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Mtra.

Bertha Alicia
Guillen Vitela

DERECHO ROMANO

PROCESO ROMANO

Tercer LIBRO

DE LAS ACCIONES

PROCEDIMIENTOS

ACCION POR LA LEY

FORMULARIO

EXTRAORDINARIO

ACCIONES

EXCEPCIONES
Mtra. Bertha Alicia
Guillen Vitela

DERECHO ROMANO

PROCESO ROMANO

Tercer LIBRO

DE LAS ACCIONES

GENERALIDADES.

Los derechos que pertenecían a las personas, derechos de familia, derechos


reales y derechos de crédito, podían ser violados, y todo aquel que fuese víctima de
esta violación debía tener un medio de obtener reparación y de hacer sancionar la
legitimidad de su derecho. En toda sociedad civilizada hay Tribunales organizados
encargados de examinar las pretensiones de la parte que se crea lesionada y de zanjar
la contienda, pues sólo era en los siglos de barbarie cuando se podía hacer justicia uno
mismo. La facultad de recurrir a estos Tribunales está regulada por el Derecho Civil, y
constituye la sanción de los derechos, es decir, la acción.

De manera que se puede definir la acción en el sentido más amplio: Todo


recurso a la autoridad judicial para hacer consagrar un derecho desconocido, o,
sencillamente, la persecución de un derecho en justicia.

La palabra acción tiene otro significado, pues designa el conjunto de las reglas
según las cuales el recurso a la autoridad judicial debe ser ejercitado y, juzgado, el
procedimiento a seguir para llegar a la consagración de un derecho violado. Por eso se
dice en este sentido: las acciones de la ley. La organización del procedimiento ha
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variado en Derecho Romano según las épocas, y tres sistemas estuvieron


sucesivamente en vigor: las acciones la ley, el procedimiento formulario u ordinario y el
procedimiento extraordinario.

DE LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL.-

El trazo característico del procedimiento romano, desde la República hasta el fin


del siglo III de nuestra era, bajo los primeros sistemas, es la división de las funciones
judiciales entre dos categorías de personas: los magistrados y los jueces.

Un proceso comprende dos partes: la primera se realiza delante del magistrado,


in jure, y la segunda delante del juez, in judicio. El magistrado es quien regula la
marcha general de la instancia y quien precisa el objeto de los debates: y el juez quien
examina los hechos y pronuncia la sentencia.

Utilidad de este sistema:

1. Un remedio a la confusión de los Poderes Públicos. La separación entre


las autoridades administrativa y judicial. Con esto se garantizaba que se
aplicara con equidad la justicia.
2. Este arreglo descargaba al magistrado de la parte más pesada y
fastidiosa del proceso; esto es, del examen de hechos. Desde entonces
era bastante con un pequeño número de magistrados, lo cual permitía
confiar este encargo solamente a hombres de una experiencia y sabiduría
a toda prueba.
3. La lista de los ciudadanos designados para cumplir las funciones de
jueces comprendían en la época clásica varios miles, y cada uno de ellos
no estaba llamado a juzgar mas que un corto numero de procesos y
consagrar todo el tiempo necesario para dar la sentencia con pleno
conocimiento de causa.
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DE LOS MAGISTRADOS

Atribuciones.- El poder de los magistrados judiciales estaba designado bajo el nombre


general de potestad o de imperium. Pero el análisis de sus atribuciones permite, al
menos en el Derecho clásico, dividirlos en cuatro clases distintas.

1. El imperium merum.- Es la potestad de magistrado desembarazado de toda


atribución relativa a la justicia civil; es un poder de administración y de policía
que comprende el derecho de infligir castigos corporales, confundiéndose casi
siempre con el jus gladii.

2. El imperium mixtum.- Estas expresiones se emplean lo mismo en un sentido


amplio que en otro mas limitado: a) En el sentido amplio, es el poder del
magistrado que une al imperium merum la administración de justicia, es decir, la
jurisdictio, tal como los pretores. b) En un sentido mas limitado, es la autoridad
necesaria al ejercicio de la jurisdictio.

