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ÍNDICE

Capítulo Página
1. El Dios Santo…………………………………………………………………… 3

2. El Dios Omnipotente…………………………………………………………… 4

3. El Dios Trino…………………………………………………………………… 5-6

4. El Dios Eterno………………………………………………………………….. 7

5. El Dios Omnisciente……………………………………………………………. 8

6. El Dios Inmutable………………………………………………………………. 9

7. El Dios Justo……………………………………………………………………. 10

8. El Dios Omnipresente…………………………………………………………... 11

9. El Dios Soberano………………………………………………………………. 12

10. El Dios de Amor………………………………………………………………… 13

Manual basado (No en su totalidad) en el libro: EBI-Conoce a tu Dios

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EL DIOS SANTO
Texto base: No hay santo como el SEÑOR; en verdad, no hay otro fuera de ti, ni hay
roca como nuestro Dios. 1 Samuel 2:2 (LBLA)

Introducción: “Cuando la Biblia llama santo a Dios significa primordialmente que Dios
es transcendentalmente aparte. Es tan exaltado sobre nosotros y tan más allá de nosotros
que parece casi totalmente ajeno a nosotros. El ser santo es el ser ‘otro’, el ser diferente de
manera especial” (RC Sproul).

 Significado de la Santidad de Dios y sus implicaciones:

1. La Majestad Divina (Éxodo 15:11): Cuando el Antiguo Testamento describe a Dios


como santo, en muchas ocasiones significa que Él está separado de todos los otros seres y
de todas las cosas (de todo lo que no es Dios). Esto lo vemos en pasajes que presentan un
paralelo entre la santidad de Dios y el hecho de que Dios es el único en su clase.
2. La pureza Divina (Habacuc 1:12-13): Caracterizado por virtud perfecta, el Señor no
acepta nada que sea impuro, que viole la ética o que sea injusto, no lo practica, no se
involucra con ello, no se asocia con ello.
3. Consagrados al Dios Santo (Deuteronomio 7:6): En un sentido verídico, somos
santos ya. Estamos en una categoría única, somos la posesión especial de Dios, hemos
sido consagrados a Su servicio. Esta verdad nos ministra la estabilidad que necesitamos para
mantenernos estables a pesar de nuestras debilidades y nuestros sufrimientos.
(1 Pedro 2:9)

4. Sed Santos (1 Pedro 1:15-16): ¿Por qué es tan crucial nuestra separación del pecado? Porque
Dios nos ha destinado a participar en Su santidad (Heb. 12:10). El propósito de nuestra
salvación es que Él reciba la gloria por haber perfeccionado en nosotros Su propia imagen,
la imagen de Cristo. Esto culminará cuando veamos a Cristo cara a cara, pero Dios nos mueve
en esa dirección, al llamarnos a una vida santa ahora.
5. La hermosura de la Santidad (Salmos 29:2): ¡Cuánto nos hace falta que el Señor
nos dé una visión más clara de Su santidad! Así como Isaías, nuestros corazones
responderán con adoración y sumisión. Nos humillaría la realidad de que el Dios
transcendente se ha humillado para morar con nosotros. Ya que Cristo murió
precisamente para santificarnos, dependiendo de Su poder creceríamos en la santidad sin
la cual nadie verá al Señor. En vez de ver los requisitos de la vida santa como una carga
opresiva, desearíamos la santidad como la meta sumamente hermosa.

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EL DIOS OMNIPOTENTE
Texto base: Yo soy el Alfa y la Omega dice el Señor Dios el que es y que era y que ha de
venir, el Todopoderoso. Apocalipsis 1:8 (LBLA)

Introducción: La omnipotencia divina quiere decir que Dios es todopoderoso. Él puede


hacer aun aquello que para nosotros es imposible, porque Dios tiene la capacidad de hacer
todo lo que está de acuerdo con Su voluntad.
 Manifestaciones de la omnipotencia de Dios y sus implicaciones:

1. La omnipotencia de Dios manifestada en la creación (Salmos 19:1): Las maravillas de


la creación nos hablan de la omnipotencia de Dios, quien creó todo con el poder de Su
palabra; vemos eso en la formación de una criatura en el vientre de su madre, así como
en la extensión de los mares y la grandeza del universo.Todo esto que es incomprensible
para nosotros fue hecho por Dios sin esfuerzo alguno.

