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RENACIMIENTO
RENACIMIENTO
VITALISMO
OPTIMISMO
AFÁN DE REFORMAS
VITALISMO
Florencia
Roma
Venecia
VITALISMO
OPTIMISMO
RACIONALISMO
NEOPLATONISMO
AFÁN DE REFORMAS
AFÁN DE REFORMAS
La figura de Erasmo de
Rotterdam fue clave en la nueva
religiosidad
AFÁN DE REFORMAS
RAFAEL
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
MIGUEL ÁNGEL
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
FRAY ANGELICO
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
BOTTICELLI
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
BRUNELLESCHI
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
BRAMANTE
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
PALESTRINA
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
WILLIAM SHAKESPEARE
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
CHRISTOPHER MARLOWE
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
FRANÇOIS RABELAIS
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
RONSARD
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
MONTAIGNE
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
PENSAMIENTO Y CULTURA EN EL SIGLO XVI
CAMOËNS
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
ESPAÑA EN EL
SIGLO XVI
LA HONRA
Lírica
Cristóbal de Castillejo
tradicional
Libros de
PROSA caballerías
NARRATIVA Novela Lazarillo de Tormes
picaresca
Novela pastoril
Prosa Novela morisca
narrativa
Miguel de Cervantes
Lírica tradicional
Los mitos sustituyen a las alegorías de la Edad Media y son utilizados como
símbolos de las fuerzas de la Naturaleza y de la pasión amorosa.
fuego/hielo
día /noche
calma/tormenta
paz/guerra…
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA POESÍA EN EL SIGLO XVI
Cabello de oro
Ojos azules como el cielo o verdes como
el mar.
Piel blanca como la nieve, los lirios o las
azucenas.
Mejillas rosadas como las rosas.
Labios rojos como el rubí, el clavel, la
rosa…
Dientes blancos y pequeños como perlas.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA POESÍA EN EL SIGLO XVI
54
TEMAS DE LA POESÍA DEL SIGLO XVI :AMOR
Árboles
verdes
Suave brisa
Flores
Aguas
Prado de cristalinas
hierba
verde
“Locus amoenus”
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA POESÍA EN EL SIGLO XVI
63
TEMAS DE LA POESÍA DEL SIGLO XVI : LA NATURALEZA
NATURALEZA
Alabanza de la vida
sencilla
Versos Endecasílabos
Heptasílabos
Innovaciones Canciones
métricas Lírica Sonetos
amorosa Madrigales
Sextinas
Estrofas
Epístola
Lírica moral Oda
Silva
Lira
Églogas Soneto
Innovaciones Odas
en los Epístolas
géneros Elegías
Sátiras…
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA POESÍA EN EL SIGLO XVI
EL SONETO
Juan Boscán
Garcilaso de la Vega
Primer Renacimiento:
Diego Hurtado de Mendoza
época de Carlos I
Hernando de Acuña
Gutierre de Cetina
LUCÍA DE MEDRANO
Fue una poeta y pensador española que creció en la corte de
los Reyes Católicos, al amparo de la reina Isabel.
CATALINA DE PAZ Fue una monja jerónima en el convento de San Pablo en Toledo
que destacó por su inteligencia y sus conocimiento.
ISABEL DE VEGA Nació hacia 1558. Se sabe poco de su vida, pero se supone que
debió transcurrir en la corte o entre los profesores de la
universidad de Alcalá, lo que explicaría su relación con las letras
.
LUISA SIGEA Luisa Sigea hablaba italiano, latín, griego, hebreo, caldeo y
estaba muy versada en poesía e historia. Al parecer, unía a su
talento una espléndida hermosura, y fue celebrada por ambos
aspectos por numerosos escritores de su época.
LUISA CARVAJAL Y Nació en el seno de una familia noble, pero quedó pronto
MENDOZA huérfana, quedando al cuidado de su tío, que la educó en
Pamplona en un ambiente de piedad, lectura de clásicos y
duras penitencias corporales, lo que le dio un carácter
independiente y una férrea voluntad.
VIDA Y PERSONALIDAD
VIDA Y PERSONALIDAD
SU OBRA
• Es relativamente breve:
• Oda a la flor de Gnido
• Una epístola en verso a Juan Boscán.
• Dos elegías
• Tres églogas
• Cuatro canciones
• Cuarenta sonetos
• Algunas muestras de poesía
tradicional
GARCILASO DE LA VEGA (1501- 1536)
EVOLUCIÓN POÉTICA DE GARCILASO
Silencio intimista
Primera etapa Temas Austeridad imaginativa
Influencia Desinterés por el exterior
cancioneril
Octosílabos
Formas Primeros metros italianos
Artificios cancioneriles: antítesis, paradojas…
SU OBRA
LOS SONETOS
Temas
Amor neoplatónico.
Indiferencia de la dama.
Amor
Dolor del amante.
Esperanza y desesperanza.
