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EL PENSAMIENTO SOCIAL DE MIGUELINA ACOSTA CÁRDENAS

Dr. Wilfredo Kapsoli Escudero(*)

INTRODUCCIÓN

En el mes de julio del año pasado, la Universidad Nacional de la

Amazonia conjuntamente con el Centro de Estudios Amazónicos

realizó su acostumbrada Semana del Libro Regional. Como parte de

este evento, la Universidad programó un homenaje al "Amauta" José

Carlos Mariátegui dentro de las conmemoraciones en el centenario de

su nacimiento. La generosa iniciativa de los colegas y amigos de ese

centro superior de estudios hizo que fuera su invitado.

En la comunicación que presenté acerca de la biografía de Mariátegui

hice alusión a su amistad con la Doctora Miguelina Acosta, ilustre

intelectual loretana de la que poseo un ejemplar de su tesis doctoral

en jurisprudencia. Al finalizar la conferencia varias personas se me

acercaron para pedir más información sobre la labor gremial y

cultural de doña Miguelina. Recuerdo, entre otros, al Dr. Pedro del

Castillo quien, al parecer, realiza investigaciones

sobre el personaje. Pero fue el Ingeniero José Torres Vásquez, Rector

de la Universidad quien, con su alto espíritu académico, comprendió

la valía de mi anuncio. Y, antes de mi retorno a Lima, me hizo saber

su interés institucional por el documento con fines de publicación

dentro de su sello editorial.

(*)
Docente de la universidad Ricardo Palma.

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El apoyo .que posteriormente me brindó la Universidad me ha

permitido ahondar en el paisaje intelectual de h época y lograr un

hallazgo adicional la Tesis de Bachillerato de Miguelina Las dos Tesis

y los ensayos pedagógico: documentan la vida de doña Miguelina;

Acosta y elogian el gesto de un; Institución Universitaria Nacional que

a pesar de sus dificultades económicas es capaz de alentar la

investigación rescatar la memoria de sus hijos más preclaros como ha

sido la figura de Miguelina Acosta Cárdenas. Aunque su labor como

miembro ejecutivo de instituciones feministas, gremiales y,

particularmente, sus combates periodísticos en el quincenario La

Crítica que codirigía con Dora Mayer, están a la espera de una

reconstrucción historiográfica. Hacerlo será una tarea de absoluta

justicia para una mujer que entregó su inteligencia y talento a la

defensa de los hombres y mujeres humildes y marginados de nuestra

sociedad.

Nosotros esperamos haber iniciado un derrotero, abierto una pequeña

trocha en pos de recrear la curva de una vida activa e inteligente. La

actual generación de jóvenes intelectuales y maestros loretanos

tienen la palabra.

Finalmente, queremos agradecer la generosa acogida de la

Universidad Nacional de la Amazonia en la persona de su Señor

Rector el Ingeniero José Torres y su Secretario General el Dr.

Eléspuro. Su personal administrativo tanto de Iquitos como de Lima

supieron brindarnos las facilidades del caso para la culminación del

presente estudio y selección de textos de doña Miguelina Acosta

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Cárdenas. Espero que esta investigación esté a la altura de lo

esperado por ellos.

I. LA AUTORA

Tenemos poca información acerca de la biografía de Miguelina Acosta.

Sabemos de su procedencia loretana, que su padre fue Don Miguel

Acosta y que conformaba una familia numerosa

con sus hermanos: María Pía, Clotilde Victoria y Clara Grimanesa,

Pedro, Miguel, Darío y Julio. Debió hacer sus primeros estudios en su

zona de origen por cuanto ella reconoce en la señora Carmen Arriaga

su condición de “inteligente maestro” con cuya sagacidad y cariño

aprendió sus conocimientos iniciales.

No podemos precisar el año en que llegó a Lima. Pero aquí realizó

una vasta labor con las Asociaciones Feministas, Indigenistas y

Movimientos de reivindicaciones gremiales, así como el Comité pro-

abaratamiento de subsistencias. Estos son los años de 1915-1920. Es

una época de crisis económica y social motivada por la Primera

Guerra Mundial y el reordenamiento del mundo.

Una primera situación de protesta obrera-estudiantil culminó con la

implementación de la jornada de las ocho horas de trabajo en 1919 y

el gran movimiento social liderado por las mujeres en pro de la

alimentación popular. El rol que asumió Miguelina Acosta en esas

acciones había sido confundido por Ricardo Martínez de la Torre,

quien le atribuyó el protagonismo a Zoila Aurora Cáceres en un

opúsculo que escribió sobre el tema. Precisamente dos testimonios

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firmados por Bertha Ríos y José Cristóbal Castro, remarcan al

respecto:

1. "Que Miguelina Acosta Cárdenas con toda sinceridad y un espíritu

entusiasta por una causa justa, marchó al frente del movimiento

femenino histórico por la magnitud y trascendencia que tuvo"

2. Que, como consta a los obreros que participaron en aquella

protesta, fue Miguelina Acosta Cárdenas, quien presidió el "Comité

Femenino proabaratamiento de las subsistencias" tomando parte

activa en todos los mitines y manifestaciones dirigiendo, junto con

Gutarra, Barba y Fonquen todo el movimiento de Mayo 1919". El

periódico "La Razón" registró esos hechos que han quedado para

la posteridad.

Por estos años, Miguelina Acosta, estudiaba Jurisprudencia en la

Universidad Nacional Mayor de San Marcos y estableció una estrecha

amistad con Dora Mayer, de quien llegó a ser hasta su confidente,

como lo señala Jorge Basadre:

En Julio de 1915 por intermedio de Miguelina Acosta Cárdenas, le

mandó decir que no volvería a su casa (a Zulen) a pesar de que le

faltaba recibir una considerable suma proveniente de un legado que

había dejado a su favor la madre de Dora.

Posteriormente dirigió, junto con su amiga Dora Mayer, La Crítica,

donde actuaba además como periodista. Así lo demuestra el artículo

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"Putumayo de Nuestros Jueces" en cuyo te podemos leer que la

pjurcialización los jueces, a favor de las autoridades políticas en la

masacre de los nativos Putumayo en la explotación del Cauque

parecía darse sólo en los para bárbaros y semicivilizados no le tanto,

por cuanto la propia Inglater: los EEUU tenían en sus colonias, con el

Indostán y Haití, escenas de injusticias y atrocidad.

