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LA SEXUALIDAD DE INDOAMÉRICA
SEGÚN LA ANTROPOLOGÍA GNÓSTICA
DISTRIBUCIÓN GRATUITA
ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS,
ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES, A. C.
LA SEXUALIDAD DE INDOAMÉRICA
SEGÚN LA ANTROPOLOGÍA GNÓSTICA
ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS,
ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES A.C.
Matrícula Cámara de Comercio S0-500484 de 2004
Personería jurídica 1294 de 1990. Nit. 800-160659-0
e-mail: asociaciondeestudiosgnosticos@yahoo.com
ESTUDIOS Y TEMÁTICA
Departamento de Antropología
REVISIÓN Y TEMÁTICA
Junta Directiva Nacional
ASESORÍA
Junta de Instructores Gnósticos
EDITOR
División del Comité de Estudios Sexuales (CES)
CORREOS ELECTRÓNICOS:
jesusgnos@yahoo.com.mx
asociaciondeestudiosgnosticos@yahoo.com
CONTENIDO
PÁG.
PORTADA _______________________________________________________
INTRODUCCIÓN _________________________________________________
EPÍLOGO _______________________________________________________
lo largo de las distintas edades históricas del Arte Erótico Indoamericano, el Falo
A ha sido objeto de una gran concepción sagrada, envuelto dentro de una nube de
rituales y cosmología; como ejemplo de esto tenemos al Parque Arqueológico de
Moniquirá (Villa de Leiva, Colombia), donde podemos apreciar múltiples monolitos
de tamaño colosal, llenos de trascendentes fuerzas y valores espirituales que fueron
construidos como objeto de culto y de ritual por parte de los Muiscas, quienes
representaron en esos Falos tallados en piedra, el valor sacro de la Suprasexualidad,
símbolo de la salvación y liberación del Alma humana.
Otro ejemplo de esta cuestión lo constituye la región donde nace el río
Magdalena (Colombia), asiento de una cultura portentosa que se remonta a épocas
ignotas, que por el nombre del municipio de San Agustín (Huila) fundado allí después,
se conoce como Arte Agustiniano. Es el único grupo cultural antiguo que ha dejado en
territorio colombiano una gran estatuaria. Algunas de esas figuras extraordinarias
permiten conocer el género de ellas al examinar sus Falos tallados. La cultura Tumaco
en la vertiente del Pacífico colombiano es otro vestigio de cerámica de esplendente
perfección donde se representan figuras en escenas eróticas, acoplamientos, parejas
abrazadas; y en algunas de ellas se exagera el Falo para resaltar que la salvación y la
liberación del Hombre está en el sexo excepcionalmente utilizando la Suprasexualidad.
Toda religión tiene origen sexual. En todos los rincones de Indoamérica fue
corriente la adoración al Lingam-Yoni y Pudenda. La Indoamérica Secreta es sexual.
Aquí se enseñó la Suprasexualidad. Quetzalcóatl enseñó Suprasexualidad en secreto.
Existieron muchas divinidades fálicas. Mientras que en algunos templos sagrados las
“sacerdotisas” ejercían su santo sacerdocio sexual, en otros, estas celebraban grandes
procesiones portando, con infinita veneración y mística exaltación, un gran Falo, cual
dios o cuerpo generatriz de la vida y de la simiente. Y a nosotros los cristianos esto no
nos toma por sorpresa, pues en la misma Biblia encontramos muchas alusiones al culto
Fálico, como el juramento, desde la época del patriarca Abraham, lo hacían los judíos
apoyando la mano entre los muslo, o sea sobre el miembro sagrado. O aquel versículo
bíblico que dice: “No entrará a la congregación de Jehová el que tenga magullados los
testículos o amputado su miembro viril” (Deuteronomio 23: 1) Lo cual señala que no
puede existir verdadera exaltación espiritual sin la sabia utilización de los órganos
sexuales. La Fiesta de los Tabernáculos era una fiesta semejante a los famosos festejos
Saturnales de los romanos. El rito de la circuncisión es Fálico totalmente.
La historia de todas las religiones está llena de símbolos y amuletos Fálicos, tales
como el Mizpah hebreo, el Poste de Mayo cristiano, etc. Las culturas Indo Americanas
veneraron profundamente piedras sagradas de formas Fálicas, a veces semejantes al
miembro viril, otras veces semejantes a la vulva, piedras de pedernal y de sílice, que se
tenían por sagradas, por cuanto con ellas producían el fuego, ocultamente desarrollado
en la médula espinal de los sacerdotes, como divino privilegio y efecto por haber
practicado Suprasexualidad. En el cristianismo encontramos mucho Falismo: “La
circuncisión de Jesús”, “la fiesta de los Reyes Magos”, el “Corpus Christi”, etc., son
fiestas Fálicas heredadas de las santas religiones paganas. La paloma, símbolo del
Espíritu Santo y de la voluptuosa Venus Afrodita, se la representa siempre como
instrumento Fálico que utilizó el Espíritu Santo para fecundar a la Virgen María. La
misma palabra “sacrosanto” proviene de sacro, y por lo tanto es de origen Fálico.
El culto Fálico fue terriblemente divino en Indoamérica. El culto Fálico fue
tremendamente científico y profundamente filosófico en las Culturas Solares.
Afortunadamente, por estos tiempos, en los mismos laboratorios se ha ido
descubriendo los principios energéticos y místicos del Falo y del Útero. Las glándulas
sexuales encierran terribles fuerzas que la ciencia del laboratorio ha ido descubriendo;
ya se reconoce públicamente, verbigracia, el valor científico de los cultos Fálicos
antiguos, por parte de algunos arqueólogos.
Dentro de la semilla existe todo el potencial de la vida universal. La ciencia
materialista actual no sabe sino criticar burlonamente lo que no conoce. En los patios
empedrados de los templos aztecas, incas, mayas, hombres y mujeres se unían
sexualmente para despertar el Fuego del Amor. Allí, las parejas de esposos
permanecían meses y años enteros amándose y acariciándose y practicando
Suprasexualidad, es decir, sin derramar el semen. Allí no se derramaba el semen pues
eso era un sacrilegio. En los “Misterios de Eleusis”, el baile erótico y el Maithuna eran
la base misma de los Misterios. El Falismo es la base de la salvación. Todas las
principales herramientas de la Masonería sirven para trabajar con la piedra. Cada
Maestro Masón debe cincelar bien su Piedra Filosofal. Esta piedra es el sexo. Debemos
edificar el templo del Eterno, sobre la Piedra Viva.