3. La jurisdictio.- Según la etimología, jus dicere, esta palabra tiene una acepción
de la más amplia. Decir el derecho significa, lo mismo proponer una regla de
derecho que aplicar una regla preexistente. En un sentido menos extenso, la
jurisdictio comprende más especialmente: a) El poder del magistrado de
organizar la instancia y de enviar las partes delante de un juez, judicare jubere, o
de juzgar el mismo el asunto judicare; derecho que no ejerce bajo las acciones
de la ley, y que no puede usar bajo el procedimiento formulario nada más que en
casos determinados; b) El poder de dar solemnidad a los actos jurídicos cuyas
formas derivaban de las acciones de la ley: la manumisión por la vindicta, la
adopción, la emancipación y la in jure cessio.

A veces se caracterizaban estos dos grupos de atribuciones, distinguiéndose la


jurisdicción contenciosa y la jurisdicción voluntaria o graciosa. He aquí el interés de
esta distinción:
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a) Un magistrado no podía hacer acto de jurisdicción contenciosa, es decir, judicare


o judicare jubere, ni para él ni para las personas de su casa.

a) El magistrado solo podía hacer un acto de jurisdicción contenciosa en el límite


territorial de su competencia y en que su Tribunal, pro Tribunali. Pero tenía el
derecho de realizar en todos los lugares los actos de jurisdicción voluntaria.

4. En fin, los magistrados tenían ciertas atribuciones especiales, no derivándose ni


del imperium ni de la jurisdictio, sino que venían de una ley, de un
senadoconsulto o de una constitución: tal era el derecho de nombrar los tutores,
el derecho de autorizar la venta de un inmueble rustico perteneciente a un
menor.

De los Principales Magistrados.- Los magistrados encargados de la autoridad judicial


han variado según las épocas. Pero, sobre todo en el Bajo Imperio y a partir de
Diocleciano, fue completamente modificada la organización de los magistrados.

Desde la Fundación de Roma hasta la época clásica, es decir, de los dos


procedimientos romanos, los principales magistrados en Italia y en las Provincias eran:

I. En Roma, la autoridad judicial perteneció primero a:

a) 1. Reyes
b) Cónsules
c) Pretor (praetor urbanus)
d) Praetor peregrinus (con la llegada de los extranjeros)
e) Ediles (funciones administrativas como la policía de la ciudad y ciertas
atribuciones judiciales relativas sobre todo a las ventas públicas de esclavos y
de animales. Se distinguían entre ediles plebeyos, ediles curules y ediles
cereales.
f) Pretor
g) Los prefectos de la ciudad y del pretorio fueron investidos poco a poco de la
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mayor parte de las atribuciones que pertenecían al pretor.


h)

II.- En Italia se encuentran en los Municipios magistrados locales, los duumviri o


quatoviri juridicundo.

Hacia el fin de la Republica fue limitada su jurisdicción a los procesos cuyo valor no
excedía de 15,000 sestercios. Arriba de esta cantidad conocía del asunto el pretor
urbano.

III. En las provincias, la autoridad administrativa y judicial pertenecían al presidente de


cada provincia: procónsul, propretor o legado del emperador. Los cuestores hacían
poco más o menos el papel de ediles.

Al mismo tiempo que Diocleciano ordenaba a los magistrados juzgar ellos mismo los
asuntos que les estaban sometidos, establecida una nueva división del Imperio, que fue
poco tiempo después sancionada definitivamente por Constantino. El territorio fue
repartido en cuatro prefecturas: El Oriente, Italia, la Iliria y las Galias. Cada prefectura,
teniendo a su cabeza un prefecto del pretorio, estaba subdividida en diócesis y
provincias. Desde entonces el magistrado ordinario en cada provincia fue el presidente,
rector o praeses provinciae. Las partes pueden apelar de sus sentencias ante el
perfecto del pretorio, representante del emperador, magistrado supremo de todo el
Imperio. Se encuentra también los judices pedanei, a quienes podían enviarse los
asuntos.

DE LOS JUECES

Bajo los dos primeros sistemas de procedimiento, hay dos clases de jueces:
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a) Los simples particulares designados para cada asunto, y cuya misión


termina en cuanto han pronunciado la sentencia;
b) Los jueces que componen los Tribunales permanentes.

