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Guia Uniones DG1 - ES
Guia Uniones DG1 - ES
PERFILES TUBULARES
DE ACERO 1
GUÍA DE DISEÑO
PARA NUDOS DE PERFILES
TUBULARES CIRCULARES (CHS)
BAJO CARGAS
PREDOMINANTEMENTE ESTÁTICAS
J. Wardenier, Y. Kurobane, J.A. Packer, G.J. van der Vegte y
X.-L. Zhao
Segunda edición
LSS Verlag
CONSTRUCCIÓN CON
PERFILES TUBULARES
DE ACERO 1
GUÍA DE DISEÑO
PARA NUDOS DE PERFILES
TUBULARES CIRCULARES (CHS)
BAJO CARGAS
PREDOMINANTEMENTE ESTÁTICAS
J. Wardenier, Y. Kurobane, J.A. Packer, G.J. van der Vegte y
X.-L. Zhao
Segunda edición
GUÍA DE DISEÑO
PARA NUDOS DE PERFILES TUBULARES CIRCULARES (CHS) BAJO
CARGAS PREDOMINANTEMENTE ESTÁTICAS
CONSTRUCCIÓN
CON PERFILES TUBULARES
DE ACERO
ISBN 978-3-938817-05-6
© por CIDECT
Prefacio
El objetivo de esta 2ª edición de la Guía de diseño nº 1 para nudos de perfiles tubulares de sección
circular (CHS) bajo cargas predominantemente estáticas es presentar información totalmente
actualizada a los diseñadores, profesores e investigadores.
Sin embargo, estas nuevas recomendaciones del IIW aún no han sido puestas en práctica en los
diferentes códigos nacionales e internacionales, que todavía se basan en la edición precedente de
1989 de estas reglas IIW. Por ello, también se proporcionan las recomendaciones de la versión
anterior de esta Guía de Diseño y de las reglas IIW de 1989, que además se incorporan en el
Eurocódigo 3. En esta guía también se comparan entre sí las nuevas fórmulas IIW, las fórmulas
recomendadas en las reglas IIW anteriores (1989) y las que aparecen en API (2007).
Dentro de la serie general titulada “Construcción con perfiles tubulares de acero”, el CIDECT ha publicado
las nueve Guías de Diseño siguientes, todas ellas disponibles en inglés, francés, alemán y español:
1. Guía de Diseño para nudos de perfiles tubulares circulares (CHS) bajo cargas
predominantemente estáticas (1ª edición de 1991, 2ª edición de 2008)
2. Estabilidad estructural de perfiles tubulares (1992, reimpresa en 1996)
3. Guía de Diseño para nudos de perfiles tubulares rectangulares (RHS) bajo cargas
predominantemente estáticas (1ª edición de 1992, 2ª edición de 2009)
4. Guía de Diseño para columnas de perfiles tubulares estructurales sometidas a fuego (1995,
reimpresa en 1996)
5. Guía de Diseño para columnas de perfiles tubulares rellenos de hormigón sometidas a cargas
estáticas y sísmicas (1995)
6. Guía de Diseño para perfiles tubulares estructurales en aplicaciones mecánicas (1995)
7. Guía de Diseño para la fabricación, ensamble y montaje de estructuras de perfiles tubulares
(1998)
8. Guía de Diseño para nudos soldados de perfiles tubulares circulares y rectangulares sometidos
a solicitaciones de fatiga (2000)
9. Guía de Diseño para uniones a columnas de perfiles tubulares estructurales (2004).
“Estructuras tubulares en arquitectura” del Prof. Mick Eekhout (1996) y “Perfiles tubulares en
aplicaciones estructurales” del Prof. Jaap Wardenier (2002).
El CIDECT expresa su más sincero agradecimiento a los autores de esta Guía de Diseño, el Prof.
Jaap Wardenier de la Universidad Tecnológica de Delft (Holanda) y de la Universidad Nacional de
Singapur en Singapur (Singapur), el difunto Prof. Yoshiaki Kurobane de la Universidad de
Kumamoto (Japón), el Prof. Jeffrey Packer de la Universidad de Toronto (Canadá), el Dr. Addie
van der Vegte de la Universidad Tecnológica de Delft (Holanda) y el Prof. Xiao-Ling Zhao de la
Universidad de Monash (Australia), reconocidos todos ellos a nivel internacional.
CIDECT, 2008
5
Vestíbulo de aeropuerto con estructura de cubierta y columnas CHS
Vestíbulo para los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) con arcos CHS y nudos placa a CHS para la conexión
de los cables
6
ÍNDICE
1 Introducción …………………………………………………………………………………… 9
1.1 Filosofía de diseño y estados límite …………………………………………………………. 10
1.2 Alcance y rango de aplicabilidad …………………………………………………………….. 11
1.2.1 Limitaciones en los materiales ……………………………………………………………..… 11
1.2.2 Limitaciones en los parámetros geométricos ……...……………………...…………..…… 12
1.2.3 Limitaciones en la clase de sección del perfil …...……………………………………..…... 14
1.3 Terminología y notaciones ……………………………………………………………………. 14
1.4 Efecto de las tolerancias geométricas y mecánicas en la resistencia de cálculo de los
nudos ……………………………………………………………………………………….…… 15
1.4.1 Determinación de la resistencia de cálculo …………………………………………………. 15
1.4.2 Normas de producto …………………………………………………………………………… 16
4 Nudos soldados en cerchas planas entre cordones CHS y barras de relleno CHS 28
4.1 Clasificación de los nudos …………………………………………….…………………….... 28
4.2 Ecuaciones para la capacidad resistente de los nudos ...……………………………….… 30
4.3 Nudos en T, Y y X ………...........…………………………………………………………….. 32
4.4 Nudos en K y N ………………………...........………………………………………………... 33
4.4.1 Nudos en K y N con espaciamiento …………………………………………………………. 33
4.4.2 Nudos en K y N con recubrimiento ………………………………………………………….. 37
4.5 Tipos especiales de nudos …...........………………………………………………………… 39
4.6 Nudos con perfiles tubulares obtenidos por virolaje ………………………………………. 40
4.7 Diagramas de cálculo con ejemplos ………………………………………………………… 40
7
8 Nudos atornillados …..……………………...........………………………………...………. 66
8.1 Uniones embridadas …...…………………………………...........…………………...……… 68
8.2 Uniones claveteadas ……...………………………………………………………………...… 70
CIDECT ………………………………………………………………………………………………….…144
8
1 Introducción
En la naturaleza existen numerosos ejemplos que demuestran las excelentes propiedades de los
perfiles tubulares de sección circular como elementos estructurales resistentes a la compresión, la
tracción, la flexión y la torsión. Además, las secciones tubulares circulares han demostrado ser la
forma más adecuada para los elementos sometidos a la fuerza del viento, el agua o las olas. Los
perfiles tubulares de sección circular combinan estas características con un atractivo aspecto
desde el punto de vista arquitectónico. Las estructuras fabricadas con perfiles tubulares presentan
una superficie menor que las estructuras comparables de perfiles abiertos. Este hecho, combinado
con la ausencia de esquinas pronunciadas, hace que la protección frente a la corrosión sea mejor.
Estas excelentes propiedades permiten la creación de diseños ligeros y "abiertos" con un menor
número de uniones simples en las que, a menudo, se pueden eliminar las cartelas o placas
rigidizadoras. Dado que la resistencia de la unión depende de las propiedades geométricas de los
elementos, el diseñador sólo podrá obtener un diseño óptimo si comprende el comportamiento del
nudo y lo tiene en cuenta a la hora de realizar el diseño conceptual. Aunque el coste unitario
material de los perfiles tubulares es superior al de los perfiles abiertos, esta diferencia puede
compensarse por el menor peso de la construcción, la menor superficie exterior a proteger contra
la corrosión y la reducción del coste de fabricación gracias a la aplicación de uniones simples sin
elementos rigidizadores. Existen numerosos ejemplos de aplicaciones estructurales que muestran
que las estructuras tubulares pueden competir desde el punto de vista económico con los diseños
con perfiles abiertos (ver el capítulo 2).
En los últimos treinta y cinco años, el CIDECT ha iniciado numerosos programas de investigación
en el campo de las estructuras tubulares, entre los que se incluyen la investigación en el campo de
la estabilidad, la protección contra el fuego, el efecto de las cargas de viento, la construcción mixta
y el comportamiento estático y a fatiga de los nudos. Los resultados de dichas investigaciones se
detallan en extensos informes y han sido incorporados en numerosas recomendaciones de diseño
tanto nacionales como internacionales cuyas bases se recogen en diferentes monografías del
CIDECT. Inicialmente, muchos de estos programas de investigación fueron una combinación de
investigación experimental y analítica. En la actualidad, numerosos problemas pueden resolverse
de una forma numérica y el uso del ordenador abre la puerta a nuevas posibilidades para llegar a
comprender el comportamiento estructural. Es importante que el diseñador entienda dicho
comportamiento y que sea consciente de la influencia de los diferentes parámetros en la respuesta
estructural.
Esta práctica Guía de Diseño muestra cómo diseñar de forma óptima las estructuras tubulares
sometidas a cargas predominantemente estáticas, teniendo en cuenta los diferentes factores
influyentes. Se centra en el diseño en estados límite últimos de las vigas en celosía o cerchas. Las
fórmulas de resistencia de las uniones se proporcionan y representan en formato gráfico para
ofrecer al diseñador una visión rápida, muy útil durante el diseño conceptual. El formato gráfico
también permite realizar una rápida comprobación posterior de los cálculos computacionales. Las
reglas de diseño para las uniones planas satisfacen los criterios de seguridad empleados en la
Comunidad Europea, Norteamérica, Australia, Japón y China.
Esta Guía de Diseño es una segunda edición y sustituye a la primera edición, con el mismo título,
publicada por el CIDECT en 1991. Allí donde ambas ediciones se superpongan, las
recomendaciones de diseño aquí presentadas serán conformes con los más recientes
procedimientos recomendados por la subcomisión XV-E (IIW, 2008) del Instituto Internacional de
Soldadura (IIW).
Desde la primera publicación de esta Guía de Diseño en 1991 (Wardenier et al., 1991), se dispone
de numerosos resultados de investigación y, basándose en ellos y en análisis adicionales, las
fórmulas para la resistencia de cálculo han sido modificadas en las recomendaciones del IIW
(2008). Dichas modificaciones aún no han sido incluidas en los diferentes códigos nacionales e
internacionales, como puede ser el Eurocódigo 3. Las fórmulas de resistencia de cálculo de dichos
9
códigos nacionales e internacionales siguen basándose en la anterior edición de 1989 de las
reglas del IIW.
En general, los diseñadores deben cumplir las reglas de diseño establecidas en los códigos. Por
otro lado, a los investigadores y profesores les gusta estar al día de los últimos descubrimientos.
En esta Guía de Diseño nº 1 del CIDECT, las fórmulas y los ejemplos presentados en los capítulos
1 a 9 son conformes con las más recientes fórmulas de las reglas IIW (2008). Sin embargo,
también se detallan en el capítulo 10 las correspondientes a la versión anterior de esta Guía de
Diseño y de las reglas IIW de 1989. Las diferencias de la nueva formulación con respecto a las
fórmulas anteriores, tal y como se presentaron en la 1ª edición de esta Guía de Diseño y se
adoptaron tanto en el Eurocódigo 3 como en muchos otros códigos, se describen en Zhao et al.
(2008).
Además, en el Anexo A se comparan las nuevas fórmulas recomendadas por el IIW con las
anteriores reglas de diseño IIW (1989), mientras que en el Anexo B se comparan con las
ecuaciones de diseño API (2007).
Dado que el diseño es siempre un compromiso entre diferentes requisitos, tales como la
resistencia estática, la estabilidad, el ahorro de material, la fabricación y el mantenimiento, que en
ocasiones se contraponen, el diseñador debe ser consciente de las implicaciones que una
determinada elección conlleva.
En estructuras en celosía comunes (por ejemplo, cerchas), cerca del 50% del peso del material se
usa para los cordones comprimidos, aproximadamente un 30% para el cordón traccionado y cerca
de un 20% para las barras de relleno. Esto significa que, con respecto al peso del material, los
cordones comprimidos serían los elementos a optimizar, obteniendo perfiles con paredes finas. Sin
embargo, en cuanto a la protección contra la corrosión (pintura), debería minimizarse la superficie
exterior. Además, la resistencia de los nudos aumenta al disminuir la relación entre el diámetro del
cordón y el espesor d0/t0 y al aumentar la relación entre el espesor del cordón y el espesor de la
barra de relleno t0/ti. Como resultado, la relación final entre el diámetro y el espesor d0/t0 para el
cordón comprimido será un compromiso entre la resistencia del nudo y la resistencia del elemento
al pandeo, lo que normalmente llevará a la elección de perfiles relativamente robustos.
En cuanto al cordón traccionado, la relación entre el diámetro y el espesor d0/t0 debe elegirse de
forma que sea lo más pequeña posible. En el diseño de estructuras tubulares, el diseñador debe
tener en cuenta que los costes de la estructura dependen, en gran medida, de los costes de
fabricación. Esto significa que deben minimizarse los costes asociados al corte, preparación de
extremos y soldadura. La preparación de los extremos de los perfiles tubulares utilizados como
barras de relleno que tienen que acoplarse al contorno exterior de los perfiles tubulares circulares
que actúan como cordones, suele realizarse mediante corte automático por llama. Sin embargo, si
no se dispone del equipo necesario, especialmente en el caso de perfiles tubulares de pequeño
tamaño, existen otros métodos como los cortes planos únicos, dobles o triples, que se describen
en la Guía de diseño nº 7 del CIDECT (Dutta et al., 1998).
Esta Guía de Diseño está basada en el cálculo en estados límite (también conocido en EE.UU.
como Diseño por Factores de Carga y Resistencia o LRFD por sus siglas en inglés). Esto significa
10
que el efecto de las cargas mayoradas (cargas características o no, mayoradas multiplicándolas
por los coeficientes de seguridad de carga correspondientes) no debe superar al valor de la
* *
resistencia de cálculo del nudo, que, en esta Guía de Diseño, se denomina N o M . En general, las
expresiones de resistencia de cálculo del nudo ya incluyen los coeficientes de seguridad parcial
del material y del nudo (γM) o los coeficientes de resistencia (o capacidad resistente) del nudo (φ).
Esto se ha hecho para evitar errores de interpretación, ya que algunas normativas internacionales
de proyecto con acero estructural utilizan valores de γM ≥ 1,0 como divisores (por ejemplo, el
Eurocódigo 3 (CEN, 2005a, 2005b)), mientras que otras, usan valores de φ ≤ 1,0 como
multiplicadores (por ejemplo, en Norteamérica, Australia y Sudáfrica). En general, el valor de 1/γM
es aproximadamente igual a φ.
Algunos elementos de unión que se presentan en esta Guía de Diseño y que no son específicos
de los perfiles tubulares, como las placas, los pernos y las soldaduras, deben diseñarse conforme
a las normativas de proyecto con acero estructural, locales o regionales. Así, coeficientes
adicionales de resistencia o de seguridad sólo deben emplearse en los casos en los que así se
indique.
En esta Guía de Diseño, el cálculo de uniones se basa en el estado (o estados) límite último(s),
correspondiente(s) a la “máxima capacidad resistente de carga soportada”. Ésta última, se define,
en los criterios adoptados por la subcomisión XV-E del IIW, como la menor de:
En general, como límite de deformación último (Lu et al., 1994) en (b) se usa una deformación
fuera del plano de la cara de unión del CHS igual al 3% del diámetro del cordón, perfil al que
pertenece dicha cara de unión (0,03d0). Esto sirve para controlar las deformaciones de los nudos
tanto a nivel de carga de servicio como a nivel de carga mayorada, algo que suele ser necesario
debido a la elevada flexibilidad de algunos nudos CHS. Normalmente, este límite de deformación
último también restringe las deformaciones por carga de servicio de los nudos, a valores ≤ 0,01d0.
En esta Guía de Diseño, algunas previsiones de diseño para los nudos CHS se basan en los
ensayos realizados en la década de los 70, antes de la introducción de este límite de deformación,
donde las deformaciones últimas podían superar 0,03d0, aunque dichas fórmulas han demostrado
ser satisfactorias en la práctica.
Esta Guía de Diseño es aplicable tanto a los perfiles tubulares de acero acabados en caliente
como a los conformados en frío, así como a los perfiles tubulares conformados en frío con
relajación de tensiones. El límite elástico nominal específico de los perfiles tubulares no debe
2
superar 460 N/mm (MPa). Dicho límite elástico nominal se refiere al producto final (perfil tubular) y
no debe ser superior a 0,8fu.
Las resistencias de los nudos proporcionadas en esta Guía de Diseño corresponden a perfiles
2
tubulares con un límite elástico nominal de hasta 355 N/mm . Para límites elásticos nominales
superiores a dicho valor, las resistencias de los nudos proporcionadas en esta Guía de Diseño
deben multiplicarse por 0,9. Por un lado, esta previsión tiene en cuenta las deformaciones
relativamente grandes que experimentan los nudos con límites elásticos nominales cercanos a 450
2
o 460 N/mm cuando se produce la plastificación de la sección transversal de los perfiles CHS
(para grandes relaciones β, puede ser conservadora); por otro lado, para otros nudos, la relación
11
deformación/capacidad de rotación puede ser menor con límites elásticos que superen los 355
2
N/mm . Además, para cualquier fórmula, la “tensión de fluencia de cálculo” empleada en los
cálculos computacionales no debe ser superior a 0,8 veces la resistencia a la tracción nominal.
Esta previsión tiene en cuenta la amplia ductilidad de la unión en aquellos casos en que la rotura
por punzonamiento o la rotura por “plastificación local de la placa o riostra” sean los factores
limitantes, ya que las fórmulas de resistencia para estos modos de fallo se basan en la tensión de
fluencia. Para perfiles tubulares de acero S460, un coeficiente de reducción de 0,9, combinado con
una limitación del valor de fy a 0,8fu, genera una reducción total de la resistencia del nudo de
aproximadamente el 15% con respecto a la utilización directa de una tensión de fluencia de 460
N/mm2 (Liu y Wardenier, 2004).
Algunos códigos, como el Eurocódigo 3 (CEN, 2005b) ofrecen reglas adicionales para el uso de
aceros S690. Dichas reglas recomiendan un análisis elástico global para estructuras con nudos de
resistencia parcial. Además, se debe usar un coeficiente de reducción de 0,8 con respecto a las
ecuaciones de capacidad resistente del nudo en lugar del coeficiente de 0,9 empleado para aceros
S460.
La mayoría de las fórmulas de resistencia de los nudos de esta Guía de Diseño están sujetas a un
“rango de validez” específico. Éste suele ser el rango de los parámetros o variables para los que
se han validado las fórmulas, ya sea mediante datos experimentales o numéricos. En algunos
casos, se trata de los límites de control de un modo de fallo específico, que permiten simplificar el
proceso de diseño. Estos rangos restringidos se dan para cada tipo de nudo y algunas de las
restricciones geométricas se discuten más adelante en esta sección. Es posible diseñar uniones
cuyos parámetros se encuentren fuera de estos rangos de validez, aunque sus eficiencias pueden
resultar menores que las esperadas y, en general, requieren un considerable esfuerzo de
evaluación y criterio ingenieril a nivel experto.
El espesor nominal mínimo de las paredes de los perfiles tubulares es de 2,5 mm. Los diseñadores
deben ser conscientes de que algunas normas de fabricación de perfiles tubulares (por ejemplo,
ASTM A500 (ASTM, 2007a)) permiten una tolerancia en el espesor de las paredes tan elevada
que hace necesario el uso de un “espesor de cálculo” especial en el diseño estructural. Para los
CHS con espesores nominales de pared de cordón superiores a 25 mm, deben tomarse medidas
especiales para garantizar que se cumplen las condiciones de tenacidad de fractura y resistencia
transversal necesarias.
Si las barras de relleno CHS están soldadas a un cordón CHS, el ángulo formado entre una riostra
y el cordón (θ) debe ser ≥ 30° para garantizar que se pueden realizar adecuadamente las
soldaduras. En algunas circunstancias, este requisito puede ignorarse, aunque sólo tras haberlo
consultado con el fabricante de la estructura; en estos casos, la resistencia de cálculo de la unión
no se considerará superior a la correspondiente a 30°. En nudos en K con espaciamiento, y con el
fin de que exista una holgura adecuada para que las soldaduras sean satisfactorias, la separación
entre barras de relleno adyacentes debe ser igual o superior a la suma de los espesores de dichas
barras de relleno (es decir, g ≥ t1 + t2).
12
menos el 25%. Si las barras de relleno solapadas presentan diferentes diámetros, el elemento más
pequeño debe solaparse sobre el más grande. Si las barras de relleno solapadas tienen el mismo
diámetro pero diferentes espesores y/o diferentes límites elásticos, el elemento con el menor valor
ti fyi debe ser el que solape al otro elemento.
i j
-e i i==11or
ó 2 (overlapping
(barra solapante)
member)
j j==overlapped
barra solapada
member
q
q
Recubrimiento
Overlap = x 100%
p p
Las anteriores recomendaciones IIW (1989), utilizadas en la primera edición de esta Guía de
Diseño y planteadas en el capítulo 10, establecían unos límites para la excentricidad de -0,55d0 ≤
e ≤ 0,25d0 dentro de los cuales, se podía ignorar el efecto de la excentricidad en el cálculo de la
unión, ya que dicho efecto ya se incluía en las fórmulas empíricas o semi-empíricas de la
capacidad resistente de la unión descritas en el capítulo 10. El momento flector producido por la
excentricidad "e" siempre se ha tenido en cuenta en el cálculo de los elementos estructurales ya
que los cordones se diseñan como elementos flexo-comprimidos.
d sen(θ1 + θ 2 ) d1 d2
g = e + 0 − − 1.1
2 sen θ1 sen θ 2 2 sen θ1 2 sen θ 2
d1 d2 sen θ1 sen θ 2 d 0
e = + + g − 1.2
2 sen θ1 2 sen θ 2 sen(θ1 + θ 2 ) 2
13
a) unión con espaciamiento b) unión con espaciamiento y
excentricidad positiva
La clase de sección del perfil proporciona el límite a partir del cual, la resistencia y la capacidad de
rotación de una sección transversal se ven limitadas por inestabilidades locales o abolladuras. Así,
por ejemplo, en el Eurocódigo 3 (CEN, 2005a) se presentan cuatro clases de sección, delimitadas
entre sí por tres límites para la relación diámetro-espesor del CHS.
Tabla 1.1 – Límites para las clases de sección conforme al Eurocódigo 3 (CEN, 2005a)
ε=
2
235/f y y fy en N/mm
En las estructuras tubulares o aquéllas en las que se combinan perfiles tubulares y perfiles
abiertos (Perfiles I), las reglas de diseño de los nudos se restringen al uso de perfiles con
secciones transversales de clase 1 y 2, por lo que en la tabla 1.1 sólo se presentan los límites para
dichas clases (conforme al Eurocódigo 3). En otras normas se usan valores ligeramente diferentes.
Esta Guía de Diseño usa la terminología adoptada por el CIDECT y el IIW para definir los
parámetros de los nudos, siempre que sea posible. El término "nudo" ó “unión” se usa para
representar la zona en la que dos o más elementos están interconectados, mientras que
14
"conexion" se emplea para representar la posición en la que dos o más elementos se encuentran.
El “elemento pasante" de un nudo se denomina "cordón", mientras que los elementos unidos a él
se denominan "riostras" o “barras de relleno” (aunque estas últimas también se denominan en
ocasiones elementos de alma). Esta terminología es conforme con el Eurocódigo 3 (CEN, 2005b).
La figura 1.3 muestra algunas de las notaciones más comunes para nudos en K planos con
espaciamiento. Las definiciones de todos los símbolos y abreviaturas se proporcionan en el
capítulo 12. Los subíndices (i = 0, 1, 2) que aparecen en los parámetros recogidos en la figura 1.3
se emplean para designar a los distintos elementos que confluyen en la unión. El subíndice i = 0
designa al cordón (o “elemento pasante"); i = 1 hace referencia, en general, a la riostra de los
nudos en T, Y y X o a la barra de relleno comprimida de los nudos en K y N; i = 2 hace referencia a
la barra de relleno traccionada de los nudos en K y N. Para los nudos en K y N con recubrimiento,
el subíndice i se usa para designar a la barra de relleno solapante (ver la figura 1.1).
N1 b2
b1
N2
h1
h2
d1 1 t1 t2 2 d2
g t0 d0
θ1 θ2
N0
0
+e
Figura 1.3 - Notación común para las uniones entre perfiles tubulares estructurales
En los análisis para la determinación de las resistencias de cálculo, se han asumido los valores
medios y los coeficientes de variación que se muestran en la tabla 1.2 para la determinación de las
propiedades dimensionales, geométricas y mecánicas (IIW, 2008).
