QUIQUE enciende la radio. Va buscando por el
Bueno, ¿y ahora qué hacemos? dial hasta que se oye a un locutor.
QUIQUE:
Pues buscar la manera de meter a estos dos VOZ DE l.O CliTOR:
en el juego antes de que papá y mamá re­ ... Al parecer, los brotes de malaria no es­
gresen y nos caiga la bronca. tán teniendo lugar solamente en nuestra
TERESA: ciudad. Nos comunican que han empezado
¿Y qué sugieres? ¿Rompemos la pantalla de forma simultánea en diversas ciudades
del ordenador y los apretujamos hasta que del planeta: en Melbourne, en Nueva York,
quepan los dos? en Tokio, en Frankfurt, en Londres ...
ls4 Q UIQU E:
85l
Hombre, por intentarlo que no quede. VILMA se leVO/Ita como empujada por 1111 resor­
TERESA: te. Todos se van acercO/Ido lentamente a la ra­
Qué bruto eres, Quique. dio, sin deJar de mirar al aparato.

VI/elven a oírse a lo lejos sirenos de ambulancia. V OZ DE LO CUTOR:

Se seguirán oyendo, jl/l1lo con los truenos leia­ ... Un comunicado de la Organización
1105, hasta que se indique. Mundial de la Salud informa además de
que hace algunos meses desapareció de cier­
TERESA: to laboratorio tOda la información referen­
Pero, ¿qué son tOdas esas sirenas? ¿Qué te a la única vacuna que hasta el momento
pasa? parecía efectiva para combatir la malaria ...
QUIQUE: VILMA:

¿Ya mí qué me cuentas? A lo mejor es por ¡No es posible!

la tormenta, se habrá caído un árbol o VOZ DE LOCUTO R:
algo. ... por lo que tOdo hace pensar que esta si­
T ERESA: tuación no es casual, sino que es fruto de
Pon la radio, a ver qué dice. una acción programada por ...
 PREDI apaga la radio. Todos miran a VILMA, bo­playas llenas de palmeritas ... Por favor,

quiabiertos. VILMA, desconcertada . despierta ... Dadme un poco de agua, va­

mos. Y algo con que abanicarla para dar­

FREDI: le aire.

¡Entonces ... es cierto!

QUIQUE: TERESA encuentra U/1 botellÍtl de agua. Se lo da

Pe ... pero si no puede ser. Esto es solo un a FREDI . Q UIQUE arrallca una hoja de Ilna libre­
juego de ordenador, no puede estar pasan­ ta y empieza a aba nicar a VJu,tA . VILMA empie­
do de verdad. za a beber con dificultad.

TERESA:
ís6 Eso cuéntaselo a toda esa gente que ya está FREDI:
87l
contagiada por la enfermedad. Menos mal, parece que reacciona.
Q UIQUE:
VJLMA se desma ya. Me fastidia tener que decirlo, pero hay que

llamar a la pasma para contarle todo

FREO I: esto ...

¡Vilma! (La coge antes de que caiga al sl/elo) TERESA:

Nena, no me hagas esto, no me dejes solo ¿Y qué le vas a contar? ¿Qué Vilma Stron­
ahora, tenemos mucho futuro por delante, ger ha salido del ordenador de tu casa y
cenas románticas, cruceros, paseos por tiene la fórmula de la vacuna?

QUlQUE se qHeda pel1sativo.

QUIQUE:
Tienes razón, mejor no se lo cuento, que

papá y mamá se acabarían enterando de lo

que ha pasado aquí y entonces sí que me

caería la bronca.

