Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
- Reducción del capital por debajo del mínimo legal cuando no sea consecuencia de una ley
• Esta causa apenas tiene operatividad práctica, ya que los requisitos formales que tienen que cumplir los
acuerdos de reducción de capital (control de legalidad tanto del notario como del registrador) hacen poco
probable la consumación de este supuesto
- Causas estatutarias:
• Al margen de las causas legales que no pueden ser excluidas en sede estatutaria, los socios pueden incorporar a
los estatutos otras causas distintas
Estatuto Societario PYMES
• Esta habilitación estatutaria está limitada por el respeto a los llamados “principios configuradores” del tipo
social de que se trate (por ejemplo, causas estatutarias de disolución vinculadas a circunstancias personales de
los socios, como su fallecimiento)
• Además, se excluye la posibilidad de prever como causa estatutaria de disolución la denuncia por cualquiera de
los socios o por un determinado porcentaje del capital social
RÉGIMEN JURÍDICO
La concurrencia de una causa (legal o estatutaria) de disolución no opera de forma automática: debe ser constatada por
la junta general o, en su defecto, por el juez
Cuando concurre una de esas causas, la ley establece un sistema para que la sociedad no se mantenga indefinidamente
en esa situación, basado en tres elementos básicos:
- Celebración de una junta general que acuerde la disolución o remoción de la causa
• Los administradores deben convocar la junta en un plazo de 2 meses desde la concurrencia de cualquier causa
legal o estatutaria, y cualquier socio puede requerir a los administradores para que la convoquen
• La disolución puede acordarse con los quórum y mayorías exigidos para los acuerdos ordinarios, o los
cualificados establecidos en los estatutos
• La junta no está obligada a acordar la disolución, sino que puede adoptar los acuerdos necesarios para eliminar
o remover la causa que la provoque
- Posibilidad de acordar la disolución judicialmente cuando la junta no lo haga
• Si la junta no adopta el acuerdo de disolución o un acuerdo que remueva la causa de disolución, la disolución
puede ser declarada judicialmente
• Para ello, se atribuye a cualquier interesado la legitimación para solicitar la disolución judicial de la sociedad en
caso de falta de convocatoria de la junta solicitada, de imposibilidad de alcanzar un acuerdo o de adopción de
una decisión contraria a la disolución
• Los administradores no solo están facultados para instar la disolución judicial, sino que están obligados a hacerlo
en un plazo de 2 meses cuando el acuerdo de la junta sea contrario a la disolución o cuando el acuerdo no
pudiera ser logrado
- Responsabilidad solidaria por las deudas sociales de los administradores que incumplan cualquiera de los
deberes legales que se les imponen a estos efectos
• No se trata de un supuesto de responsabilidad por daños, sino de una sanción civil por el hecho de incumplir sus
deberes
• La responsabilidad nace por el simple incumplimiento de estas obligaciones legales
• La sanción se impone a todos los que integren el órgano de administración en el momento en que la junta debió
ser convocada o la disolución judicial instada, salvo a los que prueben que el incumplimiento del deber no les es
imputable
D. EFECTOS DE LA DISOLUCIÓN
Cualquiera que sea el modo en que se produzca la disolución, el principal efecto es la apertura del período de liquidación
La sociedad disuelta sigue subsistiendo y mantiene su personalidad jurídica
Durante la liquidación se producen cambios de orden interno:
- La actividad social se suspende, para dejar paso a una actividad puramente liquidatoria
- Los administradores son sustituidos por los liquidadores
- Se mantiene el régimen de la contabilidad social: si la liquidación se prolonga por un plazo superior al previsto
para la aprobación de las cuentas, los liquidadores quedan obligados a presentar dentro de los 6 primeros meses
del ejercicio las cuentas de la sociedad junto con un informe sobre el estado de la liquidación
El derecho de los socios a participar en las ganancias sociales se sustituye por el derecho a participar en el patrimonio
resultante de la liquidación
E. LA REACTIVACIÓN DE LA SOCIEDAD DISUELTA
Dado que la sociedad disuelta subsiste durante el periodo de liquidación, es posible que decida revocar la disolución y
retornar a la vida activa para continuar con el ejercicio de las actividades propias de su objeto social
Las condiciones de validez de esta posible reactivación no son comunes para todos los supuestos de disolución
Estatuto Societario PYMES
- No cabe que una sociedad salga del estado de liquidación para reanudar su actividad en caso de disolución de
pleno derecho: esta forma de disolución produce sus efectos automáticamente y al margen de la voluntad de la
sociedad
- En el resto de formas de disolución, la posible reactivación debe cumplir varios requisitos:
• Desaparición de la causa de disolución: si la sociedad se disuelve por acuerdo de la junta, la causa de disolución
cesará si el acuerdo se revoca válidamente por otro posterior; y si la disolución deriva de la concurrencia de una
causa legal o estatutaria, la reactivación exigirá que previamente desaparezca o se elimine dicha causa
