Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
html
IMPORTANTE
Nehemías cumple con los cinco pilares de la administración. La oración, la
planificación, la organización, el dirigir y supervisar están presentes en la tarea de
reconstruir los muros de Jerusalén. Por tanto, podemos decir que una de sus cualidades
principales era ser un buen administrador.
Primero, debemos consignar que era un hombre tremendamente espiritual. Es evidente
que Nehemías estaba en una relación muy cercana a Dios. A pesar de estar en tierras
ajenas y en el palacio de un rey, de dioses ajenos, su Dios era el de su pueblo. Él tenía
una relación con Dios y le reconocía como su protector (“…Te ruego, oh Jehová, Dios
de los cielos, fuerte, grande y temible…” 1:5).
Acude constantemente a él en oración: En el dolor (1:4), en la necesidad (2:4), en la
prosperidad de sus empresas (2:20), en el peligro (4:4-5), en la toma de medidas (4:9),
etc. Por tanto, era natural para este hombre planificar con Dios y orar mucho para seguir
su dirección.
Otra virtud personal era su prudencia. Primero esperó en Dios la puerta para
abordar el tema al rey. Cuando estaba en Jerusalén no llegó con pompas ni se dio
aires de ser un enviado del reino, sino que esperó, evaluó, y su carta de
presentación era el Dios de su pueblo. Ante la situación de los usureros de su
pueblo no actuó por impulsividad (5:6-7), sino que meditó y luego se puso en
acción. Por tanto, queda demostrada su prudencia.
También Nehemías era decidido. No era una empresa fácil la que quería llevar
adelante, pero estaba decidido a cumplirla, a pesar de la oposición. Eso demuestra
un carácter firme, necesario para una gran obra. Se necesita decisión con ideas
claras para abordar empresas complejas y donde se involucra mucha gente. No
permite la distracción (6:3).
Nehemías era un hombre valiente. Y esto está en conexión con su fe en Dios: él le
protegería. Fue valiente ante sus enemigos, valiente en la toma de decisiones con su
pueblo, valiente ante la traición (6:10-11). Sabía que Dios le protegería y es a él a
quien acudía por dicha protección, encargándoles a quienes procuraban su mal
(6:14).
Podríamos mencionar de Nehemías más cualidades, como perseverancia, eficacia
(6:15), diligencia, tan propias de un buen administrador o un buen líder, pero
destaco su apego a Dios y su dependencia de él, pues es a él quien acude y con
quien desarrolla la obra.