VÍNCULOS,

TRANSICIONES
Y DESAFÍOS
FAMILIARES
Psicología de la Adultez
y Senectud

Bloque 3

PASA0420
PSICOLOGÍA DE LA ADULTEZ Y SENECTUD

El presente material recopila una serie de definiciones, explicaciones y ejemplos prácticos de autores especializados
que te ayudarán a comprender los temas principales de este bloque.

Las marcas usadas en la antología son única y exclusivamente de carácter educativo y de investigación, sin fines
lucrativos ni comerciales.

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Vínculos, transiciones y desafíos familiares

5. Vínculos, transiciones y desafíos familiares

Los adultos maduros se encuentran en la etapa intermedia entre la adultez joven y la vejez. Como ya he-
mos revisado en el bloque pasado, es durante esta época en la que se toman algunas de las decisiones
más trascendentales en la vida, como formar una familia, escoger una profesión u oficio. Durante este
trayecto ocurren eventos que marcarán la historia de vida de las personas, distintas transiciones y de-
safíos importantes tanto en lo físico como en lo afectivo pondrán a prueba su capacidad de adaptación,
autoestima y los roles que se adoptan en las relaciones sociales.

Se trata de comprender cómo el recorrido de esta etapa puede afectar de diversas maneras a la persona
y cómo ésta maneja dicha transición. Por ejemplo, si decide o no formar una familia o cómo desarrollará
sus lazos afectivos. A su vez, se toman decisiones en el aspecto profesional que inciden directamente en
la vida familiar y social e incluso en el estado físico. Los diversos desafíos que enfrente el adulto maduro
afectarán su vida presente y futura, por lo que será importante comprender los vínculos y la manera en
que realiza sus transiciones de vida.

5.1. Desarrollo en la familia

Mucho se ha hablado sobre la familia y sobre su papel en la sociedad, de la cual es considerada la base,
pues la educación comienza en la familia y, por lo tanto, la familia es el reflejo de la sociedad. Pero, ¿qué
sabemos realmente de la familia?, ¿qué tipos de familia existen?, ¿cómo se relacionan los adultos con
la idea de la familia?

La familia comienza con la unión de pareja, práctica que usualmente continua a través del rito del matri-
monio. Sin embargo, más adelante estudiaremos que existen distintos tipos de familias, cada una igual
de válida, pero con interacciones diversas (Papalia y colaboradores 2009). Será esencial mencionar que
cada persona puede tener un particular significado de familia y, en este sentido, es importante revisar la
diversidad de tipos de familia.

5.2. Matrimonio y familia propia

El matrimonio es un rito social y religioso presente en la mayoría de las culturas que cumple distintas fun-
ciones. En esta época podemos decir que existen diversos rituales de unión que se sustentan en distintas
creencias o religiones, así como, por supuesto, se incluye también el aspecto legal en un lazo matrimonial.

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El matrimonio precede a la formación de una familia nuclear, que es aquella que se encuentra conformada
por padres e hijos. La familia cumple con distintas funciones como la socialización, la transmisión de la
cultura y la transmisión de los roles de género.

La vida familiar parte de la pareja y pasa por distintas fases: la pareja sin hijos es la primera de ellas, le
sigue la etapa de los nuevos padres que abarca hasta los tres años, luego, la familia del preescolar que
sigue el desarrollo de los tres a seis años del hijo y posibles hermanos menores; más tarde, la familia del
adolescente va de los 13 a 20 años del hijo mayor, la familia del joven va de los 20 años del hijo mayor hasta
que éste abandona el seno familiar. La antepenúltima etapa es la familia como centro de lanzamiento,
que es el periodo en el que crecen los hijos hasta que el último de los hermanos abandona el hogar y la
última etapa es la familia postparental, momento en el cual la pareja fundadora de la familia vuelve a estar
sola. (Sandoval, 2018).

Figura 1. Etapas lineales de la vida familiar tradicional

Pareja Nuevos Familia de

sin hijos padres preescolar

Familia del Familia del Familia como

adolescente joven centro de
lanzamiento

Familia
postparental

Fuente: Alvarado (2019).

Hay que tomar en cuenta que esta secuencia no es una regla, ya que existe el espacio para distintos tipos
de familia y distintas reconfiguraciones como el divorcio, las familias reconstituidas, nuevo matrimonio,
entre otros.

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Cuadro 1. Etapas de la vida familiar

Etapa Definición Características

— — Preparación con nuevos

roles en ambos sexos.