Tabla 1.2 – Efecto de las tolerancias geométricas y mecánicas en las resistencias de cálculo de los nudos
Si los perfiles tubulares se emplean con valores medios o tolerancias significativamente diferentes
a estos valores, es importante destacar que el valor de cálculo resultante puede verse afectado.
15
1.4.2 Normas de producto
Las tolerancias de espesor y masa varían notablemente entre las normas de producto de
diferentes países (Packer, 2007). En la mayoría de ellas, junto con la tolerancia de espesor se da
una tolerancia de masa que limita posibles desviaciones extremas. Sin embargo, en algunas
normas de producto, como sucede en la norma ASTM A500 (ASTM, 2007a), la tolerancia de
espesor no se compensa con una tolerancia de masa. En consecuencia la normativa de diseño y
cálculo de estructuras metálicas en estos países define un "espesor de pared de cálculo", inferior
al nominal, para compensar posibles desviaciones excesivas del espesor real frente al nominal
considerado; este espesor de cálculo toma valores de 0,93 veces el espesor nominal t (AISC,
2005) ó, en el caso de Canadá, incluso de 0,90t para perfiles tubulares fabricados bajo la citada
norma ASTM A500. Sin embargo, la norma ASTM A501 (ASTM, 2007b) para perfiles tubulares
conformados en caliente ha ajustado su tolerancia de masa hasta un -3,5% sin tolerancia de
espesor, obteniendo pequeñas desviaciones negativas con respecto al espesor nominal.
En Australia, la norma AS 1163 (Standards Australia, 1991) incluye una tolerancia de espesor de
+/-10% y una tolerancia inferior de masa del -4%.
En Europa, donde los espesores nominales se usan en el cálculo (ver EN 1993-1-1 (CEN, 2005a)),
las tolerancias de espesor se compensan (parcialmente) con la tolerancia de masa. Así, por
ejemplo, en la tabla 1.3 se muestran las tolerancias de los perfiles tubulares acabados en caliente
conforme a EN 10210 (CEN, 2006a) y de los perfiles tubulares conformados en frío conforme a EN
10219 (CEN, 2006b).
Tabla 1.3 – Tolerancias para perfiles tubulares acabados en caliente y conformados en frío
Estas tolerancias de espesor no sólo influyen en la capacidad resistente de los perfiles, sino
también en la capacidad resistente del nudo. Teniendo en cuenta que los criterios de capacidad
α
resistente del nudo son una función de t con 1 ≤ α ≤ 2, una elevada tolerancia (como la conforme
con la norma ASTM A500, por ejemplo) puede afectar de forma considerable a la capacidad del
nudo. Por ello, en estos casos, puede ser interesante tener en cuenta un espesor mínimo de
cálculo o un coeficiente γM adicional, como sucede en EE.UU.
En el caso de que la tolerancia de espesor esté limitada por una tolerancia de masa, los límites
reales determinan si el espesor nominal se puede usar como espesor de cálculo. Además, si estas
tolerancias son similares o inferiores a las de otros perfiles de acero comparables, se puede utilizar
el mismo procedimiento.
En Australia y Canadá (con normas CSA), las tolerancias de espesor y de masa son tales que se
puede asumir que el espesor nominal es igual al espesor de cálculo. Esto mismo se aplica a los
perfiles tubulares acabados en caliente conforme a ASTM A501.
En Europa, las tolerancias podrían afectar a la capacidad resistente del nudo, especialmente para
los espesores más pequeños. Por otro lado, las uniones con barras de relleno de pequeño espesor
suelen presentar un valor medio mayor para el límite elástico y unas soldaduras relativamente
16
grandes, resultando que, para perfiles pequeños las capacidades resistentes reales son superiores
a las calculadas, como se muestra en la figura 1.4 (van der Vegte et al., 2008b); esto, compensa
(parcialmente) el efecto de la tolerancia de espesor negativa.
2.0
1.5
/ Cálculo
Test / prediction
Wardenier / de Koning
de Koning / Wardenier
1.0 Ochi / Makino
Ensayo
0.5
0.0
0 100 200 300 400 500
d0 [mm]
Figura 1.4 – Efecto del tamaño de las barras en uniones entre perfiles tubulares debido a las soldaduras
relativamente grandes en elementos de pequeño tamaño (van der Vegte et al., 2008b)
17
2 Aplicaciones de los perfiles tubulares de sección
circular
Como ya se ha comentado en la introducción, los perfiles tubulares de sección circular combinan
excelentes propiedades estructurales con un aspecto atractivo desde el punto de vista
arquitectónico. Esto ha hecho que se empleen en numerosas aplicaciones en edificios, vestíbulos,
puentes, barreras, mástiles, torres, plataformas petrolíferas y aplicaciones especiales como
invernaderos, radiotelescopios, puentes de señales, parapetos, grúas, plumas, esculturas, etc.
(Eekhout, 1996; Wardenier, 2002). En las figuras 2.1 a 2.4 se muestran algunos ejemplos.
18
Figura 2.3 – Perfiles tubulares de sección circular en barreras
19
3 Diseño de cerchas tubulares
En la figura 3.1 se muestran algunos de los tipos de cerchas más comunes. En general, las
cerchas Warren constituyen la solución más económica, ya que sus largas barras de relleno
comprimidas pueden sacar ventaja del hecho de que los CHS son muy eficaces en compresión.
Las cerchas Warren tienen aproximadamente la mitad de riostras y la mitad de nudos que las
cerchas Pratt, con el consiguiente ahorro en costes y mano de obra. Los nudos de una cercha
Warren pueden situarse bien en los puntos de aplicación de la carga sobre el cordón, dando como
resultado incluso en una geometría irregular si se requiere, o bien fuera de los puntos de
aplicación de carga (solicitando en consecuencia el cordón a flexión). Si, en una cercha Warren, se
requiere de un nudo bajo cada uno de los puntos de introducción de carga en el cordón (por
ejemplo, para reducir la longitud de pandeo de los tramos del cordón entre nudos), se podría
utilizar una cercha Pratt o, mejor aún (más económico), modificar la cercha Warren, añadiéndole
elementos verticales como los mostrados en la figura 3.1(a).
Las cerchas Warren ofrecen mayores oportunidades para usar nudos con espaciamiento, que es
la disposición preferida (más económica) para las uniones en K. Además, siempre que sea
posible, una cercha Warren regular ofrece una solución más "abierta", facilitando la colocación de
servicios mecánicos y eléctricos, entre otros, entre sus barras de relleno. El canto de la cercha se
determina con respecto a la luz, las cargas, la deformación máxima, etc., de forma que, por
ejemplo, un mayor canto de cercha reduce los esfuerzos de los cordones, pero aumenta las
longitudes de las riostras. La relación luz-canto ideal suele encontrarse entre 10 y 15. Si se tienen
en cuenta los costes totales del edificio, una relación cercana a 15 representará el valor óptimo.
C
L C
L
(a) (c)
L
C
(b) (d)
El análisis elástico de las cerchas CHS suele realizarse asumiendo que todos los elementos están
conectados por medio de articulaciones. Las excentricidades nodales “e” entre los ejes de simetría
de los elementos que se conectan en un nudo deben mantenerse, preferiblemente, e ≤ 0,25d0.
Estas excentricidades producen momentos de flexión primarios que, para el análisis de la
estructura con nudos articulados, deben tenerse en cuenta a la hora de calcular los cordones,
considerándolos como elementos flexo-comprimidos. Esto se realiza distribuyendo el momento
resultante en la unión (suma de las componentes horizontales de los esfuerzos de las barras de
relleno multiplicada por la excentricidad nodal) sobre el cordón, en base a su rigidez relativa a
20
ambos lados de la unión (es decir, proporcionalmente a los valores del momento de inercia
dividido por la longitud del tramo de cordón comprendido entre el nudo considerado y el siguiente
nudo, a ambos lados de la unión).
Para las fórmulas de capacidad resistente del capítulo 10 (las correspondientes a la 1ª edición de
esta Guía de Diseño), los momentos de excentricidad podían ignorarse a la hora de verificar las
uniones, siempre que las excentricidades se encontraran dentro de los límites -0,55d0 ≤ e ≤ 0,25d0.
Para la mayoría
de los nudos con Elementos
recubrimiento extremadamente
rígidos Articulación
Figura 3.2 - Modelización de las uniones en pórticos planos que proporcionan los esfuerzos más realistas para
el diseño de cada uno de los elementos estructurales
Para la mayoría de las cerchas planas, trianguladas, de cordón único y con soldaduras directas
riostra-cordón, no se recomienda realizar un análisis de pórticos con nudos rígidos, dado que dicho
análisis tiende a exagerar los momentos en las barras de relleno y la distribución de los esfuerzos
axiales seguirá siendo la misma que la de un análisis de nudos articulados.
Las cargas transversales aplicadas en el cordón fuera de los nudos producen momentos primarios
que siempre deben tenerse en cuenta a la hora de calcular el cordón como elemento estructural.
En general, los momentos secundarios resultantes de la conexión de los extremos de las barras de
relleno a la cara (flexible) del cordón, pueden ignorarse tanto en el cálculo de los elementos
estructurales como en el de las uniones, dado que la deformación y la capacidad de rotación
posibilitan una redistribución de tensiones tras producirse algunas deformaciones locales plásticas
en las uniones. Éste es el caso cuando se cumple con los límites geométricos de validez
recomendados para las fórmulas de diseño proporcionadas en el capítulo 4. En particular, en las
soldaduras, debe ser posible redistribuir adecuadamente las tensiones sin que se produzca un
21
fallo prematuro, y esto se consigue siguiendo las recomendaciones dadas en el apartado 3.9. La
tabla 3.1 resume los casos en los que es necesario tener en cuenta los momentos para diseñar
una cercha CHS.
Tipo de
Primario Primario Secundario
momento
Efectos secundarios
Momentos Excentricidad nodal Carga transversal como las
debidos a (e ≤ 0,25d0) sobre el elemento deformaciones
locales
Cálculo de los No Sí No
otros elementos
Verificación de las Sí, sólo para Qf; para las Sí, influye en Qf No, si se respetan
uniones fórmulas del capítulo 10, sólo los límites de
si se superan los límites de validez
excentricidad proporcionados
Para dimensionar los cordones de una cercha podría utilizarse un diseño plástico, considerándolos
como vigas continuas con soportes articulados en los puntos de conexión con las barras de
relleno. En dicho diseño, los elementos calculados plásticamente deben ser perfiles cuya sección
transversal pueda llegar a plastificar y las soldaduras deben dimensionarse para que desarrollen la
capacidad resistente de las barras de rellenos conectadas.
22
3.3.1 Reglas simplificadas
En el plano de la cercha:
KL = 0,9 L, en donde L es la distancia entre nudos del cordón con soporte lateral 3.2
En ambos planos:
Estos valores de K sólo son válidos para elementos CHS que estén soldados alrededor de todo el
perímetro del perfil, sin cortes ni aplastamientos de sus extremos. La conformidad con los
requisitos de diseño de las uniones del capítulo 4 supondrá, probablemente, un control aún más
restrictivo de las dimensiones de los elementos. Para obtener recomendaciones más detalladas
que permitan obtener valores de K más pequeños, consultar la Guía de diseño nº 2 de CIDECT
(Rondal et al., 1996).
Los cordones comprimidos de gran longitud sin soportes laterales pueden darse en estructuras de
pasarelas, una de cuyas tipologías estructurales más común es la de cerchas planas configuradas
en forma de U, así como en cerchas para cubiertas que soporten cargas de succión de viento
importantes. La longitud eficaz de pandeo de dichos cordones puede ser considerablemente
inferior a la longitud libre del elemento. Por ejemplo, la longitud eficaz de pandeo real del cordón
inferior de una celosía, sometido a esfuerzos de compresión por el levantamiento de la estructura,
depende del esfuerzo en el cordón, de la rigidez de las barras de relleno, de la rigidez torsional de
los cordones, de las uniones entre las correas y la cercha y de la rigidez a flexión de las correas.
Las barras de relleno actúan como soportes elásticos locales en cada nudo. Si la rigidez de dichos
soportes elásticos es conocida, se puede calcular la longitud eficaz de pandeo del cordón
comprimido. En la Monografía nº 4 (Mouty, 1981) de CIDECT se describe un método detallado
para el cálculo del coeficiente de pandeo.
Cuando todas las uniones de una cercha se ejecuten con recubrimiento, a la hora de comprobar
las condiciones en servicio de la estructura, calculando la deformación global de la cercha bajo
una combinación de cargas característica (no mayoradas), un análisis suponiendo que todos los
elementos se articulan en cada nudo proporcionará una estimación conservadora de dicha
deformación. Una mejor hipótesis para las condiciones de solapamiento consiste en asumir que el
cordón es continuo y que las barras de relleno se articulan en su unión al cordón. Sin embargo,
para cerchas con uniones con espaciamiento, este último análisis de cordón continuo – riostras
articuladas, subestima las deformaciones globales de la cercha, debido a la flexibilidad real de las
uniones. Al nivel de carga de servicio, las deformaciones de la cercha CHS con uniones con
espaciamiento se subestiman en aproximadamente un 5-10%. Así, una aproximación
conservadora para las cerchas CHS con uniones con espaciamiento consiste en considerar la
deformación máxima de la cercha como 1,1 veces la calculada a partir de un análisis de riostras
articuladas al cordón continuo.
23
3.5 Consideraciones generales de las uniones
Es esencial que el diseñador comprenda qué factores permiten que los perfiles CHS se unan entre
sí en los nudos de la cercha sin necesidad de refuerzos, los cuales encarecen la solución. El claro
ahorro que supone la selección de elementos con un peso mínimo se desvanecerá rápidamente si
el diseñador no conoce las consideraciones críticas que influyen en la eficacia de la unión.
1. En general, los cordones deben tener paredes gruesas en lugar de finas. Las paredes más
rígidas resisten las cargas transmitidas por las barras de relleno de forma más eficaz, por lo que la
resistencia de la unión aumenta a medida que disminuye la relación diámetro-espesor. Sin
embargo, desde un punto de vista de resistencia al pandeo (como elemento estructural aislado),
un perfil de dimensiones exteriores grandes y espesor pequeño es más eficaz frente a esfuerzos
de compresión, por lo que para la elección del cordón comprimido habrá que lograr un compromiso
entre su resistencia al pandeo y la resistencia de la unión, eligiéndose normalmente perfiles
relativamente robustos.
2. Las barras de relleno deben tener espesores de pared pequeños (excepto en el caso de
uniones con recubrimiento), ya que la eficacia del nudo aumenta al hacerlo la relación entre el
espesor de la pared del cordón y el espesor de la pared de la riostra. Además, las barras de
relleno con paredes finas requerirán soldaduras en ángulo más pequeñas que en el caso de
2
riostras de gran espesor (el volumen de soldadura es proporcional a t ).
3. Idealmente, las barras de relleno CHS deben tener un diámetro menor que el de los cordones
CHS, ya que esto simplifica la soldadura en la conexión.
4. Es preferible definir nudos (en K y N) con espaciamiento frente a nudos con recubrimiento, ya
que así los elementos son más fáciles de preparar, acoplar y soldar. En los buenos diseños, debe
existir una separación mínima g ≥ t1 + t2 que permita que las soldaduras no se solapen entre sí.
5. Si se usan nudos con recubrimiento, al menos un cuarto del diámetro (en el plano de la cercha)
del elemento solapante debe estar involucrado en el solapamiento, aunque es preferible que sea
un 50%.
6. Un ángulo inferior a 30° entre la barra de relleno y el cordón crea serias dificultades de
soldadura en el talón de la conexión por lo que se recomienda que los ángulos entre barras sean
superiores a este valor (ver el apartado 3.9). Sin embargo, ángulos inferiores a 30° son posibles si
el cálculo se realiza tomando un valor de 30° y el fabricante demuestra que se puede realizar una
soldadura satisfactoria.
De forma resumida, para poder obtener una estructura eficaz y económica, el diseño de una
cercha CHS debe abordarse de la siguiente manera.
I. Determinar la tipología y parámetros geométricos de la cercha: luz, canto, longitudes entre nudos
en los cordones, y puntos de arriostramiento lateral siguiendo los métodos habituales, tratando de
reducir el número de nudos al mínimo.
II. Determinar las cargas en los nudos y sobre los elementos; simplificarlas a cargas equivalentes
en los nudos si el análisis se realiza manualmente.
Ill. Determinar los esfuerzos axiales que actúan en todos los elementos, asumiendo que los nudos
son: (a) articulados y que todos los ejes de simetría de los elementos confluyen en un mismo
punto (excentricidad nula), o (b) que el cordón es contínuo con las riostras unidas por
articulaciones.
24
IV. Definir perfiles para los cordones teniendo en cuenta la carga axial, la protección anticorrosión
y la esbeltez del perfil (las relaciones diámetro-espesor habituales son de 20 a 30). Para el diseño
de un cordón comprimido se puede usar un coeficiente de pandeo K = 0,9. Teniendo en cuenta en
el cálculo, las longitudes estándares de suministro de los perfiles, se pueden reducir las uniones
en prolongación en los cordones. Para proyectos grandes, puede acordarse el suministro del
material en longitudes especiales. Dado que la resistencia del nudo depende del límite elástico del
cordón, el uso de acero de mayor resistencia para los cordones puede ofrecer ventajas
económicas (siempre que esté disponible y resulte práctico). No obstante, se debe comprobar el
plazo de entrega de los perfiles solicitados.
V. Definir perfiles para las barras de relleno basándose en la carga axial, preferiblemente con
espesores menores que el espesor del cordón. Inicialmente, se puede asumir que el coeficiente de
pandeo de las riostras comprimidas es de 0,75 (ver el apartado 3.3.1).
VI. Estandarizar los perfiles para las barras de relleno a unas pocas referencias (quizás incluso a
tan solo dos) para minimizar el número de perfiles empleados en la estructura. Tener en cuenta la
disponibilidad de todos los perfiles a la hora de seleccionar los elementos. Por motivos estéticos,
puede preferirse el uso de perfiles con unas mismas dimensiones exteriores como barras de
relleno, con espesores de pared variables; sin embargo, esto requerirá la puesta en marcha de
procedimientos de control de calidad especiales en el taller fabricante de la estructura.
VII. Diseñar las uniones; desde el punto de vista de la fabricación, los nudos con espaciamiento
son la primera opción. Comprobar que la geometría de la unión y las dimensiones de los
elementos cumplen los rangos de validez para los parámetros dimensionales descritos en el
capítulo 4, prestando especial atención al límite de excentricidad. Considerar el procedimiento de
fabricación a la hora de decidir la disposición de los nudos.
VIII. Si las resistencias (eficacias) de los nudos no son adecuadas, como primera medida,
modificar su disposicón (por ejemplo, empleando nudos con recubrimiento en lugar de nudos con
espaciamiento); si esto no funciona, modificar los perfiles seleccionados para las barras de relleno
o para el cordón y volver a comprobar las capacidades de los nudos. En general, sólo será
necesario comprobar unos pocos nudos.
IX. Comprobar el efecto de los momentos primarios en el diseño de los cordones. Por ejemplo,
usar las posiciones de carga adecuadas (en lugar de la carga equivalente en el nudo que puede
haberse asumido si el análisis se realiza manualmente); determinar los momentos de flexión en los
cordones asumiendo que los nudos son: (a) todos nudos articulados o (b) cordones continuos con
barras de relleno articuladas en los extremos. Para el cordón comprimido, determinar también los
momentos de flexión producidos por cualquier excentricidad nodal, usando cualquiera de las
hipótesis de análisis anteriores. A continuación, comprobar que la resistencia mayorada del cordón
sigue siendo adecuada, bajo la influencia tanto de las cargas axiales como de los momentos de
flexión primarios.
X. Comprobar las deformaciones de la cercha (ver el apartado 3.4) al nivel de carga (no mayorada)
especificado usando las posiciones de carga apropiadas.
Los nudos de las cerchas curvas pueden diseñarse de forma similar a los de las cerchas de
cordón recto. Si los cordones curvos se fabrican mediante flexión únicamente en la zona del nudo,
como se muestra en la figura 3.3(a), los cordones también pueden tratarse de forma similar a los
de las cerchas de cordón recto, dado que el radio de flexión seguirá estando dentro de los límites
para evitar la distorsión de la sección transversal (Dutta, 2002). Si los cordones curvos se fabrican
25
mediante flexión continua, los cordones tendrán una forma curvada entre los puntos de unión,
como se muestra en la figura 3.3(b). En este caso, la curvatura debe tenerse en cuenta en el
diseño del elemento; para ello, se considerará al cordón como un elemento flexo-comprimido.
(Momento = esfuerzo axial x excentricidad.)
a
e
En el diseño sísmico, los nudos deben satisfacer requisitos adicionales, ya que los elementos
críticos deben presentar cierta sobrerresistencia. Para tener suficiente capacidad de rotación, las
secciones transversales de los perfiles, deben cumplir al menos los requisitos de Clase 1 que se
especifican en la tabla 1.1. En la Guía de diseño Nº 9 de CIDECT (Kurobane et al., 2004) se puede
obtener información más detallada.
Excepto en el caso de ciertos nudos en K y N con barras de relleno parcialmente solapadas (como
se especifica a continuación), la soldadura en la unión debe ejecutarse alrededor del perímetro
completo de la barra de relleno mediante una soldadura a tope, una soldadura en ángulo o una
combinación de ambas. Definiendo soldaduras capaces de reproducir una resistencia igual o
mayor a la de la propia barra de relleno que unen, el diseñador puede olvidarse del cálculo de la
misma. Según el Eurocódigo 3 (CEN, 2005b), los siguientes espesores mínimos de garganta ‘’a’’
para soldaduras en ángulo alrededor de las barras de relleno cumplen con estos requisitos,
considerando que se utilizan electrodos adecuados y clases de acero según ISO (IIW, 2008):
2
a ≥ 0,92 t, para S235 (fyi = 235 N/mm )
2
a ≥ 0,96 t, para S275 (fyi = 275 N/mm )
2
a ≥ 1,10 t, para S355 (fyi = 355 N/mm )
2
a ≥ 1,42 t, para S420 (fyi = 420 N/mm )
2
a ≥ 1,48 t, para S460 (fyi = 460 N/mm )
26
Detalle C1 Detalle C2 Detalle D
Detalle A Detalle B
d1 = d0 d1 < d0
En general, el elemento más débil (definido por el espesor de la pared multiplicado por el límite
elástico) es el que debe acoplarse al elemento más fuerte, independientemente del tipo de carga;
por otro lado, los elementos más pequeños deben asentarse sobre los elementos más grandes.
Resulta más económico usar soldaduras en ángulo que soldaduras a tope. Sin embargo, el límite
superior para el tamaño de la garganta o del cateto de las soldaduras en ángulo dependerá del
fabricante de la estructura. La mayoría de las normativas de soldadura sólo permiten la soldadura
en ángulo en la puntera de una barra de relleno si θi ≥ 60°. Debido a la dificultad existente para
ejecutar la soldadura en el talón de las barras de relleno con valores bajos de θ, se ha establecido
un límite inferior de θi = 30° para la aplicabilidad de las reglas de diseño descritas en esta guía. En
la figura 3.4, se ilustran algunos detalles de soldadura recomendados (IIW, 2008).
27
4 Nudos soldados en cerchas planas entre cordones CHS
y barras de relleno CHS
d1 t1
t1
N1 d1
N1
θ1 t0
θ1= 90 t0
d0
d0
N1
d1
t1 t2
t1 t2
N1 N2
d1 N1 N2 d2 d2
g
θ1 θ2 t0 θ1= 90 θ2 t0
e e d0
d0
La figura 4.1 muestra los tipos básicos de configuraciones de nudos, es decir, los nudos en T, X y
K ó N. No obstante, la clasificación de los nudos tipo que pueden aparecer en una cercha resuelta
con perfiles tubulares, tales como en T (que incluye Y), X o K (que incluye N) no se basa,
únicamente, en el aspecto físico del nudo, sino también, y fundamentalmente, en el método de
transferencia de los esfuerzos en la unión. En la figura 4.2 se muestran ejemplos de dicha
clasificación, la cual se define a continuación.
(a) Cuando la componente normal del esfuerzo en una barra de relleno se equilibra con el esfuerzo
cortante (y la flexión) del cordón, el nudo se clasifica como nudo en T si la riostra es perpendicular
al cordón y como nudo en Y en caso contrario.