1. De los jueces designados para cada asunto.- Se distinguen el judex, el arbiter


y los recuperatores.

a) Casi siempre la palabra judex se emplea en un sentido general para designar


indiferentemente el juez o el árbitro; pero en sentido propio, el judex difiere del
arbiter. Nunca había más de un juez para un asunto, uno judex; pero, en cambio,
se nombraba uno o varios árbitros: la ley de las XII Tablas exigía tres para las
acciones de partición. El proceso, que se reducía a la solución precisa de una
cuestión de derecho estricto, se llevaba delante del unus judex, y eran llamados
judicia. Se confiaba, por el contrario, a los árbitros los asuntos que eran
necesario apreciar según la buena fe, y donde era preciso tener poderes más
extensos, estos en los arbitria.
Estos jueces eran escogidos para cada proceso sobre las listas confeccionadas por
el pretor y puestas en el foro: de donde viene la calificación de selectis judices o
judices in albo relati. Primeramente eran elegidos entre los senadores pero después
se decidió que los jueces se tomasen del orden de caballeros y sus listas
comprendían unos trescientos al principio, aumentando poco. Para ser juez era
necesario tener veinte años, porque era una carga pública, como la tutela y no
podían excusarse sin causa legitima. Al principio las partes podían escoger el juez o
el árbitro de las listas expuestas y el magistrado solo ratificaba la elección.

b) Los Recuperadores, al parecer fueron establecidos para juzgar los procesos


entre ciudadanos y peregrinos. Estaban siempre en un número impar: tres, cinco
o más.

2. De los jueces permanentes.- Los jueces que componían Tribunales


permanentes eran los decemviri status judicandis y los centuviri.

Los decenviros juzgaban sobre los procesos relativos a la libertad y al derecho


de ciudadanía y se les encargó en alguna época de presidir el Tribunal de los
centuvirus.
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Los Centuvirus, al parecer, se componían de miembros elegidos por las 35


tribus, cada una nombraba tres. Había, por tanto 105 al principio, elevándose
después el numero a 180. Bajo el Imperio estaban divididos en cuatro secciones
llamadas consilia o hastae, porque tenian por insignia la lanza, hasta, símbolo de la
propiedad quiritaria.

Bajo el procedimiento extraordinario, los magistrados juzgan ellos mismos, no


existiendo ya, por consecuencia, jueces privados, aunque, sin embargo, los
magistrados pueden descargarse de los asuntos menos importantes y confiar el
examen a los judices pedanei. Estos jueces, escogidos en las listas, terminaron por
ser nombrados de antemano, siendo investidos de esta manera de una especie de
magistratura de orden inferior.

10.1 PROCEDIMIENTOS

DE LOS TRES SISTEMAS DE PROCEDIMIENTO

10.1.1 ACCION POR LA LEY

De las acciones de la Ley.- El sistema de las acciones de la ley se remonta al


origen mismo de Roma, quedó en vigor durante los seis primeros siglos.

Se entiende por acciones de la ley, legis actionis, ciertos procedimientos


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compuestos de palabras y de hechos rigurosamente determinados que debían ser


realizados delante del magistrado, bien fuera para llegar a la solución de un
proceso, o bien como vías de ejecución.

Tipos de Procedimientos:

1. La actio sacramenti
2. La judicis postulatio
3. La condictio
4. La manus injectio
5. La pignoris capio

El procedimiento de las acciones de la ley se distinguía por los caracteres siguientes:

1. Los ritos de cada acción se realizaban in jure delante del magistrado. Las partes
cuya presencia era necesaria procedían a sus riesgos y peligros.
2. Sólo se podía proceder a los ritos de las acciones de la ley durante los días
fastos. Sin embargo la pignoris capio podía realizarse aun en un día nefasto, y
fuera de la presencia del magistrado;

3. Este procedimiento, al parecer, se reservó a los ciudadanos romanos;

4. Nadie puede en asuntos de justicia figurar por otro, pero en la práctica, el


empleo del adstipulator atenúa los inconvenientes de esta regla aunque, sin
embargo, se hacía excepción en los casos siguiente:
a) Pro libertae, cuando un ciudadano tratado como esclavo reclama la libertad, no
puede sostener una acción en justicia. Pero puede hacerse reemplazar por una
persona libre, que hace el papel de adsertor libertatis.
b) Pro Populo, cuando los intereses del pueblo, considerando como persona moral,
deben defenderse en algún proceso
c) Pro tutela, si el tutor sostiene en justicia los derechos del pupilo infans
d) Ex lege Hostilia, cuando un ciudadano cautivo o ausente en interés del Estado
ha sido víctima de un robo: esta ley permite a un tercero ejercitar para el la
acción furti.
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5. El objeto de la condena es pecuniario.

