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PSICOLÓGICOS
Manual de capacitación
Autores:
Lic. José Manuel Espinosa López
Lic. José Alberto García Mendoza
“Enseñar es un ejercicio de inmortalidad”
Rubén Alves
Dedicado a:
Lic. Marco Antonio Espinosa García.
Contenidos:
En ésta sección nos dedicaremos a proveer las bases más elementales para
el entendimiento de la organización de la personalidad. Uno de los autores del
pensamiento psicológico estadounidense, Gordon Allport, dedicó parte de su trabajo
al sondeo del significado de los términos “personalidad” y “persona”, siendo el
primero una locución proveniente del latín, “persona”, cuyo significado es “máscara”,
posteriormente inicia un rastreo de la segunda, encontrando que “persona” está
derivada del latín, “per sonare”, que por significado literal entendemos, “hacer
sonidos a través de”, se usaba comúnmente para referirse a la boquilla de las
máscaras de teatro por las que era emitida la voz del actor.
La personalidad, que metafóricamente, podemos entender como una
máscara, cumple una función de suma importancia, la de interactuar, establecer una
relación o vínculo, con ese mundo (realidad externa) que en algún momento
pareciera ajeno al nuestro (realidad interna), y que además tiene una gran influencia
sobre éste, sobre todo para su construcción, así es, la realidad interna se construye
a la par de que nuestra personalidad también lo hace, mediante la influencia del
medio en el que vivimos y otros factores que reparemos de manera breve más
adelante.
Ésta interacción de la que hemos hablado tiene diversas manifestaciones, la
conducta es una de ellas, y en gran medida nos interesa estudiarla en su génesis y
organización, debido a que en este curso aprenderemos a lidiar con la conducta
desorganizada en situaciones de crisis, para que, por más disparatado que parezca,
comprender su desorganización, entender lo caótico para reconducirla a la
organización.
La tarea que decidimos emprender, va a requerir el soporte de una de las
teorías, más controversiales y revolucionarias en el campo de la psicología, nos
referimos, al psicoanálisis, desarrollado por Sigmund Freud alrededor de finales del
siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, teoría por la que fue múltiples veces
desacreditado y aclamado por los intelectuales de la época,
La idea de Freud, sostiene que la mayor parte del tiempo desconocemos la
razones de nuestro proceder, puesto que somos gobernados por necesidades de
un carácter primitivo (pulsiones) y por eventos traumáticos que residen (reprimidos)
en lo que Freud llamó inconsciente.
PULSIONES
1
Laplanche J. & Pontalis J. (1996) Diccionario de psicoanálisis. México: Paidós (reimp 2004)
2
Freud, S. (1984). Pulsiones y destinos de pulsión. En J. L. Etcheverry (Traduc.), Obras completas: Sigmund
Freud (Vol. 14, pp. 114). Buenos Aires: Amorrortu. (Trabajo original publicado 1915
3
Cameron, N. (1990). Desarrollo de la personalidad y psicopatología: Un enfoque dinámico (2ª ed., pp 145).
México: Trillas (reimp. 2015)
Ambas pulsiones juegan un papel clave en las situaciones de crisis emocional
y será de vital importancia comprenderlas para un adecuado ejercicio de los
primeros auxilios psicológicos.
APARATO PSIQUICO
4
Laplanche J. & Pontalis J. (1996) Diccionario de psicoanálisis. México: Paidós (reimp 2004)
de la pulsión, enviando esas representaciones (pensamientos, imágenes o
recuerdos) al sistema inconsciente.
Es menester mencionar que la represión también auxilia a la consciencia,
sedimentando aquellas vivencias traumáticas, predominantemente de la infancia,
hacia el sistema inconsciente, protegiéndonos de dicho contenido.
Conforme Freud adquirió una mayor comprensión sobre el aparato psíquico,
se dio cuenta que ésta hipótesis topográfica no era suficientemente consistente, que
había otros criterios más allá del estar impedidos de forma activa al acceso de los
contenidos inconscientes, entonces formula una hipótesis estructural, en la que
reconoce tres estructuras, ello, yo y superyo, como ya lo habíamos mencionado
previamente.
En esta hipótesis, el ello comprende las representaciones de las pulsiones,
el yo mantiene una relación con el exterior y el superyó como representante de los
preceptos morales así como de nuestros ideales.
