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Capítulo 4

El Don De Administración

Introducción

En el capítulo anterior, discutimos la necesidad de tomar ese paso crucial de la


visión a la acción. Hablamos acerca de la necesidad de establecer metas y la
clasificación de las mismas en orden de prioridad, a fin de dirigir y enfocar
éstas a la acción y a la ejecución del trabajo correspondiente. Definimos las
metas como tangibles, comunicables, logrables, medibles y definibles, en lo
que a la acción se refiere, a fin de trasladar nuestra visión a los programas de
trabajo que pensamos poner en operación.

Ahora necesitamos preguntarnos: "¿Quién va a poner todo esto junto?" ¿Quién


ha de proveer una evaluación práctica respecto a las mejores maneras de usar
nuestro personal, recursos y tiempo para lograr realizar el trabajo?

Tal vez usted se considere un líder ya sea de una congregación, de una


asociación u organización; no obstante, ¿tiene la destreza, entrenamiento,
experiencia y aptitud para planear, coordinar y ejecutar todas estas cosas
necesarias que hemos estado discutiendo?

A. LA ADMINISTRACIÓN ES IMPORTANTE
Existe una gran necesidad entre los líderes cristianos de procurar
asesoramiento sabio en aquellas áreas en las que están carentes de aptitudes,
entrenamiento y experiencia. Esto nos coloca en la posición de administradores
en una administración.

1. Un Proyecto Fallido
Los líderes espirituales frecuentemente se aíslan a sí mismos del
asesoramiento práctico, del conocimiento y entendimiento, disponibles en su
congregación de seguidores. Quizás sin intenciones, erigen una pared invisible
a su alrededor. ¿Cómo hacen tal cosa? Por medio de hacer declaraciones
apoteósicas.

"El Señor me dijo esto", o "Él me mostró aquello", dicen ellos.

Por supuesto que nadie quiere cuestionar a Dios. Si alguien se atreve a


cuestionar el plan del Gran Jefe, ese tipo de líder usualmente se hará el sordo
ante el mismo.

En el otoño de 1935, un líder en una denominación Pentecostal, recibió lo que


interpretó como una revelación de parte del Señor. Debería construir en las
hermosas montañas de California del Sur, un extenso tabernáculo para
acomodar las personas que asistieran a las conferencias de su denominación y
a los servicios de los campamentos de verano.

Después de adquirir un predio de terreno cerca de Big Bear Lake, empleó una
brigada de construcción para comenzar la edificación del tabernáculo.
Éste, sería bastante extenso, de forma hexagonal y techo plano. Algunos
miembros de su grupo que tenían experiencia en la construcción en esa área
montañosa, se le acercaron y le dijeron: "Señor, creemos que está cometiendo
un error fatal al construir tal edificio de ese diseño."

"Caballeros", respondió él. "No cuestionen mi plan. Fue el Señor quien me lo


dio."

Más tarde pasó por allí un ingeniero del condado y vio al director de tal plan
dirigiendo la construcción de la obra. Se detuvo, se acercó al superintendente y
trató de decirle que había errores en el diseño de aquella obra. La única
respuesta que recibió por su consejo, fue una fría repulsa o desaire.

Esto sucedió en los tiempos en que no existían códigos que rigieran las normas
de construir edificios. La gente podía construir de la manera en que quisiera.
Pero también fue durante los años de depresión económica, cuando el dinero
era difícil de conseguir y cada dólar era valioso.

La gente que ha vivido en países donde cae nieve, puede adivinar qué error
tenía aquel diseño de construcción para dicho tabernáculo. Cae mucha nieve
en las altas montañas, aun al sur de la "soleada California".

Allí se erguía aquel enorme tabernáculo de unos doscientos pies de extensión,


con un techo plano sobre vigas sin soporte intermedio, a 6,000 pies de
elevación, donde no era raro que cayeran de tres a cuatro pies de nieve en una
tormenta pasajera. ¿Qué cree usted que sucedió?

Llegó el invierno antes de que un solo servicio hubiera sido conducido en aquel
tabernáculo. Los vientos tempestuosos soplaron, comenzó a caer nieve y el
gran tabernáculo se derrumbó a tierra. Grande fue la ruina de aquel hombre. El
peso de la nieve sobre el amplio techo de superficie plana, hizo que toda
aquella inmensa estructura plana cayera desplomada a tierra.

Yo amonesto a todos los líderes contra la preocupación por las actitudes


"apoteósicas" en la obra cristiana. Cada vez que los hombres se aíslan a sí
mismos y rechazan el consejo sabio de hombres de experiencia, la corrección y
advertencias de éstos, de seguro que van de camino hacia la tragedia (y
también se llevan a otros con ellos) y el error.

2. Catástrofe Financiera
Como miembro de varias juntas de organizaciones cristianas en el oeste de los
Estados Unidos, he asistido a reuniones en las cuales hombres de negocios
han expuesto objeciones con relación a la falta de planificación financiera de
ciertos proyectos y propuestas de líderes de iglesias.

Frecuentemente, escucho a pastores y líderes de iglesias impedir que tales


hombres hablen con frases tales como: "Hermano, usted no entiende; no
operamos esta organización como un negocio, sino más bien por fe".
En la semántica de los círculos religiosos, "operar por fe" a veces es semejante
al tomar prestado más dinero del que puede pagar, con intereses excesivos y
términos de pagos irreales. A eso es a lo que llaman "fe".

Así que, el hombre de negocios, cuando descubre que su consejo es ignorado,


se sale de la situación para dejar que los líderes de la Iglesia prosigan su
extravagancia. No pasaron unos cuantos años cuando muchos de tales
proyectos de fe culminaron en catástrofes financieras o en bancarrota.

Muchos ministros cristianos han fracasado por el hecho de no aceptar el don


de administración de un hermano de experiencia.

Si usted no es un administrador, por amor de Dios admítalo con humildad y


deje que los que poseen tal talento lo operen libre y eficientemente para el bien
de la obra del Señor.

Sin el don de administración, cualquier iglesia o ministerio culminará


experimentando dificultades, ya sea con la comunidad o dentro de sí misma
como organización.

B. LA ADMINISTRACIÓN EN LA IGLESIA PRIMITIVA


En la Iglesia primitiva, según lo describe Hechos, encontramos una secuencia
de eventos interesantes que han demostrado ser de gran utilidad para mí en la
comprensión de los planes organizacionales para el progreso:

• En el capítulo 1 de Hechos, Dios escogió ciertos hombres.


• En el capítulo 2 de Hechos, Él otorgó a tales hombres un ministerio.
• En el capítulo 3, vemos una gran multiplicación.
• En Hechos 4, vemos el nacimiento de un gran movimiento.
• En el capítulo 5, se levantó una queja o murmuración.
• En el capitulo 6, los apóstoles nombran administradores.

La etapa de murmuración es la crítica en un movimiento. El liderato puede


tomar dos o tres opciones en ese punto.

PRIMERA, Pueden silenciar a los disidentes al decir: "Si son verdaderamente


espirituales, no estarían quejándose.

SEGUNDA, Podrían decir: "No se atrevan a retar el liderato que Dios ha


nombrado".

TERCERA, Podrían manifestar: "Hermanos, parece que tienen un problema.


Explorémoslo y veamos la forma de resolverlo".

1. Resolviendo El Problema
El tercer enfoque es el que la Iglesia primitiva usó. Ellos siguieron un enfoque
razonable a fin de hallar la solución a las quejas que emergieron del interior de
las filas del movimiento.
Ellos no trataron de silenciarlos, sino que resolvieron el problema con el don de
administración.

Los apóstoles guiaron a la gente a escoger siete hombres de buen testimonio,


llenos del Espíritu Santo y sabiduría para que se encargaran del asunto de
servir a las mesas.

Algunos tienen la impresión de que estos hombres fueron nombrados para


encargarse de las mesas donde la comida era servida. Pero estas no eran
necesariamente mesas de comer, sino algo así como mesas de bregar con el
dinero. La palabra griega para indicar que eran mesas usadas para los
alimentos o para bregar con el dinero, es trapeza.

Las viudas griegas habían sido descuidadas en el servicio cotidiano diario. Es


posible que no recibieran a tiempo su asignación de dinero al respecto. Se
hablaba en las filas de la posibilidad de mostrar discriminación por el hecho de
ser de otra raza o nacionalidad. En realidad era una situación peligrosa, la cual,
hubiera tornado a los griegos contra los judíos.

Los apóstoles afrontaron tal dificultad racial, financiera y social, por medio de
ordenarles que escogieran entre ellos mismos hombres con dones de
administración para supervisar la distribución equitativa del dinero, a fin de que
ellos se dieran de lleno a la oración y al ministerio de la predicación.

2. Un Ciclo Continuo
El don de administración, como es usado aquí, emerge de las seis etapas que
dan paso al avivamiento.

a. Hombres sobre los cuales Dios se movía, les fue dado un

b. ministerio, del cual, vino la

c. multiplicación, de la cual, vino un

d. movimiento, del que a su vez emergió una

e. murmuración o querella, de la cual tuvo que venir la

f. administración correspondiente para solucionar el problema.

Eso trabajó en un círculo continuo. De la administración apropiada provinieron


más hombres para servir en el ministerio; esto generó más incremento, lo cual
erigió un movimiento más poderoso, del cual, surgió una vez más las querellas.
Siempre que se solucionen las dificultades que emerjan (tales como las
querellas) en las etapas del crecimiento, el movimiento continuará
desarrollándose y creciendo.

No obstante, si alcanza la etapa donde la administración es necesitada y usted


es negligente en afrontarla a su debido tiempo, de seguro que estará en
aprietos o problemas. No puede pasar por alto la etapa que da paso a la
querella o murmuración. Si la ignora y trata de crecer por sobre la misma, yo le
aseguro que dentro de unos meses su obra caerá en el caos, ya sea en el caos
fiscal u organizacional.

Si desea crecer, va a tener que hacerle frente a las responsabilidades fiscales y


organizacionales, lo cual, significa que va a necesitar del don de
administración.

C. LA ADMINISTRACIÓN ES NECESARIA PARA EL CRECIMIENTO


Si usted va a incrementar su membresía, deberá darle atención a sus
responsabilidades fiscales y de organización. Eso significa que usted necesita
administración.

Ochenta y cinco por ciento de todas las congregaciones en los Estados Unidos
son de menos de doscientas personas en tamaño. ¿Por qué las
congregaciones no pueden pasar sobre el plano de los doscientos? Porque los
hombres en posiciones de liderato no reconocen la necesidad de la
administración.

Un hombre no puede manejar eficientemente más de 175 personas, así que,


pocas iglesias sobrepasan ese nivel. No estoy diciendo que haya algo malo con
eso, y no estoy tratando de criticar a las congregaciones pequeñas.

Yo inicié cada iglesia que pastoree, y fui el pastor de otras que eran muy
pequeñas en número. Aquellos once años de trabajo pastoral pionero, fueron
de gran bendición de parte del Señor, pues fue durante ese tiempo que pude
obtener experiencias que más tarde me ayudarían a trabajar en esferas de
responsabilidad más amplias.

En mi punto de vista, un pastor nuevo debe desarrollar algunas destrezas en


administración, de otra manera se verá limitado en lo que pueda lograr. Cuando
usted tiene su propia iglesia, y es un principiante, no puede señalar hacia una
persona específica en la congregación y decir: "Necesito enfocar sobre la
predicación y la consejería; así que, deseo que te hagas cargo de los
problemas que emerjan y desarrolles planes para el crecimiento de la iglesia".
Por supuesto que no puede hacer eso, ni aun en los comienzos.

A menos que un pastor nuevo pueda reconocer y tratar con el problema de la


"murmuración", de seguro que se estabilizará muy temprano en su ministerio
en términos de crecimiento numérico. Si trata de hacer su trabajo sin aplicar
administración alguna, creará un caos fiscal u organizacional. Su trabajo se
derrumbará a tierra, pues los eventos tienden a crecer por sobre la capacidad
de un pastor para manejarlos.

Mi consejo para un pastor nuevo, es que estudie algunos principios básicos de


administración en esta sección de este libro y comience a practicarlos
inmediatamente.

http://cayadopastoral.com/e/e6-4.html
El precioso
Don del Servicio

Para servir uno tiene que estar liviano de prejuicios, de prevenciones y hasta de viejas historias
dolorosas, porque el servicio es una de las mayores manifestaciones de la libertad individual.

¿Alguna vez se nos habíamos preguntado la diferencia que puede existir entre el servicio
prestado como un acto de caridad y el servicio prestado como un sentido de solidaridad?
Generalmente ni por sospecha se establecen estas diferencias.