PROCEDIMIENTO DE LAS ACCIONES DE LA LEY.-

Las cinco acciones de la ley tenían lugar delante del magistrado, salvo alguna
vez la pignoris capio, con el cumplimiento de los ritos determinados, de los cuales
algunos ya nos han sido revelados por Gayo.

Marcha del Proceso.- El proceso empieza por el acto que tiene por objeto llevar a las
partes delante del magistrado. Se opera con una sencillez totalmente primitiva. Es el
mismo demandante quien ordena a su adversario seguirle in jus diciendo: In jus
sequere o In jus te voco.

El demandante debe obedecer y acudir a la reunión, o dar un vendez que


garantice su presencia en el día fijado. De lo contrario, el demandante toma testigos, de
su resistencia. El domicilio del demandado es para él un asilo inviolable.

Llegadas las partes delante del magistrado, y después de haber expuesto el


asunto, tienen que cumplir el rito de la acción de la ley que se aplica en el proceso. Más
tarde se procede a la designación de un juez, lo cual, al principio, se hacía
inmediatamente. Pero después se determinó 30 días para la elección del juez. Para
garantizar su nueva presencia delante del magistrado, las partes establecían ciertas
cauciones, vades, y este compromiso se llamaba vadimonium.

Una vez designado el juez, las partes se comprometían a comparecer al tercer


día delante de el.
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Todo era oral, los presentes al juicio eran los testigos, los cuales las partes en
caso de duda, podían ofrecer. La elección de testigos se le llamó litis contestatio, la
cual señalaba el fin de la primera instancia.

ESTUDIO ESPECIAL DE CADA ACCIÓN.-

1. Actio Sacramenti.- El nombre de esta acción procede de un rasgo que le es propio.


Las partes hacen una apuesta, y la suma apostada se llama sacramentum, porque la
puesta de la parte que pierde el proceso se consagra a las necesidades del culto.
Cualquiera que sea el objeto del litigio, la actio sacramenti es el procedimiento de
derecho común, y debe emplearse todas las veces que la ley no ha sometido
expresamente el asunto a otra acción. El rito de la actio sacramenti variaba según la
naturaleza del proceso.

a) Delante del magistrado, in jure, debían indicar siempre las partes el objeto del litigio.

b) Las partes provocan a la apuesta

c) La parte apostada era entregada primeramente y después comprometida por cada


parte en manos de los pontífices.

d) Después de la apuesta el pretor regulaba la posesión de la cosa en litigo a cada


parte.

II. Judicis postulatio.- Esta apareció para remediar algunos inconvenientes del
procedimiento. El dominio de esta acción se extendía a las acciones de partición y
fijación de límites y a la acción ad exhibemdum.
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III. Condictio.- Esta era para obligaciones de sumas determinadas y para toda
obligación de cosas ciertas.

IV. Manus injectio.- En toda condena, siendo pecuniaria era reconocido el demandado
condenado como deudor de una cantidad de dinero. El procedimiento de derecho
común organizado para forzarte a ejecutar la condena era la manus injectio. Treinta
días le estaban concedidos para liberarse; si dejaba pasar este término sin haber
pagado, quedaba expuesto a los rigores de la manus injectio. Podía liberarse de la
acción nombrando un vindex (tercero que paga por el deudor).

V. Pignoris capio.- Es un procedimiento por el cual el acreedor toma a título de


garantía ciertos hechos del deudor para obligarle a pagar su deuda. Se componía de
palabras solemnes, las cuales ignoramos. Era en ausencia del magistrado y casi
siempre en ausencia también del adversario, aunque fuera en un día nefasto.

Destino de las acciones de la ley.- El riguroso formulismo de las acciones de la ley


las había hecho odiosas. Porque no se presentaban tantas solemnidades corrían las
partes el riesgo de perder los asuntos. Por esta razón apareció el procedimiento
formulario.