 TERESA:
(Pensativa) Está claro que no podemos vol­
ver a meterlos en el ordenador.
QUIQUE:
Claro, porque no sabemos cómo hacerlo ...
TERESA:
Aunque lo supiéramos, no podríamos ha­
cerlo. De alguna forma están conectados
con la realidad. Así que ...
í8s FREDI:
Está claro, chicos: Vilma tiene que salir de
aquí con su fórmula. y yo voy a acompa­
ñarla a la Organización Mundial de la Sa­
lud para protegerla.
QUIQUE:
Ya. Tú lo que quieres es estar a solas con
ella para camelártela y llevártela de cru­
cero.
FREOI:
Que no, que lo de ir con ella al fin del
mundo o donde me pida va en serio, esto
ha sido un flechazo, chicos, lo digo de ver­
dad. Ya no soy el mismo Fredi de hace
unas horas. Luego sí, cuando haya entre­
gado la vacuna me la llevo de viaje al Ca­
ribe. Bueno, eso si se deja, que ya habéis
visto que tiene mucho carácter. .. Pero an­
tes, ni hablar. .. Una cosa es pasar de los
estudios y estar todo el día de fiesta ... y
otra bromear con la vida de la gente.
VILMA empieza a recuperarse.
VILMA:
Tengo que irme ... , tengo que llevar esa
fórmula ...
FREOI:
(Haciéndose e/ héroe) Claro que sí, nena, y 891
yo te llevaré en brazos, si hace fa lta. Espé­
rame aquí, voy a parar un taxi.
Va a so/ir, pero no puede abrir /0 puerta.
FREO!:
No lo entiendo ... No se puede abrir.
QUIQUE:
Déjame a mí. (Forcejea. No consigue abrir/a)
¡Es verdad, es como si alguien nos hubiera
cerrado con llave!
TERES A Y V ILMA se suman a FREDI y a QUIQ UE.
Los CIta/ro forcejean, e intentan inútilmente
abrir la puerta. Mientras lo hacen, la pantalla
del ordenador se enciende so/a. Ellos 110 se dan
cuenta.
 QUIQUE: VILMA:
No habrá sido papá, ¿verdad? A lo mejor se ha atrancado ...
T ERESA : FRED/:
¿Pero qué dices? ¡Papá y mamá han ido a (Se fuzlando la pantalla del ordenador) ¡Eh, mi­

una cena! Oye, no estarás insinuando que ra d!

papá tr abaja para una organización crimi­

nal, ¿verdad? Todos miran la pantaUa. En ella vemos el rostro
de 1m hombre de mediana edad que empieza a
QUIQUE:
reírse de forma inquietante.
y yo qué sé, solo estoy buscando una ex­
plicación.
í90 TERESA:
TERESA:
9ll
¡No puede ser, es ... !
¡Como si no tuviera suficiente con buscar VI LMA:
tra bajo, el pobre! ¡Murloch !
MURLOCH:
¡Por fin te tengo en mis manos, Vilma !
Esta vez no podrás entrometerte en mis
planes. Conseguiste huir con la fórmula de
la vacuna, pero en mis laboratorios esta­
mos a punto de conseguir otra. Y cu ando
la malaria ya sea imparable, los gobiernos