Para comprender lo anterior, debemos aclarar que las pulsiones nos
acompañan desde que nacemos, estas son intensas y además se carece de
regulación conductual alguna, diremos que carecemos de estructura, vivimos
desorganizado, estamos bajo la completa influencia del Ello que es todo
inconsciente, nos rige otro concepto fundamental en la teoría psicoanalítica, “el
principio del placer”, como su nombre lo indica, tiene por finalidad evitar el displacer
y procurar el placer, la regulación de la conducta y de la descarga de las pulsiones
es posible gracias a nuestras madres, quienes ejercen funciones importantísimas
en este periodo de nuestra vida, comúnmente llamada, etapa oral, ya que somos
incapaces de sobrevivir por cuenta propia y de tener control sobre nosotros, somos
totalmente dependientes de nuestra madre, quien contiene esta conducta
primordialmente desorganizada, brindándonos estructura.
Gracias a estas funciones maternas, el Ello, comienza a emerger una
estructura que nos dará el soporte para la interacción, nos hará ser quienes somos,
estamos hablando del Yo, de ahí que, “Donde Ello era, Yo debo devenir”, esto
significa que el Yo comparte un área de su estructura, muy íntimamente con el Ello,
es decir, con el inconsciente, posterior a esto, superando el destete y adquiriendo
otras habilidades como el caminar (11/2 año aprox.), que nos provee de un sentido
de autodeterminación, ingresamos en la denominada etapa anal, etapa en la que
se comienzan a aprender las primeras formas de interacción social, lo podremos en
términos muy generales, la polaridad, suciedad-limpieza, expulsión-retención,
bondad-maldad, conceptos que son adquiridos mediante la experiencia del control
de los esfínteres, constituyen también nuestras primeras aproximaciones al
importante “principio de realidad”, que a diferencia del principio del placer, en el que
se busca la inmediata satisfacción de las pulsiones, en el principio de realidad, se
impone una regulación proveniente del exterior a estas pulsiones.
Más adelante, (3 años aprox.) ingresaremos a una etapa de vital importancia
para la vida psíquica, la etapa fálica, aquí se vive una de las experiencias más
complejas de nuestra vida, y que da origen a la génesis del superyó, estamos
hablando del “complejo de Edipo”, momento de la vida en el que se rivaliza con uno
de los padres, por el amor del otro, al mismo tiempo que establecemos una
identificación con éste rival, así los niños y niñas aprenden sobre las funciones y
roles masculinos y femeninos en la vida social, además de lo anterior, también se
adquieren, los patrones de conducta y regulación moral de los padres, con ello la
formación yoica termina de estructurarse, y comienza la formación del superyó, que
durante el periodo de latencia (5 – 10 años aprox.), comienza a interiorizar otro tipo
de normas y aspectos morales, como los aprendidos en la escuela o en el
adoctrinamiento religioso . Cabe mencionar que los eventos de índole traumática
que sucedan en la etapas mencionadas previamente, por ejemplo, la sensación de
abandono materno en la etapa oral, el castigo excesivo en la etapa anal o la
hipersexualización en la etapa fálica, por obra de la represión, serán depositados
en el inconsciente, y encontrarán su reactivación, en la etapa genital (10 años
aprox.).
En ésta última etapa de la formación estructurante, se prepara el terreno para
la transición a la vida adulta, en la que podemos apreciar, la reactivación de los
procesos de identificación en esta búsqueda de identidad en el adolescente,
podemos apreciarlo en los grupos de amigos a los que se integra, los afectos
culturales que genera, etc., también podremos ser testigos de la reactivación de
conflictos infantiles, de índole edipica, que encontrarán su manifestación en las
dificultades en la relación con profesores o alguna otra figura de autoridad, conflictos
preedipicos, como la reactivación de la excesiva dependencia de la etapa oral.
Lo anteriormente mencionado, también es debido a los intentos del
inconsciente por devolver a la consciencia estos contenidos de índole traumática, la
represión nos mantiene protegidos de ellos, pero en momentos no es suficiente, la
represión puede fallar, y es ahí cuando el Yo, establece un tipo muy particular de
operaciones, los mecanismos de defensa, estos mecanismos de defensa,
acompañan al Yo a lo largo su desarrollo, y podemos reconocer dos clases de
mecanismos de defensa, los primitivos, pertenecientes a las primera etapa del
desarrollo y los avanzados, que corresponden con etapas ulteriores del desarrollo.
Con lo expuesto en este apartado, hemos consolidado las bases más
elementales para la compresión del funcionamiento de la personalidad, podemos
resumir, que el aparato psíquico, su funcionamiento y organización constituyen el
eje de regulación de la conducta, que dicho aparato está conformado, por sistemas
(inconsciente, preconsciente y consciente) y estructuras (ello, yo y superyó), que la
represión constituye una protección tanto para la consciencia como para el Yo del
arremeter del contenido inconsciente o de eventos traumáticos, que cuando esta
represión no es suficiente, surgen los mecanismos de defensa, y cuando estas
defensas colapsan por los efectos de un acontecimiento crítico, es cuando los
primeros auxilios psicológicos se convierten en una herramienta de apoyo al Yo,
también acordamos que las estructuras yoica y superyóica, de desarrollan a lo largo
de diferentes periodos de la vida, este desarrollo es comúnmente llamado,
desarrollo psicosexual.