GARCILASO DE LA VEGA (1501- 1536)
SU OBRA
LOS SONETOS
SU OBRA
LAS ELEGÍAS
SU OBRA
LAS ÉGLOGAS
SALICIO NEMOROSO
Un narrador introduce las tristes quejas Llora la muerte de su querida Elisa.
de Salicio, quien se lamenta por el
rechazo de Galatea.
Ambos parecen ser el “yo” del poeta, que plantea el debate sobre qué pena es
mayor: la del que ha sido rechazado o la del que ha perdido a su amada para
siempre. El poeta concluye en una atmósfera de melancolía y afirmación del
“dolorido sentir” como condición de la existencia humana.
ESTILO
Frecuentes exclamaciones y preguntas
Énfasis en la ponderación.
Descripción hiperbólica del sentimiento amoroso
Identificación de la naturaleza con el dolor del poeta.
Sincera confesión y contención sobria.
ÉGLOGA II
Es la primera que escribió. Es la más extensa de las tres y la única que presenta
acción dramática.
ALBANIO NEMOROSO
Se centra en el amor no correspondido Además de contar sus experiencias
de Albanio hacia Camila. Albanio amorosas, elogia las hazañas del
intenta suicidarse y relata sus duque de Alba, protector del poeta.
desventuras.
ÉGLOGA III
SU OBRA
TEMAS: EL AMOR
SU OBRA
TEMAS: EL AMOR
SU OBRA
TEMAS: LA NATURALEZA
SU OBRA
TEMAS: LA NATURALEZA
EL ESTILO
NATURALIDAD
SENCILLEZ
ESTILO
Todo ello es fruto del contexto histórico y literario en que se movió Garcilaso y de los
sistemas poéticos que conoció. El primer tercio del siglo XVI es una época de intensa
innovación y apertura que Garcilaso vivió en España y en Italia.
LOS SONETOS
SONETO
Amor, amor, un hábito vestí
el cual de vuestro paño fue cortado;
al vestir ancho fue, mas apretado
y estrecho cuando estuvo sobre mí.
y en tanto que el cabello, que en la vena ¿Dónde las blancas perlas con que enfrena
del oro se escogió, con vuelo presto la voz suave, honesta y amorosa?
por el hermoso cuello, blanco, enhiesto, ¿Dónde la frente bella y espaciosa,
el viento mueve, esparce y desordena, más que el primer albor pura y serena?
Marchitará la rosa el viento helado, y ¿de qué sol tomó la ardiente lumbre
todo lo mudará la edad ligera de aquellos ojos, que la paz tranquila
por no hacer mudanza en su costumbre. para siempre arrojaron de mi alma?
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar, ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad refrena;
Elementos vegetales
Aquel que fue la causa de tal daño ¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
a fuerza de llorar, crecer hacía que con llorarla crezca cada día
este árbol, que con lágrimas regaba la causa y la razón por que lloraba!
Si de mi baja lira
tanto pudiese el son que en un
momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento,
y en ásperas montañas
con el suave canto enterneciese
las fieras alimañas
los árboles moviese
y al son confusamente los trujese,
no pienses que cantado
sería de mí, hermosa flor de Gnido,
el fiero Marte airado,
a muerte convertido,
de polvo y sangre y de sudor teñido […]
Mas solamente aquella
fuerza de tu beldad sería cantada,
y alguna vez con ella
también sería notada
el aspereza con que estás armada […]
Hablo aquí de aquel cativo
de quien tener se debe más cuidado,
que está muriendo vivo
al remo condenado,
en la concha de Venus amarrado […]
Hágale temerosa
el caso de Anaxárate, y cobarde,
que de ser desdeñosa
se arrepintió muy tarde,
y así su alma con su mármol arde. […]
LAS ÉGLOGAS
SALICIO:
¡Oh más dura que el mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!
Estoy muriendo, y aún la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas:
que no hay sin ti el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno es tal estado,
de ti desamparado,
y de mí mismo me avergüenzo ahora.
¿De un alma te desdeñas ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
della salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas , corriendo. […]
…..Por ti el silencio de la selva umbrosa,
por ti la esquividad y apartamiento
del solitario monte me agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.
¡Ay ,cuánto me engañaba!
¡Ay, cuán diferente era
y cuán de otra manera
lo que en tu falso pecho se escondía!
Bien claro con su voz me lo decía
la siniestra corneja repitiendo
la desventura mía.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. […]
Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?
tus claros ojos ¿a quién los volviste?
¿por quién tan sin respeto me trocaste?
Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?
¿Cuál es el cuello que, como en cadena
de tus hermosos brazos anudaste?
No hay corazón que baste
aunque fuese de piedra
viendo mi amada yedra
de mí arrancada, en otro muro asida
y mi parra en otro olmo entretejida
que no se esté con llanto deshaciendo
hasta acabar la vida.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. […]
……Con mi llorar las piedras enternecen
su natural dureza y la quebrantan;
los árboles parece que se inclinan;
las aves que me escuchan, cuando cantan,
con diferente voz se condolecen
y mi morir cantando me adivinan.
Las fieras que reclinan
su cuerpo fatigado,
dejan el sosegado
sueño por escuchar mi llanto triste.