1. Formación de la pareja Fase de compromiso — — Independencia familiar.

— — Adaptación y resolución
de conflictos.

— — Crisis de adaptación
2. Espera y nacimiento y desarrollo.
Procreación
de hijos
— — Cambios evolutivos, parto.

3. Crianza inicial
— — Posible sentimiento de
rechazo al hijo por parte de la
madre o del padre, debido a
que éste se siente desplazado.
Ajuste
— — Asunción de nuevas
Nacimiento de responsabilidades.
primer hijo
— — Posible sentimiento
de preocupación por
la responsabilidad que
genera el nuevo ser.

— — En esta etapa se considera a

los niños de entre 0 a 13 años.

— — Apertura a nuevos
Etapa de ajuste entornos sociales.
4. Familia con
Posible llegada de — — Convivencia extrafamiliar
niños escolares
nuevos miembros con pares.

— — Hay consolidación y
estabilidad laboral.

— — Edad productiva de los padres.

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— — Ajustes emocionales por

parte de los padres para
relacionarse y comprender
a los hijos adolescentes.

— — Creación de identidad
personal de los hijos.

Desprendimiento — — Crisis de identidad.

5. Familia con miembros e independencia
adolescentes de hijo o hijos — — Etapa marcada por la relación
adolescentes e interdependencia de el o
los hijos adolescentes de la
familia, con el grupo de pares.

— — En algunos casos, esta

etapa genera frustración
en los padres cuando no
logran relacionarse de forma
adecuada con los hijos.

Los padres se
— — Crisis entre cónyuges
6. Familia plataforma quedan solos tras
por los cambios y el
de lanzamiento el abandono de
síndrome de nido vacío.
el o los hijos

Últimos años de
vida laboral o — — Se incorporan nuevas
bien término de formas y tiempos para
7. Familia de edad media la vida laboral mantener comunicación
Llegada de nuevos entre los miembros.
miembros (nietos)

— — Los padres requieren apoyo

de los hijos para sobrevivir.

— — Se enfrentan diversas
Cambio de roles pérdidas derivadas
8. Familia anciana
generacionales del periodo evolutivo:
juventud, salud, trabajo.

— — Viudez: posible muerte de

alguno de los cónyuges.

Elaborado a partir de Jara (2011), Carter y McGoldrick (1980) y Vargas (2013); citados por Semenova, Zapata y Messager
(2015).

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5.3. Paternidad – maternidad

Sandoval (2018) nos dice que tanto la paternidad como la maternidad representan momentos muy impor-
tantes para los adultos, ya sean adultos jóvenes o maduros. Según los roles sexuales tradicionales que
revisamos en el bloque anterior, la paternidad es un anhelo para ambos sexos y representa la culminación
del proceso del matrimonio. Esta culminación, por ejemplo, puede entenderse en muchos casos como
una consolidación de la vida en pareja o también como la continuidad de la familia.

Los roles que se adoptan modifican el comportamiento de los adultos. En el caso de los padres varones,
la vinculación afectiva que se produce en la relación padre-hijo se relaciona con la responsabilidad en el
cuidado y la formación de los hijos. En el caso de la madre, se suele decir que la relación afectiva es más
profunda, sin embargo, hoy sabemos que esto es realmente un mito.

Cuando se habla de padre ausente en las familias, la causa más frecuente es el divorcio o separación.
Ahora también se refiere a las familias en las que el papel de padre, por distintos motivos, recae en otras
personas como los abuelos, la madre u otros adultos.

Entre las consecuencias negativas patológicas que se han identificado de la paternidad, está la carencia
de autoestima, falta de respeto e incluso depresión, las cuales se observan en los hijos. En cuanto a las
madres, además de los cambios físicos evidentes durante el embarazo y el posparto, se pueden presentar
sentimientos de desvalorización y rechazo hacia los hijos, debido a condiciones desfavorables, a la falta
de apoyo o a la falta de planificación.

Adicional a esto, también existen cambios a nivel personal y social, al modificar la forma en la que la madre
es percibida por la sociedad. Estos cambios pueden ser positivos o negativos, dependiendo la apertura
social a ciertos aspectos como las madres solteras, hijos fuera del matrimonio, etcétera (Sandoval, 2018).