~J
del mundo entero pagarán lo que sea para
qu e yo se la proporcione.
V ILMA:
¡Eso es lo que tú te crees! Cuando logre sa­
lir de aquí. ..
MURLOCH:
¡No me hagas reír! Tu fórmula ya no exis­
te, ese microfilm que me robaste es mate­
 rial virtual, en la vida real nadie puede ver­
lo, así que nadie te creerá.
VILMA:
¡Eso no es cierto!
MURLOCH:
Compruébalo, si quieres. Mira en tu mo­
chila.
VILMA mira en SI/ mochila. Saca 1111 tI/bita metá­
lico, lo abre y /10 hay /lada. Nerviosa, busca en
192 el á/terior de Sil mochila. Fil1almellle, mira a los MURLO CH:
otros. desesp erada. MURLOCH se ríe desde la
¡1011lalla.
MURLOCH:
¿Me crees ahora? No me dejaste otra al­
ternativa, Vilma. Sólo puedes ser mi enemi­
ga aquí dentro, en el mundo virtual. Fuera
no eres ningún peligro, no eres nadie. Por
eso tenía que echarte, así que estuve bus­
cando por toda la Red hasta que descubrí el
chip que estaba fabricando ese científico
loco.
QUIQUE:
¡Oye, Murloch, un respeto, que es mi pa­
dre! ¿Quieres que te parta la cara?
M URLOCH:
¿Y qué vas a hacer, muchacho?, ¿romper
la pantalla de tu ordenador? (Ríe) Ya ves,
Vilma. Sólo tenía que esperar a que algu­
no de estos críos quisiera jugar a nuestro
juego usando ese chip para que se abriera
un portal por el que expulsarte del mundo
virtual.
VILMA:
Pero hay muchos juegos, muchas Vilmas.
Alguna te derrotará y llevará la fórmula a
las autoridades sanitarias.
931
¿Tú crees? ¿Por qué no pones la radio, a
ver qué dice?
VILMA:
¿La radio?
MURLOCH:
Sí, ponla. A lo mejor descubres algo inte­
resante.
TERESA pOlle la radio. armos la VOZ DE. LOC '
ORo
V OZ DE LOCUTOR:
... Desde hace unas horas, usuarios de todo
el mundo aseguran que los personajes pro­
tagonistas de los juegos para ordenador
Vilma Stronger y Fredi han desaparecido
de sus pantallas. Al parecer, debemos ha­
blar una vez más de un fenómeno a escala
 planetaria. Los programadores de la em­
presa Epsilon, fabricante de ambos juegos,
no han elaborado aún ninguna teoría que
pueda explicar. ..
apaga la radio y mira hacia la (Jan/olla del
FRED I
ordenador, perple;o. M URLOCI/ ríe.
MURLOCH:
Bueno, Vilma ... y ahora que ya sabes cuál
f94 es la situación ... vete, si quieres.
La puerta se abre sola. MURL.OC/I se ríe. LA pOI/­ consigues que lo meran en la cárcel.
tal/a del ordenador se apaga. VILM /I , QUlQur,
FRWI y TERf.SA mironlcl (Juerta avil'rta.
TERESA:
¿Por qué no lo intentas, Vilma? Ve a la Or­
ganización Mundial de la Salud y cuénta­
selo roda.
VlLMA:
¿Para qué? No me creerán. Además, aun­
que me creyeran, sin la fórmula no serviría
de nada.
QUIQU E:
Cuéntales por lo menos que Murloch es
quien anda detrás de la epidemia para que 951
luego le compren las vacunas. A lo mejor
VILMA:
No, Quique. Antes de que le detuvieran es­
condería su vacuna y la gente contagiada
se quedaría sin ella.
FREDI:
¿Y yo qué papel juego en roda esro? Con
lo tranquilo que estaba en el Campus, ro­
deado de chicas y jugando en los billares.
V ILMA se acerca a FREDI y le ¡,olle tll/O tIIallO ell
el bOlllbro.
VILMA:
Lo siento, Fredi. Esto no iba contigo. De
alguna forma te pusiste en medio y ... No
sé qué decir.
 FREDI:
¿Por qué no me das un besito? Eso me
consolaría.
VILMA:
(Se alela de él, molesta) Desde luego, no cam­
biarás nunca.
FREDI:
Ya ves, si estoy programado así ... Qué le
vaya hacer.
1% QUIQUE:
¡Ya está!, ¡ya sé lo que podemos hacer!
¡Metemos otra vez a Vilma en el ordena­
dor, que luche contra Murloch y que lleve
la fórmula a la Organización Mundial de
la Salud ... Pero no a la de verdad, sino a la
del juego. Ahí sí que podrán leerla.
TERESA:
Ya ... Pero, ¿cómo lo hacemos?
FREDI:
Tiene que haber una manera de volver ...
Tiene que haberla ...
"or la claraboya se /le el (I/erte destello de
ra)'o. Se oye 11/1 tmello cercal/o.
QUIQUE:
Vaya, parece que la tormenta vuelve a
acercarse.
FREDJ se sienta sobre II1la cala de cartón, pensa­
tivo. La caja de c,mólI cede y se rompe.
FREDI:
Huy, perdón. Pensaba que sería más resis­
tente. No habré roto algo, ¿verdad?
QUIQUE:
Eso espero, porque si lo has hecho la bron­
ca de mi padre será doble.
QUIQUE abre /a caja para comprobar si lo que
971
hay en Sil interIOr se ha roto. Saca dos cascos
como de motorista, con gafas y cables incorpo­
rados.
TERESA:
¿Cascos de moto? ¿Desde cuándo papá
conduce motos?
QUIQUE:
(Reconociendo los cascos) ¡No! ¡No son cas­
cos de moto! ¡Son cascos para juegos de
realidad virtual! ¡Ahora lo entiendo!
11/1 TERESA:
Pues yo no entiendo nada.
QUIQUE:
Antes de irse, papá ha dicho que quería
probar el chip ... , (Subrayandu/o) y todo lo
demás, ¿te acuerdas? Pero como tú le has
 interrumpido y has empezado a hablar, él
ya no nos ha contado qué era «todo lo
demás». ¡Pues está claro, eran estos cas­
cos! ¡Y se me está ocurriendo una idea!