Tú sola contra mí te endureciste,
los ojos aun siquiera no volviendo
a los que tú hiciste.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. […]
NEMOROSO
Corrientes aguas puras, cristalinas;
árboles que os estáis mirando en ellas,
verde prado de fresca sombra lleno,
aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno;
yo me vi tan ajeno
del grave mal que siento,
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría
por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegría.
Y en este mismo valle, donde agora
me entristezco y me canso, en el reposo
estuve tan contento y descansado.
¡Oh bien caduco, vano y presuroso!
Acuérdate durmiendo aquí algún hora,
que despertando, a Elisa vi a mi lado,
¡Oh miserable hado!
¡Oh tela delicada
antes de tiempo dada
a los agudos filos de la muerte!
Más convenible fuera aquesta suerte
a los cansados años de mi vida,
que es más que el hierro fuerte,
pues no la ha quebrantado tu partida
¿Dó están agora aquellos claros ojos
que llevaban tras sí, como colgada,
mi alma, doquier que ellos se volvían?
¿Dò está la blanca mano delicada,
llena de vencimientos y despojos
que de mi mis sentidos le ofrecían?
Los cabellos que veían
con gran desprecio al oro
como a menor tesoro
¿adónde están? ¿adónde el blanco pecho?
¿Dó la columna que el dorado techo
con proporción graciosa sostenía?
Aquesto todo agora ya se encierra,
por desventura mía,
en la oscura, desierta y dura tierra.
Después que nos dejaste nunca pace
en hartura el ganado ya, ni acude
el campo al labrador con mano llena.
No hay bien que en mal no se convierta y mude:
la mala hierba al trigo ahoga, y nace
en lugar suyo la infelice avena
la tierra que de buena
gana nos producía
flores con que solía
quitar en solo verlas mis enojos
produce agora en cambio estos abrojos,
ya de rigor de espinas intratable:
yo hago con mis ojos,
crecer, llorando , el fruto miserable.
Fray Luis de León
VIDA Y PERSONALIDAD
VIDA Y PERSONALIDAD
VIDA Y PERSONALIDAD
OBRA POÉTICA
VIDA Y PERSONALIDAD
Aunque el propio fray Luis preparó una edición de sus poesías, estas no fueron
publicadas durante su vida, salvo algunas traducciones. Fue Quevedo quien en 1637 las
editó por primera vez, si bien eran ya conocidas, pues circulaban manuscritas.
OBRA POÉTICA
• La obra poética original de fray Luis es bastante breve: menos de cuarenta poemas.
Aparte de unos sonetos juveniles dentro de la tradición petrarquista, la mayoría de sus
poemas pertenecen al género clásico de la oda.
• Si bien no es segura la datación de los textos, los poemas de fray Luis suelen
agruparse en tres periodos:
TEMAS
TEMAS
• La mayor parte de los motivos de la poesía de fray Luis tienen su origen en la tradición
clásica neoestoica y neoplatónica:
TEMAS
• Estos temas clásicos deben ser entendidos desde una PERSPECTIVA CRISTIANA.
Deseo de armonía
Añoranza del cielo cristiano
Deseo de paz
como suprema liberación
Deseo de serenidad
Ansia de perfección
Experiencia Éxtasis intelectual en el que se
Anhelo de unión con
mística intuye la armonía universal, pero
la divinidad
del que se vuelve a caer a la
tierra, vista como una dolorosa
prisión.
FRAY LUIS DE LEÓN
ESTILO
ESTILO
Es llamativo el desarrollo en el
siglo XVI de la literatura mística.
ASCÉTICA MÍSTICA
Trata del esfuerzo del hombre Intenta describir el don gratuito que Dios concede al
para alcanzar la perfección fundirse con ellas y llenarlas de amor
moral
y acercarse a Dios FASES DE LA UNIÓN MÍSTICA
PURGATIVA
El alma se libra del pecado mediante la penitencia y la
práctica de la virtud.
ILUMINATIVA
El alma se somete a Dios, renuncia a la razón y recibe
una sabiduría especial que la ilumina.
UNITIVA
Éxtasis: Supone la unión mística entre el alma y Dios.
Supone la anulación de los sentidos y una sensación
de felicidad inefable.
LA LITERATURA MÍSTICA
Las figuras más representativas de la mística española son Teresa de Jesús y Juan de la
Cruz.
SAN JUAN DE LA CRUZ
VIDA Y PERSONALIDAD
VIDA Y PERSONALIDAD
SU OBRA
La producción poética de Juan de la Cruz es muy breve y, sin embargo, alcanza con ella un
lugar señero en la lírica universal.
SU OBRA
CÁNTICO ESPIRITUAL
SU OBRA
SU OBRA
• Es un poema de cuatro
estrofas centrado en las
sensaciones amorosas que
expresa la Amada en la unión
con Dios, el éxtasis místico.
SAN JUAN DE LA CRUZ
SU OBRA
TEMAS
SU OBRA
SU OBRA
La obra de san Juan fue vista con suspicacia desde el principio y de diversos modos se la
intentaba integrar dentro de los límites de la teología positiva escolástica.