La pacífica población de Amistar previa declaración de la ley marcia

proclama militar respectiva sufrió:

.. .un fuego de fusilería ametralladora s» un mitin que se celebraba al

aire limatándose por supuesto a centenares personas, que sin la

menor adverte fueron sorprendidos por los disparos carga duró 15

minutos sin cesar... las t llovían sobre los fugitivos, y aun los se

echaban al suelo fueron alcanzados los tiros, pues los tiradores tenían

evidente orden de matar.

La conducción del quincenario Crítica) debió absorber mucho tiene

energías y hasta sinsabores por orientación de defensa a los

oprimidos y marginados de la sociedad. El editor del tercer

aniversario (primera quine de setiembre de 1920, N° 123) no pi ser

más elocuente:

Como cualquiera comprende, nuestro periódico no es una empresa

comercial órgano de propaganda de principios convencidos y muy

luchadores. Sus ediciones deben de saber cómo lo sostienen, si con

sacrificio propio, o con el óbolo de aquellos que la creen digna de vivir

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y no cierran su mente al hecho de que en esta tierra el espíritu

necesita apoyarse en la materia.

Finalmente, encontramos a Miguelina Acosta, colaborando con la

revista Amauta de José Carlos Mariátegui con temas pedagógicos.

Estos textos se comentarán.

II. LA ÉPOCA

En la década del veinte el precio de los productos de exportación

decae fuertemente, en especial el del azúcar, puesto que no

solamente comienzan los despidos de obreros de los ingenios

azucareros, sino también los patronos encuentran cada vez mayores

dificultades para la colocación de sus productos en el mercado

mundial, decayendo sus economías, así como las entradas al erario

nacional por concepto de impuestos a la exportación.

Según las memorias de los Ministros de Hacienda, la situación

económica de estos años era deplorable, sobre todo, para las capas

populares. De tal manera, que los estanquillos salineros de las

provincias se dedicaron a la venta de los productos de primera

necesidad por disposición del gobierno. Durante estos años se elevó

el precio de la harina, debido a que la producción nacional había sido

escasa y se tuvo que aumentar la importación.

El Oncenio de Leguía representa el asentamiento de capital

norteamericano en la explotación de las materias primas en las

diversas industrias como el muelle Dársena del Callao, la Cerro de

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Pasco Copper Corporation y la Norton Snare Corporation. Asimismo,

todo el control del transporte urbano quedó bajo la égida del

Metropolitan Company. De este modo, decía José Carlos Mariátegui:

Norteamérica ha reemplazado a la Gran Bretaña. Pletórico de oro, el

mercado de Nueva York es el que ofrece "las mejores condiciones".

Los banqueros yanquis estudian directamente las posibilidades de

colocación de capital de préstamo a los estados latinoamericanos, y

cuidan, por supuesto, de que sean invertidos con beneficio para la

industria y el comercio norteamericano.

Y en vísperas de la crisis del capitalismo mundial de 1929, el monto

total del capital estadounidense invertido en Perú y América Latina

llegaba al 37% del total de inversiones en el extranjero. A su vez, los

empréstitos y contribuciones se acrecentaron en forma desmesurada

como señala Abelardo Solís:

Caracterizó a esta política primero, el desmesurado y hasta

despiadado afán de aumento y multiplicación de las contribuciones e

impuestos; y segundo, el abuso de empréstitos contratados todos

ellos en condiciones onerosas para la economía del país.

Por otro lado, las clases dominantes se beneficiaron con la Ley Vial, y

así mismo el Gobierno fortaleció la economía de los terratenientes

que eran sus partidarios; desplazando a las antiguas familias

dominantes, como en Huancavelica, con la protección de Celestino

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Manchego Muñoz (su Ministro de Gobierno), quien ejerció una política

represiva contra las viejas castas del lugar.

Estando nuestra economía supeditada a los vaivenes de la bolsa del

mercado mundial, por tener gran importancia en la vida nacional, las

sumas procedentes de los productos de exportación, el costo de vida

fluctúa directamente en relación a ellos. De tal manera que, en los

años de aumento de la demanda por nuestras mercancías

exportables, el costo de vida se mantiene en cierta normalidad; pero

cuando se producen fenómenos como los del año 29, el costo de vida

sube vertiginosamente y trae consigo una serie de manifestaciones

sociales. Las consecuencias de esta crisis afectaron, sobre todo, al

gobierno de Sánchez Cerro; aun cuando inmediatamente

determinaron la caída de una serie de presidentes latinoamericanos

entre ellos, Augusto B. Leguía.

En el sector estudiantil, ya desde los años posteriores a la Revolución

Rusa, empieza a entablarse la alianza obrero-estudiantil; debido,

entre otras cosas, a que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

facilitó el ingreso a su seno a estudiantes proceden de las clases

populares, es decir, hi de obreros y campesinos. Por ello, los años del

Gobierno de Leguía hi una profunda agitación estudiantil mismo

ocurría en los docentes, por exacción de clases explotadas del p

siendo algunos de ellos, posteriormente integrantes de la corriente

indigente que en esta época se manifestó en < todos los sectores del

quehacer huma Luis E. Valcárcel, en el campo histórico y novelesco

(elogiando el pasado inca y escribiendo "Tempestad en los Andes

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José Sabogal, en el campo artístico resaltando los motivos indígena

campesinos. César Vallejo en el car poético inmortalizando cuestiones

indígenas. En el campo político José Carlos Mariátegui, plantea

soluciones certeras al problema campesino.

En el Oncenio de Leguía lo notorio fueron las protestas campes

Específicamente aquel fenómeno irrumpió con mayor claridad en años

1921, 1922, y 1923 en los varios líderes indígenas se proclama Incas

y Presidentes del Tahuantinsuyo. Sus mensajeros anunciaron el fin

del mundo; que el tiempo de los mitos había acabado y era hora de

los Incas. Los soberanos andinos retornable dirigir a los runas con la

protección sus apus, auquis y pagos. Establece la sede de su

gobierno, nombre nuevas autoridades y proclamaron la destrucción

de las haciendas para su conversión en comunidades. En general,

declararon guerra a muerte al latifundismo y al orden imperante para

reemplazarlo por un nuevo imperio orgánicamente constituido. Una

imagen idílica del pasado mantenido en la tradición oral y en la

conciencia colectiva se puso en movimiento y entró en acción.

Indios carismáticos, personalidades fulgurantes y visionarios

surgieron en el entorno. Saturados de la opresión y la miseria,

precipitados por los ideales libertarios se lanzaron a establecer un

nuevo mundo, a enderezar entuertos y restaurar el Tahuantinsuyo.