Por la claraboya se intllye el destello de 1m rayo.

Suena 1111 tTueno más fuerte que el anterior. QUI­
QUE enciende el ordmadOl:

19s QUIQUE:
A lo mejor, si Vilma y Fredi se colocan es­
tos cascos ... y luego los conectamos al or­
denador ... , pueden volver a sus juegos.
VILMA:
No es mala idea, pero eso no será suficien­
te. El chip también tendría que sobrecar­
garse, como cuando hemos llegado. FREDl:
QUIQ UE: Hombre ... , pues ... , peligrosa. Nos pode­
¡Claro! ¿Y qué está pasando ahí fuera? ¡La mos achicharrar.
tormenta! VILMA:
Somos seres virtuales, Fredi. Un rayo no
De IllIevo, la luz de 1111 rayo illul/¡lfa la escena . puede matarnos.
Suena un tmellO más (uerle que el QlJtl!rior.
FREDl:
Pero a lo mejor podría desintegrarnos, que
QUIQUE: nosotros estamos hechos de energía.
A lo mejor tenemos suerte y puede haber VILMA:
una descarga como la de antes. ¿Qué os Bueno, tú quédate si quieres. Lo entiendo.
parece la idea? Pero yo tengo una misión importante. Y
 debo arriesgarme. (Se palie el casco) Conec­ FREClI :v VILMA se miran. Finalmente, VJlMA
ta el cable al ordenador, Quique. sOTlr{e.

Q UIQUE:
Vale. Y tú, Teresa, busca por ahí un tubo VILMA:
metálico o algo así, sácalo por la clara bo­ Gracias.
ya y conéctalo al ordenador con un trozo F RED I:
de ese cable con el que antes nos ha atado De nada. (A Quiqlle) Y tú, espabila y co­
Vilma. Con un poco de suerte, atraerá al­ néctame ya al ordenador, chaval, que me
gún rayo. siento ridículo con este casco. Parezco
1100 Frankensrein. 101 1
TERMA obedece)' empieza ti buscar. Encuentra
las l/arillas de U/I paraguas. QUfQUE l'mpiez<1 a
col/ectar el c<lble del casco de V/LAtA al ordena­TERE.SA, SIguiendo las instrucciol/es de QUI­
dor. FREDl obserua a VILMA, pel/sativo. La lor­ QUE, conecta las varillas al ordenador eO/1 lfIl

menta se alJToxima. trozo de cable)' las saca del paragllils por la

claraboya.

FRED1:
Espera, chaval. (Se pO/le el otro casco) Co­
néctame también a mÍ.
VILMA:
Fredi, no es necesario que te arnesgues
tanto.
F REOI:
Oye, nena, te dije que estaba dispuesto a
seg uirte hasta el fin del mundo y yo con
las chicas siempre cumplo mi palabra.
Bueno, si te he de ser sincero no la he cum­
plido nunca, pero uno siempre está a tiem­
po de cambiar, ¿no es verdad?
F REDI:
¿Sabes, Vilma? Me gustaría ir a visitarte
alguna vez a tu juego. ¿Crees que sería po­
sible?
VILMA:
Después de lo que ha sucedido hoy aq uí,
yo ya pienso que todo es posible.
F REDI:
Se me ocurre una cosa mejor: cuando ter­
mines de salvar al mundo, te vienes a mi
juego y te invito a cenar en mi casa. Pre­
paro una paellas para chuparse los dedos.