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La familia es considerada el núcleo social más importante, dada su injerencia en el desarrollo de los
individuos, pues todo lo que acontece en ella impacta a nivel social, en mayor o menor medida. Por otro
lado, es importante entender que existe una diversidad cada vez más aceptada de formas de vivir la
paternidad y maternidad como, por ejemplo, las familias homoparentales y homomaternales. Otro tipo
de familia puede ser la unipersonal. A continuación, en la siguiente imagen puedes revisar los diversos
tipos de familia y su composición.

Figura 2. Tipos de familia

Fuente: Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (2019)

5.4. Lazos generacionales (familias extendidas)

Existen distintos tipos de familia. La familia extensa es una de ellas, y a pesar de que existe cierta vague-
dad en su definición, podemos decir que es aquella que cuenta con numerosos miembros que cohabitan
en el mismo espacio, en contraposición al concepto de familia nuclear. Existen familias extensas en las
cuales cohabitan tres o cuatro generaciones, este orden responde a patrones de conducta culturales o
incluso económicos. Este último está relacionado con el alza del precio de las viviendas, lo que dificulta
en gran medida el proceso de emancipación de los hijos adultos.

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Los aspectos culturales y económicos en la actualidad marcan una tendencia en nuestro país, en el que
hay un alto porcentaje de familias extendidas. Es común que los abuelos vivan con la familia nuclear, por
ejemplo. Este tipo de relación familiar posee tanto ventajas como desventajas. Entre las primeras está
un mayor apoyo familiar con el cuidado de los hijos y nietos, y viceversa, apoyo de los hijos a los padres
y abuelos, pero, por otro lado, se pueden crear tensiones por diversos motivos como pérdida de una au-
toridad central, o falta de privacidad, violencia, entre otros (Papalia y colaboradores, 2009).

5.5. Cuidado de la familia

El rol del cuidado de la familia y de los hijos en las familias tradicionales usualmente recaía en las mujeres,
las madres y las abuelas. Aquí justamente podemos notar parte del impacto cultural y económico que
repercute en el cuidado de los hijos o abuelos. Por otro lado, hoy en día, debido a la incorporación de las
mujeres a los centros de trabajo, se ha formado una economía del cuidado cuando ambos padres trabajan
donde la crianza se apoya en los abuelos o en centros especializados como las guarderías y niñeras. Algo
similar ocurre con los adultos mayores, sobre todo en aquellos casos en los que se necesitan cuidados
especiales, ya que existen enfermeras, geriatras e instituciones de alojamiento y retiro.

En México la división sexual del ámbito doméstico, y por tanto familiar, es muy evidente, pues aunque
ambos padres trabajen, las madres suelen dedicar mucho más tiempo al cuidado de la familia y a las
actividades del hogar. En cambio, los varones tienen el papel de dirección en la toma de las decisiones
familiares (Rojas, 2010).

5.6. Violencia familiar

Patró y Limiñana (2005) han encontrado que el concepto de violencia familiar, también llamada violencia
intrafamiliar, se refiere a cualquier tipo de abuso psicológico, físico o sexual que se efectúa en un con-
texto familiar. En el caso de nuestro país, las cifras de violencia tanto en un aspecto general como en el
intrafamiliar ha ido en aumento. Esto es en gran parte por el rompimiento de los tejidos sociales debido
a políticas económicas que, lejos de contribuir a la empatía, el respeto y la solidaridad, promueve un alto
nivel de egoísmo que afecta los lazos sociales.

El abuso implica una relación de desequilibrio de poder donde alguien dominante aplica su poder y fuerza
sobre alguien en una posición de desventaja. La familia, como ámbito privado, ha sido un espacio vul-
nerable puesto que la tradición y los roles sexuales, que ya hemos mencionado anteriormente, suelen
perpetuar dinámicas de machismo y de violencia. La violencia en la pareja también puede ir acompañada
de violencia hacia los hijos.

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Los efectos en los niños que son víctimas de violencia física, psicológica o sexual pueden llevar a problemas
del desarrollo muy serios, como la inhibición en la formación de una personalidad y autoestima sana, puesto
que se crea falta seguridad en el mundo, pérdida de confianza en los otros y sentimientos traumáticos como
miedo e indefensión en niveles patológicos. También se ha encontrado que los niños suelen presentar un
mayor índice de conductas antisociales y agresivas, así como un menor rendimiento escolar.

Otro aspecto importante a señalar es que los niños que han crecido en hogares violentos aprenden y
reproducen la violencia, repitiendo creencias y valores negativos como el pensar que la violencia es un
método válido para la solución de conflictos, o que la violencia es la normalidad y no una situación a evi-
tar (Patró y Limiñana, 2005).