Para ello proclamaban satisfacer las demandas y las aspiraciones de

justicia y catalizar los descontentos creadoramente. Adeptos y

seguidores se identificaban con los líderes, se inmolaron por ellos al

considerarlos depositarios de voluntades divinas y evocaciones

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nativistas. Profetas y mensajeros recorrían pueblos y aldeas

anunciando la llegada de un nuevo reino y la supresión de la injusticia

y adversidades.

En las ciudades de la costa y de la sierra, los líderes anarquistas

habían logrado influenciar sobre los indios migrantes, ganarlos

ideológicamente, preparándolos para la venganza contra los

descendientes de los españoles.

Traumas y atropellos ocasionados por sus antecesores debían ser

ahora zanjados por los "ayllus del sol" liderados por los profetas

libertarios. Pero para lograr la aquiescencia de los ayllus y

comunidades era necesario presentarles una utopía, es decir, la

llegada de un mundo y una época en que desaparecería el hambre, la

miseria, la opresión, donde la opulencia, el trabajo y el paternalismo

conduciría a la vida de los hombres bajo la tutela de la pródiga

naturaleza. Para esto había que restaurar los mistis; devolverles la

vitalidad y la confianza perdidas a los hombres del ande inspirados en

los ejemplos de Koprotkin, Malatesta, Bakunin, Ferrer y Anselmo

Lorenzo. Con aquel propósito crearon "El Movimiento Tahuantinsuyo".

Sus miembros se reclutaron entre los indios de la comunidad y los

obreros de la ciudad. Ellos juraban fidelidad a la institución a sus

principios y programas, alentaban la creación de comités y sub-

comités del Tahuantinsuyo en todos los confines del país. La mística

en el poder de los Incas y la radicalidad de los anarquistas los

alimentaban tozudamente. Los mensajeros eran elegidos

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democráticamente en asambleas populares, con actas en que

consignan los votos y la delegación de la voluntad mancomunada.

Una coyuntura de crisis ocasionada por la caída de los precios de la

lana, por el embate de la ley de conscripción vial y la desmesurada

expansión del latifundio propiciaron la irrupción violenta de los Incas

y sus seguidores.

Aldeas, pueblos y haciendas fueron saqueadas y tomadas en nombre

del nuevo Tahuantinsuyo. Particularmente los departamentos del

Cuzco, Puno, Arequipa, Ayacucho, fueron los escenarios de la

agitación andina. Estructuras arcaicas y tradicionales albergaban en

esas regiones a la mancha india con toda su idiosincrasia inalterada e

incandescente. Tiempos revueltos que anunciaban el retorno de los

Incas, y la formación de la Ligas y ejércitos de hacendados

culminaron con enfrentamientos que enrojecieron

al país dejando una secuela de muertos en escenas dantescas. Voces

rugientes, rostros enhiestos fueron silenciados y aplastados con el

crujir de los cañones y el trote de los caballos.

Un final lóbrego y doliente fue el resultado de aquel milenarismo

andino que quiso que la utopía se trocase en realidad; que la

esperanza se convirtiera en historia; en una palabra: la quimera

libertaria ponga el "mundo al revés"

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Los hombres, las ideas y las organizaciones que actuaron en esta

coyuntura sirvieron de fermento a las opciones socialistas de

Mariátegui y la aprista de Haya de la Torre.

El Amauta, que observó de cerca el movimiento y los ideales que

impulsaban, fue renuente y advertencia. En 1923 advirtió: «Los

indigenismos revolucionarios, en lugar de un platón amor al pasado

incaico, manifiestan i activa y concreta solidaridad con indio de hoy.

Este indigenismo no su< con utópicas restauraciones. Sienten pasado

como una raíz, pero no como programa». En 1927, al prologar el libro

Tempestad en los Andes de Luis Valcárcel comentó: «La sierra

amanece grávida esperanza. Aparecen los "nuevos indios el maestro,

el agitador, el labriego pastor, ya no son los mismos... que los

distingue no es su instrucción sino su espíritu. El nuevo indio español

tiene su meta... No es la civilización no es el alfabeto del blanco, lo

levanta el alma del indio. Es el mito la idea de la revolución

socialista». Y 1930, presentando el libro El Amauta Atusparia de

Ernesto Reyna, reitera condena a la utópica espera de rete al Imperio

de los Incas, considerando la idea, tan anacrónica como la honda

rejón; tan aristocrática por provenir curacas y caciques incapaces del

movimiento de masas otro progreso que el de una extemporánea e

impone restauración. La única alterna que puede dar sentido

moderno causa indígena es el socialismo la realización de esta

empresa convocado el proletariado.

Los líderes y profetas que fueron atraídos por la prédica Mariateguista

fueron: Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe.

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Al APRA se asimilaron Hipólito Pérez y los Demetrio Sandovales,

quienes continuaron con la mentalidad utópica alentada por los

anarquistas, como se desprende del programa que propusieron a los

campesinos del Perú en 1933.

Por otra parte, el historiador Jorge Basadre nos ha dejado sus

someros comentarios acerca del espíritu de la época:

Los años en que fuimos estudiantes sirvieron como un ambiente

propicio en el que fueron emergiendo muchas ideas y orientaciones.

Nuestra juventud no correspondió a una época pacífica y optimista tal

como sucediera en los felices años iniciales del siglo XX. Recibimos de

un modo u otro, las influencias de la I post-Guerra Mundial, de la

Revolución Mexicana y de la Revolución Rusa. Nos golpeó, súbita e

inesperadamente, la gran depresión que sacudió al sistema

capitalista, iniciada en la bolsa de Nueva York en 1929. Nos tocó ser

testigos de la crisis de la democracia liberal que generó

mundialmente los grandes movimientos intelectuales y de masas del

comunismo, del fascismo y del nacionalsocialismo. En los últimos

años de nuestra vida estudiantil y en los primeros que siguieron a

nuestros grados universitarios, seguimos con enorme inquietud y

honda curiosidad el proceso de la descomposición de la monarquía en

España y las señales que anunciaban la posibilidad de la república en

ese país. Y en lo que al Perú atañe, toda nuestra adolescencia y toda

nuestra primera juventud estuvieron

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indisolublemente ligadas a la crisis del régimen político y social

instaurado en 1895 y deshecho en 1919 y a las etapas de

surgimiento, lucha, apogeo, envejecimiento y colapso del Leguiísmo.