VllMA:
Vale.
FREOl:
Pero ... , por si acaso nos morimos en el in­
tento de volver. .. , ¿por qué no me das un
beso de despedida?
VILMA:
(Di/lertida) ¿Eres un pesado, lo sabías?
FREDI:
Ya, pero también soy encantador, ¿a que
102
sí?
Se mirall, son riel/tes. Fillalmellte. se besan. LIl
ese mome/lto. se ve el destello de /111 rayo al
tiempo que suella un trueno fortísimo . Empie­
zall ti saltar chIspas y a salir hUIllO de/ ordella­
dar. LA hab,tació'l qlleda a OSCII ras. Desde aquí
hasta elfi>zal de la obra. ya tIO se O)'C/1 más am­
hl/lancias.
TER ESA:
Pues ya estamos otra vez a oscuras.
QUIQUE:
¿Tú crees que habrá funcionado?
TERESA:
No sé, cuando vuelva la luz lo sabremos.
QUIQUE:
¿Y si se han desintegrado, qué pasará?
TERESA:
Pues que Murloch se ha brá sa lido con la
suya.
QUI QUE:
¡Jo !, cuando el lunes se lo cuente a los co­
legas del Instituto van a flipar.
TERESA:
Yo que tú no lo haría, te toma rán por
loco.
1031
VI/elve la luz. FRF.DI y VILM1\ hall desaparecido.
Erl el sl/elo, los cascos de realidad ,.iTtlla/. EII­
tra/l el PADRE Y la MAnH.
PADRE:
¡Pero cómo! ¿Todavía estáis despiertos?
MADRE:
¡Dios mío! ¿Pero tú has visto cómo han de­
jado la habitación? ¿Qué habéis estado ha­
ciendo? ¿Jugar a la tercera guerra mundial?
QUIQUE:
A la tercera guerra mundial, no ... Pero a
la guerra bacteriológica .. . pues casi casi ...
PADRE:
Quique, no te cachondees de tu madre,
que esto es muy serio. Se suponía que de­
bíais limpiar y ordenar el estudio, y lo ha­
béis dejado mucho peor de lo que estaba.
 MADRE: QUIQUf y TI:J(F..$A se miran, apurados. El PADRE

Lo siento, pero tendremos que castigaros. se les acerca.

TERESA:
Pero mamá, que acabamos de salvar al PADRE:
mundo ... (Cómplice y expectante) Bueno, pues ya que
MADRE: lo habéis hecho, decidme: ¿qué tal funcio­
Ya ... Y yo soy Vilma Stronger ... Vamos, na?, ¿los juegos os han parecido muy rea­
ordenad esto y a la cama. les?
TERESA:
La MADRE sale. El PADRE ve los cascos de reali­ Huy, eso sí. Pero tendrías que hacerle al- 1071
106
dad virtl/al en el suelo. gún arreglillo al chip, porque los juegos
parecen ... pues ... demasiado reales.
PADRE: PADRE:
(Los coge. Enfadado) ¿Pero qué es esto? ¿Ah, sí? Vale, pensaré en ello. Y ahora, ya

¿Habéis estado jugando con mis cascos habéis oído a vuestra madre: ordenad esto

para juegos de realidad virtual? ya la cama.

QUIQUE:
¿Nosotros? ¡Qué va! EII'¡\f)RI' sale.
PADRE:
(Enfadado) ¿Entonces qué hacen en el suelo? TERESA:
QUIQUE: Vamos, pon la radio, a ver qué dice.
Pues no sé, se habrán caído.
PADRE: QUIQUt obedece. OUII05 la voz del locutor.
(Ellfadado) ¿Creéis que soy tonto? Están co­
nectados al ordenador, eso es que habéis es­ VOZ DE LOCtJfO R:
tado jugando con ellos. Y seguro que tam­ ... La Organización Mundial de la Salud
bién habéis probado cómo funciona el chip informa de que a partir de mañana empe­
que he inventado. Vamos, reconocedlo. zará a distribuir de forma masiva la vacuna

 contra la malaria, cuya fórmula, al parecer, VOZ DE LOCUTOR:

ha sido recuperada por un agente secreto ... Epsilon también informa de que acaba
cuya identidad no se ha querido revelar. de reci bir por correo electrónico el diseño
de un nuevo chip que, según parece, revo­
Miet/lras eI/ocl/lor hab"l, la palltallo del orde­ lucionará el mundo de los juegos virtua les
n'ldor SI! el/ciende sola. En ella vemos las caras y anuncia que en breve se pondrá en con­
de VILMA )' de PREDI. QUIQUE Y TI,RcSA, atclltos tacto con su diseñador, Agustín Garda,
a la mdio, no se dan cl/enla. para encargarle nuevos proyectos.
y ahora, los deportes ...
VOZ DE LO CUTOR:
108 TERESA apaga la radio, desconcertada. QUIQUF

