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JURISPRUDENCIA

Roj: STSJ CAT 3930/2007 - ECLI: ES:TSJCAT:2007:3930


Id Cendoj: 08019340012007102692
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Social
Sede: Barcelona
Sección: 1
Fecha: 19/03/2007
Nº de Recurso: 248/2006
Nº de Resolución: 2183/2007
Procedimiento: Recurso de suplicación
Ponente: FRANCISCO ANDRES VALLE MUÑOZ
Tipo de Resolución: Sentencia

TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTÍCIA


CATALUNYA
SALA SOCIAL
NIG : 08019 - 44 - 4 - 2005 - 0014040
EL
ILMO. SR. MIGUEL ÁNGEL SÁNCHEZ BURRIEL
ILMO. SR. MIGUEL ANGEL FALGUERA BARÓ
ILMO. SR. FRANCISCO ANDRÉS VALLE MUÑOZ
En Barcelona a 19 de marzo de 2007
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, compuesta por los/as Ilmos/as. Sres/as.
citados al margen,
EN NOMBRE DEL REY
ha dictado la siguiente
S E N T E N C I A núm. 2183/2007
En el recurso de suplicación interpuesto por Carlos Manuel frente a la Sentencia del Juzgado Social 15
Barcelona de fecha 15 de julio de 2005 dictada en el procedimiento Demandas nº 365/2005 y siendo recurrido/
a Comunidad de Propietarios C/ DIRECCION000 NUM000 y Rosendo . Ha actuado como Ponente el/la Ilmo.
Sr. FRANCISCO ANDRÉS VALLE MUÑOZ.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Con fecha tuvo entrada en el citado Juzgado de lo Social demanda sobre Reclam. derechos
contracto trabajo, en la que el actor alegando los hechos y fundamentos de derecho que estimó procedentes,
terminaba suplicando se dictara sentencia en los términos de la misma. Admitida la demanda a trámite y
celebrado el juicio se dictó sentencia con fecha que contenía el siguiente Fallo:
248.06
"Que debo desestimar y desestimo la falta de legitimación pasiva de Comunidad de Propietarios c/
DIRECCION000 , NUM000 de Barcelona (Parking de Barcelona) en su dimensión de la invocada ausencia de
la condición de empresa.
Que estimar la excepción de falta de legitimación pasiva alegada por Don Rosendo , a quien absuelvo de los
pedimentos articulados en su contra por Don Carlos Manuel .