TEMAS
Aniquilación de la voluntad.
ESTILO
• Desemboca en sus textos toda una historia de la poesía lírica en Occidente, desde la
poesía trovadoresca hasta la literatura del amor cortés.
• Desde aquí partiría la recreación poética de san Juan, reformulando ese yo lírico en la
figura y la voz de una mujer que busca y encuentra a su amado.
SAN JUAN DE LA CRUZ
ESTILO
INFLUENCIAS
ESTILO
RECURSOS
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía,
VÍA sino la que en el corazón ardía.
ILUMINATIVA Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
El poema sigue con la alegoría, la amada (el alma)
En la vía unitiva, el alma se somete
sale del cuerpo (la casa) en medio de la noche
a Dios, renuncia a la razón y recibe
oscura (la vía purgativa) guiada por la luz.
una sabiduría especial que la
ilumina.
AMADA
¿Adónde te escondiste,
PREGUNTA A LAS CRIATURAS
Amado, y me dejaste con gemido?
¡O bosques y espesuras
Como el ciervo huiste
plantadas por la mano del Amado!,
habiéndome herido;
¡o prado de verduras
salí tras ti clamando y eras ido.
de flores esmaltado!,
Pastores, los que fuerdes
decid si por vosotros ha pasado.
allá por las majadas al otero,
si por ventura vierdes
RESPUESTA DE LAS CRIATURAS
aquél que yo más quiero,
Mil gracias derramando
decidle que adolezco, peno y muero.
pasó por estos sotos con presura;
Buscando mis amores
y, yéndolos mirando
iré por esos montes y riberas;
con sola su figura
ni cogeré las flores,
vestidos los dejó de hermosura.
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.
LA PROSA
RENACENTISTA
Diálogos
Libros de caballerías
PROSA
Libros de pastores
Novelas bizantinas
Novelas moriscas
PROSA NARRATIVA
Novelas cortas italianas
Novelas celestinescas
Lazarillo de Tormes
LA PROSA DIDÁCTICA
DIÁLOGOS
LA PROSA DIDÁCTICA
LA PROSA DIDÁCTICA
Epístolas
Historias
Otros modelos
prosísticos del siglo Relatos
XVI Facecias
Apotegmas
Misceláneas
LA PROSA DIDÁCTICA
Jerónimo Zurita
PROSA MORAL
LA PROSA NARRATIVA
LA PROSA NARRATIVA
LIBROS DE CABALLERÍAS
LA PROSA NARRATIVA
LA PROSA NARRATIVA
VIAJE
LA PROSA NARRATIVA
LA PROSA NARRATIVA
LA PROSA NARRATIVA
NOVELAS BIZANTINAS
VIAJE
LA PROSA NARRATIVA
NOVELAS BIZANTINAS
LA PROSA NARRATIVA
NOVELAS BIZANTINAS
LA PROSA NARRATIVA
NOVELAS MORISCAS
LA PROSA NARRATIVA
LA PROSA NARRATIVA
LA PROSA NARRATIVA
NOVELAS CELESTINESCAS
NOVELA PICARESCA
El Lazarillo de Tormes
Lázaro, un personaje de baja clase social, nacido en una aldea próxima a Salamanca, hijo de
padres sin honra, cuenta su vida en primera persona, por medio de una carta a un noble y
desconocido señor, a quien se dirige en el prólogo con el tratamiento de “vuestra merced” para
explicarle los detalles del “caso”.
El ciego lo trata rudamente y, desde el principio, decide “espabilarlo” para que pueda salir adelante
en la dura vida que le espera.
Lázaro tiene que inventarse tretas para poder comer. Consigue una llave
para abrir el arca donde el clérigo guarda el pan.
Un buldero Un fraile de la
Merced
1554
Éxito fulminante
1573
1834
La profesora Rosa Navarro Durán sostiene que el autor del Lazarillo es Alfonso
de Valdés
La autobiografía La epístola
Lugares y referencias
geográficas diversas
Prólogo
Tratado I Ciego
Infancia
Lázaro en la adversidad
Tratado II Clérigo
Crueldad de los amos
Hambre
Tratado III Escudero
Tratado IV Fraile
Adolescencia
Tratado V Buldero - Maestro de pintar
Mejora su nivel de
vida
Tratado VI Capellán
Juventud
Tratado VII Alguacil - Arcipreste madurez
El espacio de la novela no es el
ESPACIO
anacrónico de los libros de caballerías
ni el arcádico de la novela pastoril.
Tampoco se sitúa en el viaje por
tierras lejanas de la novela bizantina.
La palabra con la que se abre el prólogo del Lazarilloes un rotundo yo. A partir de ahí la obra
es la historia de un personaje cuyos rasgos lo aproximan a un ser humano de carne y hueso,
muy lejos de las figuras estilizadas de los otros relatos de la época.
Crítica a los nobles y otros Si nobleza e Iglesia son satirizadas, otros estamentos
estamentos no se libran de la crítica del autor anónimo: la justicia o
la vida militar son también puestos en solfa.
