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EVALUACIÓN DE LA POLÍTICA DE
ATENCIÓN AL ABANDONO ESCOLAR
EN EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR
Índice de Gráficas
Gráfica 1. Evolución de la población en edad de cursar la educación secundaria (12-14
años) Millones de personas ....................................................................................... 43
Gráfica 2. Cobertura del Sistema Educativo en Secundaria ............................................. 45
Gráfica 3. Cobertura en EMS, 2000-2023 ......................................................................... 45
Gráfica 4. Composición del Sistema de EMS .................................................................... 47
Gráfica 5. Distribución de alumnos en EMS por tipo de sostenimiento de los planteles y
entidad federativa, 2013-2014 ................................................................................... 48
Gráfica 6. Cobertura en EMS por entidad federativa y periodo escolar, 2000-2014 (%) .... 49
Gráfica 7. Interrupción y eficiencia terminal en EMS , 2000-2025 ..................................... 50
Gráfica 8. Matrícula en EMS y población en edad de cursarla 2000-2025 (millones de
personas) ................................................................................................................. 51
Gráfica 9. Tasa de deserción en EMS por entidad federativa y ciclos escolares, 2000-2015
.................................................................................................................................. 52
Gráfica 10. Marginación y tasa de interrupción escolar por entidad federativa, 2013-2014
.................................................................................................................................. 53
Gráfica 11. Abandono escolar en EMS por sexo, 2013-2014 ............................................ 54
Gráfica 12.Tasas de Interrupción en EMS por modalidad de bachillerato, 2000-2016 ....... 55
Gráfica 13. Principales razones de la interrupción escolar en EMS , 2011 ........................ 56
Gráfica 14. Principales causas de interrupción en la EMS por sexo, 2011 ........................ 56
Gráfica 15. Principales causas para abandonar la EMS por nivel de ingreso, 2011 .......... 57
Gráfica 16. Porcentaje de estudiantes de EMS que manifestaron contar con beca, por decil
de ingreso en el hogar, 2014 ..................................................................................... 61
Gráfica 17. Instituciones que otorgan las becas para los estudiantes de EMS 2014 ......... 62
Gráfica 18. Evolución de las becas otorgadas por el Programa Oportunidades en EMS,
2011-2016 (miles) ..................................................................................................... 65
Gráfica 19. Participación de estudiantes con beca PROSPERA en la matrícula total por
entidad federativa, 2014-2015 ................................................................................... 66
Gráfica 20. Gasto ejercido en los programas de becas de la SEMS .................................. 71
Gráfica 21. Beneficiarios de becas PROBEMS por subsistema federal 2009-2012 ............ 72
Gráfica 22. Becarios de PROBEMS por subsistemas estatales Trimestres 2009/III-2012/IV
.................................................................................................................................. 72
Gráfica 23. Programa Nacional de Becas para EMS, Distribución por entidad federativa
2010-2015 ................................................................................................................. 73
Gráfica 24. Tasa de interrupción escolar y porcentaje de la cobertura en EMS que contó con
beca Síguele 2011-2012 ........................................................................................... 74
Gráfica 25. Tasa de abandono escolar en EMS 2008-2009 a 2015-2016 ......................... 75
Gráfica 26. Evolución del gasto programable del Poder Ejecutivo Federal 2044-2015
(millones de pesos) Base 2004 ............................................................................... 199
Gráfica 27. Evolución del gasto programable del Poder Ejecutivo Federal por función, 2003-
2017 (millones de pesos) ........................................................................................ 200
Gráfica 28. Participación porcentual del gasto en educación dentro de la función de
desarrollo social 2003-2017 .................................................................................... 200
Gráfica 29. Variación en el presupuesto de las funciones de desarrollo social (2016/2015)
................................................................................................................................ 201
Gráfica 30. Variación porcentual en el Presupuesto de Educación por nivel educativo
(2016/2015) ............................................................................................................. 202
Gráfica 31. Evolución del Presupuesto para Educación Media Superior 2010-2016 (millones
de pesos) ................................................................................................................ 203
Gráfica 32. Variación en los recursos asignados a los programas operados por la SEMS en
el PPEF 2017 ............................................................................................................ 207
Gráfica 33. Programa de Becas para la EMS, distribución de becas por entidad federativa
2013-1er semestre 2016 (promedios de los cuatro trimestres de cada año y los dos
primeros de 2016) ................................................................................................... 208
Gráfica 34. Evolución de la matrícula en EMS y de la población de 15 a 17 años ........... 214
Gráfica 35. México, evolución de la población por grupos de edad 11 a 14 y 15 a 17 años
................................................................................................................................ 233
Gráfica 36. México, matrícula en educación secundaria por grado académico .............. 234
Índice de Cuadros
Pierre Bourdieu empieza una de sus primeras obras ([1993] 2013), al referirse a los “lugares
difíciles de describir y pensar”, esos, donde se obliga a convivir a las personas que todo las
separa: la incomprensión mutua, el conflicto latente o declarado, la colisión de intereses,
las disposiciones y estilos de vida, etc. Uno de esos lugares afirma, son los establecimientos
escolares, donde no sólo basta hacer recuento de los diferentes puntos de vista que habitan
ese espacio ─de género, generacionales, de poder─, sino de lo trágico que nace de esa
contraposición, como razón social fundante de nuestro mundo; es la escuela, un lugar de
reproducción y de innovación; de aprendizaje y de restricción; de socialidad y de
aislamiento. Es un sitio de permanente contradicción, donde todo mundo se cree con la
autoridad para opinar sobre lo que se debe hacer, los padres, los profesores, las
autoridades, los políticos, los sindicatos, los académicos; pero, pocas veces los propios
estudiantes.
En este lugar de cruce de miradas, el trabajo que aquí se presenta tiene como objetivo
precisamente hacer un recorrido por esos diversos puntos de vista, teniendo como eje
central, revisar las perspectivas en torno al desarrollo de un proceso que creció junto con
la masificación de la enseñanza, llamado de múltiples formas: deserción, abandono,
desafiliación, interrupción. De la misma manera, se han diseñado diversas fórmulas para
medirlo y concomitantemente para combatirlo, la mayoría de las veces con poco éxito.
Las políticas públicas han pasado de una mirada simple, a una perspectiva cada vez más
compleja que no logra establecer prioridades, porque en los nudos gordianos lo difícil es
seguir la madeja, y no cuál hilo es el más importante. De la misma forma, el trabajo de un
sólo actor tiene pocas probabilidades de lograr éxito; la confluencia de acciones es una
posibilidad, pero se requieren tantos acuerdos que el caminar se vuelve lento. Mientras, el
problema de los que se siguen quedando en ese andar se mantiene y, no son pocos.
Este proyecto tiene como marco el convenio celebrado entre el Instituto Nacional de
Evaluación Educativa (INEE) y la Universidad Nacional Autónoma de México a través del
Seminario de Investigación en Juventud (SIJ-UNAM), y consiste en el análisis de la política
pública desarrollada por el Gobierno Federal en articulación con instancias estatales e
instituciones educativas contra la interrupción de la trayectoria escolar, de manera
particular, la implementación de la estrategia integral Yo no abandono. Movimiento contra
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el abandono escolar. El análisis procura dar cuenta del desarrollo de estos programas y
acciones desde una perspectiva cualitativa que recupere las condiciones institucionales, los
procesos administrativos, así como las percepciones subjetivas y de acción de los actores
involucrados en el diseño, instrumentación y operación de dicha política, así como de quien
se directamente beneficiado o afecta por estas acciones, es decir los jóvenes estudiantes.
Objetivo general
Objetivos específicos
Para lograr estos objetivos, se diseñó una metodología de tipo cualitativo basada en
entrevistas y etnografías de ocho planteles en cuatro entidades federativas: Ciudad de
México, Estado de México, Guanajuato y Veracruz; realizando entrevistas
semiestructuradas en cuatro niveles: funcionarios federales y estatales; directores de
planteles y coordinadores de los programas; tutores y docentes; y estudiantes (ver Anexo
I).
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Por lo tanto, evaluar las políticas de este tipo implica ir más allá de analizar su marco lógico,
de establecer una correlación de indicadores con sus metas o de ver si los resultados
concuerdan con los insumos. Cierto, llevamos a cabo algunas de estas técnicas, pero
creímos que, para encontrar el hilo de la madeja, teníamos que pensar de otra forma.
El primer asunto que hay que replantear es la implementación. No sólo es la vieja propuesta
top-down de las políticas públicas, que consiste en cómo se pone en funcionamiento o se
aplican los métodos o medidas para llevar a la práctica un proyecto, buscando a veces
ya ni siquiera la eficiencia, sino contentándonos con la eficacia. Hoy el tema de la
implementación tiene que ver con los actores, su percepción sobre lo que quieren hacer
y cómo lo quieren hacer; lo que Lipsky (1980) o Evelyn Z. Brodkin (2002; 2012) llaman la
burocracia de la calle (street level burocracy), que son quienes en última instancia
interpretan y operan las acciones públicas, de tal manera que, si hay una reforma educativa,
sólo funcionará si el maestro la desarrolla en el salón de clases, no hay más. Esto es
precisamente lo que tenemos que evaluar, si los docentes de la EMS se han apropiado de
los contenidos, estrategias, técnicas que se desarrollaron para ellos; sin olvidar que la
implementación es un espacio de negociación.
