Está en la página 1de 1

Querida Liz:

Una de las grandes bendiciones de servir en otra congregación, es encontrar personitas especiales que se vuelven amigos,
ir acumulando recuerdos al pasar buenos momentos me permite conocerlos, ver su adelanto espiritual y emocionarme con
su crecimiento.
Desde que llegamos a San Andrés tengo bonitos recuerdos de ti, por ejemplo, aquella vez que fuimos a la construcción,
recuerdo a una jovencita con un futuro por delante, pensé: “podría pensar en una carrera seglar o trabajo de tiempo
completo” pero en vez de eso ibas comentando tus metas, ha sido un placer ver como las has ido alcanzando a pesar de
que no te ha resultado fácil, eso me confirma que eres la clase de persona que cualquiera querría como amiga, tienes una
forma de ser, sencilla, alegre, espiritual y con muchas ganas de darle más a Jehová.

Sin duda a los ojos de Jehová eres hermosa, además de que lo eres físicamente, aunque la pandemia nos apartó un poco,
yo seguí observando desde la pantalla tus cualidades, habilidades y ganas de hacer lo correcto, pudiste ir tras otras metas,
pero estabas en la predicación dándole a Jehová lo mejor, en tus comentarios, y precursorado, aunque se que representa un
reto cada actividad lo sigues haciendo muy bien, por favor, no te canses, a mí personalmente me anima y motiva mucho
ver el esfuerzo que haces, estoy seguro que a otros más también los motiva ver tu crecimiento y trabajo constante.

Tristemente la enfermedad es una característica lamentable del estado actual del hombre, y todos estamos expuestos a
factores como “el tiempo y el suceso imprevisto”. (Eclesiastés 9:11) No sentirte bien de salud, perder tu teléfono, entre
otras cosas que te puedan pasar seguro que te hacen sentir desanimo de repente, no estar bien de salud suele crear tensión
emocional y mental. ¿te has sentido así?

Yo creo que sí, a todos nos pasa más de una vez, algo que me ha ayudado y quiero compartir contigo es lo que dice la
Biblia en Proverbios 12:25 “La solicitud ansiosa en el corazón de un hombre es lo que lo agobia”, sé que conoces muy
bien estas palabras y seguramente oras a menudo, pero quiero animarte a seguir abriéndole tu corazón a Jehová,
desahogarte aún más veces. Tal vez en ocasiones sientes que tus ideas no están en orden aun así habla con Jehová, él te
entiende y se interesa tanto por ti que te dará orientación y sabiduría para afrontar el problema que se te presente de la
mejor manera posible, cuando te sientas triste, preocupada, ansiosa o ni sepas como te sientes órale a Jehová, “y la paz de
Dios protegerá tu mente y corazón” (Fil. 4:7) y si quieres hablar con una amiga cuenta conmigo, me esforzare por
escucharte y ayudarte en lo que sea que este a mi alcance.

Veo toda la belleza y potencial que tienes, sigue dejándote guiar por Jehová, no te canses de orarle y darle lo mejor de ti
en tus circunstancias, sigue estudiando, comentando, predicando, preparándote para las reuniones, poniéndote metas y
alcanzándolas, con la plena seguridad que, en su tiempo, sin falta, te dará lo que sea que necesites y te permitirá cumplir
con tus deberes espirituales aun en los días más complicados, pondrá delante de ti lo que mas te convenga, mientras eso
sucede ten la seguridad de que el cuidado y la bendición de Jehová están a tu lado y son muy superiores a cualquier cosa
que ahora te duela o preocupe. No dejes de buscar ayuda médica, seguramente Jehová te guiara a la mejor opción.

Te quiero mucho Liz, estas en mis oraciones y espero que Jehová nos permita mucho tiempo mas para seguir disfrutando
de tu compañía y acumulando mas bonitos momentos para guardar en el álbum de los buenos recuerdos.

Tu amiga: Judith de Franco

También podría gustarte