TEORÍA DE LA CRISIS
TEORÏA DE LA CRISIS
5
Slaikeu K. (1996) Intervención en crisis. Manual de práctica e investigación. México: El Manual Moderno.
Por el lado de las crisis provocadas por el crimen, ya sea en la víctima o en
el victimario, también podemos intervenir teniendo como como eje principal del
movimiento la asimilación del evento a la vida cotidiana y la resolución de asuntos
judiciales o el informar a familiares y amigos sobre el evento, también informaremos
sobre las regiones emocionales que pueden presentarse y cómo deben manejarse.
Con hablamos de desastres naturales o desastres provocados por el hombre,
debemos de considerar el gran impacto que estos tienen sobre comunidades
enteras, provocando que gente muera dejando a sus familias o que estas familias
pierdan su patrimonio, Piaget una de nuestras primeros objetivos es actuar de
manera inmediata salvando vidas y atendiendo heridos, dentro del campo
psicológico el salvar vidas está relacionado con el impedir que las personas pongan
sus vidas en peligro, por ejemplo tratando de rescatar familiares o posesiones de
valor.
Pareciera increíble que en nuestro país hablemos de guerra o eventos que
se relacionan con ella, pero el clima del narcotráfico o en general del crimen
organizado ha provocado un panorama de incertidumbre en las personas de ciertos
lugares del país, quizás el más conocido en los casos de la zona norte, donde los
tiroteos entre bandas contrarias o grupos delictivos y fuerza pública, producen en
efecto alteraciones emocionales en las personas que ahí residen, también tenemos
casos de secuestro o extorsión, ataques repentinos a clubs o bares, etc., la gama
de eventos relacionada con esta guerra interna que el país vive, ha sido un
generador de crisis en el que por supuesto podemos intervenir.
Dentro del aspecto familiar también podemos encontrar numerosas
situaciones que puede provocar alguna crisis repentina en todo el sistema familiar
o en algunos individuos que pertenecen a ella, hablamos situaciones como la
migración, el divorcio o el desempleo.
Hay algunos elementos que debemos tener en cuenta en la intervención de
una crisis, como primer punto hablamos de un sentido de la inmediatez de nuestra
reacción, además que dicha reacción debe propiciar intervenciones que ayuden a
las personas a contener el impacto de la crisis y por supuesto detectar las
necesidades futuras que le estaban emerger, en segundo lugar el sentido de
urgencia de las crisis circunstanciales que marcan la importancia de entrenar a
aquellos que establecen el primer contacto con los individuos en crisis, paramédicos
o policías por mencionar un ejemplo, un tercer elemento a tratar son los niveles de
atención que se brindan en las crisis, remarcando que será importante abarcar a la
persona afectada y su grupo familiar y social, un ejemplo muy claro de esto es la
intervención de los casos de violación o abuso sexual donde no sólo que considerar
el impacto que ese evento tiene sobre la víctima sino también sobre su familia.
Terminemos un panorama general sobre las crisis circunstanciales,
centrémonos atención ahora en las crisis vitales o de desarrollo, en primer lugar
debemos de comprender que a lo largo de nuestra vida, nos enfrentamos a diversos
cambios tanto físicos como psicológicos, cursamos una serie de etapas y en cada
una de ellas nos enfrentamos a diversas tareas o retos y la interrupción o
impedimento en estas tareas, vienen a presentarse como las situaciones que
pueden propiciar una crisis en el desarrollo de las personas, en estas crisis debemos
tomar muy en cuenta como elemento que la precipitado se relaciona con la edad de
los individuos, por ejemplo el tener un hijo en la adolescencia o empezar una carrera
universitaria a los veinticinco.
Podemos establecer que, "una crisis puede ocurrir cuando el desempeño de
actividades relacionadas con una etapa particular del desarrollo, se perturba o
dificulta."6 Una crisis de este tipo también puede surgir cuando las personas
enfrentan a una sobrecarga de exigencias, es decir que realice tareas o retos de
vida que pertenecen a una etapa posterior a la que se vive, en los anexos de este
manual está localizado un cuadro donde podemos apreciar el desarrollo vital, las
tareas y preocupaciones y los posibles sucesos de crisis.