“Quien quiera nacer como Hombre auténtico, quien quiera de veras convertirse
en un Hombre real con poderes sobre el fuego, el aire, las aguas y la tierra, quien
quiera convertirse en un “Mama”, debe de hecho no dejarse atrapar de todas esas
peligrosas tentaciones del mundo de la falsa ciencia de los hermanitos menores” –nos
platicó un sacerdote Kogi de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia. Es muy
difícil hallar personas que sean tan firmes y constantes como para no abandonar jamás
la Senda del Matrimonio Perfecto. El ser humano es demasiado débil. Esa es la
fatalidad de la actual humanidad.
LA NOVENA ESFERA
Tenemos que reconocer que en Indoamérica hubo una Cultura Solar que tuvo
como fundamento el Arte Erótico, que fue y sigue siendo formidable. Cada escultura
de Arte Erótico es un libro maravilloso de “Ciencia Transmutatoria”. Nosotros hemos
estudiado este tipo de Arte y nos hemos extasiado al ver cómo los Indoamericanos
plasmaron en la escultura al Cristo Mexicano, Quetzalcóatl, con la Serpiente enroscada
en su cuerpo y el Lingam-Yoni en sus manos; nos hemos asombrado y llenado de
singular veneración al ver al Tigre con un Falo colgado al cuello; que es el mismo
mensaje egipcio de Ibis de Thot: realmente el Verbo, la Palabra, está en el Falo. En las
Culturas Solares Indoamericanas no hay Infrasexualidad. Cada libro de piedra, cada
Lamen indígena nos está invitando a trabajar con el Suprasexo. Es urgente retornar a
los Cultos Solares Eróticos de nuestros antepasados para despertar en nuestra
naturaleza psico-somática el Fuego Sagrado Sexual. “Sólo quien despierte ese Fuego
Divinal puede encarnar al Cristo Intimo”, dicen los “Mamas” Kogi. Las auténticas
Culturas Solares, son culturas que no pueden ser comprendidas sin la Suprasexualidad
y el Fuego Sagrado. Toda Cultura Solar Indoamericana practicó el Suprasexo, de ahí la
gran Sabiduría que adquirieron; sin el Suprasexo es imposible realmente una auténtica
civilización. En Indoamérica existió el culto al Suprasexo. De nada hubiera servido la
civilización Indoamericana sin la Suprasexualidad. Lo mejor de cualquiera civilización
es el Suprasexo. En toda verdadera civilización se practica el Suprasexo. La
Suprasexualidad da un valor básico a la civilización. Con el Suprasexo abandonamos
el sistema de derramar el “Ens Seminis”, aprendemos a Amar y alcanzamos la
Sabiduría verdadera. El Fuego Sagrado Sexual nos proporciona estos tres aspectos
fundamentales.
Realmente nuestros antepasados Indoamericanos practicaron la Suprasexualidad,
y por ello fueron auténticos Iniciados en la Sabiduría del Fuego Sagrado. Ellos sabían
muy bien que en la Médula y en el “Ens Seminis” se halla la clave de nuestra
redención. Ellos comprendían que el Fuego Sagrado Sexual nos confiere Castidad,
Amor y Sabiduría. Lamentablemente los Antropólogos Materialistas siempre buscan
evasivas y disculpas para alterar la verdad. No es justo que ellos prosigan engañando
intelectualmente a la pobre humanidad doliente. Nosotros estamos estudiando el Arte
Erótico Indoamericano muy exhaustivamente y por lo tanto le estamos hablando claro,
caro lector (a), para que se salven verdaderamente los que quieran salvarse. Aquí
estamos nosotros para decir la verdad y la decimos, auncuando los materialistas, los
pseudos-religiosos e Infrasexuales, se declaren nuestros enemigos. Hay que decir la
verdad sobre el Arte Erótico Indoamericano, y la decimos con mucho gusto. En las
culturas Indoamericanas derramar las secreciones sexuales estaba prohibido totalmente
y de manera absoluta. El espasmo en el varón y el orgasmo en la mujer, son muy
violentos y si se violenta el organismo, el resultado no se hace esperar: Impotencia,
daño al sistema nervioso, etc., etc., etc.
a cerámica es el elemento a partir del cual se han podido conocer mejor las
L diferentes culturas de los antiguos peruanos. Se encuentra habitualmente en forma
de ofrendas funerarias. En muchas tumbas, junto con otros motivos cerámicos, en su
gran mayoría recipientes que contenían agua o chicha, se hallaron vasijas con motivos
eróticos. Para los arqueólogos materialistas es un verdadero enigma el por qué los
antiguos peruanos utilizaron ofrendas funerarias con motivos eróticos en las tumbas
tanto de adultos como de niños. Como quiera que el Arte Regio domina todas las
culturas Indoamericanas, y que este Arte Gnóstico tiene como cimiento dejar una
enseñanza para la posteridad, esas ilustraciones revelan que el coito químico
subliminal, es decir, sin “eyaculación de las secreciones sexuales, tanto en el varón
como en la mujer”, origina conmociones nerviosas transcendentales y extraordinarias
vibraciones áuricas entre los muy diversos componentes de la humana pareja.
Las divinales radiaciones de tipo sexual han sido calificadas por los mejores
tratadistas de la sexualidad trascendente, como Luz Ódica. Habiendo comenzado ya la
ciencia a estudiar la teoría astral del cuerpo humano, conviene para mayor sencillez
usar los términos de la tradición antigua. Aquí el OD es fuera de toda duda, el brillante
magnetismo positivo, activo, dirigido por el poder maravilloso de la Voluntad
Consciente. El OB es el fluido magnético pasivo, gobernado muy sabiamente por la
inteligente facultad conocida como Imaginación Creadora. Aquí el AUR es el agente
luminoso diferenciado, el “Genius Lucis” del anfiteatro cósmico.
Una imagen regia que guarda sublime concordancia con el magnetismo sexual de
Eros, es la ya conocida del famoso Caduceo de Mercurio ceñida de serpientes; la
Víbora Flamígera Solar de la derecha representa el “OD”, la Culebra Lunar y húmeda
de la izquierda alegoriza el “OB”; en el remate magnífico del misterioso caduceo
resplandece gloriosamente el Globo de “AUR” o la igualdad a la luz. Mediante el
Coito Metafísico, el Azoe y la Magnesia de los antiguos alquimistas, la Luz Astral
polarizada, sufre alteraciones notables. Tales alteraciones íntimas influyen
secretamente sobre las relaciones electro-químicas en las últimas unidades vitales de
nuestro organismo para transformar su estructura.
Waldemar dice: “Cuando los químicos nos dicen que la totalidad de los
biocatalizadores de un organismo aparecen como un sistema ordenado de inferiores
factores teleo-causales, que se hallan bajo la legalidad de la vida, o sea al servicio de
los superiores objetivos del organismo, no resulta difícil completar que la formación de
emociones internas, reflejos o impulsos, dependen de los factores radio-causales del
Aura. Demos de manera comparativa una ojeada a las relaciones de electrones e iones
de la sustancia viviente, y nos aproximaremos de manera considerable a la
comprensión de lo antedicho”.