(b) Cuando la componente normal del esfuerzo en una barra de relleno se equilibra, al menos en
gran medida (diferencias menores del 20%), con la componente normal del esfuerzo en otra (u
otras) barra(s) de relleno, situada(s) en el mismo lado de la unión, el nudo se clasifica como nudo
en K. La separación (espaciamiento “g”), se mide entre las barras de relleno primarias cuyas
cargas se equilibran. Los nudos en N pueden considerarse como un tipo especial de nudo en K.
(c) Cuando la componente normal del esfuerzo se transmite a través del cordón y se equilibra con
una (o varias) barra(s) de relleno situada(s) en el lado opuesto de la unión, el nudo se clasifica
como un nudo en X.
28
(d) Cuando un nudo presenta barras de relleno en más de un plano, el nudo se clasifica como un
nudo espacial (ver el capítulo 6).
dentro de tolerancia
within tolerancepara
ser considerado
for: como:
N 1.2N
100% N 100% N
K K
θ θ θ θ
gap
espaciamiento 0.2N sinθ
(a) (b)
+e
0.5N sinθ
(c) (d)
gap
espaciamiento +e
N
(e) (f)
100%
θ X
(g)
29
Cuando las barras de relleno transmiten una parte de su carga como nudos en K y otra parte de su
carga como nudos en T, Y o X, la verificación de cada riostra debe determinarse en base a la la
parte proporcional de la carga existente para cada tipo de unión (de transferencia de carga). Sin
embargo, el efecto de la precarga del cordón debe añadirse al tipo de nudo que tenga la función
de carga del cordón más desfavorable.
Un nudo en K, como el mostrado en la figura 4.2(b), ilustra que las componentes normales al
cordón de los esfuerzos de las barras de relleno pueden variar hasta en un 20% y, sin embargo,
seguir exhibiendo un comportamiento de nudo en K. Esto permite absorber ligeras variaciones en
los esfuerzos de las barras de relleno de una cercha, causadas por la aplicación de una serie de
cargas en los nudos de la estructura.
El nudo en N de la figura 4.2(c), sin embargo, presenta una relación 2:1 para las componentes
normales al cordón de los esfuerzos de las barras de relleno. En este caso, este nudo específico
debe analizarse como un nudo en K "puro" (con los esfuerzos de las riostras equilibrados) y como
un nudo en X (dado que el resto de la carga de la barra de relleno inclinada está siendo transferido
a través de la unión), como se muestra en la figura 4.3. En este caso, la barra de relleno inclinada,
debería satisfacer la condición:
0,5 N 0,5 N
+ ≤ 1,0
Resistencia de nudo K Resistencia de nudo X
N 0.5N 0.5N
= +
θ N cosθ θ θ
0.5N cosθ 0.5N cosθ
0.5N sinθ 0.5N sinθ
En los nudos en X, como el de la figura 4.2(e), en donde las riostras están cerca la una de la otra o
se solapan, el nudo debe tratarse como un nudo en X, considerando las componentes de carga de
las riostras perpendiculares al cordón.
En los nudos en K, como el de la figura 4.2(d), en donde una riostra presenta poca o ninguna
carga, el nudo debe tratarse como un nudo en Y, tal y como se muestra en la figura.
En la tabla 4.4 se describen algunos nudos planos especiales con riostras a ambos lados del
cordón, donde los esfuerzos de las riostras actúan de diferentes maneras.
La resistencia de los nudos suele estar gobernada por dos criterios: la plastificación de la sección
transversal del cordón o el punzonamiento, mostrados ambos en la figura 4.4. En los nudos en T,
Y y X, la resistencia de la unión se basa en la resistencia a compresión de la riostra, aunque
también podría utilizarse su resistencia a tracción. La resistencia última bajo carga de tracción
suele ser mayor que la resistencia última bajo carga de compresión. Sin embargo, no siempre se
30
aprovecha esta resistencia adicional, debido a las mayores deformaciones que se producen o al
agrietamiento prematuro.
Figura 4.4 - Modos de rotura por plastificación y por punzonamiento del cordón
Las nuevas ecuaciones de resistencia de los nudos para la plastificación del cordón se basan en la
hipótesis del modelo de anillo (Togo, 1967). Sin embargo, las funciones de influencia de β, γ
(expresadas en función de Qu) y n (expresada en función de Qf), han sido determinadas usando
análisis multiregresión de los resultados del análisis por FE. Tras las simplificaciones, las fórmulas
han sido comparadas con la base de datos experimental recopilada por Makino et al. (1996) y con
la base de datos FE de Qian et al. (2008). Finalmente, se han desarrollado las fórmulas de
resistencia de cálculo (van der Vegte et al., 2008a, 2008b).
Para distinguirlas de las fórmulas de la edición anterior, que se incorporan en numerosos códigos
nacionales e internacionales, estas expresiones se presentan de un modo ligeramente diferente,
mostrado en la tabla 4.1. Este formato es similar al de las recomendaciones API (API, 2007):
fy0 t 02
Ni* = Qu Q f 4.1
sen θi
El parámetro Qu describe la función de influencia de los parámetros β y γ, mientras que el
parámetro Qf representa la influencia de la tensión del cordón en la capacidad resistente del nudo.
31
aumenta al hacerlo la relación β. Además, Qu es mínimo para los nudos en X y máximo para los
nudos en K con pequeños espaciamientos. La Qu para nudos en T es la misma que para los nudos
en K con grandes espaciamientos. Estas relaciones, concuerdan perfectamente con el
comportamiento físico esperado.
20
Nudo en X
10
g'=g/t0
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
Figura 4.5 – Comparación de Qu para los nudos en T, X y K con espaciamiento (2γ = 25)
Una de las principales diferencias con respecto a las fórmulas de resistencia de cálculo descritas
en la anterior edición de la Guía de Diseño, que aquí se describen en el capítulo 10, es el hecho
de que ahora, la función de tensión del cordón Qf está relacionada con la tensión máxima del
cordón; en la edición anterior, la función de tensión del cordón f(n') se basaba en la denominada
pre-carga. Adicionalmente, los nuevos análisis también han demostrado que para una gran carga
de tracción del cordón, debe tenerse en cuenta una reducción de la resistencia del nudo.
En la tabla 4.1, ya está computado el ratio de tensión (normal) en la cara de conexión en el cordón,
n, debido a la carga axial más el momento flector, de manera que su efecto en la resistencia de la
unión se tiene en cuenta a través de la función Qf que considera la tensión en el cordón a ambos
lados de la unión.
Las funciones Qf se presentan gráficamente en las figuras 4.6 a 4.8 para situaciones de esfuerzo
axial en el cordón en nudos en T, Y y X, momento flector en el codón en nudos en T, Y y X, y
esfuerzo axial en el cordón en nudos en K con espaciamiento. Como se muestra en las figuras 4.6
y 4.7, el efecto de la tensión debida al momento flector es el mismo que el de la tensión debida al
esfuerzo axial para nudos en T, Y y X.
El rango de validez de las fórmulas, especificado en la tabla 4.1, es prácticamente el mismo que
en la anterior edición de la Guía de Diseño, que se presenta en la tabla 10.1 del capítulo 10.
Aunque en algunos casos particulares el rango de validez de γ podría ser mayor, la subcomisión
IIW-XV-E ha limitado la relación 2γ a 50 (o clase 2), ya que para relaciones que superen este límite
la capacidad de la unión puede verse limitada por deformaciones excesivas, mientras que en otros
casos la capacidad de deformación puede no ser suficiente para redistribuir los momentos de
flexión secundarios.
4.3 Nudos en T, Y y X
En las nuevas fórmulas de resistencia de los nudos en T e Y, resumidas en la tabla 4.1, el efecto
de la flexión del cordón debida a la carga de la riostra está ahora totalmente incluido en la función
de tensión del cordón Qf, proporcionando una mejor aproximación a la capacidad resistente de la
unión (van der Vegte et al., 2006). La fórmula de plastificación del cordón de la versión anterior
(capítulo 10) sólo se basaba en resultados experimentales que, debido al método de ensayo,
estaban influenciados por la flexión del cordón.
32
La fórmula para los nudos en X de la versión anterior proporcionaba, para valores de β muy bajos,
una capacidad resistente superior a la de los nudos en T, algo que no es correcto. Las nuevas
fórmulas para relaciones γ bajas proporcionan valores ligeramente menores que las anteriores
ecuaciones de resistencia, conforme al trabajo sobre uniones entre perfiles de paredes gruesas
realizado por Qian (2005). Los trabajos de Qian (2005) también han demostrado que, para nudos
en X con ángulos θ1 pequeños, la rotura a cortante del cordón podría producirse si cos θ1 > β.
4.4 Nudos en K y N
En la anterior edición de la Guía de Diseño se daba una única fórmula para los nudos en K con
espaciamiento y con recubrimiento (capítulo 10). Sin embargo, ambos nudos se comportan de
manera diferente, con diferentes parámetros que influyen sobre los mismos. Así pues, se han
llevado a cabo nuevos análisis rigurosos sobre los nudos en K con espaciamiento (van der Vegte
et al., 2007) y sobre los nudos en K con recubrimiento. Sobre estos últimos, se ha comprobado
que podrían tratarse de la misma manera que los nudos con recubrimiento entre perfiles RHS
(Wardenier, 2007).
33
Tabla 4.1 – Criterios de estados límite para nudos CHS cargados axialmente
Función Qu
Nudos en X (*)
t1
1 + β 0,15
N1 d1 Qu = 2,6 γ ec. 4.4
d0 t0 θ1 1 - 0,7β
N1
Nudos en T e Y
t1
d0
t0
N1
θ1
d1
( )
Qu = 2,6 1 + 6,8 β2 γ 0,2 ec. 4.5
*) Para nudos en X con cos θ1 > β, se debe comprobar también la rotura a cortante del cordón (ver
ecuación 6.2 en la tabla 6.1).
34
Tabla 4.1 – Criterios de estados límite para nudos CHS cargados axialmente (continuación)
Function Qf
(
Qf = 1 − n )C 1
con ec. 4.7
N0 M0
n= + en la cara de conexión
Npl,0 Mpl,0
Rango de validez
di e
0,2 ≤ ≤ 1,0 ti ≤ t0 ≤ 0,25
d0 d0
General 2
fyi ≤ fy0 fy ≤ 0,8fu fy ≤ 460 N/mm
θi ≥ 30° g ≥ t1+t2
(**)
Compresión clase 1 ó 2 (***) y 2γ ≤ 50 (para nudos en X: 2γ ≤ 40)
Cordón
Tracción 2γ ≤ 50 (para nudos en X: 2γ ≤ 40)
Compresión clase 1 ó 2 (***) y di /t i ≤ 50
Riostras
Tracción di /t i ≤ 50
2
(**) Para fy0 > 355 N/mm , ver el apartado 1.2.1
(***) Los límites para di/ti se dan en la tabla 4.2
Tabla 4.2 – Ratios di/ti máximos para perfiles CHS en compresión (CEN, 2005a)
35
Nudos en X y T: función de tension axial del cordón
Nudos en T: función de tensión de flexion del cordón
1.2
Nudos en T, X;
1 β=0.3
Nudos en T, X;
0.8 β=0.6
Nudos en T, X;
Qf
0.6 β=0.9
0.4 Qf para tracción
0.2
0
-1 -0.8 -0.6 -0.4 -0.2 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
n
Figura 4.6 – Función Qf de tensión axial del cordón para nudos en T y X y función Qf de tensión de flexión del
cordón para nudos en T
X joints:
Nudos chord
en X: bending
función stress function
de tension de flexión del cordón
1.2
Nudos β=0.3
X joint; en X;
1 β=0.3
Nudos
X joint; en X;
β=0.6
0.8 β=0.6
Nudos
X joint; en X;
β=0.9
β=0.9
Qf
0.6
0.4
0.2
0
-1 -0.8 -0.6 -0.4 -0.2 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
n
0.4
0.2
0
-1 -0.8 -0.6 -0.4 -0.2 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
n
Figura 4.8 – Función Qf de tensión axial del cordón para nudos en K con espaciamiento
36
4.4.2 Nudos en K y N con recubrimiento
Como se ha descrito anteriormente, ahora se sigue la misma aproximación de trabajo para todos
los tipos de nudos con recubrimiento, independientemente de que se utilicen barras de relleno
circulares o rectangulares en combinación con un cordón CHS, RHS o abierto (Wardenier, 2007).
Los parámetros de anchura eficaz son los únicos que dependen del tipo de perfil. La capacidad
resistente de los nudos con recubrimiento entre perfiles tubulares de sección circular con 25% ≤
Ov ≤ 100% de solapamiento se basa en los siguientes criterios:
La figura 4.9 muestra la configuración de una unión con recubrimiento en la que se muestran las
secciones transversales a examinar con respecto a estos criterios. Para nudos en K y N con
recubrimiento, el subíndice "i" se usa para designar a la barra de relleno solapante, mientras que el
subíndice "j" se emplea para la barra de relleno solapada.
El criterio de plastificación local de la riostra solapante (criterio 1) debe verificarse siempre, aunque
el cortante entre las riostras y el cordón (criterio 3) sólo pueda adquirir valores críticos para
grandes recubrimientos, es decir, mayores del 60% u 80%, respectivamente, dependiendo de que
el borde oculto de la riostra solapada esté o no soldado al cordón. La comprobación de la
plastificación local del cordón (criterio 2) es, en principio, una comprobación de elemento y puede
adquirir valores críticos para recubrimientos y/o relaciones β mayores.
Para nudos con recubrimiento 100%, deben verificarse criterios similares (ecuaciones 4.9, 4.10 y
4.12). Como demuestran los trabajos de Qian et al. (2007), éste es el único caso en el que el
cortante de la riostra solapante (ecuación 4.12) y la deformación del cordón (ecuación 4.10) serán
normalmente los criterios limitantes. Aunque en las recomendaciones se proponen recubrimientos
del 100%, este recubrimiento será normalmente algo mayor para permitir una adecuada soldadura
de la riostra solapante sobre la riostra solapada.
di
dj
tj ti
Nj Ni
4.8
θj θi
4.11 4.11 t0
Nop No
d0
4.10 4.10
riostra i = barra solapante; riostra j = barra recubierta
Figura 4.9 - Configuración de una unión con recubrimiento y las secciones transversales a comprobar
Las uniones con recubrimientos entre 0 y 25% deben evitarse, ya que en esos casos la rigidez de
la conexión entre la riostra solapante y la riostra solapada es mucho mayor que la de la conexión
entre la riostra solapante y el cordón, lo que conlleva un agrietamiento prematuro y unas menores
capacidades resistentes (Wardenier, 2007).
37
Tabla 4.3 – Nudos en K con recubrimiento
Ni* = fyi ti
π
4
[
2di + dei + de,ov − 4t i ] ec. 4.8
Ov = 100%
Ni* = fyi ti
π
4
[
2di + 2de,ov − 4ti ] ec. 4.9
Rango de validez
di dj di
y ≥ 0,2 ≥ 0,75 ti y tj ≤ t0 ti ≤ tj
d0 d0 dj
General
fyi y fyj ≤ fy0 fy ≤ 0,8fu
θi y θj ≥ 30° Ov ≥ 25% 2
fy ≤ 460 N/mm (***)
Compresión clase 1 ó 2 (****) y 2γ ≤ 50
Cordón
Tracción 2γ ≤ 50
Compresión clase 1 ó 2 (****) y d1/t1 ≤ 50
Riostras
Tracción d2/t2 ≤ 50
2
(***) Para fy0 > 355 N/mm , ver el apartado 1.2.1
(****) Los límites para d0/t0 y d1/t1 se dan en la tabla 4.2
38
4.5 Tipos especiales de nudos
En las estructuras tubulares existen otras configuraciones de nudos que no han sido tratadas en
los capítulos anteriores. No obstante, la resistencia de algunos tipos de nudos se puede relacionar
directamente con los tipos de nudos básicos presentados en las secciones 4.3 y 4.4.
La tabla 4.4 muestra algunos tipos especiales de nudos planos entre CHS con barras de relleno
directamente soldadas al cordón.
Tipo de nudo Relación con las fórmulas de las tablas 4.1 y 4.3
Ni ≤ Ni* (i = 1 ó 2)
Ni ≤ Ni* (i = 1 ó 2)
con Ni* (i = 1 ó 2) del nudo en K
39
4.6 Nudos con perfiles tubulares obtenidos por virolaje
Los perfiles CHS de gran diámetro se construyen a partir de la conexión en prolongación de virolas
(tubulares) con una longitud máxima igual a la anchura máxima de la chapa utilizada para
fabricarlos. En estructuras que utilicen estos perfiles tubulares de gran tamaño, es fácil utilizar un
mayor espesor del cordón en el tramo coincidente con las posiciones de los nudos. Así, por
ejemplo, estos perfiles se emplean frecuentemente en estructuras de plataformas petrolíferas. Sin
embargo, también pueden utilizarse en otras estructuras fuertemente cargadas, como puentes y
estructuras de gran luz.
Los nudos en X con virolas de pequeña longitud han sido investigados desde el punto de vista
teórico por van der Vegte (1995). En los nudos en X, se ha demostrado que la virola debe tener
una longitud mínima lvir = 2,5d0 para poder obtener una capacidad resistente del nudo basada en el
espesor de la virola. Para virolas de longitudes más pequeñas, se puede usar una interpolación
lineal entre la capacidad resistente del nudo con perfil estándar y con virola. Para este caso, API
(2007) da la siguiente ecuación:
t
N1* = r + (1 − r) ( 0 )2 N*vir 4.16
t vir
lvir
con r = ≤ 1,0 y tvir > t0 4.17
2,5d0
Debido a que, la transferencia de carga se produce, predominantemente, mediante acción de
membrana, la API permite, para uniones en X con β > 0,9, una menor longitud de virola, llegando a
sólo 1,5d0 para β = 1,0. Sin embargo, en comparación con los datos numéricos, esta
recomendación es demasiado optimista en opinión de los autores de la presente Guía de Diseño.
La función de interpolación para las longitudes de las virolas (ecuación 4.16) también se puede
usar para los nudos en T e Y. En el caso de nudos en K equilibrados (cuando las componentes
normales de los esfuerzos en las barras de relleno no difieren en más de un 20%), se puede usar
una longitud de virola menor gracias a los efectos compensadores de la ovalización de las dos
riostras. No se dispone de ningún dato experimental o numérico acerca de los nudos en K, pero la
API (2007) recomienda una ampliación de 0,25d0 con un mínimo de 300 mm desde la huella de las
riostras a ambos lados del nudo, para obtener una capacidad resistente basada en el espesor de
la virola.
En los diagramas de las tablas 4.5 a 4.8, la resistencia de cálculo de los nudos se expresa en
términos de eficiencia de las barras de relleno, es decir, de la resistencia de cálculo de los nudos
cargados axialmente Ni* dividida por la carga de fluencia Ai fyi de la barra de relleno. Esto permite
obtener fórmulas de eficiencia del siguiente tipo:
Ni* fy0 t0 Qf
= Ce 4.18
A i fyi fyi ti sen θi
Para cada tipo de nudo, el parámetro de eficiencia Ce proporcionado en los diagramas es una
función de la relación de diámetros β y de la relación entre el diámetro del cordón y su espesor
2γ = d0/t0.
d + d2
En el caso de nudos en K con d1 ≠ d2, la ecuación 4.18 debe multiplicarse por 1 , en donde
2d i
di es el diámetro de la riostra considerada.
40
En la ecuación 4.18, el valor del parámetro Ce proporciona la eficiencia para la riostra de un nudo
con Qf = 1,0, un ángulo de riostra θi = 90° y con el mismo espesor de pared y límite elástico de
cálculo para el cordón y para la riostra.
A partir de la ecuación de eficiencia, se puede observar fácilmente que la relación del producto
límite elástico por espesor entre el cordón y la barra de relleno es extremadamente importante
para el buen comportamiento de la unión. Al disminuir el ángulo θi, aumenta la eficiencia. La
función Qf depende de la tensión del cordón. La fórmula de eficiencia muestra directamente que
las siguientes medidas son favorables para mejorar el comportamiento del nudo:
- espesor de la pared de la riostra lo más pequeño posible (ti < t0), aunque suficiente para que se
satisfagan los límites de pandeo local.
- acero de mayor límite elástico para los cordones que para las riostras (fy0 > fyi)
- ángulo θi << 90°; por lo tanto, son preferibles los nudos en K que los nudos en N.
41
Tabla 4.5 – Diagramas de cálculo de la eficiencia para nudos en T e Y entre perfiles tubulares circulares
M0 t1 ≤ t0
N0
θ1 ≥ 30°
Diagrama de cálculo
0.6 2γ=20
0.5
0.4 2γ=30
0.3
2γ=40
0.2
0.1 2γ=50
0.0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
β
Ejemplo de cálculo
N1* 10
= 0,40 × × 0,83 = 0,74
A 1 f y1 4,5
42
Tabla 4.6 – Diagramas de cálculo de la eficiencia para nudos en X entre perfiles tubulares circulares
N0 t1 ≤ t0
θ1 ≥ 30°
N1
Diagrama de cálculo
X joint efficiency
Eficiencia de los nudos en X
1.0
N1* fy 0 ⋅ t 0 Qf
0.9 = CX ⋅ ⋅ 2γ=10
A 1 ⋅ fy1 f y 1 ⋅ t1 sin θ1
0.8
0.7 2γ=15
XX
eficienciaCC
0.6
efficiency
0.5 2γ=20
0.4
0.3 2γ=30
0.2
0.1 2γ=40
0.0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
β
Ejemplo de cálculo
Cordón: Φ 219,1 x 10,0 d0/t0 = 21,9 fy0 = fy1
Riostra: Φ 168,3 x 5,6 d1/t1 = 30,0 θ1 = 90° sen θ1 = 1,0
S355 β = d1/d0 = 168,3 = 0,77
219,1
CX = 0,29 y para n = -0,5 debido a la compresión axial: Qf = 0,82 (ver figura 4.6)
N1* 10
= 0,29 × × 0,82 = 0,42
A1 fy1 5,6
43
Tabla 4.7 – Diagramas de cálculo de la eficiciencia para nudos en K con espaciamiento entre perfiles tubulares
circulares
Diagrama de cálculo
2γ=15
K
0.7
eficiencia
0.6
0.5 2γ=20
0.4
2γ=30
0.3
0.2 2γ=40
0.1
0.0 2γ=50
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
Ejemplo de cálculo
Cordón: Φ 219,1 x 10,0 d0/t0 = 21,9 fy0 = fy1 = fy2
Riostra 1: Φ 139,7 x 6,3 d1/t1 = 22,2 e=0 g = 63 mm
Riostra 2: Φ 114,5 x 5,0 d2/t2 = 22,9 n = -0,7
θ1 = θ2 = 40° sen θ1 = sen θ2 = 0,643
63
n = -0,7 Qf = 0,75 (ver figura 4.8) g = 63 mm, entonces g' = = 6,3
10
139,7 + 114,5 d1 + d 2
β= = 0,58 con = 0,91 para la riostra 1, y 1,11 para la riostra 2
2 × 219,1 2d i
CK = 0,46
N1* 10 1 N *2 10 1
= 0,46 × × × 0,75 × 0,91 = 0,77 = 0,46 × × × 0,75 × 1,11 > 1,0
A 1 f y1 6,3 0,643 A 2 f y2 5 0,643
44
Tabla 4.7 – Diagramas de cálculo de la eficiencia para nudos en K con espaciamiento entre perfiles tubulares
circulares (continuación)
K gap joint
Eficiencia efficiency
de los nudos en Kg'=1
con g’=1
1.0
0.9 N1* fy 0 ⋅ t 0 Q f 2γ=10
= CK ⋅ ⋅
0.8 A 1 ⋅ f y1 fy1 ⋅ t1 sin θ1
CK K
0.7 2γ=15
eficiencia C
0.6
efficiency
0.5 2γ=20
0.4
2γ=30
0.3
0.2 2γ=40
0.1
0.0 2γ=50
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
K gap joint
Eficiencia de losefficiency
nudos en K g'=2
con g’=2
1.0
0.9 N1* fy 0 ⋅ t 0 Q f 2γ=10
= CK ⋅ ⋅
0.8 A 1 ⋅ f y1 fy1 ⋅ t1 sin θ1
CKK
0.7 2γ=15
eficiencia C
0.6
efficiency
0.5 2γ=20
0.4
2γ=30
0.3
0.2 2γ=40
0.1
0.0 2γ=50
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
45
Tabla 4.7 – Diagramas de cálculo de la eficiencia para nudos en K con espaciamiento entre perfiles tubulares
circulares (continuación)
K gap joint
Eficiencia de los efficiency g'=5
nudos en K con g’=5
1.0
0.9 N1* fy 0 ⋅ t 0 Q f 2γ=10
= CK ⋅ ⋅
0.8 A 1 ⋅ f y1 fy1 ⋅ t1 sin θ1
2γ=15
KK
0.7
eficiencia CC
0.6
efficiency
0.5 2γ=20
0.4
2γ=30
0.3
0.2 2γ=40
0.1
0.0 2γ=50
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
K gap joint
Eficiencia efficiency
de los nudos en Kg'=10
con g’=10
1.0
0.9 N1* fy 0 ⋅ t 0 Q f 2γ=10
= CK ⋅ ⋅
0.8 A 1 ⋅ f y1 fy1 ⋅ t1 sin θ1
CKK
0.7 2γ=15
eficiencia C
0.6
efficiency
0.5 2γ=20
0.4
2γ=30
0.3
0.2 2γ=40
0.1
0.0 2γ=50
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
46
Tabla 4.8 – Diagramas de cálculo de la eficiencia para nudos en K con recubrimiento entre perfiles tubulares
circulares (25% ≤ Ov ≤ Ovlimit = 60% o 80%)
θi y θj ≥ 30°
En esta configuración:
Riostra comprimida 1 = riostra solapada j 25% ≤ Ov ≤ Ovlimit = 60% ó 80%
Riostra traccionada 2 = riostra solapante i
Diagrama de cálculo
0,3
ei i ó 0,25de,ov/di
ó 0.25 de,ov/di
0,25
0,2 .t = 1.0
1,0
ratio f y/t
0,15 ratio fy/t
.t = 2.0
2,0
ei/di/d
0,05
0
0 10 20 30 40 50
dd0/t
0/t
00óódd j/tj j
j /t
47
Tabla 4.8 – Diagramas de cálculo de la eficiencia para nudos en K con recubrimiento entre perfiles tubulares
circulares (25% ≤ Ov ≤ Ovlimit = 60% o 80%) (continuación)
Ejemplo de cálculo
Para Ov = 50%, además de los criterios del elemento, sólo es necesario comprobar el criterio de
plastificación local de la barra solapante:
f y0 t 0 10
= = 2,0 así, con d0/t0 = 21,9: 0,25dei/di = 0,25
f yi t i 5,0
f yj t j 6,3
= = 1,2 así, con dj/tj = 22,2: 0,25de,ov/di = 0,16
f yi t i 5,0
48
5 Nudos soldados entre perfiles CHS sometidos a
momentos flectores
5.1 Nudos con riostra(s) sometida(s) a momento de flexión en el plano o fuera del
plano
Es necesario distinguir entre los momentos de flexión primarios debidos a las excentricidades
nodales (figura 1.2), necesarios para equilibrar la carga externa, y los momentos de flexión
secundarios debidos a las deformaciones inducidas en el sistema estructural como consecuencia
de la rigidez de las conexiones. En principio, los momentos secundarios no son necesarios para
equilibrar la carga externa, por ejemplo los producidos en los elementos estructurales de una
celosía. Como ya se ha mencionado en el capítulo 1, estos momentos secundarios no influyen en
la capacidad portante de las celosías si las uniones presentan suficiente capacidad de
deformación, es decir, dentro de los parámetros límite enumerados en las tablas 4.1 y 4.3. En las
vigas en celosía, se puede asumir que los momentos debidos a la excentricidad nodal son
absorbidos por el cordón.