Un ejemplo de este tipo de crisis, es lo que coloquialmente hemos conocido
como la crisis del cuarto de vida, que se extiende aproximadamente en el periodo
de los 20 a los 30 años de edad, en esta crisis los individuos enfrentan a la
necesidad de establecer vínculos profundos no sólo con los amigos, sino también
con aquellas personas que pueden representar potencialmente la formación de una
pareja y posteriormente familia en el futuro, es común que estas personas necesitan
frustradas por el panorama del mundo laboral y una marcada preocupación por los
aspectos financieros, entonces perder una relación sentimental o un amigo, un
trabajo o no poder concluir los estudios, se convierten de manera automática en
eventos que pueden precipitar en una crisis. El protocolo de intervención para una
crisis se abordará en la sección de este manual.
6
Slaikeu K. (1996) Intervención en crisis. Manual de práctica e investigación. México: El Manual Moderno
PRIMEROS AUXILIOS
PSICOLOGICOS
(PAP)
INTRODUCCIÓN
7
Erikson (1976) citado en Heredia, Pando & Salazar s/f
8
Slakieu (1996)
9
Rubin (2001)
10
Coordinación Civil México “Primeros Auxilios Psicológicos” 25/02/2016
11
Universidad de Guadalajara “Manual básico de primeros auxilios psicológicos” Julio 2014
OBJETIVOS DE LOS PAP
“El mejor ejercicio para el corazón es
agacharse y levantar personas”.
Jhon Holmes
12
Lazarus (1980)
Factores Primera intervención Segunda Intervención
PAP Terapia u otro apoyo
profesional
Tiempo Suelen durar de minutos a Suelen durar de semanas
horas meses o años dependiendo del
tipo de ayuda
Quien la Padres de familia, Psicoterapeutas y/o Psiquiatras
proporciona policía, clero, abogados,
médicos, enfermeras,
trabajadores sociales,
maestros, estudiantes
Ambiente Informal: hospitales, Formal: clínicas, centros de
iglesias, hogares, Salud mental, consultorios,
escuelas, lugar de trabajo, hospitales, asociaciones civiles
líneas telefónicas de o privadas, etc.
urgencia, etc.
Objetivos Restablecer el equilibrio, Resolver la crisis, reelaborar y
dar apoyo de contención; recolocar el incidente de crisis;
reducir la mortalidad, ordenar el incidente a la trauma
rescate de eventualidades de vida; establecer la
de riesgo y enlazar con apertura/disposición para
recursos profesionales de afrontar el futuro.
ayuda.
13
Véase Anexo No. 2
4- Ejecución de la acción concreta: Este punto implica ayudar a la persona
a ejecutar una de las soluciones que se han planteado en el punto anterior para
manejar y combatir la crisis, cabe señalar que el prestador del apoyo puede
tomar un rol facilitador o directivo dependiendo de los factores tales como la
letalidad y la capacidad de la persona para accionar ante la crisis. Si la situación
es altamente letal para la persona, para el prestador del apoyo y para otros, o si
la persona es incapaz de cuidar de si mismo, entonces el rol a tomar es el
directivo, de no existir peligro alguno para nadie, entonces el rol será de
facilitador. No hay que perder de vista lo mencionado por Slaikeu (1990) “Es
importante recordar que queremos que el paciente haga tanto como sea capaz
de hacer, solo cuando las circunstancias deterioran severamente la capacidad
de un paciente para actuar, un consejero toma el papel activo, y aun entonces
esto se hace de manera gradual”. El objetivo de este punto es muy limitado ya
que solo consiste en dar el mejor paso próximo a la satisfacción a las
necesidades inmediatas.
5- Seguimiento: En este último punto el asistente deberá de especificar un
procedimiento para que él y el paciente puedan tener un contacto futuro. El
objetivo de este punto es como lo dice Slaikeu “el completar el círculo de
retroalimentación” y verificar si las metas y objetivos planteados en el punto tres
y cuanto se han logrado. Cabe señalar que este punto no se suele cumplir del
todo, ya que es muy posible que no se tenga un conocimiento futuro del paciente,
y ante ello el prestador del apoyo no puede hacer nada más allá de tener en
mente que hizo todo lo que está en su poder, no más y no menos.
¿Cómo una pareja llega a la crisis? Con esta pregunta en mente damos la
bienvenida a esta nueva sección en la cual nos enfocaremos en algunos aspectos
básicos de cómo llega un Sujeto a formar una pareja, los elementos que la
conforman y parte de las problemáticas más comunes que se presentan en la
vínculo de pareja, desde las perspectivas de autores tales como Melanie Klein,
Lemaire, Miguel Ángel Spivacow, Freud y Lacan. Cabe señalar que este manual
no colocará un título al concepto de pareja ya que bien podemos estar hablando de
un noviazgo, un matrimonio o una unión libre, conceptos que son los primeros que
nos llegan a la mente en el momento que escuchamos la palabra “Pareja”.
