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DESARROLLO

ENLACE QUÍMICO
La teoría del enlace químico explica el origen de los enlaces entre dos o más átomos y
permite calcular las energías involucradas en la formación de esos enlaces.

Enlace químico

La teoría del enlace químico explica el origen de los enlaces entre dos o más átomos y
permite calcular las energías involucradas en la formación de esos enlaces. Para
simplificar, se puede reconocer que hay básicamente tres métodos de enlaces: iónico,
covalente y metálico.

El enlace químico es el resultado de las interacciones atractivas entre los núcleos atómicos
y los electrones, que superan energéticamente a las interacciones de repulsión de los
electrones entre sí y también entre los núcleos.

Enlace iónico

El modelo más simple es el “enlace iónico”, que supone que los iones se comportan como
cargas puntuales y que interaccionan de acuerdo con la ley de Coulomb. En la práctica,
sin embargo, resulta que ningún enlace es 100% iónico y que siempre hay una
contribución covalente.
El enlace iónico involucra la formación de un sólido cristalino ordenado, en el que se

distribuyen espacialmente
los cationes y los aniones
siguiendo un patrón similar al de un
papel mural, pero dispuestos de
manera tridimensional.

En un compuesto iónico hay un completo balance de la carga eléctrica. Así por ejemplo, si
se dispone de iones aluminio (III), Al3+, y óxido, O2-, la condición de electroneutralidad se
puede expresar de este modo: si en un cristal de óxido de aluminio hay iones Al 3+ y iones
O2-, entonces para que exista neutralidad deberán existir 2 iones Al 3+ y 3 iones O2- en el
compuesto sólido Al2O3.

Características de los enlaces iónicos:

• Se forma entre un metal y un no metal.


• Los metales pierden electrones y el no metal gana electrones.
• Se forman iones cargados positivamente y negativamente, lo que hace que el
compuesto iónico en su totalidad sea neutro.

Enlace covalente
El “enlace covalente”, en moléculas diatómicas X 2, se forma por interacción de electrones
desapareados de la capa de valencia de dos átomos X. El caso más simple es la interacción
entre dos átomos de H. Cada uno de ellos posee un electrón de valencia y la interacción de
ambos electrones desapareados para formar la molécula H 2 puede ser representada
mediante la estructura:

H:H

La “teoría del enlace de valencia” supone que los electrones de una molécula ocupan
orbitales atómicos de los átomos individuales. Esto permite conservar la imagen de los
átomos individuales tomando parte en la formación del enlace.

El enlace H-H en la molécula de H 2 se forma por el traslape de los orbitales 1s de cada


átomo de hidrógeno.

Al inicio ambos átomos de hidrógeno están separados, no hay interacción y la energía


potencial es cero. A medida que se acercan los átomos, los electrones y los núcleos se
repelen entre sí, pero aumenta la atracción de los núcleos por los electrones. Esta
atracción es mayor que la repulsión, por lo que la energía potencial es negativa. El sistema
es más estable cuando la energía potencial es mínima, lo que se logra cuando existe el
máximo de traslape entre las dos nubes electrónicas, y por lo tanto, ocurre cuando se ha
formado la molécula de H2.

La formación de la molécula de hidrógeno viene acompañada de una liberación de


energía, que se conoce como “energía de enlace”.

De esta manera, un átomo en la molécula, al compartir su electrón con el del otro átomo,
satisface la regla del dueto y alcanza la configuración electrónica estable del He.

Si consideras el átomo de oxígeno, cuya configuración electrónica (8) es


1s2 2s2 2px2 2py1 2pz1, hay dos orbitales “p” que contienen solo un electrón y pueden ser
compartidos para formar una unión o enlace doble en la molécula O 2 (según puedes ver
en el esquema a). Observa que cada átomo de O cumple con la regla del octeto,
compartiendo electrones con el otro y alcanzando 8 electrones, estructura característica
de la configuración externa del gas noble Ne (esquema b). En el esquema c se muestra
otra estructura más simple, donde cada par electrónico es representado por un trazo.
En el caso de la molécula N2, cada N dispone de 3
electrones desapareados, que según su
configuración electrónica es
1s2 2s2 2px12py1 2pz1. La interacción lleva al
apareamiento de tres electrones de cada N con la
formación de un enlace triple. Cada átomo
alcanza la configuración del gas noble Ne y
cumple con la regla del octeto. Esto se muestra
en
el esquema para el N2, de modo totalmente análogo al caso del O2.

En el esquema adjunto se muestra el


apareamiento de los 4 electrones de la capa
de valencia del C con cada uno de los
electrones desapareados de los átomos de H
para formar la molécula de metano, CH4.

