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ANFIBIOS.

Su nombre proviene del griego y significa "ambos medios", pues su vida


transcurre entre el medio acuático y el terrestre. Se tratan los ancestros de
los anfibios del primer grupo de vertebrados que colonizó el continente y se
adaptó a una vida semi terrestre. Son de sangre fría, por lo que reciben el
nombre de poiquilotermos. Se encuentran prácticamente en todas las
regiones del mundo excepto en aquellas donde las condiciones climáticas son
más duras como el Ártico, la Antártida y los desiertos más extremos.  Los
anfibios se caracterizan a diferencia del resto de vertebrados de pasar por
diversos cambios y estadios morfológicos a lo largo de sus ciclos de vida.
Transformaciones que de producirse de forma brusca reciben el nombre
de metamorfosis.

Un anfibio típico tiene una etapa larval que se gesta sin excepción en un medio
acuático y durante la cual respira a través de branquias, recibiendo el nombre
de ajolotes, posteriormente pasan a otra etapa metamórfica, recibiendo el
nombre de renacuajos, siguen respirando por branquias. En su etapa adulta,
aunque no dejan de depender del agua, suelen estar menos atada a esta, de
modo que muchas especies suelen desarrollar pulmones cuya función se ve
reforzada por la respiración a través de la piel que muchos de estos animales
son capaces de realizar.  No obstante existen también algunas especies que
conservan sus branquias  a lo largo de toda su vida. Otras también son son
capaces de segregar sustancias tóxicas que usan para defenderse de los
posibles depredadores. 

Entre sus características principales destacan su piel fina y húmeda, lisa o


rugosa en función de la especie, carece de pelos o escamas y está provista de
glándulas con una multitud de funciones esenciales para proteger al animal, por
ejemplo, controla su temperatura corporal, colabora en su respiración, pueden
desprenden sustancias tóxicas para persuadir a su enemigo e incluso les
ayuda a permanecer desapercibidos en su hábitat natural.

Normalmente su color se adapta al medio, aunque existen especies


de anfibios con pigmentación en la piel muy pronunciada (aposematismo) con
la finalidad de mantener alejados a sus depredadores, pues como mantuvimos
con anterioridad les advierte de sustancias nocivas.

Los ojos son grandes y saltones, permitiendo al anfibio cazar con facilidad sus
presas, algunos ejemplares poseen una pupila vertical, que posibilita la visión
nocturna, aunque existen también ejemplares con pupila horizontal e incluso
redonda, en aquellos anfibios con costumbres diurnas. Los dedos de sus pies
se adaptan a los hábitos del anfibio, pueden ser palmeados, para capacitar un
mejor movimiento en el medio acuático, o con almohadillas, las cuales facilitan
al anfibio adherirse y trepar entre la vegetación, tanto las manos como los pies
son generalmente pentadáctilos, a excepción de las cecilias o ápodos que
carecen de extremidades. Su reproducción es sexual.
En lo referido al sistema digestivo es otra característica de los anfibios que no
debe pasar desapercibida, los dientes son escasos y son de gran ayuda para
sujetar a las presas, la lengua está especializada para la captura de alimentos;
el estómago tiene forma tubular, presentan intestino grueso corto, dos riñones y
vejiga urinaria.

Entre las características de los anfibios es de destacar que también disponen


de respiración cutánea, gracias a su piel fina y húmeda se produce el
intercambio gaseoso, de esa manera pueden completar sus necesidades
respiratorias.

La reproducción es mayoritariamente ovípara y de fecundación externa o


interna; las hembras poseen dos ovarios y los machos dos testículos. Una
características importante en la fecundación interna es el hecho de no
presentar órganos copuladores, los machos expulsan al exterior los
espermatozoides ya encapsulados (espermatóforo), de esa manera  las
hembras pueden introducirlos en su cloaca.

EJEMPLO:

 Sapo común.
 Sapo gigante.
 Rana venenosa.
 Rana de Nueva Zelanda.
 Rana de Seychelles.
 Rana arborícola.
 Sapo toro

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