Comenzaremos por definir que, toda pareja se encuentra inmersa en dos
dimensiones las cuales son distintas la una a la otra sin embargo convergen en una
simbiosis la cual une a la pareja, estas dimensiones las retomamos del autor Miguel
Ángel Spivacow14 y son la intrasubjetiva que es referente a la vida psíquica de cada
uno de los sujetos, y la intersubjetiva referente al funcionamiento que se gesta
alrededor de los dos sujetos para la relación de un vínculo de pareja, debemos de
señalar que ninguna de las dos dimensiones es más relevante que la otra y tener
en cuenta que en la dimensión intersubjetiva no se puede desligar de la dimensión
intrasubjetiva como se mencionó anteriormente estas convergen en una sinergia,
en otras palabras es tomar en cuenta la historia de cada uno de los miembros de la
pareja, sus historias personales y como estas aportan para la creación y
mantenimiento de la historia de pareja. De igual manera podemos mencionar que
estas dos realidades se encuentran vinculadas a un pasado y a un futuro, y que a
su vez, esta entrelazada en un presente.
Regresando a nuestra pregunta detonadora de esta introducción y teniendo
como antecedente estas dimensiones mencionadas podemos afirmar que nunca
existirá una respuesta común o general a esta pregunta ya que no podemos agrupar
a la pareja bajo una etiqueta o una clasificación, por ende la gran labor del analista
será indagar en estas dos dimensiones y en estos tres tiempos, y determinar las
causas de por qué esa pareja llego a la crisis.
14
Clínica psicoanalítica con pareja: Entre la teoría y la intervención (2005)
FORMACIÓN Y ELEMENTOS DE UNA PAREJA
Elige a tu pareja con mucho cuidado. De esta decisión dependerá
el 90% de toda tu felicidad o tu tristeza; pero después de elegir
cuidadosamente, el trabajo apenas empieza.
H. Jackson Brown
15
La pareja humana. Su vida, su muerte: La estructuración de la pareja humana. (1986)
sumado a la pérdida del mundo social y material significa que no habrá ningún signo
que contradiga esta omnipotencia, por ende se anula y desaparece la depresión, ya
que el Objeto es bueno y por ende el Sujeto también lo es.
Por otro lado el autor Lemaire, nos comenta que algunos sujetos al seguir
manteniendo la idealización de este Objeto bueno e idealizado, enmascaran un
miedo inconsciente con la muerte, debido a un posible trauma ante la pérdida de un
objeto de amor y busca en la pareja un objeto perfecto sin defectos ya que al
encontrarse estos defectos el Objeto se ve como malo, persecutorio y causante de
displacer. Ante esta trasformación de Objeto bueno a malo, el sujeto comenzara a
emplear ciertas defensas tales como la implicación en una nueva relación amorosa
precipitada donde encuentre otro Objeto u otros Objetos que pueda idealizar y que
sean totalmente buenos. Cabe señalar que si uno de estos Objetos se vuelve malo
todos los demás se ven afectados y esto perturba el equilibrio del Sujeto. Otro caso
es cuando el Sujeto realiza una parcialización de la parte buena de él y del otro y
buscara una pareja frágil, la cual no tenga defecto alguno, y que las cualidades de
este puedan considerarse defectos, defectos con los cuales el Sujeto pueda trabajar
reafirmando una omnipotencia de un salvador que quite los efectos de un daño
anterior, lo cual a su vez genera un equilibrio en la idealización de ambos Sujetos.
Otro autor en el cual menciona en su teoría el retronó a estancias infantiles
en la búsqueda y creación de la pareja es Winnicott, el cual menciona a una madre
suficientemente buena y a una madre “insuficiente”, con la cual no se crea un
vínculo, y obliga al niño a crear una barrera de defensa contra un Objeto catectizado,
el cual puede ser en algún momento de sus vidas la pareja, ya que si esta pareja se
corrompe al no cumplir las funciones de una madre suficientemente buena, el Sujeto
muestra esta defensa ante el vínculo, el cual no se rompe, pero cambia la forma en
la que el Sujeto se muestra, ya que el Sujeto se siente angustiado al ser el Objeto
de un amor intenso por parte de otro Sujeto, lo cual lo lleva a tomar medidas de
precaución, cabe señalar que estas medidas de precaución pueden ser mostradas
como síntomas de orden psíquico (estrés, ansiedad, etc.) de orden somático
(dolores de cabeza, frigidez, impotencia, etc.) o bien de algunas conductas de
evitación. Otra defensa radica elegir una pareja con la cual se lleve una relación
pobre o más ambivalente en la cual existan sentimientos de odio, ya que esta es
menos temida y con ello evita el ser devorado por completo por este sentimiento.
