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ACTIVIDADES DE

REFUERZO DE
GRAMÁTICA Y
COMPRENSIÓN
LECTORA

LENGUA ESPAÑOLA
TERCERO DE SECUNDARIA
PRIMER CICLO

NOMBRE: __________________________________________

Curso/grupo: ________________________________________

Fechas de realización: desde 09/05/2022 hasta 10/06/2022


3 Lengua
1 . Escribe las palabras siguientes en la columna que corresponda:
Palabras invariables
ir muy
y variables
por hasta
Las palabras pueden ser:
ayer pero • Invariables : son palabras
bicicleta casualidad que no cambian de forma.
Es el caso de los adverbios
en este
(aquí, entonces, ayer, etc.),
las preposiciones (con, des -
Palabras variables Palabras invariables de, entre, por, etc.) y las
conjunciones (y, pero, aun -
que...).
• Variables : estas palabras
pueden modificar su termi -
nación: sustantivos (casa,
casas), adjetivos (roja, ro -
jos), determinantes y pro -
nombres (esta, estos) y ver-
2. Las palabras siguientes tienen la misma raíz: cas -a; cas -ita; cas -ucha;
bos (saltar, saltamos ).
cas -ona . Sigue el ejemplo y escribe tres palabras en cada columna.

niñ -o zapat -o
.................................................................................................... ..................................................................................................

.................................................................................................. ....................................................................................................

.................................................................................................... ..................................................................................................

Lexemas y morfemas
3. Relaciona los morfemas y las palabras para formar palabras nuevas. Re -
cuerda que unos morfemas deben ir delante, y otros, detrás. En las palabras variables se
distinguen dos partes:
Morfemas Palabras Palabras nuevas • Lexema o raíz , que contiene
su significado fundamental.
semi- insecto ................................................................. • Uno o varios morfemas , que
-azo historia ................................................................. indican, por ejemplo, género
pre- igual (niñ-o, niñ-a; roj-o, roj-a ) y nú-
.................................................................
mero (niñ-os, niñ-as; roj-os,
des- deportivo
................................................................. roj-as).
-cida círculo
................................................................. El verbo cambia para expre -
poli- codo sar las variaciones de núme -
.................................................................
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ro, de persona, de tiempo,


etc. (comer-é, com-ía ).
4. Observa el ejemplo y forma palabras compuestas.

Palabras Palabras Palabras nuevas

saca moscas sacacorchos


media decir ................................................................................................

matar estar ................................................................................................ La familia léxica


mal noche ................................................................................................ Es un conjunto de palabras
bien corchos que tienen el mismo lexema.
................................................................................................

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3 Lengua
1. Clasifica estas palabras en dos columnas según sean sustantivos o adje -
tivos: elástico, grande, estrella, blanco, bastón, barato, redondo, amor, El adjetivo
simpático, monte, estrella, libro.
El adjetivo es la palabra que
Sustantivos Adjetivos acompaña al nombre para
expresar sus cualidades.
.................................................................................................... ....................................................................................................

El adjetivo concuerda en gé -
.................................................................................................... ....................................................................................................
nero y número con el nom -
.................................................................................................... .................................................................................................... bre:
.................................................................................................... .................................................................................................... – fresa ácida, fresas ácidas;
.................................................................................................... .................................................................................................... – tejado viejo, tejados viejos.
.................................................................................................... ....................................................................................................

2 . Completa el cuadro:

Singular Plural

masculino femenino masculino femenino

buena Los grados


azul del adjetivo
trabajadoras El adjetivo puede expresar la
cualidad de tres maneras dis -
amables
tintas:
3. Observa el ejemplo y escribe el adjetivo correspondiente de las siguien - • En grado positivo cuando
tes palabras: expresa la cualidad tal cual
es: grande.
Sustantivos Adjetivos
• En grado comparativo
Mar Marítimo
cuando expresa la cualidad
Sol .................................................................................................... mediante una comparación:
más grande que, menos
Azúcar ....................................................................................................
grande que, igual de gran -
Medicina .................................................................................................... de que.
• En grado superlativo cuan -
4. Une con flechas cada adjetivo con el grado en que está expresado:
do expresa la cualidad en
muy claro un nivel elevado: muy gran -
lejano de, grandísimo .
positivo
preparadísima
menos confortable que comparativo
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igual de malo que


feliz superlativo
más sencillo que
El epíteto
5. Subraya los epítetos: El epíteto es un adjetivo que
expresa una cualidad propia
mesa alargada hierro incandescente
del nombre al que acompa -
crudo invierno ingeniero competente ña. Suelen ir antepuestos a
dicho nombre: la mansa pa -
cálido verano devastador huracán
loma, la blanca nieve.
vehículos lujosos inmenso océano

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3 Lengua
1. Lee la información del cuadro siguiente y contesta a las preguntas:
Los determinantes
Los artículos se clasifican en: Los determinantes concretan
• Los artículos indeterminados (un, una, unos, unas ) sirven para presentar o limitan la clase de objetos
una realidad desconocida para el oyente. a los que se refiere el sustan -
tivo: el vaso, aquel bolígrafo,
• Los artículos determinados (el, la, los, las ) sirven para hacer referencia
mi música, tres gorros…
a una realidad que el oyente conoce.
Se clasifican en:
• artículos,
a) Localiza los artículos del texto siguiente y escríbelos junto al sustanti -
vo al que acompañan: • posesivos,

L a Domus Aurea —Casa Dorada, en latín— fue una fastuosa residen - • demostrativos,
cia que mandó construir Nerón en Roma tras el incendio del año 64, • indefinidos,
pero no llegó a terminarse y cayó en desgracia cuatro años más tarde,
con el suicidio del emperador. • numerales,

La mansión, repleta de extravagantes adornos, abundante oro, mue - • interrogativos,


bles y frescos, fue abandonada, dañada por otro incendio en el año • exclamativos.
104 y finalmente cubierta de escombros por orden de Trajano, lo que
a la larga evitó el pillaje que afectó a otros edificios vecinos, caso del
Coliseo.
Como contrapartida, permaneció olvidada hasta el siglo xv , cuando
un joven cayó accidentalmente por una hendidura y encontró el acce -
so a una de las bóvedas tapadas bajo tierra.
www.muy interesante.es

Los artículos
............................................................................................................................................................
............................................................................................................................
indeterminados
............................................................................................................................................................
............................................................................................................................
Masc. Fem.
. ...........................................................................................................................................................
.............................................................................................................................
Sing. un una
............................................................................................................................................................
............................................................................................................................
Pl. unos unas
............................................................................................................................................................
............................................................................................................................

b) Completa la tabla siguiente con los artículos de la actividad anterior:

Masculino singular

Femenino singular

Femenino plural
Los artículos
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determinados
2 . Reflexiona y une mediante líneas: Masc. Fem. Neutro
Clases de determinantes Sirven para… Sing. el la lo
Posesivos • Preguntar o exclamar. Pl. los las
Demostrativos • Presentar una cantidad indefinida.
Numerales • Señalar al nombre. Formas contractas:
Indefinidos • Expresar posesión. • Del (de + el)
Interrogativos • Determinar una • Al (a + el)
y exclamativos cantidad o un orden.