Dos mitos centrales de la España del XVI son el objeto central de la crítica:
LA HONRA LA RELIGIOSIDAD
Predominan la ambición, la avaricia, el dinero, la búsqueda del provecho propio por encima
de todo, la importancia de las apariencias, la astucia, el cinismo… el autor pone así al
descubierto la dura vida española de mediados del siglo XVI.
El modelo de relato propuesto en el Lazarillo es tan innovador que resultó difícil de asimilar y
continuar.
Casi medio siglo tardará en aparecer la segunda novela picaresca, el Guzmán de Alfarache (1599) y
no será hasta el siglo XVII cuando el Lazarillo, en el que no figura ninguna vez la palabra pícaro,
tenga numerosa descendencia.
“Yo por bien tengo que cosas tan señaladas, y por ventura nunca oídas ni vistas, vengan
a noticia de muchos y no se entierren en la sepultura del olvido, pues podría ser que
alguno que las lea halle algo que le agrade, y a los que ahondasen tanto los deleite.”
“Confesando yo no ser más santo que mis vecinos, de esta nonada, que en este grosero
estilo escribo, no me pesara que hayan parte y se huelguen con ello todos los que en ella
algún gusto hallasen, y vean que vive un hombre con tantas fortunas, peligros y
adversidades (...) Y pues vuestra merced escribe se le escriba y relate el caso muy por
extenso, parecióme no tomarle por el medio, sino del principio, porque se tenga entera
noticia de mi persona; y también porque consideren los que heredaron nobles estados
cuán poco se les debe, pues Fortuna fue con ellos parcial, y cuánto más hicieron los que,
siéndoles contraria, con fuerza y maña remando, salieron a buen puerto.”
“Pues sepa vuestra merced, ante todas cosas, que a mí llaman Lázaro de Tormes, hijo de
Tomé González y de Antonia Pérez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca. Mi
nacimiento fue dentro del río Tormes, por la cual tomé el sobrenombre, y fue desta
manera: mi padre, que Dios perdone, tenía cargo de proveer una molienda de una
aceña que está ribera de aquel río, de manera que con verdad me puedo decir nascido
en el río.
Pues siendo yo niño de ocho años, achacaron a mi padre ciertas sangrías mal hechas en
los costales de los que allí a moler venían, por lo cual fue preso y confesó, y no negó, y
padeció persecución por justicia. Espero en Dios que esté en la gloria pues el Evangelio
los llama bienaventurados […]
--Virtud es esa– dijo él--, y por eso te querré yo más; porque el hartar es de los puercos y
el comer regladamente es de los hombres de bien.
“¡Bien he entendido!”, dije yo entre mí. “¡Maldita tanta medicina y bondad como
aquestos mis amos que yo hallo hallan en el hambre!”.
Púseme a un cabo del portal y saqué unos pedazos de pan del seno, que había quedado
de los de por Dios. Él, que vio esto, díjome:
--Ven acá, mozo. ¿Qué comes?
Yo llegueme a él y mostrele el pan. Tomome él un pedazo de tres que eran, el mejor y
más grande, y dijome:
--Por mi vida que parece éste buen pan.
--¿Y cómo ahora– dije yo– señor, es bueno?
-- Sí, a fe – dijo él-- ¿Adónde lo hubiste? ¿Si es amasado de manos limpias?
--No sé yo eso– le dije--; mas a mí no me pone asco el sabor de ello.
--Así plega a Dios– dijo el pobre de mi amo.
--Y llevándolo a la boca, comenzó a dar en él tan fieros bocados como yo en lo otro:
--Sabrosísimo pan está – dijo--, por Dios.
Y como le sentí de qué pie cojeaba, dime prisa, porque le vi en disposición, si acababa
antes que yo, se comediría a ayudarme a lo que me quedase. Y con esto acabamos casi
a una. Y mi amo comenzó a sacudir con las manos unas pocas de migajas, y bien
menudas, que en los pechos se le habían quedado. Y entró en una camareta que allí
estaba, y sacó un jarro desbocado y no muy bueno, y desque hubo bebido, convídome
con él. Yo, por hacer del continente, dije:
--Señor, no bebo vino.
--Agua es– me respondió--; bien puedes beber.
Entonces tomé el jarro y bebí. No mucho, porque de sed no era mi congoja.
En este tiempo, viendo mi habilidad y buen vivir, teniendo noticia de mi persona el señor
arcipreste de Sant Salvador; mi señor, y servidor y amigo de Vuestra Merced, porque le
pregonaba sus vinos, procuró casarme con una criada suya. Y visto por mí que de tal
persona no podía venir sino bien y favor, acordé de lo hacer. Y así, me casé con ella, y
hasta agora no estoy arrepentido.
Porque, allende de ser buena hija y diligente servicial, tengo en mi señor arcipreste todo
favor y ayuda […]. Y hízonos alquilar una casilla par de la suya. Los domingos y fiestas
casi todas las comíamos en su casa.