"Hoy por ti, mañana por mí" es un dicho que nos han enseñado como una actitud de
nobleza, primero en el hogar, después en la escuela y por último en los púlpitos. Un
dicho que en el fondo nos enseña el servicio con sentido utilitarista. En ese dicho no hay
bondad, hay mera mezquindad.

Defino la grandeza de un hombre como la entrega fervorosa de carácter superior a


través de la cuál expresa su responsabilidad única con cualquier condición en que participa. El
servicio debe medirse en función de contribución y jamás de conveniencia, utilidad o beneficio
personal.

No has hecho lo suficiente, nunca has hecho lo suficiente mientras todavía sea posible que
puedas contribuir con algo de valor.

Un hombre se vuelve conciencia pura cuando logra el triunfo más grande que pueda ser obtenido
por un ser humano: ver todo lo que le rodea, y hacer todo lo que hace con sentido de
contribución. La esencia de la vida no está en definir que debo hacer sino en definir cómo debo
contribuir a través de lo que hago.

C o m e n t a r i o s sobre el libro:

"Considero a Iván Mazo Mejía uno de los mejores autores en el tema de las
organizaciones orientadas al cliente. Tuve la fortuna de leer sus libros "El
Derrumbe del Imperio Ventas" y "Hablemos Claro sobre servicio". Y debo
manifestar que muchos de sus conceptos fueron una gran contribución a la
cultura de calidad que ha venido implementando el "Centro Médico Imbanaco de
Cali". Este nuevo libro, "El Precioso Don del Servicio", es otra contribución
enorme a las organizaciones y a la vida de las personas que creemos en la
orientación al cliente como la principal estrategia para aumentar la
productividad, ser más competitivos, y proveer de servicios y productos del
altísima calidad".

Armando Gonzalez Materón. MD


Centro Médico Imbanaco de Cali
"¡Memorable! Las ideas de Iván Mazo representan lo mejor del pensamiento
empresarial más avanzado de estos tiempos. Todos los ejecutivos, gerentes y
profesores tendrán que leer este libro. El reconocidísimo pensador y filósofo del
servicio nos ofrece las ideas más revolucionarias en un libro que sorprende por su
belleza y sensibilidad de principio a fin. No tengo dudas, lo que Meter Drucker es
al Management, Iván Mazo Mejía lo es al servicio"

Hernán Darío Cadavid Gómez


Profesor distinguido de Marketing y Servicio
Universidad de Medellín
Consultor Gerencial

"Creo que nadie en Colombia ha profundizado más la realidad del servicio que
Iván Mazo Mejía y, en su nuevo libro nos regala suficientes razones para ser
revolucionarios del servicio, no inversionistas del servicio, sin estar atados a
viejas creencias como "Hoy por ti, mañana por mí", "Hay que dar para recibir".
Desde la letra alfa hasta la letra omega se capta que Iván ha escrito este libro
con el alma, y le ha dedicado tiempo precioso, estudio, investigación y entrega.
Te aseguro que este libro es en sí mismo, un excelente servicio y lo vas a
disfrutar, inspira con él tu vida y la de otros".

Gonzalo Gallo
Escritor y Conferencista

http://ivanmazo.com/precioso_don_servicio.php

Exhortación

Dones Espirituales
   El que tiene el don de
 Definiciones
exhortación se dirige a s
sino más bien cómo ese
 Profecía
   Cada uno de los dones
 Servicio ameno. Todos sus esfue
persona "el que anima". 
 Enseñanza ayudar" denotando tanto

 Exhortación       

 Administración

←      
 Dador ←      

←      
 Misericordia
←      

 ¿Cuál es mi Don? ←      

 La Iglesia ←      

←      
 Auto Examen
←      

 Manifestaciones ←      

 El Frutos del Espíritu ←      

←      

  ←      

←      

←      

←      

←      

←      

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←      

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←      

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←      

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←      

 
 

←      
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←      

←      

←      

EXH

Hechos 4:3

(RV Actualizada.
36
Entonces José, quien
apóstoles era llamado B
significa hijo de consolac
era levita, natural de Ch

Hechos 11:2

(RV Actualizada.
22
Llegaron noticias de
oídos de la iglesia que e
Jerusalén, y enviaron a
que fuese hasta Antioqu

Cuando él llegó y v
23

de Dios, se regocijó y
todos a que con coraz
permaneciesen en el S
24
porque Bernabé er
bueno y estaba lleno d
Santo y de fe. Y much
agregada al Señor.

Después partió Be
25

Tarso para buscar a S


cuando le encontró, le
Antioquía.

Y sucedió que se r
26

todo un año con la igle


enseñaron a mucha ge

Y los discípulos fueron


cristianos por primera ve
Antioquía.

←  El hecho de que


Cuerpo de Cristo

←  Nótese también
perseguido a la Ig
a que llegara a se

←  Orar

←  Aconseja
←  Aconseja

←  Aconseja

←  Animar a

←  Visitar ho

http://indubiblia.com/Exhortacion.htm

La Lista en Romanos

El apóstol Pablo nos ofrece dos listas de dones especiales o dones para el servicio. La primera aparece en Romano
12:6-8:

“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la
medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el q
reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.”

Aquí tenemos siete dones.

1. Comunicar la voluntad de Dios

“Profetizar”, como lo llaman las versiones más antiguas, aparece también en la lista que ofrece la Epístola a los
Corintios. Es uno de los dones que con mayor facilidad crea confusión. Para el oído moderno, “profetizar” sugiere pr
decir o pronosticar el futuro. Por supuesto que puede incluir esta acepción.

Pero en el Nuevo Testamento, profetizar significa más que predicción. Pablo lo define en 1 Corintios 14:3, como
“hablar a los hombres para edificación, exhortación y consolación”. Más que predecir, profetizar significa compartir l
Palabra de Dios con los que necesitan oírla. El vocablo griego es profeteia, de pro (hacia adelante) y femi (hablar). E
la época del Apóstol se le utilizaba para hacer referencia al que proclamaba un mensaje o interpretaba los oráculos
(mensajes generalmente muy ambiguos) de los dioses, y cuando los cristianos lo usaban, significaba mensajes del
único Dios verdadero.

Mientras que el don de la profecía es una característica muy natural de los que predican el evangelio, debemos ad-
vertir que es el don que Pablo recomienda sobre todos los demás a todos los creyentes: “Seguid el amor; y procura
los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis” (1 Corintios 14:1). Todo el capítulo catorce presenta un con-
traste entre el don de la profecía y la práctica de hablar en idiomas desconocidos. El hablar a los hombres para su
“edificación, exhortación y consolación” es el uso más sublime posible del idioma.

La frase de Pedro, “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios” (1 Pedro 4:10-11), define la acción com
un don espiritual. En términos actuales, esta forma de hablar representa la predicación dirigida con la unción del
Santo Espíritu, la enseñanza, y los testimonios de los creyentes. Al hablar de esta manera, las palabras del ser hu-
mano llegan a constituirse en la palabra de Dios, que trae convicción y luz a los oyentes. Millares de hombres y
mujeres en cada época de la iglesia utilizan el don de la profecía con eficacia notable.

Tal forma de hablar le será dada a cada uno según su propia fe (véase Romanos 12:6). Al igual que el sembrar la
semilla, el hablar la Palabra de Dios es un acto de fe. Es con fe, y por la fe, que la palabra logrará aquello que agrad
a Dios y será “prosperada en aquello” para lo cual Dios la envió (Isaías 55:11).

La fe puede tener un significado secundario, tomada como la comprensión del individuo del contenido del evangelio
El griego dice literalmente “la fe” (tes pisteos). Hablamos, enseñamos y testificamos sólo hasta donde alcanza
nuestro entendimiento de la verdad. Dios provee la unción; a nosotros nos toca ofrecer algo que pueda ser ungido,
por medio de nuestro estudio, meditación y oración.

2. Servir

Servir es el segundo don en la lista que aparece en Romanos. Es la traducción del vocablo diakonia en el Nuevo
Testamento griego. La versión antigua lo traduce como “ministerio”. De esta palabra se derivan hoy día diácono y
diaconisa. Generalmente se refiere al ministerio de las necesidades físicas de la gente, como por ejemplo, donde
habla del repartimiento diario de alimentos y el servicio de las mesas en Hechos 6:1-2.

Pedro también menciona la capacidad para el servicio: … si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da
para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo… (1 Pedro 4:11).

La persona que sirve a otros movido por un don del Espíritu a veces hace casi las mismas cosas que otros harían p
motivos humanitarios. Pero hay sin embargo, dos diferencias notables. El don espiritual resulta en una eficacia
exaltada por el poder infundido del Espíritu. Y el motivo será, como indicó Pedro: “... para que en todo sea Dios
glorificado por Jesucristo…”

Un hombre que visitaba una misión en un leprosario se detuvo para observar a una misionera enfermera que limpia
y vendaba las llagas horribles de sus pacientes.

“Eso no lo haría yo ni por un millón de dólares”, dijo.

“Tampoco yo”, respondió la misionera. “Yo no lo haría por un millón, pero sí lo hago por el amor de Cristo.”

Así es el don de servir a otros. Tiene que usarse. “Que sirva.” La mayoría de los cristianos se sienten bajo condena
ción no por las cosas que hacen, sino por lo que dejan de hacer. La frase de condenación en el día del juicio será:
“Por cuanto no lo hicisteis” (Mateo 25:45, versión antigua). Stephen Winward escribe: “No podemos concluir que
nuestras vidas carezcan de culpa sólo porque no hayamos hecho lo malo. Es posible que nuestro pecado consista e
no haber hecho nada. Los pecados más graves que cometemos son muchas veces de omisión; aquella palabra de
estímulo que no hablamos, la oportunidad que no aprovechamos, la obra descuidada, la tarea evitada, o una ayuda
que no damos.”1

Hay una bendición especial en el don de servicio. Jesús mismo dijo: “Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve
(Lucas 22:27) y “el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino pa
ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:27-28).

En el reino de Dios, el servicio a otros no es el peldaño que conduce a la fama. Es en sí mismo la mayor nobleza
porque el que sirve llega a parecerse al Maestro. Toyohiko Kagawa lo expresó muy bien al decir:

Leí

en un libro
que un hombre llamado Cristo

iba por todas partes haciendo el bien. Me estorba muchísimo

pensar

que estoy tan satisfecho

con sólo

ir por todas partes.2

3. Enseñanza

El tercer don en la lista que ofrece Romanos es el de la enseñanza —didaskon en el griego. Este don consiste en
instruir y establecer a otros en la verdad. Otros dones tales como “el hablar con sabiduría” y “hablar con profundo
conocimiento”, que encontramos en la lista del libro de los Corintios, están estrechamente relacionados con la instru
ción.

La instrucción es de tal importancia en el trabajo de la iglesia, que sólo la superan la profecía o la predicación. Aunque exist
áreas en común en el significado de estas dos capacidades o dones, la distinción que se hace por lo general es que la predicaci
pide o espera causar acción, el propósito de la enseñanza es instruir. Los estudios del Nuevo Testamento distinguen a menu
entre kerygma, la proclamación del evangelio a todo el mundo, y didaqué, la instrucción de los que ya se han convertido.

La instrucción es tarea del púlpito, de la escuela dominical y del hogar cristiano. Consiste en exponer detalladament
lo que se proclama en la predicación. Este don incluye los poderes de la comprensión, la explicación, la analogía y l
aplicación práctica, poderes que deben ser dados por el Espíritu Santo si se quiere que haya fruto espiritual.

La enseñanza no se limita a las palabras, sino que incluye el ejemplo y la influencia sutil del carácter. Arthur Guiter-
man decía:

Ni la imprenta, ni el altavoz, ni el libro

enseñan al joven su mejor destino

con tal brillo conductor

cómo la vida del instructor.

Una maestra de escuela dominical, enfermera graduada, escribió el Voto del maestro adaptado del Voto hipocrático
juramento que hacen los doctores de medicina al graduarse, y del Voto de Florence Nightingale de las enfermeras.
Valdría la pena que todos los que quisieran desarrollar su capacidad de instrucción lo consideraran:

Solemnemente me prometo a mí mismo, ante Dios y en la presencia de esta asamblea pasar mi vida en
pureza y practicar fielmente el cristianismo. Me abstendré de todo lo que sea perjudicial o dañino, haré todo
lo que pueda para transformarme tanto a mí como a mis alumnos en verdaderos hijos de Dios. Haré todo lo
que esté en mi poder para mantener y mejorar las normas de la instrucción de Cristo y reputaré de gran valo
a cada alma que sea encomendada a mi cuidado. Compartiré toda la inspiración y la experiencia que logre
recibir en la práctica de mi vocación. Con lealtad trataré de ayudar al pastor y a los líderes en la obra. Me
dedicaré a la edificación del reino de Dios.