Es algo palmario y manifiesto el que en el instante maravilloso “del jardín de las
delicias”, como lo llamaron los primitivos cristianos, en el momento exquisito en que
el miembro viril entra suave y profundamente en la vagina de la mujer, se presenta una
especie muy singular de inducción eléctrica. Es indubitable que entonces los factores
teleo-causales del aura bajo el impulso eléctrico ofrecen posibilidades sorprendentes.
Cambios psicológicos de fondo pueden surgir en las honduras de la Conciencia si
sabemos aprovechar inteligentemente la conexión sexual, sabiendo no eyacular el “Ens
Seminis”; si este es derramado se pierde tal oportunidad de maravillas, entonces el
coito sólo es usado para gratificar nuestros sentidos...
Dice una enseñanza: “Desdichado el Sansón de la Cábala que se deja dormir por
Dalila, el Hércules de la ciencia que cambia su cetro de poder por el huso de Onfalia,
sentirá bien pronto las venganzas de Deyanira, y no le quedará más remedio que la
hoguera del Monte Eta para escapar de los devoradores tormentos de la túnica de
Neso”. Concupiscencia es abominación; caer como una bestia en el lecho de Procusto
equivale a perder la mejor de las oportunidades. En vez de la incontinencia fatal de la
líbido sexual mejor es orar; escrito está con palabras de fuego en el Libro de todos los
Enigmas que el coito es una forma de la oración. El Patriarca Gnóstico San Agustín
dijo enfáticamente: “¿Por qué no hemos de creer que los humanos pudieran antes de la
caída en pecado dominar los órganos sexuales lo mismo que los restantes miembros
del cuerpo, a los cuales sirve el Alma a través del deseo sin molestia ni excitación?”
San Agustín propone la tesis incontrovertible de que solo tras el pecado o tabú se
formó la líbido (agitación despótica o arbitraria carnal o instinto, potencia sexual
incontrolada): “Tras el pecado, la Naturaleza, que antes no se avergonzaba, sintió la
líbido, se percató y avergonzó de él, porque había perdido la fuerza soberana que
originariamente ofrecía a todas las partes del cuerpo”.
El secreto de la felicidad del Dios Intimo de cada criatura consiste en la relación
de Él consigo mismo. El propio estado divinal es fuera de toda duda el de la dicha
suprema, un deseo y goce sexual que permanecen invariables en Eones, y que
proceden de la relación de la Divinidad consigo misma. En último extremo, los Siete
Cosmos (Protocosmos, Ayocosmos, Macrocosmos, Deuterocosmos, Mesocosmos,
Microcosmos y Tritocosmos) que resplandecen gloriosamente en el espacio infinito, se
enlazan sexualmente. ¿Por qué habría de ser una excepción el Microcosmos hombre?
Él y Ella siempre se adoran... tú lo sabes. El goce sexual es pues un derecho legítimo
del hombre y deviene como ya dijimos de la relación de la divinidad consigo mismo.
Con otras palabras enfatizaremos la realidad trascendental diciendo: el goce sexual es
terriblemente divino.
San Alberto dice: “que el hombre espiritual debe dirigir el comercio carnal a un
objetivo moral, y que una función de la sexualidad basada solo en el placer de los
sentidos pertenece a los vicios más infamantes”. En estos instantes resulta oportuno
recordar que aquellos troncos o tablas de la Ley donde Moisés escribiera por mandato
de Iod-Heve los preceptos luminosos del decálogo, no son sino una doble lanza de las
runas, sobre cuyo significado fálico debemos meditar profundamente. El Amor es el
fiat lux del “Libro de Moisés”, el gran desiderato cósmico sexual, la ley divinal para
todos los continentes, mares, mundos y espacios.
El Sahaja Maithuna, la Sexo-Yoga, es el fundamento diamantino y eternal del
fiat luminoso y espermático del primer instante. Es incuestionable que si empuñamos
valerosamente la lanza sexual de Eros (la potencia sexual en connubio con el amor)
con el sano propósito de reducir a polvareda cósmica en sucesivo orden a cada uno de
los variados elementos subjetivos o “Yoes” inhumanos que llevamos en nuestro
interior psicológico, que llevamos dentro, brota entonces la Luz. Dentro de cada uno
de esos variados y pendencieros “Yoes” gritones que personifican a nuestros errores de
tipo psicológico existe sustancia, Esencia anímica. Así como el átomo al ser
fraccionado libera energía, así también la desintegración total de cualquiera de esos
variados “Yoes” infernales libera Esencia, Luz, Conciencia, Alma. Así pues, las
vasijas encontradas en las tumbas con representaciones eróticas que se han encontrado
en Indoamérica nos participan que en la conexión sexual sin pérdida de las secreciones
sexuales, utilizando el coito como oración podemos desintegrar el Ego animal
psicológico o los Siete Pecados Capitales para transformarnos en niños; recordemos
las palabras del Evangelio Crístico: “Dejad que los niños vengan a mí”. Con la muerte
del “Yo” pluralizado infrahumano reconquistamos la inocencia perdida.
Dentro de cada uno de nosotros existen millares de defectos y todos ellos tienen
muchas raíces y facetas que se ocultan entre los distintos repliegues subconscientes de
la mente. Cada uno de esos defectos psicológicos tiene forma animalesca; dentro de
tales criaturas sumergidas está enfrascada la Esencia, la Conciencia. Condición previa
a toda eliminación es comprensión íntegra del defecto que se quiere eliminar. Suplicad
si estáis seguro de haber comprendido y retiraos del coito sin perder tus secreciones
sexuales.
El artista Mochica no sólo recreó al ser humano a través de una representación
minuciosa de su anatomía, sino a los animales en el momento del apareamiento, con un
significado aún más profundo que la simple representación de los mismos. Las culturas
Indoamericanas buscaron dejar una constancia de la fecundidad en todas las especies, o
sea, que sin el sexo el planeta se convertiría en una Luna, en un cadáver, pues sólo el
sexo y su energía creadora puede darnos vida.
Es necesario reconocer que la humanidad actual perdió el conocimiento de la
suprasexualidad Indoamericana y se tornó fornicaria.
Para las tribus Indoamericanas, el chamán o “sacerdote según la naturaleza”
(pues chamán es aquel Hombre debidamente autoeducado que domina los elementos:
agua, fuego, tierra y aire), es un ícono Fálico y este dirige las actividades ritualísticas
relacionadas con la siembra, la caza, la pesca, la recolección de frutas silvestres, y en
general los ritos que enfatizan los principales hechos en los ciclos biológicos. En
algunos lugares de América, el chamán es considerado como el procreador directo de
la fauna. Entre los indios Cubeo del Vaupés, Colombia, todavía celebran bailes fálicos,
rituales que se ejecutan con el miembro viril en estado de completa erección. Este
mismo procedimiento se pueden observar en los chamanes de las tribus tukano; en
otras tribus del amazona, se ve a los chamanes con bastones fálicos provistos de una
sonajera, realizando ritos de fertilidad.