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4 Escribe una exposición

8. Subraya los determinantes interrogativos y exclamativos de las oraciones


siguientes:
– ¿Qué planes tenéis hoy?
– ¿Cuántos libros has comprado?
– ¡Qué susto me has dado!
– No sabía cuál examen había suspendido.
– ¡Cuánto ruido!

9. Estudia este cuadro y clasifica los pronombres personales que hay a con -
tinuación: Los pronombres
Los pronombres son palabras
Pronombres personales que sustituyen a los nombres.
Singular Plural Se clasifican:
1.ª persona yo, me, mí, conmigo nosotros, nosotras, nos – personales,
2.ª persona tú, te, ti contigo Ustedes, os – posesivos,
él, ella, ello, le, la, ellos, ellas, les, las, los, – demostrativos,
3 .ª persona
lo, se, sí, consigo se, sí, consigo
– numerales,
– indefinidos.
yo: primera persona, singular
– interrogativos,
contigo: ...................................................................................................................................................................................................

– exclamativos
os: ....................................................................................................................................................................................................................

tú: . ...................................................................................................................................................................................................................
te: .....................................................................................................................................................................................................................

la: .....................................................................................................................................................................................................................

él: .....................................................................................................................................................................................................................

ellas: .............................................................................................................................................................................................................

sí: ......................................................................................................................................................................................................................

se: ....................................................................................................................................................................................................................

10 . Escribe una oración con cada uno de los pronombres anteriores:


............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................
© Grupo Anaya, S. A. Material fotocopiable autorizado.

............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................

...........................................................................................................................................................
........................................................................................................................................

............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................

............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................

............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................

............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................

............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................

............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................

............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................

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11 . Lee el texto siguiente y subraya los determinantes y los pronombres. Recuerda
Los pronombres y los determi -
El 4 de julio de 1862, el reverendo Charles Lutwidge Dodgson, nantes coinciden en muchas de
profesor de matemáticas en Oxford, anotó en su diario que, acom- sus formas. Para distinguirlos con
pañado de su amigo, el señor Duckworth, había llevado a las tres claridad, no debes olvidar que los
niñas Liddell en una pequeña barca a tomar el té a orillas del Tá- determinantes aparecen siempre
mesis cerca de Godstow. Las niñas —Lorina, Edith y Alicia— eran junto a un nombre y los pronom -
hijas del decano de Christ Church, y a las tres les encantaba escu- bres los sustituyen: No quiero este
char las historias que el reverendo Dodgson les contaba, armando plato; dame ese .
argumentos estrafalarios a partir de las interrupciones, comenta-
rios y sugerencias de las niñas. Esa tarde, Dodgson decidió que la
protagonista de la historia fuese Alicia, quien acababa de cumplir
los diez años. A medida que iba desarrollándose el argumento, el
asombro del señor Duckworth ante el maravilloso cuento fue tal,
que le preguntó a su amigo si en verdad estaba improvisando. «Sí»,
le respondió Dodgson, también él sorprendido, «lo estoy inventan-
do paso a paso». En tales milagrosas circunstancias nace Alicia en
el País de las Maravillas.
www.elpais.es

12 . ¿A qué clase pertenecen estos pronombres y determinantes?

el: ......................................................................................................................................................................................................................

su: .....................................................................................................................................................................................................................

las: ....................................................................................................................................................................................................................

tres: ................................................................................................................................................................................................................

una: ................................................................................................................................................................................................................

del: ..................................................................................................................................................................................................................

tres: ................................................................................................................................................................................................................

les: ...................................................................................................................................................................................................................

esa: .................................................................................................................................................................................................................

los:
A. Material fotocopiable autorizado.

...................................................................................................................................................................................................................

diez: ...............................................................................................................................................................................................................

le: ......................................................................................................................................................................................................................

él: ......................................................................................................................................................................................................................

lo: ......................................................................................................................................................................................................................

la:
© Grupo Anaya, S.

......................................................................................................................................................................................................................

lo: ......................................................................................................................................................................................................................

aquello: .....................................................................................................................................................................................................

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© Grupo Anaya, S.
© Grupo Anaya, S.
3 Lengua
1. Completa esta tabla con los adverbios siguientes:
El adverbio
aquí antes así más
Es una palabra invariable que
sí no claramente jamás expresa circunstancias de
ahí ahora bien mal lugar, tiempo, modo, nega -
ción..., y puede complementar
también nunca quizás allí
a un verbo (cantaba bien ), a
debajo después poco mucho un adjetivo (muy contento) o a
otro adverbio (muy mal).
Clases de adverbios
R ecueRda : Muchos adverbios
De lugar de modo se construyen aña -
diendo a un adjetivo la ter -
De tiempo
minación -mente: fácilmente,
De modo dulcemente...
De cantidad

De afirmación

De negación

De duda

2. Escribe un ejemplo de adverbio que complemente a un verbo, otro en


el que complemente a un adjetivo y otro en el que complemente a un
adverbio.
...........................................................................................................................................................
........................................................................................................................................

............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................

............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................

............................................................................................................................................................
....................................................................................................................................... La preposición
............................................................................................................................................................
....................................................................................................................................... Es una palabra invariable que
sirve para relacionar unas pala -
3 . En las siguientes oraciones, subraya las preposiciones y rodea las con - bras con otras (casa de made -
junciones: ra, fresas con nata, cerveza sin
alcohol).
– Encontré en mi casa el bolso y el abrigo.
Las preposiciones del español
– Fuimos a medianoche porque tenía problemas.
son: a, ante, bajo, con, contra,
– Según ellos, no se puede, pero yo lo voy a intentar. de, desde, durante, en, entre,
– Debes elegir carne asada o pescado con patatas. hacia, hasta, mediante, para,
por, según, sin, sobre, tras.
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– No dejes de estudiar si quieres aprender.