Los nudos cargados predominantemente por momentos de flexión en el plano suelen ser de tipo T
y se denominan nudos Vierendeel (figura 5.1(a)). Estos nudos también existen en estructuras
porticadas.
(a)
(b)
Los momentos flectores fuera del plano (figura 5.1(b)) no son muy comunes en estructuras planas;
este tipo de carga suele aparecer más frecuentemente en estructuras espaciales.
Las fórmulas de la tabla 5.1 para la plastificación del cordón y para el punzonamiento del cordón
se pueden utilizar dentro del rango de validez dado en la tabla 4.1, con la única diferencia de que
en este caso, todas las riostras deben ser de clase 1 ó 2. Estas fórmulas se basan en los nuevos
análisis realizados por la subcomisión XV-E del IIW (van der Vegte et al., 2008a, 2008b; Qian et
al., 2008).
De forma similar a los nudos cargados axialmente, las fórmulas de capacidad resistente a
momento de los nudos también se presentan mediante diagramas de cálculo de eficiencia (figuras
5.2 y 5.3). Las eficiencias de nudo Cip o Cop proporcionan la resistencia de cálculo a momento del
nudo dividida por la capacidad de momento plástico resistente Wpl,1 fy1 de la riostra. La eficiencia
está limitada por el momento resistente a punzonamiento que, para θ1 = 90°, proporciona un
coeficiente de eficiencia de 0,58. Estos diagramas muestran que, en la mayoría de los casos, la
resistencia a momento flector en el plano es significativamente mayor que la resistencia a la flexión
fuera del plano.
Debe observarse que la rigidez rotacional del nudo C (momento por radián) puede influir de forma
significativa en la distribución del momento en sistemas estructurales estáticamente
49
indeterminados, como son los pórticos y las cerchas Vierendeel. Si se requieren nudos rígidos, se
recomienda elegir una relación β cercana a 1,0 o relaciones d0/t0 bajas en combinación con
relaciones t0/t1 elevadas.
Las figuras 5.4 y 5.5 ofrecen, en base a los trabajos de Efthymiou (1985), una representación
gráfica de la rigidez rotacional del nudo C para nudos en T con momentos de flexión en el plano y
fuera del plano. Si se desea encontrar información más detallada acerca de la flexibilidad de la
unión para una situación de carga axial y momentos flectores, se recomienda consultar Buitrago et
al. (1993) y Dier y Lalani (1995). Esta información puede ser especialmente útil en el caso del
diseño a fatiga con el fin de realizar una determinación exacta de los momentos de flexión de los
elementos.
Tabla 5.1 – Criterios de estados límite para nudos CHS cargados por momentos flectores en las riostras
(*) Para uniones en K con espaciamiento (en las que se deban considerar momentos flectores
aplicados en las barras de relleno, ver apartado 1.2.2), pueden utilizarse las ecuacioners de la
tabla 5.1 comprobando que la utilización de las barras de relleno debida a la acción combinada
del momento flector más la carga axial es ≤ 0,8. No existen datos suficientes para uniones en K
con recubrimiento.
Función Qu
Flexión en el plano de la Flexión fuera del plano de la
celosía celosía
Nudos en T, Y y X
d1
Mip,1
d0
θ1
t1
t0 Qu = 4,3 β γ 0,5 ec. 5.5
d1
Mop,1
t1
d0
θ1 t0 1 + β 0,15
Qu = 1,3 γ ec. 5.6
1 − 0,7β
50
Tabla 5.1 – Criterios de estados límite para nudos CHS cargados por momentos flectores en las riostras
(continuación)
Función Qf
(
Qf = 1 − n )C 1
con ec. 4.7
N M0
n= 0 + en la cara de conexión
Npl,0 Mpl,0
Eficiencia
Efficiency para flexión
for in-plane bendingen el plano
(límite
(limit for por punzonamiento
punching shear 0.58) 0,58)
1.00
0.90 Mi*p fy0 ⋅ t 0 Qf
0.80 = Ci p ⋅ ⋅
Mpl,1 fy1 ⋅ t1 sin θ1
0.70
ipip
EfficiencyCC
0.60
eficiencia
0.50
Para cualquier
0.40 valor de β
0.30
0.20
All beta
0.10
0.00
0 10 20 30 40 50
2γ
Figura 5.2 – Diagrama de cálculo de la eficiencia para nudos cargados por momentos de flexión sobre la riostra
en el plano de la unión
51
Eficiencia
Efficiency para flexiónbending
for out-of-plane fuera del plano
(limit (límite por punzonamiento
for punching shear 0.58) 0,58)
1.00
0.90 M*op fy 0 ⋅ t 0 Qf
0.80 = Cop ⋅ ⋅
0.70
Mpl,1 fy1 ⋅ t1 sin θ1
op
op
EfficiencyCC
0.60 2γ=15
eficiencia
0.50 2γ=20
0.40
2γ=30
0.30
2γ=40
0.20
2γ=50
0.10
0.00
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura 5.3 – Diagrama de cálculo de eficiencia para nudos cargados por momentos de flexión sobre la riostra
fuera del plano de la unión
C x 104
C x 105
E d03
E d03
β β
Figura 5.4 – Rigidez del nudo para momentos de flexión Figura 5.5 – Rigidez del nudo para momentos de
sobre la riostra en el plano de la unión de flexión sobre la riostra fuera del plano
nudos en T de la unión de nudos en T
Especialmente en las estructuras tridimensionales, los nudos pueden cargarse por combinaciones
de carga axial y momentos flectores. Las investigaciones realizadas han demostrado que la flexión
en el plano es menos severa que la flexión fuera del plano. Los trabajos de Hoadley y Yura (1985)
han permitido obtener una función (de límite inferior) simplificada y razonable para la interacción:
52
2
N1 M Mop,1
+
ip,1
+ ≤ 1,0 5.7
* *
N1 Mip,1 *
Mop,1
* *
donde N1, Mip,1 y Mop,1 son las cargas actuantes (en la riostra), y N1* , Mip,1 y Mop,1 son las
resistencias de cálculo. Debe observarse que la rigidez de los nudos mostradas en las figuras 5.4
y 5.5 puede verse considerablemente afectada por la presencia de carga axial (Stol et al., 1985).
Sin embargo, no existen suficientes evidencias experimentales para realizar una recomendación
más precisa.
En la figura 5.6 se muestran algunos tipos especiales de nudos para encuentros viga-pilar de
extremo en pórticos resueltos por elementos CHS. Estos nudos acodados han sido investigados
en la Universidad de Karlsruhe por Karcher y Puthli (2001), quienes recomiendan realizar el diseño
de estas uniones basándose en los siguientes requisitos para ambos elementos:
N M
+ ≤α 5.8
Npl,0 Mpl,0
Para los nudos acodados con ángulos θ > 90°, se pueden adoptar las mismas recomendaciones
que para θ = 90° (Karcher y Puthli, 2001).
placaplate
2t0 2t0
d0
t0
Aunque los nudos no rigidizados han sido investigados para 10 ≤ d0/t0 ≤ 100, se recomienda que,
para aplicaciones estructurales, d0/t0 se restrinja a perfiles de clase 1.
53
1.60
1.40 stiffened
rigidizado
reducción
1.20
defactor
1.00
Reduction
S235
0.80
Coeficiente
S355
no rigidizado
unstiffened S460
0.60 S690
S890
0.40
0.20
0.00
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Parámetro d0/t0d /t
Parameter 0 0
Figura 5.7 - Coeficiente de reducción de la tensión α, para nudos acodados de CHS no rigidizados
Los nudos con placa rigidizadora se pueden considerar rígidos, mientras que la rigidez de los
nudos sin placa depende de la relación d0/t0. Los nudos no rigidizados sólo se pueden considerar
rígidos para relaciones d0/t0 muy bajas. No se dispone de ninguna fórmula para la rigidez del nudo.
Para aquellas aplicaciones estructurales donde se necesite una resistencia, rigidez y capacidad
rotacional significativa, se recomienda utilizar nudos con placa rigidizadora y con perfiles de clase
de sección 1. Para el resto de las aplicaciones estructurales, sólo se recomienda el uso de nudos
no rigidizados si los perfiles satisfacen, al menos, los requisitos de diseño plástico. El espesor de
la placa rigidizadora debería satisfacer tp > 2t0 y no ser menor de 10 mm.
54
6 Nudos soldados espaciales
6.1 Nudos en TT y XX
Se han realizado ensayos sobre uniones en T dobles (nudos TT) con un ángulo de 90° entre
ambas riostras cargadas en compresión (tabla 6.1). Comparada con la resistencia de los nudos
planos, la resistencia de los nudos espaciales no varía de forma sustancial, aunque la rigidez sí
aumenta considerablemente (Mitri et al., 1987).
Trabajos adicionales en este campo han sido realizados por Paul et al. (1989, 1992) y van der
Vegte (1995). Basándose en los resultados de dichos estudios, se pueden dar unas directrices
básicas.
Se puede intuir que los efectos multiplano cobran una mayor importancia en los nudos en X
dobles, como se muestra en la figura 6.1. El análisis por elementos finitos ha demostrado que la
carga multiplano tiene una destacada influencia en la resistencia y la rigidez, en comparación con
un nudo en X plano. En el caso de que las cargas que actúan en un plano tengan la misma
magnitud que las que actúan en el otro plano, pero en sentido opuesto (por ejemplo, compresión
frente a tracción), la resistencia del nudo podrá disminuir en cerca de un 1/3 en comparación con
la del nudo plano (ver la figura 6.1). Por otro lado, para cargas con el mismo sentido, la resistencia
del nudo aumentará considerablemente. No obstante, dicho aumento de resistencia puede venir
acompañado de una reducción en la capacidad de deformación y rotación. Una hipótesis
conservadora consistiría en adoptar el mismo porcentaje de aumento en la resistencia para cargas
con el mismo sentido que el porcentaje de reducción para cargas opuestas.
6.2 Nudos en KK
Makino et al. (1984) y Paul (1992) han realizado diversos ensayos sobre uniones en K en celosías
espaciales triangulares, como las mostradas en la figura 6.2. La ecuación de interacción
propuesta puede, simplemente, sustituirse por una constante de 0,9 que se aplicará a la
resistencia de los nudos planos y que ya fue adoptada en las recomendaciones de la versión
anterior de esta Guía de Diseño (consultar la tabla 10.3). Sin embargo, aquella propuesta se
basaba en un análisis que tenía en cuenta las pre-tensiones en el cordón. Los nuevos análisis
muestran que la reducción se debe al mayor esfuerzo en el cordón (independientemente de su
posición y sentido). Por ello, en las nuevas recomendaciones de la tabla 6.1, el coeficiente de
corrección a aplicar a la fórmula de la tabla 4.1 es igual a 1,0 y el efecto de la reducción se incluye
en la función Qf.
Únicamente en AWS (2006) se recogen reglas de cálculo que cubren los efectos multiplano. Sin
embargo, esta formulación se desarrolla bajo consideraciones elásticas y, dependendiendo de la
configuración de carga en la unión, puede llevar a predicciones de resistencia de nudo no fiables.
En base a las evidencias existentes, se recomienda diseñar los nudos espaciales usando el rango
de validez y las fórmulas de las uniones planas que se muestran en las tablas 4.1 y 4.3, con los
coeficientes de corrección de la tabla 6.1.
En el Eurocódigo 3 se han adoptado recomendaciones similares (tabla 10.3), con la excepción del
coeficiente para los nudos KK, aunque en este caso están relacionadas con las fórmulas que se
resumen en la tabla 10.1.
55
riostra Φ 399 x 10 riostra Φ 599 x 10
cordón Φ 1006 x 25 cordón Φ 1006 x 25
β = 0,4 β = 0,6
1 2
Resultados para β = 0,4
Nudo 8
5 6 deformación (mm)
Nudo 7
8 9 Nudo 4
Nudo 2 (ref.)
Nudo 9
deformación (mm)
56
aspecto de la deformación en situación de fallo
Figura 6.2 – Nudos en K espaciales
Nudo en TT
µ = 1,0
Nudo en XX
N2
µ = 1+ 0,35 ec. 6.1
N1
Notas:
- téngase en cuenta el signo de N2 y N1, con |N1 | ≥ |N2|
- N2/N1 es negativo si los elementos de un plano están en
tracción y los del otro plano están en compresión
µ = 1,0
Nudo en KK con espaciamiento
Nota: en un nudo con espaciamiento, la sección
transversal en la separación debe comprobarse para
rotura a cortante:
2 2
Ngap,0 V
+ gap,0 ≤ 1,0 ec. 6.2
Npl,0 Vpl,0
con:
Ngap,0 = esfuerzo axil en el esp. Npl,0 = A 0 fy 0
2A 0
Vgap,0 = esfuerzo cortante en el esp. Vpl,0 = 0,58 f y0
π
Igual al de la tabla 4.1
Rango de validez
60° ≤ φ ≤ 90°
57
7 Nudos soldados entre placas, perfiles I, H o RHS y
cordón CHS
Tal como se ilustra en la figura 7.1, la capacidad resistente de los nudos entre placas, perfiles I y
perfiles RHS como riostras y cordón CHS, está directamente relacionada con la capacidad
resistente de los nudos entre riostras y cordones CHS. La base de datos existente tiene su origen,
principalmente, en las pruebas realizadas en Japón (Kurobane, 1981; Wardenier, 1982; Makino et
al., 1991).
Inicialmente, en los nuevos análisis realizados por la subcomisión IIW-XV-E, las funciones Qu
estaban directamente relacionadas con los nudos entre riostras y cordones CHS, de manera que
en las fórmulas resultantes que aparecen en la tabla 7.1 para relaciones β y γ intermedias se
obtenía una capacidad resistente prácticamente similar a la de las fórmulas IIW precedentes
(1989), que se resumen en la tabla 10.4. Sin embargo, un análisis más detallado (Wardenier et al.,
2008b) reveló que existían grandes discrepancias entre los diferentes datos de ensayo. Por ello, la
constante inicial de 2,6 se redujo hasta el valor 2,2. Además, en comparación con las
recomendaciones de la 1ª edición de esta Guía de Diseño, la función η ha sido modificada
levemente de (1+0,25η) a (1+0,4η), y se incluye un coeficiente de 0,8 en la función Qu para la
flexión en el plano de uniones con una placa longitudinal. Los coeficientes Qf para cargas de
compresión en el cordón se basan en los trabajos de de Winkel (1998), mientras que para cargas
de tracción en el cordón se adoptan las funciones empleadas en los nudos CHS.
Como se muestra en la tabla 7.1, el rango de validez de las fórmulas es similar al de los nudos
CHS, excepto por el hecho de que la anchura de las placas transversales está limitada a β ≥ 0,4 y
la longitud de las placas longitudinales se limita a 1 ≤ η ≤ 4.
Para una unión entre una placa y un perfil CHS, los tramos de cordón situados a ambos lados de
la placa son eficaces para la comprobación frente a punzonamiento, obteniéndose la ecuación 7.2.
Sin embargo, para una riostra RHS o un perfil I (sometido a carga axial o a flexión fuera del plano),
la parte del cordón que se encuentra entre las alas no puede contribuir a la capacidad resistente y
por ello, la ecuación 7.1 es la limitante.
Para placas transversales, la línea de acción del esfuerzo transmitido coincide con la placa. Así, el
ángluo θ1 (de la placa con respecto al cordón) es igual al ángulo del esfuerzo actuante. Para
placas longitudinales, aunque la placa esté normalmente a 90º con respecto al cordón, el esfuerzo
axial puede actuar en un ángulo diferente a éste. Ésta, es una situación habitual en el caso de
cables (arriostramientos) conectados a perfiles tubulares mediante uniones atornilladas sobre
placas. Asi pues, para estas placas longitudinales, se debería tomar como ángulo θ1, el ángulo de
actuación de la carga axial sobre el perfil.
58
b1 h1
t0 t0
d0 d0
(a) Unión de placa transversal a cordón CHS (b) Unión de placa longitudinal a cordón CHS
h1 b1
h1 b1
t0
d0 t0
d0
(c) Unión de perfil I a cordón CHS (d) Unión de perfil RHS a cordón CHS
Tabla 7.1 - Criterios de estados límite para nudos entre placas, perfiles I o RHS y cordón CHS
59
Tabla 7.1 - Criterios de estados límite para nudos entre placas, perfiles I o RHS y cordón CHS (continuación)
d0
T ( )
Qu = 2,2 1 + 6,8β2 γ0,2 ec. 7.4 Qub = 0 Qub = 0,5Qu
b1
h1
N1
h1 t1 X
t0 Qu = 5 (1 + 0,4η ) ec. 7.5 Qub = 0,8Qu Qub = 0
d0
T
N1
1+ β
Perfil I ó RHS (*) Qu = 2,2 (1 + 0,4η) γ 0,15 Qu
− β Qub = b1
1 + 0,4η Qub = 0,5Qu
N1
h1
X 1 0,7
h1
t0 ec. 7.6
d0
( )
N1
Función Qf
(
Qf = 1 − n )C
1
con ec. 7.8
N0 M0
n= + en la cara de conexión
Npl,0 Mpl,0
Carga axial de la riostra
Flexión en el plano y flexión fuera del plano de la celosía
Cordón en compresión (n < 0) Cordón en tracción (n ≥ 0)
Todos los nudos C1 = 0,25 C1 = 0,20
60
Tabla 7.1 - Criterios de estados límite para nudos entre placas, perfiles I o RHS y cordón CHS (continuación)
Rango de validez
b1
General 0,2 ≤ ≤ 1,0 θ1 ≥ 30° (**)
2
fy1 ≤ fy0 fy ≤ 0,8fu fy ≤ 460 N/mm (***)
d0
Vigas en celosía triangulares con elementos CHS y nudos atornillados mediante placas
61
7.2 Nudos con placa longitudinal sometida a esfuerzo cortante
Este tipo de nudo se encuentra, principalmente, en los nudos “simples” trabajando a cortante,
como los que se pueden dar en columnas de perfil tubular, donde la placa suele denominarse
“orejeta” o “aleta”. Un criterio simple que permite evitar la rotura por punzonamiento es garantizar
que la resistencia a la tracción de la orejeta (por unidad de longitud de la placa) sea menor que la
resistencia a cortante de la pared del CHS a lo largo de dos planos (por unidad de longitud de la
placa). Para columnas CHS, esto se consigue si:
fy0
tp < 1,16 t0 7.9
fyp
Esta comprobación es válida para elementos CHS que no tengan secciones transversales esbeltas
(es decir, que no tengan paredes finas; o lo que es lo mismo, que no sean de clase 4 conforme al
Eurocódigo 3 (CEN, 2005a)). En la Guía de Diseño nº 9 del CIDECT (Kurobane et al., 2004) se
puede obtener información adicional acerca de este detalle.
Las cartelas simples, alojadas en ranuras ejecutadas en los extremos de los perfiles tubulares y
alineadas concéntricamente con el eje del perfil, tal y como se muestra en las figuras 7.2 y 7.3, se
utilizan normalmente en elementos diagonales de arriostramiento de edificios con estructura
resuelta mediante pórticos de acero, así como en uniones diagonal-cordón dentro de estructuras
en celosía para cubiertas.
Los nudos de perfil CHS ranurado destacan por la presencia (o ausencia) de un espacio vacío
entre el extremo de la cartela y el extremo de la ranura ejecutada en el perfil CHS. Este espacio
facilita la ejecución de la unión permitiendo ciertas tolerancias de fabricación, fundamentalmente
útiles, si las soldaduras longitudinales se realizan en la obra. Si la cartela llega hasta el extremo de
la ranura (algo común en la fabricación en taller), los extremos de la cartela suelen soldarse con
"soldaduras de retorno”.
Para las uniones entre cartelas y perfiles CHS ranurados cargados axialmente a tracción se han
identificado dos posibles modos de rotura: rotura circunferencial (CF) del CHS (ver la figura 7.2) y
rotura por desgarro (TO) o “arrancamiento de bloque” del CHS (ver la figura 7.3). Como sólo una
parte de la sección transversal del CHS participa en la conexión, durante la transferencia de carga
en la unión siempre se produce una distribución irregular de las tensiones alrededor del perímetro
del perfil. Este fenómeno, conocido como “arrastre por cortante”, se ilustra en la figura 7.2 y
depende fundamentalmente de la longitud de la soldadura, Lw. Para longitudes de soldadura
largas, los efectos de la transmisión del esfuerzo cortante resultan despreciables, mientras que
para longitudes cortas de soldadura (Lw/w < 0,7) con w = 0,5πdi - tp, el desgarro es dominante con
respecto a la rotura circunferencial del CHS.
Estos tipos de uniones han sido estudiados por un cierto número de investigadores, incluyendo
Ling et al. (2007a, 2007b), Packer (2006) y Martínez Saucedo y Packer (2006). En los dos casos
mostrados en la figura 7.2, Martínez Saucedo y Packer (2006) han demostrado que la resistencia
de cálculo a tracción en el estado límite de rotura circunferencial puede determinarse usando la
ecuación 7.10.