10.1.2 FORMULARIO

DEL PROCEDIMIENTO FORMULARIO.-

Se llamó así porque el magistrado redacta y entrega a las partes una fórmula, es
decir, una especie de instrucción escrita que indica al juez la cuestión a resolver,
dándole el poder de juzgar. Es también designada con el nombre de procedimiento
ordinario, porque el magistrado no juzga por sí mismo más que en casos
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excepcionales.

Del procedimiento “in jure”

1. Comparecencia de las partes.- Es siempre necesario que las dos partes


comparezcan delante del magistrado, para que la instancia pueda organizarse.
Podían hacerse comparecer por mandatarios. El mandatario se hacía el amo del
proceso y por tanto, la condena debía pronunciarse a su favor, cuando figurase
en nombre del demandante; o contra el, si estaba encargado de los intereses del
demandado.

2. Actionis editio y debates in jure. - Estando las partes in jure, el demandante


expone su pretensión y designa sobre el edicto la acción que quiere ejercitar,
pidiendo que le sea entregada la fórmula. Los debates se abren enseguida.
Empieza con la designación del juez.

Composición de la Fórmula.-

La fórmula es una instrucción escrita redactada por el magistrado en términos


sancionadas per concepta verba., y por la cual, después de haber indicado al juez la
cuestión a resolver, le concede el poder de condenar o absolver al demandado.

Contenido de la fórmula:

I. Parte principales.-

a) La demonstratio.- se coloca al principio de la fórmula, en seguida de la


denominación de juez. Consiste en una corta exposición de hechos, e
indica el fundamento del derecho, la causa del litigio;
b) La intentio.- Es la parte donde se indica la pretensión del demandante, la
cuestión misma del proceso que se encarga de resolver el juez. Puede
ser certa e incerta.
c) La condemnatio.- Es la parte de la fórmula que concede al juez el poder
de condenar o absolver al demandado
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d) La adjudicatio.- Solo se encuentra en las acciones familiares, de común


dividendo. Permite al juez hacer atribuciones de propiedad y constitución
de derechos reales en beneficio de las partes sobre los asuntos
comprendidos en el proceso. Le da también el poder de condenar, y la
fórmula se compone de cuatro partes

II. Partes accidentales de la fórmula.-

a) De las excepciones.- El demandado puede sostener la pretensión del


demandante pero alegando que hubo un motivo sacado de una consideración
extraña a la intentio, no debiendo ser condenado; La excepción se coloca por
regla general seguida de la intentio, bajo la forma de una condición negativa.
b) Réplica, Duplica y Tríplica.- Excepciones de las partes al haber motivos que
orillaron a realizar ciertos actos o hechos.
c) De las prescripciones.- Eran las partes escritas a la cabeza de la fórmula.
Precedían y reemplazaban algunas veces a la demonstratio ya sea en interés
del actor o del interés del demandado.

De la litis contestatio.- Cuando los debates sobre la composición de la fórmula han


tenido fin, el pretor la redacta, entregándosela al demandante. Éste, en presencia del
magistrado, se la comunica al demandado, que debe aceptarla. Si la rehúsa,
impidiendo de esta manera el proceso seguir su curso, se exponer a las rigurosas
medidas ordenadas contra el indefensus. Si la acepta, el acuerdo de las partes para
que sea examinado por un juez el litigio pone fin al procedimiento in jure. Este es el
momento de la litis-contestatio.

Efectos de la litis-contestatio.- Transforma el derecho primitivo del demandante. Por


una parte, crea entre las partes una obligación nueva y especial, que entonos los casos
en la misma, y en virtud de la cual, el demandado está sujeto al demandante para
seguir el curso del proceso y la condena, si tiene lugar. Por otra parte, el derecho que
el demandante ha hecho valer en justicia queda agotado, y no puede hacerlo objeto de
un nuevo proceso.

Del procedimiento “in judicio”


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1. De la misión del juez.- La segunda fase del proceso se realiza delante


del juez. Su misión consiste en examinar el asunto puesto en la fórmula
en comprobar los hechos que se relacionan, y en hacer la aplicación de
los principios de Derecho puestos en juego, Termina el proceso en una
sentencia.
2. Debates y pruebas.-Cuando las partes comparecen en el día señalado
los debates se entablan regularmente, y consisten en los informes de los
abogados y en el examen de las pruebas que cada uno pretendía hacer
valer en apoyo de sus alegaciones.