Y sobre el ambiente universitario, especialmente el de la Facultad de

Jurisprudencia, donde desarrolló sus estudios y sustentó sus tesis

Miguelina Acosta, don Jorge Basadre indica que los principales cursos

de la carrera eran: Filosofía del Derecho, Derecho Civil, Derecho

Penal, Derecho Comercial, Derecho Romano, Derecho de Minería,

Agricultura e Industria, Derecho Constitucional, Historia del Derecho

y Derecho Internacional, entre otros.

Sobre los catedráticos hace una alusión especial a la figura del doctor

Manuel Vicente Villarán, quien fue el asesor de las tesis de

bachillerato y doctoral de nuestra homenajeada. El historiador dice:

Manuel Vicente Villarán, sin descuidar sus múltiples tareas como

Rector, cargo que ejercía con notorio empeño en 1922, orientaba la

enseñanza del Derecho Constitucional comparado, dedicándola al

examen histórico de la democracia en Inglaterra, al análisis del

sistema parlamentario en ese país y al estudio preciso, aunque

menos detallado, de los sistemas imperantes en Francia, Estados

Unidos y Alemania, éste último convertido entonces en República.

También en el curso del año en que fui su alumno, enfocó dentro de

algunas clases el régimen soviético. César Antonio Ugarte

complementó este panorama con unas cuantas lecciones sobre

Estado y el gobierno que formaban la última parte de la asignatura.

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El nivel era aquí genuinamente universitario. Villarán utilizaba, sobre

todo, obras inglesas y norteamericanas de primera calidad, después

de haber usado años atrás el texto del francés Esmein; y las ponía al

alcance fácil de los estudiantes mediante traducciones hechas por él

mismo. Dentro de estos libros tuvo significación especial el de

Lawrence Lowell, presidente de la Universidad de Harvard. Dedicaba

algunas horas a lo largo del año a hacer preguntas minuciosas y

agudas a los alumnos y a absolver consultas. La cátedra de Derecho

Constitucional Peruano dentro de la que Villarán hizo aportes notables

tratando de enlazar las normas jurídicas con la realidad social, no

estaba entonces a su cargo, si bien pude leer sus magistrales síntesis

sobre nuestras viciosas costumbres electorales y los apuntes que en

1915 tomó de sus lecciones Luis Bullen Pardo.

Asimismo, hace referencia a otros maestros universitarios como José

Matías Manzanilla, Alberto Ulloa Sotomayor y Víctor Maurtúa de

quienes pondera su agilidad mental, erudición y anécdotas sabrosas.

A manera de ejemplo consignamos una: «eran los días en que fue

alumno Juan Francisco Elguera, ese hombre bueno y contraído a

aficiones intelectuales que, en su época, no eran habituales. El Dr.

Manzanilla descubrió que en una de sus clases de Economía Política

estaba Juan Francisco, en un rincón, con los ojos absortos en un

libro. Interrumpió el desarrollo del tema correspondiente a aquella

mañana y preguntó: ¿Qué lee Ud., Elguera? Juan Francisco repuso:

La Biblia, Doctor" Una vez más surgió

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la frase sardónica: ¿Y cuándo llega usted a ser Arzobispo de Lima?

respuesta: "Cuando usted sea Presidente de la República, Doctor".

III. LAS TESIS DE JURISPRUDENCIA

Miguelina Acosta Cárdenas es una estudiante inquieta y como este

vinculada a asociaciones feminista preparó sendos estudios acerca <

matrimonio donde reivindica rebajada condición jurídica de la mucha

y la necesidad de ser considerada igual al hombre.

1. Nuestra institución de matrimonio

Es la tesis de Bachiller que sustentada en junio de 1920 y publica en

setiembre en el quincenario Crítica número 123. Su propuesta

discurre sobre el tema del amor ' familia cuestionando el dominio

hombre sobre la mujer y la búsqueda de su emancipación para el

progreso de la sociedad. La libertad, tanto elección como de moral,

debe ser p del espíritu femenino, que le pertenencia superar el

tutelaje de la mujer frente al marido. El artículo 165 del Código Civil,

que dice el marido debe proteger a la mujer y la mujer obedece

marido es observada por nuestra aún quien señala que tanto el

hombre con la mujer se deben mutuo apoyo jefatural en conjunto la

familia. Igualmente

*-

169 donde la mujer no puede presentarse enjuicio sin la autorización

del marido y el 182 en que la mujer no puede dar; enajenar;

hipotecar a título gratuito u oneroso sin la intervención del marido o

sin su conocimiento por escrito son duramente puestos en tela de

juicio por la graduando. En la misma dirección aboga por que los

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hijos durante el juicio de nulidad del matrimonio no queden al

cuidado del marido, como lo señala el artículo 202. En suma,

Miguelina Acosta plantea la tesis de la unión legítima de dos

voluntades libres para contribuir al mejoramiento de la raza humana.

2. La igualdad civil y jurídica del hombre y la mujer

Es la tesis para optar el grado de Doctora en Jurisprudencia que

presentó en octubre de 1920 y fue publicada el mismo año en la

imprenta de la calle Inambiri en Lima.

Aquí, Miguelina Acosta es más radical que en su tesis anterior por

cuanto, en relación al mencionado artículo 165, señala que este

debiera ser suprimido en su totalidad por ser vejatorio para la mujer.

Dora Mayer está de acuerdo con ella cuando en sus apostillas a la

tesis anota en este punto: "es ofensivo para la dignidad de la mujer".

A fin de que el lector contemporáneo pueda sacar sus propias

conclusiones de la tesis queremos más bien dar cuenta de la lectura

prolija y polémica que hizo Dora Mayer al estudio de su querida

amiga Miguelina.

2.1. Apostillas de Dora Mayer.

Con una letra menuda, firme y clara, Dora ha hecho una crítica

anotada de la tesis. Así, aprueba los puntos de vista de la autora en

lo referente a los artículos 28, 175, 188, 192 y 285. No aprueba lo

referente al matrimonio como vínculo indisoluble y señala que deben

discutirse los artículos 180 y 189, el 190, el 683 y el 20.82.

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Asimismo, hace largas anotaciones proponiendo textos alternativos al

artículo 918, que dice: «la viuda que carece de lo necesario para

subsistir heredará la cuarta parte de los bienes del marido que ha

muerto, con testamento o sin él». Ella sugiere: «La viuda debe

heredar al marido y viceversa no debiendo haber otros herederos

para los bienes raíces hasta la extinción del matrimonio con la muerte

de ambos cónyuges». El artículo 2082 indica en su inciso 4o: "Se

prohíbe ser fiadoras a las mujeres". Miguelina pide que "se suprima

dicho inciso" y Dora comenta: «Art. 2082. Sosteniendo el principio de

la capacidad igual de ambos sexos, no debe haber dicha prohibición y

deben tomarse, al contrario, medidas que impidan tanto al hombre

como a la mujer poner en riesgo las economías domésticas con

fianzas considerables». Igualmente, en lo concerniente a la patria

potestad que sólo reconoce al padre, señala que debía ser a ambos,

incluyendo a la mujer.