1
Ni* = 0,9 A n fui 1 − 5,7
para Lw/w ≥ 0,7 .. 7.10
L 2,4
1 + w
w
62
Para el estado límite por desgarro del CHS (ver la figura 7.3), la resistencia de cálculo a tracción
puede determinarse sumando la resistencia a fractura del área neta a tracción y la resistencia del
área bruta a cortante (Martínez Saucedo y Packer, 2006), ver la ecuación 7.11.
f yi + fui
Ni* = 0,9 A nt fui + 0,58 A gv
para Lw/w < 0,7 7.11
2
Dependiendo de la longitud de soldadura, Lw , sólo deberá comprobarse uno de estos dos estados
límite (modos de rotura). En estas ecuaciones, el coeficiente 0,9 representa al coeficiente de
seguridad 1/γM = φ. Como se indica en las figuras 7.2(a) y 7.3(a), cuando existe un espacio vacío
entre los extremos de la placa y la ranura, la grieta se inicia en el extremo de la soldadura. Así,
bajo carga estática, el corte efectuado en la ranura no necesita estar suavizado, perforado o
mecanizado, y se tolera una cierta aspereza.
a) An
grieta
espacio
Lw CHS
Cartela
b) An=Ag
grieta
Lw CHS
Figura 7.2 – Nudos entre cartelas y perfiles CHS ranurados: Rotura circunferencial (CF) con a) soldaduras
longitudinales únicamente y b) soldaduras longitudinales y de retorno
a) CHS
grieta
Ant
Agv Ant
Cartela b) CHS
grieta
Ant
Agv
Figura 7.3 – Nudos entre cartelas y perfiles CHS ranurados: Rotura por desgarro (TO) con a) soldaduras
longitudinales únicamente y b) soldaduras longitudinales y de retorno
63
Para la resistencia de cálculo a compresión en el estado límite de rotura circunferencial existen
ecuaciones independientes. No obstante, y por una cuestión de simplicidad, se pueden utilizar las
ecuaciones 7.10 y 7.11 de manera conservadora. En el caso de un elemento largo a compresión,
la rotura del elemento suele ser el factor limitante.
Una manera sencilla de diseñar estas uniones, tanto para tracción como para compresión,
consiste en asegurarse de que Lw ≥ 1,3di, lo que garantizará que exista una capacidad igual o
superior a la capacidad de deformación del elemento CHS.
En Martínez Saucedo y Packer (2006) también se dan ecuaciones para uniones entre placas
ranuradas y perfiles CHS, aunque estos nudos se comportan peor que los nudos entre placas y
cordones CHS ranurados.
Cuando se aplica una fuerza axial en el extremo de un perfil CHS a través de un casquillo en T
soldado, como se muestra en la figura 7.4, el posible estado límite del CHS es la deformación de
las paredes (debido a las cargas de tracción o compresión aplicadas). Adicionalmente, la
resistencia del CHS necesita calcularse teniendo en cuenta la transmisión del esfuerzo cortante.
Basándose en los trabajos de Kitipornchai y Traves (1989) para elementos RHS, se puede asumir
una distribución conservadora en la relación de 2,5:1 para cada cara del alma (cuerpo) de la T.
Esto, produce una anchura de carga eficaz de (tw + 5tp), que ha sido adoptada por Packer y
Henderson (1997). En dichos trabajos se propone usar conservadoramente esta anchura eficaz
alrededor del perímetro del elemento CHS. Así, la resistencia del CHS puede calcularse sumando
las contribuciones de las partes del área transversal del perfil en el que se distribuye la carga. Por
lo tanto:
( )
N1* = 2fy1 t1 t w + 5tp ≤ A1 fy1 7.12
Una distribución de carga similar puede suponerse para la resistencia del alma del casquillo T. Si
el alma tiene el mismo ancho que el diámetro de la placa de extremo, es decir (d1 + 2s), la
resistencia del alma del casquillo T es:
(
N1* = 2f yw t w t1 + 2,5t p + s ) 7.13a
≤ 2fyw t w (t1 + 5tp ) 7.13b
N1
tw
tp
2.5
1
5tp+ tw
t1
s d1 s
Figura 7.4 - Dispersión de carga para nudos de casquillo en T y perfil CHS en su extremo
64
En la ecuación 7.12, se ha ignorado, conservadoramente, el tamaño de cualquier cateto de la
soldadura al alma (cuerpo) de la T. Si el tamaño del cateto de soldadura es conocido, resulta
aceptable asumir la dispersión de carga desde los bordes de las soldaduras. Si la carga aplicada
N1 (figura 7.4) es de compresión, el CHS deberá tener una sección transversal compacta (es decir,
no de clase 4).
Los nudos con casquillo en T en los extremos de los perfiles CHS suelen tener el alma (cuerpo)
centrada en el eje del elemento CHS, aunque la unión se realiza frecuentemente a una cartela
simple, normalmente mediante atornillado. En dichas situaciones, se induce un momento de
flexión en el nudo a través de la excentricidad existente entre las placas, que debe tenerse en
cuenta. Bajo cargas de compresión, la cartela y el alma (cuerpo) de la T deben considerarse como
elementos flexo-comprimidos, asumiendo que ambos extremos de la unión pueden desplazarse
lateralmente el uno con respecto al otro. Estos comentarios también se aplican a otras placas
incluidas en el capítulo 7, cuando la placa está cargada en compresión pero conectada
excéntricamente a otra cartela simple mediante atornillado.
65
8 Nudos atornillados
Para las conexiones atornilladas entre perfiles tubulares se usan placas, horquillas, casquillos en T
o partes de perfiles I soldados al extremo del perfil CHS, como se muestra en las figuras 8.1 y 8.2.
Para estos nudos, las recomendaciones generales no se dan en los códigos, aunque los pernos y
las placas deben comprobarse de la forma habitual frente a cortante, aplastamiento y rotura del
área transversal. Estos criterios se especifican en todos los códigos nacionales e internacionales.
Además deben satisfacerse los requisitos relativos a las distancias mínima y máxima entre pernos.
Para uniones atornilladas con tornillos pretensados, existen requisitos especiales para dicho
pretensado de los pernos y para el estado de las superficies de contacto.
Los métodos de cálculo empleados en muchos tipos de uniones atornilladas entre, o a, perfiles
tubulares no se diferencian prácticamente de los empleados en cualquier otro tipo de unión para la
construcción convencional en acero (en el capítulo 11 se describen algunos ejemplos de cálculo).
Las uniones atornilladas entre subconjuntos estructurales son especialmente recomendables para
su ejecución en obra. En las figuras 8.1 a 8.4 se muestran algunos ejemplos de nudos atornillados.
sección en I
(también posible
con casquillo CHS)
placa
casquillo CHS
(también posible
con sección en I)
66
tornillo prisionero
placa soldada
67
8.1 Uniones embridadas
Implícito a estos detalles de unión existe una tolerancia para los esfuerzos de palanca cuantificada
en 1/3 de la fuerza total del perno en el estado límite último, así como la hipótesis de que debe
desarrollarse la tensión de fluencia del perfil tubular. Los modos de rotura asumidos en la
determinación de estos detalles son los debidos a la plastificación de las bridas y no aquellos
debidos a la rotura por tracción de los tornillos de alta resistencia. Los detalles estándares
2
mostrados en la tabla 8.1 corresponden a perfiles STK400 (límite elástico mínimo fy = 235 N/mm
2
y resistencia última a la tracción mínima de 402 N/mm ), a placas SS400 (límite elástico mínimo =
2
245 N/mm ) y a tornillos F10T (aproximadamente iguales a los pernos de grado 10.9 con una
2
resistencia última a la tracción de 981 N/mm ).
68
Según Igarashi et al. (1985), el espesor de la brida tf puede determinarse a partir de:
2Ni γM
tf = 8.1
fyp π f3
donde
Ni = esfuerzo de tracción en el perfil
fyp = límite elástico de la brida
γM = 1,1 (coeficiente parcial de seguridad)
f3 = coeficiente adimensional a obtener de la figura 8.5
tf = espesor de la brida
(di-ti) / (di-ti+2e1)
Figura 8.5 – Parámetro f3 para uso en las ecuaciones 8.1 y 8.2 para el cálculo de uniones embridadas CHS
La dimensión e1 (ver la tabla 8.1) debe mantenerse lo más pequeña posible para minimizar el
efecto palanca (aproximadamente 1,5d a 2d, siendo d = diámetro del tornillo), pero con una
distancia entre la tuerca y la soldadura de al menos 5 mm.
1 1
Ni 1 − +
f3 f3 ln(r /r )
1 2
n ≥ γM 8.2
0,67 Tu
donde:
f3 = coeficiente adimensional a obtener de la figura 8.5
Tu = resistencia última a la tracción de un tornillo
r1 = 0,5di + 2e1
r2 = 0,5di + e1
69
8.2 Uniones claveteadas
Como alternativa al atornillado o la soldadura, los perfiles tubulares de sección circular de acero
pueden clavetearse entre sí para formar uniones estructurales fiables. Hasta el momento, este
método de unión sólo ha sido verificado para uniones de empalme entre dos tubos coaxiales (ver
la figura 8.6). En dichas uniones, un tubo puede encajarse perfectamente en el otro, de tal forma
que el diámetro exterior del tubo más pequeño sea igual al diámetro interior del tubo más grande.
Los remaches se ejecutan con una pistola a través de los espesores de ambas paredes y se
disponen de forma simétrica alrededor del perímetro del tubo.
Como alternativa, dos tubos del mismo diámetro exterior se pueden unir entre sí por medio de un
collar tubular que cubra los extremos de ambos tubos; en este caso, los remaches se ejecutarán
de nuevo a través de las paredes de ambos tubos.
Las investigaciones llevadas a cabo por Packer (1996) en la Universidad de Toronto han abarcado
toda una gama de tamaños de perfiles con diferentes relaciones diámetro/espesor, diferentes
espesores de pared y ausencia de acoplamiento. Los modos de rotura observados fueron rotura
por corte del remache, rotura por aplastamiento del tubo y fractura de la sección neta del tubo.
Estos modos de rotura han sido identificados tanto para carga estática como para carga de fatiga.
Se han verificado fórmulas de diseño simples para ambos tipos de cargas, derivadas de las
uniones atornilladas o remachadas.
70
9 Otros nudos soldados
9.1 Nudos reforzados
Los anillos rigidizadores pueden estar formados por un único anillo perpendicular al cordón o
incluir además un ala soldada en la parte superior del mismo. Dependiendo del tipo de carga de la
barra de relleno, los anillos pueden situarse en los laterales de la riostra para una carga axial y una
carga de flexión fuera del plano de la misma o pueden situarse en la puntera y/o talón para cargas
de flexión en el plano de la unión.
Las fórmulas disponibles suelen restringirse al tipo de nudo investigado, con una carga y un rango
de parámetros definidos. En principio, se basan en la suma de la capacidad del nudo no rigidizado
y la capacidad plástica del (de los) anillo(s) rigidizador(es), para los que se puede asumir que una
parte del cordón actúa como un ala eficaz. Dependiendo de la existencia o no de un ala en el anillo
rigidizador, la sección transversal eficaz de dicho anillo con el ala eficaz del cordón forma un perfil
en I o en T. Especialmente, en el cruce de los rigidizadores y de la pared de la riostra existen
puntos de gran rigidez por lo que el cordón debe tener una buena resistencia al desgarramiento
laminar.
Dado que el aumento de la resistencia depende de los coeficientes β y γ, del tipo de nudo, de la
carga y del tipo y ubicación de los rigidizadores, se aconseja consultar la literatura existente para
ampliar la información contenida en esta Guía de Diseño. En general, estos rigidizadores son
caros y deben evitarse en la medida de lo posible si se pueden emplear otros métodos de
refuerzo.
Para mejorar la resistencia de los nudos con cordones de paredes finas, se puede usar un
refuerzo por placas anulares o por placas continuas (figura 9.1), como se discute en Choo et al.
(2004, 2005). Las placas continuas se sueldan al cordón, con la riostra soldada a la placa. Estos
nudos también se utilizan para la colocación en obra de estructuras auxiliares. En el caso de las
placas anulares, la riostra se suelda al cordón mientras que la placa, formada por dos o cuatro
piezas, se suelda al cordón y a la riostra alrededor de la conexión entre la riostra y el cordón, como
se muestra en las figuras 9.1 y 9.2.
d1 d1
d1 d1
placa t1 t1
placa t1 t1 riostra
riostra angular
contínua tc cordón lc
td ld t0
t0 cordón
lc d0
ld d0 d0
d0
71
d1 d1
α = 2lc/d0 τ = t1/t0
t1 t1
β = d1/d0 τc = tc/t0 1
tc lc
t0
2
lc d0
d0
chord
cordón
collar
placa
plate
angular riostra
brace
A D
44partes
parts parts (parallel)
2 partes (paralelo) 2 parts
partes(perpendicular)
(perpendicular)
Figura 9.2 - Nudos rigidizados por placas anulares con posibles disposiciones de soldadura
Las placas anulares ofrecen un refuerzo eficiente y adecuado y suelen proporcionar una mejor
solución que las placas continuas. Para nudos cargados predominantemente por flexión en el
plano, el uso de dos piezas paralelas al cordón puede ser la opción preferida, mientras que para
flexión fuera del plano es preferible emplear piezas perpendiculares al eje del cordón. Si es
necesario minimizar la soldadura, la última opción también puede utilizarse para carga axial.
3.0
2.2 4.0
M o,u,c /M o,u,u
M i,u,c /M i,u,u
2.0 2.5
Fu,c /F u,u
1.8 3.0
1.6 2.0
1.4 3.0 3.0 2.0 3.0
1.5 2.5
1.2 2.5 2.5
1
1
2.0
lc /d
1.0
lc /d
Figura 9.3 - Resistencias normalizadas de los nudos en X con placa de refuerzo anular para (a) carga axial de
la riostra, (b) flexión en el plano y (c) flexión fuera del plano
Como se muestra en la figura 9.3, el efecto del refuerzo también depende de la carga, es decir, de
si la barra de relleno se somete a compresión, tracción, flexión en el plano ó flexión fuera del
72
plano. Para obtener información detallada, se pueden consultar las publicaciones de Choo et al.
(2004, 2005).
El relleno de los nudos se utilizaba inicialmente para aumentar la resistencia estática de uniones
ya existentes o para reducir sus coeficientes de concentración de tensiones y, con ello, mejorar la
resistencia a la fatiga. La tecnología de rellenado de perfiles con mortero se ha mejorado
considerablemente desde las primeras investigaciones realizadas en los años 70 y, en la
actualidad, también se usa para nuevos diseños. Como se muestra en la figura 9.4, el relleno
puede utilizarse de dos maneras, rellenando totalmente el cordón o únicamente el anillo que queda
entre el cordón y un elemento interno. En el último caso, se crea un nudo de doble capa.
te = t 20 + tin
2
9.1
En el caso de carga de tracción en la barra de relleno, el principal modo de rotura suele ser el
punzonamiento, basándose en el espesor del cordón t0 (Dier y Lalani, 1998; Morahan y Lalani,
2002), aunque la capacidad resistente es considerablemente menor que la correspondiente a la
ecuación 4.2, debido a que la sección transversal completa no es eficaz. La capacidad resistente
de cálculo recomendada, incluyendo un γM = 1,1 para la capacidad resistente característica
definida en API (2007), se muestra en la ecuación 9.2:
ka
Ni* = 0,36 fy0 π di t0 9.2
sen θi
con ka según la ecuación 4.3.
Para la carga de flexión en el plano y de flexión fuera del plano, API (2007) también sigue la
recomendación del estudio MSL (Morahan y Lalani, 2002). Usando nuevamente un γM = 1,1 para la
capacidad resistente de cálculo característica (límite inferior) definida en API, la capacidad de
cálculo es aproximadamente un 18% superior a la obtenida con la ecuación 5.2. Esto puede
deberse al hecho de que el punzonamiento se produce en el lado de tracción, mientras que el
aplastamiento se produce en el lado de compresión, obteniéndose un eje neutro en rotura
desplazado. Así:
kb
Mi* = 0,68 fy0 d12 t0 9.3
sen θi
con kb según las ecuaciones 5.3 y 5.4.
El relleno con mortero de los nudos aumenta considerablemente la rigidez del nudo y, en
ocasiones, reduce la capacidad de rotación. Por ello, se recomienda realizar el diseño de forma
73
que la capacidad resistente de la riostra sea el factor limitante o que los momentos secundarios
sean tenidos en cuenta en el diseño.
Para los nudos soldados, la longitud de la parte plana debe minimizarse en los elementos
comprimidos para evitar el pandeo local. Especialmente para relaciones d0/t0 superiores a 25, el
aplastamiento reducirá la resistencia a compresión de las riostras. Las fórmulas de resistencia de
cálculo recomendadas para nudos en N entre perfiles con extremos aplastados y con
recubrimiento (Ciwko y Morris, 1981) se dan en la figura 9.6 con el rango de validez de la tabla 9.1.
74
Tabla 9.1 – Dimensiones y parámetros investigados
3 ≤ t0 ≤ 8 d1/d2 = 1,0
0% ≤ Ov ≤ 75%
2
fyi ≤ 400 N/mm θ1 = 90°; θ2 = 45°
Figura 9.6 – Diagrama de cálculo para nudos de riostras con extremos aplastados
75
En comparación con la resistencia última del nudo proporcionada en Ciwko y Morris (1981), para la
riostra vertical cargada a compresión, se ha adoptado un coeficiente de 0,80 para tener en cuenta
la transformación de la resistencia última en resistencia de cálculo.
Dado que el comportamiento de este tipo de uniones puede verse afectado por los efectos de
tamaño, el uso de estas fórmulas empíricas debe hacerse con especial cuidado, por lo que su
validez se restringe al rango dimensional de ensayos mostrado en la tabla 9.1.
Se recomienda la aplicación de las mismas funciones Qf utilizadas en los nudos CHS de perfiles
no aplastados con espaciamiento (ver la tabla 4.1), tanto para cordones comprimidos como
traccionados.
Las uniones con riostras de extremos parcialmente aplastados, como los mostrados en la figura
9.7 han sido investigados en el programa 5AP del CIDECT (Rondal, 1990).
Estos nudos pueden definirse con las mismas fórmulas de resistencia que las de los nudos CHS
normales, siempre que se adopten las siguientes modificaciones:
76
10 Resistencias de cálculo conforme a la 1ª edición de la
Guía de Diseño nº 1 e incorporadas en el Eurocódigo 3
Las recomendaciones dadas en este capítulo corresponden a las de la 1ª edición de esta Guía de
Diseño (Wardenier et al., 1991), que se basan en la versión de 1989 de las recomendaciones IIW-
XV-E (IIW, 1989) y que han sido incorporadas en diferentes códigos nacionales e internacionales,
como el Eurocódigo 3 (CEN, 2005a, 2005b). Por ello, estas recomendaciones se siguen
incluyendo aquí, dado que los diseñadores pueden tener que satisfacer los requisitos de dichos
códigos.
Estas recomendaciones de diseño, en términos de estado límite, se detallan en las tablas 10.1 a
10.4, acompañadas únicamente de una breve explicación sobre los antecedentes, dado que la
filosofía general de diseño se ha detallado en los capítulos anteriores.
Como información para los diseñadores, en las secciones 10.5 y 10.6 y en el capítulo 11 se dan
los diagramas de eficiencia, junto con algunos ejemplos. Todos ellos se basan en las fórmulas de
resistencia de cálculo detalladas en las secciones 10.1 a 10.4 (Reusink y Wardenier, 1989).
En estas recomendaciones de diseño se daba un criterio de plastificación del cordón para nudos
en K, que cubría tanto a los nudos con espaciamiento como a los nudos con recubrimiento,
aunque su comportamiento sea diferente. Por ello, en las nuevas fórmulas de diseño presentadas
en el capítulo 4 se definen criterios independientes.
Otra diferencia importante con respecto a las nuevas fórmulas dadas en el capítulo 4 es que aquí,
en el capítulo 10, la función de tensión del cordón se basa en la precarga del cordón (ver las
figuras 10.1 y 10.2) en lugar de basarse en la tensión máxima del cordón, por lo que se excluye la
tensión debida a las componentes horizontales de carga de las barras de relleno. Dado que esta
aproximación era diferente del procedimiento empleado para los nudos RHS, donde ya se usaba
hace años la tensión máxima del cordón, en la práctica se producían errores de interpretación. Por
ello, en las nuevas recomendaciones dadas en el capítulo 4, la función de la tensión del cordón se
relaciona con la tensión máxima del cordón.
En el apartado 10.5 se detallan las ecuaciones de la capacidad resistente del nudo por medio de
diagramas de eficiencia en los que la capacidad resistente del nudo se divide por la carga de
fluencia de la riostra, como se describe en el apartado 4.7, con la diferencia de que en este
apartado, lógicamente, se utilizan las expresiones de capacidad de la unión de las tablas 10.1 y
10.2.
77
En la versión anterior de esta Guía de diseño, la validez de las ecuaciones de verificación del nudo
2
estaba limitada a aceros con un límite elástico nominal de 355 N/mm . En el Eurocódigo 3, ésta
2
también se amplía a aceros con un límite elástico nominal de 460 N/mm , bajo las condiciones
mencionadas en el apartado 1.2.1.
Tabla 10.1 – Anteriores recomendaciones de diseño para nudos planos cargados axialmente
t1
d0
N1 d1 N1* =
fy0 t02
sen θ1
(2,8 + 14,2β ) γ
2 0,2
f(n' )
t0 θ1
ec. 10.1
Nudos en X Plastificación del cordón
t1
N1 d1
d0 fy0 t 20 5,2
t0 θ1 N1* = f(n' )
sen θ1 1 − 0,81β
ec. 10.2
N1
Nudos en K y N con espaciamiento y
Plastificación del cordón
recubrimiento
fy0 t 20 d
t2 N1* = 1,8 + 10,2 1 f (γ, g') f(n' )
sen θ1 d0
t1
d1 N1 N2 d2
d0 g ec. 10.3
θ1 θ2
sen θ1 *
N*2 = N1 ec. 10.4
N0 +e sen θ2
78
Figura 10.1 – Función pre-tensión del cordón f(n’)
Nop
n' =
A 0 fy0
Figura 10.2 – Precarga del cordón Nop
recubrimiento espaciamiento
Figura 10.3 – Función de espaciamiento
79
10.2 Anteriores recomendaciones de diseño para nudos solicitados a momento
Las recomendaciones de diseño para nudos solicitados a momento flector en el plano se basan en
una función modificada de Gibstein (1976), mientras que las de los nudos solicitados a momento
flector fuera del plano se relacionan con los nudos en X cargados axialmente (ver Wardenier
(1982)). En base a los nuevos análisis realizados para el Eurocódigo 3 (Sedlacek et al., 1991), se
aplica una corrección a la constante de la fórmula para la resistencia frente a esfuerzos de flexión
fuera del plano.
Tabla 10.2 – Anteriores recomendaciones de diseño para nudos cargados por momentos flectores primarios
f(n' )
*
Mip = 4,85 f y0 t 02 γ 0,5 β d1 ec. 10.8
sen θ1
2,7 f(n' )
*
Mop = fy0 t 20 d1 ec. 10.9
1 − 0,81β sen θ1
1 + 3 sen θ1
*
Mip = 0,58fy0 t 0 d12 ec. 10.10
Comprobación del punzonamiento 4 sen2 θ1
para
d1 ≤ d0 - 2t0 3 + sen θ1
*
Mop = 0,58fy0 t 0 d12 ec. 10.11
4 sen2 θ1
Funciones
f(n’) = 1,0 para n’ ≥ 0
2
f(n’) = 1+0,3n’-0,3n’ para n’ < 0
n’ = fop/fy0 ec. 10.6
Rango de validez
Riostras:clase 1 ó 2 Cordones: clase 1 ó 2
d1
0,2 ≤ ≤ 1,0 d 30° ≤ θ1 ≤ 90° y 10 ≤ 2γ ≤ 50
d0 y 1 ≤ 50 10 ≤ 2γ ≤ 40 (nudos X)
t1
80
10.3 Anteriores recomendaciones de diseño para nudos espaciales cargados
axialmente
Los coeficientes de corrección para los nudos en T y X se basan en los trabajos de Mitri et al.
(1987), Paul et al. (1989) y en los trabajos iniciales de van der Vegte (1995). El coeficiente de
reducción recomendado para los nudos en K espaciales se basa en una simplificación de la
función recomendada por Makino et al. (1984).
Dado que, para relaciones β grandes, el cortante en el espaciamiento puede provocar la rotura a
cortante del cordón, en los nudos en K con espaciamiento se ha añadido un criterio adicional de
cortante para uniones con espaciamiento.
En principio, los coeficientes de corrección de la anterior versión de la Guía de Diseño para las
funciones de resistencia de cálculo de los nudos planos son los mismos que los que se detallan en
el capítulo 6, excepto por el coeficiente de reducción para nudos en K, que aquí es 0,9. En el
capitulo 6 se usa un coeficiente de 1,0, ya que la reducción debida a las mayores cargas máximas
del cordón existentes en los nudos espaciales se incluye automáticamente en la nueva función de
tensión del cordón.
Nudo en TT
µ = 1,0
Nudo en XX
N2
µ = 1 + 0,33 ec. 10.12
N1
81
10.4 Anteriores recomendaciones de diseño para nudos entre placas, perfiles I, H o RHS
y cordones CHS
En la tabla 10.4, se presentan las recomendaciones de diseño dadas en la 1ª edición de esta Guía
de Diseño para los nudos entre placas, perfiles I, H o RHS y cordones CHS.