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El otro asunto son las redes de política pública, (Cabrero, 2013), “comunidades de política”
y las redes de proyecto o temáticas, que nos pueden decir cómo opera la organización de
apoyo o de resistencia a una determinada propuesta de política pública, que en las escuelas
es muy común de ver actuar, interviniendo en el debate sobre la orientación o las
modificaciones a una proposición o simplemente sin tomarlas en cuenta.
Estos son algunos de los temas que empezaron a surgir al momento de analizar las
entrevistas realizadas y ver la interacción de los tres niveles que permanentemente
interaccionan en la acción pública y que en inglés se denominan: politics, policy y polity. El
primero, referido al nivel de las estrategias de los actores (operational level); el segundo, a
la decisión gubernamental sobre itinerarios de acción (collective choice level) y; el tercero,
a la estructura de oportunidades de elección (constitutional level), (Cabrero, 2013);
directores, coordinadores y docentes intercambiándose papeles.
Con estas reflexiones apenas esbozadas, armamos este documento. Subrayando que no
son los cambios institucionales en sí mismos o los cambios sociales por sí solos, los que
transforman la acción pública de manera trascendente, es la forma como se combinan estos
procesos y cómo se amalgaman entre las interacciones de los sujetos individuales y
colectivos; esta es la historia de la educación en México, particularmente de la educación
media superior (EMS). Por eso empezamos haciendo un rápido recorrido histórico, porque
parte del problema actual es que las diferentes vertientes que conforman lo que conocemos
como bachillerato, fueron producto de las decisiones que hicieron actores e instituciones en
su momento, donde prefirieron armar un rompecabezas con pedazos de diferente origen,
en lugar de darle una personalidad a cada nivel. Su caracterización y la discusión sobre los
conceptos que se usan a veces de manera intercambiable para hablar de eso que nosotros
llamamos interrupción escolar, son las coordenadas de nuestro análisis en el Capítulo 1.
Terminado el enfoque macro, pasamos a darle voz a las perspectivas subjetivas de los
entrevistados en los cuatro niveles que planteamos: los funcionarios federales y estatales
que están involucrados en el desarrollo de las políticas públicas contra la interrupción
(Capítulo 4); seguimos con la voz de los directores de plantel y con los coordinadores
temáticos en cada una de las escuelas (Capítulo 5). Los siguientes actores y quizá las
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opiniones más interesantes fueron las de los docentes y/u operadores de esta estrategia
llamada Yo no abandono. Movimiento contra el abandono escolar y otras acciones
desplegadas con igual fin (Capítulo 6). Terminamos con los jóvenes estudiantes, quienes
nos señalaron las razones por las que incurren en situaciones de interrupción, los distintos
riesgos que caer en esto supone, el desconocimiento sobre las políticas, programas y
acciones institucionales desplegadas y sus propias propuestas para atender el problema
(Capítulo 7).
Finalmente, concluimos este trabajo haciendo una evaluación de los resultados, intentando
reconstruir además algunos elementos y procesos que no estaban contemplados en el
planteamiento original; pero dada la relevancia que mostraron a lo largo de la investigación,
es que consideramos oportuna su inclusión. Como todo estudio cualitativo, su pertinencia
y valor está en la detección de los procesos donde los sujetos actúan y donde vierten sus
acciones totalmente cargadas de narrativas de lo que consideran relevante y cargadas de
su experiencia.
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Hablar de la EMS en México es referirse a la historia de una intencionalidad que han tenido
multiplicidad de instituciones, y que convencionalmente llamaremos bachillerato. Es decir,
nos referimos a un nivel educativo con antecedentes desde el periodo colonial y cuyo origen
estuvo vinculado necesariamente a la educación superior, la mayoría de las veces, de forma
subordinada.
Es hasta la época independiente del país, por el año de 1826, que surge por primera vez la
distinción entre la educación primaria, la secundaria y la tercera; la secundaria implicaba
una serie de cursos que iban desde la gramática, latina y castellana, hasta geografía,
zoología, matemática y ciencia política, dejando para la tercera, los cursos de derecho,
teología y medicina. En 1830 Lucas Alamán intenta ordenar estos estudios especializando
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a los diferentes colegios: en San Idelfonso, las ciencias políticas, económicas y de literatura
clásica; en Minería, las ciencias físicas; en San Juan de Letrán, las ciencias médicas; y, en
el Seminario Conciliar, las ciencias eclesiásticas (Tanck, 2012).
Dos años después, se promulga una nueva ley casi en los mismos términos de la anterior,
con la diferencia que suprimía la enseñanza religiosa, con lo que se conforman los tres
elementos centrales de nuestra educación básica: obligatoria, laica y gratuita. En la
secundaria se revisó la organización de la ENP y se introdujeron nuevas asignaturas (latín,
griego, física y química), mientras que en la ESS se dio la opción para que las jóvenes
pudieran dedicarse a la docencia. En el reglamento formulado seis meses después
(diciembre de 1869), se estableció que el bachillerato se cursaría en cinco años en una
triple vertiente: estudios preparatorios para la carrera de abogado; estudios preparatorios
para las carreras de ingenieros, arquitectos, ensayadores y beneficiarios de metales; y,
1 Los aspirantes, conforme a la Ley Orgánica de la Instrucción Pública en el Distrito Federal, en las escuelas de
instrucción primaria del Distrito costeadas por los fondos públicos, debían contar con suficiencia de
conocimientos en los ramos de: lectura, escritura, gramática castellana, estilo epistolar, aritmética, sistema
métrico decimal, rudimentos de física, de artes, fundados en la química y mecánica práctica (movimiento y
engranes), dibujo lineal, moral, urbanidad y nociones de derecho constitucional, rudimentos de historia y
geografía, especialmente de México. (DOF, 2 de diciembre de 1867).
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El diseño de la ENP cuya base conceptual fue el positivismo y con un programa de estudio
de corte enciclopédico, buscaba “la preparación para la vida misma […] para desarrollarse
mejor en su existencia… [y que] condujeran a los estudiantes a hacerse hombres, en el
sentido más noble de la palabra…” según la Ley de 1869 (Castrejón, 1985), y si bien generó
desde el inicio una alta exigencia académica,2 la educación de los estudiantes y egresados
no tenía como característica principal su vínculo con el pueblo, el carácter individualista y
clasista de muchos de ellos predominaba aún en el periodo postrevolucionario (Mejía Z.,
1998; Bazant, 2012). La universidad, mientras, continuaba suprimida, sustituyéndola los
colegios donde se impartían las carreras (Larroyo, 1983; Bolaños, 1998).
Con esta estructura se diseñan los estudios de bachillerato que perdurarán, prácticamente,
hasta el periodo prerrevolucionario ─en 1896 se sanciona una nueva Ley que modifica
algunos de los cursos que se imparten, sobre todo añadiendo materias─; en muchos
estados, se forman varias escuelas preparatorias con el mismo modelo, de tal manera que
en 1900 ya existían 33 escuelas oficiales en el territorio nacional y otras 30 privadas, estas
últimas sobre todo para las jóvenes.
2Decía Gabino Barreda, el primer director de la ENP, que los estudios preparatorianos no preparaban al individuo
“para la vida social, sino para la vida eterna”, pues era común que a los estudiantes les diera el surmenage
(especie de estrés) por la tensión de los estudios (Bazant, 2012).
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Con mayor estabilidad en el país, a partir de 1920 viene una reconformación de la ideología
estudiantil y una estructuración de sus organizaciones. Uno de los conflictos más
significativos de esta etapa sucede precisamente cuando se hacen modificaciones al plan
de estudios de la ENP, eliminándose la división de materias en función de la carrera por
cursar, de tal manera que los estudiantes podían optar por cualquier materia que desearan,
generándose un desorden tal, que finalmente puso en la palestra la falta de definición que
ya en ese momento tenía la preparatoria: ¿Preámbulo de una carrera productiva?, ¿base
de una profesión? Vicente Lombardo Toledano, director de la ENP, convocó en 1922 al
Primer Congreso Nacional de Escuelas Preparatorias, con el fin de llegar a algunos
acuerdos y soluciones a la falta de coordinación y de definición pedagógica que
predominaba, pues si la ENP tenía problemas, las otras preparatorias en las diferentes
entidades de la República se encontraban en situaciones semejantes, o más preocupantes.
A raíz de esta reunión se elaboró un plan de estudios nuevo que se pretendía fuera general,
pues establecía un sistema de equivalencias, que permitiría la revalidación de estudios
entre diferentes bachilleratos (Castrejón, 1985); al proponérselo al Secretario de Educación,
José Vasconcelos, éste lo rechazó, lo que pospuso su aplicación. Este desencuentro se fue
profundizando ─en realidad era un conflicto político, pues Toledano apoyaba la candidatura
de Plutarco Elías Calles a la presidencia en contra de las aspiraciones de Vasconcelos─ y
llegó al estudiantado, que después de unos sucesos desafortunados entre la policía y las
protestas juveniles, acabó en una huelga. Al quedar en medio del conflicto, Antonio Caso
renunció a la rectoría de la Universidad el 28 de agosto de 1923. Las clases se reanudarían
el 17 de septiembre, después de la intervención del General Álvaro Obregón, presidente de
la República, de nuevos nombramientos y de una discusión sobre la necesidad de
autonomía de la Universidad Nacional (Marsiske, 2012).
en tanto que los bachilleratos en su mayoría estaban reservados para los jóvenes de las
clases privilegiadas.