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Que debo desestimar y desestimo la excepción de prescripción parcial alegada por Comunidad de Propietarios
c/ DIRECCION000 , NUM000 de Barcelona (Parking de Barcelona).
Y, por último, que debo desestimar y desestimo las pretensiones de la demanda origen de las presentes
actuaciones, promovida por Don Carlos Manuel contra Comunidad de Propietarios c/ DIRECCION000 ,
NUM000 de Barcelona, a quien absuelvo de los pedimentos deducidos en su contra."
SEGUNDO.- En dicha sentencia, como hechos probados, se declaran los siguientes:
1.- La parte actora, Don Carlos Manuel , mayor de edad, con DNI núm. NUM001 , presta servicios retribuidos
por cuenta de la empresa demandada, Comunidad de Propietarios c/ DIRECCION000 , NUM000 de Barcelona,
con la categoría profesional de vigilante desde el día 24.1.1983.
2.- La actividad de la Comunidad de Propietarios demandada consiste en garaje privado para aparcamiento
de vehículos. El actor realiza las labores de vigilancia de un estacionamiento que cuanta con 573 plazas y
guarda y custodia de vehículos. El uso de algunos de dichas plazas ha sido cedido en alquiler, sin que se tenga
constancia del número de ellas.
3.- El actor ejecuta su trabajo desde el interior de una cabina de control. En ocasiones, de forma voluntaria, sin
previa orden ni encomienda, limpia, si bien la actividad de limpieza es ejecutada por otro trabajador, apellidado
Gómez.
4.- La correspondencia dirigida a los titulares de las plazas es repartida por el conserje del edificio si bien en
alguna ocasión el actor ha dejado sobre el parabrisas de algún vehículo alguna nota relativa a la celebración
de junta de propietarios.
5.- El salario mensual, con inclusión del prorrateo de pagas extras, que percibe el actor asciende a la cantidad
de 1.329,41 €, según siguiente desglose conceptual mensual, sin prorrateo de pagas extras:
Salario base (495,50€.).
Antigüedad (149,84 €.).
Ascensores /74,33 €.).
A cta con (320,85€.).
Plus trans (44,46€.).
Escaleras 54,52 €)
6.- Don Carlos Manuel , a través de la demanda, reclama el concepto de complemento por número de plazas
desde abril de 2004, a razón de 148 € mensuales.
7.- Las partes regulan la relación de trabajo con sujeción a las disposiciones del Convenio Colectivo de trabajo
de empleados de fincas urbanas para los años 2004-2006.
8.- Don Rosendo es presidente de la Comunidad de propietarios demandada.
9.- La Comunidad de Propietarios c/ DIRECCION000 , NUM000 de Barcelona (Parking de Barcelona) es
distinta de la Comunidad de Propietarios de viviendas sita c/ DIRECCION000 , NUM000 de Barcelona. "
TERCERO.- Contra dicha sentencia anunció recurso de suplicación la parte actora, que formalizó dentro de
plazo, y que la parte contraria, a la que se dió traslado impugnó, elevando los autos a este Tribunal dando lugar
al presente rollo.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
ÚNICO.- Frente a la sentencia de instancia, que desestimó la demanda formulada por la parte actora contra la
demandada en reclamación de cantidad, interpone la parte actora, ahora como recurrente, el presente recurso
de suplicación en base a un único motivo y al amparo de lo dispuesto en el artículo 191.c) del Texto Refundido
de la Ley de Procedimiento Laboral , que tiene por objeto examinar la infracción de normas sustantivas o de
la jurisprudencia por parte de la sentencia de instancia.
En el presente litigio la parte actora pretende el reconocimiento del derecho a la percepción del complemento
salarial que describe el artículo 9 de convenio colectivo de empleados de fincas urbanas, y no el convenio de
estacionamientos, y argumenta que a lo sumo habría una laguna o vacío en el convenio de empleados de fincas
urbanas, debiendo admitirse la similitud existentes entre viviendas y plazas de estacionamiento, de manera
que cabría el devengo del complemento salarial para la categoría profesional de vigilante de estacionamiento,