En las mismas se hace una distinción entre los nudos TP (nudos en T entre placas y perfiles CHS)
y los nudos XP (nudos en X entre placas y perfiles CHS), donde el primero presenta una placa en
un lado del perfil y el último presenta placas a ambos lados del perfil.
Por una cuestión de simplicidad, en la 1ª edición de esta Guía de Diseño se daba la misma
resistencia de cálculo para los nudos TP y para los nudos XP. Sin embargo, sí se mencionaba
que, para los nudos TP, la función:
2
f(β) = 4+20β 10.13
Pluma de grúa resuelta mediante celosía espacial con sección transversal cuadrada y elementos CHS
82
Tabla 10.4 – Recomendaciones de diseño anteriores para nudos entre placas, perfiles I, H o RHS y cordones
CHS
XP-1/TP-1
5,0
1 f(n’) fy0 t 02 -- *
0,5 b1 N(XP −1)
1 − 0,81β
XP-2/TP-2
1 + 0,25η
5,0 f(n’) fy0 t 02 *
h1 N(XP− 2) --
η≤4
XP-4/TP-4
5,0 1 + 0,25η *
0,5 b1 N(XP − 4)
f(n’) fy0 t 02 *
h1 N(XP−1)
1 − 0,81β η≤4
XP-5/TP-5
5,0 1 + 0,25η *
h1 N(XP − 5)
*
0,5 b1 N(XP − 5)
f(n’) fy0 t 02
1 − 0,81β η≤2 η≤2
Rango de validez
β ≥ 0,4 θ1 = 90° 10 ≤ 2γ ≤ 40 clase 1 ó 2
83
10.5 Diagramas de cálculo para nudos cargados axialmente
Tabla 10.5 – Diagrama de cálculo de la eficiencia para nudos en T e Y de perfiles tubulares circulares
0,2 ≤ β ≤ 1,0
10 ≤ 2γ ≤ 50
d1/t1 ≤ 50
30° ≤ θ1 ≤ 90°
Diagrama de cálculo
eficiencia CT
84
Tabla 10.5 – Diagrama de cálculo de la eficacia para nudos en T e Y de perfiles tubulares circulares
(continuación)
N1* 10
= 0,35 × × 0,79 = 0,61
A 1 f y1 4,5
85
10.5.2 Diagrama de cálculo para nudos en X cargados axialmente
Tabla 10.6 – Diagrama de cálculo de la eficiencia para nudos en X de perfiles tubulares circulares
0,2 ≤ β ≤ 1,0
10 ≤ 2γ ≤ 40
d1/t1 ≤ 50
30° ≤ θ1 ≤ 90°
Diagrama de cálculo
eficiencia CX
86
Tabla 10.6 – Diagrama de cálculo de la eficiencia para nudos en X de perfiles tubulares circulares
(continuación)
N1* 10
= 0,26 × × 0,79 = 0,37
A 1 f y1 5,6
87
10.5.3 Diagramas de cálculo para nudos en K y N con espaciamiento cargados axialmente
Tabla 10.7 – Diagramas de cálculo de la eficiencia para nudos en K y N con espaciamiento de CHS
10 ≤ 2γ ≤ 50
di/ti ≤ 50
g ≥ t1+t2
30° ≤ θi ≤ 90°
e
− 0,55 ≤ ≤ 0,25
d0
fop = tensión del cordón como resultado de un
esfuerzo axial o un momento de flexión
adicionales
Diagramas de cálculo
eficiencia CK
para g’= 2
88
Tabla 10.7 – Diagramas de cálculo de la eficiencia para nudos en K y N con espaciamiento de CHS
(continuación)
Diagramas de cálculo
eficiencia CK
para g’= 6
eficiencia CK
para g’= 10
89
Tabla 10.7 – Diagramas de cálculo de la eficiencia para nudos en K y N con espaciamiento de CHS
(continuación)
Ejemplo de cálculo
N1* 10 1
= 0,33 × × × 0,88 = 0,72
A 1 f y1 6,3 0,643
90
10.5.4 Diagrama de cálculo para nudos en K y N con recubrimiento cargados axialmente
Tabla 10.8 – Diagrama de cálculo de la eficiencia para nudos en K y N con recubrimiento de CHS
di
0,2 ≤ ≤ 1,0
d0
10 ≤ 2γ ≤ 50
di/ti ≤ 50
30° ≤ θi ≤ 90°
e
− 0,55 ≤ ≤ 0,25
d0
Diagrama de cálculo
eficiencia CK
91
Tabla 10.8 – Diagrama de cálculo de la eficiencia para nudos en K y N con recubrimiento de CHS
(continuación)
Ejemplo de cálculo
N1* 10 1
= 0,44 × × × 0,88 = 0,95
A1 f y1 6,3 0,643
92
10.6 Diagramas de cálculo para nudos sometidos a momento flector en la barra de
relleno
10.6.1 Diagramas de cálculo para nudos sometidos a momento flector sobre la barra de relleno en
el plano de la unión
d0/t0
Figura 10.4 – Diagrama de cálculo de la eficiencia para nudos sometidos a momento flector en el plano de la unión
10.6.2 Diagrama de cálculo para nudos sometidos a momento flector sobre la barra de
relleno fuera del plano de la unión
M*op f y0 t 0f(n' )
= C op
Mpl,1 f y1t1 sen(θ1 )
eficiencia Cop
β
Figura 10.5 – Diagrama de cálculo de la eficiencia para nudos solicitados a momento flector fuera del plano de
la riostra
93
11 Ejemplos de diseño de cerchas basados en las
resistencias de cálculo de las nuevas recomendaciones
IIW (2008)
11.1 Cercha plana
• Disposición de la cercha:
Canto de la cercha ≈ (1/15) x luz = 2,40 m (considerando los costes totales: materiales, ejecución,
tratamiento, transporte y montaje, un canto de 1/15 ℓ suele ser un canto económico)
Las cerchas de tipo Warren con nudos en K se eligen para limitar el número de nudos. La carga de
cálculo mayorada P transmitida por las correas, incluyendo el peso de la cercha, se ha calculado como
P = 108 kN.
Un análisis de nudos articulados de la cercha proporciona los siguientes esfuerzos por elemento:
59
43
6
25
86
-8
-4
-2
2
94
mejor elección es el uso de un cordón continuo con el mismo espesor de pared en toda la longitud
de la cercha.
Cordón superior
Se utilizará un cordón continuo con una longitud eficaz de pandeo en el plano y fuera del plano de:
ℓe = 0,9 x 6000 = 5400 mm, ver capítulo 3.3; N0 = -1148 kN
Desde un punto de vista de ahorro de material (ahorro en peso), los perfiles Ø 244,5 x 5,6 y Ø
219,1 x 7,1 son los más eficaces; sin embargo, el proveedor considerado en este ejemplo no
dispone de estas dos referencias (sólo se suministran directamente desde fábrica). Estas
dimensiones sólo podrían utilizarse si se requiriese una gran cantidad de perfiles, algo que se
asume en este ejemplo. Inicialmente, se selecciona el perfil Ø 219,1 x 7,1 debido a su menor
relación d0/t0, que genera una mayor resistencia del nudo.
Cordón inferior
Barras de relleno
f y0 t 0
Es aconsejable que los elementos satisfagan la relación ≥ 2,0 ; es decir
fyi t i
355 × 7,1
≥ 2,0 ó ti ≤ 4,5 mm
275 × ti
Para las riostras cargadas en compresión se define una longitud eficaz de pandeo de 0,75 ℓ
95
Riostras comprimidas
Riostras traccionadas
Selección de perfiles
El número de dimensiones de los perfiles depende de la cantidad total a pedir. En este ejemplo,
para las riostras se seleccionarán únicamente dos dimensiones diferentes.
La comparación entre los perfiles adecuados para ser elementos comprimidos y los adecuados
para ser elementos traccionados muestra que los perfiles más convenientes son los siguientes:
Estos tamaños de perfiles para los cordones permiten ejecutar nudos con espaciamiento; no se
requiere ninguna excentricidad.
En vista de que las relaciones d0/t0 de los cordones seleccionados son elevadas, se podrían
originar problemas de resistencia en los nudos 2 y 5.
96
• Comprobaciones, comentarios y revisiones de los nudos
Generalidades:
En la Tabla 11.5 todos los nudos se tratan como nudos en K, despreciando inicialmente las
acciones adicionales de nudo en X que se producen en las uniones 2, 3 y 4. En este caso, debería
haber un margen mayor entre la eficiencia de diseño y la real, como se verá en el tratamiento más
riguroso que se presenta después.
Nudo 1:
Si la unión 1 entre la placa de extremo y la riostra, se elige una separación que no supere el valor
g = 2t0, prácticamente no habrá excentricidad en la unión atornillada. Este nudo se comprueba
como un nudo en K(N) (ver la tabla 11.5), ya que la transmisión de esfuerzos es similar a la de las
uniones en N (la reacción en la placa es vertical hacia arriba y la carga de la riostra es diagonal
hacia abajo). En el ejemplo, la determinación del parámetro β, se basa de manera conservadora
en el diámetro de la riostra.
Nudo 2:
M0 = 7,56 kNm
7,56 kNm
M0
La tabla 11.5 muestra que la resistencia del nudo 2, con g = 12,8t0, (y una excentricidad e = 0) no
es suficiente. La forma más sencilla de obtener una resistencia suficiente en el nudo consiste en
disminuir la separación de 12,8t0 a 3t0, lo que genera un mayor CK = 0,39 y un Qf ligeramente
menor. Sin embargo, esto significa que se introduce una excentricidad (negativa) de e = 28 mm,
que genera un momento de excentricidad de:
-3
M = (878 - 338) x 28 x 10 = 15,12 kNm.
Dado que la longitud y la rigidez EI de los perfiles del cordón superior entre los nudos 1-2 y 2-3 son
las mismas (ver la figura 11.3), este momento puede distribuirse de forma uniforme entre ambos
elementos, lo que significa que ambos elementos deberán calcularse además para soportar un
momento adicional M0 = 7,56 kNm.
97
N0 M0 −338 7,56
En el lado izquierdo: n= + = + = -0,20 + 0,067 = -0,13
A 0 f y0 Mpl,0 4728 × 0,355 113,3
N0 M0 −878 -7,56
En el lado derecho: n= + = + = -0,52 − 0,067 = -0,59
A 0 f y0 Mpl,0 4728 × 0,355 113,3
El lado derecho es crítico con un valor n = -0,59, lo cual lleva al siguiente resultado: Qf = 0,80.
Considerando asimismo el valor de CK ≈ 0,39 (ver la tabla 11.5), se obtiene una eficacia de la
unión igual a:
N1* N1
= 0,84 > = 0,82 → o.k.
A1 fy1 A1 fy1
Los perfiles del cordón entre los nudos 1-2 y 2-3 deben comprobarse ahora como elementos a
flexo-compresión. Entre los dos, el elemento 2-3 es el más crítico. La comprobación depende del
código nacional a utilizar. No obstante, el criterio a comprobar suele tener la forma de:
N0 M
+ k 0 ≤ 1,0
χ A 0 fy0 Mpl,0
donde:
χ= coeficiente redactor para el pandeo de elementos comprimidos (ver la tabla 11.1 para los
distintos valres de χ en función del perfil seleccionado)
k= coeficiente que incluye los efectos de segundo orden dependientes de la esbeltez, la
clase de sección del perfil y el diagrama de momentos (en este caso, se ha usado un
diagrama triangular)
Mpl,0 = resistencia plástica (Wpl,0 fy0) del cordón (perfiles de clase 1 ó 2);
N0 M0 878 7,56
+k = +k = 0,74 + 0,067k < 1,0
χ A 0 fy0 Mpl,0 1189 113,3
98
Tabla 11.5 – Comprobación de resistencia de nudos considerándolos como uniones en K
Efic.
Dimensiones de los elementos Parámetros del nudo Eficiencia de cálculo del nudo
real
placa -- -- -- --
1 Ø 219,1 x 7,1 0,64 30,9 2,0 -0,20 0,41 0,95 1,60 o.k.
Ø 139,7 x 4,5 0,82 2,04 > 1,0 > 1,0
Análisis adicional del nudo 2 0,52 30,9 3,0 -0,59 0,82 0,39 2,04 0,80 1,60 0,82 0,84 o.k.
2 con g/t0 = 3,0 y e = -28 mm 0,98 2,55 1,29 >1,0
99
Ø 139,7 x 4,5 0,49 2,04 0,82 0,68
3 Ø 219,1 x 7,1 0,52 30,9 12,8 -0,68 0,34 0,75 1,60 o.k.
Ø 88,9 x 3,6 0,32 2,55 1,29 > 1,0
Con el valor modificado del parámetro g = 3t0, con β = 0,52 y 2γ = 30,9: CK = 0,39 (ver la tabla 4.7)
N1∗ 0,93
Para la riostra 1: = 0,39 x2,04 x x0,82 = 0,97
A1fy1 0,625
N1 259
Debido a la carga actuante: = = 0,49 , así, la componente de nudo en K para esta
A1 fy1 525,5
N1 0,49
riostra es = = 0,50
N1* 0,97
N∗2 0,93
Para la riostra 2: = 0,39 x 2,55 x x 1,29 > 1,0 , así, la eficiencia real para esta riostra es
A 2fy 2 0,625
N2
= 0,98 < 1,0 , por lo tanto ok.
A 2 f y2
d1 139,7
Con = = 0,64 y 2γ = 30,9: CK = 0,20 (ver la tabla 4.6)
d0 219,1
N1∗ 0,88
= 0,20 x 2,04 x = 0,57
A1fy1 0,625
N1 173
Debido a la carga actuante: = = 0,33 , así, la componente de nudo en X para esta
A1 fy1 525,5
N1 0,33
riostra es = = 0,58
N1* 0,57
De esta manera, la eficiencia total de la unión para la riostra 1 teniendo en cuenta la eficiencia
combinada de las uniones en K y X es: 0,50+0,58 = 1,08 > 1,0, por lo tanto la unión es insuficiente.
100
Nota: Realizando un análisis únicamente como nudo en K (ver la tabla 11.5 para el nudo 2
N1 0,82
analizado con g/t0 = 3,0), esta eficiencia hubiera sido de = = 0,98 , resultado un 10%
N1* 0,84
demasiado optimista.
Además, con este nuevo análisis, no resultaría tan útil reducir el espaciamiento (separación entre
barras de relleno) ya que la eficiencia de la union en K está ya cercana a 1,0, de manera que lo
que se debe tratar de reducir es el efecto de la unión en X. Esto puede realizarse del siguiente
modo:
- utilizando un perfil para la barra de relleno 1 de dimensiones exteriores similares a las del
cordón, pero de menor espesor (por ejemplo Ø 168,3 x 3,6), lo cual incrementa la
eficiencia de la unión, aunque con ello se incrementa también el número de perfiles a
utilizar para las riostras a 3; o
- aumentando el espesor del cordón, utilizando por ejemplo un Ø 219,1 x 8,0
Nudo 3:
-108
-108
0 -134 -878 -1014
-878 -1148 = +
-86 86 -173
-259 86
Con el valor del parámetro g = 12,8t0, con β = 0,52 y 2γ = 30,9: CK = 0,33 (ver la tabla 4.7)
N1∗ 0,98
= 0,33 x2,04x x0,82 = 0,89
A1fy1 0,625
N1 86
Debido a la carga actuante: = = 0,16 , así, la componente de nudo en K para esta
A1 fy1 525,5
N1 0,16
riostra es = = 0,18
N1* 0,89
N∗2 0,93
Para la riostra 2: = 0,34x2,55x x1,29 > 1,0 , así, la eficacia real para esta riostra es
A 2 f y2 0,625
0,32 < 1,0, por lo tanto ok.
d1 139,7
Con = = 0,64 y 2γ = 30,9: Cx = 0,20 (ver la tabla 4.6)
d0 219,1
101
N1∗ 0,77
= 0,20 x2,04 x = 0,50
A1fy1 0,625
N1 173
Debido a la carga actuante: = = 0,33 ; así, la componente de nudo en X para esta
A1 fy1 525,5
0,33
riostra es = 0,66
0,50
De esta manera, la eficiencia total de la union para la riostra 1 teniendo en cuenta la eficiencia
combinada de las uniones en K y X es 0,18+0,66 = 0,84 < 1,0, por lo tanto la unión es suficiente.
Nota: Realizando un análisis únicamente como nudo en K (ver la tabla 11.5 para el nudo 3), esta
N 0,49
eficiencia hubiera sido de 1 = = 0,72 , resultado, en este caso, aproximadamente un 16%
*
N1 0,68
demasiado optimista.
Nudo 4:
-108
-1148 -1148
-1148 -1148 =
-86 -86
-86 86 54 54
El nudo 4, corresponde a una unión a ejecutar en obra, consistente en dos placas atornilladas que
además transfieren la carga desde la correa al cordón. Esto significa que la union 4 se comporta
como dos nudos en N. Suponiendo que no hay excentricidad en la union atornillada entre las
placas extremas (de 15 mm de espesor), la separación entre la puntera de la barra de relleno y la
placa sería (ver ecuación 1.1):
Evaluación:
El análisis de las uniones muestra que el nudo 2 no es suficiente. Teniendo en cuenta las opciones
ya mencionadas para aumentar su eficiencia, en este ejemplo, se opta por modificar el perfil
utilizado como cordón superior de un Ø 219,1 x 7,1 a un Ø 219,1 x 8,0. Calculando de nuevo la
union para un valor de excentricidad e = 0, lo que significa g = 12,8t0, esto proporciona ahora un
ratio de eficiencia de 0,49 como nudo en K y de 0,45 como nudo en X, resultando una eficiencia
total de 0,94 < 1,0.
Comparando con los perfiles seleccionados en la figura 11.3 sólo el cordón superior ha de ser
modificado a un Ø 219,1 x 8,0 y todas las uniones podrán ser ejecutadas sin excentricidad.
• Apoyo de correas
Dependiendo del tipo de correa, son posibles diferentes soluciones de apoyo. Si la corrosión no es
un factor determinante, un casquillo de perfil en U soldado en la parte superior del cordón en el
punto de soporte de la correa ofrece una solución sencilla, como se muestra en la figura 11.7. La
tabla 7.1 proporciona información para el diseño de las uniones soldadas entre placas y perfiles
tubulares. Las uniones de la tabla 7.1 no son exactamente iguales a aquéllas entre un casquillo de
102
perfil en U y un cordón CHS, pero su capacidad puede basarse en la ecuación 7.6 para uniones
entre RHS y CHS. Teniendo en cuenta que en el caso de los casquillos de perfil en U no hay
“placas transversales”, de manera que solo las “placas longitudinales” (las alas del casquillo) son
efectivas, se puede utilizar la ecuación 7.6 aplicando un factor reductor h1/(h1+b1), aunque esto
resulte bastante conservador.
Para la unión de la correa en el centro de la cercha, sobre el empalme del cordón, la figura 11.8
ofrece otra alternativa que permite una conexión atornillada de la correa sobre la cercha.
El cordón superior también puede ser un elemento continuo, únicamente con placas en sus
extremos para la unión al resto de la estructura. Siendo así, en esos puntos, se deberá disponer
un casquillo en T entre las placas para el soporte de la correa.
De acuerdo con la tabla 8.1, se requieren 8 tornillos Ø 22 – 10.9 para una unión en prolongación
de resistencia total (es decir, de capacidad resistente igual a A0 fy0) entre perfiles CHS 190,7 x 5,3
2
y fy0 = 235 N/mm . En el presente ejemplo de cercha, tanto el área transversal como los límites
elásticos del cordón y de la placa son diferentes de los utilizados para la confección de la tabla 8.1,
mientras que la resistencia de los tornillos coincide. Esto significa que el número de tornillos
correcto para el ejemplo debe determinarse teniendo en cuenta estas diferencias, por lo que se
tomará como referencia un perfil ligeramente mayor con aproximadamente la misma capacidad
2
resistente. En concreto, para el cordón traccionado CHS 193,7 x 6,3 con fy0 = 355 N/mm y la
misma resistencia del tornillo, se puede estimar que el número de tornillos necesario será:
Como primera estimación, el espesor de la brida para los 13 tornillos Ø 22 – 10.9 puede tomarse
2
ligeramente inferior a 25 mm (debido a un límite elástico fyp = 355 N/mm ) y las distancias al borde
serán e1 = 40 mm y e2 = 35 mm. Si se considera la ecuación 8.1 y redondeando, se puede tomar
un espesor de placa igual a 20 mm.
103
Unión en el cordón superior comprimido:
Para la unión del cordón superior, la carga de compresión se transfiere mediante presión de
contacto. El número de tornillos necesario depende de las cargas de tracción que puedan darse en
la unión durante el proceso de elevación y montaje, así como de los requisitos de cada código
nacional con respecto a la resistencia mínima de uniones trabajando a compresión, que
habitualmente están relacionados con la resistencia a la tracción del elemento que va a ser unido.
En este caso, se ha considerado como posible carga de tracción sobre el cordón la misma que
actúa a compresión, 1148 kN, con lo que el cálculo sería:
1148
× 12 ≈ 11 tornillos Ø 22 - 10.9
π (216,3 − 8,2) × 8,2 × 0,235
2
Así, se necesitarán 11 tornillos Ø 22 – 10.9 con bridas de 16 mm de espesor (fy = 355 N/mm ) y
distancias al borde e1 = 40 mm y e2 = 35 mm.
Nota: Usando las recomendaciones de diseño IIW (1989) se obtienen las mismas dimensiones de
cordón inferior y riostras que las presentadas en este ejemplo. Sin embargo, el cordón superior
será algo más grueso, 8 mm en lugar de 7,1 mm.
P/2 P P P P P P/2
B C E G I K M
2500 Se supone que
A D F H J L N P = 14 kN
3P 3P
6 x 3000
EI
Para las cerchas Vierendeel con cordones superior e inferior con la misma rigidez a la flexión ,
l
en principio, se podrá usar un cálculo de diseño simplificado si:
Bajo estas condiciones, los momentos serán iguales a cero en el centro de los elementos entre los
nudos y se podrá determinar fácilmente la distribución de carga y de momento, ver las figuras
11.10 y 11.11.
104
Figura 11.10 - Modelo simplificado
Cordones
Como se muestra en la figura 11.11, el cordón cargado en compresión debe diseñarse como un
elemento flexo-comprimido con las siguientes solicitaciones (P en kN):
El primer caso, con la mayor solicitación a momento, será el limitante. En este ejemplo, se definirá
el cordón en base a esta comrpobación.
Riostras
Las riostras deben comprobarse (no realizado en este ejemplo) frente a momento, carga axial y
esfuerzo cortante combinados. Como se muestra en la figura, la segunda riostra (C-D) es la más
solicitada, con:
Los nudos de la segunda riostra (C-D) tienen la mayor carga de momento. Los momentos en los
cordones están en equilibrio con los momentos en la riostra. Puesto que el cordón inferior está
cargado en tracción, en general, si los cordones superior e inferior tienen las mismas dimensiones,
los nudos en el cordón superior serán los limitantes. Para la definición de las secciones de los
cordones, los momentos son menos críticos que las cargas axiles.
En las cerchas Vierendeel la rigidez rotacional de las uniones resulta muy importante. Así, se
requieren uniones con ratios de dimensiones exteriores β cercanos a 1,0, ver apartado 5.
105
0.5P -1.5P P -3.9P P -5.1P P
(a)
(a) Esfuerzos axiles
Member axial y cortantes
forces en las
and shear barras
forces
C
L
1.875P 1.875P 1.125P 1.125P 0.375P 0.375P 0.375P
1.875P
3P 1.5P
3P 1.5P
1.875P
(b) Bending
(b) Momentos flectores
moments
Evaluación
En este ejemplo, se supone que todos los elementos están fabricados a partir de los mismos
2 2 3
perfiles tubulares circulares de Ø 193,7 x 6,3 con fy = 355 N/mm , A = 3709 mm , Wpl = 221,3 x 10
3
mm , Npl = 1317 kN y Mpl = 78,6 kNm.
Conforme a la tabla 5.1, la resistencia de cálculo (punzonamiento no aplicable) viene dada por:
Qf
*
Mip,1 = 4,3 fy0 t 02 γ 0,5 β d1
sen θ1
0,5
2 193,7
,1 = 4,3 × 355 × 6,3 × × 1,0 × 193,7 × Qf
*
Mip
2 × 6,3
*
Mip,1 = 46,0 Qf kNm ≤ W pl,1 fy = 78,6 kNm
106
Figura 11.12 – Carga en la riostra
En las barras de relleno, el mayor momento flector se da en la barra C-D. Para calcular Qf, debe
considerarse la combinación de carga crítica en el cordón, que se corresponde con la que produce
la mayor tensión en el cordón en cualquiera de los lados de la unión (a su derecha o a su
izquierda). Para P = 14 kN, la tabla 11.6 muestra los valores de Qf obtenidos para las uniones C y
D.