Hasta aquí podemos apreciar que nadie se plantea el asunto de la deserción como un reto
a superar: finalmente, el acceso a los estudios de bachillerato era una cuestión de privilegio
respecto a las profesiones liberales a las que muy pocos podían aspirar de origen; en otras
palabras, los que debían llegar, lo hacían, y culminaban.
En los procesos que generaron la primera autonomía de 1929 ─llamada restringida porque
todavía el presidente de la República tenía injerencia en nombramientos de la universidad─,
los estudios de bachillerato siguieron la suerte de los niveles profesionales universitarios,
incluidas las críticas por su poca cercanía con los ideales de la revolución mexicana, es
decir, su vínculo con el pueblo. En este contexto, uno de los detonantes de este suceso se
debe al intento de una nueva reforma al plan de estudios de la ENP, que buscaba regresar
su duración a tres años, con nuevas materias que cursar. Finalmente, y después de
recurrentes disturbios en 1933 se proclama la plena autonomía. (Larroyo, 1983; Marsiske,
2012; Contreras Pérez, 2012).
3En 1926, de las 13 escuelas vocacionales que había en la ciudad de México, nueve eran para mujeres. Es
decir, siguiendo a Kay Vaughan (1982), la educación vocacional postrevolucionaria contribuyó a la división
sexual del trabajo, buscando que mucha de la capacitación hiciera que las jóvenes regresaran a las labores del
hogar, ya sea al cuidado de la casa o a la pequeña producción.
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En este contexto, quedaba claro que los apoyos e iniciativas educativas del gobierno
cardenista iban por un camino distinto a la educación universitaria, por lo que la creación
del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en 1936, es consecuencia de tomar este camino
paralelo. De alguna manera, la estructura de la nueva institución absorbió a la EPN creada
cuatro años atrás, pero ampliando sus funciones a cuatro niveles: el prevocacional, el
vocacional, las salidas laterales pensadas para obreros y, finalmente, el profesional. La
preparatoria técnica cubrió en dos ciclos de dos años cada uno, los dos primeros niveles;
el nivel vocacional tenía dos objetivos: descubrir la inclinación de los estudiantes y
prepararlos para hacer con éxito los estudios profesionales reduciendo el fracaso y la
deserción (Ávila, T1. 2011).
Para Martha Robles, a partir de ese momento, el bachillerato queda como elemento
intermedio e indefinido del sistema educativo nacional:
La siguiente época tiene que ver con el proceso de masificación que se produjo entre 1940
y 1960, que respondió al acelerado proceso de industrialización y de urbanización que vivió
el país. La función de cambio social que se le había querido dar con la orientación socialista
se transformó para convertirla en un mecanismo de estabilización política y de apoyo al
régimen de gobierno; pero también de estabilidad social mediante los mecanismos de
movilidad que impulsó el aumento de la matrícula escolar (Loaeza, 1984). De hecho, el
presidente Ávila Camacho intentó desaparecer en algún momento al IPN (Ávila et al., T2.
2011).
4 Los datos de matrícula aparecen a partir del ciclo 1949-50 y habría que tomarlos con mucho cuidado porque
la misma variabilidad que presentan parecen indicar poca coherencia en su consignación. Incluyen preparatoria,
vocacional y normal.
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198.75% en esos diez años; en la siguiente década los estudiantes pasan a ser 252,974
para el ciclo 1969-1970 (SEP, 2014a), lo que muestra un incremento menos acelerado, pero
igual de fuerte al ser de 123.16%. En estos 20 años, a nivel nacional, el número de escuelas
de bachillerato creció de 99 en 1949-50 a 636 en 1969-70 (SEP, 2014a).
Quizá, de las primeras veces que se habla explícitamente del problema de la deserción en
el bachillerato, es en el discurso del Director de la ENP, Raúl Pous Ortiz, en 1956, que en el
contexto del diseño del Plan único, que consistía en establecer dos tipos de asignaturas:
las obligatorias que integrarían el tronco básico y las optativas, que le permitieran al propio
estudiante diseñar su curriculum en función de sus intereses profesionales, fundamentaba
que esta propuesta podría resolver “el problema vocacional del alumno, que por una
equivocada solución anterior ha venido representando un problema de incalculable
gravedad de la deserción estudiantil y del fracaso de la vida futura de los que han sido
formados en la Escuela Nacional Preparatoria” (Domínguez M. y Silva E., 2013: 283). Más
adelante detallaba el problema:
Fue entonces que la EMS puso en marcha proyectos alternativos al bachillerato general,
mediante la promoción de salidas terminales intermedias; la aparición de los sistemas
abiertos; así como de las opciones técnicas y tecnológicas.
Por su parte, la UNAM promovió un proyecto que vino a dar un nuevo giro a los estudios de
bachillerato, la creación del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), que se basó en tres
elementos: la flexibilidad del sistema; su eje de formar, más que de informar, y el impulso
de una metodología de aprender a aprender, confiando en la capacidad autodidacta de los
jóvenes. Aprobado por el Consejo Universitario a inicios de 1971, la nueva institución
ofrecería simultáneamente estudios preparatorios para el nivel superior y estudios
terminales, reduciendo el tiempo en el aula y permitiendo a los alumnos no abandonar sus
compromisos laborales; ese mismo año iniciaron tres planteles: Azcapotzalco, Naucalpan
y Vallejo; en 1972 otros dos: Oriente y Sur. La proyección era que en cuatro turnos se
alojaran 10 mil estudiantes. Este modelo fue considerado una opción formativa novedosa y
pronto fue adoptado por numerosos bachilleratos en todo el país (46 en la capital y 21 en
otras ciudades, sólo en el primer año). El sistema sufrió cambio de plan de estudios en
1996, en él se volvió a incrementar el número de horas de clase y de materias obligatorias,
lo que contradijo los objetivos originales (Castrejón, 1985; Torres, 2013).
De esta forma, la EMS quedó conformada por las modalidades de bachillerato general,
bachillerato tecnológico ─también conocido como bivalente─ y la de profesional técnico,
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junto con la educación abierta o a distancia. Todas las anteriores, con variadas formas de
sostenimiento, divididas entre federales, estatales, descentralizadas, desconcentradas,
autónomas, particulares, con o sin reconocimiento de validez oficial.
vaciado de sentido al tener una duplicidad de objetivos ─ser una formación propedéutica y
a la vez una formación para el trabajo─, lo que provocaba dilemas en la planeación de la
política a seguir, dado que la funcionalidad de este tipo de instrucción se perdía,
manteniendo su dependencia como mero trámite hacia la educación superior, perspectiva
que muchos jóvenes todavía conservan al transitar por estos niveles; esta pérdida de
identidad específica hace que se diluya la relevancia tanto para los egresados que
continuarán hacia los estudios superiores como para los que no lo harán (De Ibarrola y
Gallart, 1995).
Por otra parte, en la educación media técnica, que, a pesar de los esfuerzos por dignificar
el nivel, los avances no fueron muchos, aun cuando se incrementaron las modalidades y
las instituciones dedicadas a esta instrucción. Este tipo de enseñanza, al ser la única que
se mide específicamente en función del mercado de trabajo, fue muy cuestionada y no logró
una claridad en torno a su eficacia, pues el acceso a esta formación no siempre es deseado
por los jóvenes (De Ibarrola y Gallart, 1995).
A pesar de la gran continuidad que tuvo el gobierno zedillista con su antecesor en materia
educativa, particularmente en cuanto al proceso de descentralización de la educación
básica, de la renovación curricular de la educación secundaria y de la reforma a la
enseñanza normal hasta ser considerarla como un política de estado (Latapí, 2004), en este
periodo se puso poca atención a la EMS a pesar de mostrar ya claramente que se convertía
en el punto de inflexión de los procesos de exclusión del sistema educativo, al dejar a
prácticamente la mitad de los jóvenes en la edad modal fuera de este nivel (Noriega, 2005).
El siglo dio comienzo con el gobierno de Vicente Fox que, cuando menos en el discurso,
pone a la educación en el centro de sus prioridades; en un primer diagnóstico plantea, entre
otras cosas, que existen serios problemas de reprobación y deserción, donde destaca la
EMS con 75%, por lo que se propuso una reasignación importante de recursos (Mendoza,
2000; Alcántara, 2011).
Entre los programas que instrumentó este gobierno, ocupó un lugar importante el Programa
Nacional de Becas para la Educación Superior (PRONABES), implementado a partir de 2001,
que alcanza a estudiantes de EMS en 2002, con el fin de combatir las causas económicas
de la llamada deserción escolar. En 2003 se inicia la operación del Componente Patrimonial
Jóvenes con Oportunidades, con más de 190 mil jóvenes ex becarios de Oportunidades
que son beneficiados con una cuenta de ahorro, mediante la cual se acumulan puntos
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gradualmente desde el tercer grado de secundaria y hasta el último año de educación media
superior; esos puntos se convierten en dinero, sólo si concluye su educación antes de
cumplir 22 años y es integrante de una familia activa de Oportunidades. Los jóvenes pueden
hacer uso del monto ahorrado al elegir una de cuatro vertientes alineadas a la estrategia
Contigo: 1) continuar los estudios de educación superior; 2) iniciar un proyecto productivo;
3) mejorar su vivienda; y 4) adquirir un seguro de salud. A finales de 2006, 1.2 millones de
becarios se encontraban acumulando puntos y 696 353 estudiantes con becas (SEP, 2006).