Los modos de prueba consisten en:

1. Escritos instrumentos
2. Testigos
3. Juramento

De los diversos partidos que puede tomar el juez:

1. Si el asunto no le parece claro, no tiene obligación de pronunciarse.


2. Pronuncia la sentencia de absolución, si el demandante no ha podido justificar
su pretensión o si, el demandado ha hecho la prueba de una excepción que
paraliza la demanda;
3. En fin, pronuncia una sentencia de condena si la intentio es aprobada sin
haberse opuesto ninguna excepción.

Consecuencias de un error en la demanda.-

Si el demandante cometía un error al exponer su pretensión, cuyo error pasara a


la fórmula, el juez no tiene el derecho de corregir esta inexactitud y debe estatuir según
la fórmula. El demandado puede volver a comenzar el proceso, porque su derecho no
ha sido deducido en justicia y queda todo entero. Al contrario, el error podía tener
consecuencias más graves en caso de plus-petitio y de minus-petitio.
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De la plus-petitio.- El demandante hace una plus-petitio cuando reclama más de lo


debido. Si el demandante ha expresado en la intentio de la fórmula una pretensión
exagerada, arriesga la caducidad de su derecho. Solo puede ocurrir en una intentio
certa.

De la minus petitio.- Existe cuando el demandante solo ha reclamado en una intentio


certa, una parte de lo que es debido. Solo obtiene lo que pide; pero no consume más
que una parte de su derecho, y puede obrar aun por el resto.

De los efectos de la sentencia.- La sentencia termina el procedimiento in judicio,


como la litis-contestatio lo termina in jure. Pone fin a la misión del juez, y para la
ejecución de la sentencia hay que dirigirse al magistrado que es quien solamente tiene
el imperium. Puede escribirse de antemano pero el juez debe siempre pronunciarla en
alta voz y públicamente.

Los efectos de la sentencia se unen íntimamente a los litis-contestatio:

1. Lo mismo si el Juez absuelve o condena al demandado, la sentencia extingue de


pleno derecho la obligación contraída en la litis contestatio;
2. En caso de condena, crea una nueva obligación, a cargo del demandado, esto
es: hacer lo que ha sido juzgado.
3. El derecho primitivo del demandante queda después de la sentencia en el
estado que le coloco la litis contestatio, es decir extinguido ipso iure o paralizado
por una excepción, que no solamente esta fundada en la deducción de este
derecho de justicia, sino que en lo sucesivo ya hay sobre ellos cosa juzgada.

Vías de Recurso.- Hasta el final de la República la sentencia tenía fuerza de cosa


juzgada, en seguida de ser pronunciada, y las partes no podían atacarla para obtener
una nueva decisión de alguna otra jurisdicción. Pero bajo el Imperio quedó abierta una
vía de recurso para todos los casos contra las sentencias: es la apelación que permite
hacer reformar la decisión del juez y de obtener una nueva decisión.
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1. Revocatio in duplum.- La sentencia dada violando la ley es nula.


2. In integrum restitutio.- El demandante o demandado que se creyese lesionado
por una sentencia podía obtener del magistrado la in integrum restitutio.
3. Appelatio.- La parte que entabla apelación de una sentencia debe dirigirse al
magistrado que haya entregado la fórmula.

Vías de ejecución.- El deudor desfruta de un término de sesenta días para ejecutar la


condena. Una vez expirado el termino, y en caso de no estar pagado el acreedor puede
comenzar la ejecución, a lo que puede proceder, ejercitando delante del magistrado la
acción judicial.

De la cognitio extraordinaria.- El procedimiento ordinario no era aplicable a todos los


asuntos. A veces el magistrado, en lugar de enviar a las partes delante de un juez,
decidía el mismo la disputa sin organizar el judicium. El proceso, entonces se llamaba
una cognitio extraordinaria.

Del procedimiento extraordinario.- Hacia el final de la época clásica, las cognitiones


extraordinarias se multiplicaron, sobre todo en las provincias. Los presidentes de las
provincias fueron obligados a conocer de los asuntos, sin embargo, era muy tardada la
resolución de los mismos, ya que si los presidentes tenían tiempo resolvían. De ahí se
derivó el procedimiento extraordinario.

