Está en la página 1de 2

Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado;

permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede


dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si
no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos; el
que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque
sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí, lo tiran
fuera, como al sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan
al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pe­
diréis lo que deseéis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Pa­
dre: con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.

Palabra del Señor.

286. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. 2 Ts 2, 14

R. Aleluya, aleluya.
Dios os llamó por medio del Evangelio,
para que sea vuestra
la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
R. Aleluya.

EVANGELIO (XVIII)
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando

Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 9-17

E n aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:


— Como el Padre me ha amado, así os he amado yo: permaneced
en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi
amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Pa­
dre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi
alegría esté con vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os
he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por
sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os man­
do. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace
su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído
a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os ha
elegido; y os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro
fruto dure.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé. Eso
os mando: que os améis unos a otros.

Palabra del Señor.

287. ALELUYA Y VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO cf. Sal 132, l

R. Aleluya, aleluya.
Ved qué dulzura, qué delicia
convivir los hermanos unidos.

9-. Aleluya.

EVANGELIO (XIX)
Este es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo

Lectura del santo Evangelio según san Juan n, 20 26

I n aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, Jesús oró diciendo:


Padre Santo,
no sólo ruego por ellos,
sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos,
para que todos sean uno,

También podría gustarte