En la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, la azada ritual y el adorno
formado por un cilindro de cuarzo, son insignias fálicas de los chamanes. Muchos
personajes del panteón kogi, son seres fálicos que ora se representan como creadores y
administradores de la fertilidad (creadores del universo interior del Hombre real), ora
como destructores de las fuerzas sinistras del mal (aniquiladores del Ego animal). En el
departamento del Chocó, Colombia, se han encontrado tallas chamánicas de madera
completamente itifálicas; y ésto es muy frecuente en las culturas Indoamericanas del
país mencionado. En varios idiomas de Indoamérica, el chamán se le designa “yee”,
palabra derivada del verbo “yeéri”, que quiere decir, copular.
En muchas tribus que todavía existen y que se han podido librar del barbarismo
moderno, en algunos aspectos, la curación de enfermedades implica un acto de
revitalización, y es el sacerdote, en su imagen fálica actúa como “Gran Médico de
Dios”. Todos estos ejemplos aquí mencionados personifican al chamán como la
energía procreadora, la energía sexual.
“Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra, todo árbol delicioso a la vista, y
bueno para comer, también el árbol de la vida en medio del huerto, y el árbol de la
ciencia del bien y del mal” (Génesis 2: 9). El árbol de la vida es el Fuego Sexual y el
árbol de la ciencia del bien y del mal, es el semen. Ambos árboles son del huerto de
Dios.
“Y salía del Edén un río para regar el huerto y de allí se repartía en cuatro
ramales”. “El nombre de uno era Pisón: este es el que cerca toda la tierra de Havilah,
donde hay oro”. “Y el oro de aquella tierra es bueno: hay allí también bedelio y piedra
cornerina”. La tierra de Havilah, es nuestro propio cuerpo, y el oro de esta tierra, son
los átomos solares de nuestro sistema seminal, es decir, el oro potable del semen.
“El segundo río es Gihón: este es el que rodea toda la tierra de Etiopía”. Este
segundo río es el líquido céfalo-raquídeo, que es el otro polo de nuestro sistema
seminal, con el cual rodeamos toda nuestra tierra de Etiopía, es decir nuestra cabeza y
espina dorsal.
“Y el nombre del tercer río es Hiddekel: Este es el que va delante de Asiria, y el
cuarto Río es el Eufrates” (Génesis 2: 11-14). El río que va delante de Asiría, y el
Eufrates son los dos polos de la fuerza seminal de la mujer. La mujer está delante de
nosotros porque es la puerta del Paraíso, y la puerta siempre está delante. El Edén es el
mismo sexo y el árbol de la vida está en el mismo Edén. Este es el terrible secreto,
indecible que jamás nadie se había osado divulgar. Este es el terrible secreto de la
“Suprasexualidad”. Estos cuatro ríos del Edén son las fuerzas sexuales del hombre y de
la mujer. El Árbol de la Vida, está en medio de los cuatro ríos del Edén.
“Echó fuera al hombre, y puso al oriente del huerto del Edén querubines, y una
espada encendida que se revolvía a todos lados, para guardar el camino del árbol de la
vida” (Génesis. 3: 24).
MUSEO LARCO – LIMA
EL AVE:
LAS FUERZAS SEXUALES SAGRADAS DEL ESPÍRTU SANTO
n todas las partes del mundo habitado, en todos los tiempos y bajo todas las
E circunstancias han florecido los símbolos Fálicos, y se han constituido en la
inspiración viviente de todos los Trabajos Conscientes que el hombre ha de realizar
sobre sí mismo para su propia Liberación Radical. El símbolo Fálico es la entrada
secreta a través de la cual las inagotables enseñanzas de la Sexualidad Trascendental
ocultas para los sentidos externos (pues ellos no tienen la capacidad de penetrar en
ellas), dan vida a las manifestaciones culturales del SER auténtico. Los símbolos
Fálicos no se fabrican, no pueden pedirse, inventarse ni suprimirse, son producciones
espontáneas de la Psique, del Alma, y cada símbolo lleva dentro de sí, la potencia
germen de su Fuente.
El símbolo Fálico contiene mucha más realidad que la misma historia, puesto que
mientras esta última es una "narración de sombras", de hechos temporales y
transitorios, el símbolo Fálico refleja Verdades Eternas, Principios Universales. Esto
explica por qué encontramos conocimientos tan similares sobre temas sumamente
incomprensibles para la razón subjetiva del ser humano, en lugares y épocas que
aparentemente no tienen ninguna conexión entre sí. Nos hemos preguntado si es
"casualidad", por ejemplo, que los Mayas en sus enseñanzas presenten la Cruz como
un símbolo Fálico, donde el palo horizontal representa el sexo femenino y el vertical el
sexo masculino y que en sus jeroglíficos manifiestos que en el cruzamiento de estos
dos Principio Eternos esté en potencia la salvación o liberación del ser humano, y que
este símbolo aparezca esparcido por todo el mundo antes que surgiera la religión
cristiana; y en algunos casos definitivamente con la figura de un hombre crucificado en
ella. Así podríamos llenar páginas enteras citando similitudes de este tipo, sin
embargo, lo importante es comprender que estos símbolos Fálicos no se deben al azar,
sino que obedecen a una causa psicológica precisa, efectiva.
El Símbolo Fálico del Ave lo encontramos en las más importantes civilizaciones.
En el Egipto tenemos el Ave del Sol, representado por Horus como Dios con cabeza de
Halcón; dentro del mundo Maya observamos el Gavilán, que es para ellos el Ave
Sagrada, mensajera del Soplo del Espíritu, el Dios Principal, las Fuerzas del Espíritu
que velan por los héroes (Iniciados o seres que están eliminando el "Yo"). Entre los
Mexicas tenemos a Huitzilopochtli representado por el Colibrí y asociado al Sol; nace
de una virgen, de las plumas preciosas del Espíritu, y acaba con los enemigos de su
progenitora; indicando que el Espíritu debe tomar las armas y combatir valientemente
a los guerreros del mal y del error: El "Yo" psicológico pluralizado.
En el Mito de Perseo y la Medusa tenemos a Pegaso, el Caballo Blanco Alado,
que nace inmaculado de la sangre de la Medusa; sus alas se asocian al Ave Sagrada,
símbolo del Espíritu, que representa a los Valores del SER que surgen con la
aniquilación de Medusa o el "Yo" psicológico animal, y nos eleva a las regiones
superiores o Reino de los Cielos.