Te podrás preguntar cómo ocurre esto, ya que la configuración


electrónica (9) del C es 1s 2 2s22px1 2py1 (2pz) y tiene solo dos
electrones desapareados. La teoría de enlace introduce el concepto
de “hibridación” o “mezcla o combinación de orbitales”, y en este
caso, hay 4 orbitales del C: el orbital 2s y los tres orbitales 2p (producto de la excitación
de un electrón del orbital 2s que se encuentra en el orbital 2p). Si estos orbitales,
entendidos como funciones matemáticas, se combinan entre sí, se obtienen 4 orbitales
equivalentes, de igual energía, y se dice que estos orbitales son híbridos sp 3, ya que han
sido formados a partir de la mezcla de 1 orbital 2s con 3
orbitales 2p. Imagina entonces que al aproximarse los
átomos de H al C, los orbitales atómicos de éste se
transforman y
generan esos 4 orbitales híbridos sp 3, que se orientan en torno al núcleo de C en las
direcciones de los vértices de un tetraedro. Cada uno de esos orbitales híbridos es ocupado
por un electrón desapareado, que se puede aparear con el electrón de un átomo de
H.

El átomo de C forma también otro tipo de híbridos. En la molécula de acetileno, C 2H2, el


enlace se describe así: H – C ºC - H, con un enlace triple entre los átomos de C, donde
cada átomo de C forma dos orbitales híbridos sp, mezclando el orbital 2s con uno de sus
orbitales 2p. Los electrones en estos orbitales híbridos forman una unión simple C-C y
otra unión con el orbital 1s del H. Las otras dos uniones C=C provienen de la combinación
entre los dos orbitales 2p sin hibridar de cada átomo de C.

Para que pueda ocurrir la hibridación de los orbitales de un átomo se deben cumplir tres
condiciones:

Los orbitales atómicos que se mezclan deben ser del mismo átomo, jamás de átomos
distintos.

Los orbitales a mezclar deben tener similar energía.

Los orbitales deben poseer una simetría u orientación espacial apropiada.

Puedes imaginar que la hibridación es una combinación matemática de funciones u


ondas. Cuando la simetría de las ondas no se ajusta apropiadamente, sucede que la
superposición de las ondas es nula y no se obtiene una función orbital híbrida útil.

Características de los enlace covalentes:

• Se forman entre elementos no metálicos.


• Comparten los electrones.
• Existen enlaces covalentes simples, dobles y triples, polares y apolares.
• Existen enlaces covalentes coordinados.

El “enlace covalente coordinado”, o también denominado “dativo”, no es una clase


diferente de enlace, sino que corresponde a un enlace covalente común que se origina
cuando un átomo aporta un par electrónico en un orbital y el otro átomo dispone
solamente de un orbital vacío. Ejemplo de ello es la formación de H2 a partir de un ión
hidruro, H: -, y de un ión hidrógeno H+

H: - + H+ H:H

En la formación de un enlace se desprende energía; por consiguiente, para romper un


enlace es necesario aplicar energía, ya sea como calor, descarga eléctrica o en otra forma.
La energía necesaria para romper el enlace de una molécula X 2 al estado gas y generar los
átomos gaseosos se denomina “energía de enlace”.

A-A (g) + Energía 2 A (g)

La energía de un doble enlace es mayor que la de un enlace simple entre dos átomos
dados, y la del enlace triple supera a ambas. En la tabla se muestran los valores de energía
de enlace, en kilojoule/mol, para algunas uniones.

La energía del enlace C-C es tal, que los átomos de carbono


pueden formar largas cadenas en las que solamente 2
valencias del carbono están comprometidas en los enlaces C-
C mientras quedan otras 2 valencias libres para la unión con
otros átomos. Enlace metálico

En metales, los electrones están deslocalizados en la totalidad de su estructura, esto hace


que los átomos se mantengan unidos con una gran fuerza de atracción a través de lo que
se llama enlace metálico.

Características más comunes en los metales son:

• La movilidad de los electrones deslocalizados hacen que los metales sean buenos
conductores de calor y de la electricidad.
• La gran fuerza de atracción es la responsable de la resistencia del metal.
• Los metales también poseen brillo ya que sus elementos tienen la capacidad de
absorber energía de la radiación y liberarla en forma de fotones de luz visible que
dan esa sensación característica de brillo.
• En el metal, los átomos pueden deslizarse unos sobre otros, sin romper ningún
enlace especifico. Gracias a esto y aplicando y aplicando una fuerza sobre el metal,
es posible hacer alambres o hilos y formar laminas

• CONCLUSION: Estos enlaces tienen propiedades muy diferentes y está


diversidad individualiza nuestro ambiente aunque estás moléculas sean
infinitesimales y gracias a eso forman estructuras muy exóticas y los enlaces
definen estás formas desde la extraña molécula del agua

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