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TEMA 15: La poesía renacentista

El renacimiento se desarrolló entre finales del s.XV y todo el XVI. Este momento sufrió una
serie de cambios entre los que destaca el nacimiento del humanismo (antropocentrismo,
espíritu crítico e influencia de Grecia y Roma).
En este periodo, los tres géneros literarios sufren transformaciones; así, la poesía, utilizará
temas como el amor (platónico, relacionado con el tópico del carpe diem), la belleza
femenina (prototipo ideal: rubia, ojos claros y piel blanca), la naturaleza que representa la
actitud del poeta (locus amoenus, como positivo, pero a veces representa sufrimiento) y la
mitología grecolatina como ejemplo de relaciones amorosas. En cuanto a las innovaciones
métricas, se emplea el endecasílabo, y destacan como estrofas el soneto, lira y canción en
églogas, elegías, epístolas, odas...
En La primera mitad del siglo XVI, la poesía continúa la tendencia de la Edad Media.
Todavía se escriben romances, lírica cortesana (cancioneros). El poeta español que
destacó en esta etapa fue Garcilaso de la Vega considerado como el perfecto hombre del
renacimiento: experto en letras y armas. Desarrolló todos los temas poéticos anteriormente
señalados y no publicó ninguna obra en vida. Toda su producción poética aparece
publicada en 1542 como un apéndice de otra obra poética de Juan Boscán en 1542 y
consta de 40 sonetos, 5 canciones, 4 odas, 3 églogas (destaca la Égloga I: Salicio y
Nemoroso se quejan de sus amores, uno por desprecio y otro por muerte), 2 elegías y 1
epístola. Posee un estilo claro, musical y elegante.
Por otro lado, la segunda mitad del siglo XVI se caracteriza por dos corrientes, la
sevillana o andaluza (que mantiene la corriente amorosa de la primera mitad del XVI) donde
destaca Fernando de Herrera y la salmantina o castellana, que trata temas morales y
religiosos. Esta poesía religiosa adquiere mucha importancia y los autores (religiosos)
tratarán de explicar en forma de poemas su experiencia al unir su alma con Dios. Estos
poetas se basan en tres vías: la purgativa ( el individuo se desprende de lo material y
practica la virtud), la iluminativa (aislamiento del mundo y dedicación a la oración y
meditación) y la unitiva (se consigue la unión física con Dios a través del éxtasis).
La realización de estas vías genera dos tendencias poéticas.
Una es la ascética (los religiosos consiguen realizar las dos primeras vías) cuyo mayor
representante es Fray Luis de León. Usa la temática de una vida retirada en contacto con la
naturaleza y dedicada a la contemplación y oración para el acercamiento a Dios, elogia la
música y critica la lujuria y la avaricia. Utiliza los tópicos del beatus ille y el aurea
mediocritas. De su producción literaria destaca Oda a la vida retirada.
La segunda tendencia es la mística (se realizan las tres vías). Los mayores exponentes son
Santa Teresa de Jesús (Las moradas) y San Juan de la Cruz. Este último pretende expresar
su experiencia mística representando el acercamiento y la unión con Dios en una metáfora:
su alma es la amada y Dios el amado. En sus composiciones son abundantes los símbolos
y alegorías expresados con sencillez y musicalidad. Obras suyas son Cántico espiritual,
Noche oscura del alma y Llama de amor viva.
Como conclusión, la poesía del renacimiento evolucionó los temas de la Edad Media dando
un impulso a lo personal y ahondando en temas religiosos. Este género dejó grandes obras
que aún hoy en día son importantes.

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