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La psicología clásica define la inteligencia como la habilidad para responder a las cuestiones de
un test de inteligencia, y parte del supuesto que el llamado factor G (inteligencia general), no
cambia mucho con la edad, con el entrenamiento y con la experiencia. Se trata de un atributo
innato, de una facultad del individuo. Esta definición, prácticamente explica muy poco a cerca
de su utilidad práctica. El problema con la concepción tradicional de la inteligencia, es que se
encuentra limitada a factores lógico matemáticos y de habilidades de razonamiento lingüístico,
que son procesos que definitivamente no abarcan al ser humano total y que no se pueden
generalizar a una puntuación que abarque todo el potencial de una persona. Para responder a
esta pregunta de manera útil, se han examinado una amplia serie de fuentes, las cuales nunca
se habían considerado en forma conjunta. Una de esas fuentes es la que investiga el desarrollo
de diferentes tipos de capacidades en los niños normales, otra muy importante es la información
a cerca de cómo esas capacidades se abren paso bajo condiciones de lesiones cerebrales, una
fuente más es el conocimiento de la especialización de los hemisferios cerebrales y la
neuropsicofisiología.
La conclusión que encuentra Howard Gardner, es:
Una inteligencia implica la habilidad necesaria para resolver problemas o para elaborar
productos que son de importancia en un contexto cultural o en una comunidad determinada. La
capacidad para resolver problemas permite abordar la situación en la cual se persigue un
objetivo, así como determinar el camino adecuado que conduce a dicho objetivo. La creación de
un producto cultural es crucial en funciones como la adquisición y la transmisión de
conocimiento o la expresión de las propias opiniones o sentimientos. Los problemas a resolver
van desde crear el final de una historia hasta anticipar un movimiento de jaque mate en ajedrez,
pasando por remendar un edredón. Los productos van desde teorías científicas hasta
composiciones musicales, pasando por campañas políticas exitosas, es decir, abarcan todos la
amplia gama de actividades humanas.
INTELIGENCIA EMOCIONAL
Aunque el término de inteligencia emocional lo crean Salovey y Mayer, es Daniel Goleman
a través de su obra “Inteligencia Emocional” quién difunde por diversos países esta nueva
visión de la inteligencia humana, convirtiéndola en un bett-seller mundial.
La inteligencia emocional no surge al azar, son muchos los antecedentes que provocan el nuevo
término de la inteligencia emocional. Como punto de partida, están las diferentes aportaciones
de los escritores e investigadores de las emociones con sus teorías de las emociones.
También las aportaciones de la terapia emocional juegan un papel relevante en la construcción
de este término, pero sin lugar a duda, el antecedente directo a la inteligencia emocional fue
Gardner con su teoría de las inteligencias múltiples, en la que distingue siete inteligencias:
musical, cinético-corporal, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal e
intrapersonal. Estas dos últimas son las que tienen que ver con la inteligencia emocional. Según
Goleman, inteligencia emocional es un nuevo concepto, que incluye la habilidad para motivarse
y persistir frente a las frustraciones, controlar impulsos y demorar gratificaciones, recular los
estados de humor, desarrollar la empatía…
La inteligencia emocional es una meta-habilidad, una habilidad de la vida, que tendría que ser
educada y desarrollada. Goleman, citando a Salovey y Mayer, expone cuatro principios
básicos de la inteligencia emocional:
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El control de las emociones Goleman en su obra La práctica de la inteligencia emocional aplica
estos cuatro principios a la formación profesional continuada, estableciendo un marco de la
competencia emocional en dos grandes factores con sus respectivas dimensiones.
Competencia personal
Conciencia de uno mismo
Autorregulación
Motivación
Competencia social
Empatía
Habilidades sociales
Estas aportaciones de Goleman, junto con otros investigadores de la materia son una fuerte
influencia en el concepto y desarrollo de la educación emocional como posteriormente se
observará.