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Gálatas 5:22-23 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Lo cual implica que, aunque son varias manifestaciones son una sola consecuencia directa de la
presencia de Dios en la vida de todo cristiano, es decir de la presencia del Espíritu Santo, sin
embargo por manifestarse de diferentes maneras comúnmente son llamados en plural “frutos”
aunque son en realidad según la escritura un fruto con resultados diversos.
Dicho esto a continuación se nombran y se describen lo que comúnmente se conoce como los
“Frutos del Espíritu Santo”. El texto de Gálatas citado continúa, con las siguientes 9 virtudes que un
cristiano debe manifestar como evidencia de fruto en su vida.
La palabra Ágape a diferencia de otras que también son traducidas como amor en español es un
atributo comunicable de Dios por lo tanto es una característica que nos hace esencialmente
participantes de la naturaleza divina, es decir hijos de Dios, es de este amor divino que derivan
todos los demás frutos.
2. El Gozo
Luego la Biblia habla del “Gozo”, que más que un sentimiento denota una actitud de confianza
suprema y alegría intrínseca basada en la fidelidad de Dios, en lo que Él es, y en su benevolencia, el
meditar en su persona ofrece al creyente la seguridad de que Dios siempre está en control.
Dios sigue allí en medio de cualquier adversidad, y de que sin importar las circunstancias siempre
tiene suficientes motivos para estar agradecido y mantenerse gozoso.
3. La paz
La siguiente consecuencia de la presencia del Espíritu Santo en la vida del creyente es la
“Paz”, ahora bien, esta es una cualidad que tampoco está sujeta a las circunstancias, es una paz
diferente a la que da el mundo, tal como lo señalase Jesús mientras anduvo entre nosotros.
Juan 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe
vuestro corazón, ni tenga miedo”
Es una paz únicamente dada por Dios a través del Espíritu Santo, una paz que está basada en la
fidelidad de su amor y cuidado tal como lo expresase también el apóstol Pablo
Filipenses 4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Una paz que es producto de una contemplación constante de nuestras circunstancias desde la
perspectiva de Dios y no de la perspectiva humana.
Isaías 26:3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti
ha confiado.
4. La Paciencia
Juan 8:28 Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales
él ha llamado de acuerdo con su propósito.
La paciencia que da el Espíritu Santo se basa precisamente en mantener la confianza de saber que
todo nos ayuda a bien.
La quinta virtud fruto del Espíritu es la “Benignidad”, y expresa la condescendencia del juez divino
ante una circunstancia que demanda juicio, en nosotros, viene a ser la capacidad de ser
misericordioso, aún con aquellos que han cometido algún agravio en nuestra contra.
Es lograr ser benigno y buscar el bien en especial de quienes al parecer no merecen tal
benevolencia.
La biblia nos habla en colosenses 3:12 que debemos “vestirnos” de benignidad y de mansedumbre lo
cual es sumamente importante, recordemos que Dios es benigno por naturaleza, y es su benignidad
la que nos guía al arrepentimiento, cuando nos damos cuenta de que no nos ha pagado como
merecen nuestros actos, sino que nos da nuevas oportunidades de vida cada día.
Colosenses 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
6. La bondad.
La sexta cualidad especial fruto del Espíritu Santo es la “Bondad”, el diccionario describe la bondad
como la cualidad de ser bueno, la inclinación a hacer el bien y a un comportamiento virtuoso, está
estrechamente ligada a la benignidad, puesto que es en términos sencillos su aplicación constante.
Efesios 5:9 nos dice además que el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad. La bondad
es pues una cualidad indispensable de los cristianos que caminan en el espíritu de Dios y son
guiados por él.
Efesios 5:9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
7. La fe.
La séptima y muy importante cualidad fruto del Espíritu es la “Fe”, la biblia habla claramente que la
fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve según
Hebreos 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Textualmente dice:
Hebreos 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
La palabra galardonador significa que Dios premia, bendice, ayuda y prospera a quienes le
buscan sinceramente y creen en él, no se puede lograr nada sin fe, sin tenerla y mantenerla,
puesto que es la capacidad de creer en que nuestras acciones producirán un resultado y que ese
mismo resultado será beneficioso y positivo.
8. La mansedumbre.
Mateo 5:5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
También en Mateo 11:29 el Señor Jesús nos amonesta a que imitemos su mansedumbre. Dice:
Mateo 11:29 Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
En este contexto la palabra yugo implica una carga, y Jesús lo que nos está diciendo es que
imitemos su mansedumbre y recibamos de buena gana sus estatutos, órdenes y mandamientos de
esa manera literalmente “Él” dará descanso a nuestra alma.
9. La templanza
Última virtud y no por eso menos importante es la “Templanza”, que consiste en la moderación de
los apetitos y placeres para procurar un equilibrio, que permita el óptimo aprovechamiento de los
bienes disponibles para la PERSONA
Las personas con templanza no ceden ante las presiones externas, en especial si estas van en contra
de sus valores y creencias, las personas con templanza mantienen la rectitud en sus actos y
conducta a pesar de lo que esto pueda significar para su reputación.
La templanza es vital para el cumplimiento de objetivos y metas ya que asegura el dominio de la
voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad, lo cual evita
distracciones innecesarias y mejora el desempeño en todos los sentidos.
Cada una de estas virtudes fruto del Espíritu Santo está relacionada entre sí de modo tal que quien
vive en comunión con el Espíritu Santo de Dios ha de manifestar estas cualidades notoria y
constantemente de una u otra manera. Recordemos que la escritura dice:
Lucas 6:44 Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni
de las zarzas se vendimian uvas.
Todas las virtudes están interconectadas con las demás, y requieres de amor para tener gozo,
alcanzar la paz, ganar paciencia, ser benigno y bondadoso, poseer la fe, ser manso y actuar con
templanza ante cualquier tentación.
Cuando somos jóvenes creemos amar, aunque muchas veces no tenemos paciencia, ni tampoco fe.
Es por ello por lo que al recibir los frutos que el Espíritu Santo nos otorga, lo primero que debemos
aprender a hacer es sentir amor a Dios, quién nos dará el gozo y la paz a nuestras vidas.
Al sentir paz, la paciencia vendrá y aprenderemos a ser benignos para perdonar a quienes nos
ofenden. La bondad nos mostrará la fe, con la que aprenderemos a ser mansos debido a la
templanza del espíritu.
Los frutos son, efectivamente, dones otorgados por el Espíritu Santo. Debemos buscarlos y
necesitamos alcanzarlos. Los niños suelen mostrar los frutos, porque son puros de mente y corazón.
Mateo 19:14 “pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los
tales es el Reino de los Cielos”