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Selección de contenidos

Las competencias y los contenidos


El enfoque curricular competencial y la voluntad de promover su implementación
efectiva en las aulas no son compatibles con planes curriculares sobrecargados y
sobredimensionados. Con este fin se ha realizado una revisión en profundidad de los
criterios utilizados para seleccionar los aprendizajes esenciales a fin de no reiterar un
planteo enciclopedista tradicional en la educación básica.

A este respecto, proponemos diferenciar entre los aprendizajes que comprometen


seriamente el desarrollo personal y social del alumnado en caso de no ser adquiridos
durante la educación básica, y son además muy difíciles de compensar o recuperar
posteriormente, de aquellos otros que, si no se adquieren durante la educación
básica, pueden adquirirse después sin mayor dificultad o con un esfuerzo relativo,
además de no poner en riesgo claro el desarrollo personal y social del alumnado.
Esta distinción es descrita en ocasiones en términos de aprendizajes básicos
imprescindibles —los primeros— y aprendizajes básicos deseables —los segundos—
(Coll y Martín, 2006; Coll, 2007).

El desarrollo de las competencias, de todas las competencias […] exige el


aprendizaje, la articulación y la movilización de unos contenidos determinados,
habitualmente de diferentes tipos (conocimientos, habilidades, actitudes, valores).
No es posible desarrollar competencias en el vacío.

Pensamos en algo, resolvemos problemas acerca de algo, apreciamos la belleza


de objetos o situaciones concretas, regulamos sentimientos encarnados en
experiencias específicas… y para hacerlo necesitamos conceptos, categorías,
algoritmos o heurísticos, y criterios que son específicos de los diversos ámbitos del
conocimiento.

En particular […] las competencias específicas del espacio y la unidad curricular


exigen el dominio de contenidos propios de las áreas de conocimiento
correspondientes, que constituyen la valiosa herencia cultural que la humanidad
ha ido construyendo a lo largo de la historia y que son un legado del que no
podemos ni debemos prescindir.

En un enfoque competencial los contenidos disciplinares tienen un papel


destacado, aunque los criterios para seleccionarlos no sean principalmente
disciplinares. Conviene señalar, además, que esta forma de articular
competencias y contenidos enfatiza el hecho de que la meta del aprendizaje no
son los contenidos en sí mismos, sino las competencias que la adquisición, la
articulación y la movilización de estos contenidos permiten desarrollar.
Una clave del proceso de modernización curricular será, por tanto, el acierto en
identificar cuáles de entre los amplios contenidos disciplinares que no cesan de
enriquecerse continuamente son los que el alumnado no puede dejar de aprender
durante la educación básica, es decir, cuáles son básicos e imprescindibles. Si esta
selección resulta adecuada se estará contribuyendo a solucionar dos dificultades
con las que los docentes se enfrentan en el día a día: por una parte, disminuirá el
riesgo de que, por tener que enseñar mucho, no se dé la prioridad requerida a los
aprendizajes que es necesario garantizar; siempre es deseable enseñar y aprender
cuanto más mejor, pero ello no debe ir en ningún caso en detrimento de la exigencia
de garantizar los aprendizajes imprescindibles. Por otra parte, se atenuará la
contradicción entre aprender bien y aprender deprisa como consecuencia de que
hay que aprender mucho. Sabemos que aprender bien requiere tiempo, entre otras
razones porque para aprender bien es necesario reflexionar, reposar y consolidar, y
ello requiere tiempo.

Cuando se destaca la necesidad de garantizar los aprendizajes esenciales —los


básicos imprescindibles— no se pretende hurtar a nadie el placer de aprender ni de
reducir su alcance, no se busca ofrecer una comprensión mediocre de la realidad.
Muy por el contrario, se persigue garantizar aquellos saberes que constituyen los
pilares de un sólido proyecto vital que permita seguir creciendo en el ámbito personal
y profesional.

Este material es producto de una adaptación con fines didácticos.

Fuente: Coll, C. y Martín, E. (2021). La LOMLOE, una oportunidad para la


modernización curricular, en Avances en Supervisión Educativa 35.
https://doi.org/10.23824/ase.v0i35.731
La dimensión del conocimiento.
Conocimiento tradicional y moderno.
Las disciplinas tradicionales enseñadas en la mayoría de los sistemas educativos
del mundo son:

matemática,
ciencias,
idiomas nacionales,
idiomas extranjeros,
ciencias sociales (historia, geografía, educación cívica, economía, etcétera),
artes (incluyendo la música),
bienestar (a menudo educación física).