4. Escribe tres oraciones que contengan interjecciones.

R ecueRda : la interjección es una expresión que se usa en enunciados La conjunción


exclamativos: ¡huy!, ¡caramba!, ¡zas!, ¡venga!... Es una palabra invariable que
relaciona palabras (blanco o
............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................
negro) u oraciones (Fui a esa
reunión, aunque no me apete -
............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................
cía). Son conjunciones: y, e, ni,
............................................................................................................................................................
....................................................................................................................................... o, u, pero, sino, porque, aun -
que...
............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................
Agrupa los nombres, adjetivos y verbos de este texto:
El único viajero que ha subido en la pequeña estación es joven, ágil, buen mozo; lleva un
billete de segunda para Madrid, y apenas salta al vagón, acomoda su equipaje: una
maleta y el portamantas, en la rejilla del coche.
Concha Espina

NOMBRES ADJETIVOS VERBOS

1. Escribe palabras derivadas con estos sufijos:

-ERO -ERÍA
ZAPATO
LIBRO
CRISTAL
FLOR
SOMBRERO
HUEVO
FRUTA
LECHE
PELUCA
BARBA

2
Los margraves

Los hijos del Conde Olar heredaron la extraordinaria fuerza física, los ojos grises, el áspero
cabello rojinegro y la humillante cortedad de piernas de su padre.
Sikrosio, el primogénito, tenía más rojo el pelo, también eran mayores su fuerza y corpulencia,
su destreza con la espada y su osadía. Por contra, de entre todos ellos, resultó peor jinete,
precisamente por culpa de aquellas piernas cortas, gruesas y ligeramente zambas que algunos
—bien que a su espalda— tildaban de patas.
Si hubo algún incauto o malintencionado que se atrevió a insinuarlo en su presencia, no deseó,
o no pudo, repetirlo jamás.
Desde temprana edad, Sikrosio dejó bien sentado que no se trataba de una criatura tímida,
paciente, ni escrupulosa en el trato con sus semejantes. Su valor y arrojo, tanto como su
naturaleza, no conocían el desánimo, la enfermedad, la cobardía, la duda, el respeto ni la
compasión. Pronunciaba estrictamente las palabras precisas para hacerse entender, y no solía
escuchar, a no ser que se refiriesen a su persona o a su caballo, lo que decían los otros. No
detenía su pensamiento en cosa ajena a lances de guerra, escaramuzas o luchas vecinales y, en
general, a toda cháchara no relacionada con sus intereses. Cuando no peleaba, distribuía su
jornada entre el cuidado de sus armas y montura, la caza, ciertos entrenamientos guerreros y
placeres personales —no muy complicados estos, ni en verdad exigentes—. Era de natural
alegre y ruidoso, y prodigaba con mucha más frecuencia la risa que la conversación. Sus
carcajadas eran capaces de estremecer —según se decía— las entrañas de una roca, y aunque
consideraba probable que un día u otro el diablo cargaría con su alma, tenía de esta una idea tan
vaga y sucinta —en lo profundo de su ser, desconfiaba de albergar semejan- te cosa— que poco
o nada se preocupaba de ello. Amaba intensamente la vida
—la suya, claro está— y procuraba sacarle todo el jugo y sustancia posibles. A su modo, lo
conseguía.

Pero un día, Sikrosio conoció el terror. El terror nació de un recuerdo y culminaba en una
profecía. El recuerdo le asaltaba inesperado, cada vez con más frecuencia, y llegó a amargar
parte de su vida. La profecía —que vino mucho más tarde— la destruyó definitivamente.

Y todo esto comenzó una mañana, apenas amanecida la primavera, junto al río Oser. Aquel
invierno había cumplido diecinueve años. Sabía —pero jamás recordó cuándo, ni en qué
circunstancias— que salió de caza, que estaba cansado y que se había tendido en la recién
nacida hierba, muy cerca de la vertiente que descendía hacia el río. [...]

Para todos los habitantes de la región, el origen del río era un misterio. El manantial de su
nacimiento brotaba en la espesura norte, allí donde nadie se adentraba. Solamente su nombre —
llegado a ellos no sabían cómo— les estremecía igual que la palabra de un libro prohibido o
como la huida de algún reencuentro que nadie deseara y cuyo solo presentimiento les turbara.

3
De improviso, algo que no era brisa, ni pisada de hombre o animal, ni aleteo, ni, en fin, cuanto
su oído de cazador conocía, agitó sutilmente la maleza. Sin razón alguna —su instinto se lo
advertía— un ave huyó, espantada. Y a poco la vio caer a su lado, como herida. Pero no había
sangre, ni en sus plumas ni en el olor de la mañana. Era una muerte inexplicable, una especie
de caída sobre sí misma, sin heridas, mostrando tan solo las huellas de su pavor, arma invisible.
[...]

Sikrosio no avanzó ni un dedo hacia ella. Había caído un rayo de luz que atravesaba el
resplandor de aquel sol apenas brotado, que aún parecía verterse en el cielo como un líquido.
Entonces sintió que la tierra temblaba bajo su cuerpo, y era aquel un temblor levísimo. Para
quien no conociera la áspera y delicada naturaleza como él la conocía, era un temblor casi
impalpable, parecido a un sordo retumbar, aunque sin ruido: redoble de lejanos tambores, pero
mudo.

Sikrosio notó cómo su cuerpo se inundaba de sudor, a pesar de que el calor no había llegado
aún a aquellas tierras. Como vio hacer tantas veces a culebras y salamandras, reptó hasta allí
donde la maleza y hojarasca eran más tupidas y apretó la jabalina contra su costado.
Entonces, sobresaltado, oyó los cascos de su caballo —que hasta aquel momento pacía cerca de
él— en una alocada huida. Su relincho atravesó el cielo, igual que una fiecha de muerte, y
Sikrosio olió la muerte, clara y físicamente: era un olor que conocía bien. [...]

Obtener información

¿Quién es la autora del libro cuyo fragmento has leído?

Graciela Montes. Ana María Matute. María Gripe. Astrid Lindgren.

Indica el tipo de texto y defínelo:

historiográfico fantástico histórico literario

4
Elabora una ficha con los datos del protagonista del texto:

¿En qué época y en qué lugar se sitúa el texto?

¿Qué le ocurrió a Sikrosio la mañana en que salió de caza?

¿Qué rasgos de la descripción del personaje solo pueden ser exageraciones o hipérboles?

¿Cómo se define la religiosidad del personaje?

¿Qué fue lo que realmente le pasó a Sikrosio: un ataque de pánico o cobardía?