Esta maniobra defensiva implica encontrar un compañero que cubra solo ciertos
aspectos del Sujeto, ya que de esta manera se preserva la seguridad y se mantiene
el Objeto amado y aquello que le da placer.
Ahora bien, ¿Qué se necesita para que una pareja pueda ser formada?, para
ello nos apoyaremos del autor Kaës citado por Jeanine Puget16 el cual nos remonta
a la pérdida de los Objetos primarios, lo cual dejara al Sujeto en una posición de
falta, falta que será negada mediante la Imposibilidad del vínculo por medio de la
Negatividad (dicho concepto clínico se refiriere a aquello que permanece en el
16
Psicoanálisis de la pareja matrimonial (1998)
dominio inconsciente de la pareja o también conocido como zócalo inconsciente),
dicha negación al vínculo, será paradójicamente aquella que permitirá la creación
del vínculo.
Profundizando en la Negatividad observamos 3 tipos de negativas; la primera
de ellas es la negatividad de Obligación la cual nos remonta a la castración ya que
el Sujeto renuncia al Objeto primario, lo que nos puede llevar a dos escenarios
posibles a la perdida de la individualidad (el Sujeto se posiciona como el Objeto
deseado por el Otro y no asume su propio deseo ni puede diferenciarlo de ese deseo
de Otro) causada por un déficit en la renuncia o bien a una codependencia
(ansiedades de perdida y de abandono ante la idealización del Otro) causada por
un exceso en la renuncia. La segunda negatividad es la Relativa, en la cual entra
en juego todos aquellos acuerdos, pactos, alianzas que se realizan en el zócalo
inconsciente, los cuales darán un sostenimiento a la pareja. La última negatividad
es la Radical y en ella el Sujeto se da cuenta que el Otro no es aquel que idealizaba
y comienza a verlo como un Objeto independiente de él (lo cual puede causar en el
Sujeto una escisión) por lo tanto entiende que el Otro no lo complementa a él y él
no complementa al Otro. La existencia o presencia de dichas negativas permitirá la
creación del vínculo como ya se ha mencionado.
Dichas negatividades se articulan mediante un Pacto Denegativo el cual
permite que dos Sujetos puedan vincularse y crear una dinámica propia, dicho
pacto negara u ocultará lo que es incompartible entre los miembros del vínculo, lo
que permitirá compartir solo aquello que sea compatible entre ellos.
Las negativas pueden ser compatibles con los registros Lacanianos, en el
registro de lo Simbólico encontramos la negativa de Obligación lo que nos lleva a
la prohibición del incesto (castración) lo cual obliga al Sujeto a renunciar al goce,
goce que implica seguir unido a ese Objeto primario. En el registro Imaginario se
encuentra la negativa Relativa, en la cual se encuentra la idealización o la fantasía
del Otro que permitirá la ligazón e investidura con el Otro. Por último el registro de
lo Real en el cual se encuentra la negativa Radical en el cual encontramos la
Imposibilidad del vínculo la cual nos recuerda que tener o regresar al Objeto
Primario es imposible. En el Pacto Denegativo, lo que sucede es que se niega lo
Real (negativa Radical) fundamentándose en lo simbólico (Negativa de obligación)
lo que da lugar a lo Imaginario (Negativa Relativa) que será lo que sostendrá al
vínculo.
Cabe señalar que ante la imposibilidad del vínculo, y el encuentro del Otro
como un ser independiente, generara un trauma, trauma que atraviesa dos tempos
los cuales a su vez atraviesan dos negativas. El primer tempo del trauma se da en
la fusión es decir en el enamoramiento, en el cual el Sujeto encuentra un Objeto
prohibido y el cual no puede poseer (negatividad de Obligación), lo cual implica el
primer paso a la elaboración del vínculo. El segundo tempo es aquel donde se
realiza una resignificación o reestructuración ante la pedida de dicho Objeto, lo cual
permite ver al Otro como independiente (negativa de Radical). Por otro lado en la
Negativa Relativa se establece el vínculo de pareja mediante la tentativa de
reinstalar la ilusión de un “ser-juntos” con el Objeto primordial en el encuentro de
la pareja. Dicho encuentro le permitirá al Sujeto una reelaboración en el cual
restituirá la perdida de la idea de completud con el Otro lo que crea esa
diferenciación entre ambos Sujetos lo cual permite a los Sujetos crear un espacio
de terceridad (el “nosotros” y en algún futuro el o los hijos). De igual manera la
Negativa Relativa será aquello que una y separe a los Sujetos del vínculo.