En la educación tecnológica de nivel medio superior se realizó una reforma curricular que
generó una estructura conformada por tres componentes: formación básica, propedéutica
y profesional; dicha estructura permite la movilidad de estudiantes en el conjunto de las
instituciones públicas de este tipo de enseñanza y contribuye a una fácil inscripción de los
jóvenes al bachillerato tecnológico, a la elección de la carrera durante el primer semestre y
a la definición del área propedéutica en el cuarto. Además, posibilita salidas al sistema
productivo desde el segundo semestre, portando el diploma escolar que acredita esa
formación y, al concluir el sexto módulo, se otorga el título de técnico (SEP, 2006).
Hasta aquí el rápido y casi puntual recorrido histórico de lo que ha sido el desarrollo de la
EMS, destacan cinco aspectos:
Al respecto, si bien es cierto que la disputa por la pérdida de identidad a raíz de los cambios
que la EMS ha sufrido, el debate entre posiciones oficiales y académicas no ha cesado en
el marco de la reforma educativa de 2012. Pero además resulta en un tema particularmente
relevante para buena parte de los hoy estudiantes de bachillerato en el país, quienes
dependiendo de sus muy distintas condiciones de posibilidad van ensayando formas de
incorporación en diversos ámbitos sin tener claro para qué fueron o están siendo formados
en la EMS, situación que, sin duda, influye en la decisión de continuar o interrumpir los
estudios en el caso de algunos jóvenes.
En el contexto nacional, la EMS se ha caracterizado desde la década de 1940 por una rápida
expansión en su matrícula, en aquellos años se calculaban 4 465 estudiantes en enseñanza
preparatoria y vocacional en toda la República (Muñoz Izquierdo, 1980). Ya con datos
oficiales,5 la SEP reportó 37 329 estudiantes de Media Superior en 1950, 106 200 en 1960;
369 299 en 1970; 1 388 132 en 1980; 2 100 520 en 1990 y 3 095 783 para el año 2000
(SEP, 2001: 58). Actualmente, la matrícula escolarizada total conforma más de 4.6 millones
de estudiantes que se encuentran en alguna modalidad de la EMS.
Del total de la matrícula, 45.7% de los jóvenes asiste a escuelas administradas por los
gobiernos estatales; 22.3% a servicios de la federación; 12.2% se ubica en escuelas de
sostenimiento autónomo que proporcionan la UNAM y las universidades autónomas
estatales y, por último, 19.8% estudian en instituciones particulares (SEP, 2014b).
La EMS creció por encima del aumento poblacional desde 1990-1991 de 2.1 millones de
estudiantes a 4.3 millones en 2011-12 y a 4.4 millones en 2012-2013. El Programa Sectorial
de Educación 2013-2018 establece la meta de aumentar la proporción de la población de
5Para los ciclos comprendidos de 1936 a 1948 la SEP no rindió resultados a la entonces Dirección General de
Estadística. (Solana, et. al., 2001: 596).
22
entre 15 y 17 años que se encuentra matriculada en este nivel de 65.9% (ciclo 2012-2013)
a 80% para el 2018 (SEP, 2013).
Para hacer frente a la demanda, en el país están registradas 14 632 escuelas que
proporcionan EMS (INEE, 2015); de las cuales la mayoría corresponde al Bachillerato
general. Lo que en conjunto representa un crecimiento acelerado de la EMS, tanto por el
aumento de la demanda –se incrementó de manera notoria el número de egresados de
secundaria– como por el crecimiento de la oferta, que en 2010 permitió la absorción de casi
todos los jóvenes que solicitaron ingreso –97 % de los egresados de secundaria– (INEE,
2011: 63).
Otra dimensión relevante que ha marcado el desarrollo de la EMS, tiene que ver con el
mantenimiento de las formas tradicionales de organización de la enseñanza en la mayoría
de las modalidades que la integran; en las que se ha favorecido la transmisión de
contenidos abstractos de manera expositiva, los cuales demandan ser memorizados más
que entendidos y aprendidos (Zorrilla, 2008); situación que, a decir de diversos
especialistas, ha motivado cierto desinterés para muchos jóvenes sobre lo que se aprende
en la escuela, además del cuestionamiento sobre el sentido de estudiar el bachillerato.
Cabe recordar que, a lo largo del tiempo, la EMS “ha fungido como un mecanismo de
estratificación social fundado en las desigualdades tanto naturales como adquiridas” (Villa
Lever, 2014: 34), y que pese a los esfuerzos institucionales en favor de su democratización,
a través del impulso en la cobertura y de cambios constitucionales como el reciente
mandato de hacer obligatorio el nivel en febrero de 2012, los indicadores muestran que la
EMS mantiene condiciones estructurales de estableciendo una escisión en la población
juvenil al dividir entre sus expectativas, trayectorias y condiciones de posibilidad.
Ejemplo de ello son los mayores porcentajes de rezago educativo que se concentran
proporcionalmente en las poblaciones de jóvenes rurales e indígenas (INEE, 2011). La
combinación de aspectos socioeconómicos, geográficos y culturales presentes en los
orígenes sociales de los sujetos, operan como condicionantes que influyen en la
segmentación de las oportunidades escolares y trayectorias desiguales.
Al respecto, los datos del Sistema Educativo Nacional en el ciclo escolar 2012-2013
muestran que sólo una tercera parte de los jóvenes con residencia en áreas rurales
completan la EMS; mientras que más de la mitad de los que residen en áreas urbanas lo
consiguen. Otro escenario que presenta asimetrías es el de los orígenes socioeconómicos,
pues más de 60% que residen en hogares considerados como no pobres concluyen la EMS;
mientras que poco más de 20% en condiciones de pobreza alimentaria lo logra (INEE, 2014).
Lejos de traducirse esto en un logro de inclusión que abone al avance de los sectores
populares, como producto del mandato de la obligatoriedad ─basado en el paradigma de la
24
El fenómeno del abandono escolar es un evento que marca la vida de muchos jóvenes y
que tiene importantes consecuencias sociales. En el plano individual, la interrupción en las
trayectorias escolares, que bien puede ser temporal o definitiva,7 supone una fuerte
reducción en la probabilidad de alcanzar niveles mínimos de bienestar, en comparación con
aquellos jóvenes que permanecen en la escuela y, en lo social, pudiera traer consigo
consecuencias negativas asociadas a diversos procesos de inserción y recambio.
Cabe precisar que el fenómeno del abandono se da en mayor medida durante los primeros
meses de ingreso a la EMS; durante éstos, año con año, una gran cantidad de jóvenes
interrumpen sus estudios en un número que supera la barrera de los 600 000. Cifra
equivalente a 14.9% del total de estudiantes de este ciclo educativo a nivel nacional (INEE,
6 La Educación Media Superior a Distancia (EMSAD) fue creada en 1997. Desde sus inicios hasta el periodo
2012-2013 ha crecido 224%, con un incremento anual promedio de 40.3% (Dgb.sep.gob.mx, 2016).
7 El concepto que proponemos para abordar el fenómeno es el de “interrupción de las trayectorias escolares”
en tanto permite establecer condiciones de retorno, además de presentar mayor flexibilidad que el de “abandono
escolar”. Sin embargo, en tanto las políticas y acciones actuales asumen la categoría “abandono escolar”, se
hará uso de ésta última para su análisis con el propósito de respetar la concepción desde la cual parten la Yo
no abandono. Movimiento contra el abandono escolar y los otros programas y acciones implementados. Y,
cuando resulte pertinente, se incorporará la propuesta “interrupción de las trayectorias escolares”, misma que
se explica más adelante.
25
Pero lo que más llama la atención es que de acuerdo con este informe, en algunos países
el abandono se da una vez que se termina el ciclo primario, y normalmente durante el
transcurso del primer año de la enseñanza media. En ciertos países, incluido México, el
abandono escolar se da en el transcurso de la secundaria, aproximadamente entre 50 y
60% (CEPAL, 2002 y 2010).
jóvenes, al describir este tránsito como un puente hacia el bienestar de las personas. En
este sentido, desde finales de la década de 1990, se ha procurado en la consecución de un
capital educativo mínimo para acceder a mejores condiciones de vida, dispuesto como un
“umbral educativo”. A fin de hacerlo más preciso, éste se ha convenido en la región en, al
menos, 12 años de educación formal. Esto es, haber concluido la formación
correspondiente al ciclo secundario según la Clasificación Internacional Normalizada de
Educación (CINE) de 2011.
8 “En 2010, poco más de la mitad de quienes tenían entre 15 y 17 años asistía a algún servicio de bachillerato.
Esto significa que alrededor de 3.2 millones de jóvenes en ese rango de edad estaban fuera de la EMS, ya sea
porque nunca ingresaron a la escuela, porque se encontraban todavía cursando la educación básica o, porque
al concluirla, no habían continuado sus estudios. […] La asistencia a la EMS decrece rápidamente con la edad:
sólo 12% de los jóvenes de 18 a 20 y apenas 1% de los de 21 a 29 estaban asistiendo a este nivel educativo”
(INEE, 2011: 51).
27
inversión educativa no sólo beneficia al individuo que acumuló educación, sino que
beneficia a su familia y al desarrollo económico de la sociedad en su conjunto.
Sin embargo, la realidad que se hace presente en las economías de países como México,
deja ver una franca dificultad por convertir el capital educativo acumulado por sí solo, en el
mantenimiento o mejora de la posición social. Es decir, las estrategias educativas, vistas
en el marco de estrategias de conversión o reconversión social, están siendo
descapitalizadas en un modelo económico y social que no favorece su reconocimiento
como parte de un proceso regulado de integración y movilidad ascendente.