Cordón superior
Cizda. -21,0 26,3 0,32 0,93
Cdcha. -54,6 -15,8 -0,24 0,95
Cordón inferior
Dizda. 21,0 -26,3 -0,32 0,93
Ddcha. 54,6 15,8 0,24 0,95
(*) Los momentos flectores que producen tensiones de tracción en la cara de connexion del cordon
se toman como positivos
De la tabla 11.6 se deduce que la sección del cordón a la izquierda del nudo D es crítica (es decir,
se obtiene el valor más bajo de Qf) con Qf = 0,93, donde:
M1 3 × 14
*
Mip,1 = 46,0 Qf = 42,8 kNm = = 0,98
* 42,8
Mip,1
N1 0,5 × 14
N1* = 500 Qf = 465 kN = = 0,02
N1* 465
Este cálculo confirma que los esfuerzos axiales tienen un efecto menor en las cerchas Vierendeel.
Como se muestra en la figura 11.13, los nudos situados en los extremos de la cercha pueden
realizarse de varias maneras. El uso del tipo (a) es conforme con los cálculos anteriores. La placa
(tapa) de extremo compensa el hecho de que el cordón no sea continuo. El tipo (b) sólo se puede
utilizar para cargas muy bajas, ya que los esfuerzos de reacción diagonales en la esquina no se
pueden transferir satisfactoriamente. El tipo (c) con una placa de refuerzo proporciona una
transferencia de carga adecuada.
107
placa 2t0
placa (tapa) de extremo
• Comentarios
Si todos los perfiles seleccionados son de clase 1 (diseño plástico) y satisfacen además los
criterios para un comportamiento de nudo rígido, como un β = 1,0 en el ejemplo anterior, la
distribución de momentos flectores en la cercha puede ser más favorable si se usa una
“Distribución Plástica de Momentos” (es decir, un conjunto de momentos que esté equilibrado con
las cargas aplicadas, según el Teorema del Límite Inferior).
Nota: Usando las recomendaciones de diseño IIW (1989) se obtiene una mayor capacidad resistente
para las mismas dimensiones de cordón y riostra, es decir P = 17 kN en lugar de P = 14 kN.
• Disposición de la cercha
φ = 60°
P = 187 kN
cortante momentos
108
• Cargas en los elementos
Las cargas en los elementos se determinarán de forma similar a como se hacía para la cercha
plana, asumiendo que las barras de relleno están articuladas en sus extremos.
Los cordones superiores deben unirse en el plano superior (horizontal) para equilibrar las cargas;
ver la figura 11.16. Esto puede conseguirse mediante un sistema de arriostramiento que conecte
los puntos de introducción de carga (únicamente con montantes perpendiculares a los cordones).
La unión exclusiva de los puntos de introducción de carga genera una cercha con sección
transversal triangular que no tiene rigidez torsional. La combinación con elementos diagonales
aporta resistencia torsional.
Conocidas las cargas en un plano, el diseño se puede realizar de forma similar al de las cerchas
planas.
• Uniones
Las uniones también pueden tratarse de forma similar a los nudos planos, aunque teniendo en
cuenta las mayores cargas del cordón. Esto conlleva un mayor coeficiente de reducción Qf para los
nudos con el cordón inferior. Desde el punto de vista de la fabricación, es mejor evitar los
recubrimientos de las riostras en la intersección de ambos planos. En ocasiones, esto genera una
excentricidad en los dos planos, también denominada descentramiento.
descentramiento ≤ 0,25d0
109
• Cálculo
P
= 108 kN
2 cos 30 °
Esto coincide con las cargas de las correas usadas en el ejemplo de diseño de la cercha plana que
se detalla en el apartado 11.1. Como consecuencia de ello, el cordón superior y las diagonales
pueden ser los mismos que los empleados en las cerchas planas, siempre que se usen los
mismos tipos de acero.
Sólo para el cordón inferior, la sección transversal necesaria debe ser el doble que en el caso de
2 3 3
las cerchas planas, es decir, Ø 219,1 x 11,0 con A0 = 7191 mm y Wpl,0 = 476,8 x 10 mm (esta
sección puede tener un plazo de entrega superior).
5 6 7
139.7 x 4.5 219.1 x 11
Las riostras colocadas entre los cordones superiores se determinan a partir de las cargas
horizontales de 54 kN en cada punto de apoyo de las correas o a partir de las cargas resultantes
de la distribución no uniforme de las cargas de cubierta. Dado que las cerchas en V (sin conexión
entre los cordones superiores) resultan más fáciles de transportar que las cerchas triangulares, las
correas también se pueden utilizar como conectores entre los cordones superiores. Una unión
atornillada simple, como la mostrada en la figura 11.7, puede transferir de forma sencilla el
esfuerzo cortante de 54 kN. De esta manera, no obstante, la cercha no tendrá rigidez torsional y
no podrá actuar como elemento de arriostramiento de la cubierta con viento horizontal. Si esto es
necesario, se deberán usar riostras entre los cordones superiores.
110
diagonales: ∅ 139.7 x 4.5
cordón: ∅ 219.1 x 11
Aparte de las comprobaciones de capacidad resistente del nudo realizadas en el apartado 11.1, en
los nudos espaciales también debe comprobarse el esfuerzo cortante del cordón, ver la tabla 6.1.
El nudo con el máximo esfuerzo cortante en el espaciamiento es el nudo 5, con:
Ngap,0 = 0,5 x (2 x 675) = 675 kN (ver la figura 11.2) y Mgap,0 = 675 x 0,05 = 33,75 kNm
Ngap,0 675
Npl,0 = A 0 fy0 = 7191 × 0,355 = 2552 kN = = 0,26
Npl,0 2552
Mgap,0 33,75
Mpl,0 = Wpl,0 fy0 = 476,8 × 103 × 0,355 × 10 −3 = 169,3 kNm = = 0,20
Mpl,0 169,3
La interacción exacta es más complicada (Wardenier, 1982), ya que, para perfiles CHS, la
interacción entre M y N es diferente de la interacción (cuadrática) entre N y V (ver ecuación 6.2).
Nota: en general, esta comprobación a cortante del cordón resulta crítica para relaciones β más
elevadas.
El soporte extremo de la cercha puede tratarse de forma similar al descrito en el apartado 11.1.
Si sólo se utilizan montantes horizontales para la conexión de los cordones superiores, la carga de
tracción de 54 kN que deben transmitir (relativamente pequeña) puede despreciarse para la
111
verificación de la capacidad resistente de las uniones en los planos inclinados de la cercha
espacial, permitiendo el cálculo de las uniones en K que aparecen en ellos, de manera
independiente de las uniones en T que se dan en el plano horizontal (entre los cordones
superiores y los montantes). Para la verificación de estas últimas, se considera el cordón sometido
a cargas axiales importantes, pero a momento flector nulo. Sin embargo, si se plantea un sistema
de atado de los cordones superiores basado en barras de relleno diagonales, las uniones pueden
considerarse como nudos espaciales (ver apartado 6.2), considerando los efectos indicados en la
tabla 4.4. Se puede encontrar información detallada sobre el comportamiento teórico de estos
nudos espaciales en Van der Vegte (1995).
Para evitar los recubrimientos en las cerchas espaciales triangulares, se pueden utilizar barras de
relleno de extremos semiaplastados, como los mostrados en la figura 9.7.
El aplastamiento total, cuya información de diseño se detalla en la figura 9.6, sólo está
recomendado para estructuras secundarias de pequeño tamaño.
112
12 Lista de símbolos y abreviaturas
113
Ngap,0 esfuerzo axial en el cordón en la zona del espaciamiento
Ni esfuerzo axial aplicado al elemento i (i = 0, 1, 2)
*
Ni resistencia del nudo, expresada como un esfuerzo axial en el elemento i
Nop esfuerzo en el cordón excluyendo el efecto de la componente horizontal de la carga axial
aplicada en las barras de relleno
Npl,i capacidad plástica a esfuerzo axial del elemento i
Ov recubrimiento Ov = q/p x 100%
P carga de diseño
Qf función de tensión del cordón (en las nuevas fórmulas de los capítulos 4 y 5)
Qu, Qub funciones aplicadas en las ecuaciones de resistencia de cálculo
Quk valor Qu característico; igual a Qu en las ecuaciones API (2007) e igual a 1,1Qu en las
ecuaciones IIW (2008)
Tu resistencia última a la tracción de un tornillo
V esfuerzo cortante
Vgap,0 esfuerzo cortante en el cordón en la zona del espaciamiento
Vpl,0 capacidad plástica a cortante del cordón
Wel,i módulo resistente elástico del elemento i
Wpl,i módulo resistente plástico del elemento i
a espesor de garganta
bi anchura exterior de la riostra i, siendo dicha riostra un perfil RHS o una placa o un perfil I
(medido a 90º respecto al plano de la cercha)
b0 anchura exterior del cordón, siendo dicho cordón un perfil RHS o un perfil I
cs variable utilizada en las ecuaciones de resistencia para nudos K y N con recubrimiento
(ver tabla 4.3)
d diámetro; diámetro del tornillo
dei, dej, de,ov funciones utilizadas para describir la resistencia de los nudos K y N con
recubrimiento (ver la tabla 4.3)
di, dj diámetro externo de un elemento i (i = 0, 1, 2) o j (riostra solapada) de un perfil tubular de
sección circular (CHS)
di,min. diámetro mínimo en el extremo aplastado o semi-aplastado de la riostra i (ver la figura
9.7)
di,max. diámetro máximo en el extremo aplastado o semi-aplastado de la riostra i (ver la figura
9.7)
e excentricidad nodal para una unión, es positiva si se encuentra hacia el exterior de la
cercha (ver las figuras 1.1 y 1.2); también es la distancia al borde en uniones atornilladas
fop pretensión en el cordón
fu tensión última de tracción
fui, fuj tensión última de tracción de una riostra solapante i o de una riostra solapada j en una
unión con recubrimiento
fy límite elástico
fyi, fyj límite elástico del elemento i (i = 0, 1, 2) o j
fyp límite elástico de una placa
f(n’) función precarga del cordón en las recomendaciones IIW (1989)
f1, f2, f3 funciones; parámetros para una unión en prolongación
g espaciamiento entre las barras de relleno (ignorando las soldaduras) en la cara del
cordón de un nudo en K o N (ver la figura 1.2)
g’ espaciamiento dividido por el espesor de la pared del cordón
hi canto externo de la riostra i, siendo dicha riostra un perfil RHS o una placa o un perfil I
(medido en el plano de la cercha)
h0 canto externo de un cordón de perfil tubular de sección rectangular (RHS) o un perfil I
k coeficiente en la ecuación de comprobación en elementos flexo-comprimidos
ka, kb funciones en la ecuación de punzonamiento
l longitud (del elemento)
lc longitud de una placa anular
lvir longitud una virola
ld longitud de una placa continua
le longitud eficaz de pandeo
114
n relación de tensión en un cordón CHS; también corresponde al número de tornillos
n’ relación de pretensión en un cordón CHS, es decir, basada en la carga del cordón y
excluyendo el efecto de las componentes horizontales de carga de las riostras
p longitud del área de contacto proyectada por la barra de relleno solapante sobre el
cordón, sin considerar la presencia del elemento solapado (ver la figura 1.1)
q longitud de recubrimiento entre barras de relleno en un nudo en K o N en la cara del
cordón (ver la figura 1.1)
r relación entre la longitud real de la virola y la longitud de la misma a la que la resistencia
del nudo puede regirse por su espesor; radio de encuentro entre el ala y el alma en un
perfil I
ro radio exterior de redondeo de esquina de un perfil RHS
r1, r2 parámetros para un nudo con ala atornillada
s distancia al borde en una brida (diámetro de la placa menos diámetro del perfil CHS a
conectar)
t, ti, tj espesor de un elemento i o espesor del ala de un perfil I i (i = 0, 1, 2) o j (riostra solapada)
de un perfil tubular
tc espesor de una placa anular
tvir espesor de una virola
td espesor de una placa continua
tf espesor de la brida
tin espesor del tubo interior
tp espesor de la placa / cartela
tw espesor del alma
w distancia entre las soldaduras, medida desde una cara de la placa hasta la otra, alrededor
del perímetro del perfil CHS; w = 0,5πdi - tp
12.4 Subíndices
M material
c placa anular
d placa continua
e eficaz
el elástico
i subíndice usado para designar a los elementos de una unión con perfiles tubulares. El
subíndice i = 0 designa el cordón (o “elemento pasante"); i = 1 hace referencia, en
general, a las barras de relleno para los nudos en T, Y y X, o a la barra de relleno
comprimida para los nudos en K y N; i = 2 hace referencia a la barra de relleno
115
traccionada para los nudos en K y N. Para los nudos en K y N con recubrimiento, el
subíndice i se usa para designar a la barra de relleno solapante (ver la figura 1.1).
in tubo interior
ip flexión en el plano
j subíndice usado para designar a la barra de relleno solapada, para nudos en K y N con
recubrimiento
op flexión fuera del plano; pre-tensión
p placa
pl plástico
u último
w alma
y deformación
12.5 Superíndices
En todos los cálculos se deben utilizar propiedades mecánicas nominales (mínimo garantizado).
116
Cerchas Vierendeel para una cubierta curva
117
13 Referencias
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Arcos CHS
123
Anexo A: Comparación entre las nuevas ecuaciones de
diseño IIW (2008) y las recomendaciones anteriores IIW
(1989) y/o la Guía de Diseño nº 1 del CIDECT (1991)
En este anexo se comparan las nuevas ecuaciones de diseño IIW (2008) para uniones entre
perfiles CHS, presentadas en los capítulos 4 y 5 de esta 2ª edición de la Guía de Diseño nº 1, con
las ecuaciones IIW (1989) precedentes incorporadas en la 1ª edición de esta Guía de Diseño
(Wardenier et al., 1991). Estas últimas también han sido incluidas en el Eurocódigo 3 y en otros
códigos nacionales e internacionales (ver Wardenier et al. (2008a)). Las fórmulas precedentes se
resumen en el capítulo 10 de esta 2ª edición de la Guía de Diseño.
Las funciones Qu para uniones entre perfiles CHS incluidas en las nuevas ecuaciones (capítulos 4
y 5) y aquellas funciones incluidas (indirectamente) en las ecuaciones de las recomendaciones
precedentes (capítulo 10) se resumen en la tabla A1. Para nudos en K con espaciamiento, las
expresiones se detallan aún más en la tabla A2 para cuatro valores de espaciamiento relativo g/t0.
En cuanto a su complejidad, las nuevas fórmulas para los nudos en X son ligeramente más
complicadas que las fórmulas anteriores, mientras que el formato de los nudos en T es
comparable. La nueva fórmula del nudo en K con espaciamiento es significativamente más sencilla
que la expresión anterior, gracias a la mayor simplificación de la función de espaciamiento.
1 + β 0,15 5,2
Nudo en X Qu = 2,6 γ Qu =
1 − 0,7β 1 − 0,81β
Nudo en T ( )
Q u = 2,6 1 + 6,8β 2 γ 0,2 (
Qu = 2,8 1 + 5,1β 2 γ0,2) (*)
= 1,65 (1 + 8β ) γ
1 d 0,2 0,024 γ 1,2
Nudo en K con Q u
1,6 0,3
[1 + ] Qu = 1,8 1 + 5,67 1 γ [1 +
]
g d0 g
espaciamiento 1,2 + ( )0,8 exp 0,5 − 1,33 + 1
t0 t0
Flexión en el
Q u = 4,3 β γ 0,5 Qu = 4,85 β γ 0,5
plano
Flexión fuera 1 + β 0,15 2,7
Qu = 1,3 γ Qu =
del plano 1 − 0,7β 1 − 0,81β
(*) Incluyendo el efecto de flexión del cordón.
En las nuevas recomendaciones de diseño IIW (2008), las ecuaciones para la consideración del
momento flector aplicado en las barras de relleno en el plano y fuera del plano de la unión, se
basan en los mismos principios que en las recomendaciones de la versión precedente de la Guía
de Diseño nº 1 del CIDECT.
Para la flexión en el plano, sólo se ha modificado la constante, obteniéndose una resistencia que
es un 11% menor aproximadamente. Esta reducción es el resultado de los datos recientemente
obtenidos con perfiles de mayores dimensiones y soldaduras relativamente menores.
124
Para la flexión fuera del plano, la capacidad resistente es similar a la de las recomendaciones
precedentes, y está nuevamente relacionada con la capacidad de carga axial de los nudos en X
usando un coeficiente de 0,5d1. En general, la nueva ecuación de capacidad resistente
proporciona resistencias ligeramente inferiores a las obtenidas en la fórmula anterior.
A2 Fórmulas Qf
Las expresiones para los coeficientes Qf dadas en el capítulo 4 y las funciones f(n’) del capítulo 10
se resumen en la tabla A3.
Función Qf
Qf = 1− n ( )C 1
con
(capítulo 4) N0 M0
n= + en la cara de conexión
Npl,0 Mpl,0
Cordón en compresión (n < 0) Cordón en tracción (n ≥ 0)
Nudos en T, Y y X C1 = 0,45 - 0,25β
Nudos en K con C1 = 0,20
C1 = 0,25
espaciamiento
Function f(n’)
Nop M0
(capítulo 10) n' = +
A 0 fy 0 Wel,0 fy 0
Cordón en compresión (pre- Cordón en tracción (pre-
tensión) (n’ < 0) tensión) (n’ ≥ 0)
Nudos en T, Y, X y
2
K con f(n’) = 1+0,3n’-0,3n’ f(n’) = 1,0
espaciamiento
125
Para nudos en X, las nuevas funciones de tensión del cordón son directamente comparables con
las funciones precedentes. Sin embargo, para que la comparación sea aceptable, la curva de f(n’)
debe desplazarse hacia la izquierda debido al efecto de la carga de la riostra. Para los nudos en T,
el efecto de la flexión en el plano del cordón como resultado de la carga de la riostra ya había sido
incluido en la ecuación precedente de la resistencia del nudo. La función f(n’) sólo debía tener en
cuenta la carga adicional.
En la práctica, es habitual que los diseñadores consideren la carga total del cordón. En las nuevas
ecuaciones, la función de tensión del cordón se basa en la carga máxima del cordón, incluyendo la
flexión debida a la carga de la riostra. En la figura A1 se comparan las funciones Qf y f(n’) como
una función de n y n’ en el eje horizontal, respectivamente.
Nudos en X y T:
comparación entre las funciones de tensión del cordón IIW (2008) y IIW (1989)
1.2
Nudos en T, X;
1 β=0.3
Nudos en T, X;
0.8 β=0.6
Qf ó f(n’)
Nudos en T, X;
0.6 β=0.9
0.4 Qf para tracción
Figura A1(a) – Nudos en T y X de CHS: comparación de las funciones Qf y f(n’) para carga axial del cordón
IIW (1989)
0.6 1 + 0 .3n'− 0.3n' 2
1+0.3n'-0.3n'^2
0.4
0.2
0
-1 -0.8 -0.6 -0.4 -0.2 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
n ó n'
Figura A1(b) – Nudos en K con espaciamiento de CHS: comparación de las funciones Qf y f(n’)
Esta figura muestra que las nuevas fórmulas proporcionan una mayor reducción de la capacidad
resistente del nudo para grandes tensiones de compresión y para cualquier valor de tensiones de
tracción del cordón. Sin embargo, para valores de la tensión de compresión del cordón hasta 0,8
126
veces la carga de fluencia del cordón, la reducción de las fórmulas actuales es menor para los
nudos en T y X. Para los nudos en K con espaciamiento, las funciones son prácticamente las
mismas. Sin embargo, considerando el efecto de la carga de la riostra, la nueva función de carga
del cordón para nudos con elevadas relaciones β puede generar una mayor reducción.
Nudos en T:
valores de Qu según ecuaciones IIW (1989) / IIW (2008)
1.4
IIW (1989) / IIW (2008)
1.2
1.0 Para
0.8 cualquier γ
0.6
0.4
0.2
0.0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura A2 - Nudos en T de CHS: comparación de las ecuaciones IIW precedentes (1989) con las nuevas
ecuaciones IIW (2008), excluyendo Qf y f(n’)
Las nuevas ecuaciones de Qu para nudos en X se comparan en la figura A3 con las ecuaciones
precedentes. Las nuevas ecuaciones de diseño (capítulo 4) para relaciones β grandes y pequeñas
proporcionan una menor capacidad resistente si sólo se tiene en cuenta la función Qu. Una
observación similar se puede hacer para los nudos en X con bajas relaciones γ.
Se sabía que la ecuación precedente para los nudos en X proporcionaba unos valores de
resistencia demasiado elevados para valores β muy bajos, por lo que ha sido necesario corregir
dicha ecuación. No obstante, en general, se puede concluir que las fórmulas concuerdan de
manera razonable para valores de β y γ intermedios.
127
Nudos en X:
valores de N* según ecuaciones IIW (1989) / IIW (2008)
1.4
2γ=15
IIW (1989) / IIW (2008)
1.2
1.0 2γ=25
0.8
2γ=40
0.6
0.4
0.2
0.0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura A3 - Nudos en X de CHS: comparación de las ecuaciones IIW precedentes (1989) con las nuevas
ecuaciones IIW (2008)
En la figura A4, se comparan las nuevas capacidades resistentes combinando Qu Qf para nudos en
K con espaciamiento con las capacidades precedentes (con θi = 45° y fyi = fy0). Las nuevas
ecuaciones de diseño (capítulo 4) para valores de γ bajos dan menores resistencias que las
ecuaciones precedentes (capítulo 10), lo que concuerda con los trabajos de Qian et al. (2008)
sobre los nudos con perfiles de paredes finas. Además, para valores de β bajos, las nuevas
funciones ofrecen menores capacidades resistentes. Los resultados de ensayos utilizados
anteriormente incluían numerosas muestras de pequeño tamaño con bajas relaciones β y
soldaduras relativamente grandes, lo que aumentaba el valor de resistencia media última de los
nudos para valores bajos de β con pequeños espaciamientos. Las nuevas ecuaciones de
resistencia se basan en perfiles de mayores dimensiones.
128
Nudos en K con g'=2:
valores de N* según ecuaciones IIW (1989) / IIW (2008)
1.4
2γ=15
IIW (1989) / IIW (2008)
1.2
1.0 2γ=25
0.8
2γ=40
0.6
0.4
0.2
0.0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura A4(a)- Nudos en K con espaciamiento de CHS (g’ = g/t0 = 2): comparación de las ecuaciones IIW
precedentes (1989) con las nuevas ecuaciones IIW (2008)
1.4
2γ=15
IIW (1989) / IIW (2008)
1.2
1.0 2γ=25
0.8
2γ=40
0.6
0.4
0.2
0.0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura A4(b)- Nudos en K con espaciamiento de CHS (g’ = g/t0 = 20): comparación de las ecuaciones IIW
precedentes (1989) con las nuevas ecuaciones IIW (2008)
Para grandes espaciamientos con un valor de γ de intermedio a elevado, las nuevas funciones Qu
Qf proporcionan mayores capacidades resistentes que las recomendaciones precedentes. Debido
a la gran influencia de la función de espaciamiento en este caso, la resistencia se había
pronosticado ligeramente por debajo de su valor en las ecuaciones precedentes.
En general, considerando la función Qu con la función Qf, las nuevas fórmulas IIW para nudos en K
con espaciamiento (capítulo 4) darán valores de resistencia ligeramente inferiores o iguales en
comparación con las capacidades resistentes de las recomendaciones IIW actuales (capítulo 10).
Las nuevas recomendaciones pronosticarán capacidades ligeramente mayores que las ecuaciones
IIW precedentes únicamente en algunos casos específicos (grandes espaciamientos con
129
relaciones γ de intermedias a elevadas). Especialmente en el caso de nudos en K con
espaciamiento y con cordones cargados a tracción, las nuevas recomendaciones proporcionarán
una capacidad resistente considerablemente menor debido a la función de tensión del cordón.
En la figura A5 se comparan las nuevas ecuaciones de Qu y las precedentes (1ª edición de esta
Guía de Diseño) para cargas de flexión en la riostra en el plano de la unión. Para todos los valores
de las relaciones β y γ, las recomendaciones precedentes daban una capacidad resistente que era
un 13% mayor que la de las nuevas recomendaciones IIW, ya que la nueva ecuación se basa en
los datos FE de muestras con soldaduras relativamente pequeñas. Sin embargo, como se muestra
en el Anexo B, las nuevas ecuaciones proporcionan capacidades resistentes considerablemente
mayores que las de API (2007).