La presencia de las Fuerzas Sexuales del Espíritu Santo tampoco faltan en la
Epopeya de Rama: Aparecen en la lucha final, con la intervención de Garuda, el
Divino Pájaro de Fuego que ahuyenta a los reptiles (al "Yo" pluralizado) y revive
(resucita) a Rama; y se manifiesta bajo la figura de Djatayu, el Gran Buitre que se
convierte en Guardián de Rama y de Sita (su esposa) durante su estadía en la selva
(mundo de los perdidos).
En el Cristianismo tenemos la Paloma Blanca, Inmaculada, que representa las
Fuerzas del Espíritu Santo que desciende sobre aquellos que han extirpado al "Yo" de
la psicología, a los pecados o errores psicológicos; y aparece fecundando siempre a la
Virgen Madre.
Así pues, Horus, el Gavilán, Huitzilopochtli, Pegaso Alado, la Paloma Blanca, el
Águila Azteca, el Cóndor Inca, etcétera, etcétera, representa al Espíritu Santo, a la
Fuerza Sexual. Ese es el Hijo Amado del Padre que está en secreto, en el que están
puestas todas sus esperanzas. El Gnosticismo auténtico sabe muy bien que en la fuerza
del Espíritu Santo o Sexual está la Liberación Final de toda la rueda de retornos (el
Samsara), al no estar sometido más al sufrimiento, a la enfermedad, a la vejez ni a la
misma muerte y llegar a la Iluminación Absoluta. Así, pues, en el símbolo del Ave se
conjuga una mezcla de misterio y de potente emoción mística que aún en la actualidad
es capaz de transmitir al místico investigador.
En el Popol Vuh de los Mayas, el Ave y la Serpiente figuran como Creadores
Sexuales del Universo, Tepeu y Cucumatz envían un Gavilán al inmenso Mar de la
Gran Vida, para traer la Serpiente con cuya sangre maravillosa amasan el Maíz
Amarillo y el Maíz Blanco. Dice el Popol Vuh que con esta masa de Maíz Blanco y
Amarillo mezclado con la Sangre de la Serpiente, el Dios Tzacol formó la carne de la
gente. El Ave representa al Espíritu Universal de Vida. La Serpiente representa al
Fuego Sexual o Fuego del Amor del Tercer Logos o Espíritu Santo. La Sangre de la
Serpiente indica las Aguas del Génesis, o Gran Esperma Universal, el “Ens Seminis”,
en cuyas Aguas está el germen de toda vida. Estas Aguas son la sangre de la Tierra,
según el filósofo Maya. La Diosa Coatlicué es la Madre de la Vida y de la Muerte, o
sea, la Sustancia Seminal (que bien usada nos salve; desperdiciada perdemos el Alma).
Realmente el Fuego Sexual del Tercer Logos hace fecundas las aguas de la Vida
para que surja el Universo. En la Teogonía Maya, dos Dioses intervienen en la
creación, uno que le dá la vida y la forma al hombre, y otro que le dá la Conciencia. El
Tercer Logos al hacer fecundas las Aguas de la Vida interviene entonces el Segundo
Logos infundiendo Conciencia en todos los organismos.
El Gavilán H' CH' UUY, el Guacamayo "MO", el Cernícalo X' CEN CEN BAC,
el Tapir Tzimink AAX y la Serpiente "CAN", son los factores básicos de los Mitos
Geogénicos Mayas. Estos Símbolos se utilizan exotérica y esotéricamente; en el campo
exotérico o público simboliza hechos de tribu, acontecimientos históricos, etcétera; en
el aspecto esotérico o secreto, o psicológico la cuestión es altamente científica,
profundamente filosófica, sublimemente artística y tremendamente religiosa.
EL CÁLIZ:
EL ÓRGANO SEXUAL FEMENINO
ntre la noche profunda de todas las edades, descubrimos con asombro
E contemplativo el Vaso Sagrado, en el fondo de las grandes culturas
Indoamericanas. El Vaso Sagrado ha sido considerado en todas las Escuelas de
Regeneración como un motivo trascendental, sin el cual, toda teogonía, quedaría sin
expresión mística y ceremonial. El Vaso Sagrado es ostensiblemente el mismo Cáliz
del cristianismo; es también el Vaso de Hermes, símbolo viviente y filosofal del Eterno
Femenino (de sus órganos sexuales), tenido por Sagrado en todas las escuelas de Auto-
educación Intima.
El Vaso Sagrado o Cáliz Cristiano se asimila al Alka Yoni, a la Gran Matriz del
mundo, al Seno profundo de donde todo nace y a donde todo retorna. El Cáliz Sagrado,
es la Copa o Vaso Hermético de los viejos sabios Alquimistas Medioevales, donde se
realizan todas las transformaciones de la materia prima: el “Ens Seminis”, el Mercurio
de la Filosofía Secreta; es por tal motivo, el "Atanor" del Laboratorium Oratorium de
los Sabios. Existen tradiciones muy respetables que nos hablan acerca del Vaso
Sagrado, tan sublime como la del Santo Grial. Encontramos un paralelismo
extraordinario entre el Vaso Sagrado de las culturas de Indoamérica y los Misterios
Iniciáticos de todos los pueblos de la Tierra. Cierta leyenda Inca dice que cuando el
sacerdote oficiaba en su Templo el Ritual Sagrado, el Vaso, Cáliz, Copa o Gomor,
símbolo viviente del Yoni Femenino, un denso crepúsculo, la niebla del fuego se
esparcía deliciosamente por todo el ámbito del Templo... Desde arriba, desde los cielos
descendía un purísimo rayo de luz, que al caer sobre el Vaso Hermético, recordaba los
Misterios del Sol... Los Misterios Sexuales...
Son tantísimos los Vasos de Altar encontrados en Indoamérica; verbigracia, uno
encontrado en Guatemala, decorado con jeroglíficos y donde un sacerdote vestido con
piel de jaguar (indicando su alta iniciación) realiza danzas rituales con una serpiente
(símbolo de la Madre Divina Kundalini); o Vasos policromados que fueron trabajados
a mano que representa escenas mitológicas de nuestras culturas antiguas.
EL DECAPITADO
abrá usted notado, amable lector (a), que en lo que va de este Cuaderno de
H Formación Cultural Sexual, hemos utilizado repetidas veces la palabra
"desintegrar", "eliminar", "aniquilar", "decapitar", y otras que de similar forma
implican destrucción y muerte de nuestro "querido" Ego o "Yo" psicológico. Se ha
evitado recurrir a vocablos que pudieran indicar cambios superficiales y aparentes
"mejoras" o "alteraciones superfluas" del ser humano. Y es que la Psicología Gnóstica,
la Psicología de los Indoamericanos, es terrible y exigente: PLANTEA LA
TRANSFORMACIÓN DEL SER HUMANO EN FORMA ÍNTEGRA, HASTA LA
RAÍZ, Y ÉSTO NO SERÍA POSIBLE SIN LA ENERGÍA DE LA MUERTE.