Aun cuando la instrucción está incluida en la lista de los dones del Espíritu, debe notarse que las capacidades y el
conocimiento humanos que se emplean para ella requieren educación y desarrollo. Acerca de este particular el
Apóstol escribió: “El que enseña, en la enseñanza.” Es decir, que enseñe verdaderamente y bien, proveyéndose de
todo lo que necesita, dentro de sus posibilidades, para enseñar efectivamente.

El verdadero maestro es el primero entre los estudiantes de su grupo. Jesús dijo: “Por eso todo escriba docto en el
reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas” (Mateo
13: 52). Para sacar cosas nuevas y viejas, es menester estar continuamente metiendo cosas nuevas en el almacén
del entendimiento y la memoria. Si se deja de hacer eso, muy pronto, ¡uno sólo tendrá cosas viejas que sacar!

En este respecto, la enseñanza cristiana es como la predicación. Su eficacia depende de la energía del Espíritu a
través de ella. El Santo Espíritu verdaderamente trae a la mente las verdades que deben impartirse, pero es
importante saber que El funciona a través de la memoria. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho” (Juan 14:26). Las
cosas que Jesús ofreció están a nuestro alcance en los evangelios. Pero el Espíritu no puede recordárnoslas a
menos que las hayamos aprendido de su Santa Palabra.

4. Animar

La exhortación o el estímulo es el siguiente don servicial que señala el Apóstol. El vocablo griego para eso es para-
klesis, y de la misma raíz tenemos la palabra parakleto, que significa Consolador. Literalmente quiere decir “ir al
amparo de otro”, cualquiera que sea la ayuda que éste necesite. Algunos traducen esta frase como “el estimular la
fe”.

El animar o consolar es la aplicación de este don al pasado, “dando corazón” a los que han sufrido una derrota o un
pérdida o que están pasando por pruebas. Parakaleo, la forma verbal de donde tenemos “animar”, significa
literalmente “llamar al lado”, es decir, estar con alguien para ayudarle.

Es posible animar por medio de la presencia misma o por las palabras expresadas. Cuando hay tristeza o pérdida d
algún ser querido, se hace necesario que los otros miembros de la comunión cristiana ejerciten este don de consue
El que anima, ministra esa “gracia en el desierto” que vemos en Jeremías 31:2, a los que se encuentran en un
desierto de soledad, de sufrimiento, de luto o de dudas. En un mundo como éste, el don de animar o consolar
siempre se necesitará en abundancia.

La exhortación, por otro lado, es la aplicación de este don al futuro, como un desafío a la gente para que haga algo.
Tal vez esta acción sea una entrega a Cristo, bien en arrepentimiento o en consagración —de allí que la palabra
tenga también el sentido de exhortar. Esta exhortación puede ser un llamado al servicio, a ciertos ideales de
conducta, o a mayor cuidado en la vida cotidiana del cristiano.

La verdadera predicación cristiana, según la entendemos hoy día, siempre incluye este don en abundante medida. E
predicador de hoy, como los profetas del Antiguo Testamento tiene la doble responsabilidad de “confortar a los
afligidos” y “afligir a los que se sienten cómodos”. Como vimos en relación a la enseñanza, la predicación se disting
de la instrucción porque tiene ese llamado esencial a la acción. El don de la exhortación beneficia a los que rodean
que lo ejerce. Les amplía los horizontes de su fe, los profundiza en su consagración y purifica sus propósitos.

5. Compartiendo para los necesitados

“Compartiendo para las necesidades” de otros, dar o compartir, es el siguiente carisma que menciona el Apóstol. Es
significa más que dar por un sentido filantrópico. Significa dar con un corazón lleno de amor que sólo viene de Dios.
Cuando damos, llegamos a ser más como el Maestro que “dio su vida” por su iglesia (Efesios 5:25); y como el Padr
que “dio a su Hijo único” (Juan 3:16).

Los tres últimos dones mencionados en Romanos tienen cada cual una palabra de dirección. “El que reparte, con liberalidad;
que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría” (Romanos 12:8). Es posible dar de mala gana y mezquinamen
El dar como producto de un don espiritual ha de ser en forma liberal.

Este don va más allá de la práctica de la mayordomía cristiana. La mayordomía no requiere un don espiritual. Es
parte del discipulado cristiano y la practican todos los verdaderos seguidores del Señor Jesús, cualesquiera que sea
las diferencias de significado o de detalle que tengan sus denominaciones.

El don de dar incluye las capacidades de ganar y dar dinero para el avance de la obra de Dios con tal sabiduría y ta
grande gozo que los recipientes son fortalecidos y bendecidos. El dar a otros puede ser irresponsable y aun dañino
pero el dar como carisma del Espíritu Santo es fortalecedor y de ayuda permanente.

Así como la instrucción incluye el dominio de las materias que se enseñan, dar incluye la facilidad de adquirir lo que
se da. Dios ha bendecido a ciertas personas con lo que podría considerarse el “toque de Midas”, que hace que todo
lo que tocan se vuelva oro. Muchas de estas personas tienen a la vez el don espiritual de dar su abundante riqueza
reino de Dios de buena voluntad y con sabiduría.

En toda la historia de la iglesia, pocos han mostrado mejor el don de dar que Juan Wesley. Aunque siempre tuvo
mucho cuidado de no aceptar nada como sueldo de las muchas sociedades metodistas que él dirigía, recibió y rega
miles de libras esterlinas recibidas de sus muchas publicaciones. Sentía tan profundamente su deber de dar a los d
más lo que tenía, que declaró que el mundo podría condenarle como ladrón si al morir le encontraran más de unos
cuantos chelines[1] en el bolsillo.

Estos dadores no dan sólo de su abundancia; el don espiritual les conduce hasta el punto del sacrificio gozoso. El d
debe ser “con liberalidad”, y la liberalidad sólo empieza en el momento de hacer sacrificios. No es liberal el dar lo qu
no nos hará falta. Tampoco es liberal el dar a otros aquello que nosotros jamás vamos a necesitar.

Es muy probable que esta capacidad sea la que está sólo latente en más creyentes que cualquier otro don espiritua
Ciertamente menos personas parecen “desear” este don, en comparación con los que desean algunos dones más
espectaculares. Nos convendría a todos cultivar esta capacidad más de lo que se practica actualmente. Aun hoy día
“más bienaventurado es dar que recibir” como dice Pablo, repitiendo una bienaventuranza del Señor Jesús que de
otro modo no conoceríamos (Hechos 20:35). Si al fin de cuentas, alguien se acuerda de nosotros, no será por lo que
hayamos recibido, sino por lo que hayamos dado,

6. Presidir

Presidir o gobernar es el siguiente don en la lista que Pablo ofrece a los romanos. Literalmente significa hacerse
cargo de la dirección de las actividades de un grupo. Es indudable que algunos líderes nacen con esta capacidad.
Otros llegan a ser líderes en asuntos espirituales por dotación especial del Santo Espíritu de Dios.

La palabra que Pablo usa para calificar el don de la dirección o la administración es el término solicitud (a veces se
traduce diligencia), es decir, seriamente, celosamente y de manera muy formal. Aunque a menudo la dirección está
en función del oficio o de la posición, posiblemente tal oficio sea asignado porque se ha reconocido que esa person
tiene la capacidad administrativa.

La iglesia todavía tiene una urgente necesidad de más personas que ejerzan un liderazgo auténticamente espiritual
Un aspecto alentador actualmente es el reconocimiento del papel importante que pueden jugar los líderes laicos en
las actividades espirituales. Hace más de una generación, el Dr. J. B. Chapman escribió: “Casi todos los grandes
movimientos espirituales a través de la historia de la iglesia han sido notables por el gran papel que ‘el pueblo’ ha
desempeñado en los cultos y en las actividades generales de la iglesia; y es notable que al disminuir la espiritualida
del movimiento, el pastor y los oficiales tienen que hacerlo todo.”

El liderazgo requiere visión, paciencia, objetivos consistentes, y el poder para seguir adelante cuando otros tienen
deseos de abandonar la obra. Todas estas cualidades tienen una dimensión espiritual. El líder tiene que ser, como
dijo Wilson Lanpher, “tanto el que sueña como el que le pega al tambor”. Tiene que vislumbrar los objetivos que hay
que alcanzar y a la vez establecer el ritmo de trabajo para sus colaboradores. ¡Bienaventurada la iglesia que no
apaga el don de la dirección en sus miembros sino que más bien los apoya en sus esfuerzos de poner su don en
acción!
7. Tener compasión

El último de los dones serviciales que aparecen en la lista del libro de Romanos se traduce “hacer misericordia”. Es
compasión, el interesarse o la bondad para con otros. Algunos lo traducen como “sentir simpatía”. Es precisamente
esa habilidad de reconocer los sentimientos y las emociones de otros que sólo ocurre cuando nos situamos en el
lugar de otro, o cuando nos imaginamos qué sería “andar en los zapatos del prójimo”.

Tal vez nos extrañe que uno de los dones en la lista sea una cualidad o actitud que se le requiere a todo creyente. E
Nuevo Testamento señala repetidas veces que la misericordia que recibimos de Dios está en proporción directa con
nuestra misericordia hacia otros. De “los que tienen compasión de otros” la Escritura dice que “Dios tendrá compasi
de ellos” (Mateo 5:7). Es cierto lo que dice el coro:

A menos que me mueva la compasión

¿cómo morará tu Espíritu en mí?

En palabra y en acción

necesito santa unción

de amor que sólo hallo en ti.

Pero en esta época de “ojos que no lloran, narices respingonas y pies que no caminan”, es necesario ver hoy ejem-
plos visibles y notables de la compasión. Esta capacidad es la que Pablo menciona en la lista de los dones
espirituales. Las lágrimas sin oraciones y las oraciones sin lágrimas son igualmente vanas. La compasión es “tu dol
en mi corazón”. El Espíritu Santo no nos cierra el corazón; más bien nos lo rasga para dejarlo abierto a las
necesidades de aquellos que nos rodean.

De igual manera que en los demás dones espirituales, hay un gozo auténtico en el ejercicio de la misericordia. Los
ojos secos no tienen arco iris. Recordemos estas líneas de Shakespeare:

La cualidad de la misericordia no se diluye,

cae cual suave rocío desde el cielo,

a lugares bajos. Es de doble bendición;

bendice al que da y al que recibe:

Es más poderosa en los más poderosos

y más le luce al monarca entronado que su corona…

Es un atributo de Dios mismo.

Así como el que reparte debe hacerlo con liberalidad y el que preside, con solicitud, “el que hace misericordia”, debe
hacerlo “con alegría”. La palabra alegría en la forma griega, hilarotes, aparece sólo aquí en el Nuevo Testamento. E
adjetivo hilaros también aparece sólo una vez (en 2 Corintios 9:7. “Dios ama al dador alegre”). De estos vocablos
griegos se deriva la palabra “hilaridad”, que tiene el sentido opuesto de los términos mala gana, tristeza o hacerlo
todo a la fuerza.

Hay una compasión tristona que deprime. Lo que hace el don de la compasión es traer consuelo y alegría, no a
fuerza de pasar por alto las realidades de los problemas del necesitado, sino al llenar su escenario con la luz de la f
y la esperanza.

[1] Moneda inglesa que equivalía a doce centavos de libra esterlina

Ponga se en contacto con nosotros para más información sobre la santidad en Español

http://wesley.nnu.edu/espanol/losdones/losdones03.htm

La Escuela
de la Economía
del Creyente

55. El Don de Dar

3,000 paginas gratuitas     


  

Lee en tu Biblia en voz alta: Hechos 4:34-37

Memoriza este verso: Romanos 12:8b ' el que ayuda a los necesitados,
hágalo con alegría.' Dios Habla Hoy

Después comenta lo siguiente: ¿Porqué el don de dar que es un regalo


de Dios que ha sido olvidado en el Cuerpo de Cristo?

Antes de la siguiente reunión haz esto: Pregúntales a las personas en


tu grupo que piensan acerca de los dones espirituales que Dios les ha dado.

Trabajo escrito para Diploma: Da algunos ejemplos de la Biblia y de tu


experiencia personal relacionados con la gracia de dar.