5
El gigante simpático

Mi padre era, sin la menor duda, el padre más maravilloso y estupendo que pue- da haber tenido
niño alguno.
Uno podría pensar, si no se lo conocía bien, que era un hombre severo y serio. No lo era. En
realidad, era una persona tremendamente divertida. Lo que le hacía parecer tan serio era que nunca
sonreía con la boca. Sonreía con los ojos. Te- nía los ojos muy azules y, cuando algo le parecía
gracioso, sus ojos se iluminaban y, si uno miraba atentamente, podía ver una diminuta chispa dorada
bailando en sus pupilas. Pero la boca no se movía nunca.
Yo me alegraba que mi padre sonriera de esa manera. Eso significaba que nunca me dedicaba una
sonrisa falsa, porque es imposible hacer que tus ojos chispeen si tú no te sientes chispeante. Sonreír
con la boca es diferente. Se pue- de fingir una sonrisa con la boca siempre que a uno le dé la gana:
basta con mover los labios. También he aprendido que una verdadera sonrisa con la boca siempre va
acompañada de una sonrisa con los ojos, así que te aconsejo que tengas cuidado cuando alguien te
sonría con la boca si sus ojos no se alteran. Seguro que es falsa.
Mi padre no era lo que se podría llamar un hombre instruido, y dudo que hubiera leído veinte libros
en su vida. Pero era un maravilloso narrador. Inventaba un cuento para mí todas las noches, y los
mejores se convertían en seriales y continuaban muchas noches seguidas.
Uno de ellos, que debió durar por lo menos cincuenta noches, trataba de un tipo enorme que se
llamaba el Gigante Simpático o el GS para abreviar. El GS era tres veces más alto que un hombre
corriente y sus manos eran tan grandes como carretillas. Vivía en una inmensa caverna subterránea,
no lejos de nuestra gasolinera, y solamente salía cuando estaba oscuro. Dentro de la caverna tenía
una fábrica de polvos en la que se había hecho más de cien clases diferentes de polvos mágicos.
A veces, mientras me contaba sus cuentos, mi padre paseaba arriba y abajo agitando los brazos y
moviendo los dedos. Pero generalmente se sentaba cerca de mí, en el borde de mi cama, y hablaba
muy bajito.
—El gigante simpático hace sus polvos mágicos con los sueños que los niños sueñan mientras
duermen —decía.
—¿Cómo? —preguntaba yo—. Dime cómo, papá.
—Los sueños son algo muy misterioso. Flotan en el aire de la noche como nube- cillas, buscando a
la gente que duerme.
—¿Se pueden ver?
—Nadie los puede ver.
—Entonces, ¿cómo los caza el gigante simpático?
—¡Ah! —decía mi padre—. Eso es lo interesante. Verás, mientras fiota en el aire de la noche, el
sueño hace un ruidito como un zumbido, un sonido tan suave y tan bajo que es imposible que las
personas normales lo oigan. Pero el GS lo oye fácilmente. Él tiene un oído fantástico.
A mí me encantaba la expresión lejana e intensa que aparecía en la cara de mi padre cuando estaba
6
contando un cuento. Su cara se ponía pálida, serena y distante, y no advertía nada de lo que le
rodeaba.
—El GS —decía— puede oír los pasos de una mariquita cuando camina sobre una hoja. Puede oír
los murmullos de las hormigas que corretean por el suelo cuando hablan entre ellas. Puede oír el
agudo grito de un árbol cuando un leña- dor lo corta con el hacha. ¡Ah!, sí, hay todo un mundo de
sonidos a nuestro alre- dedor que no oímos porque nuestros oídos no son lo bastante sensibles.
—¿Y qué pasa cuando él coge los sueños? —preguntaba yo.
—Los mete en botellas de cristal y aprieta bien los tapones. Tiene miles de bote- llas de esas en su
cueva.
—¿Coge los sueños malos además de los buenos?
—Sí —contestaba mi padre—. Coge los dos. Pero solo usa los buenos para sus polvos.
—¿Qué hace con los malos?
—Los hace estallar.
Me es imposible decirte cuánto quería yo a mi padre. Cuando estaba sentado junto a mí, en mi
cama, yo deslizaba mi mano en la suya y él doblaba sus largos dedos en torno a mi puño,
apretándolo.
[...]
Mi padre me daba un beso y luego bajaba la mecha de la lámpara de parafina hasta que la llama se
apagaba. Se sentaba delante de la estufa de leña, que ahora daba un hermoso resplandor rojo en la
habitación oscura.
—Papá —murmuraba yo.
—¿Qué?
—¿Has visto alguna vez de verdad al Gigante Simpático?
—Una vez —decía mi padre—. Solo una vez.
—¡Sí! ¿Dónde?
—Yo estaba detrás del carromato y era una noche clara de luna, y por casualidad miré hacia arriba
y, de repente, vi a una persona tremendamente alta que corría por la cima del monte. Tenía una
forma de andar rara, a grandes zancadas, y su capa negra ondeaba tras él como las alas de un pájaro.
[...] Cuando llegó al alto seto de espino que hay al final del prado, pasó tranquilamente por encima,
como si no existiera.
—¿Tuviste miedo, papá?
—No; era emocionante verlo y un poco extraño, pero no tuve miedo. Duérmete ya. Buenas noches.
Roald Dahl
(británico) (fragmento)

¿Quién hace el retrato del padre?


Un hijo que elogia al Gigante Simpático.
Un hijo que admira a su padre.

7
Un padre que relata cuentos a su hijo.
Un personaje que observa a un padre y a su hijo.

Transcribe las oraciones en las que se justifica que el padre del niño era un maravilloso
narrador.

¿Cómo contaba cuentos el padre al niño? Responde con tus palabras.

Subraya las cualidades por las que el niño admiraba a su padre.


• inseguro imaginativo impaciente cariñoso

¿Qué características del padre predominan en el texto: ¿las físicas, las de carácter o
ambas? Justifica tu respuesta.

En el texto leído, el hijo, además de hacer un retrato de su padre, también describe al


gigante simpático.
• Anota las características del Gigante Simpático.

• ¿Encuentras alguna relación entre el padre y el Gigante Simpático? ¿Cuál?

Identificas los verbos que hay en el texto

8
La posadera y su nieto

Había una vez tres jóvenes que emprendieron juntos un largo viaje. Una noche llegaron a una
pequeña ciudad y decidieron quedarse a dormir en una agradable y acogedora posada. Los
jóvenes confiaron a la posadera una bolsa que contenía todo su dinero. Uno de ellos, en
presencia de los otros dos, advirtió a la mujer:
—Esta bolsa nos la devolverá a los tres juntos. Nunca a uno de nosotros por separado, ¿de
acuerdo?
La mujer asintió y guardó la bolsa en un lugar seguro.
Algo más tarde, cansados del largo viaje, los tres amigos pidieron a la posadera que les
preparara lo necesario para tomar un baño. La mujer lo dispuso todo al instante: toalla, jabón,
esponja... Pero se olvidó de poner peine.
Los jóvenes se dieron el merecido baño. Al poco rato, mientras se vestían, observa- ron que no
había peine. Entonces, uno de los tres jóvenes salió en busca de la posadera. Una vez junto a
ella, el joven, en vez de pedirle el peine, le pidió el dinero.
—No te lo puedo dar —respondió la mujer—. ¿O no recuerdas que se lo tengo que entregar a
los tres juntos?
Entonces, el muchacho le rogó que lo acompañara hasta la puerta del baño. Allí gritó a sus
compañeros:
—¡No me lo quiere dar!