VASIJA NAZCA
POPORO QUIMBAYA
Estas cuatro palabras (Hombre, Mujer, Fuego y Agua) nos llevan a la práctica de
la Suprasexualidad: “Conexión sexual “phalo-útero” sin eyacular el “Ens Seminis”,
para levantar, como decía Moisés, “la Serpiente sobre la vara” y llevarla al corazón,
recibiendo la Cruz de la Iniciación en el Templo de la Madre Divina Isis.
Las cuatro borlas también representan los cuatro elementos físicos los cuales
debemos utilizar en la Alquimia Sexual: Tierra, que es la Sal; el Fuego, que es el
Azufre o Espíritu; El Agua, que es el Mercurio o “Ens Seminis”; y el Aire que es el
Azogue o energía sexual transmutada. Y los antiguos Alquimistas decían que al Azufre
debe fecundar al Mercurio de la Filosofía Secreta para que la sal se regenere, o sea,
que el Fuego debe fecundar al Agua para que el Hombre se regenere, es decir, se Auto-
realice...
MASCARA DE PUMA
DIBUJO QUE HA SIDO ENCONTRADO
SOBRE EL DINTEL CENTRAL DE LA PUERTA DEL SOL,
SE ADORNAN CON CABEZAS Y SUJETA UNOS "CETROS DE CONDOR"
a Puerta del Sol es un pórtico gigantesco, tallado en un sólo bloque de andesita,
L que se eleva, orientado a levante, en el enorme recinto de Kalasasaya (ubicado en
Tiahuanaco, centro arqueológico situado en el departamento de La Paz (Bolivia), a
pocos kilómetros del lago Titicaca. El dintel se adorna con esculturas características
del estilo de Tiahuanaco, o sea, con motivos que reflejan también las pinturas de vasos
y tejidos.
TUNJO MUISCA
Se piensa que para la llegada de los conquistadores, los Muiscas eran habitantes
de los altiplanos de Bogotá, Nemocón, Ubaté, Chiquinquirá, Tunja, Sogamoso y
Saquencipá. Eran orfebres consumados, y ésto así lo indica la perfección de los
detalles de sus objetos como diademas, brazaletes, pectorales, agujas, sonajeros,
poporos y figuras para sus ofrendas ceremoniales, muchos elaborados con una
aleación de oro y cobre llamada "Tumbaga". Y las formas más importantes de sus
adornos son las aves, ranas, serpientes, lagartijas, felinos y especialmente hombres o
Tunjos, y en cada uno de estos, observamos un gran despliegue del Arte Regio de la
naturaleza o Arte Objetivo, que es aquel que deja para la posteridad una Enseñanza o
Doctrina del Ser.
En los Tunjos que se exhiben en el Museo de Oro de Bogotá, D. C., podemos
destacar rostros de deidades; rostros absolutamente hieráticos. Muchos llevan mitras
indicando todas las características del verdadero sacerdocio, son imponentes,
maravillosas. Sus pectorales nos indican que debemos poner atención al fondo anímico
del Ser, que es lo que realmente cuenta; esto significa que los Muiscas conocieron
profundamente los Misterios Esotéricos del Padre que está en secreto.
Algunos tienen una actitud muy conocida entre los grandes Iniciados, en la forma
que aparecen nos enseñan la meditación interior trascendental. Muchos de estos Tunjos
se encuentran en actitud clara y abierta de meditación. Otros llevan cinturones
indicándonos que hay que Trabajar mucho con la Suprasexualidad para dominar las
bajas pasiones, los instintos animalescos sexuales, para poder transmutar la “Entidad
del Semen” en Energía Creadora, y así poder empuñar el cetro de mando, o de los
reyes.
Dicen mucho pues, estos Tunjos con su simbología, solamente estudiando la
Antropología Gnóstica podemos lograr el conocimiento esotérico de Indoamérica.
VASIJA EN FORMA DE COLUMNA VERTEBRAL
ste soporte para vasijas que representa parte de una columna vertebral, está
E elaborado con mucho realismo. Sus dimensiones son de 41.7 x 16.5 cm.; está
elaborado en cerámica, y es considerado como obra de arte clásico; fue encontrado en
Zapoteca, México; y hoy se exhibe en la sala 8, donde encontramos “Los dioses de la
guerra”; que pertenecen a la serie de exposiciones que el Antiguo Colegio San
Idelfonso ha venido presentando, desde 1992, en México, D. F. Es verdaderamente una
vasija muy extraña y dada sus peculiaridades, es tenida como una pieza única.
SIGNIFICADO
La columna espinal representa el Bastón de los Patriarcas; es el Bastón de Mando
y símbolo viviente del Phalus masculino; es el cetro de los Reyes; la Vara de Aarón.
En las esculturas Mayas encontramos la columna vertebral representada por el cetro; y
entre los Mayas, el cetro aparece en muy variadas posiciones, por ejemplo, lo
encontramos en algunas estelas llegando hasta el cinturón, que en hebreo corresponde
a Hod. Hod en hebreo corresponde al Mundo Astral, y esto mismo es aplicado a todas
las Escrituras Sagradas de todos los pueblos. En otras esculturas aparece el cetro como
una barra tosca, pesada, con dos alas laterales que nos dan la idea del Caduceo de
Mercurio de los sabios; en otras palabras, las dos Fuerzas o Principios Eternos de la
creación: masculino-femenino, Adán-Eva, etc.
La barra o cetro, en sí, representa la Tercera Fuerza, que es la Energía Creadora,
el “Ens Seminis”, que es la fuerza que puede llevarnos a la Auto-realización Íntima del
Ser. Esta es la Energía que sirve para llevar a cabo la Gran Obra del Padre que está en
secreto.
En otras esculturas Mayas el cetro da también la idea de un hacha de doble filo, y
ésto nos hace recordar a los “Hermafroditas Leñadores”, que era una organización de
Andróginos Perfectos o Ifolios. Se llamaban “leñadores” porque con el hacha
quebrantaban los árboles que tipifican nuestros errores psicológicos como la ira, el
orgullo, la envidia, la inercia, la lujuria, etc., ésta es una vivísima ilustración del
Trabajo a realizar en uno mismo en la desintegración del Ego.
Resulta muy interesante que las esculturas de Copán –Honduras- tengan el cetro,
la barra en el centro, mientras que en México, las esculturas tienen el cetro a los lados,
o no lo tienen. El cetro en el centro, indica claramente que el poder de un Hombre, en
el sentido exacto de la palabra, reside en el sexo. Por eso se nos ha dicho con gran
verdad, que en el “semen” y en la “médula” está nuestra liberación final...