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como si se tratara de portero o conserje en relación con el número de viviendas. A ello se opone la parte
demandada, entre otros argumentos señalando que el reconocimiento y abono del citado complemento no
puede aplicarse a la categoría de vigilante de estacionamiento, que es la categoría del trabajador, dado que
el convenio colectivo lo reserva para el portero o conserje de viviendas en razón del elevado número de las
mismas.
En base a esta controversia alega la recurrente que la sentencia de instancia infringe por inaplicación, el artículo
9.1 del Convenio Colectivo de Empleados de Fincas Urbanas , en relación con lo dispuesto en el artículo 4.1 del
Código Civil . El artículo 9 de dicho convenio lleva por título el de "complementos de salario base de convenio",
y el apartado uno, que se denomina "Número de viviendas", señala lo siguiente: "Se establece en función del
número de viviendas de cada finca urbana, un complemento sobre el Salario Base de Convenio, de acuerdo
con el siguiente escalado: ...De 71 viviendas en adelante, el 31%". Por su parte, el artículo 4.1 del Código
Civil , establece: "Procederá la aplicación analógica de las normas cuando éstas no contemplen un supuesto
específico, pero regulen otro semejante entre los que se aprecie identidad de razón".
Siendo ello así, la empresa demandada aplica al actor el convenio colectivo de empleados de fincas urbanas,
a pesar de que la actividad de la empresa sea la de garaje privado para aparcamientos de vehículos (hecho
probado segundo de la sentencia), actividad para la que también se podría aplicar el convenio colectivo de
aparcamientos y garajes, como ha tenido ocasión de señalar esta Sala en sentencia de 6-6-2001 . Por tanto,
es una cuestión relevante que sea la propia empresa la que aplique el Convenio Colectivo de Empleados de
Fincas Urbanas, a pesar de resultar evidente que es imposible que en la empresa existan viviendas propiamente
dichas, ocupadas por personas, por cuanto ya se ha visto que el objeto de la empresa son las plazas de
aparcamiento.
Según dicho pronunciamiento: " Esta Sala, en sentencia dictada en fecha 23-12-1999 , ha señalado que:
"...partiendo de que el término "finca urbana", comprende no sólo aquellas que se destinan a vivienda, sino
también los locales que, formando parte de un edificio...sean susceptibles de aprovechamiento independiente
por tener salida a un elemento común de aquél o a la vía pública ( artículo 1 de la Ley 8/1999 ), y siendo así
que resulta válida y eficaz en derecho al constitución de una Comunidad de Propietarios sobre "los espacios
asignados a plazas de garaje" de la que son usuarios ( sentencia de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo
de 24 de diciembre de 1990 , según la cual: "El régimen jurídico de derechos y obligaciones aplicable habrá
de estar incardinado en su cotejo homologador, con lo dispuesto en la Ley 21 de Julio de 1960 específica de
propiedad horizontal", y en igual sentido las de 21 de Julio de 1990 y 18 de abril de 1992), debe considerarse
que resulta asignable el ámbito funcional del convenio colectivo imputado a una relación laboral cuyo sujeto
activo presta sus servicios bajo la directa dependencia de una comunidad (constituida, no con la lucrativa
finalidad de ofrecer a terceros una actividad empresarial), sino con la que es inherente a su propia naturaleza
de gestionar aquellos comunes elementos..."
Desde esta perspectiva, entiende la recurrente que es perfectamente posible en derecho entender que una
plaza de aparcamiento es equiparable a una vivienda, dentro del referido concepto amplio de finca urbana.
Además, es la propia empresa, cuyo objeto de actividad no son viviendas propiamente, sino plazas de
aparcamiento, la que aplica al actor el convenio colectivo de empleados de fincas urbanas, en el que está
previsto en complemento salarial reclamado. El actor realiza funciones propias de su categoría profesional
en relación con 573 plazas de aparcamiento, lo que constituye un número significativo, no menor o de poca
entidad y el cual necesariamente debe valorarse para entender la carga de trabajo asignada. Por tanto, si
bien es cierto que el artículo 9.1 del Convenio Colectivo hace referencia literal a viviendas, lo que pretendería
compensar, en realidad, es el mayor trabajo o esfuerzo del empleado que se deriva de un mayor número de
usuarios de la finca.
El motivo no puede prosperar. No merece favorable aceptación el alegato de la recurrente de que el trabajador
se encuentra sometido a un convenio colectivo que le viene impuesto por decisión empresarial y ello por
cuanto: a) no acredita vicio del consentimiento en los términos que determina el artículo 1265 del Código
Civil en relación con el contrato de trabajo suscrito entre ambos sujetos de la relación laboral; b) es el
propio trabajador quien interesa la aplicación del convenio colectivo de empleados de fincas urbanas, acaso
porque postula el reconocimiento de un complemento ausente en el convenio colectivo para estacionamientos
públicos; c) el convenio de empleados de fincas urbanas regula las relaciones laborales de trabajo entre
los propietarios de fincas urbanas, sean personas naturales o jurídicas, y los empleados de las mismas,
de conformidad con el ámbito funcional descrito en su artículo 2 y debiendo recordar que los convenios
colectivos estatutarios despliegan una eficacia general y "erga omnes" respecto de la totalidad de trabajadores
y empresarios incluidos en su ámbito de aplicación y por tiempo de su vigencia "ex " artículo 82.3 del ET .
Resulta así que el convenio colectivo de ámbito de comunidad autónoma catalana de empleados de fincas
urbanas sería el de aplicación a la relación de trabajo existente entre actor y demandada, por mutua acuerdo