2. La omnipotencia de Dios manifestada en la historia (Daniel 4: 34-35): El control de


Dios sobre la historia universal y las historias individuales de las personas es una marca
indudable de su omnipotencia. Nada ocurre en la historia sin el previo conocimiento y
consentimiento de Dios. Además, Su poder se manifiesta en el control de tu historia
personal. La inmensa grandeza del poder divino es evidente en los más mínimos detalles de
nuestra historia, desde quiénes son nuestros padres hasta dónde nacimos.

3. La omnipotencia de Dios manifestada en la salvación (Mateo 19:25-26): Conocemos


personas que, desde el punto de vista de algu nos, son individuos que ya no tienen solución
o esperanza, ¡son casos sin remedio! Pero, nadie está fuera del alcance del poder de Dios. Una
de las maneras más tangibles en que se manifiesta Su omnipotencia es transformando a una
persona, dándole vida espiritual, aunque estaba muerto. Eso es un verdadero milagro. De
manera única, la omnipotencia de Dios se manifiesta al cambiar la personalidad, el carácter,
los gustos, las preferencias y la vida de una persona.

4. La omnipotencia de Dios es infinita (Jeremías 32:17,27): Nuestro poder es limitado.


Limitado por el tiempo, por el espacio y por la capacidad. Pero no sucede así con Dios
porque Él es un ser infinito y, por ende, Su poder es infinito. Por causa de esta verdad
podemos descansar tranquilos y confiados al pensar en nuestro futuro, sabiendo que el
efectivo poder de Dios hoy será igual mañana.

5. La omnipotencia de Dios debe avivar la vida del creyente (Efesios 3:20-21): El poder
de Dios está disponible hoy, con la misma potestad y con la misma efectividad que lo estuvo
ayer y con seguridad, lo estará mañana. Delante de esta realidad tenemos que orar sin cesar
y con una dedicación más profunda. Él puede hacer lo que para nosotros es imposible. Así que,
no dejes de orar por la salvación de las personas, por la restauración de creyentes apartados,
por la fortaleza de creyentes desanimados. Qué aliento es saber que el poder de Dios puede
avivar al creyente que está desanimado, deprimido o debilitado espiritualmente. Podemos
ministrar con esperanza a personas necesitadas porque el poder de Dios puede cambiar de
manera radical a cualquiera que esté hundido en cualquier tipo de pozo.

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EL DIOS TRINO
Texto base: La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu
Santo sean con todos vosotros. 2 Corintios 13:14 (LBLA)
Introducción: Dentro del Ser Único (Uno) que es Dios, existen eternamente Tres Personas
coiguales ycoeternas, dígase, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Trino).
 La revelación del Dios Trino:
1. El Padre es el único Dios (1 Corintios 8: 6a): El Nuevo Testamento generalmente usa
el título “Dios” para el Padre. Él no solamente es llamado “Padre” de Jesús, sino que es
Padre adoptivo de todos los que reciben la redención en Cristo. Además, tiene
funciones con respecto a la crea ción que difieren de las del Hijo y de las del Espíritu
Santo. Creó todo por medio del Hijo, envió al Hijo, envía al Espíritu Santo, y esperamos
el día en que envíe al Hijo nuevamente. En aquel día glorioso, el Hijo entregará todo
al Padre.
2. El Hijo es el único Dios: Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en
el seno del Padre, Él le ha dado a conocer. Juan 1:18 LBLA, (Los mejores manuscritos
dicen Unigénito Dios, no Unigénito Hijo) El Hijo se somete al Padre. El Hijo pide al Padre
que este envíe al Espíritu Santo. Por estas y varias otras razones, el Hijo es el único Dios,
la misma esencia del Padre y del Espíritu Santo, aunque es otra persona, distinta al Padre
y al Espíritu Santo.
3. El Espíritu Santo es el único Dios (Hechos 5:3-4): El Espíritu Santo es revelado como
el único Dios. Es enviado del Padre y da testimonio de Cristo, entre otras funciones.
Además, aunque Él es Dios, nos es revelado que es una persona de la Trinidad por los
mismos creyentes, tiene una voluntad, e incluso puede entristecerse.
4. Adoramos a un solo Dios (Deuteronomio 6:4): Aunque el Nuevo Testamento enseña
que tanto el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son Dios, no adoramos tres dioses, sino
que adoramos a un Dios que en esencia es indivisible, o sea que Dios no está dividido
en tres partes, Dios es un solo Ser, pero en la esencia subsisten tres personas: Padre,
Hijo y Espíritu Santo, en otras palabras, cada persona en la Trinidad existe bajo la
presencia de la Deidad. Las tres personas en la Divinidad tienen todos los atributos de
la Deidad.
5. La distinción de las Tres Personas de la Trinidad (Mateo 28:19): Notemos que
Jesús al enviar a Sus discípulos a la obra misionera, les revela el misterio de la
Trinidad, Dios es uno («EN EL NOMBRE» en singular) y Trino («DEL PADRE, Y
DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO» tres personas). No debemos caer en el error
de confundir a las personas, el Padre no es el Hijo ni tampoco es el Espíritu, el Hijo
no es el Padre ni el Espíritu, y el Espíritu no es el Padre ni el Hijo. Al orar debemos
orar al Padre, en el nombre del Hijo, en el poder del Espíritu. Tampoco fue el Padre
quien murió en la cruz, sino el Hijo. Recordemos que el Padre, el Hijo y el Espíritu no
son la misma persona, eso es herejía. Tampoco entenderemos a totalidad este misterio,
Dios es tan grande que nunca le llegaremos a entender a plenitud.