Medita palabra por palabra el siguiente verso: 


1Crónicas 29:17

 
1. Vida de Sacrificio y Dadivosidad

Una vida llena de sacrificio y dadivosidad es muy diferentes la manera como


se vive en mundo, solamente se logrará con la misericordia y gracia de
Dios, quien tiene el poder de cambiar nuestras actitudes y deseos con
respecto al dinero. 

2. El Dar Como un Don de Dios.

Mucho se ha escrito sobre los dones espirituales y se ha dicho que


solamente existen nueve dones espirituales que se mencionan 1 Corintios
12:8-11 como la referencia bíblica primaria, sin embargo en 1 Corintios
12:27-30, 1 Pedro 4:9-10 y Romanos 12:6-8 se habla ampliamente de los
dones y en Romanos 12:8 habla de la alegría de ayudar a los necesitados
“el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría.”, Versión Dios Habla
Hoy.

Así que el don de dar es un regalo espiritual que ha sido dado a la iglesia
por el Espíritu Santo y tenemos que avivarlo y esparcirlo para bendición de
los hermanos y hermanas en la fe.

3. ¿Pero en que Consiste el Don de Dar?

Si alguien tiene el don de sanar, es la persona adecuada en el lugar


adecuado en el momento adecuado para bendecir a través de la sanidad.
De la misma manera la persona con el don de dar será la persona
apropiada, en el lugar apropiado y en el momento apropiado, para dar
finanzas y bendiciones materiales a la persona indicada y será de mucho
gozo y alegría.

4. David: El Dador Alegre.

Quizás el mejor ejemplo en la Escritura del don de dar se encuentra en


Hechos 4:34-3 en donde Bernabé y otros Apóstoles vendían, terrenos y
casas y el dinero lo ponían a disposición de la Iglesia Primitiva. Es más,
como ejemplo en el Antiguo Testamento vemos David tenia el gozo y
alegría de dar y contribuyó a la construcción del edificio del Templo y
algunas de las cosas que dijo se muestran en los pasajes del Antiguo
Testamento como sigue: 

1 Crónicas 28:2 “Yo tenía el propósito de edificar una casa en la cual


reposara el arca del pacto de Jehová….”

1 Crónicas 29:17 “por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te


he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido
aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente.”

Si tu tienes el don de dar entonces las palabras de David también se harán


vida en ti - tendrás en tu corazón el gozo de dar y querrás tener el gozo de
contribuir financieramente a la Obra de Dios.

Quizás tu nunca haz oído hablar del don de dar pero siempre haz tenido una
carga interna y haz deseado ver mucho dinero invertido en el Evangelio -
quizás esta sección te ayudará a liberarte ante su Dios y dar con alegría y
unción del espíritu.

Si Dios ha puesto el deseo interno y el anhelo de dar en ti ningún otro don


sustituirá este don y tú serás dueño de una paz y gozo cuando empiezas a
poner en práctica este don. Bernabé es el mejor ejemplo de cómo opera en
alguien don de dar. Seguidamente encontrarás algunos ejemplos de otras
personas que han puesto en práctica el don de dar.

Vemos en la Escritura el ejemplo del dador y receptor en 2 Corintios 11:9,


cuando los hermanos Macedonios ayudan a la subsistencia de Pablo; en
Filipenses 4:16, como los hermanos ayudan a la subsistencia Onesiforo.

En 2 Timoteo 1:16 subsistencia general de Onesiforo; en Lucas 8:3


subsistencia de las mujeres discípulas de Jesús; en Lucas 22:10 Jesús y los
discípulos son atendidos en el Aposento Alto por el dueño de una de una
casa; en Romanos 16:1Febe es recomendada a los de la Iglesia de los
Romanos; en Romanos 15:26 los de Macedonia y Acaya dan ofrendas para
los pobres de Jerusalén; en 1 de Corintios 16:1 Pablo les recuerda lo que
les pidió a los de Galatia respecto a la dadivosidad y en 2 Corintios 8:1 les
recuerda como Dios ha dado Gracia a Macedonia por su espíritu de
dadivosidad.

Verso 
Receptor + Dador  + Propósito 

2 Corintios 11:9
Pablo  +  Macedonios  + Subsistencia General 
Filipenses 4:16
Pablo   +  Filipenses  +  Subsistencia General 
2 Timoteo 1:16
Pablo  +  Onesiforo  +  Subsistencia General 
Lucas 8:3
Jesús   +  Discípulas  +  Subsistencia General
Lucas 22:10
Jesús y Discípulos + Dueño de la casa + Aposento alto
Romanos 16:1
 Febe  +  Iglesia Romana  +  Lo que necesitaba
Romanos 15:26
Creyentes de Jerusalén + Macedonia-Acaya + Subsistencia General
1 Corintios 16:1
Creyentes de Jerusalén  +  Corintios  +  Subsistencia General
2 Corintios 8:1       
Creyentes de Jerusalén + Macedonios + Subsistencia General 

5. Varias Razones por las que el no se ha utilizado


    en el Cuerpo de Cristo.

Primeramente, muchos libros y casettes de enseñanza se centran en los


Dones del Espíritu mencionados en 1 Corintios 12:8-11 y prácticamente se
excluyen los otros Dones espirituales. Por ejemplo ¿Cuando fue la ultima
ocasión que tu escuchaste un sermón de los dones en donde se mencione la
misericordia (Romanos 12:8) o la administración de los dones (1 Corintios
12:28) o el don de la hospitalidad (1Pedro 4:9).

En segundo lugar, es un don en donde se recibe muy poco reconocimiento


de los hermanos creyentes. Por ejemplo, si alguno da palabra segura de
profecía enfrente de una iglesia muy grande pronto será reconocido como el
que tiene el don de la profecía. Sin embargo si su don es el de dar y usted
ofrenda en forma privada a una organización o una persona entonces nadie
lo sabrá en realidad quien ha sido el dador en forma privada. 

En tercer lugar, si nosotros buscamos avivar el don de dar nos cuesta


dinero, por ejemplo, dar Palabra de Sabiduría, o profecía o sanidad, no te
costará nada. La enfermedad no te costará nada, te costará si tú buscas las
ocasiones de dar aunque estas no son costumbres populares en nuestra
egoísta y materialista sociedad. Si tu sientes que el don de dar es tu don
espiritual primario y deseas dedicar el resto de tu vida utilizándolo para el
beneficio del Cuerpo de Cristo, aquí hay algunos formas como puede ser
avivado.

6. Como Avivar el Don de Dar


 
6.1 Haz compañerismo con otros que tienen este don. Romanos 1:11 nos
muestra que los dones espirituales pueden ser impartidos por creyentes que
ya los tienen a aquéllos que no los tienen.

6.2. Busca a aquellos en quienes esta operando el don de dar y pide que te
impongan manos e impartan lo que ellos tienen como dice en 2 de Timoteo
1:6.

6.3 Ora porque Dios te muestre las personas y los proyectos que Dios desea
que tú bendigas. El dinero dado a la persona apropiada en el tiempo
adecuado tendrá un valor muy grande y bendice al que da y al que recibe.
Ora porque los dadores alegres pasen el resto de su vida en el Perfecto
Camino de Dios dando a las personas apropiadas y en el lugar apropiado.

6.4 Da y da generosamente. Romanos 12:8 aconseja que el camino para


desarrollar el don de dar, es sencillamente, dar generosamente. Mientras
más das mas recibirás y recibirás más bendiciones.

6.5 Una vida de dar financieramente será alcanzada solamente por la gracia
y misericordia de Dios, cuando El nos concede el don de dar se convierte en
gozo y alegría y vivimos literalmente la Palabra de Dios en Hechos 20:35b '
Mas bienaventurado es dar que recibir’.

¡Causa emoción y gozo saber que el don de dar no es para todos sino que
algunos que hemos sido escogidos por Dios

Por lo que has aprendido en esta lección ¿Crees tu que este es un don que
Dios te ha dado para aumentar tu fe y sabiduría y dar generosamente - la
obediencia en dar, dará gozo y la felicidad, no solamente para los
recipientes sino también para ti! Pues la Biblia dice en Romanos 12:8, si
éste es tu don entonces da abundantemente.

La Casa de la Oración
para las Naciones Más Pobres

Oración por Kazajstán 

16,222,563 personas,
60% musulmanes - 24% Cristianos.
El analfabetismo y falta de distribución de Biblias está impidiendo el buen
crecimiento de la iglesia.

© www.operationworld.org
http://www.worldchristians.org/eer/eer-55.htm

DON DE MISERICORDIA
January 17th, 2010 by Raul Gomez Sanchez

DON DE MISERICORDIA
Es la capacidad que DIOS nos dio para entender y comprender a otra persona.

Hay una leyenda con el titulo “Ponerse los zapatos del otro”. Cuentan que los indios americanos se

metían o usaban los zapatos del otro un mes para saber lo que pensaba y entender como sentía.

Si hablamos de entender y comprender en nuestras relaciones interpersonales, ya sea con los demás o

en nuestro matrimonio, o con nuestros hijos, podemos hablar de fracasos en conjunto, porque cuando

fracasa uno fracasan los dos y cuando triunfa uno triunfan los dos, triunfa la familia. DIOS no quiere el

divorcio en un matrimonio, EL quiere que peleen hasta lo ultimo para salvarlo, de no ser así, tendrás otra

oportunidad, pero nuestra función es restaurar, unir, cuidar proteger, administrar lo que DIOS NOS

PRESTO hasta que nos llame.

Para activar este don debemos hablar la verdad con amor hacia la otra persona, debemos cambiar el

hablar sin criticar, sin imponer, sin mentir. Encontramos en estos tiempos no solo amistades basados en

este tipo de trato, sino lo más triste y perjudicial para la sociedad y el cuerpo de CRISTO: Matrimonios

creados en estos preceptos; Noviazgos, que nacen así y terminan así, rodeados de mentiras y engaños.

Debemos aprender a hacer crecer este don. Dijimos que era el don de “entender y comprender al otro”,

entonces aprendamos y hagamos crecer el don. No hablemos sermoneando, repitiendo y repitiendo las

cosas hasta el hartazgo. No usemos al otro como terapeuta tirandole toda nuestra basura espiritual y

dejando más cargado y desahuciado de lo que estaba. No hablemos con amenazas sino pongamos

azúcar, dulzura en nuestra boca. No hablemos por silencios cuando te preguntan como te fue? solo decís:

Bien. Como estas? Bien. EL silencio es otra manera de manipular, el silencio es agresivo, hostil, y

muchos cuando deben hablar no lo hacen y cuando lo hacen debían callar, no manipules ni dejes que lo

hagan contigo.

Debemos hacer también lo que al otro le gusta, aveces o casi siempre solemos ser egoístas. Es bueno

conversar e interesarse por el otro, demostrarles interés por sus vidas y sus problemas, claro, ayudarlo no

cargar con cosas que no quiere cambiar. Porque para cosechar tenes que sembrar. Debemos remarcar

las cosas buenas de la otra persona, lo malo es fácil decirlo, pero el que piensa lo bueno del otro hace la

diferencia. Aprender a ver las necesidades del otro, porque” todo lo que yo haga con el otro DIOS lo hará

conmigo”.

Vemos gente que pelea sin saber porque, pelean porque entran al culto y no fulano no me saludo, porque

dijo esto o lo otro, y nunca se sentaron a conversar, a conocerse. Aprender a quebrar las pequeñeces,

esas peleas tontas que dividen y nos separan. No dejes que Satanás haga nido en tu cabeza.
Aprender a compartir planes, los sueños y no esperar que el otro lo adivine, hablarlos, contarnos.

Aprender a estimular la independencia del otro, no asfixiarlo dejarlo libre. No juntarse con matrimonios en

crisis si vos estas pasando lo mismo con el tuyo. Tratemos de estimular las capacidades de la otra

persona: “Que queres estudiar”, “Cuales son tus sueños”, anda y aséelo yo te apoyo, yo te ayudo,

supérate. Hay hombres y mujeres con sueños postergados, con metas y objetivos frustrados que nunca

hablaron.

Dice DIOS: “Si dos o mas se pusieran de acuerdo en lo que pidan, eso les daré”. DIOS no escucha

muchas veces porque tenemos distintos acuerdos con la otra persona, no nos ponemos de acuerdo, y la

“Ley del acuerdo” es lo que DIOS escucha. Cuando un matrimonio esta de acuerdo logra todo y aplasta al

enemigo.

DIOS mando 9 plagas y Faraón no los dejaba, entonces vino la numero 10, el ángel de la muerte, que

mataría a los primogénitos; pero si se juntaban las familias comían el cordero y rociaban la puerta con su

sangre la muerte no los tocaría. Así fue, por eso el acuerdo es como una ley, un principio, porque cuando

te pones de acuerdo tu PAPA escucha y también se pone de acuerdo.