Antes de las conclusiones de la Tesis, Dora Mayer, ha anotado lo que

ella considera "los Principios Guiantes":

- La Jefatura común del hogar ejercida por el marido y la mujer.

- Igualdad de ambos cónyuges como personas capaces.

- Rechazo de toda disposición que envuelva un concepto deprimente

para la mujer y presente los intereses de ésta como supeditados a

los del varón.

Y, por último, al final del folleto enfatiza:

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En esta Tesis se ha omitido tomar nota de las disposiciones

contenidas en la Sección Cuarta: Del modo de adquirir el dominio por

herencia, poniendo decidida objeción a lo que se dispone en los

artículos 874 y 876 (Título XVIII, De la Sucesión Legal) como la base

para los demás conceptos emitidos en dicha parte del Código. En

seguida estúdiese ahí mismo la situación de los hijos ilegítimos y

adulterinos.

Como se ve, los comentarios de Dora Mayer a la Tesis de Miguelina

Acosta son un ejemplo de la honestidad intelectual y la manera como

ambiente se preocupaban por el desarrollo de la ciencia Jurídica y,

sobre todo, de condición opacada y disminuida de mujer. Sus

preocupaciones, desvelos los malentendidos con los que tuvieron que

lidiar no fueron en vano. Ahora, solamente existen varias

asociaciones movimientos feministas que continúa la tarea de

Miguelina y Dora, sil dentro de la legislación y de la sociedad las

mujeres tienen un sitial importar que cumplir. La compaginación

armoniosa y plena de los géneros < sin duda, un ideal por el cual hay

q seguir apostando a pesar de todas 1 desavenencias y problemas

que n circundan.

IV. LOS ENSAYOS PEDAGÓGICO

Miguelina Acosta estuvo vincula a los temas de educación desde

Asociación Pro-Indígena que alentar Pedro Zulen y su amiga Dora

Mayer (1909 - 1917). La propuesta de defensa del indio iba en la

siguiendo dirección:

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Pedro Zulen y sus compañeros comprendían plenamente el papel que

debía jugar la educación en el desarrollo nacional:

La escuela es integrante del todo sociedad separable únicamente por

abstracción nuestro entendimiento. Los males de adolece una

colectividad tienen que reflejo necesariamente en toda su institución.

En el país, la educación no podía estar peor. Faltaban maestros,

escuelas, materiales de enseñanza y, más aún, se reprimía todo

intento que partía del pueblo por mejorar aquella situación. La

escuela estaba sumida" en todo un engranaje de mentiras, prejuicios

y convencionalismos"

Había que educar entonces a los futuros maestros, lograr mejores

condiciones de trabajo y enseñanza. Pero la misión era delicada y

compleja: «La educación es una función incesante de la vida toda, el

maestro no sólo educa desde el pupitre de la escuela, sino del medio

social mismo».

Su papel es "servir de guía" y desarrollar el sentimiento afectivo del

educando. La finalidad directriz de su sacerdocio, «es modelar al

hombre que la herencia deposita en sus manos»

Por todo esto, acotaba Dora Mayer: «cualquier entidad, sea individuo

o nación, en cuya influencia se baña el educando, tiene que ser

austeramente dueña de sus pasiones para no enlodar en vez de

limpiar mente ajena».

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Pero el maestro no sólo debía educar su personalidad sino también

instruirse, armarse de conocimientos, poseer la ciencia. De otra

manera no sabría qué enseñar. Ahora, para saber enseñar debía

contar con un arte y una didáctica. Esto le permitiría transmitir con

eficacia

los conocimientos, la ciencia y la cultura. Finalmente, tendría que

conocer bien el carácter y la personalidad del educando. Dora Mayer,

encontraba en Amiel, el mejor ejemplo de inspiración:

El niño ve lo que somos, detrás de lo que deseamos ser. De ahí

deriva su reputación como fisonomista. Él extiende su poder hasta

donde pueda cada uno de nosotros, él es el más sutil de los

diplomáticos. El niño es una luna de aumento.

Aquí, el principio: «¡Maestro, disciplínate a ti mismo! No exageres

nada. La moral que trasmites debes practicarla y, en fin, no mientas.

El caso de la campaña antialcohólica de los Estados Unidos sirvió para

ilustrar aquellas recomendaciones. Al iniciarse la campaña de 1896,

la población consumía unos 67 millones de galones de aguardiente, y

al término de la misma en 1913, el consumo era de más de 140

millones de galones. ¿Qué había pasado? Los textos escolares

exageraban la nota moralizadora con notas horripilantes, con

groseras y fatídicas escenas sobre los bebedores del alcohol. Pero los

alumnos observaban que la realidad era distinta y en sus propios

hogares se libaban licores y no veían aquellas consecuencias. Los

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alumnos se volvieron escépticos y renuentes a la campaña

antialcohólica».

Imbuidos en aquellos ideales, los miembros de la Asociación Pro-

Indígena propiciaron en 1909 unas conversaciones en torno a "La

Educación del Indígena". Durante los días 7, 14, 17 y 24 de julio,

debatieron el problema profesionales, intelectuales, artesanos y

estudiantes desde diversos ángulos y puntos de vista. El periódico El

Indio, bajo la dirección de Santiago Giraldo, dio cuenta de los

planteamientos más significativos. He aquí las intervenciones:

Dora Mayer, "la noble y sincera escritora' decía: «Los indios se

quejan eternamente: ¡No hay justicia Señores: "la justicia es la mejor

educación que se puede dar a un pueblo”! La Asociación debe encarar

a los gamonales que son la causa primaria del abatimiento del indio.

Cuando vienen a Lima, aquí debemos hacer que despierte en los

amos la vergüenza de ser convictos de abusos humanos».

Julia Delaway reclamaba el establecimiento de una cátedra de

quechua para educar al indio en su propio idioma.

Víctor Andrés Belaúnde, profesor de la Facultad de Jurisprudencia,

consideraba necesario crear una legislación tutelar de la raza

indígena.

Teodomiro Gutiérrez Cuevas, apoderado de los indígenas de

Chuchito, dijo: "vengo a presentar mis agradecimientos y

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felicitaciones al Centro Universitario por su interesantísima labor

proindígena y espero que ella ha de ser trascender y proficua

consecuencia". Reseñó atrocidades del gamonalismo y pi su condena

y proscripción.

