az un profundo análisis de conciencia:

tus más grandes fracasos, aquellos que

no pondrías en tu perfil de LinkedIn ni

contarías en una parrillada a menos que sea

con unas aguas para ahogar las penas, no se

debieron a que no tuviste una buena idea.

Casi te imagino armando tu Power-

Point con la palabra OBJETIVOS en altas

y en negritas, o en tu sala de reuniones

contando con energía tus ideas y siendo

contagiadas. El problema seguramente

vino después, cuando ese bebé finalmente

vio la luz y, al ver su cara, dificilmente re-

conociste a la criatura.

La idea genial estuvo, te sacaste 20 en

creatividad, pero hay algo 80 veces más

importante que tu inspiración, y es la trans-

piración. En palabras simples, el sudor; en

palabras más empresariales, la ejecución

La ejecución no está en la zona sexy de la

fiesta; está mas bien entre bastidores, detrás

e cámaras, sin reflectores. Pocas veces se

leva los aplausos y casi siempre tiene poco

crédito o, para ser mas exacta, créditos chi

quitos como en tus películas favoritas que

pasan rápido y con letra de hormiga.

A la ejecución la damos por sentada,

y ese es uno de los principales problemas

que enfrentan las organizaciones cuando

se trata de llevar a cabo grandes ideas

Porque es fácil engolosinarnos con la parte

sexy de la historia o del PowerPoint, nos

resulta divertido y excitante, pero, cuando

lega la parte de procesos, sistemas y flujos,

asta reflujo nos produce

o curioso es que la ejecución puede

ser la responsable de la real ejecución de tu

Idea, dígase, su asesinato. Pero, para que te

sientas menos mal ahora que te recordé a

tus muertos, te diré que pasa hasta en las

mejores familias.

La compañía más grande de cereales

del mundo, Kellogg's, decidió entrar a la

80

India, país con un potencial de millones de

clientes, y así conquistar los desayunos. Una

campaña millonaria y un despliegue sin

precedentes no evitaron que, al momento

de ejecutar la expansión, esta se convirtiera

en un desastre. Nadie en la India siquiera

concebía tomar desayuno con leche fría y re

nunciar al caliente y picante en el desayuno.

Peor aún, la publicidad basaba su es

trategia de comunicación en el concepto

de nutrición, lo cual para la audiencia fue

un insulto a sus alimentos y costumbres.

Kellogg's asumió que podía cambiar una

cultura arraigada por años y que su tamaño