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6. Adultez madura
La adultez madura, como ya lo hemos señalado antes, va de los 40 a 65 años de edad. Los cambios físicos
durante esta etapa tienden a ser lentos, al menos que el descuido de la salud y malos hábitos aceleren
el proceso del envejecimiento, así como factores ambientales o trabajos muy demandantes. Los antece-
dentes hereditarios también pueden jugar un rol importante en el desarrollo físico de esta etapa. Es de
entender que la curva de plenitud física comienza a caer, aunque de manera paulatina.

6.1. Cambios físicos

La edad adulta madura se caracteriza por diversos cambios físicos que se manifiestan de forma distinta
en hombres y mujeres. Asimismo, los tiempos en que ocurren estos cambios también son diferentes. A
partir de los 45 años comienza cierto declive en las facultades, aunque es casi imperceptible. Después de
los 50 años los cambios se acentúan; los hombres tienen cierta predisposición a perder el oído, mientras
que las mujeres pierden densidad ósea.

También hay diferencias en la sexualidad de ambos. Las mujeres enfrentan la menopausia entre los 45 y
50 años, etapa caracterizada, entre otras cosas, porque cesa la menstruación. Por su parte, en los hom-
bres se presenta la andropausia. De acuerdo con Licea (2006), la andropausia es el término que se utiliza
para describir los síntomas y signos asociados a una declinación gradual de la secreción de testosterona
(T), lo que ocurre durante el envejecimiento en los hombres.

6.2. Menopausia

La menopausia representa el fin de la edad reproductiva en las mujeres. Ocurre alrededor de los 50 y 52
años, pero puede aparecer un poco antes o un poco después. Debido al cambio hormonal, los niveles de
estrógeno y progesterona bajan, y provocan síntomas como bochornos, disfunción urinaria y resequedad
vaginal. La menopausia no ocurre de pronto; durante la llamada transición menopaúsica, que dura entre
tres y cinco años, los óvulos se degradan y las menstruaciones se vuelven irregulares, se acompañan de
un flujo menor y un mayor tiempo entre cada periodo menstrual (Sandoval, 2018).

6.3. Andropausia

De la misma forma, en los varones ocurre un proceso de disminución hormonal y de capacidad que se
le ha llamado andropausia. En ella bajan los niveles de testosterona, la hormona sexual masculina. Sin
embargo, no existen síntomas negativos notorios en la salud en general (Sandoval, 2018).

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6.4. Apetito sexual

El apetito sexual en la recta final de la adultez madura decae en ambos sexos a causa de los procesos de
la menopausia y la andropausia. En las mujeres la excitación es menos intensa, y son los orgasmos más
rápidos y menos frecuentes. En el caso de los hombres, las erecciones aparecen con menor frecuencia y
se necesita de un mayor tiempo de recuperación del periodo refractario después de la eyaculación, ade-
más hay un mayor riesgo de presentar disfunción eréctil y otras disfunciones sexuales (Sandoval, 2018).

Sin embargo, esta reducción no representa el fin de la vida sexual, pues la actividad física regular y la visita
a especialistas en salud sexual permite alargar la vida sexual hasta la etapa de la adultez tardía o vejez.

Será de gran valía comprender el decaimiento físico de la sexualidad en conjunto con los demás cambios
físicos que se puedan dar y cómo afectan la vida social, familiar y laboral. Entender esto permitirá una
mejor manera de llevar esta etapa y pasar a la siguiente que es la senectud.

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 REFERENCIAS

Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. (2019). Tipos de familia y su composición. [Figura 1]. Recu-
perado de

Licea, M. (2006). Andropausia. Recuperado de

Papalia, D. et al. (2009). Desarrollo del adulto y vejez. México: Mc Graw Hill.

Patró. R. y Limiñana. R. (2005). Víctimas de violencia familiar: Consecuencias psicológicas en hijos de

mujeres maltratadas. Anales de Psicología, 21(1). Recuperado de

Rojas, O. (2010). Género, organización familiar y trabajo extradoméstico femenino asalariado y por cuenta
propia. Revista Latinoamericana de Estudios de Familia, 2. Recuperado de

Semenova N., Zapata J y Messager, T. (2015). Conceptualización de ciclo vital familiar: una mirada a la
producción durante el periodo comprendido entre los años 2002 a 2015. CES Psicología, 8 (2), pp. 103-
121. Recuperado de

Sandoval, A. (2018). Psicología del Desarrollo Humano II. México: Universidad Autónoma de Sinaloa.

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