Federico Ortiz fue más explícito su análisis. Puntualizó: «la

experiencia de la vida, del trabajo, y no de la cien me ha enseñado

que la pretensión inferioridad de la raza indígena resultado de un

régimen de explota secular en el que se mantiene educadla para

desarrollar su can y energía y veréis que el indio vuestras serranías

es esencialmente valioso». Ortiz intervenía a ñor de la delegación

obrera conforme por Benza, Chumpitasi, Fernández Portocarrero,

Bravo y Rosales.

Juan Baustista y Lavalle, Presi del Centro Universitario, sostuvo

necesario cambiar la orientación educar al indio. Urge, ante toda

formación de autoridades honda y la creación de escuelas rurales

restricción del alcohol».

Pedro Zulen, entonces estuvo de Letras, solicitó: «des vuestros

espíritus de todas trabas que los prejuicios oposición su

expansionamiento: la condesa principal para asegurar el triunfo

deshacernos de nuestra ignorancia. Una defectuosa educación hasta

hoy la existencia de juventud conscientes de sus deberes seguros.

La educación del indio es indiscutible. El indio es uno de los

elementos más valiosos para el progreso nacional Esa raza es el único

23
almácigo de ciudadanos que tiene el Perú para conservar su

independencia».

Posteriormente, el problema de la educación y, de la educación

indígena en particular, se discutió en las páginas de la revista «La

Escuela Moderna», órgano de la Escuela de Pedagogía en el que

colaboraban asiduamente

María Alvarado Rivera, José Antonio Encinas, Francisco Chuquihuanca

Ayulo, Julián Palacios y otros delegados de la Asociación. Sin

embargo, fue Modesto Málaga, quien trató el tema con mayor rigor y

coherencia. Él partía de la tesis que «la instrucción de la raza

indígena es una de las condiciones del engrandecimiento nacional. Es

básico propiciar el perfeccionamiento de su voluntad, el cultivo de sus

facultades físicas, intelectuales y morales». Pero, cómo lograr la

educación del indio cuando las bases mismas de la sociedad atentan

contra ella. Sus instituciones se oponían a ella y desde ese punto de

vista tenían razón. La educación del indio no les convenía:

porque el día que suceda esto, no habrá reparto forzoso y obligatorio

de lanas, no tendrán peones gratuitos para su servicio personal,

desaparecerán los devotos y con las devociones la cosecha de dinero

para párrocos, gamonales y caciques.

Tampoco es posible educar con el ejemplo, cuando justamente los

que saben leer y escribir son quienes más explotan al indio. Lejos de

respetar las garantías y los derechos, los pisotean y se ufanan de

ello. En suma, decía Málaga, si el indio se sustrae de la escuela, huye

24
del ejército, odia al Estado y a la civilización, es porque ese Estado y

esa civilización se cruzan de brazos y sirven de cómplices al

gamonalismo opresor.

El medio ambiente donde habita el indio es igualmente adverso a la

educación. Su incredulidad, su apego a la tradición eran perjudiciales

a la civilización. La miseria secular obliga al indio a enviar a sus hijos

a la labranza, al pastoreo y al trabajo de sus padres. Y aquellos que

logran ingresar a las escuelas, se encuentran con otras carreras, con

escasez de materiales de enseñanza, pobreza de mobiliario y, lo que

es más grave, carecen de maestros. Estos son, en su mayor parte,

improvisados por la tarjeta o nombrados por favor, repiten en la

escuela textos y conocimientos que los alumnos deben aprender de

memoria y mecánicamente y, en el peor de los casos, ni siquiera

entienden por el freno del idioma.

Pero no todo estaba perdido, había excepciones y posibilidades. Al

margen del Estado, por iniciativa y entrega popular empezaban a

surgir verdaderas escuelas de regeneración indígena. Este es el caso

de "La Escuela Particular de los Indígenas de la Parcialidad de

Platería", ubicada en Chuchito-Puno fundada en junio de 1904. Su

gestor y conductor fue Manuel Zúñiga Camacho, indio y maestro por

excelencia:

a sus cualidades excepcionales de poseer el castellano, el quechua y

el aymara y ser maestro en el genuino y elevado sentido de la

palabra, es algo más que un simple preceptor corriente, es un

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verdadero adalido de la causa de la educación e instrucción de su

raza.

La escuela funcionaba con una población de 60 a 70 estudiantes.

Podían matricularse los niños de ambos sexos y los adultos que lo

hacían atraídos por la prédica moral de su director. En la escuela,

aparte de enseñar a leer y escribir, se combatía el alcoholismo y

adicción a la cocaína. Se fomentaba la higiene y la sana alimentación.

La práctica de la artesanía y las técnicas mejoradas de cultivo y

crianza de ganado eran actividades inherentes a la escuela. Manuel

Zúñiga Camacho era adventista. Por esta razón, el clero y el

gamonalismo, no tardaron en reaccionar en su contra. En 1908, la

escuela fue clausurada bajo el pretexto de haber incurrido en

omisiones administrativas.

Pedro Zulen, al asumir la defensa de la Escuela de Platería, consideró

el atropello "como un atentado a la cultura nacional". Luego de un

extenso alegato jurídico concluía:

Aquí en nuestro país, se presenta el triste espectáculo de escuelas en

que no se conoce un mapa del Perú, en que el material escolar se

reduce a unos cuantos adobes en que verdaderos corrales constituye:

sus locales, en que la única lección que los niños no olvidan es la que

el maestro les dio enviándoles a comprar alcohol para beber e su

delante en que muchos niños se queda sin recibir instrucción alguna,

porque han que caminar leguas, pasar ríos que no conocen puentes,

donde a los preceptores se les paga sueldos miserables. No hay

26
derecho, no hay moral, no hay lógica para clausura la Escuela de

Platería.

Por su lado, el mismo Zuñiga Camacho puntualizó en una elocuencia

memorial las razones que alentaba la agresión al gamonalismo. Señal

enfáticamente:

¡Es porque proclamamos la redención c indio! Porque nos resistimos a

los servicios gratuitos que todavía intentan perpetua los gamonales;

porque nos dedicamos a lectura del Evangelio, porque nos negando a

concurrir de mojigangas, a bailar en fiestas religiosas...

defendiendo... nuestra salí del veneno del alcohol... y nuestra merma

hacienda de las prebendas debidas al curso al gobernador.