Pese a que dichas dificultades pueden ser constatadas mediante diversas mediciones, y
que la Teoría del capital humano ha sido cuestionada, con el paso del tiempo en sociedades
cada vez más desiguales, los estudios y defensas sobre esta perspectiva han sido por
demás numerosas, y han hecho eco en el discurso de distintas organizaciones
internacionales con el suficiente peso político como para influir en las políticas nacionales.
Sin embargo, no sólo existe consenso en buena parte de la clase política nacional e
internacional sobre la educación como el principal factor para el desarrollo económico de
los países, éste también está presente en los imaginarios de los jóvenes y de sus familias,
pese a las críticas y las pocas certezas que actualmente la EMS puede brindarles como
medio de movilidad social. Independientemente de la reforma constitucional que la vuelve
obligatoria, saben que de no contar con este nivel educativo sus condiciones de posibilidad
para encarar sus futuras trayectorias laborales y/o educativas son más que inciertas.
Ahora bien, es cierto que la educación representa una herramienta fundamental para el
desarrollo humano; sin embargo, el tema de entender a la educación como un bien de
inversión, sobre el cual se fundamente el incremento en la extensión de los años de
escolaridad obligatoria resulta en un planteamiento especialmente pobre, en tanto que a la
educación se le resta su potencialidad de transformación y crecimiento, al orientarla sólo
como medio para la mejora de la productividad. Verla así es comprenderla como
predominantemente adaptativa a las realidades que impone el mercado y los consensos
internacionales; e igualmente mínimo resulta concebir el fenómeno del abandono escolar
como un mero asunto de porcentajes a disminuir para el cumplimiento de metas fijadas
institucionalmente, sin dimensionar debidamente el complejo entramado de significados y
estructuras sociales asociados con la decisión de la interrupción de las trayectorias
escolares.
28
los jóvenes y sus familias (Estrada, 2015: 23), quienes fincan sus aspiraciones en la
educación como medio legítimo y confiable para mejorar sus condiciones sociales.
No obstante esta crítica, y dadas las condiciones sociales actuales, los costos de no contar
con la EMS implican diversas restricciones para los jóvenes, como pueden ser empleos con
menores salarios, falta de prestaciones sociales, condiciones extensivas de precariedad y
vulnerabilidad de sus derechos que, en suma, advierten problemas en la construcción de
ciudadanía; así como un incremento en las condiciones de desigualdad al profundizarse la
escisión entre quienes pueden dar continuidad a sus estudios y quienes los interrumpen.
Es por ello que el fenómeno del abandono escolar responde a un problema de interés
público, en tanto cursar y concluir este nivel educativo responde a un derecho traducido en
un bien social disfrutable, exigible y justiciable para todos los mexicanos.
De acuerdo con Abril et. al. (2008), los factores que intervienen en los procesos de
abandono escolar pueden ser sintetizados de la siguiente forma:
Es una realidad que la suma de dichos factores, además de intervenir en los procesos de
abandono escolar, han incrementado el déficit educativo. Este último, traducido en formas
de rezago escolar como consecuencia de la incapacidad de la educación obligatoria de
interesar y retener a los jóvenes, principalmente a aquéllos de escasos recursos.
Asimismo, el fenómeno del abandono trae consigo problemas de extra edad y rezago
educativo para los jóvenes en edad de cursar la educación básica en el siguiente ciclo
escolar. De acuerdo con el INEE (2008), los estudiantes que abandonan tienen la
probabilidad de reprobar, de volver a interrumpir en otro momento y, finalmente, abandonar
de forma definitiva.
Si bien desde la década de 1970, el SEN cuenta con información estadística para medir la
deserción en el nivel medio superior, antes de la ENDEMS, levantada durante 2011 y
publicada en 2012, no se habían desarrollado esfuerzos de este tipo para analizar a nivel
30
nacional, tanto la dimensión del fenómeno del abandono escolar en la EMS, como los
factores que actúan como condiciones y/o situaciones para que ocurra el abandono.
A partir de los datos arrojados, Navarro (2001) calculó los porcentajes de cada una de las
opciones de respuesta de los jóvenes de 15 a 19 años. Según este estudio,
[…] de los jóvenes que desertaron del sistema educativo, el 37.4% no quiso o
no le gustó estudiar; el 35.2% por causas económicas; el 5.8% porque se casó
o unió; el 5.4% por haber terminado sus estudios; un porcentaje menor (2.3%)
declaró que no existía escuela o que estaba lejos, la causa de tipo familiar
presentó un porcentaje bajo (2.4%), en tanto que el 3.1% de las respuestas
fueron para otra causa y el restante 8.5% no especificó por qué dejó los
estudios. (Navarro, 2001: 48-49).
Al estudiar el fenómeno del abandono, resulta evidente que, para llegar a la cobertura de
80% en la EMS, no sólo son necesarias mejoras en su matrícula, es igualmente importante
favorecer la permanencia en la educación básica y en la transición entre secundaria y la
EMS (Weiss, 2015).
En este sentido, el fenómeno del abandono escolar se presenta tanto en la pérdida gradual
de estudiantes al interior del ciclo, como en el pasaje de un nivel educativo a otro. Este
problema se agrava a medida que se avanza en los distintos tramos de la estructura
educativa, lo que perfila la forma piramidal que caracteriza el sistema educativo mexicano
(Ordorika y Rodríguez, 2012: 202).
Dentro de las razones escolares para el abandono, el trabajo de Eduardo Weiss (2015: 111)
menciona algunos ejemplos de respuestas que aducen los jóvenes: “no gusta o no interesa
la escuela o estudiar”, “no quiso volver a la escuela”, “reprobar materias”, “insuficiente de
capacidad para el estudio”, “desadaptación al ambiente escolar”, “mala relación con
maestros”, “baja o carencia de ´motivación escolar”. Como menciona el autor, estas causas
también son reconocidas por otros estudios nacionales e internacionales como
movilizadoras del abandono de la EMS.
Asimismo, a través de la ENDEMS 2012, Weiss registró que la falta de dinero en el hogar
para útiles, pasajes o inscripción fue la razón más mencionada (36%) por los jóvenes que
interrumpieron sus estudios, indicada también entre las tres principales razones, con un
porcentaje equivalente a 50%. La segunda razón fue “le disgustaba estudiar” y, la tercera,
“consideraba trabajar más importante que estudiar”. Es interesante observar cómo dentro
de las principales menciones perviven dos aspectos clave que tienen que ver con la falta
32
de recursos económicos para dar continuidad a los estudios; así como la falta de interés, o
disgusto por el estudio.
Sobre este particular, afirma el investigador que la reprobación tiene un efecto desmotivante
y autoinculpatorio que afecta la percepción que los jóvenes tienen de sí mismos; abona a
la idea de no ser aptos y que la escuela no fue “hecha para ellos”; dicha relación empieza
a resquebrajar su afiliación al plantel. Esto es, si no son capaces de conseguir los apoyos
entre sus pares (afiliación juvenil) y en la institución (exámenes de recuperación, asesorías)
para sortear esa situación adversa, su integración a la escuela comienza a entrar en crisis
y puede definirse en el evento de la deserción. Así, aunque haya múltiples facilidades para
que los jóvenes acrediten las materias reprobadas, el hecho es que, pese a esto, no las
presentan o no aprueban y desertan, principalmente porque se sienten ajenos e
incompetentes, desafiliados de la escuela (Estrada, 2014: 442-443; 2015).
Sobre la investigación de Estrada, reseña Weiss (2015: 120-121) que un indicador de tipo
escolar ─con alto nivel de agregación─ es el de “desafiliación institucional”, el cual permite
explicar buena parte de las deserciones, en tanto éstas se dan cuando los estudiantes no
logran integrarse y ponerse en consonancia con la comunidad educativa. La desafiliación,
desde su perspectiva, constituye entonces el trasfondo del abandono en tanto genera un
proceso de acumulación de desventajas que están en la base de la mayoría de las
deserciones juveniles.
En referencia de las razones que suelen detonar las interrupciones de las trayectorias
escolares en la EMS, Vidales (2009) profundiza en los factores endógenos negativos que
33
En síntesis, es posible identificar que las razones del fenómeno del abandono pueden
agruparse en tres grandes dimensiones: las socioeconómicas; las escolares y académicas;
y las familiares y personales (Weiss, 2014). De igual manera, es importante considerar que
los escenarios de interrupción son variables y se caracterizan dependiendo el nivel de
escolaridad en el que se encuentre el estudiante, es decir, se modifica por grado de
primaria, secundaria, bachillerato o superior.
34
Como hemos observado en esta breve revisión, en el fenómeno del abandono escolar se
demuestra que existe un conjunto de factores asociados cuyo carácter es interdependiente
y múltiple. En este sentido, el abandono parcial o total se estructura durante las trayectorias
escolares, dejando ver que, en su mayoría, no resultan eventos espontáneos, sino la
consecución paulatina o acelerada de trayectorias marcadas por riesgos y vulnerabilidades
tanto escolares como de diverso tipo, que dan cuenta de los acontecimientos ligados al
fenómeno, así como de las consideraciones subjetivas que se formulan entorno a éste.