Estas disciplinas ocupan la mayor parte del tiempo disponible en muchos currículos
y dejan poco espacio para los nuevos tópicos y temas dentro de la disciplina misma,
asignaturas modernas, habilidades, actitudes o metaaprendizaje. Esto conduce a la
frustración de estudiantes y profesores, ya que generalmente se entiende que las
necesidades de los individuos y de las sociedades requieren más que del
conocimiento tradicional, aun sin una exhaustiva justificación. Debido a la falta de un
profundo rediseño de los estándares y de las evaluaciones correspondientes, la
situación no ha cambiado significativamente en las últimas décadas. En vez de
recortarlo, seleccionarlo y rediseñarlo, hemos seguido sobrecargando el currículo.

Entonces, ¿cómo repensamos lo que importa en las disciplinas tradicionales sin


restarles vigor y agregándoles flexibilidad?, ¿cómo introducimos el factor de la
disponibilidad instantánea de conocimiento factual y de procedimiento en internet?,
¿cómo recortamos cuidadosamente las piezas que son menos relevantes para hacer
espacio para el aprendizaje de áreas de conocimiento modernas y para las
competencias requeridas en el siglo XXI?

Para responder esto es necesario examinar cuatro maneras de analizar cualquier


disciplina a fin de identificar sus componentes esenciales.
1. Conceptos y metaconceptos

¿Cuáles son las ideas que cada estudiante habrá de llevar consigo a lo largo de su
vida, ya sea debido a su valor práctico o al enriquecimiento de su visión de mundo?,
¿qué es esencial en una disciplina dada?, ¿cuáles son los conceptos que se adhieren
y permanecen mucho tiempo después de que cada estudiante se ha graduado de la
escuela?

Los metaconceptos son conceptos que abarcan una disciplina y a veces más allá,
extendiéndose a otras disciplinas, sin limitarse a una materia determinada.
En matemática, un metaconcepto es la demostración. Por supuesto que la idea de
demostración sólida es aplicable a toda la matemática, pero también más allá. Por
ejemplo, en filosofía, cada estudiante debe aprender a crear un argumento en el cual
cada pieza se construye sobre la pieza anterior y debe ser capaz de diseccionar
críticamente los argumentos de los demás, buscando saltos de lógica y
aseveraciones infundadas. Este razonamiento puede aplicarse a la disección de
argumentos efectuados en la esfera pública, desde las afirmaciones publicitarias
hasta la retórica política.

2. Procesos, métodos y herramientas

Los procesos son los elementos del gran contexto de cada disciplina y variarán
ampliamente de campo en campo. Respecto de la matemática, los procesos pueden
ser la formulación de preguntas matemáticamente; la utilización de conceptos
matemáticos, hechos, procedimientos y razonamiento; y la interpretación de
resultados y conclusiones.

Los procesos pueden ser subdivididos en métodos.

3. Ramas, materias y temas

Las ramas, las materias y los temas son las formas tradicionales de rebanar las
disciplinas. Dentro de estos cortes, hay algunos que son más o menos relevantes
para nuestro mundo cambiante. ¿Cuáles son los que importan cada vez más? Para la
matemática, la rama nueva relevante podría ser la “matemática discreta”, con
materias tales como la teoría de los juegos y temas tales como el dilema del
prisionero. Estos temas se pueden relacionar con una amplia variedad de asuntos
que enfrentan los individuos y la sociedad. Por ejemplo, el dopaje en los deportes es
un dilema del prisionero, porque dos atletas que compiten están mejor si ninguno
toma drogas para mejorar su desempeño, ya que si uno las toma, el otro pierde. Hay
otro ejemplo en la economía: la publicidad es un costo para las compañías, pero si
no invierten en publicidad, al tiempo que otras compañías sí lo hacen, pierden
clientes.
4. ¿Cómo podemos hacer que los constructos sean más interdisciplinarios?

Debido a que el conocimiento se puede transferir más allá de las disciplinas, es


natural prestar atención a las maneras en que las conexiones con otras áreas del
conocimiento puedan explicitarse. Destacar las aplicaciones interdisciplinarias de
conceptos puede ser una poderosa forma de ilustrar conceptos y hacerlos
inmediatamente relevantes para el grupo de estudiantes. Por ejemplo, las funciones
exponenciales (matemática) pueden enseñarse junto con el interés compuesto
(finanzas) y las burbujas financieras (historia, sociología), así como también el
crecimiento bacteriano (biología) y el agotamiento de los recursos (ciencias
naturales).
Ciertamente, aprender todos los elementos específicos posibles no debería ser el
objetivo de la enseñanza de una materia particular en la escuela.