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de las partes. Cuestión distinta es que el convenio colectivo sólo recoja dos categorías profesionales en su
artículo 35 (las de portero y conserje), diferenciando a su vez cada una de ellas en función de la plena o no
plena dedicación. Surge así un problema aplicativo: no contempla el garaje como algo autónomo que pueda
tener sus propios empleados con diferente categoría, pero es innegable que el garaje es o puede ser finca
urbana o parte de ésta. Tampoco el convenio recoge otras figuras urbanísticas como la agrupación de varias
fincas urbanas que disponen de servicios comunes como piscinas y demás instalaciones deportivas, zonas
verdes, seguridad, etc, lo que posibilita la contratación de socorristas, jardineros, etc.
Efectivamente, hay un vacío que el convenio trata de suplir en parte con el contenido del artículo 10,
reconociendo a favor del portero o conserje un complemento por los denominados "trabajos especiales, tales
como el cuidado y limpieza de jardines anejos a la finca urbana en que presten los servicios, o el garaje
particular de la misma o cualquier otro servicio análogo". Pero es sin embargo manifiesto que no puede
equipararse la categoría de portero o conserje con la concreta de jardinero, socorrista o vigilante de garaje o
seguridad, figuras que con frecuencia concurren en el ámbito de las fincas urbanas, como así deriva de las
funciones que detalla el artículo 36 del convenio colectivo, y entre las que no se incluyen la vigilancia de garaje.
Hemos de tener en cuenta que la descripción funcional del vigilante de garajes desempeñada por el trabajador
no aparece descrita expresamente como categoría profesional en el convenio colectivo de empleados de
fincas urbanas, siendo además que única y exclusivamente desarrolla tal actividad, sin compaginarla con
ninguna otra típica del convenio de empleados de fincas urbanas (como es la de conserje o portero). Además,
aunque el convenio colectivo tiene efectivamente prevista la encomienda al portero o conserje de funciones
especiales, destinando a ello el complemento regulado en el artículo 10, no se fija sin embargo una cuantía en
función de tablas salariales, sino que remite su cuantificación a la autonomía individual.
La libertad que tienen las partes para fijar el ámbito de aplicación del convenio colectivo que conciertan "ex"
artículo 83.1 del ET , no puede ser entendida en términos absolutos, sino con relación a la unidad negocial
de que se trate y a la representatividad del artículo 87 del ET . Por este motivo, las características propias
de las comunidades de vecinos, que no tienen por objeto la actividad de vigilancia de los garajes sino la de
administración y mantenimiento de los elementos comunes del inmueble y la dedicación de los elementos
privativos a su uso normal, conlleva a considerar que la vigilancia del garaje no es más que una tarea que
podría realizar el portero de una comunidad de propietarios, pero las funciones de un portero o un conserje no
son exclusivamente las de vigilancia de garajes.
Tampoco es dable la equiparación entre vivienda y plaza de estacionamiento, no ya por el sistema de
edificación de la primera en régimen de finca urbana y el espacio diáfano de los estacionamientos, sino por
la propia naturaleza de las cosas (moradores, escaleras, rellanos, iluminación, correspondencia, recepción de
envíos, paquetería y similares dirigidos a los vecinos, telefonía interna, recepción de visitantes y similares),
donde el mayor número de vecinos supone un sensible incremento del trabajo. Extremos éstos que, de hecho,
no inciden en el mayor o menor número de plazas de estacionamiento de quien tan sólo controla el acceso
y salida de vehículos automóviles de cuatro a dos ruedas. El actor, tal como él mismo reconoció, limita su
actividad a la vigilancia del garaje privado (control de acceso y salida), desde el interior de su garita (obran
en autos las fotografías), sin actividad de limpieza, reparto de correspondencia ni, en general, ninguna de las
funciones propias de las categorías profesionales de portero o conserje.
Los anteriores razonamientos llevarían a la desestimación del recurso interpuesto, pero cabe precisar que la
razón que lleva a su rechazo haya su fundamento en la imposibilidad de derogación del Convenio Colectivo
por vía de pacto individual. Ya se ha dicho que el artículo 83 del ET establece la eficacia normativa y general
de los Convenios Colectivos estatutarios, impidiendo su derogación singular al imponer el sometimiento al
mismo de todos los empresarios y trabajadores incluidos en el ámbito de aplicación y por todo el tiempo de su
vigencia. Esa eficacia general ha de hallarse en las especiales reglas de legitimación para negociar ( artículo
87 del ET ) y para convenir ( articulo 88 del ET ) en los ámbitos supraempresariales, por cuanto que las mismas
sólo son atribuibles a sujetos que representan a los respectivos grupos o bancos.
En el caso enjuiciado, es pacífica la existencia de una comunidad de propietarios, pero no de una finca
urbana en cuanto que tal, destinada a la vivienda y, en su caso, oficinas o despachos, sino de plazas de
estacionamiento, lo que reconduce la solución de la cuestión planteada a la selección de la norma aplicable,
pues ésta ha de dar cobijo a la pretensión, y tal norma no puede ser otra que el convenio colectivo de
aparcamientos y garajes, que no el de fincas urbanas, al no debatirse la existencia de dos comunidades
de propietarios: la de la finca urbana ocupada por vecinos y la del garaje, como comunidad autónoma
independiente y con diferentes propietarios.
Cabe en este sentido recordar la doctrina de la Sala sentada en su sentencia de 6-6-2001 (sobre la que la
recurrente hace una lectura parcial e interesada), que señala: "la cuestión litigiosa queda centrada y limitada
a determinar si el convenio aplicable al caso es el de aparcamientos y garajes, como postula la parte actora, o