Por eso tu papa, tu mama, tu familia insiste que vayas o vayan a la iglesia, porque no esto no es una

religión, sino que necesitamos estar como familia, juntos, en un mismo sentir, en un mismo cuerpo, para

poner la sangre de CRISTO en nuestra casa, para que el Espíritu more en ella.

Pablo estaba en la cárcel, se puso de acuerdo con Silas y comenzaron a cantar. Fue tan poderosa la

canción que DIOS bajo del cielo e hizo temblar la cárcel, las puertas se abrieron, las cadenas cayeron, las

luces quebraron, el carcelero tomo la espada para matarse, porque la ley decía que si a un carcelero se le

escapaba un preso su esposa e hijo debían morir, pero si el se mataba no, entonces DIOS grito: “No te

mates estamos acá”, el guardia cárcel dijo: “Quiero ser salvo”, Pablo dijo: “Cree y lo serás tu y tu casa”.

Pablo le estaba diciendo que hoy llego a su vida una ley superior a la ley romana, la ley de JESUCRISTO,

nadie debe morir. La historia termina con Pablo comiendo con el carcelero y su familia entregado a

CRISTO.

DIOS ES RICO EN MISERICORDIA, EL SE PUSO EN NUESTRO LUGAR. TENGAMOS NOSOTROS

MISERICORDIA PORQUE COMO TRATAMOS SEREMOS TRATADOS POR NUSTRO

http://leondejuda.org/en/node/7261
el don de evangelista
BOSQUEJO DE LA LECCIÓN
1. diferencia entre don y deber

2. lo que no es el don de evangelista

3. lo que sí es el don de evangelista

5. el don de la evangelización

ESTA LECCIÓN TE AYUDARÁ A:


♦ definir lo que es el don de evangelista;

♦ ver la diferencia entre el don de evangelizar y el deber de todo cristiano;

♦ conocer distintas tareas pertinentes al evangelista.

ASIGNACIONES
♦ Lee ahora una vez más el RESUMEN de la lección anterior.

♦ Lee el BOSQUEJO DE LA LECCIÓN de hoy. Un vistazo rápido y general antes de entrar


en la lección es muy útil.

♦ Repasa la sección ESTA LECCIÓN TE AYUDARÁ A ...

♦ Lee en tu Biblia personal el texto de Ef 4:11 si puedes subráyalo. Medita en estas palabras
y lo que hayas entendido preséntalo ante el Señor en oración.

♦ Durante el estudio de la lección lee en tu Biblia todos los textos bíblicos que se van
citando. Pon siempre más atención a lo que dice la Biblia que lo que diga esta GUÍA.

♦ Dedica unos minutos de oración intercesora, orando por el pastor y los líderes de tu
iglesia, para que siempre sean conscientes de la importancia de un programa de
evangelismo continuo en la iglesia.

LA LECCIÓN

diferencia entre don y deber


Antes de definir el don de evangelista, me gustaría que reflexionáramos un poco acerca del
deber que todos como creyentes tenemos de dar testimonio de nuestra fe en Cristo Jesús. El
epicentro de toda actividad de la iglesia debe girar en torno a la proclamación del
Evangelio, para que toda persona, en todo lugar, tenga la ocasión de escuchar y
entender el Evangelio a fin de que pueda tomar la decisión de aceptar o rechazar a
Jesucristo como su Salvador personal. A esto, estamos llamados todos los creyentes
nacidos de nuevo y no podemos excusarnos en el hecho de que en la iglesia existen
evangelistas o equipos evangelísticos que se ocupan principalmente de esta actividad.

Lección 1-04 – Pág. 1


La manera más natural que podemos usar para ser testigos de Jesucristo es darle a conocer
como nosotros le conocimos. Si yo conocí a Cristo a través del testimonio personal, mi
práctica más natural será esta, si por el contrario ha sido a través de un folleto este será el
método más fácil para mí. Esto es una orientación acerca del hecho de que aunque yo no
tenga el don de evangelista, no estoy excluido para que sepa aprovechar las ocasiones que
se me presenten para dar testimonio de Cristo aún practicando otros dones que no tengan
que ver directamente con la evangelización.

lo que no es el don de evangelista LA LECCIÓN

• pastorear — hacer la vez de pastor

• enseñar — hacer la vez de maestro

• aconsejar — hacer la vez de consejero

• profetizar — hacer la vez de profeta

• adoctrinar — hacer la vez de apóstol

lo que sí es el don de evangelista


• Juan el Bautista dedicó su vida a ser el precursor del Mesías;

• Jesús dedicó gran parte de Su ministerio a la proclamación del Evangelio tanto en grandes
campañas como a nivel particular;

• Felipe fue primero diácono, después evangelista (Hch 8:5,12,35,38; 21:8);

• Pablo exhorta a Timoteo, que hiciera obra de evangelista (2Ti 4:5);

• Tarea: Dedicarse exclusivamente a la proclamación del Evangelio.

una definición
“Un evangelista es una persona con un don especial recibido del Espíritu Santo para dar las
buenas nuevas del Evangelio. Los métodos pueden diferir, según el llamamiento de cada
evangelista y las distintas oportunidades; pero queda la verdad central que sigue: un
evangelista ha sido llamado y dotado en forma especial por Dios para anunciar el Evangelio
a quienes todavía no lo han aceptado, con la finalidad de animarlos a volverse hacia Cristo
con arrepentimiento y fe.” <Cita 2.10>

atención a ciertas tendencias


paa su consideración
• interés por la evangelización tanto a nivel local, nacional como internacional

• tener pasión por las almas que no conocen a Cristo

• deseos de proclamar a Cristo de todas las formas lícitas posibles

• ser una persona activa en evangelismo (a familiares, a vecinos, a amigos y compañeros,


etc.)

el don de la evangelización
definición
“El don de la evangelización es una capacidad especial que Dios da a algunos miembros del
cuerpo de r

Lección 1-04 – Pág. 2


Cristo, que los hace aptos para explicar el Evangelio a personas no creyentes, de tal manera
que se conviertan y lleguen a ser miembros responsables del cuerpo de Cristo.” <Cita 2.11>

breve explicación
“Según nuestras investigaciones en Alemania, Austria y Suiza, se puede contar con que, en
una iglesia con actividad misionera, alrededor del 10% de los creyentes comprometidos
poseen el don de evangelista. Quien descubra poseer este don, debería concentrarse en él y
ser descargado de otras tareas en la iglesia.” <Cita 2.12>

citas bíblicas
Hch 8:5-6; 8:26-40; 14:13-21; Ro 10:14-15; Ef 4:11

personas con este don


“Bill Bright, el padre de las ‘Cuatro leyes espirituales’. Muchos conocen al dirigente del
movimiento universitario y estudiantil internacional "Campus para Cristo" (Cruzada
estudiantil y profesional para Cristo) a través de sus “Cuatro leyes espirituales”, un librito
destinado a ayudar en conversaciones acerca de la fe. Pero lo que Bright escribe también lo
lleva a la práctica, pues relata cómo, estando en el avión, consiguió llevar a Cristo a su
vecino del asiento a su derecha, aún antes del despegue, para dirigirse luego al vecino a su
izquierda.” <Cita 2.13>

“John Wesley, el fundador del Metodismo: Cuando Wesley obtuvo la certeza de su fe, se
convirtió, de un hombre fracasado y tímido, en un evangelista como apenas lo ha habido en
la historia. Cuando la Iglesia Anglicana le prohibió predicar, lo hacía a campo abierto, lo
que sólo aumentaba el número de quienes le escuchaban. Es difícil encontrar una
explicación para la influencia ejercida por John Wesley como evangelista. Sus
predicaciones no llegaban a lo que hoy se llamarían "mensajes evangelísticos", pues tenían
una estructura rigurosamente lógica y estaban llenos de elementos didácticos. Sin embargo,
alcanzaban su objetivo, y miles de seres humanos se convirtieron a la fe de Jesucristo,
iniciándose un avivamiento.” <Cita 2.14>

Ora por cristianos conocidos tuyos que podrían tener este don.

Reuniones públicas vespertinas


posibles tareas “Servicio de
predicación

Servicio evangelístico itinerante Consejería espiritual (evangelística)

Obra por programas radiales Obra misionera internacional

Equipo para creación de iglesias Obra en sectores marginados

Círculos caseros públicos Obra en conjuntos musicales

Evangelización de niños Misión entre inmigrantes” <Cita 2.15>


http://www.rescatemos.net/pdf/lecciones/L1-04.pdf

ENTENDIENDO EL DON DE PASTOR

Por Lloyd C. Phillips

La Escritura nos dice que estemos apercibidos de los tiempos y las sazones en que
vivimos. Casi todos los Cristianos tienen algún sentido de que nos estamos
aproximando a la más grande cosecha que el mundo haya visto alguna vez. La presente
corriente de oración sobrepasa a cualquier otra en toda la historia de la Iglesia. El Señor
nos dijo que oráramos por obreros para la cosecha, "la mies es mucha, pero los obreros
son pocos" (Mateo 9:37). Muchos están hablando acerca del levantar obreros,
escribiendo artículos y predicando Efesios 4:11-12:

"Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros
pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo"

Pero podríamos engañarnos a nosotros mismos al pensar que porque conocemos este
pasaje lo estamos aplicando correctamente. Si estamos viendo la restauración de todos
los dones ministeriales del verso 11, entonces debiésemos cumplir el precepto dado en
el verso 12. Debiésemos estar equipando al pueblo de Dios para hacer las obras del
ministerio. Debiésemos estar equipando a cada uno, no solamente a aquellos en el
ministerio de tiempo completo. Cuando hagamos esto, veremos dones escondidos y
rechazados regresar a su pleno uso y la Iglesia fortalecida.

Cuando comenzamos a entender los dones de Apóstol y de Profeta, también


comenzamos a redefinir los otros dones. Solamente pueden ser entendidos en la medida
en que calzan los unos con los otros. El ministerio de pastor ha permanecido "solo" por
tanto tiempo que él, también, necesita ser redefinido a la luz de los otros dones
ministeriales del Nuevo Testamento. En el Nuevo Testamento la palabra "pastor" no se
encuentra del todo. La forma plural "pastores" se encuentra solamente una vez en
Efesios 4:11 donde se encuentra enlistada con los otros ministerios dados para el
equipamiento de la Iglesia. La palabra Griega de la cual se traduce "pastor" es poimen,
que literalmente significa "uno que alimenta" o un "alimentador". Puesto que el
contexto nos hace hacer que lo que se alimenta son ovejas la traducción a "pastor"
parece la más apropiada, pero debiésemos notar que no hay nadie nombrado en el
Nuevo Testamento que sea identificado como un "pastor" con excepción del Señor
Jesucristo. Esto no se aplica de los otros cuatro dones ministeriales enlistados en Efesios
4. Muchas personas son identificadas por nombre y reconocidas como funcionando en
uno u otro de estos otros dones en los pasajes del Nuevo Testamento. Sin embargo la
Iglesia moderna está dominada por el oficio que llamamos "pastor". Este sobre énfasis
merece un examen más cercano, y debiésemos verlo a la luz de todos los dones
ministeriales dados a la Iglesia.

Primero, es importante reconocer que Efesios 4:11 dice que estos ministerios son dones.
El Señor los dio después que Él ascendió a los lugares celestiales y se sentó a la diestra
del Padre (Efesios 4:10). Esta es la razón por la cual estos cinco dones son a menudo
llamados "dones de la ascensión", o "los dones quíntuples del Espíritu Santo". Como
dones, no hay nada que podamos hacer para ganarlos. O nos es dado un don, o no se nos
es dado. Si se nos es dado un don, es nuestro para usarlo y administrarlo en
concordancia con los deseos del dador: Puesto que hay responsabilidades que
acompañan a los dones, existe también el potencial para su abuso o desuso.

No tenemos dificultad al entender esto con los dones de apóstol o profeta, por ejemplo.
Sabemos que alguien no puede ganar el don de profeta o de apóstol. Una persona no
puede ir a la escuela para volverse un profeta. Si una persona es llamada como profeta,
él o ella pueden volverse un mejor profeta por aprendizaje o por impartición, pero
ninguna cantidad de estudio o deseo hará a una persona que no le ha sido dado por el
Señor ser un profeta, volverse un profeta. Sin embargo, cuando venimos al oficio de
pastor somos inconsistentes. La gente que desea servir al Señor en supervisar una
Iglesia se entrenarán para esta labor y luego serán ordenados como un pastor. Nunca
diríamos que una persona se gana el don de pastor pero prácticamente hablando y en
gran medida esto es lo que parece ocurrir.