5
Creo en un solo Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra,
y de todas las cosas visibles e invisibles; Y en un solo Señor Jesucristo,
Hijo Unigénito de Dios, Engendrado del Padre antes de todos los siglos,
Dios de Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de Dios verdadero,
engendrado, no hecho, consubstancial con el Padre... Y creo en el Espíritu
Santo, Señor y Dador de vida, procedente del Padre y del Hijo, el cual
con el Padre y el Hijo juntamente es adorado y glorificado...

Alabado sea el Dios Trino:


A Dios el Padre celestial
Al Hijo nuestro Redentor
Al eternal Consolador
unidos todos alabad
¡Amén!

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EL DIOS ETERNO
Texto base: Pero el SEÑOR es el Dios verdadero; Él es el Dios vivo y el Rey eterno. Ante
su enojo tiembla la tierra, y las naciones son impotentes ante su indignación. Jeremías 10:10
(LBLA)
Introducción: En los términos más básicos, la eternidad de Dios quiere decir que Su
existencia no depende de nadie más —Dios es auto existente y autosuficiente. A diferencia del ser
humano, Dios no está limitado a un inicio o a un final. Nada nunca ha restringido su existencia.
Dios es —siempre es. Desde antes del inicio, Dios es.
Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de equidad es el cetro de tu reino. Salmos
45:6 (LBLA)

 Implicaciones de la eternidad de Dios:

1. La eternidad de Dios nos asegura que podemos confiar en Él en el presente


(Deuteronomio 33:27-28): Dios siempre es, porque Dios siempre es Dios. De tal forma que
podemos confiar en Él. En tu vida, con tus hijos, en tus problemas o en medio de tu dolor,
confía en Dios. Dios sabe, tú no. Dios siempre es, tú no. Tu estabilidad financiera, tu
presente,tus logros o tu empleo pende de una frágil cuerda —en cualquier momento todo
puede cambiar de manera inesperada para ti. Pero nada puede mover de Su trono a nuestro
eterno Rey.

2. La eternidad de Dios nos da seguridad para el futuro (Isaías 40:28-31): Si tu


confianza está puesta en aquello que es tan frágil y cambiante, rápidamente serás
decepcionado. Pero si tu confianza está en aquel que es eterno, que lo sabe todo y que lo
creó todo, entonces tu confianza solo se solidificará más en Él. Estamos en la tierra por solo
un tiempo, y pronto disfru taremos de la plena vida eterna que Jesús ha prometido. Esto es
realmente hermoso: un Dios eterno que ofrece eternidad a un ser mortal.

 Conclusión: Dios es eterno, nosotros no. Pero en Su soberanía, Dios ha dado vida eterna
a todo aquel que cree en Él. Su evangelio es un evangelio que va en contra del tiempo.
Han pasado siglos desde que Jesús lo predicó y sigue cambiando vidas, sigue
transformando a personas y continúa anunciando que el Rey eterno vino a esta tierra para
salvar a aquellos que estaban destinados a una eternidad sin Él. El Rey vino, rescató,
restauró y dio vida a Sus hijos. Dio vida eterna de parte del Dios eterno.