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el de empleados de fincas urbanas, postulado por la empresa demandada y recurrente. De la certeza jurídica
del relato fáctico de instancia que es aceptado por incombatido por la recurrente, resulta: a) que el actor viene
prestando servicios por cuenta de la demandada-recurrente, Comunidad de Propietarios del Garaje Passeig
de Valldaura, dedicada a la actividad de garaje para aparcamientos, con la categoría profesional de guarda
de noche; b) la actividad de la Comunidad de propietarios es la del Garaje para aparcamientos, unas plazas
utilizadas por los propietarios, y otras en régimen de alquiler; c) las funciones que realiza el trabajador son
las de guarda y custodia de vehículos, cobro de recibos de alquiler, mantenimiento y limpieza; asimismo se
constata acreditado que el garaje tiene una capacidad de 209 plazas de parking de coches y 111 plazas para
motos, de las que unas 80 están en régimen de alquiler y el resto son utilizadas por los propietarios.
Comparando los respectivos ámbitos funcionales de cada uno de los convenios colectivos mencionados,
resulta que mientras el de garajes obliga a todas las empresas cuya principal actividad sea cualquiera de las
siguientes: garajes, servicio de lavado, engrases o aparcamiento; el de empleados de fincas urbanas resulta
aplicable a quienes bajo la directa dependencia de los propietarios de las fincas urbanas o representantes
legales de los mismos, tienen encomendada la vigilancia, cuidado, conservación y limpieza de éstas y de los
servicios comunales allí instalados. En el supuesto enjuiciado, partiendo de aquél relato fáctico...consta como
actividad de la empresa demandada (la Comunidad), la de "Garaje para aparcamientos" y que las funciones
realizadas por el actor son las de "guarda y custodia de vehículos, cobro de recibos de alquiler, mantenimiento
y limpieza", lo cual conduce a entender que el convenio aplicable es del de Garajes y aparcamientos".
Como ha evidenciado la doctrina científica, así como la doctrina judicial ( STSJ del País Vasco de 30 de Junio
de 1992 , STSJ de esta Sala de 23 de diciembre de 1999, y de 6 de junio de 2001), la actividad de una comunidad
de propietarios tanto se puede desplegar en el propio edificio de viviendas como en otros anexos como son los
garajes que en dicha comunidad existan para la guarda y custodia de los vehículos. Pero solamente quedaría
al margen de la regulación del convenio colectivo de empleados de fincas urbanas las relaciones laborales
existentes, cuando hubiera una clara separación entre la comunidad de propietarios y los locales de garaje,
porque, en caso contrario, de existir una comunicación entre comuneros y propietarios de las plazas de garaje,
no se produciría dicha ruptura.
Por tanto, no puede prosperar la pretensión de la recurrente, al fundamentarse en el artículo 9.1 de un convenio
colectivo (el de empleados de fincas urbanas para Cataluña) que, como acaba de afirmarse, no disciplina las
relaciones de trabajo entre demandante y la comunidad demandada. La aplicación del convenio colectivo de
empleados de fincas urbanas al actor, tan sólo hubiera tenido lugar en el caso de autos si hubiese existido
una única comunidad de propietarios y no dos distintas.
Vistos los preceptos legales citados, sus concordantes y demás disposiciones de general y pertinente
aplicación.

FALLAMOS
Que debemos desestimar y desestimamos el recurso de suplicación interpuesto por D. Carlos Manuel contra
la sentencia de 15 de Julio de 2005, dictada por el Juzgado de lo Social número 15 de Barcelona en los
autos número 365/2005 seguidos a instancia de la parte actora, ahora recurrente contra la Comunidad de
Propietarios C/ DIRECCION000 , NUM000 de Barcelona (Parking de Barcelona) y D. Rosendo , confirmando
íntegramente la misma.
Contra esta Sentencia cabe Recurso de Casación para la Unificación de Doctrina que deberá prepararse ante
esta Sala en los diez días siguientes a la notificación, con los requisitos previstos en los números 2 y 3 del
artículo 219 de la Ley de Procedimiento Laboral .
Notifíquese esta resolución a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, y expídase
testimonio que quedará unido al rollo de su razón, incorporándose el original al correspondiente libro de
sentencias.
Así por nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
Publicación.- La anterior sentencia ha sido leida y publicada en el día de su fecha por el/la Ilmo/a. Sr/a.
Magistrado/a Ponente, de lo que doy fe.

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