• La posibilidad de acordar la reactivación queda sujeta a un límite temporal: solo se permite mientras no haya
comenzado el pago de la cuota de liquidación a los socios
• Se exige que el patrimonio contable de la sociedad que se reactiva no sea inferior al capital social, con el fin de
garantizar la integridad patrimonial de éste en el momento en que la sociedad se reactiva
La cuestión más importante que suscita la reactivación es la relativa a la tutela de los socios disconformes y de los
acreedores sociales:
- La ley reconoce expresamente el derecho de separación a los socios que no hayan votado a favor del acuerdo,
con el fin de que sus expectativas de obtener la cuota de liquidación no se vean frustradas por una reactivación
acordada sin su consentimiento
- También se protege a los acreedores sociales con el derecho a oponerse al acuerdo de reactivación en las
mismas condiciones que en los supuestos de reducción de capital
- Cuando transcurran 3 años desde la apertura de la liquidación, se faculta a cualquier socio o persona con interés
legítimo para solicitar del juez la separación de los liquidadores, quien deberá acordar el cese cuando estime que
no existen motivos que justifiquen la dilación y proceder al nombramiento de nuevos liquidadores
En lo relativo a las modalidades de atribución del poder de representación y para agilizar la realización de las
operaciones de liquidación, la regla es que se atribuye individualmente a cada liquidador con independencia de cuál sea
la estructura adoptada por el órgano, salvo disposición en contrario en los estatutos
En la SA, es posible que la labor de los liquidadores sea objeto de fiscalización por parte de interventores, cuyo
nombramiento puede realizarse por el juez a instancia de accionistas que representen más de un 5 % del capital
LA JUNTA GENERAL
Una vez terminadas las operaciones de liquidación, los liquidadores están obligados a redactar un balance final, un
informe completo sobre dichas operaciones y un proyecto de división del haber social entre los socios, que deben
someter a la junta general
- El balance final de liquidación no constituye un verdadero balance, sino un cierre contable que deberá reflejar
con exactitud y claridad el estado patrimonial de la sociedad tras la realización de las operaciones de liquidación
- El informe completo de los liquidadores sobre las operaciones que hayan realizado busca ofrecer a los socios
una rendición de cuentas y una explicación detallada de la gestión realizada
- El proyecto de división del activo extrae las consecuencias que se derivan del balance para realizar la división del
patrimonio remanente
Dada la importancia del acuerdo de junta que apruebe estos documentos y, con ellos, la liquidación realizada, los socios
disconformes pueden impugnarlo
La fijación de la cuota de liquidación correspondiente a cada socio debe hacerse en proporción a su respectiva
participación en el capital
- Esta regla es dispositiva, porque es posible que existan acciones o participaciones que tengan derecho a una
mayor cuota de liquidación o una preferencia para ser reembolsadas con anterioridad a otras
Aunque en principio la cuota se conciba como el derecho a una suma de dinero, debe admitirse la posibilidad de realizar
una división en especie
- Esta posibilidad se condiciona legalmente al acuerdo unánime de todos los socios, al margen de que los
estatutos puedan reconocer el derecho de los socios a obtener en liquidación la restitución de las aportaciones
no dinerarias que hayan podido realizar o la entrega de cualquier otro bien social
D. LA EXTINCIÓN DE LA SOCIEDAD. ACTIVO Y PASIVO SOBREVENIDOS
Una vez satisfecha la cuota de liquidación a los socios, los liquidadores deben otorgar la escritura pública de extinción de
la sociedad
La escritura de liquidación debe inscribirse en el Registro Mercantil y deben depositarse también los libros y
documentación de la sociedad
Con la cancelación de los asientos registrales se produce la extinción de la sociedad, sin que sea posible una posterior
reapertura de la liquidación, ni siquiera en los casos en que la extinción no haya ido precedida de una liquidación real de
la totalidad de las relaciones jurídicas mantenidas por la sociedad
Una vez cancelada la sociedad, es posible que existan activos y pasivos sobrevenidos cuando aparezcan bienes no
repartidos o deudas que hayan quedado sin satisfacer, pero ni siquiera en estos casos se permite la reapertura de la
liquidación: el legislador ha dispuesto otras medidas que salvaguardan la consolidación de la liquidación y extinción de la
sociedad.
Cuando aparezcan bienes que no hayan sido objeto de reparto, los liquidadores deberán adjudicar a los antiguos socios
la cuota adicional que les corresponda
En el caso de pasivos sobrevenidos, se prevé la responsabilidad frente a los acreedores de los antiguos socios hasta el
límite de la cantidad que hubieran recibido como cuota de liquidación, sin que se obligue por tanto a solicitar la
anulación de las operaciones de liquidación
Adicionalmente, los acreedores podrían ejercitar también una acción de responsabilidad por daños contra los
liquidadores, sobre la base de que la existencia de pasivos sobrevenidos podría ser indicativa de una negligencia en el
ejercicio de sus funciones.