La remodelación de los objetivos de aprendizaje desde un foco puesto en la


cobertura de todo el contenido de una materia o de un tema hasta la comprensión
de los aspectos clave mejorará significativamente la comprensión, la retención y la
experiencia de aprendizaje de cada estudiante.

El conocimiento moderno
(interdisciplinario)
Examinando el actual estado de los currículos educativos en todo el mundo y
conociendo las nuevas exigencias de nuestros tiempos, parece cada vez más claro
que la actualización mayor de nuestros objetivos de conocimiento ha sido muy
postergada. Deben incluirse materias interdisciplinarias modernas en la educación,
ramas y temas nuevos, enfocados en conceptos, metaconceptos, métodos y
herramientas esenciales con temas cruzados para equipar a la comunidad de
estudiantes con el conocimiento necesario para el siglo XXI.

A medida que el mundo se vuelve más conectado, complejo y colaborativo, se torna


más necesario abordar problemas, interrogantes, asuntos y desafíos con enfoques
interdisciplinarios.

Las siguientes áreas de conocimiento interdisciplinario moderno son las que hemos
identificado como las más ampliamente aplicables en un enfoque exitoso de la
educación del siglo XXI:

Tecnología e ingeniería: incluyendo las ciencias de la computación,


en particular la codificación, la robótica y la inteligencia artificial.
Bioingeniería: particularmente la biología sintética y la edición del genoma.
Medios: incluyendo periodismo (digital) y cine.
Emprendimiento y desarrollo de negocios.
Finanzas personales.
Bienestar: tanto físico como mental.
Sistemas sociales: sociología, antropología, etcétera.

Este material es producto de una adaptación con fines didácticos.

Fuente: Fadel, C., Bialik, M. y Trilling, B. (2015). Educación en cuatro dimensiones:


las competencias que los estudiantes necesitan para tener éxito. Boston: Centro
para el Rediseño Curricular.
Aprender lo que merece la pena
Haz la prueba 1:

¿QUÉ COSAS DE LAS QUE APRENDISTE EN LOS PRIMEROS 12 AÑOS DE EDUCACIÓN


SON IMPORTANTES PARA TI HOY EN DÍA?

Dejar de lado los conocimientos básicos de lengua y matemáticas.


En las respuestas probablemente se relacione esos aprendizajes más allá de lo obvio,
hacia otras facetas del mundo y otros aspectos.

Haz la prueba 2:

¿CUÁNTOS ESTUDIARON LAS ECUACIONES DE 2º GRADO ANTES DE


LLEGAR A LA UNIVERSIDAD?
¿CUÁNTOS UTILIZARON LAS ECUACIONES DE 2º GRADO EN LOS ÚLTIMOS
DIEZ AÑOS?
¿CUÁNTOS UTILIZARON LAS ECUACIONES DE 2º GRADO EN LOS ÚLTIMOS
DIEZ AÑOS EN UN ESCENARIO QUE NO SEA EDUCATIVO?

Haz la prueba 3:

IGUAL AL ANTERIOR, PERO CON:

¿HAS UTILIZADO TU CONOCIMIENTO BÁSICO SOBRE PROBABILIDAD Y


ESTADÍSTICA EN LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑOS? ¿EN EL ÚLTIMO AÑO?
¿EN EL ÚLTIMO MES?

Quizás deberíamos dedicar más tiempo a estos aprendizajes y menos a las


ecuaciones, aunque se utilicen de vez en cuando para construir el pensamiento
matemático. Afrontar este tipo de posibilidades es aceptar el desafío de
aprendizajes que merecen la pena.

¿Qué sucede con las disciplinas?

Deberíamos poder construir un currículo en torno a un contenido que probablemente


tendrá un uso significativo en la vida futura y desarrollar además las formas propias
del pensamiento de cada disciplina.
También diseñar la educación de manera que nos sirva para localizar las áreas que
entusiasman a la comunidad de estudiantes y darles la oportunidad de desarrollar
ese entusiasmo.

Sin embargo, no puede desarrollarse el currículo básico en torno al entusiasmo


individual de cada estudiante. Tenemos que averiguar qué es lo que con más
probabilidad le servirá a la mayoría a lo largo de sus vidas y fomentar el entusiasmo
todo lo que podamos, dejando espacio también para el entusiasmo general.

Este material es producto de una adaptación con fines didácticos.

Fuente: Perkins, D. (2016). Educar para un mundo cambiante. ¿Qué necesitan


aprender realmente los alumnos para el futuro? Ediciones SM, Biblioteca
Innovación Educativa.

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