Un aspecto poco abordado por la investigación educativa en nuestro país, a propósito del
fenómeno del abandono, ha sido el de sus efectos. Esto es, en tanto que en la mayoría de
los casos se estudia a los jóvenes en riesgo de deserción; es decir, en la escuela y, en
menor medida, se ha trabajado sobre las particularidades que presentan aquellos jóvenes
que, en franco abandono, reflexionan con añoranza sobre sus días de escuela o que,
pasado el tiempo, sostienen que haber dejado la escuela fue una buena opción.
Gracias a la ENDEMS es posible observar que el fenómeno del abandono escolar mantiene
estrecha relación con problemas económicos y algunos culturales presentes en los jóvenes;
además, en este relevamiento se hace hincapié sobre los problemas de reprobación como
detonantes del abandono, entre otros aspectos. Por otro lado, algunas investigaciones
35
apuntan sobre un aspecto que recientemente ha empezado a ser abordado y tiene que ver
con el tema de la segmentación de la oferta educativa para cursar la EMS. Esto, a partir de
los distintos procesos de ingreso en diferentes regiones y cómo es que dichos procesos de
asignación que dividen a los estudiantes entre opciones educativas deseadas y no
deseadas, se conjugan con las expectativas académicas de los estudiantes, así como de
su permanencia en la escuela (Cuéllar, 2011).
Sin embargo, poco se ha trabajado en torno a qué relación mantiene la doble condición de
actividad de estudiante y de trabajador para detonar el fenómeno, cómo incide la división
por turnos. Y, menos aún, sobre cuáles son los factores que contaron para los regresos a
través de las narraciones de los estudiantes, cómo y de qué forma contribuyeron los
programas de tutoría; cómo y de qué manera están contribuyendo las becas; cómo y de
qué manera los directores de escuela y los docentes han incidido para disminuir las
interrupciones y fomentar los retornos. Es importante profundizar sobre estas preguntas a
fin de contar con una mejor comprensión del fenómeno y, de esta manera, esbozar cuáles
serían los mejores caminos para elaborar políticas públicas.
Como plantea Elsie Rockwell, “conocer esa experiencia implica abordar el proceso escolar
como un conjunto de relaciones y prácticas institucionalizadas históricamente, dentro del
cual el currículum oficial constituye sólo un nivel normativo” (1995:14). Es decir, la
experiencia escolar se construye entre la normatividad y la interacción cotidiana.
9
Por lo anterior, nos orientamos por el concepto de interrupción de la trayectoria escolar
para referirnos al proceso social en el que sucede un corte en la continuidad de los estudios
en curso. De esta manera el evento, o los eventos de interrupción incluyen aquéllos que
pudieran producirse a lo largo del ciclo escolar, en el tránsito entre grados y entre niveles
educativos. A estas diferentes posibilidades de interrupción, cabe agregar la duración de la
misma, que puede ser temporal, o definitiva.
Para precisar en el estudio de la interrupción escolar como proceso, se incluyen todos los
eventos que de alguna forma pudieran estar relacionados con las trayectorias escolares,
en el sentido de estar influyendo, o haber hecho, en la salida de la escuela por parte de los
jóvenes. De esta forma, la propuesta trasciende el plano individual del sujeto que abandona
la escuela, para privilegiar una visión de conjunto que tome en cuenta la suma de
interacciones y eventos significativos ocurridos en distintos momentos de la vida de los
jóvenes. Esta perspectiva comporta tanto las interacciones con los actores escolares, como
los externos a la escuela; así como con otras estructuras y objetos sociales que pudieran
estar interviniendo en la interrupción de la trayectoria escolar.
9Sin embargo, como ya mencionamos, en el entendido de que las diferentes nociones hacen referencia a una
aproximación distinta del fenómeno, se hará referencia a estos conceptos cuando los autores o las referencias
estadísticas los utilicen.
37
En este registro, y al subrayar que es en la interacción dentro del espacio escolar donde
suceden las interrupciones, también nos interesa conocer las lógicas que operan en ese
contexto, así como las particularidades que éste comporta; recuperando así que las
interrupciones escolares no ocurren ex nihilo, en tanto buena parte de éstas responden a
las condiciones sociales, las prácticas y los entornos cotidianos experimentados por los
sujetos. Y, del mismo modo, captar qué se está haciendo en la escuela y en las familias de
los estudiantes para atemperar las interrupciones.
Por ejemplo, dadas las nuevas condiciones que plantea la incorporación de los jóvenes al
mercado de trabajo, el sentido de la educación está siendo cuestionado en un modelo de
organización social que no favorece su reconocimiento como medio regulado y legítimo de
integración y ascenso social. Lo que a su vez mantiene vinculación con la interrupción de
la trayectoria escolar, al ser los propios jóvenes quienes cuestionan el valor de lo aprendido
en la escuela en tanto realmente cuente en sus posibilidades reales de movilidad social
39
ascendente. O bien, otra vinculación con el fenómeno puede provenir de la valoración que,
en ese momento de sus vidas, los jóvenes tienen de cara a sus relaciones de amistad o de
noviazgo que pueden competir con su aprovechamiento escolar. Tal vez, en otro contexto,
el problema se defina a partir de las distancias que recorrer entre el lugar de residencia y la
ubicación geográfica del plantel, etcétera.
Dado que el fenómeno se define como multifactorial, que éste no se presenta por igual en
todos aquéllos que interrumpen sus estudios y que los estudiantes formulan estrategias
distintas para diferentes circunstancias, no es posible hablar del “fenómeno del abandono”,
como así lo refieren buena parte de las políticas públicas en materia educativa, desde una
posible caracterización franca, capaz de otorgar una definición precisa y consensada. Por
el contrario, es necesario abordar los rasgos, discursos, conflictos y resistencias de los
estudiantes para el estudio de su decisión, en un análisis de ida y vuelta, que incluya las
condiciones estructurales de las cuales son objeto, los discursos institucionales contenidos
en el problema del abandono escolar; así como la dimensión subjetiva desde la cual los
jóvenes perciben y significan la interrupción de la trayectoria escolar.
40
Fuente: INEGI; Censos de Población y Vivienda 1970 a 2010; Estadísticas Históricas de México 1999;
SEP, Principales cifras del Sistema Educativo Mexicano, varios años.
En las décadas siguientes, el incremento medio anual de la matrícula fue modesto, pero
significativamente mayor que la tasa de crecimiento del grupo de población de 15 a 17 años
(cuadro 2), por lo que se avanzó hasta lograr una cobertura del 71.5% en el periodo lectivo
2014-2015 (cuadro 1).
41
Es pertinente resaltar que, a partir de estos años, los temas de acceso y la permanencia en
la EMS continuaron permeando las políticas educativas y la estrategia para alcanzarlas y
contrarrestar la interrupción escolar se sustentó centralmente bajo el otorgamiento de
apoyos económicos. Así, durante el ciclo escolar 2001-2002 el Programa de Desarrollo
Humano Oportunidades ─antes PROGRESA─ amplió su ámbito de atención en el
otorgamiento de becas de la educación básica a la media superior, concediendo durante
ese periodo lectivo 266 mil 965 becas a los estudiantes de ese nivel.
Para el ciclo escolar 2012-2013, la cobertura en EMS alcanzaba ya a 4 millones 443 mil 792
jóvenes, lo que representaba el 66% de la población entre 15 y 17 años.
Hay que señalar dos cuestiones que inciden en el cumplimiento de las metas fijadas: la
primera es que, producto de la dinámica demográfica, a partir de 2012 el volumen del grupo
de población de entre 15 y 17 años inició un proceso de incremento negativo, por lo cual,
de acuerdo a las proyecciones del Consejo Nacional de Población, el número de jóvenes
de este grupo en 2018 será 1.4% menor al de 2012. La segunda cuestión es que, en
realidad, un importante porcentaje (entre 25 y 30%) de los jóvenes que cursan la EMS se
ubica en el grupo de edad entre 18 y 20 años (INEGI, 2015), lo que ayuda al realizar el
cálculo de la cobertura considerando sólo al grupo de 15 a 17 años. En términos de
interrupción, durante ese ciclo escolar se reportaba una tasa de 14.3%.
Con todos estos elementos, la eficiencia terminal en EMS alcanzó en el ciclo 2012-2013 una
tasa del 63.3% y una relación de jóvenes por escuela de 277.9 estudiantes por plantel.
Así, el reto para el Gobierno Federal está definido en lograr alcanzar en 2018 una matrícula
de poco más de 5.3 millones de jóvenes, que representaría el 80% de la población de entre
15 y 17 años. Esto es, habría que generar las condiciones para obtener la incorporación a
877 mil 435 nuevos estudiantes entre 2012 y 2018 ─147 mil en promedio cada año─.
Adicionalmente, habría que considerar la tasa de interrupción escolar y reducirla para que
no impacte al crecimiento de la matrícula.
Durante los recientes años se han logrado avances en las metas planteadas; en términos
generales, se ha mantenido una tasa de absorción de los estudiantes que egresan de la
educación secundaria mayor al 10%, como ya se dijo en el ciclo escolar 2013-2014 se
43
alcanzó la tasa de 100.7%, señal de que continúa la tendencia a que regresen al sistema
escolarizado jóvenes que habían dejado temporalmente sus estudios.
En este mismo ciclo la cobertura llegó a 71.5%, 5.5 puntos porcentuales más que en el
primer año de la administración del presidente Peña Nieto y la eficiencia terminal alcanzó
un porcentaje similar al de 2012-2013 (63.3%). Un indicador del crecimiento de la
infraestructura educativa es que, pese al incremento de la matrícula, la relación de
estudiantes promedio por plantel llegó a 251.7; es decir, 26.2 jóvenes menos que en el ciclo
2012-2013.