CONFLICTOS EN LA PAREJA
“Mientras una parte me lleva a tomar una hermosa actitud,
la otra denuncia el fraude…”.
Ernesto Sabato
Hablar de suicidio, es uno de los temas más controversiales al que nos vamos
a enfrentar en el campo de la intervención en crisis y la psicoterapia, a lo largo de
la historia el suicido ha tenido diversos abordajes, dice Camus; “no hay más que un
problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no
vale la pena de que se la viva es responder a la pregunta fundamental de la
filosofía”17, incluso se le han dado connotaciones poéticas en el arte, “¡Ojos, mirad
por última vez! ¡Brazos, dad vuestro último abrazo! Y labios, puertas del aliento,
¡Sellad con un beso un trato perpetuo con la ávida Muerte!”18
Dentro del orientación psicoanalítica, podemos empezar a abordar el tema
del suicidio desde la perspectiva freudiana, “no se debe olvidar que el suicidio no es
sino una salida, una acción, un desenlace de conflictos psíquicos, y lo que
corresponde explicar es el carácter del acto y de qué modo el suicida pone fin a la
resistencia contra el acto suicida”, es decirlos entender al suicidio como una
consecuencia, acting out,.
La conductas difíciles características de las reacciones psicótico depresivas,
a diferencia de las reacciones neurótico depresivas, en éstas, factores como el
desprecio por sí mismo y la autocondena llegan a niveles delirantes. También las
acompañan sensaciones como no valer nada y la culpa, es común que cuando
alguien trata de ayudar a estas personas, los esfuerzos por ayudar los apoyos no
surten efecto alguno, incluso lejos de aminorar los sentimientos depresivos,
incrementan. Antes de poder continuar hablando sobre el suicidio y las estrategias
de intervención, debemos comprender con claridad las fuentes de estos impulsos.
Cameron, propone una serie de factores que precipitan la depresión, estos
son la pérdida del amor, fracasos personales y la adquisición de nuevas
responsabilidades.
17
Camus, A. (1942) El mito de Sísifo
18
Shakespeare, W. (1595) Romeo y Julieta
amenaza de poder perderlos en un futuro cercano, constituyen para estas
personas un ataque, por así decirlo, a su talón de Aquiles. Se puede perder
un objeto por muerte, situación en la que incluso se puede llegar a odiar al
fallecido por haberlos dejado solos. Pero también se puede perder a los
objetos sin la necesidad que éstos mueran, por ejemplo, situaciones como el
desprecio, abandono o divorcio también son una forma de perder a los
objetos amados, produciendo sensaciones como la hostilidad, el abatimiento
y la culpa.
2. Fracasos personales
Como previamente mencionamos en el apartado de la teoría de la crisis,
específicamente en el punto de las crisis de desarrollo, aprendimos que la
vida lleva una serie de etapas o transiciones y que cada una de ellas tiene
sus propias tareas o retos, poníamos a manera de ejemplo la conocida crisis
del cuarto de vida. Fracasar las actividades correspondientes a la etapa de
vida la que nos encontramos también es un duro golpe a la organización de
la personalidad depresiva, sobre todo a la seguridad, ya que existe una
pérdida de prestigio o poder y esto puede alejarlos de fuentes importantes de
gratificación o apoyo, aquí la culpa también un papel importante, ya que el
fracaso no sólo es personal sino que éstos fracasos, inconscientemente
claro, están concebidos como un fracaso o traición al amor de otro.
3. Adquisición de nuevas responsabilidades
por sorprendente que parezca, para muchas personas el hecho de subir de
puesto lejos de representar un triunfo o éxito en sus vidas, puede representar
más bien la terrible idea de no soportar o ser capaz de mantener estas
nuevas responsabilidades, y esto coloca la posibilidad del fracaso
nuevamente, como una amenaza a la organización de la personalidad.
19
Cameron, N. (1990). Desarrollo de la personalidad y psicopatología: Un enfoque dinámico (2ª ed., pp 536).
México: Trillas (reimp. 2015)
tienen valor, saldrán sus cuentas pendientes o tratan de arreglar un problema
interpersonal para poder despedirse adecuadamente.
Otro punto importante, son los elementos inconscientes relacionados con la
conducta suicida, y también mencionamos que existe una organización de la
personalidad con una tendencia mayor al comportamiento suicida, que proviene de
una historia de desarrollo marcada por la crianza con una madre tiránica y por
supuesto la sumisión ante esta madre, provocando no sólo que haya temor hacia
ella sino también sentimientos hostiles.