1091
... La intención de la OMS es, además, dis­
tribuirla de forma gratuita en África para y ello se 111tr.1II.

erradicar la malaria del continente, donde

TERESA:
constituye una pandemia que causa miles
Pero si es papá ...
de muertes cada año ...
T ERESA :
SI/el/e/ un teléfono cntr bambalinas.
¡Lo han conseguido, lo han conseguido!
QUI QUE:
MADRE:
¡Ahí, con un par! (Off) ¿Diga? Sí, un momento. Agus, al telé­

VOZ DE LOCUTOR:
fono, preguntan por ti .

... Por otro lado, el portavoz de la empre­ PADRE:

sa Epsilon acaba de informar de que los (Off) ¿A estas horas? ¿Quién puede ser?
protagonistas de los juegos Vilma Stronger
y Fredi vuelven a aparecer desde hace unos QUIQUE I'C a VIL~1A y d FRFO/ en la panla/ld dcl

minutos en las pantallas de los usuarios de ordenador.

dichos juegos.
QUI QUE: QUIQUE:
(Contel1to) ¡Sí! ¡Eh, Teresa, mira!
 contra la malaria, cuya fórmula, al parecer, Voz DE LOCUTOR:

ha sido recuperada por un agente secreto ... Epsilon también informa de que acaba
cuya identidad no se ha querido revelar. de reci bir por correo electrónico el diseño
de un nuevo chip que, según parece, revo­
Mlelltras el/ocl/tor habla, /a pantalla del orde­lucionará el mundo de los juegos virtuales
nador se ellciende sola. En ella vemos las caras y anuncia que en breve se pondrá en con­
de VII >itA Y de FREDI. QUTQ(lf y T¡.:RESA, alentos tacto con su diseñador, Agustín García,
a la radio, //() se dan C/lenta. para encargarle nuevos proyectos.
y ahora, los deportes ...
Voz DE LOClJTOR: 1091
1108 nRLSA apaga la radio, desconcertada . QUiQUE.

... La in tención de la OMS es, además, dis­

tribuirla de forma gratuita en África para y el/a se mmU/o

erradicar la malaria del continente, donde

T ERESA :
constituye una pandemia que causa miles
Pero si es papá ...
de muertes cada año ...
T ERESA :
SI/e/ta /lit tel~(ol7o I!ntr bambalinas.
¡Lo han conseguido, lo han conseguido!
QUlQUE:
M ADRE:
¡Ahí, con un par! (Off) ¿Diga? Sí, un momento. Agus, al telé­

Voz DE l.OCUTOR:
fono, preguntan por ti.

... Por otro lado, el portavoz de la empre­ P ADRE:

sa Epsilon acaba de informar de que los (Off) ¿A estas horas? ¿Quién puede ser?
protagonistas de los juegos Vilma Stronger
y Fredi vuelven a aparecer desde hace unos QUIQUE I'e a VII.MA ya FREDI en la pantal/a del

minutos en las pantallas de los usuarios de ordenador.

dichos juegos.
Q UlQUE: QUIQUE:
(Col/tel/to) ¡Sí! ¡Eh, Teresa, mira!
 TEII.ES!I se gira y los ve. QUIQUE Y TERESA salen corrielldo. V,tAIA)' FRE­
DI sigllell en la pantalla.