En el cuadro 3 se ilustra el tamaño del esfuerzo que todavía es necesario realizar para
alcanzar las metas planteadas. En primer lugar, es necesario lograr una tasa de crecimiento
media anual de 2.54% en la matrícula, pauta que incluso sería ligeramente inferior a la
alcanzada durante los últimos años. En cuanto a la tasa de interrupción escolar, para lograr
reducirla a 9% en 2018, sería necesario disminuir un punto porcentual en el ciclo 2015-2016
44
respecto al anterior 2014-2015 y, a partir del 2016-2017, disminuir 0.8 puntos cada año. Lo
cual también se lograría de mantenerse la tendencia histórica.
Cuadro 3. Metas para lograr los objetivos planteados en cuanto a matrícula y tasa de
abandono escolar en EMS2015-2018
Una acotación relevante adicional es que, de forma similar a lo que ocurre con el grupo de
población de 11 a 14 años, el siguiente grupo de 15 a 17 también está en un proceso de
decrecimiento a partir de 2012.
factible iniciar una reducción progresiva de parte de los recursos físicos y financieros
orientados a ese nivel para canalizarlos hacia el nivel siguiente (gráfica 2).
2002 - 2003
2003 - 2004
2004 - 2005
2005 - 2006
2006 - 2007
2007 - 2008
2008 - 2009
2009 - 2010
2010 - 2011
2011 - 2012
2012 - 2013
2013 - 2014
2014 - 2015
2015 - 2016
2016 - 2017
2017 - 2018
2018 - 2019
2019 - 2020
2020 - 2021
2021 - 2022
Fuente: Secretaría de Educación Pública, Prono SEP, http://www.planeacion.sep.gob.mx/estadistica/
Respecto a la EMS, durante el ciclo 2014-2015 se alcanzó una cobertura de 71.5%, con una
tendencia creciente, como puede apreciarse en la gráfica 3. Se espera que en 2018 se
llegue a una cobertura del 80%, y el actual Gobierno se ha planteado el reto de alcanzar la
cobertura universal en el año 2022. Para lograrlo, sería necesario incrementar la matrícula
total en 414 mil estudiantes a partir del ciclo escolar 2015-2016, lo que implicaría incorporar
alrededor de 104 mil estudiantes por año; esto requeriría de mayor infraestructura,
diversificación de la oferta educativa y abatir la interrupción escolar (SEP, 2015).
2021 - 2022
2000 - 2001
2001 - 2002
2002 - 2003
2003 - 2004
2004 - 2005
2005 - 2006
2006 - 2007
2007 - 2008
2009 - 2010
2010 - 2011
2011 - 2012
2012 - 2013
2013 - 2014
2014 - 2015
2015 - 2016
2016 - 2017
2017 - 2018
2018 - 2019
2019 - 2020
2020 - 2021
2022 - 2023
Podemos considerar que los estudios del nivel EMS se organizan en tres tipos: el bachillerato
general, que tiene como objetivo principal preparar a los estudiantes para el ingreso a la
educación superior; el tecnológico, que imparte educación técnica especializada, al tiempo
que capacita a sus estudiantes para continuar los estudios superiores; y, la educación
profesional técnica, que promueve la formación de los estudiantes para incorporarse
directamente al mercado de trabajo, pero con la posibilidad de ingresar al nivel superior.
Durante el año lectivo 2013-2014, último año en el que se cuenta con cifras definitivas, la
matrícula en el nivel medio superior, considerando los tres tipos llegó a 4 millones 682 mil
336 estudiantes, alcanzando una cobertura de 69% de la población de entre 15 y 17 años;
se calcula que para el periodo 2014-2015 alcanzó a 4 millones 805 mil 981 inscritos, con lo
que la tasa de cobertura sería de 71% (cuadro 4).
47
Profesional técnico 376 055 383 463 386 527 79 499 78 670 80 804
Bachillerato total 3 811 473 3 950 126 4 057 265 4 602 837 4 727 311 4 940 735
Bachillerato general 2 522 724 2 618 902 2 698 591 2 896 761 2 978 388 3 116 419
Bachillerato tecnológico 1 288 749 1 331 224 1 358 674 1 706 076 1 748 923 1 824 316
Total EMS 4 187 528 4 333 589 4 443 792 4 682 336 4 805 981 5 021 539
Población 15 a 17 años 6 683 127 6 736 293 6 747 646 6 745 953 6 736 349 6 717 054
Cobertura 63% 64% 66% 69% 71% 75%
Fuente: elaborado con datos de CONAPO, Indicadores de la dinámica demográfica 1990-2010 y Proyecciones
de población por entidad federativa 2015-205. SEP, Sistema Nacional de Información Estadística Educativa.
9% 9% 9%
2% 2% 2%
Fuente: elaborado con información de SEP, Sistema Nacional de Información Estadística Educativa.
48
Hasta el ciclo 2012-2013, el sostenimiento de los planteles del sistema profesional técnico
donde cursaban estudios 86% de los estudiantes de esa modalidad, era público y sólo 14%
privado; a partir del ciclo 2013-2014 esa relación se invirtió para que 70% de los estudiantes
cursaran estudios en establecimientos privados y el restante 30%, en públicos. En el caso
del bachillerato, poco más de 80% de los estudiantes acude a escuelas con sostenimiento
público y, con variaciones pequeñas de un año a otro, entre 18 y 19% a privadas.
Fuente: elaborado con información de SEP, principales cifras del sistema educativo nacional 2013-2014.
autónomo, éstos representan 5% y concentran 12% de los alumnos; finalmente, 40% de los
planteles son privados y concentran 20% de la población; es decir, los planteles de tipo
federal y autónomo presentan una mayor concentración de estudiantes y los privados la
menor.
Gráfica 6. Cobertura en EMS por entidad federativa y periodo escolar, 2000-2014 (%)
110
82
69 70
76
66 64
73
67 70
75
73 67 72 77 71 71 71 74 68 73 69 70
62 64 65 65 64 65
88 59 56 57
65 59 60 62 62 64 60 61 67 63 69 61 59 61 58
56 56 56 56 52 52 52 45 55 55 53 55 53 51
45 49
46 41 54 53 49 50 40 47 78 48 36 44 45 44 42 32 52 54 48 41 40 41 41 37 68 59 62 48 53 48 51 35
Fuente: elaborado con información de SEP, Sistema Nacional de Información Estadística Educativa, 2014.
La Ciudad de México cuenta con una tasa de matriculación para EMS del 110%
(matrícula/población de 15 a 17 años), lo cual obedece a que una proporción de jóvenes de
los estados circunvecinos acude a esta entidad a cursar sus estudios. Le siguen en orden
de importancia Sinaloa, Nayarit y Baja California Sur con tasas de matriculación
significativamente más altas que el promedio nacional (69%). En el lado contrario se ubican
los estados de Guerrero, Oaxaca, Guanajuato y México con las menores tasas de
matriculación, muy por debajo de la media nacional (gráfica 6).
interrupción escolar que en el periodo escolar 2014-2015, llegaron a 12.4%, lo que incide
en la eficiencia terminal en ese nivel escolar.
En cuanto a la interrupción escolar en el nivel medio superior, durante los últimos años se
ha logrado reducir ligeramente la proporción de estudiantes que lo hacen, pasando de una
tasa de 17.1% en el año escolar 2000-2001 a 16.3% en 2006-2007; de 15% en 2011-2012
y de 12.4% en 2014-2015. Se prevé que durante los próximos años continúe esta tendencia
en términos relativos, de acuerdo a la gráfica 7.
2001 - 2002
2002 - 2003
2003 - 2004
2004 - 2005
2005 - 2006
2006 - 2007
2007 - 2008
2008 - 2009
2009 - 2010
2010 - 2011
2011 - 2012
2012 - 2013
2013 - 2014
2014 - 2015
2015 - 2016
2016 - 2017
2017 - 2018
2018 - 2019
2019 - 2020
2020 - 2021
2021 - 2022
2022 - 2023
2023 - 2024
2024 - 2025
Interrupción Eficiencia Terminal
Sin embargo, en términos absolutos, los jóvenes que truncaron sus estudios mantienen una
tendencia creciente, debido a que aunque la tasa de interrupción se ha reducido, no lo ha
hecho con el mismo ritmo de crecimiento de la matrícula; por ello, de los 613 mil 038
estudiantes que salieron de la escuela en el ciclo 2013-2014 se pasó a 623 mil 637 en el
2014-2015 y esta situación persistirá los siguientes dos o tres años. Se espera que se
modifique a partir de los periodos escolares 2016-2017 y 2017-2018 al revertirse la
tendencia de crecimiento de la población joven en el país (gráfica 8). Por lo tanto, la
elaboración de políticas públicas para combatir esta situación implica detectar y situar en lo
concreto, las problemáticas específicas que presionan a la diversidad de jóvenes que
deciden no continuar en la escuela.