Comparecencia de las partes.- Se emplea más que nada la litis denuntiatio. Ya tenía
un carácter público y un oficial la redactaba habiéndola llegar al demandado. Las partes
podían comparecer ellos mismos por conducto de sus representantes legales

Marcha general de la instancia.- El rasgo característico de este procedimiento es que


instancia ya no se divide, ni siquiera hay formula, pues todo ocurre delante del
magistrado, que es quien juzga.
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a) la litis contestatio tiene lugar en lo sucesivo, cuando las partes han


expuesto ya el asunto, delante del magistrado
b) En el examen de la causa se admitían también los mismos medios de
prueba.
c) La sentencia es escrita, se lee en público y se transcribe en un registro.
La condena no es ya por necesidad pecuniaria, y recae, cuando es
posible, sobre la misma cosa.

Vías de recurso.- Solo quedaron la in integrum restitutio y la apelación.

Vías de ejecución.-

a) Si la sentencia recae sobre la misma cosa, el magistrado puede hacerla ejecutar


por fuerza, a menos de existir imposibilidad.
b) Si la ejecución es imposible naturalmente o si se trata de una condena
pecuniaria, se puede recurrir a que el deudor garantiza o que entre a la cárcel.

De las acciones.- Las acciones se dividen en:

1. acciones in rem. sanciona cualquier otro derecho, derecho real, de sucesión o


de familia.
2. acciones in personam. Sanciona toda clase de obligación.

De las acciones según su fuente se dividen en:

1. acciones civiles se conceden por el Derecho Civil y el magistrado que da la


fórmula no hace más que aplicar el Derecho. (la rei vindicatio, negatoria,
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confesoria y la petición de herencia)


2. acciones honorarias o pretorianas. Son aquellas que establece el magistrado en
virtud de su jurisdictio.

De la rei vindicatio.- Gracias a esta acción un propietario desposeído puede hacer


valer contra todo detentador su derecho de propiedad para obtener la restitución de la
cosa que le fue quitada.

De la acción negatoria.- Se da al propietario de una cosa contra toda persona que


atente a su propiedad, ejercitando una servidumbre sobre esta cosa, con el fin de hacer
constar que no tiene derecho.

De la acción confesoria.- Es la sanción del derecho de servidumbre. El demandante


que ejercita estación sostiene que posee el derecho de servidumbre personal sobre
una cosa de la cual es poseedor del demandado, o bien que, en cualidad de propietario
de un fundo, tiene el derecho de ejercer una servidumbre predial sobre el fundo vecino.

De la petición de herencia.- Esta acción sanciona el derecho del heredero civil y por
ella el demandante quiere hacer reconocer en justicia su cualidad de heredero. Es
pues, una acción que tiende a obtener una sucesión a título particular. Está
generalmente sometida a los mismos principios que la rei vindicatio.

De las acciones in rem pretorianas.- Las acciones in rem pretorianas son en exceso
numerosas, comprendiendo las:

a) acciones ficticias.- Son acciones in rem, civiles, extendidas,


gracias a una ficción, fuera de su esfera ordinaria de aplicación. La
única que merece el estudiarla es la acción publiciana.
b) las acciones in factum. Sancionan los derechos reales
pretorianos; tales son la acción vectigalis, serviana, cuasi-serviana
e hipotecaria.
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De la acción publiciana. Cuando una persona estaba en vías de usucapir una cosa de
la cual venía a perder la posesión, no podía ejercitar la rei vindicatio para hacérsela
restituir.

De la acción cuasi-serviana e hipotecaria. Es la sanción real de hipoteca, y es dada


al acreedor hipotecario que no haya sido pagado al vencimiento para reclamar la cosa
hipotecada, en cualquier mano que se encuentre, y forzar al poseedor a entregarla, si
no prefiere pagar la deuda.

Las acciones perjudiciales tienen por objeto hacer resolver judicialmente ciertas
cuestiones de derecho o de hecho cuya solución puede ser útil al demandante, en vista
de un proceso ulterior; de donde procede el nombre de praejudicia o acciones
prejudiciales.

De las acciones in personam civiles.- Las acciones in personam civiles son las que
sancionan las obligaciones nacidas de los contratos, de los cuasicontratos y de la
mayor parte de los delitos.