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EL DIOS OMNISCIENTE
Texto base: Oh SEÑOR, tú me has escudriñado y conocido. Tú conoces mi sentarme y mi
levantarme; desde lejos comprendes mis pensamientos. Tú escudriñas mi senda y mi
descanso, y conoces bien todos mis caminos. Aun antes de que haya palabra en mi boca, he
aquí, oh SEÑOR, tú ya la sabes toda. Por detrás y por delante me has cercado, y tu mano
pusiste sobre mí. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; es muy elevado, no
lo puedo alcanzar. Salmos 139:1-6 (LBLA)

Introducción: Dios se conoce plenamente a sí mismo y a todas las cosas reales y posibles
en un solo acto sencillo y eterno. ¡Cuánto deberíamos buscar conocer y confiar en un Dios así!

 Dios conoce todo y eso implica que:

1. Conocimiento eterno (Isaías 46:9-10): Dios siempre ha conocido todo, y siempre


conocerá todo, S u conocimiento es eterno, Dios sabía quienes éramos, pecadores,
enemigos e impíos, aun así, Él nos escogió, Su plan no se basó en quién es mejor que
el otro (Romanos 9:10-11), sino en Su soberano conocimiento, ¡ÉL TE CONOCIÓ Y
AÚN ASÍ TE AMÓ!

2. El Dios que conoce todo (Salmos 33:13-15): Dios conoce cada uno de nuestros
pensamientos y obras, nada está encubierto ante Sus ojos, Él te conoce más de lo que
tú mismo te conoces, cada vez que pecamos y que decidimos poner a un lado la
santidad, Él lo ve. Dios conoce tus necesidades, Él conoce cuáles son tus problemas,
debes descansar en el Señor y saber que Él no es ajeno a tu situación.

3. Conociendo al que conoce todo (Romanos 11:33-36): Si eres incrédulo, sabe que
Dios conoce todos tus pecados, y concorde a Su santidad y propósito, te juzgará.
Entonces, ven a los pies de Jesús, arrepiéntete y conoce al único Señor y Salvador. Confía
plenamente en el Señor y Salvador omnisciente. Si ya conoces al Señor, sigue
conociéndole y confiando en Él. Dios te creó para Su gloria, todo le pertenece a Él y al final de
cuentas es a Él a quien se le debe todo ¿Realmente comprendes que Dios conoce todo? ¿Vives
y haces lo que haces sabiendo que a Él nada se le puede ocultar?

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EL DIOS INMUTABLE
Texto base: Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre
de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación. Santiago 1:17 (LBLA)
Introducción: Dios es inalterable en Su ser, perfecciones, propósitos y promesas, y sin embargo
Dios en efecto actúa ysiente emociones, y actúa y siente en forma diferente en respuesta a situaciones
diferentes. La perfecta inalterabilidad en su esencia, carácter, propósito y promesa. Esto no
significa que “Dios sea estático o inerte ni que no actúe claramente en el tiempo o posea
auténticas emociones”.

 Conociendo al Dios de las Escrituras:


1. El Dios que no cambia (Malaquías 3:6 y Hebreos 13:8): El hecho de que Dios no
cambie, nos debe llevar a confiar en Él. El mismo Dios que cumplió cada una de Sus
promesas en el pasado, también las cumplirá hoy y en el futuro. Sería desalentador
que el Señor un día nos amara y otro día no, o que fuera un Dios totalmente variable
en cuanto a Su carácter. No estuviéramos aquí, ya no existiríamos, gracias demos a
Dios que, Él permanece fiel a quien Él es. Podemos confiar en Su palabra. Las cosas
de la creación tienen principio y fin, pero no así el Creador.

 ¿En qué nos afecta (en el buen sentido de la palabra) la inmutabilidad del Señor?:

1. Podemos confiar en la Palabra del Señor (Salmos 119:89 y Mateo 24:35): Porque
Dios no cambia, Su Palabra no cambia y sus promesas no cambian. Dios es el mismo
ayer, hoy y por los siglos. El mismo Dios que trató con Abraham es el que trata con
nosotros. El mismo Dios que perdonó a David de su pecado de adulterio es el mismo
Dios que nos perdona a nosotros de todas nuestras desobediencias.
2. Podemos descansar en las promesas de Dios en medio del dolor (Job 42:2): En el
sufrimiento podemos contar con el carácter inmutable de Dios; pues Él tiene propósitos
mayores y buenos que nosotros no entendemos y que tal vez nunca los entenderemos.
3. La fidelidad inmutable (2 Timoteo 2:13): La fidelidad de Dios nos sostiene y nos
habilita aun en momentos difíciles. La bendición de que Dios no cambia significa que
Él nos ama con amor eterno y Sus promesas son fieles para siempre, Dios es la Roca firme
de nuestra salvación en quien podemos edificar nuestra casa, aun en medio de las lluvias y los
vientos que golpean en contra de ella. Él es el ancla de nuestra alma en medio de las
tormentas de la vida. Esto significa que en medio de los reveses de la vida podemos decir
con Moisés: «Él es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son
rectitud: Dios de verdad, y ninguna iniquidad en él: Es justo y recto». Deuteronomio
32:4 (RV60)

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EL DIOS JUSTO
Texto base: Justo eres tú, SEÑOR, y rectos tus juicios. Salmos 119:137 (LBLA)
Introducción: Los atributos de Dios están equilibrados en su perfección divina y están
equilibrados de manera perfecta. Si Dios no tuviera ira y no tuviera enojo no fuera entonces
Dios. Así como Él ama de manera total, también odia de manera total. Así como Su amor es
puro, también Su odio es puro. De Cristo, dice Hebreos 1:9: “Has amado la justicia y aborrecido
la iniquidad”, en otras palabras, Dios ama todo aquello que es justo y odia todo aquello
que es contrario a la justicia.

1. El Dios justo en el Antiguo Testamento (Salmos 7:11 e Isaías 64:6): Por


naturaleza el hombre no se da cuenta de cuál es su condición delante de Dios, por
ejemplo, imaginemos a un leproso, un hombre que tiene su piel llena de llagas de
la cual supuran fluidos desagradables como el pus, ahora, imagine que alguien le
coloca un traje de seda, al comienzo se verá bien, pero más temprano que tarde el
pus, atravesará la tela de seda. Así es cuando un ser humano desea agradar a Dios,
fuera de Su perdón, nuestro pecado a impregnado cada aspecto de nuestras vidas
y sin la gracia de Dios estamos destinados a la condenación. Todo esto debido a
que Dios es justo, Él no pondrá en juego Su justicia.
2. El Dios justo en el Nuevo Testamento (Romanos 2:11-16) El mismo Dios que
es justo en el Antiguo Testamento también lo es en el Nuevo Testamento
(recordemos, Dios es inmutable) también se nos revela que, todos debemos dar
cuentas de nuestras acciones, Dios ha colocado un sentido de justicia en el corazón
del hombre, nadie tendrá excusas delante de Él.
3. ¡Qué gran salvación la nuestra! (Éxodo 34:6-7): Si leemos con atención el verso
7, encontraremos una aparente contradicción, el texto dice: «el que guarda
misericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado,
y que no tendrá por inocente al culpable» ¿Cómo puede tener misericordia de
millares y al mismo tiempo no tener por inocente al culpable? Recordemos lo que
dice Romanos 3:10 «como está escrito: NO HAY JUSTO, NI AUN UNO» nadie
es justo, todos somos culpables, por lo tanto, Dios no nos tiene por inocentes,
pero, el texto dice que Él es un Dios que perdona y tiene misericordia ¿Cómo
podemos armonizar el hecho de que Dios es justo y al mismo tiempo un Dios que
tiene misericordia de millares? Para entender esto, debemos meter a Jesús en la
ecuación. Para que Dios nos perdone y tenga misericordia de nosotros, Jesucristo
tuvo que satisfacer la justicia de Dios al morir por los Suyos, es decir, en la cruz,
Dios demostró tanto Su justicia como Su misericordia. Somos salvos por un gran
Redentor, Jesús. Nuestra salvación es una muestra de que Dios no toma con
ligereza el pecado que Él odia.