Luego de estos combates, la escuela reanudó sus actividades. Toda

vecindad estaba identificada con él. Su dirección impulsó la creación

de d escuelas más: la de Pallalla, a cargo la maestra Daría López, y la

de Cco dirigida por Lino Zolano. Empei el odio y la violencia

declarados por el gamonalismo volvieron con más fuerza. En 1913

"una multitud de jinetes encabezados por el Obispo Valentín Ampuero

asaltaron las casas y cometieron una serie de actos vandálicos y

encarcelaron a Manuel Zúñiga Camacho". Las gestiones y la defensa

del maestro corrieron a cargo de Francisco Chuquihuanca "abnegado

representante de la raza indígena". Manuel Zúñiga dijo esta vez:

“el único delito que hemos cometido es educar el espíritu del indio,

moralizar sus costumbres y cultivar su inteligencia”.

27
De esta manera, concluyó un experimento de educación popular. Un

movimiento de aspiraciones que traducía la creatividad campesina,

fue cortado, aplastado por el clero y el gamonalismo. Inspirado en el

adventismo, es cierto, pero iba formando un espíritu altanero y de

igualdad ante los mistis. La Asociación Pro-Indígena estableció

siguiendo sus ideales, una "Escuela Gratuita para Indígenas" en

Jauja, en 1910. Su instalación y funcionamiento fueron promovidos

por Carlos Valdéz de la Torre y Augusto Cazorla. En el diario El

Comercio de Lima, se inserta la siguiente nota:

¡es la primera que se establece en su género en el Perú, recibe a los

indios de todas las edades. Imparte lecciones de historia, geografía,

derecho y obligaciones, educación moral del indio, contra el maltrato

de la mujer y finalmente le inspira confianza, amor al trabajo y a la

Patria.

Lamentablemente, no tenemos más información sobre la suerte que

siguió la escuela, instalada por la Pro-Indígena.

Discutido y planteado el problema de la educación indígena, en los

términos que hemos señalado, los delegados de la Asociación

consideraban que el Estado debía asumir una solución global. En las

alternativas específicas no tenían unanimidad de criterios. Llegaron a

ser incluso divergentes y hasta contrapuestos. Así, Modesto Málaga

demandaba algunas condiciones básicas para educar al indio:

- Supresión y prohibición radical y absoluta de todo servicio gratuito

y obligatorio.

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- Profesores que hablen quechua y sean de aptitud y moralidad

comprobadas.

- Exoneración de los pagos prediales y contribuciones a los padres

de familia.

- Libre ejercicio de los derechos indígenas, estableciendo severas

represiones contra los tiranos y explotadores.

El delegado puneño, Arturo Peralta, enérgicamente clamaba:

¡Educación! ¡Educación! He ahí en el horizonte, apuntando ya la

aurora de las verdaderas libertades, he ahí el alma que blandirán los

que anhelamos venganza, he ahí la metralleta que extinguirá a los

verdugos.

Joaquín Capelo, Presidente de la Institución, era más bien escéptico.

Pero al mismo tiempo era el más realista. El postuló dos tesis

concluyentes:

a. El indio debe ser educado igual que cualquier otro individuo. No es

necesario una educación suigéneris, especial, como si fueran

cretinos o imbéciles. La diferencia de raza no existe.

b. En el Perú un indio es un paria y nada más. Cuanto se diga en

contra es mentira. Al paria no se le educa; antes se le liberta, se le

vuelve a la condición de hombre. Ésa es la primera educación que

necesita: el hecho de que se vea amparado de justicia y libertad.

Posteriormente, Ezequiel Urviola, Apoderado General y Defensor de la

Raza Aborigen y Miembro Fundador del Consejo de Defensa e

29
Instrucción Indígena, junto con Manuel Zúñiga Camacho, publican el

siguiente Memorial sobre Instrucción:

"Señor Presidente de la República Augusto B. Leguía. S.P.

Ezequiel Urviola, Apoderado General y Defensor de la Raza Aborigen

y Miembro Fundador del Consejo de Defensa e Instrucción Indígena,

en legítima representación d< Indígenas comuneros del

Departamento Puno, ante Ud. con todo respeto me prese)

exponiendo razones solicito:

Desde el principio de la vida republicar una centuria de años en el

Perú, la Instrucción no se ha hecho extensiva a la privilegia

Inteligente Raza Indígena, donde está baja la prosperidad y el

engrandecimiento del de mañana.

Las Escuelas Fiscales y Rurales de la República con una implantación

imperfecta ) hoy no han tenido el resultado satisfactor redimir al

indio: 1° Porque por convenido de los señores feudales que no

quieren que aborigen despierte del sueño de la ignorancia,

intencionalmente han puesto al fren la dirección de estos planteles de

enseña personas desprovistas de toda moralidad todo conocimiento

más rudimentario, han hecho más que pasar el tiempo, explana la

raza, corromperla, embrutecerla y ganen balde el presupuesto, con

notable perjuicio instrucción y defraudando las arcas nació 2o La

mayor parte de los niños indígena ido del campo a la escuela y no

han aprecia nada. Al contrario, estos niños vivos, perspicaces,

inteligentes, alegres y risueña después de 5 a 10 años han vuelto a

30
sus res inutilizados, anulados, neutralizados la vida y lleno de vicios y

malas costumbres adquiridas de pésimas compañías, porque en la

Escuela, intencionalmente y, a propósito, fuerza de golpes, mal

ejemplo, se les malta y humillaba. Perdiéndose así, la fuerza pi sora,

la más poderosa energía de la N; que es algo indecoroso decirlo por

respeto y prestigio del país, que por ahora la prudencia obliga a

callar.

Señor Presidente, aun con todo en esta época de maravillosa métame

universal, mis hermanos los indígenas y anheladamente desean salir

de las obscuras brumas de la negra ignorancia para liberarse de su

superstición, los vicios y de la esclavitud. La instrucción es el plan

necesario de los pueblos contemporáneos, la excelsa virtud del

Progreso, de Bien y de la inmortalidad humana, y, por esto,

conocedor de su espíritu de patriotismo y progreso apelamos ante

Ud., Señor, a fin de que nos dispenséis de los saludables beneficios

de ella, para que en lo futuro podamos ser elementos benefactores

para la Familia, Sociedad, Pueblo y Humanidad entera; poderosos

brazos obreros, útiles y necesarios para el engrandecimiento del país;

ciudadanos conscientes y firmes para la Nación y abnegados y

valerosos defensores de la Patria Peruana.