TERESA: FRED!:
Habéis sido vosotros, ¿verdad?
Anda, nena, dame otro besito.
VILMA:
V1LAIiI y FREDJ les guiñan tm ojo y sonríen.
¡Ay, mira que eres pesado!
FREDl:
TERESA: Mujer, solo uno ...
Gracias.
MADRE: Se va tras ella y salell de la patltalla. El ordel/a- ---¡
110 dor se apaga. 111 I
(Off, eufórica) ¡Niños, subid corriendo, os
tenemos que dar una noticia muy buena!
GAMEOVER
SUGERENCIAS: LECTURA
E INTERPRETACIÓN

Hay dos tipos de trabajo que, a mi juicio, 1131

deben hacerse con cualquier obra de teatro. Y,
a ser posible, no de forma consecutiva sino de
forma paralela: por un lado, el trabajo con el
texto para comprender lo que se dice, cómo se
dice y por qué se dice. Y, por otro lado, el tra­
bajo de interpretación para favorecer la inte­
gración del actor en el personaje (o del perso­
naje en el actor). Ambas actividades se
alimentan mutuamente.
Antes de hacer mis propuestas para uno y
otro trabajo, un consejo: no hay que obcecar­
se en que los actores se aprendan rápidamente
el texto, porque casi nunca sucede. Y si se
basa el sistema de trabajo en eso, se pasa rá
mal. El teatro es un juego (los ingleses usan el
término play -jugar- para referirse a la in­
terpretación de una obra de teatro). Y, aunque
el juego tiene sus normas y es fundamental
 que los jugadores las conozcan, lo más impor­
tante es disfrutar haciendo teatro.
Ejercicios de lectura
Aparte de la lógica comprensión del texto,
hay una serie de parámetros narrativos que es
interesante buscar y debatir con los actores.
114 Por ejemplo, el objetivo del personaje: ¿qué
quiere conseguir o qué quiere hacer?; su ra­
zón secreta: ¿por qué quiere conseguirlo o por
qué quiere hacerlo?; su conflicto, que puede
ser interno y/o externo: ¿qué le impide conse­
guir su objetivo?, ¿ese impedimento procede
de otro personaje, o procede de alguna limita­
ción o algún complejo del propio personaje?;
su urgencia: ¿hay alguna razón por la que le
corra prisa conseguir su objetivo?; su perfil y
su biografía: ¿cómo es el personaje?, ¿por
qué es así?, ¿cómo le va en la vida?, ¿cómo le
ha ido hasta ahora? Todo ello nos dará he­
rramientas para entender y analizar por qué
hacen lo que hacen y por qué dicen lo que di­
cen en cada momento. Y cuando se detecta
que un actor dice una frase sin saber por qué
la dice su personaje, hay que detenerse y acla­
rarlo.
Así, reflexionando y debatiendo sobre estos
aspectos, los actores van haciendo suya la si­
tuación, suyos los personajes. En definitiva,
profundizan en su humanidad y en sus moti­
vaciones, estableciendo de forma inconsciente
e imperceptible diversos paralelismos y com­
plicidades con su propia situación personal. Y,
poco a poco, van haciendo suya la obra.
1151
Interpretación
Es bueno usar improvisaciones a modo de
calentamiento para desinhibir a los actores y
prepararlos para el ensayo. Mostraré unas
cuantas para ver cuál es la línea, y, a partir de
ahí, a inventar. Como veréis, en muchos casos
son ejercicios de dinámica de grupos:
-La pelota: nos ponemos en círculo y nos
pasamos una pelota. El jugador que la recibe
dice su nombre y se la pasa a otro. Se puede
variar lo que se dice al recibir la pelota, y
cuando ya se haya hecho el reparto de pape­
les, los actores, al recibir la pelota, pueden de­
cir una frase de su personaje.
-El espejo: situamos a los actores por pa­
rejas, y uno de ellos empieza a moverse len­
tamente con gestos amplios. El otro debe