Mas malas lenguas, que nunca faltaron ni faltarán, no nos dejan vivir, diciendo no sé
qué y sí sé qué de que ven a mi mujer irle a hacer la cama y guisalle de comer. Y mejor
les ayude Dios que ellos dicen la verdad. Porque, allende de no ser ella mujer que se
pague destas burlas, mi señor me ha prometido lo que pienso que cumplirá. Que él me
habló un día muy largo delante della y me dijo:
—Lázaro de Tormes, quien ha de mirar a dichos de malas lenguas nunca medrará. Digo
esto porque no me maravillaría alguno, viendo entrar en mi casa a tu mujer y salir della.
Ella entra muy a tu honra y suya; y esto te lo prometo. Por tanto, no mires a lo que
pueden decir, sino a lo que te toca: digo a tu provecho.
• Escribió Cervantes numerosas obras teatrales, de las que conservamos hoy más de una decena, a
las que hay que sumar los ocho entremeses que también conocemos.
• Sus comedias:
• Son de muy diversos temas.
• Siguen las normas clásicas de verosimilitud y respeto a las reglas.
• Progresivamente va incorporando, parodiándolos en ocasiones, elementos propios de la
comedia de Lope, un teatro que rompe con los moldes tradicionales.
• Principales comedias: Los baños de Argel, El rufián dichoso, Pedro de Urdemalas, La casa
de los celos, etc.
• Tragedias: La Numancia.
• Sus entremeses:
• Partiendo de Lope de Rueda, Cervantes dota de mayor complejidad psicológica a los
personajes característicos del entremés.
• Así hay personajes que desaparecen o pierden importancia, como la negra, el barbero o el
vizcaíno, mientras que dignifica al personaje básico del entremés: el simple o el bobo.
• La construcción de las piezas y la trama argumental son más consistentes.
• Principales entremeses: El retablo de las maravillas, La elección de los alcaldes de Daganzo,
El viejo celoso, El rufián viudo…
Novelas Ejemplares
Novelas Ejemplares
PRIMERA PARTE
SEGUNDA PARTE
PRIMERA PARTE
• El caballero manchego don Alonso Quijano, llamado por sus convecinos el Bueno,
enloquece leyendo libros de caballerías. Concibe la idea de lanzarse al mundo, con el
nombre de don Quijote de la Mancha, guiado por los nobles ideales de Amadís o de
Palmerín: deshacer entuertos, proteger a los débiles, destruir el mal, merecer a
Dulcinea…
• Con armas absurdas y un viejo caballo, Rocinante, sale por La Mancha y se hace armar
caballero en una venta que imagina ser un castillo, entre las burlas del ventero y de las
mozas del mesón. Libera a un muchacho a quien su amo está golpeando por perderle
las ovejas (pero apenas se marcha, prosigue la paliza). Unos mercaderes lo golpean
brutalmente; un conocido lo recoge y lo devuelve a su aldea.
• Ya repuesto, convence a un rudo labrador, Sancho Panza, ofreciéndole riquezas y
poder, para que lo acompañe en sus aventuras. Y siempre sale mal parado: lucha
contra unos gigantes que no son otra cosa que molinos de viento; es apaleado por
unos arrieros; da libertad a unos criminales, que luego lo apedrean, etc. Sus amigos, el
Canónigo y el Barbero, salen en su busca y lo traen engañado a su pueblo, metido en
una jaula.
SEGUNDA PARTE
• Don Quijote, obstinado en su locura, sale otra vez acompañado de Sancho Panza, de
quien ha de sufrir la bellaquería de querer hacerle creer que una rústica que viene
montada en un asno es Dulcinea.
• En sus correrías por tierras de Aragón, llegan a los dominios de unos Duques, que se
burlan despiadadamente de la locura del señor y la ambición del criado. Mandan a
este como gobernador a uno de sus estados; Sancho da pruebas de un excelente
sentido, pero cansado de la vida palaciega, organizada en son de burla por los
Duques, se vuelve a buscar a don Quijote.
• Tras constantes aventuras, marchan a Barcelona, y allí es vencido por el Caballero de
la Blanca Luna, que es su amigo Sansón Carrasco disfrazado así para intentar que
don Quijote recobre su cordura.
• Sansón Carrasco, vencedor, le impone la obligación de regresar a su pueblo. El
caballero, física y moralmente derrotado, vuelve al lugar y allí muere cristianamente
después de haberse curado de su locura.
Paralelismo estructural
DIÁLOGO
AMISTAD
SANCHIFICACIÓN QUIJOTIZACIÓN
PERSONAJES
Los personajes de las historias intercaladas pueden participar en los hechos de los protagonistas:
Dorotea y Fernando, por ejemplo. O bien, ser ajenos al relato principal: la novela El curioso
impertinente.
Las historias destacan por su variedad formal y porque responden a todos los estilos de la
narrativa anterior. Cervantes justificó su presencia para dar variedad. En la segunda parte, no
incluyó novelas.
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
EL ESPACIO EN LA NOVELA
LA VENTA
EL PALACIO
En la segunda parte, los protagonistas se desplazan por Aragón y Cataluña y son menos
“andantes”, pasan más tiempo detenidos. El espacio más importante es el palacio de
los duques, donde se relacionan con la alta nobleza que ha leído la primera parte de la
obra y quieren divertirse a su costa. Don Quijote es tratado como un caballero. Amo y
criado se separan.