En estas circunstancias, ruego a su espíritu de patriotismo y

progreso, nos conceda facultades y amplias garantías para establecer

por nuestra cuenta escuelas en todas nuestras comunidades del

departamento de Puno; también y encarecidamente suplicamos a Ud.

nos favorezca con la fundación de una Escuela de Artes y Oficios para

31
la raza indígena y preparación de maestros netamente indígenas en

la ciudad de Puno, bajo mi dirección, tal como me permití manifestar

a Ud. en mi carta dirigida de Puno en 1919. Otrosí; pedimos nos

favorezca también con muebles y útiles de enseñanza para todas

nuestras escuelas.

En esta virtud:

A Ud. rogamos, Señor Presidente, tenga el patriotismo de atendernos

con entereza, accediendo a nuestras peticiones, en homenaje a la

Patria".

Aquí, resaltan la necesidad de educar al indio y las razones por las

cuales las escuelas no han tenido la eficiencia necesaria. Luego, en el

Tercer Congreso Nacional Indígena "Tahuantinsuyo", Urviola propuso

la industrialización de las escuelas indígenas. Sobre el tema dijo que

«las escuelas actuales se hallan muy deficientes y los métodos que

enseñan los preceptores no llenan las necesidades de los niños de

ambos sexos. Dio lectura a una carta escrita por una profesora que

denuncia los atropellos de que eran víctimas los niños»

Por entonces, la revista de Sicuani (Cusco), recoge una conclusión

contundente: la escuela es la única fuente salvadora después de

conjurados los movimientos indígenas de los años 20. El indio quiere

escuelas, desea a todo trance capacitarse al igual que sus opresores.

La Dirección de Enseñanza ha recibido una cantidad considerable de

solicitudes pidiendo la apertura de escuelas. Hasta tanto, sus locales

son casuchas abandonadas, iglesias construidas bajo la forma de

32
yanasi (donación de tareas de los ancianos). Sus mobiliarios son

asientos de barro, pellejos de carnero. De maestros han tomado,

generalmente, a indiecitos con instrucción primaria. Cobran un exiguo

haber por alumno o reciben algún regalito semanal como pitanza

(impuesto a los escolares, practicado antiguamente).

El alumno es el niño indio que se ha substraído de la vida económica

de la familia. Recorre largas distancias para llegar a su escuela. Lleva

en su chuspa (bolsa) de cuero fiambre de charqui o cancha.

Acurrucados en el estrecho círculo de la choza - escuela, sentados en

sus poyos de barro "más parecen momias en caverna que niños en

una escuela". Son quechua hablantes, tienen problemas con el idioma

castellano pero siguen, con porfía, el camino de la instrucción.

y, Por esos años, Miguelina Acosta comentaba elogiosamente la

Educación por la Paz y la abolición de las milicias y. presupuestos

militares en Suiza. Comentando que, «sería de desear que los

educadores de todos los países europeos y americanos como los de

los demás continentes se solidarizaran con la actitud de los

educadores suizos para orientar el espíritu de las generaciones del

porvenir hacia los ideales pacifistas indispensables para la

prosperidad de las naciones...»

Y, hacia 1928, plantea su tesis de fundar las Escuelas Rurales

Ambulantes para educar a los niños indios. Allí señala las condiciones

miserables a las que han sido reducidas las poblaciones indígenas.

Hombres, mujeres y niños muestran un espectáculo deprimente e

33
inhumano. «Mujeres desgreñadas y sucias, envueltas en una falda

raída y con mil remiendos cubren su parte inferior del frío que los

atormenta». Niños y niñas que salen a pastar el ganado en los

campos alimentándose sólo con unas cuantas papas sancochadas.

Hombres que son explotados por los gamonales y enganchadores que

los reducen a esclavitud física y moral. Ante aquí situación es

imperiosa la necesidad de procurar la rehabilitación del indio

transformándolo en un ciudad consciente y responsable; capas

reconocer sus derechos y obligaciones. En una palabra, con

aspiraciones al progreso y a la vida civilizada (moderna). Esta labor la

harían los Maestros Rui Ambulantes quienes deben reunir siguientes

requisitos:

«Los maestros ambulantes indígenas deben ser personas de especial

abnegado, preparadas al sacrificio, ser capaces de vivir con cada

familia cada caserío de cada comunidad, de pueblo indígena, el

tiempo necesario para inculcarles la necesidad de género de vida más

racional y huir deben tener más que conocimiento que transmitir,

hechos que estas enseñanzas útiles a la civilización indígena que

repetir; los hombres d conocer la aplicación de las materias primas de

cada región, en la construí de viviendas higiénicas, de mu< sencillos

y de utensilios doméstico mujeres deben ser expertas en d de los

artículos alimenticios loe para enseñar la preparación sencilla

alimentos sanos y nutritivos; en las plantas medicinales, de la forma

alópata y homeopática, para combatir las enfermedades reinales; en

cada localidad; tener nociones de puericultura e higiene infantil.

34
Además, la designación de maestros rurales ambulantes para ser

eficaz, debe ser por parejas casadas. Así, se evitarán los

inconvenientes que pudieran surgir del estado celibatario de los

maestros de ambos sexos.

Estas parejas de maestros rurales ambulantes podrían tener como

circunscripción regiones que podrían ser recorridas durante el año

escolar, con estaciones en cada grupo de. individuos por el lapso de

tiempo indispensable para poner en práctica los medios propicios

para conseguir la transformación de la psiquis indígena.

En el cuerpo de asignación de maestros rurales ambulantes deben

figurar en sitio de preferencia los inspectores viajeros que controlen

de vista la labor de los maestros rurales ambulantes».

Muchos años después (1939), las ideas de Miguelina Acosta fueron

llevadas a la práctica con la creación de "Las Brigadas de

Culturización indígena', donde los profesores (como fue el caso del

gran maestro puneño Julián Palacios) cumplieron una activa y eficaz

participación.

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BIBLIOGRAFÍA

ACOSTA CÁRDENAS, Miguelina: "Nuestra institución matrimonial.

Lima: UNMSM, 1920. Tesis de bachiller en Derecho.

ACOSTA CÁRDENAS, Miguelina: "Igualdad civil y jurídica del hombre

y la mujer". Lima: UNMSM, 1992. Tesis en Jurisprudencia.

BASADRE, Jorge: La vida y la historia. Lima: Banco de la industria,

1980.

KAPSOLI, Wilfredo: Anarquismo y utopía andina. Lima: Tarea, 1984.

VARCÁRCEL, Luis: Tempestad en los andes. Lima: Amauta, 1980.

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