Y los otros dos, creyendo que se refería al peine, dije- ron desde el interior del cuarto de baño:
—¡Señora, por favor, déselo de una vez!
La mujer obedeció y entregó al joven la bolsa del dine- ro. Este abandonó inmediatamente la
posada.
Hartos de esperar a su amigo, los otros dos jóvenes salieron del baño.
Cuando se enteraron de lo ocurrido, decidieron llevar a la pobre posadera ante el juez.
Este, mostrando una gran paciencia, escuchó a las dos partes y, a continuación, dijo:
—Señora, usted se había comprometido a entregarles el dinero solo si estaban los tres juntos.
Como se lo entregó a uno de ellos y este ha huido, usted es culpable. Así que deberá poner el
dinero de su bolsillo.
La mujer se retiró de allí hecha un mar de lágrimas. No le quedaba más remedio que recurrir a
los ahorros que tanto esfuerzo le había costado reunir y dárselos a aquellos dos desconocidos.
La posadera, mientras volvía a su casa, iba pensando que tenía que existir alguna forma de
demostrar su inocencia ante el juez. Cuando la mujer llegó llorando a la posada, se encontró
con su nieto.
—¿Qué te pasa, abuela? ¿Por qué lloras?
—¡Ay, hijo! ¡Los ahorros de toda mi vida...! ¡Qué injusticia se comete conmigo!
—decía la mujer, que era un manojo de nervios.
Con mucha paciencia, el nieto logró tranquilizarla y la pobre señora pudo contarle todo lo que
había pasado.

9
—No te preocupes, abuela. Hay una solución muy clara. Ya que te comprometiste a entregar el
dinero a los tres muchachos juntos, irás a ver al juez de nuevo y le dirás que mande a los dos
que quedan a buscar a su amigo, porque tú solo podrás pagarles cuando estén los tres.
Así lo hizo la anciana, y el juez no tuvo más que decir:
—Tiene usted razón, señora. Y en cuanto a ustedes, les ordeno que vayan a buscar a su amigo.
Esta mujer no tendrá inconveniente en pagarles entonces la deuda.
Y según se cuenta, los dos muchachos todavía están buscando a su compañero.
Cuento popular

Responde brevemente las siguientes preguntas.


• ¿Qué le entregaron los jóvenes a la mujer al llegar a la posada?

• ¿Qué trato hicieron con ella?

• ¿Qué les dio la posadera a los jóvenes antes de que se dieran un baño?

• ¿Qué olvidó entregarles la mujer?

Recuerda el lugar y el tiempo de la historia. Luego, contesta.


• ¿Dónde transcurren los hechos?

• ¿Hay en el cuento alguna referencia a la época en la que transcurre la acción?

¿Cuál es el propósito del cuento que has leído? Marca.


Hacer disfrutar al lector y dejarle una enseñanza.
Informar al lector sobre una situación de la vida cotidiana.
Invitar al lector a dramatizar las escenas de la acción narrativa.

Escribe el significado de las expresiones destacadas en los siguientes enunciados:

10
• La mujer se retiró de allí hecha un mar de lágrimas.

• … la mujer, que era un manojo de nervios.

¿Cuál de estas oraciones originó el malentendido que permitió a uno de los jóvenes
llevarse el dinero? Marca y luego contesta.

¡No te lo puedo dar! ¡Señora, por favor, déselo de una vez!


¿Qué motivó al joven a llevarse el dinero?

¿Qué decisiones tomó el juez? Escribe.

¿Por qué razón crees que el juez tomó esas decisiones?

Primera:

Segunda:

11
Lo recordaremos por usted perfectamente
Despertó... y deseó Marte. “Los valles”, pensó. “¿Cómo sería pasear por ellos?”. El sueño
creció más y más a medida que recuperaba la conciencia: el sueño y el anhelo. Prácticamente
podía sentir la envolvente presencia del otro mundo, que solo habían visto los agentes del
gobierno y los altos funcionarios. ¿Un emplea- do como él? Poco probable [...] Iré, se dijo.
“Veré Marte antes de morir”. [...]
Después de bajar del taxi, Douglas Quail caminó lentamente por tres andadores peatonales
densamente transitados hacia la moderna, atractiva y sugerente entrada. Y allí se detuvo,
obstruyendo el tráfico del mediodía, y con cautela leyó el letrero de neón de colores que
cambiaban sucesivamente. Esto era muy distinto; lo que estaba haciendo ahora era
extraordinario.
Algo que tarde o temprano debía ocurrir. RECUERDA, S.A.
¿Era esta la respuesta? Después de todo, una ilusión, no importa cuán convincente fuera, seguía
siendo una ilusión. Por lo menos vista objetivamente. Pero subjetiva- mente..., era todo lo
opuesto. [...] Después de un breve pero frustrante momento de sentirse perdido, encontró el
cuarto correcto. La puerta se abrió y, en su interior, frente a un escritorio de nogal, estaba
sentado un hombre de apariencia cordial, de edad madura, que usaba un traje de moda de piel
de rana marciana. Su solo atuendo le indicaba a Quail que había dado con la persona correcta.
—Siéntese, Douglas —dijo McClane, indicando con su regordeta mano una silla que estaba de
cara al escritorio—. Así que usted quiere haber ido a Marte. Muy bien.
Tenso, Quail se sentó.

—No estoy seguro de que valga la pena el precio —dijo—. Cuesta mucho, y hasta donde yo
veo, en realidad no obtengo nada. “Cuesta casi tanto como ir”, pensó.
—Claro que sí, obtiene pruebas tangibles de su viaje —contradijo enfáticamente McClane—.
Todas las pruebas que necesite. Mire, le mostraré.
Revolvió en un cajón de su impresionante escritorio:
—Un talón de viaje —de una carpeta de papel manila extrajo un pequeño cuadrado de
cartoncillo impreso.
—Prueba de que usted fue y regresó: postales —desplegó, en una hilera muy bien
arreglada, cuatro postales con sus sellos, a todo color y en ter- cera dimensión.
—Películas. Fotos que usted tomó de lugares de Marte con una cámara móvil alquilada —
también las desplegó para Quail.
—Y los nombres de la gente que conoció, recuerdos típicos que llegarán de Mar- te en un mes.
Y un pasaporte, los certificados de las vacunas que recibió. Y más.
Observó intensamente a Quail.
—Sabrá con seguridad que fue —dijo—. No nos recordará: no me recordará a mí, ni que estuvo
aquí. Será un viaje real en su mente, se lo garantizamos. Dos semanas de experiencias; hasta el
detalle más insignificante. Recuerde esto: si en algún momento usted duda de que hizo un largo
viaje a Marte, puede volver aquí y le reembolsaremos su dinero. ¿Qué me dice?