Hay una razón lógica para esta inconsistencia. Se encuentra en nuestro mal
entendimiento de los pasajes que usamos para definir el oficio que titulamos "pastor": I
Timoteo 3:1-13; Tito 1:5-9 y I Pedro 5:1-5. Estas escrituras enlistan requisitos que se
necesitan antes de entrar al liderazgo en la Iglesia. Sin embargo, todos estos requisitos
caen bajo la categoría de "obras" y no de dones. Como vemos en I Timoteo 3:1, "Fiel es
esta palabra: Si alguien anhela el obispado, desea buena obra". La versión King James
dice "desea una buena labor". Hay un mundo de diferencia entre una buena o excelente
labor y un don que es recibido. Claramente el oficio de un supervisor, que nosotros
inexactamente llamamos "pastor", es algo que podemos desear y alcanzar. No importa
cuán noble pueda ser esta tarea, todavía no es un don.

Esto no quiere decir que no usaremos nuestros dones en tanto que estemos en el oficio,
pero ellos no son uno y lo mismo. El don de una persona ES su propósito dentro de la
Iglesia, y el propósito no debiese ser confundido con la posición. Debido a que hemos
hecho el oficio bíblico de un supervisor sinónimo con el don de un pastor hemos
permitido inconsistencias en la aplicación práctica del gobierno de la Iglesia en su
mismo fundamento. Necesitamos regresar a lo básico y redefinir "anciano",
"supervisor" y "pastor" si es que vamos a deshacer la nube que oscurece el verdadero
entendimiento del don de pastor.

PASTOR - ¿DON O POSICIÓN?

Hay dos palabras griegas traducidas en tres palabras en inglés "obispo", "anciano" y
"supervisor". La palabra griega episkope, de la cual derivamos la palabra inglesa
"episcopal" es traducida "obispo" o "supervisor" en diferentes traducciones. La palabra
griega presbuteros, de la cual derivamos la palabra inglesa "presbítero", se traduce a
"anciano". La primera palabra fue usada en la comunidad Griega en los tiempos bíblicos
y da honor a la posición o nombre del oficio. La segunda palabra fue usada en la
sinagoga Judía, y enfatiza la honorabilidad de la persona que ostenta la posición. Las
dos palabras griegas son dos nombres diferentes para el mismo oficio; ambos son
supervisores y ambas son la misma función o posición. La palabra griega poimen,
discutida antes, no era usada de manera intercambiable con las otras dos, pero
bíblicamente se refería a un don antes que a una posición. Jesús hizo esta distinción en
la parábola del pastor y la oveja en Juan 10, en la cual separa al pastor de las ovejas y el
que guarda la puerta. Juan 10:1 dice: "el que no entra al redil de las ovejas por la puerta,
sino que sube por otra parte, ése es ladrón y asaltante. Pero el que entra por la puerta es
el pastor de las ovejas. A él le abre el portero, y las ovejas oyen su voz. A sus ovejas las
llama por nombre y las conduce afuera".

A lo largo de la Biblia los porteros eran los ancianos. El nombre se refería a la posición
de autoridad ostentada, y no al don ejercitado por el individuo en la posición.

No hay ni un solo ejemplo de un "pastor" en la Biblia. Bíblicamente vemos ancianos,


obispos y supervisores siempre en plural. Además, nunca vemos un ejemplo de lo que
hemos dado en llamar una "iglesia local", sino que vemos la Iglesia en la ciudad de
Roma, o la Iglesia en la ciudad de Tesalónica, o en Filipos, pero nunca una Iglesia de tal
o cual creencia particular. Así que, si tomamos estas cosas y las aplicamos a nosotros
mismos, entonces debiésemos percibirnos a nosotros mismos como cada uno siendo un
anciano o supervisor sobre nuestra congregación particular y ver esta reunión como los
ancianos de la iglesia en nuestra ciudad particular.

¿Qué es un pastor bíblico, es sinónimo con el don de "pastor"? Ayuda fijarnos en


porqué habitualmente titulamos "ancianos", "obispos" y "supervisores" como sinónimos
de "pastor". Con el propósito de hacer esto, debemos una vez más fijarnos en los pasajes
usados para definir el liderazgo de la Iglesia. En I Pedro 5:1-2 Pedro exhorta a los
ancianos a pastorear (alimentar) el rebaño de Dios. La pregunta que debemos
contestarnos es si Pedro está exhortando a los ancianos a tener el don de un pastor en
operación o simplemente a hacer el trabajo (o a ejercer una función).

Uno podría formular una pregunta similar en lo relacionado con un maestro. En I


Timoteo 3:2 vemos que un supervisor debe ser apto para enseñar. Estos dos atributos de
un anciano - supervisor a menudo son usados para probar que el individuo debe ser un
pastor y un maestro; o un pastor-maestro. Algunos maestros en este tema aún ni separan
a los dos, sino que consideran que solamente cuatro dones son enlistados en Efesios
4:11, siendo descritos el pastor y el maestro como un solo don. Cuando Pablo instruyó a
Timoteo a hacer la obra de evangelista en II Timoteo 4:5, ¿le estaba diciendo que
tuviera el don de un evangelista o que hiciera las labores de un evangelista? No es
aparente por las Escrituras de si Timoteo era o no un evangelista, pero es del todo
aparente que Pablo le estaba instruyendo a hacer la obra de uno. Todos podemos
evangelizar, pero no todos están dotados como evangelistas. De la misma manera, los
supervisores se encuentran a sí mismos necesitando enseñar y alimentar al pueblo de
Dios, pero no todos necesitamos estar dotados como maestros o alimentadores del
rebaño para funcionar como un supervisor.

Quizás esta es una razón del porqué en la Biblia el supervisor, o anciano, nunca es
llamado un "pastor". No cometamos errores, hay un don de pastoreo, igual que hay un
don de evangelista, y de apóstol, pero no es un requisito para el oficio de un anciano o
supervisor. Puesto que este es el caso entonces es posible que el oficio bíblico de un
anciano o supervisor pueda ser llenado que tenga uno de los cinco dones ministeriales.
Sin embargo, debido a que hemos - erróneamente - nombrado el oficio de supervisar
una Iglesia con el título de "pastor", confundimos la buena obra de un supervisor con el
don de un pastor. Confundimos una buena obra con un don.

EL TRABAJO DE UN PASTOR
Así que, ¿cuál es el don bíblico del pastor y cuáles son sus atributos? Hemos llegado a
percibir el don como uno que se para detrás de un púlpito, predica y enseña, y de esta
manera "alimenta al rebaño". El pastor organizará y administrará, y a menudo necesitará
realizar trabajos físicos relacionados con la Iglesia. Puesto que no hay descripciones en
el Nuevo Testamento de un pastor, debemos mirar al Antiguo Testamento. En Isaías
capítulo 40:11, el pastor es instruido a "... apacentará su rebaño; con su brazo lo reunirá.
A los corderitos llevará en su seno, y conducirá con cuidado a las que todavía están
criando". Bíblicamente, alimentar al rebaño es dirigir al rebaño a ser alimentado más
bien que a suplir el alimento. Sin embargo algunas veces vemos al pastor como el único
que suple el alimento más bien que uno que también dirige o lleva a las ovejas hacia los
pastizales, lo cual es más una descripción del don de un pastor. Un don no es
dependiente de una posición a fin de que sea manifestado, mientras que el ancianato
sobre una iglesia es una posición en la cual la persona es LLAMADA a usar sus dones.
Un maestro enseñará sin tener en cuenta la posición, de igual manera un evangelista
evangelizará; en igual forma una persona con el don pastoral guiará y dirigirá sin tener
en cuenta la posición. Déjeme darle un ejemplo.

Recientemente mientras me dirigía a un grupo de alrededor de 15 hombres que estaban


juntos asistiendo a una conferencia bastante grande, había un hombre entre ellos que
percibí tenía el don de pastor. Les dije que si lo que yo estaba diciendo era verdad
entonces he muy probablemente tenía una influencia directa en el animar y encauzar a
muchos de los hombres que asistían a la conferencia. Después de algo de discusión
descubrimos que alrededor de tres cuartas partes de los hombres vinieron debido a la
influencia de este "pastor". Este pastor en particular está en un negocio privado y no
está llamado al ministerio a tiempo completo, sin embargo él tiene el don de ser capaz
de dirigir Cristianos al lugar o punto donde ellos serán alimentados. Tiene la habilidad
de dirigir y reunir. Este es el don de un pastor, y no está en lo más mínimo dependiente
de la posición de una persona en la Iglesia, sino que, como con cualquier otro don,
pertenecerá a la persona dondequiera que el Señor la envía a servir.

En los tiempos bíblicos las manadas de ovejas eran usualmente atendidas por más de un
pastor y estos pastores típicamente no eran los dueños del rebaño. Estos pastores
estaban pastoreando los rebaños que pertenecían a su padre, a su suegro, o en algunos
casos eran empleados para tal fin, lo cual hacía a este último grupo unos "asalariados".
A menudo los pastores dentro de nuestras iglesias se vuelven demasiado posesivos
porque olvidamos que debemos guiar a las ovejas de nuestro Padre y no señorear sobre
ellas como si nos pertenecieran. Nos son confiadas, pero no las poseemos. Cuando hay
muchos pastores trabajando juntos esta verdad es mucho más fácil de recordar. Pero hay
otros beneficios de la pluralidad entre pastores. Como he mencionado antes, con la
excepción del Señor Jesucristo quien es el Buen Pastor, no hay ejemplo de una persona
llamada "pastor" en singular en el Nuevo Testamento.

En una reunión reciente temprano por la mañana fue hablada una palabra profética: "El
Señor está haciendo una cosa nueva en nuestros días, y mucho más grande que en días
pasados. Aún en el día de Pentecostés se realizó la gran obra de dar a luz una Iglesia.
Pero en estos días Él hará una obra mayor, la de dar nacimiento a una Iglesia a partir de
muchas". Dos horas más tarde en el tiempo de oración de los pastores de la ciudad, uno
de los pastores hizo un anuncio de que tres pastores de iglesias denominacionales
separadas en nuestra ciudad habían sentido el llamado de juntarse para formar una
nueva congregación. Esto era completamente excepcional, y todos fuimos capaces de
regocijarnos en el Señor mientras compartí la palabra profética que recientemente había
sido hablada.

Hay ejemplos de apóstoles nombrados tales como Pablo, Bernabé y los doce. Está
Apolos el gran maestro y Felipe el evangelista, mientras que Agabo, Silas y Judas eran
identificados como profetas del Nuevo Testamento. Sin embargo, ninguna persona es
identificada como pastor porque, a diferencia de los otros dones, el Señor nunca
energizará plenamente este don a una persona que decida trabajar sola. Esto implica
también que el Señor ungiría a una persona para hacer la obra de un pastor, aún si ella
tuviese dones diferentes, en tanto que esté trabajando como parte de un equipo para el
bien del rebaño del Señor. Por lo tanto, cuando los ancianos o supervisores de las
iglesias se reúnen para el bien de la Iglesia, serán energizados como pastores sin tener
en cuenta sus dones individuales.

El distinguir los dones ministeriales de las posiciones es en realidad más difícil en la


aplicación de lo que podría parecer debido a tantas ideas preconcebidas que muchos de
nosotros tenemos. En un momento en mi propia iglesia decidí identificar mi lugar por el
nombre de la posición más bien que por referencia al don, cambiando así el título de
pastor a "anciano principal". Sin embargo, cuando daba mi tarjeta de presentación a
alguien o me identificaba con ese título se me preguntaba: "Oh, ¿quién es su pastor?".
Era difícil explicar que yo era el supervisor de la iglesia sin usar el título de pastor o
pastor titular. Al presente varias iglesias apostólicas usan el título "Hombre Designado"
para dar a entender la persona que Dios ha puesto sobre la iglesia. Estas iglesias con
más probabilidad entienden que una persona supervisando una iglesia dirigirá usando
cualquiera que sea el don que Dios le haya dado y permitirá a otros en el rebaño con el
don de pastor que lo usen.