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EL DIOS OMNIPRESENTE
Texto base: ¿Adónde me iré de tu Espíritu, o adónde huiré de tu presencia? Si subo a
los cielos, he aquí, allí estás tú; si en el Seol preparo mi lecho, allí estás tú. Si tomo las alas
del alba, y si habito en lo más remoto del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu
diestra. Salmos 139: 7-10 (LBLA)
Introducción: La palabra que describe la infinidad de Dios relacionada al espacio es la
omnipresencia. Básicamente, esto quiere decir que Dios está en todas partes todo el tiempo.
No hay ningún lugar en ningún momento donde Dios no ha estado, está o estará presente. Y
Su presencia siempre incluye la totalidad de Su poder y Su conocimiento. Esto es tremendo,
más allá de nuestra comprensión. Sin embargo, como veremos, ¡es un gran consuelo para
todos nosotros que confiamos en Dios!
 El Dios que siempre está:
1. La seguridad de Su presencia (Mateo 28:19-20): Hay muchas aplicaciones directas
de la omnipresencia de Dios para nuestras vidas y ministerios. Si la plenitud de Dios
realmente está en todo lugar y en todo momento, no hay ningún aspecto de nuestra
existencia que la presencia de Dios no toque. Su promesa fue estar, y Él estuvo, está y
estará.
2. Cualquiera que sea nuestra situación, Dios ahí está (Romanos 8:35-39): Bajo la
sombra de un árbol en África, en la profundidad de la selva de Sudamérica o en las
grandes ciudades de China; en un estado de tranquilidad, preocupación, desánimo,
tristeza o dolor; en medio de una pandemia o no; Dios siempre está con nosotros.
3. Dios está con nosotros, incluso si nadie más lo está (Salmos 27:10): Ningún lugar
en esta tierra es demasiado insignificante, ninguna prueba demasiado grande como para
que Él no esté a nuestro lado, delante de nosotros, detrás de nosotros, debajo de nosotros,
sobre nosotros y alrededor de nosotros. Nunca llegaremos a ningún lugar o a ningún punto
de la vida donde lo necesitemos y no esté Dios allí con nosotros.
4. El Dios omnipresente se presentó en forma humana (Juan 1:14): Cristo aceptó las
limitaciones de nuestra carne para que pudiéra mos conocer al Dios infinito de una manera
comprensible. Nos hizo entender la gloria de Dios de una forma que jamás pudiéramos
haber entendido. Y, por medio de Su muerte y resurrección, proveyó nuestra gran redención
y ahora tenemos la garantía de Su presencia con nosotros. Si somos creyentes, el mismo
Dios de todos, mora en nosotros y siempre va con nosotros. ¡Qué tremenda verdad!
5. En la presencia del Dios omnipresente (Salmos 16:11): Si el Dios de verdad está
siempre aquí, en cualquier lugar y momento, nuestras vidas deben mostrar Su presencia con
nosotros. Nuestras actitudes, deseos, pensamientos, emociones, prioridades, palabras,
acciones, todo debe ser transformado por la presencia de Dios. Aún más, nuestra respuesta a
las dificultades de la vida debe ser cambiada. En vez de huir de Su presencia, cuando estamos
turbados, abrumados o desanimados corramos a Él para gozar de Su presencia y de Sus
bondades sin fin.

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EL DIOS SOBERANO
Texto base: Que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de
nuestro Señor Jesucristo, la cual manifestará a su debido tiempo el bienaventurado y único
Soberano, el Rey de reyes y Señor de señores; el único que tiene inmortalidad y habita en
luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él sea la honra y el dominio
eterno. Amén. 1 Timoteo 6:14-16 (LBLA)
Introducción: La soberanía de Dios tiene que ver con Su derecho absoluto de hacer todas
las cosas según Su buena voluntad. Simple y sencillamente: nadie está por encima de
Dios. Toda autoridad ha sido delegada por Dios mismo, de tal manera que Él es el único
supremo. Por ende, Él es el único digno de toda gloria y honor.
 Entendiendo y aplicando la soberanía de Dios:
1. Todo le pertenece a Dios (Romanos 11:36): Esta verdad es fenomenal. Quiere
decir que Dios es soberano sin reparos, sin objeciones, sin peros y sin reproches: Él
puede hacer lo que desee en cualquier momento. Nadie más tiene ese derecho, esa
potestad, esa autoridad. Nadie puede pasar al frente afirmando tener credenciales
mayores que esas. En otras palabras, Dios posee “la autoridad y poder últimos”, algo
que es “una característica de un Creador todopoderoso, todo conocedor, que gobierna
el universo para sus propios propósitos”
2. Dios es Creador y controlador de todo (Apocalipsis 4:11): Todo lo que vemos,
es por Su voluntad, y eso es bueno. Nada le sorprende. Cada detalle es intencional,
por eso Habacuc dice en 2:20: «Pero el SEÑOR está en su santo templo: calle
delante de Él toda la tierra» No hay más que decir. ¿Qué puede decirle la criatura a
su Hacedor? No importa cuánto planeemos, el Señor hará Su voluntad.
3. No vivamos como si nosotros fuéramos los soberanos (Santiago 4:13-15): Lo
anterior implica que podemos hacer planes y trazar metas, podemos soñar y poner
objetivos, podemos ser visionarios y calcular escenarios; sin embargo, debemos tener
en mente siempre la siguiente verdad: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto
o aquello.” El punto es que debemos tener siempre presente que el Señor está en
control. El Señor cumplirá Su propósito y llevará a cabo todo cuanto Él haya
planeado. Nuestras vidas están seguras en Sus manos, por lo tanto, debemos
confiar en Él y descansar en eso.
4. Descansa en la soberanía de Dios (Romanos 8:28): Si Él es quien está al mando,
debo confiar en Su dirección y someterme voluntaria y gustosamente. Si somos Sus
hijos, todo lo que venga a nuestra vida será para nuestro bien. No importa las tormentas
que vengan a nuestra vida, Él estará con nosotros como ese buen Pastor del Salmo 23.