12
—Pero no fui —dijo Quail—. Y nunca habré ido. No importan las pruebas que me dé —respiró
profunda e irregularmente—. Y nunca habré sido agente secreto de Interplan —le parecía
imposible que el implante de memoria de Recuerda,

S. A. realmente funcionara... a pesar de lo que había oído.


—Sí, señor Quail —dijo McClane pacientemente—. Como nos explicó en su carta, usted no
tiene la oportunidad, la menor posibilidad de ir a Marte algún día. No lo puede pagar y, mucho
más importante, usted nunca se clasificaría para ser agente secreto de Interplan ni de nadie más.
Esta es sin duda la única forma en que usted puede alcanzar su... mmm... su sueño de toda una
vida. ¿No estoy en lo cierto, se- ñor? Usted no puede ser esto; de hecho, no puede hacer esto —
ahogó la risa—. Pe- ro puede haber sido y haber hecho. Nosotros nos ocupamos de eso. Y
nuestra tarifa es razonable; no hay cargos ocultos —sonrió alentadoramente. [...] El paquete
que se le inserta mientras usted está en coma es la creación de grandes expertos, de hombres
que han pasado años en Marte; en todos los casos verificamos los detalles minuciosamente. Y
usted eligió un sistema extra objetivo bastante fácil. Si hubiese escogido Plutón o hubiera
querido ser emperador de la Alianza del Planeta Interior, hubiéramos tenido más dificultades...
y el costo sería considerablemente mayor. [...]

Mientras buscaba la cartera en su abrigo, Quail dijo:


—Está bien. Ha sido mi ambición de toda la vida, y veo que nunca la obtendré. Así que creo
que debo decidirme por esto. [...]
Con la boca seca por el nerviosismo, Quail siguió a los dos técnicos. Lo que ocurriría después
dependía de ellos.
“¿Realmente creeré que estuve en Marte?”, se preguntó. “¿Que logré alcanzar mi ambición?”.
Intuía de forma extraña y persistente que algo iría mal. Pero no sabía exactamente qué.
Tendría que esperar y descubrirlo. [...]
Philip K. Dick.
(estadounidense) (fragmento)

¿Quién es Douglas Quail?

¿Qué argumentos utiliza McClane para convencer a Quail de contratar los servicios de
Recuerda, S. A.?

¿Qué función cumplía Interplan?

Copia los enunciados que expresen los siguientes estados emocionales del protagonista:

13
• Duda:

• Preocupación:

• Decisión:
¿Cuál es la intención del autor? Marca y justifica.

¿Qué sabe el narrador respecto de los hechos que narra? Marca y justifica.
Todo, aun lo que piensan y sienten los personajes.
Solo lo que le ocurre a él, que es el personaje principal.
Solo lo que les ocurre a los personajes.

¿Es importante el servicio que brinda la empresa Recuerda, S.A.? ¿Por qué?

¿Qué es un implante de memoria?

El cuento se ambienta en el mundo futuro. ¿Qué características de esta sociedad del


mañana en los aspectos tecnológico y social se desprenden del texto?

14
La Odisea

Canto XII
Ulises desafía el poder las sirenas siguiendo las instrucciones que Circe le da para resistir a
su embrujo.
Circe me cogió de la mano, me hizo sentar separadamente de los compañeros y, acomodándose
cerca de mí, me preguntó qué me había ocurrido. Yo se lo conté. Entonces me dijo estas
palabras:
—Escucha bien lo que te voy a decir. Un dios en persona te lo recordará más tarde. En tu viaje,
llegarás primero a las sirenas, que encantan a cuantos hombres van a su encuentro. Aquel que
imprudentemente se acerca a ellas y oye sus voces, ya no vuelven a ver a su esposa ni a sus
hijos. Las sirenas lo hechizan con su sonoro canto, sentadas en una pradera en el centro de un
enorme montón de huesos de hombres putrefactos cuya piel se va consumiendo.
Por eso, cuando escuches a las sirenas, pasa de largo y tapa las orejas de tus compañeros con
cera para que ninguno las oiga. Y si tú deseas oírlas, haz que te amarren de pies y manos al
mástil de la embarcación. Así podrás deleitarte escuchándolas, sin sucumbir a su encanto. Y
advierte a tus compañeros que, si llega- ras a suplicarles que te suelten, te amarren más fuerte
aún.
Así dijo. Y en ese momento apareció la Aurora, de áureo trono. La divina entre las diosas se
internó en la isla y yo, encaminándome al bajel, ordené a mis compañeros que subieran y
desataran las amarras. Nos em- barcamos y mis compañeros, sentándose en los ban- cos,
comenzaron a batir con los remos el espumoso mar. Entonces alcé la voz a mis compañeros con
el co- razón triste, y les hablé de este modo:
—¡Oh, amigos! No conviene que sean únicamente uno o dos quienes conozcan los vaticinios
que me reveló Circe, la adivina entre las diosas. Y se los voy a contar para que, sabedores de
ellos, o muramos o nos salvemos, librándonos de la Parca. Nos ordena primero re- huir la voz
de las divinales sirenas y el fiorido prado en que estas habitan. Solo yo debo oírlas. Pero deben
atar- me con fuertes lazos para que no me pueda mover. Y en el caso de que les ruegue o
mande que me suelten, átame con más lazos todavía.
Mientras hablaba, la nave llegó a la isla de las sirenas, pues la empujaba un viento favorable.
Tomé al instante un gran pan de cera y lo partí en pedacitos, que puse luego a apretar con mis
robustas manos. Pronto se calentó la cera y fui tapando con ella los oídos de todos los
compañeros.
Me ataron ellos a la nave, de pies y manos; y, sentándose en los bancos, volvieron a batir con
los remos el espumoso mar. Hicimos avanzar a la nave muy rápidamente y tan cerca de la orilla
que pudieran llegar allá nuestras voces. A las si- renas no les pasó inadvertido que la ligera
embarcación navegaba a poca distancia de ellas. Entonces empezaron un sonoro canto:

15
—¡Eh, célebre Odiseo, gloria insigne de los aqueos! Acércate y detén la nave para que oigas
nuestra voz. Nadie ha pasado en su negro bajel sin que oyera la suave voz que fiuye de nuestra
boca. Y luego, después de recrearse con ella, se van de aquí con más sabiduría que antes, pues
nosotras sabemos cuántas fatigas padecieron en la vasta Troya griegos y troyanos por la
voluntad de los dioses, y conocemos también todo cuanto ocurre en la fértil tierra.

