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02
Jesús en el contexto del pueblo
judío
T04
Cristología
Algunos creyeron que actuaba como un profeta (Mc 6,15; 8,27), eso en una época
en que las vocaciones proféticas eran muy raras. Pero, al mismo tiempo se
presentaba como alguien muy superior a un profeta (Mt 12,41: “más que Jonás”). No
hablaba por encargo, como hacían los profetas que hablaban en nombre de Dios.
No utilizaba la fórmula profética del mensajero: “así dice Yahvé…”, sino con
autoridad propia: “amén” o “pero yo os digo”. Sus discursos van acompañados de
signos, acciones carismáticas (exorcismos, curaciones de enfermos, perdón de los
pecados). Era tenido por hijo de David (Rm 1,3; Mc 10,47s).
Su conducta rompió los esquemas de la sociedad. El conflicto que tuvo con las
autoridades se dio por la simultaneidad entre su autoridad y poder (él se
consideraba enviado por Dios) y su conducta y actitudes (consideradas como no
mesiánicas ni proféticas). Los doctores afirmaban que estaba endemoniado (Mc
3,22; Lc 11,15); sus familiares más próximos decían que había perdido la razón (Mc
3,21), y Herodes Antipas, rey de Galilea, se burló de él teniéndolo por loco (Lc 23,6-
12); los saduceos, sus acérrimos enemigos, lo denunciaron ante Pilato como
revolucionario; Pilato lo hizo ajusticiar como un pretendiente mesiánico de los
celotas (Mc 15,1-3.26).
Evidentemente fue un hombre que no encajó en esquemas preestablecidos y al que
no se le puede encuadrar en ninguna de las categorías antiguas o modernas.
escapa a la comprensión humana, sobre el tiempo que sólo Dios conoce (Lc
17,20s; Mc 13,32).
Relación de Jesús con los fariseos. Era un movimiento laico compuesto de
artesanos y campesinos, animados por la noble idea de hacer compaginar todos
los campos de la vida con la voluntad de Dios. De ahí que interpretasen la Torá
de forma minuciosa y casuística, considerándola obligatoria. Los fariseos, en el
Gran Consejo, tenían una influencia limitada, pero gozaban de gran prestigio
entre el pueblo llano, al que querían ganar para una vida separada del mundo
impuro. En los evangelios aparecen como los enemigos por antonomasia de
Jesús; pero más bien se trata de que, después del año 70, el judaísmo farisaico y
rabínico tomó la dirección religiosa y se enfrentó hostilmente a las comunidades
cristianas. Los fariseos fueron los interlocutores críticos más importantes de
Jesús, quien contó con algunos amigos entre ellos (cf. Lc 11,37; 14,1-6; Mc
15,42-47). Jesús los tomó en serio, y ellos lo tomaron en serio. Porque ambos
buscaban hacer la voluntad de Dios. Pero, como Jesús se apartaba radicalmente
de la manera de entender la Ley de Moisés, entró en conflicto con ellos y con los
doctores bíblicos (cf. Mc 7,11-13; Lc 11,42).
4. Conclusiones
Jesús no procedía de un determinado grupo ni de una dirección determinada
del judaísmo ni pertenecía a ellos, aunque los conocía.
No fue un ciudadano del orden constituido ni un revolucionario político,
procediendo siempre con gran libertad por encima de los esquemas
preestablecidos.
Se comprometió a fondo y de una manera práctica a favor de los
despreciados, los débiles, los marginados, los pecadores.
Se dirigió a todo el pueblo (incluidos los piadosos) y los exhortó a la
conversión.
El trabajo de este tema consiste en comprobar todas y cada una de las citas
indicadas en el texto. Es la manera de tener conocimiento de la persona de
Jesús. ¿A qué conclusiones has llegado tú personalmente después de haber
trabajado este tema?"