Con el suicidio no sólo se llega a la causa de un dolor psicológico, sino que
también constituye una maniobra simbólica en la que "se mata" al otro, es decir a
ese objeto al que se le tienen sentimientos de amor y odio, al mismo tiempo en el
comportamiento suicida hay una "transferencia" de las responsabilidades propias,
estamos diciendo que el suicida provoca el surgimiento de sentimientos de culpa de
los demás, volviéndolos así también responsable de sus propios problemas, de esta
manera su muerte, su dolor es responsabilidad de los otros, usaremos esta
información más adelante en nuestro proceso de intervención.
Antes de poder hacer cualquier clase de intervención, necesitamos
comprender el contexto bajo el que está surgiendo la conducta suicida, necesitamos
información sobre el plan, es decir si existe una forma planificada de cometer el acto
o no tiene una idea clara de cómo hacerlo, generalmente cuando no se tiene una
idea clara el riesgo es menor, también tenemos que conocer si han habido intentos
de suicidio previos, si fueron realizados bajo un plan o por impulso, y una situación
muy importante ¿por qué no se logró concretar?, Buscamos saber si alguien lo
detuvo o si el individuo mismo lo interrumpió y también requerimos saber si existe
la disposición de utilizar un recurso externo, es decir que pueda acudir a otros y si
esos otros precisamente están disponibles para establecer una red de apoyo que
nos auxilien del proceso de intervención, sobre todo cuando este proceso se lleva
a cabo de manera telefónica o en línea.
Uno de los objetivos más importantes en la contención de una crisis suicida,
es ganar tiempo, dependiendo del nivel de mortalidad y riesgo obtenido de nuestra
evaluación, ganar tiempo se traduce posponiendo la decisión de suicidarse, es
decir, habrá casos en los que tendremos que negociar posponer el suicidio
utilizando como herramienta los sentimientos ambivalentes que estos pacientes
tienen durante la conducta suicida, por ejemplo, es frecuente que en el discurso del
suicida nos mencionen que desean morir pero sin provocarle daño a alguien
querido, restablecido las funciones de culpa en el yo a través de sus sentimientos
ambivalentes, tendremos la oportunidad de negociar que el suicidio se aplace,
también nos enfrentaremos a casos en los que esto no será posible y deberemos
tratar de acceder a la red de apoyo, llamar a un familiar o amigo y evitar que estas
personas se quedan solas de manera prolongada y en casos extremos el
internamiento psiquiátrico también es una alternativa.
DESASTRES
PROVOCADOS POR EL
HOMBRE
“Cuando los hombres escupen al suelo
se escupen a sí mismos”.
Jefe Indio Seattle
20
Toxinas, Tecnología y Desastres naturales (1987)
Frederick (1980) sugiere que tanto en desastres naturales como provocados
por el hombre, tienen consecuencias diferentes en términos de las fases
emocionales, los síntomas psicológicos que sufren y los procesos sociales que
encuentran las víctimas, los cuales se describen en la siguiente tabla:
21
(Slaikeu, 1996)
ANEXOS
Anexo 2
Perfil CASIC
MODALIDAD/SISTEMA VARIABLES/SUBSISTEMAS
Conductual Patrones para el trabajo, juego, ocio, ejercicio, hábitos
de alimentación y de sueño, conducta sexual, uso de
drogas y tabaco. Suicidio, homicidio o actos agresivos.
Métodos habituales para para enfrentar el estrés.
Afectivo Sentimientos sobre cualquiera de las conductas
expresadas arriba, presencia de ansiedad, cólera,
felicidad, depresión y otros, capacidad para incidir en
las circunstancias de la vida. ¿Los sentimientos son
manifiestos o encubiertos?
Somático Funcionamiento físico general, salud. Presencia o
ausencia de tics nerviosos, dolores de cabeza,
malestares somáticos, estado general de
relajamiento/tensión: sensibilidad a alguno de los cinco
sentidos.
Interpersonal Naturaleza de las relaciones con la familia, amigos,
vecinos y compañeros de trabajo; potenciales y
dificultades interpersonales; número de amigos,
frecuencia de contacto con amigos y conocidos; el
papel asumido con varios amigos íntimos (pasivo,
independiente, líder, al mismo nivel); modo en la
resolución del conflicto (asertivo, agresivo,
introvertido); estilo interpersonal básico (simpático,
receloso, manipulador, explosivo, sumiso,
dependiente).
Cognoscitivo Día normal y sueño de noche, imágenes mentales
sobre el pasado o futuro, autoimagen, objetivos en la
vida y razones para su validez, creencias religiosas;
filosofía de la vida; presencia de: catástrofes, sobre
generalizaciones, delirios, alucinaciones, diálogo
irracional con uno mismo, racionalizaciones, ideación
paranoide; actitudes generales (positivas/negativas)
hacia la vida.
Anexo 3