imitarle, como si fuera su imagen en un espe­
jo. A una señal nu estra, el que antes obedecía
ahora manda, y viceversa.
- Pasos: nos ponemos en círculo en un es­
pacio amplio y andamos en fila contando los
pasos hasta 10. Paulatinamente, vamos intro­
duciendo un movimiento en cada uno de los
pasos, hasta terminar con un movimiento aso­
ciado a cada paso. Por ejemplo: paso 1, pal­
116 mada; paso dos, salto a la pata coja; paso 3,
brazos en cruz; paso 4, a cuatro patas, etc.
Este ejercicio va muy bien para trabajar la
concentración y la coordinación corporal y
grupal.
- La cadena de montaje: acordamos crear
un a cadena de montaje para fabricar algo su­
gerente e inmaterial (nubes, rayos, tormentas,
estrellas ... ). Los actores van saliendo a escena
de uno en uno y simulan ser un mecanismo de
la cadena, aportando un movimiento y un so­
nido para ello. A medida que los actores van
saliendo a escena, se tienen que ir «ensam­
blando » a la maquinaria que se va creando
(no pueden situarse de forma independiente
respecto al grup o) . Este ejercicio fomenta la
desinhibición y la cooperación.
-Adivíname: colocar a los actores por pa­
reja s. Hay que dar al Actor A una consigna
f:···""·· ~'n
~. :::;.. :j
~I~.J
que el Actor B no debe oír. Supongamos que
la consigna es «coge una silla y siéntate junto
a mí». El Actor A debe hacer comprender al
Actor B cuál es su deseo y éste debe estar pen­
diente para adivinarlo. Pero no se puede hacer
mimo -en este caso, el Actor A no podría, por
ejemplo, señalar una silla al Actor B e indicarle
a continuación que la sitúe junto a él-o Este
ejercicio trabaja el lenguaje corporal y la co­
municación no verbal, y hace que ambos ac- 117 1
tares estén concentrados y pendientes del otro.
Esto es algo fundamental para interpretar una
escena: el actor no puede aislarse y subir a es­
cena solamente para decir su texto, tiene que
estar pendiente de lo que hacen y lo que dicen
los otros actores que están con él. De ahí nace
la credibilidad de su interpretación.
Una vez se realicen algunos de estos ejerci­
cios u otros inventados en esta línea, hay que
proponer improvisaciones de aproximación a
las situaciones y a los personajes de la obra,
para que se entiendan mejor sin necesidad de
tener el texto de la obra en la mano o de me­
morizarlo.
Por ejemplo: se puede hacer una improvisa­
ción en la que Quique y Teresa se pelean por
el ordenador y acuden a sus padres co n el ob­
 /

jetivo de conseguirlo. Así se trabaja la relación INDICE

entre ambos hermanos y la de los padres con
los hijos. También se podría proponer una im­
provisación en la que el padre deba decirle a
la madre que se ha quedado en paro. O hacer
otra en la que Fredi intenta ligar a su manera,
sin usar las palabras del texto, con Vilma
Stronger...
Que sean siempre improvisaciones que esta­
18
blezcan paralelismos con situaciones que apa­ PRÓLOGO ........................ 9
rezcan en la obra, o que ayuden a los actores a
ARGUMENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
comprender lo que anteriormente hemos lla­
mado sus «antecedentes»: quién soy, cómo soy PERSONAJES ...................... 20
y de dónde vengo. Al fin y al cabo, un perso­ ESCENIFICACIÓN 27
naje de teatro, igual que un ser humano, es
como un iceberg: lo que muestra al exterior EL CHIP EXPERIMENTAL ........ 35

solo es una pequeña parte de lo que realmente

es. SUGERENCIAS: LECTIJRA E INTERPRETACIÓN 113
Así, con este segundo tipo de improvisacio­
nes, cuando los actores se sepan el texto y se
pueda trabajar con ellos las escenas, ya ha­
brán integrado los personajes y las situacio­
nes.
 Ximena Maier nació
en Madrid en 1975.
Desde siempre le ha
encantado leer y dibujar,
así que, a pesar de los
buenos consejeros que
la empujaban hacia la
Economía y el Derecho,
estudió Bellas Artes en
Sevilla e ilustración
en Inglaterra. Ahora
vive en Madrid,
y ha conseguido que
sus aficiones sean su
trabajo.

 A partir de 12 año..
Una gran aventura comienza
la noche en que Teresa y Quique
se quedan solos en casa y prueban
el último experimento informático
de realidad virtual, de su padre.
Se verán inmersos en el malvado
plan que Murloch quiere llevar
a cabo y tendrán que ayudar a Vilma
y a Fredi, dos personajes de videojuego
muy reales, a detenerle. ¿Conseguirán
entre los cuatro acabar con las malas
intenciones de Murloch?
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I S B N 978-84-667 -6304- 2

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