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1985

Orientación en Contextos Laborales e Historia

Profesoras Marina Chiaverano - Vanesa Martinez Fraire

Santiago Rivero y Valentín Gómez.


LA PELÍCULA
1985 es una película estrenada el 29 de septiembre del corriente año, en donde la
principal trama es la del el Juicio a las Juntas hecho en el mismo año del título.
Argentina, 1985 es sin lugar a dudas la película nacional del año. No solo fue la película
elegida por cientos de miles de argentinos para disfrutar en los cines, sino que además se
llevó varios reconocimientos en festivales internacionales de cine.
La proyección de la película fue aplaudida por la población argentina y hasta extranjera con
buenas críticas, algunas, muy interesantes, acerca del cine como medio para representar
hechos históricos. Otras, al contrario, agrietadas y estériles, sobre cuán peronista o radical es
la película según las decisiones estéticas de sus guionistas. Se la ha calificado de “necesaria”.
Las redes sociales están repletas de testimonios del público en la sala emocionado con
escenas clave de la película, aplaudiendo y llorando.
También a lo largo de las distintas provincias se buscó que se pueda proyectar la película
con el objetivo de poner en valor un hecho histórico como fue el Juicio a las Juntas y que los
estudiantes del nivel secundario conozcan la historia del “Nunca Más” en la Argentina,
coincidieron los senadores sobre este proyecto y revalorizar lo importante que fue para
nuestro país el recuperar la democracia.

EL JUICIO
El caso del juicio a las juntas en 1985 fue único en el mundo, ya que nunca un tribunal
civil se había hecho cargo de darle cargos a organismos militares y sirvió para darle una gran
trascendencia internacional y sobre todo para la región, en donde gobernaban dictaduras
similares coordinadas a nivel continental por el Plan Cóndor que cometieron crímenes de lesa
humanidad de forma sistemática y planeada desde lo más alto del poder. El juicio ubicó a la
Argentina en un lugar de vanguardia en la lucha por lograr que se respeten los derechos
humanos.
Cómo se logra observar en el filme, luego de la dictadura del Proceso de Reorganización
Nacional y el juicio transcurriendo, tanto el fiscal como alguno de los jueces recibieron
llamadas telefónicas amenazantes, provenientes de los sectores vinculados al exjefe del
Ejército Albano Harguindeguy y un sector de la derecha del gobierno de Alfonsín, con el fin
de presionarlos para que aceptaran un acuerdo, que consistía en que los miembros de las
juntas reconocerían su responsabilidad en las violaciones de derechos humanos, a cambio de
que no ser juzgados por la Cámara Federal, ni permitir que declaren los testigos.
LAS LEYES DE IMPUNIDAD
En 1986, el presidente Alfonsín, presionado por las fuerzas armadas, promovió la sanción
de las llamadas leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que impidieron enjuiciar a la
mayor parte de los criminales. A partir de 1989, el presidente Carlos Menem dictó una serie
de decretos de amnistía liberando a los criminales que no habían sido alcanzados por las leyes
antes citadas, en conjunto, esas normas han sido conocidas como las leyes de impunidad.
leyes de impunidad
Con leyes de impunidad se refiere a dos leyes y una serie de decretos sancionados entre 1986
y 1990, mediante los cuales se impidió el juzgamiento de las condenas contra los autores de
los crímenes durante el Terrorismo de Estado llevado a cabo por la Junta Militar en el último
golpe de Estado cívico-militar, que ejerció el gobierno en el periodo de 1976-1983.

Ley de autoamnistía: Por medio de la misma, los dirigentes de la dictadura militar


autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, ante la posibilidad de ser enjuiciados
por el gobierno que resultara al levantar la veda política y llamar a elecciones, procuraron
dictar una amnistía sobre sí mismos. (Con la amnistía se puede lograr perdonar a personas
que fueron forzadas a trabajar con el crimen organizado) el candidato presidencial del Partido
Justicialista en las elecciones de octubre de 1983, Ítalo Argentino Lúder se pronunció por la
validez de la ley en tanto el candidato de la Unión Cívica Radical, Raúl Alfonsín denunció
durante su campaña la existencia de un pacto sindical-militar y se comprometió a dejarla sin
efecto.
Ley de Punto Final: La ley establecía que "se extinguirá la acción penal contra toda persona
que hubiese cometido delitos vinculados a la instauración de formas violentas de acción
política hasta el 10 de octubre de 1983". Solo quedaban fuera del ámbito de aplicación de la
ley los casos de secuestro de recién nacidos, hijos de prisioneras políticas destinadas a
desaparecer, que eran por lo general adoptados por militares, quienes les ocultaban su
verdadera identidad biológica.
Ley de Obediencia Debida: Estableció una presunción de que los delitos cometidos por los
miembros de las Fuerzas Armadas cuyo grado estuviera por debajo de coronel durante el
Terrorismo de Estado y la dictadura militar no eran punibles, por haber actuado en virtud de
la denominada "obediencia debida" (concepto militar en el cual los soldados están obligados
a acatar las ordenes de los superiores).
En 1998 el Congreso Nacional derogó las leyes de Punto Final y Obediencia
Debida y en 2003 procedió a anularlas. Fue convalidada por la Corte Suprema, que las
declaró inconstitucionales el 14 de junio de 2005.
Luego de que en 2003 el Congreso de la Nación declarara la nulidad de las leyes de Punto
Final y Obediencia Debida algunos jueces comenzaron a declarar inconstitucionales aquellos
indultos referidos a crímenes de lesa humanidad y a reabrir los casos.
El 15 de junio de 2006 la Cámara de Casación Penal consideró que los indultos concedidos
en delitos de lesa humanidad eran inconstitucionales.
El 31 de agosto de 2010 la Corte Suprema confirmó sentencias de tribunales inferiores,
dictando que los indultos no fueron constitucionales pero que las condenas que anularon
debían ser cumplidas.
Tras su anulación y el fallo de la Corte, en la reapertura de los juicios de lesa humanidad
se dictaron 269 sentencias en 15 años. También se condenaron 1065 personas y 165 fueron
absueltas en los procesos de investigación de los crímenes ocurridos en la última dictadura
cívico-militar.

CASO DE REPRESIÓN EN DEMOCRACIA


Corría el año 2001, las Madres de Plaza de Mayo sufrieron la represión policial en la plaza
del mismo nombre. Fueron blanco de la represión que desplegaba el gobierno en la retirada
de Fernando de la Rúa. Un capítulo inédito en la historia de la democracia argentina y que, 20
años después, sigue sin castigo.
Cuando De la Rúa declaró el Estado de sitio, en la Asociación improvisaron un documento
para juntar firmas para repudiar esa medida. Decidieron ir todas juntas, con una mesita de
plástico, unas sillas y llevar el documento para juntar adhesiones. Alrededor de las 10:30 se
escuchó por altoparlante un anuncio: en quince minutos había que desalojar la Plaza. La
gente desafío la orden. Empezaron los cantos y los aplausos.
Las Madres se agarraron de las manos para hacer un cordón humano que impidiera el paso
de los policías con sus caballos. Los animales las terminaron golpeando, a algunas las pisaron
y les arrancaron las uñas de los pies. Los policías les dispararon con perdigones de goma.
Una Madre, de las más mayores, quedó tendida en el suelo.”Tota” y otras compañeras se
debatían si levantarla o no, hasta que unos jóvenes periodistas se acercaron a ayudarlas.
La represión a las Madres, uno de los episodios más dolorosos de la democracia, jamás se
juzgó.

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