Esto dijeron con su hermosa voz. Mi corazón sintió fuertes ganas de oírlas y moví las cejas,
mandando a mis compañeros que me desatasen, pero todos se inclinaron y se pusieron a remar.
Es más: Perimedes y Euríloco se levantaron y me ataron con nuevas sogas, que me sujetaban
más reciamente. Cuando dejamos atrás las sirenas y ni su voz ni su canto se oían ya, quitáronse
mis fieles compa- ñeros la cera con que había yo tapado sus oídos y me soltaron las ligaduras.
Homero
(griego) (fragmento)

Contesta estas preguntas:


• ¿Quién era Ulises? ¿Qué vaticinios recibe?

• ¿En qué consistía el hechizo de las sirenas?

• ¿Cómo siguió Ulises los consejos de Circe?

• ¿Qué sucedió cuando el corazón de Ulises sintió fuertes ganas de oír a las sirenas?

Ordena los hechos del relato según como sucedieron. Numera del 1 al 7.
____ Ulises comparte con sus compañeros los vaticinios de Circe.
____Aparece la Aurora y Ulises se embarca con sus compañeros.
____Llegan a la isla de las sirenas y Ulises sigue las instrucciones recibidas.
____ Las sirenas notan la presencia de la embarcación y empiezan su sonoro canto.
____Los compañeros de Ulises quitan la cera de sus oídos y le sueltan las ligaduras.
____Circe aconseja a Ulises para que logre resistir el embrujo de las sirenas.
____Perimedes y Euríloco atan con nuevas sogas a Ulises para sujetarlo con más fuerza.

¿Por qué Ulises decide compartir los vaticinios de Circe con sus compañeros?

En los relatos épicos abundan los epítetos épicos que consisten en denominar
a cada personaje por una de sus características más sobresalientes.
Por ejemplo: la diosa Atenea, la de ojos de lechuza.
Copia algunos epítetos épicos del texto y escribe a quiénes se refieren.

16
¿Qué características corresponden a Ulises? Marca.
valiente responsable irritable temerario

Señala la causa de los siguientes hechos:


Circe aconseja a Ulises porque

Los compañeros de Ulises no lo desataron porque


Busca información sobre la mitología griega y haz una descripción de los siguientes
personajes mencionados en el texto:
La Aurora:

La Parca:

¿Qué crees que habría pasado en cada uno de los siguientes casos?
Si Circe no hubiera aconsejado a Ulises acerca de las sirenas.

Si los amigos de Ulises hubiesen desconfiado de sus palabras.

¿Por qué Ulises considera fieles a sus compañeros?

¿Qué elementos del relato te permiten deducirlo?

17
Una historia en bicicleta

En realidad, me sentía fenomenal por haber pasado un rato en este río. El agua que pasaba
sobre las piedras hacía una especie de rumor. Me tumbé en la hierba y cerré los ojos. Me quedé
dormido.
Debía de haberse estado escondiendo justo en las montañas detrás de mí. Montañas de
apariencia afable bordeadas por una estrecha hilera de árboles y de cimas redondeadas.
Montañas que en realidad parecían suaves, pero detrás había una tormenta preparada para
pillarme. La temperatura debió de caer rápida- mente, pero no tanto como para despertarme. La
nieve, también. Primero fue con probabilidad solo una ráfaga de nieve, porque cuando al fin
abrí los ojos, apenas estaba cubierto de nieve húmeda y el remolino fue solo el principio. Llegó
increíblemente rápido. No podía ver nada y tenía el cuerpo entumecido y, su- pongo, como la
comida congelada.
Busqué a tientas la bicicleta. Palpé en todas direcciones, sin atreverme a ponerme de pie
porque sinceramente sentía que el viento, la potencia de la tormenta de nieve, podría haberme
arrojado al río. ¡La bici! Toqué las alforjas del equipaje. Parecía increíblemente estúpido
hacerlo, una pérdida de tiempo, quizá imposible, pero saqué la carpa, busqué las estacas de
metal, las clavé y em- pujé hacia arriba los palos de fibra de vidrio hasta que elevaron la cúpula
de nailon. Desaté las alforjas de la estructura metálica de la bicicleta y las empujé al interior de
la carpa. Esta se sacudía en ángulo recto. Arrancaría las estacas a no ser que añadiera mi peso.
Dentro estaba oscuro y hacía frío. Me senté acurrucado en el centro de la carpa, concen-
trándome en sujetarla a la tierra. Entonces fue cuando oí el grito.
Al principio fue un pequeño sonido, como el grito de un cuervo irritado en la distancia, pero al
escu- char oí una vocecilla gritando “socorro”, gritando “ayúdenme”. Y el sonido de las
lágrimas. Conocía ese sonido asustado. El corazón me latía con fuerza en el aire frío. Me
arrastré fuera de la carpa.
—Por favor, no te vayas —dije en voz alta.
No soy valiente. No hace falta que lo diga a estas altu- ras. Siempre me gustaría ayudar, pero
tengo muchas inseguridades, supongo que actúan dentro de mí.
Me puse delante de la carpa y me incliné con el viento para equilibrarme. Escuché con
atención. La nieve húmeda me pellizcaba en la cara y enton- ces oí otra vez.
El grito de auxilio. Un sollozo.
—¡Quédate quieto y sigue hablando! —grité.
—Tengo miedo —gritó.
—¡Quédate quieto y sigue hablando! ¡Ya voy!
—Me llamo Kenny. Me llamo Kenny. Me llamo…
—¡No pares! —grité.
18
Ahora estaba más cerca. Quería ir en una línea constante para tener al menos la oportunidad de
regresar a la carpa.
—Me…, me llamo… Empezó a llorar.
Enormes alaridos. Más fuertes de lo que podía hablar. Lo sentí directamente de- lante de mí y
fui agarrando el aire hasta que los dedos se acercaron a su camise- ta. Era pequeño y lo levanté
y me lo eché al hombro.
—¡Me llamo Kenny! ¡Me llamo Kenny!

—Ahora puedes parar.