El caballero sale un día de julio de un cierto verano y en ese verano (por licencia poética demasiado
largo) ocurren las tres salidas y la muerte.
Las incoherencias cronológicas no son percibidas como tales por el lector que asiste a una secuencia
lógica que va desde la locura del protagonista hasta su muerte.
NARRADOR PRINCIPAL
SEGUNDO NARRADOR
NARRADORES
El narrador interrumpe el relato en un momento clave de un
episodio (en plena pelea con un vizcaíno) y dice que aquí se
PERSONAJES
acaba el documento que le servía de base.
El narrador principal cede la
Entonces, el narrador principal explica que, casualmente, ha palabra a los personajes
encontrado el texto original en árabe, de un tal que cuentan relatos: el
CideHameteBenengeli, y se lo hace traducir por un morisco cabrero que cuenta la
aljamiado y así continúa. historia de Marcela, el
relato autobiográfico de
Parodia de los pseudoautores y traductores que aparecían en Dorotea, el episodio del
las novelas de caballerías. Cautivo, el de Cardenio…
La obra no es solo una parodia de los libros de caballerías, pues la confluencia de diversos géneros,
la presencia de diversas voces narrativas y la evolución de los personajes hacen que el lector deba
ir modificando su perspectiva en connivencia con el autor.
El propio personaje
Discursos rimbombantes
Humor
NARRADORES Y PERSPECTIVISMO
LA PARODIA
LA PARODIA
NARRADORES Y PERSPECTIVISMO
A este respecto interesan dos aspectos: la incorporación de la novela como elemento novelesco
dentro de la propia obra y la gran cantidad de comentarios sobre crítica y teoría literaria que se
ofrece en ella:
La primera parte como elemento En la segunda parte, don Quijote es un hombre famoso. La
novelesco de la segunda primera parte se introduce como ficción novelesca en la
segunda, pues aparece ya como obra publicada, a pesar de
que dentro de la acción solo ha transcurrido un mes y no
diez años.
La crítica literaria dentro de la Los juicios literarios no se ciñen solo al supuesto autor
obra arábigo de la obra, sino que enjuician, asimismo, obras y
géneros literarios en boga en el siglo XVI. Así, el canónigo y
el barbero en los géneros, los temas y las formas literarias.
El propósito explícito del Quijote es, sin duda, la parodia burlesca de los libros de caballerías. De
hecho fue leído como un libro exclusivamente cómico durante los siglos XVII y XVIII.
• Estas dos interpretaciones irreconciliables (libro cómico / libro romántico) son probablemente
insuficientes:
• La novela puede interpretarse como un libro de crítica y teoría literaria y un notable fresco de la
vida española de su tiempo.
• La novela puede interpretarse como un libro de crítica y teoría literaria y un notable fresco de la
vida española de su tiempo.
• La novela puede interpretarse como un libro de crítica y teoría literaria y un notable fresco de la
vida española de su tiempo.
El lenguaje del Quijote es un acabado resumen de la variedad de estilos típica del Renacimiento. En
él se combina el estilo elevado con el propio de la parodia burlesca, el habla culta con la popular, las
disquisiciones eruditas con los refranes y dichos de profundo saber popular…
Estilo elevado Dichosa edad y siglos dichosos aquéllos a quienes los antiguos pusieron
nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de
hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna,
sino porque entonces, los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de
tuyo y mío.
Parodia burlesca […] y de todos, ningunos le parecían tan bien como los que compuso el
famosos Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y aquellas
entrincadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer
aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes donde en
muchas partes hallaba escrito: La razón de la sinrazón que a mi razón se
hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la
vuestra fermosura. Y también cuando leía: …los altos cielos que de vuestra
divinidad divinamente con las estrellas os fortifican, y os hacen merecedora
del merecimiento que merece la vuestra grandeza.
Habla culta
–Así es verdad– replicó don Quijote– por lo cual los no de principios nobles deben acompañar la
gravedad del cargo que ejercitan con una blanda suavidad que, guiada por la prudencia, los libre de
la murmuración maliciosa, de quien no hay estado que se escape. Haz gala, Sancho, de la humildad
de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres,
ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso que labrador soberbio.
Innumerables son aquellos que, de baja estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad pontificia e
imperatoria; y desta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran
Habla popular
—Eso Dios lo puede remediar— respondió Sancho—, porque sé más refranes que un libro, y
viénenseme tantos juntos a la boca cuando hablo, que riñen, por salir, unos con otros; pero la lengua
va arrojando los primeros que encuentra, aunque no vengan a pelo. Mas yo tendré cuenta de aquí
delante de decir los que convengan a la gravedad de mi cargo; que en casa llena, presto se guisa la
cena; y quien destaja no baraja; y a buen salvo está el que repica; y el dar y el tener, seso ha de
menester.