Mientras viajo y enseño entre muchos grupos Cristianos de diferentes trasfondos, debo
explicar que cuando uso el término "pastor titular" me estoy refiriendo a la posición de
un anciano o supervisor bíblico; y cuando me refiero al don usaré la palabra "pastor". Al
separar el don del gobierno o posición creo que la iglesia descubrirá que los dones han
sido dados a toda clase de personas, y que algunas de estas personas están en medio de
la iglesia. Con pesar, hemos asumido, quizás sin pensarlo, que solamente las personas
con posiciones oficiales tienen estos dones y hemos limitado la posición de cabeza en el
liderazgo a solamente uno de estos cinco dones. Aún más, limitamos este don cuando
intentamos funcionar independientemente de otros líderes. Con estas concepciones
permitimos dos debilidades dentro de nuestras congregaciones. Primero, pasamos por
alto a la gente dotada que no tienen o aspiran a tener posiciones; segundo, limitamos
nuestras posiciones importantes a solamente uno de los cinco dones que el Señor nos ha
suplido. Así hemos dejado, sin explotar, el poder para liberar a los santos de Dios a
hacer las obras de servicio dentro de la Iglesia.

No hace muchos meses estaba explicando estas cosas a un amigo que supervisa un
importante ministerio internacional. Cuando captó el punto, como él lo dijo, que "todos
los ancianos serán quíntuples, pero no todos los quíntuples serán ancianos", se puso
gozoso. En sus viajes mi amigo había visto ejemplos en iglesias de mujeres ordenadas y
trabajando en sus dones, y sin embargo no estaban sirviendo en el gobierno de la
Iglesia. Dio el ejemplo de mujeres ordenadas como pastoras sirviendo como líderes de
células, pero no participando en la supervisión de la Iglesia. Como muchos de nosotros
él había pensado que los dos eran uno y lo mismo. Creo que se volverá una gran
revolución en la iglesia como un todo cuando seamos capaces de liberar a todo el
pueblo de Dios a sus dones dados por Dios a la Iglesia sin que necesariamente
signifique una posición de gobierno. Un verdadero entendimiento del don de pastor y su
necesidad dentro de la iglesia tendrá un mayor impacto positivo no solamente liberando
a los santos para su servicio dentro de la Iglesia, sino también permitiéndonos a aquellos
de nosotros que no funcionamos como supervisores a ser más efectivos y a poner más
efectivamente en uso todos los dones en nuestras Iglesias.

http://www.contra-mundum.org/castellano/phillips/DondePastor.html

El don del celibato

Wilson García Mérida

Tlaxcala

Apena que el Vaticano persista en mantener aquellas normas corruptas de los


tiempos de Borgia, cuando se instauró el celibato totalitario con el fin de conculcar
el derecho a la herencia que asistía a los hijos de los clérigos casados, los diáconos.
El brahmán polígamo exigiendo abstinencias plenas a los ignorantes y humildes
pastores. Tal la génesis de la doble moral. Aquí radica la clave oculta de la crisis del
celibato. El celibato obligatorio es la perversión más vil de una virtud, de un don.
Esto desató el Protestantismo, al otro extremo de la misma doble moral.

1. Las sotanas son inocentes

“El celibato es una institución monstruosa, hipócrita, que debilita del fe del pueblo
en su Iglesia y causa frustración entre los propios sacerdotes con auténtica
vocación cristiana que no están de acuerdo con la abstinencia forzada”, dijo un
famoso ex cura, estalinista y “fierrero”, que después fue poderosa e indolente
autoridad con su enésima mujer pavoneándose tras el trono, cual doña Yola la del
General.

La crisis del celibato, dijimos, divide a los sacerdotes que sucumben ante la
naturalidad de la carne entre “k’uchi curas” y “tata k’alinchos”. Los primeros,
inmorales de verdad, son aquellos curas que alzan el grito al cielo cuando juzgan el
pecado ajeno, pero en las penumbras de su intimidad dan rienda suelta a sus más
bajos instintos. En cambio los “tata k’alinchos” son hombres que llevan la sotana
con gracia popular, asumen la imperfección humana sin doblez moral y son
transparentes, ante Dios y la grey, cuando comparten con su feligresía el gusto de
vivir, incluso amando a una mujer.

El “k’uchi cura” proviene generalmente de esas familias señoriales que fija lija
debían criar un hijo para ser militar, otro para abogado y otrito para cura. Por eso
el “k’uchi cura” se cree predestinado a ser poderoso dentro la poderosa jerarquía
católica, y en el camino se enamorará de un seminarista al cual sodomizará con la
promesa de los privilegios que otorga el poder. El “k’uchi cura” es político en
esencia, casi siempre jesuita, y cuando se le cierren los caminos hacia la cúpula
clerical, digamos que por razones “ideológicas”, colgará la sotana y despotricará
contra el celibato, el muy cochino. Monseñor Fernando Lugo, el presidente
“socialista” del Paraguay, es nuestro paradigma del “k’uchi cura” sudamericano.
Ahora, también se ven “k’uchi curas” de poca monta y de clase baja que, aquejados
por insospechadas patologías sexuales, sucumben ante la flagrancia de sus delitos
como chivos expiatorios de los “k’uchi curas” de la élite.

Los “tata k’alinchos” son el equilibrio que sostiene a la Iglesia Católica en sus bases
mismas. Tienen origen popular, comúnmente párrocos de provincias, que al
involucrarse con su feligresía adquieren gustos y costumbres del pueblo sin
remilgos, y por ahí llega el amor de una mujer, para solaz de todos los
parroquianos. De ellos nos ocuparemos después.

Finalmente, en medio de los “k’uchi curas” y los “tata k’alinchos” se hallan los
sacerdotes auténticamente célibes, que sí los hay, y por haberlos con ese don
bíblico no es justo achacarle al celibato por los descontroles del padre Alberto, el de
Miami.

2. Elogio del tata k'alincho

Hay entre ellos un límite imperceptible, muy imperceptible, pero límite al fin. Les
une irremediablemente su falta de don, su incapacidad real, humana, de cumplir los
votos del celibato, virtud que engalana a muy pocos elegidos, ungidos por esa
inaccesible santidad. Pero el invisible límite que los diferencia es el don de la
honestidad: Hay sacerdotes que rompen el celibato con doble moral y extrema
hipocresía, son los “k’uchi curas”. En quechua, “k’uchi” significa inmoral. Y hay
aquellos que están conscientes de su debilidad carnal, asumen su crisis vocacional
con franqueza, y viven el sacerdocio liberados a su destino, sin ocultar sus deseos y
sin llevar una doble vida, son los “tata k’alinchos”. El quechua llama “k’alinchos” a
los varones alegres y dicharacheros, buenos tipos.

Siguiendo tan singular definición de don Alfonso Prado, digamos que la Iglesia
Católica existe, al menos en Bolivia, gracias a los “tata k’alinchos”. Son la correa de
transmisión entre la cotidiana feligresía y el inmanente poder clerical; entre la masa
devota y la institución vaticana. Son ellos que al despojarse de una falsa
inmacularidad en su imperfecta dimensión humana, refuerzan su liderazgo
espiritual, e incluso su autoridad moral, en un plano horizontal, de igual a igual con
los demás pecadores. Es la evangelización a lo San Pablo, hombres llevando a
hombres la palabra de Cristo, sin reclamar privilegios por ello, sino más bien
haciendo de la humildad el camino de la fe impartida. Estos sacerdotes son un
fenómeno cultural en Cochabamba. Los podemos ver tomándose un buen tutumazo
de chicha después de un bautizo, bailar borrachitos con la novia recién casada en
su parroquia, organizando campeonatos y conciertos. Hay muchos y auténticos
célibes entre los “tata k’alinchos”, pero los no célibes son mayoría.

A diferencia de los “k’uchi curas” que se dicen acérrimos defensores del celibato
(cuando en los hechos lo aborrecen e infringen sórdidamente), los “tata k’alinchos”
son muy respetuosos de aquel instituto bíblico; dicen que el celibato es un desafío
muy duro que hubiesen querido vencer, y muy pocos lo logran, como don Walter
Rosales, que se fue a la guerra para poner a prueba de fuego su templanza y su fe,
sin perder el don la alegría.

Lo interesante es que el pueblo comprende y tolera a sus “tata k’alinchos” incluso


cuando éstos se enamoran y procrean. Son honestos en su relación y responsables
en su paternidad, como buenos cristianos. Esto es muy común especialmente en las
provincias del valle cochabambino, como veremos luego.
3. Los alegres devotos vallunos

En Morochata, legendario pueblo de rebeldes ayopayeños que protagonizaron la


guerrilla indígena de 1947, vivió hasta hace algunos años un cura bohemio llamado
Nicómedes N.N. Era tan conocido su gusto por la chicha, que un obispo de visita en
la provincia le sugirió cambiarse el nombre. “En vez de Nicómedes, debías llamarte
Nibéberes”, bromeó el obispo. Este hermoso “tata-k’alincho” desapareció un día sin
dejar rastros. Algunos morochateños aseguran que huyó con una chola voluptuosa
a quien hizo parir en su ley.

La fertilidad del valle cochabambino es un poder holístico irresistible, una energía


telúrica que irradia insondables magnetismos. En estos lares del señor ningún voto
de castidad resiste impunemente. Debajo de las sotanas hay pantalones, como dijo
el tropical y recién casado padre Alberto, el de Miami. El erotismo valluno es la
lógica consecuencia de la fecundidad que rodea a estos pueblos agrícolas y festivos,
y no es extraño que en ese contexto estos pueblos sean capaces de darse un
gobierno espiritual donde la tolerancia y el sentido común —valores fundamentales
de una cultura democrática— se sincretizan con las instituciones de la Iglesia. El
campesino devoto del valle no tolera a un cura acartonado y dado a los sermones,
desconfía de él y le niega autoridad; en cambio es reverente y confiado con esos
sacerdotes que no le rechazan una tutuma de chicha ni se hacen rogar para bailar
una cueca en la fiesta del matrimonio “en lo religioso”. El mundo espiritual valluno
ha moldeado su perfil del cura ideal en el “tata-k’alincho”, de entre los cuales son
incontables aquellos que sucumben sin remedio ante los encantos de una india
bañándose en el río Sapenco, mientras Dios andaba “awayteándole”(1) a la
Pachamama (2).

Pero el sentido ético de aquella tolerancia por las debilidades humanas del
sacerdote de parroquia, no es una carta blanca para la inmoralidad sin límites y las
perversiones más grotescas, que son habituales entre aquellos que el hombre
quechua denomina “k’uchi cura”, cuyo ejemplo paradigmático en Cochabamba fue
el arzobispo Genaro Prata, italiano, de quien es preferible ni hablar.

El devoto valluno reclama una hermandad lúdica con la curia que gobierna su
espíritu; pero también exige honestidad en el ejercicio de esa autoridad espiritual.
En ese marco, el celibato es visto como una fortaleza moral que supera los límites
terrenales de nuestra precaria vulnerabilidad carnal. Un sacerdote célibe, y a la vez
“tata k’alincho”, como veremos, es el líder moral ideal entre la feligresía valluna…

4. Pablo o el síndrome de Tecla

A diferencia de los “k’uchi-curas”, los “tata-k’alinchos” asumen su sexualidad de


manera franca y abierta. Son seductores por naturaleza y en muchos casos
proclives a ser seducidos en los púlpitos y confesionarios; y modernamente en
congregaciones católicas juveniles. No en vano hoy las telenovelas
latinoamericanas explotan este tema con éxito entre el público femenino
especialmente. Suelen ser las feligresas quienes asumen la iniciativa de
relacionarse sentimental y sexualmente con ellos.

Muchos sacerdotes jóvenes o en edad sexualmente activa que, comúnmente, son


sinceros con su voto de castidad o celibato y pretenden cumplirlo fielmente, de
pronto son atacados por el Síndrome de Tecla, es decir el acoso inesperado que
viene desde alguna angelical y apasionada fémina; y chau celibato. Es lo que —
según Karl Kautsky en su erudita obra “Orígenes y Fundamentos del
Cristianismo”(1)— le pasó al apóstol Pablo, quien fue encarcelado y desterrado bajo
sospecha de adulterio, por haberse involucrado con una mujer casada, Tecla, la
cual se había enamorado perdidamente del predicador al extremo de haberse
vestido de varón para seguir los pasos del evangelista célibe.