ESCULTURAS DE SAN AGUSTIN
n las culturas de San Agustín encontramos dos clases de rostros principales:
E Humanos y Felinos. Por lo general, encima de las cabezas de estas esculturas
podemos apreciar Mitras. La Mitra siempre ha representado al Logos, o sea, al Padre
que está en secreto, para un Jesús de Nazareth. El hecho que las figuras las tenga,
indica claramente que son grandes Jerarquías, pues es imposible concebir a una
criatura Solar sin Mitra. Recordemos al “Dios Mitra” (Dios de la Luz Solar entre los
persas) que lo ponían sobre un Toro (símbolo del Ego) con el cuchillo clavado sobre el
lomo del animal; de la sangre (símbolo del Fuego Sexual) que manaba del Toro,
brotaban las plantas y todo lo que es, ha sido y será.
En muchas de estas esculturas podemos observar que las orejas están en forma de
círculo con el punto en el centro, indicándonos en forma clara la necesidad de escuchar
al Verbo, la Palabra, la Voz, de poner atención a la Sabiduría.
En algunos casos los brazos llegan hasta el centro del pecho señalando siempre
las Dos Fuerzas (Positiva y Negativa) y una especie de cetro que indica la Tercera (la
Neutra). Esta Fuerza Neutralizante, es la Fuerza del Espíritu Santo, la Energía Sexual.
El cetro se fundamenta indubitablemente en la Energía Creadora, la cual hay que
elevar hacia adentro y hacia arriba, mediante la Transmutación de la sustancia
semínica en Energía. Este es un Trabajo muy consciente.
En otras estatuas las manos están en cierta posición mística revelándonos la
necesidad de mezclar inteligentemente mediante la clave de la Suprasexualidad, el
Mercurio, el Azufre y la Sal; que son los Principios del Mercurio Filosofal; estos son
los elementos fundamentales de los grandes Filósofos. El Mercurio no es más que el
Alma Metálica del Esperma sagrado, y se organiza en lo más profundo de nuestra
psiquis en forma de láminas u hojas de libros. En las antiguas piedras tanto del Norte
como del Sur, del Este como del Oeste, se le representa así. La posición de las manos
muestra que nuestro Mercurio Sexual debe ser Transmutado, y así aparece en los
distintos libros también.
Quienes conocemos de ésto y hemos estudiado el Libro de Figuras de Nicolás
Flamel, observamos que así es como se representan el Mercurio y el Azufre en su
forma positiva y negativa.
Todos los Pueblos de la Tierra conocieron la Alquimia y la Cábala. Los
Alquimistas de la Edad Media hablaron de la Transformación del Plomo en Oro, o sea,
de los metales groseros en metales finos, que indica la Transformación de lo que
somos ahora (animales intelectuales) en Hombres Reales. Así pues, este Pueblo de
San Agustín, Huila, Colombia, no es una excepción como lo señalan sus esculturas.
Estas Esculturas son tan valiosas, que jamás volverá a haber otras. ¿Quiénes serán
capaces de hacerlas? Cada una de ellas es un libro de piedra, que habla por sí mismo
de la grandeza del universo. Cada monumento es anterior a la época de Jesús de
Nazareth, son antiquísimas. El origen es Atlante.
Ora sea la doble cabeza que recuerda con entera claridad su figura en círculo, en
aquel trance Gnóstico de devorar su propia cola, que es una síntesis extraordinaria del
Mensaje Maravilloso del Señor Quetzalcóatl; ora la posición vertical, que ilustra la
idea Maya y Náhuatl de la víbora divina devorándose al Alma y al Espíritu del
Hombre; o, en fin, las llamas sexuales consumiendo al Ego Animal, aniquilándolo,
reduciéndolo a cenizas. Indubitablemente, la serpiente de los Grandes Misterios
Indoamericanos es el aspecto femenino del Logos, Dios-Madre, la Esposa de Shiva,
del Espíritu Santo; Ella es la misma Adonía, Tonantzín, Rea, María, Cibeles, Opis,
Der, Flora, Ram-Io, Paula, Akka, la Gran Madre en sánscrito; la Diosa de los Lha,
Lares o Espíritus de aquí abajo; la angustiada Madre de Huitzilipochtli, la Ak o Diosa
Blanca en Turco, la Minerva Calcídica de los Misterios Iniciácos, la Aka-bolzub del
Templo Lunar de Chichén-Itzá (Yucatán), etcétera.
Todavía conservamos un eco perdido de los Misterios Antiguos en el crucero o
planta transversal de las Iglesias más Gloriosas, tales como la de San Pablo en Roma,
en vez de la primitiva forma de Nave (la Nave o Arca Salvadora del Diluvio Universal
o gran catástrofe de la raza anterior a la nuestra, en la que arribaron a los actuales
continentes todos los Noés, Quetzalcóatles Xixuthros y Deucaliones), y por eso
también como lugar sagrado en el hogar que se llamó Calcídico al corredor interior que
separaba de las demás en la casa griega las habitaciones consagradas a los huéspedes,
como puede verse en Vitrubio, en Procopi (De-Aedificationem), en Becchi (Det
Calcidio e Della Cripta Di Eumachia), y en los demás tratados de construcción donde
se haga historia de este crucero o efectiva y simbólica "TAU" de los deberes que la
hospitalidad imponía entre los hombres.
La Serpiente o Logos Salvador inspira al Hombre para que reconozca su
identidad con el Logos y así retorne a su propia Esencia que es ese Logos.
En Indoamérica observamos el símbolo de la serpiente aquí, allá y acullá, y ésto
nos indica que los Avataras Indoamericanos entregaron siempre el Mensaje Divino de
la Creación y Salvación del Hombre.
"En verdad estas palabras son to-pializ (tli), "lo que nos compete preservar"; así
nosotros también, para nuestros hijos, para nuestros nietos, los que tienen nuestra
sangre y color, los que saldrán de nosotros, para ellos las dejamos, para que ellos,
cuando ya nosotros hayamos muerto, también las guarden": Hernando Alvarado
Tezozómoc, en su “Crónica Mexicáyotl”.
La Sociedad Nahua prehispánica era Serpentina, conocían la sabiduría de la
serpiente. Un “Mama” de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, estando frente a
un grupo de miembros Gnósticos después de terminar una explicación sobre el Falismo
Sagrado de Indoamérica, les preguntó: “¿Cómo podría alguien convertirse en un
Maestro Resurrecto, como Quetzalcóatl, Jesús de Nazareth, Hermes Trismegisto,
Buddha Gautama, Paracelso, etc., etc., si no conoce la sabiduría de la serpiente?” En
verdad, hoy comprendemos que si uno no conoce la sabiduría de la serpiente vive en
tinieblas y no logra la Liberación final.
Indoamérica tiene una tradición serpentina, esa es la cruda realidad de los hechos.
