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Jesús es el poderoso Salvador que puede salvar completamente a todos los que acuden a Él porque dio su vida en el sacrificio del Calvario y ahora intercede eternamente en el cielo por Sus ovejas. Cristo es digno de ser exaltado porque es santo, inocente, inmaculado y estaba apartado de los pecadores, y el Padre lo resucitó y lo exaltó a la diestra del trono en el cielo.
Jesús es el poderoso Salvador que puede salvar completamente a todos los que acuden a Él porque dio su vida en el sacrificio del Calvario y ahora intercede eternamente en el cielo por Sus ovejas. Cristo es digno de ser exaltado porque es santo, inocente, inmaculado y estaba apartado de los pecadores, y el Padre lo resucitó y lo exaltó a la diestra del trono en el cielo.
Jesús es el poderoso Salvador que puede salvar completamente a todos los que acuden a Él porque dio su vida en el sacrificio del Calvario y ahora intercede eternamente en el cielo por Sus ovejas. Cristo es digno de ser exaltado porque es santo, inocente, inmaculado y estaba apartado de los pecadores, y el Padre lo resucitó y lo exaltó a la diestra del trono en el cielo.
a) EL SACRIFICIO (EN EL CALVARIO): Los sacerdotes humanos eran débiles mortales que también necesitaban salvación y no podían salvar a nadie, pero Jesús es el eterno Dios que se hizo hombre para morir por los pecadores, resucitó y permanece para siempre (V.22-24), por eso no hay pecado que este poderoso salvador no pueda salvar, no hay yugo que no pueda quebrar, no hay cadena que no pueda romper (Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.). No hay otro medio de salvación (Heb. 10:19-22: Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús, por un camino nuevo y vivo que El inauguró para nosotros por medio del velo, es decir, su carne, y puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.)
b) LA INTERSECIÓN (EN EL CIELO): El Cordero de Dios intercede
sin interrupción por Sus ovejas, ostentando las marcas de su crucifixión (Ap. 5:6: Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado…) por eso nada puede romper la comunión de Cristo con Su pueblo, nada puede separarnos de nuestro Salvador (Juan 10:27-28: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano.) 2. EL CARÁCTER DE CRISTO (V.26): ¿Qué hace que Jesús sea un Salvador poderoso y digno de exaltar? a) Él es santo (Consagrado a Dios): Marcos 1:24: diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios. b) Él es inocente (Sin malicia): Juan 8:46: ¿Quién de vosotros me prueba que tengo pecado? Y si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? c) Él es inmaculado (Sin mancha): 1 Pedro 1:18-19: sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo. d) Apartado de los pecadores (Sin pecado): Hebreos 4:15: Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. e) Él es EXALTADO mas allá de los cielos: El Padre exaltó a Cristo hasta lo sumo (Fil. 2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre,) pero ¿Cómo Cristo fue exaltado? cuando Dios Padre le resucitó y le dio el puesto de más alto honor (Hech. 2: 32-33: A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.) ¿Quieres ser transformado? Contempla la gloria de Cristo (2 Cor. 3:18 Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.) y adora al Cordero de Dios (APOCALIPSIS 5:6-14)