Una vez consumada la relación, estos sacerdotes atrapados en las redes de Tecla
enfrentan una lucha cotidiana por no condenar esa relación a la clandestinidad y en
tal sentido son honestos con sus parejas e hijos si llegan a tenerlos. Entienden que
la fidelidad y la monogamia son perfectamente equivalentes al celibato sacerdotal.
Estos curitas anónimos han logrado un balance armonioso entre su ferviente
profesión religiosa y su sexualizada vida personal. Decenas de ellos ejercen el
sacerdocio como párrocos (muchos de ellos inclusive diáconos con "rango" de
presbíteros) en varias provincias y comunidades campesinas del Departamento de
Cochabamba. Uno de los debates no resueltos con relación al tema del celibato, se
refiere al espacio real que corresponde a ciertos niveles clericales como el de los
diáconos y los presbíteros, es decir la base social principal del orden católico. Los
diáconos pueden ser hombres casados con facultades limitadas y supletorias en el
ejercicio clerical, pero no llegan a ser obispos, a diferencia de los presbíteros que sí
tienen garantizada una carrera sacerdotal hasta el papado mismo. Sin embargo,
pese a que el diaconado es abierto a hombres casados, se cierra para los solteros
exigiéndoles celibato obligatorio; entonces quienes no tienen vocación célibe
tampoco pueden acceder a ser diáconos salvo que estén casados; y por lo tanto
prefieren seguir la carrera sacerdotal de presbíteros, aspirando a ser obispos
incluso, sin tener el don del celibato; entonces, cuando "pecan" cohabitando con
una mujer hasta procrear, al Vaticano no le queda más salida que "sancionar" a
estos sacerdotes "degradándolos" a diáconos.

En Cochabamba, diáconos y presbíteros que no aspiran a ser obispos pero sí tener


una familia de tipo muy cristiano, gozan del respaldo de la sociedad civil. Son
apoyados por su feligresía.

En Tarata, por ejemplo, fue donde se hicieron famosos las correrías de sacerdotes
franciscanos que criaban a sus hijos teniéndolos como monaguillos del Convento y
educándolos en el arte de la música sacra. Nuestro colega Walter Gonzáles Valdivia
nos proporcionó interesantes datos al respecto. Recuerda a un párroco dadivoso en
Sipe Sipe, afectuoso y amante de la buena vida, a quien le gustaba bailar
levantando polvo, personaje infaltable en todas las fiestas y muy querido por todo
el pueblo; murió a fines de los noventa(2). “Naturalmente que sus hijos le decían
padre”, recuerda Walter con amable ironía.

¿Y cuál es el lugar que ocupa el celibato en este singular mundo espiritual del valle
cochabambino…?

5. Quien pueda entender que entienda

El abismo dado entre el progreso material de la humanidad y su desarrollo


espiritual, es la mayor contradicción del mundo actual. La abrumadora revolución
tecnológica que acelera al planeta a la velocidad del Internet, no está acompañada
por un salto cualitativo en la evolución ética y moral de los humanos. Mientras más
nos acercamos a la perfección virtual, más nos asechan la corrupción del poder, la
irracionalidad de la guerra, la indolencia social, la perversión egoísta y demás
pecados capitales. El espíritu de la época radica en esta paradoja cruel con que
Stanley Kubrick inició su “2001: Odisea en el Espacio”: una revolución material
(cibernética) sin precedentes, frente a una degradación espiritual (intelectual)
descomunal.

En tal contexto, las corrientes más renovadoras de la sociedad civil exigen señales
de una necesaria des-bestialización de la humanidad. Las religiones buscan
reencontrarse con las culturas ofreciendo sus ascéticas panaceas en el mundo de
las acuciantes necesidades espirituales, y ahí caben como haces de luz en el
sombrío horizonte los ideales de la pureza, la castidad y el celibato, que son
inherentes a valores superiores —tan venidos hoy a menos— como la honestidad, el
renunciamiento y el amor al prójimo.

La santidad es una utopía universal que reclama un lugar preferente en este


planeta afiebrado por el triunfo de la tecnología que irrumpió aparejada de
inseguridades, incertidumbres y descontroles. Los agnósticos, budistas y védicos
vuelven a enfatizar sobre el poder de las abstinencias, avanzan los adventistas con
su prédica vegetariana, los yatiris(1) cuidan más a sus achachilas eunucoizados(2),
y los católicos comienzan a re-pensar la pertinencia del celibato.

El celibato es una institución que reafirma nuestra naturaleza animal como seres
humanos, pero a la vez funciona como un referente moral que nos propone una
visión elevada de nuestra condición, sin ella somos una especie antropomorfa
librada a la ley del más fuerte. Demasiado darwinismo en un mundo y en un siglo
donde nuestra especie evoluciona autodestructivamente.

Nos atrevemos a sostener que el celibato es una opción sexual como cualquier otra,
y merece toda consideración social. El celibato es una forma de administrar la
sexualidad como una energía transformada en misticidad químicamente pura. Se
dice que Mohamed Ali(3) se sometía a meses de abstinencia sexual para descargar
mejor su potencia en el ring. Del mismo modo los sacerdotes (obispos y
presbíteros) verdaderamente célibes, vuelcan ese acto de disciplina a desarrollar
sus capacidades de liderazgo espiritual en favor de su comunidad, igual que Cristo.

El problema es que el celibato no está allí donde debería estar…

6. La rebelión de los diáconos

El Diaconado(1) es la institución que más aproxima a la Iglesia Católica hacia una


“ruptura” con el celibato. Pero en rigor no es “ruptura” sino una mejor relación;
aunque nada mejora en los hechos. Resulta poco fecundo, por no decir castrante,
que sólo aspirantes casados pueden ser diáconos, con facultades para casar y
bautizar, y a la vez se exige a los aspirantes solteros tomar los votos del celibato
para ser diáconos permanentes, como si para ello no existieran las instituciones del
Presbiterado(2) y el Obispado(3). Es un absurdo administrativo dentro la Iglesia
Católica que no puede ser justificado por la vía del “misterio”. Apena que el
Vaticano persista en mantener aquellas normas corruptas de los tiempos de Borgia,
cuando se instauró el celibato totalitario con el fin de conculcar el derecho a la
herencia que asistía a los hijos de los clérigos casados, los diáconos. El brahmán
polígamo exigiendo abstinencias plenas a los ignorantes y humildes pastores. Tal la
génesis de la doble moral. Aquí radica la clave oculta de la crisis del celibato. El
celibato obligatorio es la perversión más vil de una virtud, de un don. Esto desató el
Protestantismo, al otro extremo de la misma doble moral.

Cristo es Cristo porque fue célibe, y no todos podríamos (ni debemos) serlo. Jesús
es un líder espiritual popular y universal, aclamado desde los más diversos credos
—el mito insuperado en más de dos milenios— por la fecundidad emblemática de su
pureza que era fuente de su todopoderoso carisma. Nos equivocamos al pensar que
el celibato es sinónimo de infertilidad, cuando el Cristianismo nos muestra aquí en
Occidente (como el Islamismo o el Budismo en otros lares del Señor) que las
civilizaciones nacen de la fe ideológica que ponen los hombres en las utopías de su
perfección más allá de su mera reproducción para conservar la especie. Por eso es
que en Occidente la Antigüedad está antes de Cristo. Grecia, Roma y lo que antes
hubo, quedaron a la otra orilla de la Era en que vivimos, llamada Era Cristiana.

Y si el Catolicismo quiere vencer este nuevo Siglo, debe depurar sus niveles
Presbiteral (sacerdotes) y Episcopal (obispos) de tantos “k’uchi curas” que aspiran a
tronos sólo reservados para apóstoles directos de Cristo, célibes a toda prueba. Se
puede servir a Jesús desde el humilde rebaño, a lo “tata k’alincho”, siendo fiel
esposo y abnegado padre, en el nivel Diaconal (clérigos), que debe abrirse también
a las mujeres. Hay que ordenar mejor la Orden. Sin esta reforma fundamental en la
estructura eclesiástica, la crisis del Cristianismo persistirá.

Notas

(1) Diaconado: Del latín diaconus y del griego diáconos: "servidor". El diácono o
clérigo es un hombre que ha recibido el primer grado del sacramento de Órdenes
Sagradas por la imposición de las manos del obispo. La función del diácono es
asistir a los sacerdotes en la predicación, la administración del bautismo, los
matrimonios, la administración de las parroquias y otros servicios. Los sacerdotes
son primero ordenados diáconos. Son, por un tiempo, diáconos transitorios (en
tránsito hacia el sacerdocio), para distinguirlos de los diáconos permanentes. El
Diaconado es para siempre. Según sus atribuciones fijadas por el Código Canónico,
los diáconos proclama el Evangelio y asisten en el Altar, administran los
sacramentos del bautismo, del matrimonio y bendicen, llevan el Viático a los
enfermos (no pueden administrar la Unción de los Enfermos, antes llamada
Extremaución, además pueden dirigir la administración de alguna parroquia, se les
puede designar una Diaconía y otros servicios según la necesidad de la Diócesis.
Las vestiduras propias del diácono son la estola puesta al modo diaconal, es decir,
cruzada en el cuerpo desde el hombro izquierdo y anudada por sus extremos en el
lado derecho, a la altura de la cintura y sobre esta la dalmática, vestidura
utilizada sobre todo en las grandes celebraciones y solemnidades. Después del
Concilio Vaticano II, se restauró la práctica de permitir al Diaconado Permanente
hombres casados. Quién es ordenado diácono siendo soltero se compromete al
celibato permanente. Un diácono casado que ha perdido a su esposa, no puede
volver a contraer matrimonio. El origen del Diaconado se remonta a la Biblia. Los
primeros diáconos fueron ordenados por los Apóstoles, según los Hechos 6, 1-6.
Desde un principio los diáconos eran clérigos con derecho al matrimonio.

2) Presbiterado: Del griego, via latín, presbyteros: “anciano”. Hace alusión a la


costumbre antigua, relatada en el Nuevo Testamento, por la cual los ancianos
formaban un consejo de sabios sin ser sacerdotes. En las primeras partes del Nuevo
Testamento se usaba como sinónimo de episkopos (Obispo), que significa en griego
'vigilante'. Originalmente en la Iglesia los presbíteros eran solo los miembros del
concejo administrativo bajo el obispo local y habían casos aislados de admisión al
Presbiterado sin ser sacerdotes. Más tarde, con la muerte de los apóstoles, se fue
distinguiendo el papel de episckopos de la de presbyteros. En la Iglesia Católica, el
presbítero es quien ha recibido el Sacramento del Orden para ser pastor en Cristo
con ciertas facultades (celebrar Misa, perdonar pecados, predicar, administrar los
sacramentos, dirigir y cuidar al pueblo cristiano). Está bajo la autoridad del obispo
y reglamentado por el derecho canónico de la Iglesia. El Presbiterado, conocido
comúnmente como Sacerdocio, es el ministerio que desempeñan los miembros de
jerarquía en la Pastoral: párrocos, vicarios y capellanes.

 
3) Obispado (Episcopado): Cargo y dignidad de obispo: era muy anciano
cuando alcanzó el obispado. El Episcopado o Diócesis es el territorio o zona
donde un obispo ejerce sus funciones. Cada Diócesis se estructura
habitualmente alrededor de una ciudad, y en esa ciudad se encuentra la
iglesia principal (Catedral), de la que es titular su obispo y en donde se
encuentra su cátedra (sitial), lugar desde donde preside las
celebraciones litúrgicas, eventualmente imparte justicia y confiere
los sacramentos. En la Iglesia Católica los obispos son los
sucesores de los apóstoles, y como tales, son constituidos como
pastores para que sean maestros de la doctrina, sacerdotes del culto
sagrado y ministros para el gobierno (Código de Derecho Canónico, can.
375, 1). El obispo se inicia en la estructura eclesiástica como presbítero.
Tiene la plenitud del sacerdocio, con potestad total, por la que gobierna
una iglesia local o particular en comunión con el Papa. El obispo en cada
Diócesis ocupa el centro de la iglesia local, y, ayudado por su presbiterado,
tiene autoridad máxima en materia de magisterio, santificación y
gobierno. De su autoridad dependen los sacerdotes (presbíteros) y los
clérigos (diáconos). En la actualidad son nombrados de manera directa por
el Papa en el caso de la Iglesia católica o el Patriarca en el caso de la
Iglesia ortodoxa y copta. El modo que sigue la Iglesia católica es el
siguiente: El Nuncio Apostólico de cada país reúne información en cada
provincia eclesiástica del país sobre los candidatos al Episcopado,
enviándola a la Santa Sede. Una vez estudiado cada caso, se procede a la
elección. El Nuncio consulta al sacerdote si acepta su elección como
obispo. Una vez que el presbítero ratifica su deseo, se emite la Bula y se
hace público el nombramiento episcopal. Obispos y presbíteros, a
diferencia de los diáconos, están obligados al celibato para culminar su
carrera episcopal.

Fuente: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=8304&lg=es

La serie completa de estos seis artículos, aparecidos de forma dispersa con


anterioridad, se ha publicado en Tlaxcala el 21 de agosto de 2009

Sobre el autor, el boliviano Wilson García Mérida

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