Hay quienes dicen que en la India hay tesoros extraordinarios, no lo negamos, pero en
la India secreta; sin embargo, en México, por ejemplo, se habla más claro; en Yucatán
se encuentra un Templo donde hay una Serpiente de piedra en la actitud de tragarse a
un hombre que lo tiene entre sus fauces. Si estudia usted cuidadosamente el Chilam
Balam de Chumayel podrá evidenciar por sí mismo, el hecho claro de que no sólo
debe despertarse la Serpiente en nuestra anatomía oculta, sino la necesidad de ser
tragados por ella, si es que queremos gozar de los “Poderes de la Serpiente”.
La Serpiente (el Fuego Sexual positivo y ascendente) despierta con los Principios
Tántricos del Tíbet, con las Enseñanzas Secretas de Anáhuac, con el Esoterismo
Crístico de la Pistis Sophía, con el artificio de los Alquimistas Medievales. La clave es
muy sencilla: “Conexión del Lingam Yoni (Phalo-Útero) sin eyaculación del “Ens
Seminis” durante toda la vida”. Es obvio, que si no se llega jamás al orgasmo
fisiológico señalado por la medicina oficial, al espasmo, como se dice en el caso del
varón; en otro sentido: “Si se evita derramar el Vaso de Hermes”, esas secreciones
sexuales se transmutarán en energía, y esa energía es el Mercurio de los Sabios. Por
eso los alquimistas decían: “Bendito Dios que nos ha dado el Mercurio, sin el cual
nosotros los Alquimistas, no podríamos hacer la Gran Obra”.
EPÍLOGO
El hecho de que hallemos falos en zonas tan diversas y distantes como Grecia,
Italia, Francia, Gran Bretaña o España, nos habla claramente de la gran difusión de este
culto, que los Infrasexuales de la Iglesia Católica procuraron eliminarlos en el segundo
concilio de Braga (572), donde prohibió el culto a las piedras de forma fálica, y
posteriormente manifestó abiertamente que el pene erecto se asociaba a lo diabólico.
Los romanos no sólo rindieron culto a los falos de piedra, sino que lo utilizaron
en pequeñas dimensiones de metal bronce como amuletos contra los maleficios y para
propiciar la fertilidad, como los encontrados en enorme cantidad con una anilla, para
lucirlos colgados al cuello, en Pompeya o Herculano. En los villares de La Almarcha
(Cuenca), también se ha encontrado algún ejemplar de este tipo de amuletos, lo cual
demuestra que esta práctica de la cultura romana fue suficientemente divulgada.
No podemos pasar por alto en el culto al falo la figura de Príapo, un dios menor,
hijo de Dionisio y Afrodita, provisto de un pene de extraordinarias dimensiones en
permanente erección, símbolo de la potencia sexual fecundadora indispensable para
crear al Hombre auténtico. En una de las representaciones, nos topamos que en un
platillo de una balanza se pesa el pene de Príapo y en el otro hay una bolsa llena de
monedas de oro, lo cual es un indicio esotérico de lo que puede producir la fuerza
sexual; esto sería el sentido que le daban los alquimista de la edad media cuando
manifestaban que a través de la Alquimia Sexual podemos convertir el plomo (lo
impuro) en oro (el espíritu del Hombre real).
En Egipto a Min, dios de las cosechas (recolección de los frutos de la Alquimia
Sexual), también se le representaba como a una persona desnuda con pene en
permanente erección, símbolo de la fecundidad de la naturaleza interior.
Todavía en el Perú, en la localidad de Puno (Titicaca) existe el templo fálico de
Inca Ullo, provisto de más de cuarenta falos. Indubitablemente, aquí se realizaron
rituales antiquísimos a la fuerza más poderosa que existe en el cosmos: la sexual.
Llama mucho la atención que el lugar, hoy cristianizado tenga como vecino al lado una
iglesia católica.
Algunas tribus africanas practican aún el rito de fecundación de la tierra, para lo
cual los hombres introducen su pene en un trozo de caña y simulan el coito con la
tierra, introduciendo el falo con la caña en agujeros elaborados previamente con el fin
de simular una cópula ritual.
En la India, actualmente el falo o lingam sigue siendo reverenciado en muchos de
sus templos.
Hasta 1936 todavía se contaban, por lo menos, unos 14 falos (tantos como
estaciones del vía crucis), todos ellos ubicados en las proximidades del cerro de la
Hontanilla (Los Hinojosos, Cuenca), de 1,04 metros de altura. Actualmente sólo han
quedado ocho de ellos. “Uno, partido en dos en forma diagonal, se encontraba hasta
hace cuatro años en la casa curato; otro, algo deteriorado, que durante un tiempo
estuvo en la ermita de las tres culturas, en el año 2002 fue donado al ayuntamiento que
lo guarda en el patio de una nave a la salida del pueblo; y cinco de ellos actualmente
están ubicados en el Cristo o calvario. El octavo, hasta hace poco, se hallaba a la
entrada de una finca extramuros del pueblo, cercana al cerro de la Hontanilla”.
“Según refiere Josefa Martínez Izquierdo (de 93 años de edad), estos falos, que
con la llegada del cristianismo se reutilizaron como estaciones de un vía crucis
campestre, hasta 1936 estaban provistos de una cruz y el vía crucis se iniciaba, a la
salida del pueblo, en el margen izquierdo de la carretera que va a Quintanar de la
Orden, ascendiendo después por el cerro hasta más allá de donde se ubica el calvario
actual. Según José María Rubio, durante la Guerra Civil de 1936 se les quitó la cruz y
algunos falos quedaron enterrados en la cuneta de la carretera”.
CUADERNOS ANTERIORES
Educación Sexual fundamental según la Ciencia Gnóstica
Estudio de la Energía Sexual a la luz de la Ciencia Gnóstica
Visión de la Antropología Gnóstica referente a mitos y símbolos religiosos de los
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Mitos Indoamericanos y Suprasexualidad analizados por la Antropología Gnóstica
El “Yo” psicológico paso a paso
Arte Regio en las Culturas Indígenas Precolombinas
Cómo vivir inteligentemente
Las Tres Clases de Sexualidad
Relación Maya-Atlante con Indoamérica
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Cómo realizar el Matrimonio Perfecto
Los Misterios de la Estatuaria de San Agustín
Estudio antropológico de la “Doctrina de los Muchos”
Estudio Antropológico de las “Aguas de Vida” y el Poder de la Suprasexualidad
Introducción a la Educación Fundamental
Estudio antropológico de la Serpiente en las Culturas de Indoamérica
Personajes y la fauna mítica en el arte Tairona develados por la Antropología Gnóstica
Estudio antropológico de los símbolos del Templo del Dios Viviente
Alquimia sexual según los Evangelios Crísticos
La Energía Creadora
Estudio psicológico y cultural de los Papiros de Nag Hammadi
Esoterismo de los oficios u ocupaciones de las Culturas Indoamericanas
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PRÓXIMO CUADERNO
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