—Me llamo Kenny

Caminé rezando para que fuera en la dirección por la que había venido. Cami- né hasta que
estuve al borde del río. No encontraba la carpa. Me empezó el pá- nico en los pies y en las
rodillas. Siempre se empieza por allí. El pánico me ador- mecía los pies, que sentía pesados
sobre la nieve; esta me llegaba ya a media pantorrilla. Me alejé de la orilla y, en una especie de
deslizamiento lateral, bus- qué en todas direcciones con cada resbalón de mis pies
congelados. Choqué con algo y alargué la mano hacia abajo expectante. Mi carpa. Pasé la
mano alre- dedor de ella, buscando la entrada. Al estirar los brazos no podía verme las ma- nos.
Esa forma de nevar parece increíble. Una catarata de nieve. Fría. Azotando. La carpa se
agitaba.
Caí de rodillas, metí a Kenny dentro de la carpa y me arrastré hacia dentro tras él.
—Así que eres Kenny, ¿eh?
—Ajá.
De repente me vino una imagen de más Kennys ahí fuera.
—¿Estabas solo?
—Sí.
—Muy bien. Soy Smithy.
Saqué la mano para que nos diéramos un apretón. Él la estrechó. Le castañetea- ban los dientes.
Volvió a meter la mano dentro del saco y se tumbó de lado mi- rando hacia mí. Puse las alforjas
al fondo de la carpa y recosté la cabeza sobre ellas. Escuchamos el viento.
—¿Te has hecho daño en algún sitio?
—Creo que no.
—Muy bien.
—Vivo en Creede. No fui a clases.
—¿No fuiste a clases? Eso no está bien.
—Fui a pescar.
El viento y la nieve nos sacudieron con fuerza durante un segundo, pero luego calmó y, por
primera vez desde que me había despertado con la nieve, pude oír el torrente del río.
—¿Pescaste algo?
Ron McLarty,
(estadounidense)

¿Quién cuenta lo que sucede?

19
¿Qué o quién debía de haberse estado escondiendo justo en las montañas detrás del
protagonista?

¿Por qué el protagonista tuvo que moverse a tientas después de despertar?

¿De dónde procedía el grito que oyó Smithy? Marca.

¿Quién era Kenny y qué hacía junto al río? Marca.

¿Cuál es el problema o nudo que plantea el relato?

¿Cuál es la secuencia correcta de los sucesos que cuenta Smithy? Marca.

Arma la carpa ➜ se tumba y se duerme ➜ busca la bici ➜ sale a socorrer a un


desconocido ➜se refugia ➜ encuentra a Kenny ➜ vuelve a la carpa.
Busca la bici ➜ sale a socorrer a un desconocido ➜ arma la carpa ➜ se refugia
➜ se tumba y se duerme ➜ encuentra a Kenny ➜ vuelve a la carpa.
Se tumba y se duerme ➜ busca la bici ➜ arma la carpa ➜ se refugia ➜ sale a socorrer
a un desconocido ➜ encuentra a Kenny ➜ vuelve a la carpa.
Se refugia ➜ se tumba y se duerme ➜ arma la carpa ➜ encuentra a Kenny ➜ busca la
bici ➜vuelve a la carpa ➜ sale a socorrer a un desconocido.

20
La buena vida

Quieres darte la buena vida: estupendo. Pero también quieres que esa buena vi- da no sea la buena vida de
una colifior o de un escarabajo —con todo mi respeto por ambas especies—, sino una buena vida humana. Es
lo que te corresponde, creo yo. Y estoy seguro de que a ello no renunciarías por nada del mundo.
Ser humano consiste, principalmente, en tener relaciones con los otros seres humanos. Si pudieras tener
muchísimo dinero, una casa más suntuosa que un palacio de Las mil y una noches, las mejores ropas, los más
exquisitos alimentos [...], los más sofisticados aparatos, etc., pero todo ello a costa de no volver a ver ni a ser
visto por ningún ser humano jamás, ¿estarías contento? ¿Cuánto tiempo podrías vivir así sin volverte loco?
¿No es la mayor de las locuras querer las cosas a costa de no relacionarte con las personas? ¡Pero si
precisamente la gracia de todas esas cosas estriba en que te permiten –o parecen permitirte– relacionarte con
los demás! [...] Muy pocas cosas conservan su gracia en la soledad; y si la soledad es completa y definitiva,
todas las cosas se amargan irremediablemente. La buena vida humana es buena vida entre seres humanos
o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena ni humana. ¿Empiezas a ver por dónde voy?
[...] Los hombres queremos ser humanos, no herramientas ni bichos.

Y queremos también ser tratados como humanos, porque eso de la humanidad depende en
buena medida de lo que los unos hacemos con los otros. Me explico: el melocotón nace
melocotón, el leo- pardo viene al mundo como leopardo, pero el hombre no nace ya hombre del
todo ni nunca llega a serlo si los demás no lo ayudan.
¿Por qué? Porque el hombre no es solamente una realidad biológica, natural (como los
melocotones o los leopardos), sino también una realidad cultural. No hay humanidad sin
aprendizaje cultural y para empezar sin la base de toda cultura (y fundamento, por tanto, de
nuestra humanidad): el lenguaje. El mundo en el que vivimos los humanos es un mundo
lingüístico, una realidad de símbolos y leyes sin la cual no solo seríamos incapaces de
comunicarnos entre nosotros, sino también de captar la significación de lo que nos rodea. Pero
nadie puede aprender a hablar por sí solo (como podría aprender a comer por sí solo), porque el
lenguaje no es una
función natural y biológica del hombre (aunque tenga su base en nuestra condición biológica,
claro está), sino una creación cultural que heredamos y aprendemos de otros hombres.
Por eso hablar a alguien y escucharlo es tratarlo como a una persona, por lo me- nos empezar a
darle un trato humano. Es solo un primer paso, desde luego, por- que la cultura dentro de la
cual nos humanizamos unos a otros parte del lengua- je, pero es simplemente lenguaje. Hay
otras formas de demostrar que nos reconocemos como humanos, es decir, estilos de respeto y
de miramientos humanizadores que tenemos unos para con otros.

21
Todos queremos que se nos trate así y si no, protestamos. La humanización (es decir, lo que nos
convierte en humanos) es un proceso recíproco [...]. Para que los demás puedan hacerme
humano, tengo yo que hacerlos humanos a ellos; si para mí todos son como cosas o como
bestias, yo no seré mejor que una cosa o una bestia tampoco. Por eso darse la buena vida no
puede ser algo muy distinto, a fin de cuentas, de dar la buena vida. Piénsalo un poco, por favor.
Fernando Savater
(español) (fragmento)

De acuerdo con el texto, ¿en qué consiste ser humano?


¿Qué es la buena vida para el autor del texto?

Según el autor, ¿qué diferencias hay entre los seres humanos y los animales?

Para el autor, ¿cómo es el mundo en que vivimos?

Completa el siguiente esquema:

La buena vida

¿Qué opina el autor sobre lo ¿Qué razones sustentan


que es darse una buena vida? su opinión?

22
¿Qué enunciados corresponden al texto? Marca.

La buena vida humana es buena entre seres humanos o de lo contrario puede que no sea vida.

El ser humano no nace ya ser humano del todo ni nunca llega a serlo si los demás no lo ayudan.

El mundo en el que vivimos los humanos es un mundo lingüístico.

La humanización es un proceso recíproco.

¿En qué consiste hacer humanos a los demás? Sintetiza.

23

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