De las acciones in personam pretorianas.- Son también muy numerosas. Por una
parte, el pretor daba algunas veces las acciones civiles, extendidas con ayuda de una
modificación en la formula a personas que no podían ejercitarla directamente. Tales
eran las acciones concedidas al poseedor y al detentador y las acciones concedidas en
razón de los contratos celebrados por personas alieni iuris contra el jefe de familia. Por
otra parte había creado una enormidad de acciones nuevas, entre ellas, la acción
pauliana, la acción de dolo y la acción metus causa, la acción de eo quo certo loco, la
acción pecuniae constitutae, la acción jurisjurandi, las derivadas de delitos como la
acción furti manifesti, la acción vi bonorum raptorum, acciones derivadas de
cuasidelitos y otras.
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De la acción pauliana.- Se da a los acreedores para hacer rescindir los actos que
hubiese realizado fraudulentamente el deudor en su perjuicio.

De la acción de dolo.- Por esta la víctima puede obtener una reparación.

De la acción metus causa.- El pretor concedía a la persona lesionada por un acto


realizado bajo el imperio de la violencia recursos análogos a los que había creado
contra el dolo era: una acción, una excepción y la in integrum restitutio.

De la acción de eo quo certo loco.- Cuando se ha fijado un lugar para la ejecución de


una obligación, el acreedor tiene esta acción, siempre y cuando sea incierta la cantidad
que se debe.

Acciones “rei persequendae causa” penales y mixtas.- Esta división se refiere al


objeto de las acciones, según el fin que quiera alcanzar el demandante al ejercitarlas.
Si la acción tiende a hacer entrar en su patrimonio un valor que ya no tiene, sin
procurarle enriquecimiento, se dice que está dada rei persequedae causa. Si la acción
tiende a enriquecer al demandante, que reclama una satisfacción o una suma en dinero
a título de pena, resulta penal. En fin, si la acción reúne estos dos elementos, haciendo
obtener a la vez al demandante rem et penam, entonces es mixta.

Acciones del simple, del doble, del triple y del cuádruplo.- Esta división está
fundada sobre la relación que existe entre el interés del demandante, afirmando en la
intentio de la fórmula y la cantidad fijada por la condemnatio.

Acciones de buena fe, acciones de derecho estricto.- Esta división procede de la


extensión de los poderes que la fórmula concede al juez.
Mtra. Bertha Alicia
Guillen Vitela

De las acciones arbitrarias.- Desde el punto de vista de los poderes del juez, se
distinguen acciones por un carácter especial: éstas son las acciones arbitrarias. En
dichas acciones, el juez tenía un derecho propio, llamado arbitrium, En virtud del cual,
antes de pronunciar la condena, fijaba equitativamente las satisfacciones debidas por el
demandado, y le daba orden de suministrarlas al demandante.

10.3 EXCEPCIONES

EXCEPCIONES.- Modos de defensa que no contradice directamente la pretensión del


demandante.

División.- Civiles o pretorianas por razón de su origen, pero existían otras divisiones:

1. Unas están fundadas en la equidad y otras se justifican por


consideraciones de utilidad general
2. Rei cohaerentes o personae cohaerentes, La primera se da en razón de
la persecución ejercida. La segunda solo pertenece a una persona
determinada, única que puede usarla, pues no pasa ni al fiado ni a ningún
otro obligado.
3. Excepciones perpetuas o perentorias y las temporales o dilatorias. Era su
principal efecto es siempre el de impedir o por lo menos modificar la
condena.

DE LOS INTERDICTOS.- Eran unas decisiones dadas por el pretor o por el presidente
de una provincia para cortar ciertas disputas y por las cuales ordenaba o defendía
alguna cosa. Estas decisiones eran formulas en términos imperativos.

Clasificación.-

1. Prohibitorios, restitutorios y exhibitorios.- Los primeros consisten en una


defensa, los segundos y terceros llamados también decreta son los que ordenan
alguna restitución o una exhibición.
Mtra. Bertha Alicia
Guillen Vitela

2. Simples y dobles.- En el simple cada parte juega un papel distinto: hay un


demandante y un demandado y la condena solo puede llegar al demandado. En
el doble sucede lo contrario, pues resulta igual la situación de los adversarios, y
es de cada uno, a la vez demandante y demandado, pudiendo también recurrir
en la condena.

Del derecho sagrado, del derecho público y del derecho privado.

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