Dualidad de narradores
Ambivalencia del léxico
Sonoridades y ritmos
Uso de deíctivos
Recurso al apóstrofe
Proyección del gesto y la imagen
Dramatización del retrato
Juegos equívocos de la primera persona
Atención a las inflexiones de la voz
Técnicas de puesta en escena
Incisos del narrador…
Cervantes contribuye con todo ello a gestar un nuevo lector entendido y cómplice, a
quien dirige prólogos y preliminares que reclaman su connivencia, que se deja llevar,
pero no engañar, por tantos embaucadores cervantinos maestros en el arte de hablar
—Cide Hamete Benengeli, el ficticio y burlón narrador arábigo que, supuestamente,
escribe casi toda la novela—.
Estamos ya ante la creación del lector moderno:
un lector escéptico que erigirá la duda en sistema.
Pablo J. Aragón Plaza - IES Jarifa (Málaga)
TEXTOS DE
CERVANTES
Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada,
miró de soslayo, fuese, y no hubo nada.
Fue luego a ver su rocín, y aunque tenía más cuartos que un real y más tachas que el caballo de
Gonela, que tantum pellis et ossafuit, le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro ni Babieca el del Cid
con él se igualaban. Cuatro días se le pasaron en imaginar qué nombre le pondría, porque —según
se decía él a sí mesmo— no era razón que caballo de caballero tan famoso, y tan bueno él por sí,
estuviese sin nombre conocido; y ansí, procuraba acomadársele de manera, que declarase quién
había sido antes que fuese de caballero andante, y lo que era entonces; pues estaba muy puesto en
razón que, mudando su señor estado, mudase él también el nombre, y le cobrase famoso y de
estruendo, como convenía a la nueva orden y al nuevo ejercicio que ya profesaba; y así después de
muchos nombres que formó, borró y quitó, añadió, deshizo y tornó a hacer en su memoria e
imaginación, al fin le vino a llamar Rocinante, nombre , a su parecer, alto, sonoro y significativo de
lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo qu ahora era, que era antes y primero de todos los
rocines del mundo.
Puesto nombre, y tan a su gusto, a su caballo, quiso ponérsele a sí mismo, y en este pensamiento
duró otros ocho días, y al cabo se vino a llamar don Quijote; de donde, como queda dicho, tomaron
ocasión los autores desta tan verdadera historia que, sin duda, se debía llamar Quijada, y no
Quesada, como otros quisieron decir. Pero, acordándose que el valeroso Amadís no sólo se había
contentado con llamarse Amadís a secas, sino que añadió el nombre de su reino y patria, por
hacerla famosa, y se llamó Amadís de Gaula, así quiso, como buen caballero, añadir al suyo el
nombre de la suya y llamarse don Quijote de la Mancha, con que, a su parecer, declaraba muy al
vivo su linaje y patria, y la honraba con tomar el sobrenombre della.
En esto, oyeron un gran ruido en el aposento, y que don Quijote decía a voces:
—¡Tente, ladrón, malandrín, follón; que aquí te tengo, y no te ha de valer tu cimitarra!
Y parecía que daba grandes cuchilladas por las paredes. Y dijo Sancho:
—No tienen que pararse a escuchar, sino entren a despartir la pelea, o a ayudar a mi amo; aunque
ya no será menester, porque, sin duda alguna, el gigante ya está muerto, y dando cuenta a Dios de
su pasada y mala vida; que yo vi correr la sangre por el suelo, y la cabeza cortada y caída a un lado,
que es tamaña como un gran cuero de vino.
—Que me maten— dijo a esta sazón el ventero— si dijo don Quijote, o don diablo, no ha dado
alguna cuchillada en alguno de los cueros de vino tinto que a su cabecera estaban llenos, y el vino
derramado debe de ser lo que parece sangre a este buen hombre.
Y con esto, entró en el aposento, y todos tras él, y hallaron a don Quijote en el más extraño traje del
mundo. Estaba en camisa, a cual no era nada cumplida, que por delante le acabase de cubrir los
muslos, y por detrás tenía seis dedos menos; las piernas eran muy largas y flacas, llenas de vello y
no nada limpias; tenía en la cabeza un bonetillo colorado, grasiento, que era del ventero. En el brazo
izquierdo tenía revuelta la manta de la cama, con quien tenía ojeriza Sancho, y él se sabía bien el
porqué, y en la derecha, desenvainada la espada, con la cual daba cuchilladas a todas partes,
diciendo palabras como si verdaderamente estuviera peleando con algún gigante. Y es lo bueno que
no tenía los ojos abiertos, porque estaba durmiendo y soñando que estaba en batalla con el
gigante; que fue tan intensa la imaginación de la aventura que iba a fenecer, que le hizo soñar que
ya había llegado al reino de Micomicón, y que ya estaba en la pelea con su enemigo. Y había dado
tantas cuchilladas en los cueros, creyendo que las daba en el gigante, que todo el aposento estaba
lleno de vino.
• Destaca en su obra:
• La sátira antieclesiástica
• La incorporación de elementos
folclóricos.
• Su notable sensibilidad lírica en los
poemas y canciones que incluye en sus
dramas.