Flexión en el plano:
valores de Qu según la edición anterior de la GD1 (1991) / IIW (2008)
1.40
2γ =10−50
IIW (1989) / IIW (2008)
1.20
1.00
0.80
0.60
0.40
0.20
0.00
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura A5 - Nudos CHS cargados por momentos de flexión en el plano: comparación de las ecuaciones de la
Guía de Diseño nº 1 precedente (1991) con las nuevas ecuaciones IIW (2008), excluyendo Qf y
f(n’)
Las nuevas ecuaciones de Qu para flexión fuera del plano se comparan en la figura A6 con las
ecuaciones precedentes. Se observa que, para relaciones β y γ intermedias, la nueva ecuación da,
aproximadamente, la misma capacidad resistente, mientras que para valores β y γ bajos, da
resultados ligeramente menores.
130
Flexión fuera del plano:
valores de Qu según la edición anterior de la GD1 (1991) / IIW (2008)
1.40
2γ=10
IIW (1989) / IIW (2008)
1.20
2γ=20
1.00
2γ=30
0.80
2γ=50
0.60
0.40
0.20
0.00
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura A6 - Nudos CHS cargados por momentos de flexión fuera del plano: comparación de las ecuaciones de
la Guía de Diseño nº 1 precedente (1991) con las nuevas ecuaciones IIW (2008)
Para uniones soldadas entre placas, perfiles I, H o RHS y cordón CHS se aplican los mismos
comentarios que para los nudos en T y X con riostras y cordones CHS.
A9 Comentarios adicionales
Para uniones con cordón CHS, el campo de validez de las ecuaciones recogido en las
recomendaciones IIW (2008) y su versión previa IIW (1989) es diferente. En las recomendaciones
2
precedentes se consideraban aceros con límite elástico hasta 355 N/mm , mientras que en la
2
versión actual, están incluidos aceros de hasta 460 N/mm . Esto también afecta al campo de
validez para el ratio diámetro - espesor para elementos comprimidos y flectados, y a su clase de
sección.
Las ecuaciones para uniones en K con recubrimiento han cambiado completamente. Aunque las
recomendaciones actuales del Eurocódigo 3 se basan en las recogidas en IIW (1989) y en la
versión precedente de la Guía de Diseño (1991), en el documento “Corrigenda 2009” del
Eurocódgio 3 (CEN, 2005b) se indica que el cortante entre las barras de relleno y el cordón debe
verificarse para grandes recubrimientos: es decir, mayores que 60% ú 80% respectivamente (ver
el apartado 4.4.2), dependiendo de si la parte oculta de la barra recubierta está o no soldada al
cordón.
131
Anexo B: Comparación entre las nuevas ecuaciones de
diseño IIW (2008) y las ecuaciones de diseño API (2007)
Recientemente se han revisado (Marshall, 2004) las ecuaciones de las recomendaciones API
(2007) para la capacidad resistente de los nudos CHS, que suelen utilizarse en estructuras de
plataformas petrolíferas. Estas nuevas ecuaciones API se basan, principalmente, en los trabajos
teóricos realizados por Pecknold et al. (2000, 2001, 2007).
En este anexo, las nuevas ecuaciones de diseño IIW (2008) para uniones entre perfiles CHS
(presentadas en los capítulos 4 y 5) se comparan con las nuevas ecuaciones API (2007) (ver
Wardenier et al. (2008a)).
Dier (2005) afirma que las ecuaciones de la 21ª edición actualizada de las recomendaciones API
ofrecen una guía más precisa que las ecuaciones del Borrador ISO (2001) para estructuras de
plataformas petrolíferas. Es por ello que las ecuaciones API se comparan aquí con las ecuaciones
IIW.
IIW y CIDECT proporcionan valores de cálculo, mientras que API proporciona valores
característicos. Por ello, y para que la comparación sea válida, todas las funciones Qu que
aparecen en las figuras se han modificado a ”características”, es decir, las ecuaciones de los
capítulos 4 y 5 se han multiplicado por γM = 1,1.
B1 Funciones Qu
Las funciones Qu incluidas en las nuevas ecuaciones IIW (2008) (capítulos 4 y 5) y las incluidas en
las nuevas recomendaciones API (2007) se resumen en la tabla B1. Para nudos en K con
espaciamiento, las expresiones se detallan aún más en la tabla B2 para tres valores de
espaciamiento relativo g/t0.
En cuanto a la complejidad, las nuevas ecuaciones IIW (2008) incluidas en los capítulos 4 y 5 son
considerablemente más sencillas que las incluidas en API (2007); esto se aplica especialmente a
los nudos en X y a los nudos en K con espaciamiento.
132
Tabla B1 - Comparación de las funciones Qu para nudos CHS
1 + β 0,15
Nudo en X Qu = 2,6 γ Q u = [(2,8 + (12 + 0,1γ ) β ] Q β (*)
1 − 0,7β
Qu = 2,8 + (20 + 0,8γ ) β1,6
Nudo en T (
Q u = 2,6 1 + 6,8β 2 γ 0,2 )
pero ≤ 2,8 + 36β1,6
Q u = (5 + 0,7 γ ) β1,2
Flexión en el
Qu = 4,3 β γ 0,5
plano
1 + β 0,15
Q u = 2,5 + (4,5 + 0,2γ ) β 2,6
Flexión fuera del
Q u = 1,3 γ
plano 1 − 0,7β
g = 2t0 (
Q u = 2,2 1 + 8β 1,6 γ 0,3)
Qu = (16 + 1,2γ ) β1,2 1 + 0,2 (1 -
2,8 3
γ
)
g = 10t0 ( )
Q u = 1,85 1 + 8β1,6 γ0,3
14
Qu = (16 + 1,2γ ) β1,2 1 + 0,2 (1- )3
γ
g=∞ Qu = 1,65 (1 + 8β ) γ
1,6 0,3
Q u = (16 + 1,2γ ) β1,2
133
B2 Funciones Qf
(
Qf = 1 − n )C 1
con
(capítulo 4) N M0
n= 0 + en la cara de conexión
Npl,0 Mpl,0
Cordón en compresión (n < 0) Cordón en tracción (n ≥ 0)
Nudos en T, Y y X C1 = 0,45 – 0,25β
Nudos en K con C1 = 0,20
C1 = 0,25
espaciamiento
N M
Q f = 1 + C1 0 − C 2 ip − C3 A 2
Npl,0 Mpl,0
2 2
N
A= 0 + Mc
Npl,0 Mpl,0
Mc = 2
Mip + Mop
2
C1 C2 C3
Nudos en T, Y 0,3 0 0,8
Nudos en X β ≤ 0,9 0,2 0 0,5
(*) β = 1,0 -0,2 0 0,2
Nudos en K con
0,2 0,2 0,3
espaciamiento
Todos los nudos
cargados por
0,2 0 0,4
momento en la
riostra
(*) Para valores 0,9 < β < 1,0 interpolar linealmente
Las funciones Qu y Qf de las recomendaciones IIW (2008) y API (2007) son sustancialmente
diferentes. Por ello, y para que la comparación sea adecuada, se debe tener en cuenta el efecto
combinado de las funciones Qu y Qf.
La figura B1 muestra una comparación entre las nuevas funciones Qf de IIW (2008) que aparecen
en el capítulo 4 y las funciones API (2007) únicamente para carga axial del cordón, en donde las
ecuaciones API pueden simplificarse para obtener:
134
2
N N
Q f = 1 + 0,2 0 − 0,5 0 para nudos en X con β ≤ 0,9 B1
Npl,0 Npl,0
2
N0 N
Q f = 1 + 0,3 − 0,8 0 para nudos en T B2
Npl,0 Npl,0
2
N0 N
Q f = 1 + 0,2 − 0,3 0 para nudos en K con espaciamiento B3
Npl,0 Npl,0
Nudos en X:
comparación entre las funciones de tensión del cordón IIW (2008) y API (2007)
1.2
Nudos en X; β=0.3
1
Nudos en X; β=0.6
0.8
Nudos en X; β=0.9
Qf
0.6
0.2
API (2007)
x f = 1 + 0.2n − 0.5n 2
Q
0
-1 -0.8 -0.6 -0.4 -0.2 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
n
Figura B1(a) – Comparación de las nuevas funciones Qf de IIW (2008) con las de API (2007) para carga axial
del cordón en nudos en X
Nudos en T:
comparación entre las funciones de tensión de flexión del cordón IIW (2008) y API (2007)
1.2
Nudos en T, X; β=0.3
1
0.4
Qf para tracción
0.2
API - T; Qf=1-0.8n2
0
-1 -0.8 -0.6 -0.4 -0.2 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
n
Figura B1(b) – Comparación de las nuevas funciones Qf de IIW (2008) con las de API (2007) para flexión en el
plano del cordón en nudos en T cargados axialmente
135
Nudos en K con espaciamiento:
comparación entre las funciones de tensión del cordón IIW (2008) y API (2007)
1.2
Nudos en K con esp.
1
0.8
Qf para tracción
Qf
0.6
0.4
0.2 API-K
x = +
Q f 1 0.2n − 0.3n 2
0
-1 -0.8 -0.6 -0.4 -0.2 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
n
Figura B1(c) – Comparación de las nuevas funciones Qf de IIW (2008) con las de API (2007) para nudos en K
con espaciamiento
La figura B1(a) muestra que, para nudos en X con cordones cargados a compresión, API (2007)
proporciona valores inferiores en comparación con la nueva función Qf de IIW (2008), mientras que
para los cordones cargados a tracción la reducción de la capacidad resistente es mucho menos
importante que la obtenida en la nueva ecuación IIW. Esto se debe, principalmente, a la limitación
de 2γ ≥ 20 establecida en las recomendaciones API; para valores de 2γ menores, el efecto es
mayor.
Como se muestra en la figura B1(b), la función API de tensión de flexión del cordón para nudos en
T proporciona una reducción considerablemente mayor que la nueva función IIW (2008) para el
mismo efecto. Para cargas de compresión axial del cordón, la función API (2007) de tensión del
cordón suele ser asimismo más severa que la correspondiente a las nuevas recomendaciones IIW
(2008).
Para nudos en K con espaciamiento, la función Qf para cordones cargados a compresión hasta un
90% de la carga de fluencia del cordón proporciona aproximadamente la misma reducción. Sin
embargo, para los cordones cargados a tracción, la nueva función IIW (2008) ofrece una reducción
considerablemente mayor que la correspondiente a las recomendaciones API (2007) que, como se
ha mencionado, está causada por el rango de validez de 2γ.
En la figura B2 se comparan las nuevas ecuaciones IIW (2008) (valor característico) con las
ecuaciones Qu de API (2007) para nudos en T e Y. Para relaciones β bajas y altas, la función Qu
en API (2007) proporciona una capacidad resistente ligeramente inferior a la de la nueva función
IIW. Para relaciones β intermedias, la capacidad resistente es igual a la de la nueva función IIW
(2008).
136
Nudos en T: Quk
API (2007) / IIW (2008)
1.4
API (2007) / IIW (2008) 1.2 2γ=15
1.0 2γ=25
0.8
2γ=40
0.6
0.4
0.2
0.0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura B2 - Comparación de la nueva ecuación de IIW (2008) para nudos en T con la de API (2007),
excluyendo Qf
En la figura B3 se comparan la nueva ecuación IIW (2008) (valor característico) con la ecuación Qu
de API (2007) para nudos en X. La función Qu en la nueva ecuación de diseño IIW (2008)
proporciona valores aproximadamente iguales a los de la función API. La función Qf de la nueva
ecuación IIW (2008) para cordones cargados en compresión proporciona una reducción
ligeramente menor que la correspondiente en API (2007), mientras que para cordones cargados
en tracción la reducción es mayor. En general, se puede concluir que las capacidades resistentes
calculadas según la nueva ecuación IIW (2008) prácticamente coinciden con las calculadas según
la ecuación API (2007).
Nudos en X: Quk
API (2007) / IIW (2008)
1.4
API (2007) / IIW (2008)
1.2 2γ=15
1.0 2γ=25
0.8
2γ=40
0.6
0.4
0.2
0.0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura B3 - Comparación de la nueva ecuación de IIW (2008) para nudos en X con la de API (2007)
137
B5 Nudos en K con espaciamiento cargados axialmente
En las figuras B4(a) y B4(b) se comparan la nueva ecuación IIW (2008) (valor característico) con la
ecuación Qu de API (2007) para nudos en K con espaciamiento. Considerando las funciones Qu y
Qf combinadas, las nuevas funciones de resistencia de IIW (2008) (capítulo 4), para nudos con
relaciones β intermedias y para nudos con un cordón cargado en compresión, proporcionan la
misma capacidad resistente que las funciones API (2007). Para nudos con bajas relaciones β, la
capacidad resistente según la nueva ecuación IIW (2008) es mayor que la correspondiente a API
(2007). Para nudos con elevadas relaciones β, la capacidad resistente según la nueva ecuación
IIW (2008) es igual o ligeramente inferior a los valores obtenidos con API (2007). Como se ha
explicado anteriormente, para nudos con cordones cargados en tracción, la nueva ecuación IIW
(2008) proporciona menores resistencias que los valores obtenidos en las recomendaciones API
(2007).
1.2 2γ=25
1.0
0.8 2γ=40
0.6
0.4
0.2
0.0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura B4(a)- Comparación de la nueva ecuación de IIW (2008) para nudos en K con espaciamiento
(g’ = g/t0 = 2, θi = 45° y fyi = fy0) con la de API (2007)
1.2 2γ=25
1.0
0.8 2γ=40
0.6
0.4
0.2
0.0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura B4(b)- Comparación de la nueva ecuación de IIW (2008) para nudos en K con espaciamiento
(g’ = g/t0 = 20, θi = 45° y fyi = fy0) con la de API (2007)
138
B6 Nudos cargados por momentos de flexión en el plano
En la figura B5, la nueva ecuación IIW (2008) (valor característico) se compara con la ecuación Qu
de API (2007) para cargas de flexión en la riostra en el plano de la unión. La función Quk en las
recomendaciones API (2007) proporciona una capacidad resistente considerablemente menor que
la nueva ecuación IIW (2008) (capítulo 5), especialmente para valores de β de moderados a bajos.
La función de resistencia API para flexión en el plano se modificó para que fuera la misma para
todos los tipos de nudos y se basó en los resultados de los análisis por elementos finitos para la
flexión de nudos en K simétricos, un caso común en las estructuras de plataformas petrolíferas
cargadas por la acción de las olas. El conservadurismo resultante se contrarresta parcialmente
para otros tipos de nudos por una penalización menor en Qf, ya que la función API de tensión del
cordón para riostras cargadas en flexión es menos severa.
1.20
2γ=30
1.00
2γ=50
0.80
0.60
0.40
0.20
0.00
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura B5 - Comparación de la nueva ecuación de IIW (2008) con la de API (2007) para flexión en el plano de
la riostra, excluyendo Qf
La comparación del valor característico de IIW (2008) (1,1 x M*) con la ecuación API (2007) para
momentos flectores sobre las riostras fuera del plano de la unión y que se ilustra en la figura B6,
muestra que la ecuación API proporciona capacidades resistentes que son, aproximadamente, un
20% menores. La nueva ecuación API también proporciona capacidades resistentes muy bajas en
comparación con los valores API precedentes y con los resultados experimentales.
139
ratio API (2007) / IIW (2008) para flexión fuera del plano
1.40
API (2007) / IIW (2008) 2γ=10
1.20
2γ=20
1.00
2γ=30
0.80
2γ=50
0.60
0.40
0.20
0.00
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2
Figura B6 - Comparación de la nueva ecuación de IIW (2008) con la de API (2007) para flexión en la riostra
fuera del plano de la unión
De forma similar al caso de la flexión en el plano (apartado B6), la flexión fuera del plano está
influenciada por el caso de carga de un nudo en K simétrico en estructuras de plataformas
petrolíferas. (Nota: 2γ = 10 está fuera del rango de validez de API).
B8 Resumen
En las figuras B7 a B11, las nuevas ecuaciones IIW (2008) para nudos en T, X, K con
espaciamiento cargados axialmente, flexión en el plano y flexión fuera del plano de la unión se
comparan con las correspondientes ecuaciones en API (2007). En cada una de las figuras, la
función Quk ó QukQf para nudos en K con espaciamiento se representa como una función de β.
Nudos en T: Quk
IIW (2008) / API (2007)
40
IIW (2008); 2γ=25
30
API (2007); 2γ=25
Quk
20
IIW (2008); 2γ=40
10
API (2007); 2γ=40
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura B7 - Comparación de la nueva ecuación Qu de IIW (2008) para nudos en T con la de API (2007)
140
XNudos
joint: Qen
uk X: Quk
new IIWIIW
(2008) vs/ API
(2008) API(2007)
(2007)
40
2γ=25
IIW (2008); 2γ=25
30
2γ=25
API (2007); 2γ=25
Quk
20
2γ=40
IIW (2008); 2γ=40
10
2γ=40
API (2007); 2γ=40
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura B8 - Comparación de la nueva ecuación Qu de IIW (2008) para nudos en X con la de API (2007)
NudosKengap
K joint
con g'=2:
g’=2: Q uk.Q
Quk ·Qf f
new IIW (2008)
IIW (2008) / APIvs(2007)
API (2007)
50
IIW (2008); 2γ=25
(2008); 2γ=25
40
30 API (2007);
API (2007); 2γ=25
2γ=25
.Qff
uk·Q
QQuk
10
API (2007);
API (2007); 2γ=40
2γ=40
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura B9(a)- Comparación de las nuevas ecuaciones Qu Qf combinadas de IIW (2008) con las de API (2007)
para nudos en K con espaciamiento (g’ = 2)
141
Nudos
K gapen K con
joint g’=20:
g'=20: Qfuk·Qf
Quk.Q
newIIW
IIW(2008)
(2008)/ vs
APIAPI
(2007)
(2007)
50
IIW (2008);
(2008); 2γ=25
40
20 IIW (2008);
(2008); 2γ=40
10
API (2007); 2γ=40
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura B9(b)- Comparación de las nuevas ecuaciones Qu Qf combinadas de IIW (2008) con las de API (2007)
para nudos en K con espaciamiento (g’ = 20)
In-Plane
Flexión enBending:
el plano:QQukuk
newIIW
IIW(2008)
(2008)/ API
vs API (2007)
(2007)
16
IIW (2008);
IIW (2008); 2γ=25
2γ=25
12 API(2007);
(2007);2γ=25
2γ=25
API
Quk
8 IIW (2008);
IIW (2008); 2γ=40
2γ=40
API(2007);
API (2007);2γ=40
2γ=40
4
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
Figura B10 - Comparación de la nueva ecuación de IIW (2008) con la de API (2007) para flexión en la riostra
en el plano de la unión
142
Flexión fuera del
Out-of-Plane plano:QQ
Bending: ukuk
newIIW
IIW(2008) / API
(2008) (2007)
vs API (2007)
16
IIW (2008);
IIW (2008); 2γ=25
2γ=25
12 API(2007);
API (2007);2γ=25
2γ=25
IIW (2008);
(2008); 2γ=40
2γ=40
Quk
8 IIW
API(2007);
API (2007);2γ=40
2γ=40
4
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1
β
Figura B11 - Comparación de la nueva ecuación de IIW (2008) con la de API (2007) para flexión en la riostra
fuera del plano de la unión
143
Comité International pour le Développement et
I’Etude de la Construction Tubulaire
Actividades técnicas
Las actividades técnicas del CIDECT se han centrado en los siguientes aspectos clave del diseño
de perfiles tubulares de acero:
Los resultados de las investigaciones del CIDECT constituyen la base de muchos reglamentos
nacionales e internacionales para el diseño y cálculo de estructuras resueltas con perfiles
tubulares de acero.
144
Publicaciones CIDECT
A continuación se enumeran las Guías de Diseño del CIDECT ya publicadas, dentro de la serie
"Construcción con perfiles tubulares de acero". Estas Guías de Diseño están disponibles en inglés,
francés, alemán y español.
1. Guía de diseño para nudos de perfiles tubulares circulares (CHS) bajo cargas
predominantemente estáticas (1ª edición de 1991, 2ª edición de 2008)
2. Estabilidad estructural de perfiles tubulares (1992, reimpresa en 1996)
3. Guía de diseño para nudos de perfiles tubulares rectangulares (RHS) bajo cargas
predominantemente estáticas (1ª edición de 1992, 2ª edición de 2009)
4. Guía de diseño para columnas de perfiles tubulares estructurales sometidas a fuego (1995,
reimpresa en 1996)
5. Guía de diseño para columnas de perfiles tubulares rellenos de hormigón sometidas a cargas
estáticas y sísmicas (1995)
6. Guía de diseño para perfiles tubulares estructurales en aplicaciones mecánicas (1995)
7. Guía de diseño para la fabricación, ensamble y montaje de estructuras de perfiles tubulares
(1998)
8. Guía de diseño para nudos soldados de perfiles tubulares circulares y rectangulares sometidos
a solicitaciones de fatiga (2000)
9. Guía de diseño para uniones a columnas de perfiles tubulares estructurales (2004).
Además, como resultado del interés que, cada vez con mayor énfasis, despiertan las estructuras
tubulares (muchas de las cuales están reconocidas a nivel internacional), se han publicado dos
libros "Las estructuras tubulares en la arquitectura" del Prof. Mick Eekhout (1996) subvencionado
por la Comunidad Europea y "Perfiles tubulares en aplicaciones estructurales" del Prof. Jaap
Wardenier (2002).
Si desea obtener una copia de estas Guías de Diseño, de los libros de arquitectura y de los
artículos de investigación, solicítela a través del sitio web de CIDECT: http://www.cidect.com
"Perfiles tubulares en aplicaciones estructurales" del Prof. Jaap Wardenier (2002) puede solicitarse
al editor:
145
Organización CIDECT (2008)
Los autores expresan su agradecimiento a las siguientes personas y empresas por la puesta a
disposición de las fotografías utilizadas en esta Guía de Diseño:
Descargo de responsabilidad
Se ha tenido especial cuidado en comprobar que todos los datos e información que aquí aparecen
sean objetivos y que los valores numéricos sean exactos. En el momento de su publicación, toda
la información contenida en este libro era correcta.
CIDECT, sus socios y los autores no asumen ninguna responsabilidad sobre los errores o
interpretaciones erróneas de la información contenida en esta Guía de Diseño o del uso que se
pueda hacer de ella.
146
Esta Guía de Diseño es una revisión y actualización de la 1ª Guía de Diseño de una serie que
CIDECT ha publicado bajo el título general “Construcción con perfiles tubulares de acero”. La
totalidad de Guías de Diseño publicadas dentro de esta serie, y que están disponibles en inglés,
francés, alemán y español, son:
1. Guía de diseño para nudos de perfiles tubulares circulares (CHS) bajo cargas
predominantemente estáticas (1ª edición de 1991, 2ª edición de 2008)
3. Guía de diseño para nudos de perfiles tubulares rectangulares (RHS) bajo cargas
predominantemente estáticas (1ª edición de 1992, 2ª edición de 2009)
4. Guía de diseño para columnas de perfiles tubulares estructurales sometidas a fuego (1995,
reimpresa en 1996)
5. Guía de diseño para columnas de perfiles tubulares rellenos de hormigón sometidas a cargas
estáticas y sísmicas (1995)
8. Guía de diseño para nudos soldados de perfiles tubulares circulares y rectangulares sometidos
a solicitaciones de fatiga (2000)
ISBN 978-3-938817-05-6
Esta Guía de Diseño es una revisión y actualización de la 1ª Guía de Diseño de una serie que
CIDECT ha publicado bajo el título general “Construcción con perfiles tubulares de acero”. La
totalidad de Guías de Diseño publicadas dentro de esta serie, y que están disponibles en inglés,
francés, alemán y español, son:
1. Guía de diseño para nudos de perfiles tubulares circulares (CHS) bajo cargas
predominantemente estáticas (1ª edición de 1991, 2ª edición de 2008)
3. Guía de diseño para nudos de perfiles tubulares rectangulares (RHS) bajo cargas
predominantemente estáticas (1ª edición de 1992, 2ª edición de 2009)
4. Guía de diseño para columnas de perfiles tubulares estructurales sometidas a fuego (1995,
reimpresa en 1996)
5. Guía de diseño para columnas de perfiles tubulares rellenos de hormigón sometidas a cargas
estáticas y sísmicas (1995)
8. Guía de diseño para nudos soldados de perfiles tubulares circulares y rectangulares sometidos
a solicitaciones de fatiga (2000)
ISBN 978-3-938817-05-6