¡Cuán dulce es confiar en Cristo y entregarse todo a Él,


esperar en Sus promesas, y en Sus sendas serle fiel!

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EL DIOS DE AMOR
Texto base: Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que
ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es
amor. 1 Juan 4:7-8 (LBLA)

Introducción: Podemos definir el amor como: La resolución de proveer medidas para el genuino
bienestar de otro, sin importar el costo personal, e independiente de cómo la provisión sea recibida.

 El Dios que ama:


1. Dios nos ama por quién Él es, no porque merezcamos Su amor (Génesis 3:1-6/Juan
3:16): Dios ama a todos los pecadores no salvados porque son personas a imagen Suya, no
hay nada en el hombre que le haga merecedor del amor de Dios. El ser humano rechazó la
bondad de Dios al desobedecer Su ley, Dios le había otorgado todo, menos una cosa, pero
el hombre en lugar de contemplar la benignidad de Dios puso sus ojos en aquello que le
fue prohibido y eso provocó descontento y rebeldía. Pero aun así Dios proveyó un medio
de salvación y desde el principio prometió un Redentor (Génesis 3:15)
2. El amor de Dios es un amor santo (Romanos 6:1-2): El amor de Dios lo hace un Dios
de gracia, pero eso no significa que Dios pone a un lado Su santidad, los atributos de Dios
están conectados, es decir, la santidad del Señor influye en los demás: Su justicia es santa,
Su presencia es santa y Su amor también es santo. Cuando Dios ama, no ama el pecado.
Todo lo que Él llama pecado lo es y siendo Él el Autor y Creador de todo, es el Señor
quien dicta las reglas. No nos equivoquemos al tener una noción errónea del amor de
Dios, ni tampoco pensemos que Dios está obligado a perdonarme fuera de la obra de
Jesús. Ese podrá ser otro dios, pero no el Dios de la Biblia.
3. El amor especial de Dios por Su pueblo (Romanos 8:29): A la hora de leer el texto no
encontraremos la palabra «amor», pero la definición sí que lo está, El texto dice: «Porque
a los que antes conoció» La palabra conocer no es un mero conocimiento teórico, sino
que significa que Dios amó a Su pueblo mucho antes de que estos siquiera existieran, por
Ejemplo: «Amós 3:2: A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra;
por tanto visitaré contra vosotros todas vuestras maldades.» ¿Será que Dios no conocía
a las otras naciones de la tierra siendo Él un Dios omnisciente? Claro que sí, pero cuando
Dios dice eso se refiere a que el amor que Él tiene por los Suyos, no lo posee por nadie
más. ¡ÉL TE AMÓ DESDE LA ETERNIDAD!
4. El amor de Dios te sostendrá (Juan 10:27-30): Sabiendo ya que cuando la Biblia dice
que Dios conoce a los Suyos se refiere a que Él los ama, debemos confiar al saber que el
Señor que nos llamó nos sostendrá hasta el final. Dice JI Packer: «No necesito
atormentarme con el temor de que mi fe pueda fallar. Como la gracia me llevó a la fe en
primer lugar, la gracia me mantendrá creyendo hasta el final» Aunque las debilidades,
las pruebas y las tentaciones sean muchas, tenemos un Dios de amor disponible en todo
tiempo.

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