Está en la página 1de 2

http://ergonesna.blogspot.com/2013/12/nehemias-el-administrador-de-dios.

html

¿Dónde comienza a planificar Nehemías?


Podemos deducir (Y concluir) que la planificación de Nehemías comienza en algún
punto de su duelo, ayuno y oración (1:4), porque fueron varios los días de llevar esa
carga. Y toda reflexión profunda busca una salida al problema, y es iluso de los
hombres creer que por el solo hecho de arrodillarnos, pudiendo hacer algo y sin siquiera
obrar en ello, los problemas se solucionarían. Hubiera podido Nehemías elevar mil
oraciones al cielo, pero quien no tiene la intención de nada, en nada acalla el dolor, el
que persistiría y carcomería con el tiempo. Se ve en Nehemías disposición y
determinación valiente ante su dolor, algo vacilante en principio (2:2 “…Entonces temí
en gran manera”), como todo hombre expuesto a grandes empresas, pero decidido
(2:4 “…Entonces oré al Dios de los cielos”) … No era fácil para un simple copero
hablar de Dios a un soberano pagano de un imperio, ni de sus propias intenciones, pues
podía costarle la vida. Él estaba quebrantado, pero no derrotado, y la puerta se abrió de
la manera más insólita: con un rostro afligido.
   ¿Cómo organizó a la gente para lograr sus Objetivos?
a-      Obtenido los permisos y los materiales, emprende viaje, sabiendo que contaba con la
mano de obra: sus compatriotas de Judá, a quienes solo debía animarlos. Sin embargo la
prudencia era necesaria y se toma tres días después de llegar, para evaluar la situación,
ver los muros y la ciudad, sin declarar nada a nadie (2:16). Saber con que se cuenta,
cuáles podrían ser los problemas y como resolverlos, es propio de toda persona visionaria
y emprendedora, de un buen administrador. No se puede realizar grandes empresas solo
con ideas abstractas, por muy buenas que sean, sin conocer realidades tangibles donde
llevar a cabo los sueños. Los sueños de Nehemías eran reconstruir la ciudad, pero debía
saber por dónde empezar, con quien contar y que problemas sortear.
b-      Para organizar a la gente se necesitaba animarlas para el trabajo. Una vez conocida
la situación de la ciudad y del pueblo, decide alentarlos (2:17-18); pero su ánimo no solo
se basaba en la necesidad común del pueblo, sino que les declaró que era una empresa
de Dios más que del hombre, pues su mano había sido buena sobre él (2:18) ¡Lo que Dios
estaba haciendo con él, podía hacerlo con su pueblo! Él no era un aparecido, ni uno que
quería aprovecharse, él era uno enviado por Dios más que por Artajerjes y era el Dios de
Israel el que haría la obra. Los anima exaltando su sentido de pertenencia, pues tenían
memoria en Jerusalén y en la tierra prometida (2:20), al contrario de sus enemigos que
querían desanimarlos (Como Sambalat, Tobías y Gesem, que no tenían parte con el
pueblo de Dios).
c-       En Resumen: La organización partió por animarles y hacerles sentir la necesidad de
trabajar por un bien común. Después de terminar el muro, Nehemías designa dirigentes
(7:1) para velar por la obra hecha.

IMPORTANTE
Nehemías cumple con los cinco pilares de la administración. La oración, la
planificación, la organización, el dirigir y supervisar están presentes en la tarea de
reconstruir los muros de Jerusalén. Por tanto, podemos decir que una de sus cualidades
principales era ser un buen administrador.
Primero, debemos consignar que era un hombre tremendamente espiritual. Es evidente
que Nehemías estaba en una relación muy cercana a Dios. A pesar de estar en tierras
ajenas y en el palacio de un rey, de dioses ajenos, su Dios era el de su pueblo. Él tenía
una relación con Dios y le reconocía como su protector (“…Te ruego, oh Jehová, Dios
de los cielos, fuerte, grande y temible…”  1:5).
 Acude constantemente a él en oración: En el dolor (1:4), en la necesidad (2:4), en la
prosperidad de sus empresas (2:20), en el peligro (4:4-5), en la toma de medidas (4:9),
etc. Por tanto, era natural para este hombre planificar con Dios y orar mucho para seguir
su dirección.

Otra virtud personal era su prudencia. Primero esperó en Dios la puerta para
abordar el tema al rey. Cuando estaba en Jerusalén no llegó con pompas ni se dio
aires de ser un enviado del reino, sino que esperó, evaluó, y su carta de
presentación era el Dios de su pueblo. Ante la situación de los usureros de su
pueblo no actuó por impulsividad (5:6-7), sino que meditó y luego se puso en
acción. Por tanto, queda demostrada su prudencia.
También Nehemías era decidido. No era una empresa fácil la que quería llevar
adelante, pero estaba decidido a cumplirla, a pesar de la oposición. Eso demuestra
un carácter firme, necesario para una gran obra. Se necesita decisión con ideas
claras para abordar empresas complejas y donde se involucra mucha gente. No
permite la distracción (6:3).
Nehemías era un hombre valiente. Y esto está en conexión con su fe en Dios: él le
protegería. Fue valiente ante sus enemigos, valiente en la toma de decisiones con su
pueblo, valiente ante la traición (6:10-11). Sabía que Dios le protegería y es a él a
quien acudía por dicha protección, encargándoles a quienes procuraban su mal
(6:14).
Podríamos mencionar de Nehemías más cualidades, como perseverancia, eficacia
(6:15), diligencia, tan propias de un buen administrador o un buen líder, pero
destaco su apego a Dios y su dependencia de él, pues es a él quien acude y con
quien desarrolla la obra.

Considero a Nehemías como un buen administrador, por que busco la presencia de


Dios, se dejo guiar y dirigir por Dios no confío en su propia sabiduría ni capacidades,
dejo que Dios sea quien dirija cada paso que el deba, y lo que tenia que hacer, y a quien
debía dirigirse. Su acudir constante a Dios le daba las pautas y como debía actuar.

También podría gustarte