51
4.8 5.0 5.2 5.4 5.4 5.4 5.4 5.4 5.3 5.30 5.3
3.5 3.7 3.7 3.8 3.9 4.1 4.2 4.3 4.4 4.7
3.0 3.1 3.3 3.4
2000 - 2001
2001 - 2002
2002 - 2003
2003 - 2004
2004 - 2005
2005 - 2006
2006 - 2007
2007 - 2008
2008 - 2009
2009 - 2010
2010 - 2011
2011 - 2012
2012 - 2013
2013 - 2014
2014 - 2015
2015 - 2016
2016 - 2017
2017 - 2018
2018 - 2019
2019 - 2020
2020 - 2021
2021 - 2022
2022 - 2023
2023 - 2024
2024 - 2025
Mátricula Población
Gráfica 9. Tasa de deserción en EMS por entidad federativa y ciclos escolares, 2000-2015
Fuente: elaborado con información de SEP, Sistema Nacional de Información Estadística Educativa.
Resalta en la mayoría de los periodos escolares que las entidades con altos niveles de
marginación normalmente presentan también tasas de interrupción escolar mayores al
promedio del país, como son el caso de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, aunque algunos años
aparecen con porcentajes de salida menor al promedio nacional. Por lo anterior, los datos
muestran una variabilidad tal, que es necesario remarcar la necesidad de establecer una
metodología única con mayor rigor para la medición de la matrícula y de la interrupción,
fortaleciendo los sistemas de seguimiento y evaluación para tener mayor certeza en la
información.
En la gráfica 10 se aprecia que los tres estados que presentaron índices de marginación
catalogados como muy altos, de acuerdo a la información del Censo de Población y
Vivienda 2010,10 presentaron también tasas de interrupción mayores. Aunque entidades
como Morelos, Baja California y Coahuila que fueron los que registraron las tasas más altas,
el primero tuvo un índice de marginación medio y los otros dos, muy bajo. De donde
podemos suponer que la pobreza y marginación pueden ser causales de la interrupción
escolar, aunque coexisten con otros elementos que impulsan a los jóvenes a dejar la
escuela.
10Conviene señalar que esos tres estados son los únicos que mantienen los índices de marginación catalogados
como Muy alto, en el Conteo Intercensal de 2015 (INEGI 2015).
53
Gráfica 10. Marginación y tasa de interrupción escolar por entidad federativa, 2013-2014
Fuente: CONAPO, Índices de Marginación por entidad federativa 2010 y SEP, Sistema Educativo de los Estados
Unidos Mexicanos, principales cifras 2013-2014.
23
21 21
20 20 20
19
18 18 17 18 17 18 18
17 17 17 17 17 17 16
15 15 16 15 15
14 14 14 15 15 15 14
13 13 13 12 13 13
12 12
11 11 11 11 10 11 10 10 11 11
10 10 10 10 10
9 9 9
6 6 6
5 5
3
1
Hombres Mujeres
Fuente: SEP, Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, principales cifras 2013-2014.
24.8%23.9%
22.7%22.0%
21.0%
19.5%
16.9% 17.5%
16.5%
15.4% 14.9%
14.0%
12.7% 12.8% 13.0%
8.6%
Fuente: SEP, Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, principales cifras 2000-2001 a 2013-2014 y
PronoSEP para 2015.
Por sexo se repiten los motivos de interrupción, aunque con algunas diferencias; mientras
que para los hombres la falta de recursos económicos llegó a 39.1% en primera mención,
para las mujeres alcanzó sólo 33.7%; a los jóvenes varones les disgusta más estudiar que
a las mujeres, pero consideran más importante trabajar que estudiar, mientras que ellas
abandonan sus estudios en mayor proporción por embarazo o unión de pareja que ellos
(gráfica 14).
52.5
46.8
39.1
33.7
19.6 18.1 16.6 17.3 21.1 20.7
13.9 16.2 14.8
11.8 8.8 9 9.7 9.4
6.2 3 3.4 3.3 6 5.9 3.5 5.5 6.1
2.3
Gráfica 15. Principales causas para abandonar la EMS por nivel de ingreso, 2011
60.6
46
28.1
Otra cuestión relevante que arrojó la mencionada encuesta fue que la diferencia entre
quienes interrumpieron los estudios y quienes no, resultó mínima ─alrededor de dos puntos
porcentuales─ en relación a si vivían con sus padres o no, ya fuera con los ambos o con
uno de ellos. Por otro lado, lo que sí pareciera impactar en esta decisión, es el nivel de
escolaridad de los padres, ya que la proporción mayor de quienes interrumpieron cuentan
con padres con nivel de escolaridad no mayor a secundaria y mientras que los de quienes
permanecieron tienen estudios medios superiores, e incluso posgrados (SEP, 2012a).
Un último elemento importante de esta encuesta es que confirma que una alta proporción
de quienes desertan han mantenido un mayor nivel de reprobación en su tránsito escolar.
58
Por otro lado, el reporte de la ENDEMS (SEP, 2012a) propone identificar cuáles son las
características que mejor predicen la interrupción escolar de los estudiantes. Para brindar
una respuesta, se estimó una regresión probit que muestra el nivel de asociación entre las
características de los estudiantes, consideradas en su conjunto, y la probabilidad estimada
que tienen de dejar la escuela. Los resultados del modelo probit, al igual que la estadística
descriptiva, pueden ser considerados a partir de su expresión e incidencia como factores
endógenos o exógenos al sistema educativo.
Los del ámbito endógeno se encuentran en el área de influencia y control directo del ámbito
educativo ─aquellos factores que son observables en la escuela y/o que son resultado de
la gestión educativa─; en cuanto al ámbito exógeno, se encuentran los factores cuya
atención está fuera de las fronteras del sistema educativo, por lo que la capacidad de éste
para influir y modificarlos es restringida y acotada; a este ámbito pertenecen los factores
individuales, familiares y sociales. Se entenderá entonces por factores individuales a
aquellas condiciones que definen a la esfera del hogar/familia del estudiante, dicho en un
sentido amplio), las cuales forman parte de su entorno más inmediato. Los factores
educativos involucran el universo propio de la gestión escolar en toda su dimensión. Por
otro lado, cuando se hace referencia a los factores sociales se involucran aquellos aspectos
relacionados con el contexto social y cultural en el que se desenvuelve tanto el individuo
como su familia (SEP, 2012a: 107-108).
De acuerdo con los resultados del modelo, los factores del ámbito educativo son los que
mejor identifican a los jóvenes en riesgo de interrumpir sus estudios: un bajo promedio, la
inasistencia a clases o la reprobación de materias conllevan una mayor probabilidad de
interrupción. Por otro lado, la probabilidad de que los estudiantes concluyan sus estudios
es mayor si cuentan con una beca.
Así, en el ámbito individual, destacan como principales predictores que las mujeres se
embaracen o los varones embaracen a alguien o tengan un hijo, así como el casarse
mientras estudian la EMS. En un siguiente nivel se encuentran la falta de gusto por el estudio
manifestada por el joven y la escolaridad de los padres: entre mayor es el nivel de estudios
alcanzado por el padre o la madre, menor es la probabilidad de que los hijos deserten.
Además, el reporte de la ENDEMS destaca que el principal factor social de la interrupción es
la percepción que el estudiante tiene sobre la importancia relativa de trabajar y estudiar.
59
Aunque, en menor medida, resultó relevante también el nivel de ingresos de la familia como
factor de riesgo (SEP, 2012a).
Se puede ver entonces que los tres factores que mejor predicen la interrupción escolar de
los jóvenes en el Reporte de la ENDEMS son: la inasistencia a clases, el promedio y la
reprobación. Así, los jóvenes que faltan “mucho a clase” tienen 42 puntos porcentuales más
de probabilidad para interrumpir; de modo similar, el aumento para los que faltan “con cierta
frecuencia” es de 11 puntos porcentuales. En cuanto al promedio escolar, quienes tienen
“de las más bajas” calificaciones tienen una probabilidad de interrupción mayor en 45
puntos, mientras que quienes tienen las calificaciones más altas tienen una probabilidad
menor en 18 puntos. Finalmente, los que reprueban varias veces poseen mayor
probabilidad de dejar la escuela en 16 puntos porcentuales y para quienes reprueban en
más ocasiones de las permitidas este porcentaje asciende a 43 puntos porcentuales.
Cuadro 5. Principales motivos de interrupción escolar referidos por los que lo han realizado,
2015
Con el objetivo de reforzar los datos proporcionados por las encuestas anteriores,
realizamos algunos cálculos con la base de datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y
gastos de los Hogares (ENIGH, 2014), realizada por el INEGI, mediante los cuales se
corroboró que, a mayor nivel de ingreso en el hogar, más alta es la proporción de jóvenes
que asisten a la escuela y, como lo indican las encuestas de abandono, mayor también su
permanencia.
Por ello, parte medular de la estrategia en el sistema educativo para combatir la interrupción
en el nivel medio superior ha sido el otorgar becas a los estudiantes, de hecho, durante la
presente administración se modificó el sistema de becas para crear las llamadas “becas
contra la interrupción escolar”.
Del análisis de la ENIGH se desprende que los jóvenes que manifestaron asistir a la escuela
y contar con una beca de apoyo para sus estudios tienen un porcentaje más alto entre los
61
que se ubican en los tres primeros deciles de ingreso; esto es en los hogares más precarios.
De hecho, en el decil dos, cerca de 50% manifestó recibir una beca y en el caso del decil
de mayores ingresos poco más de 20% tenía ese apoyo (gráfica 16).
Gráfica 16. Porcentaje de estudiantes de EMS que manifestaron contar con beca, por decil de
ingreso en el hogar, 2014
47.92%
42.09%
37.04% 35.01%
30.45% 30.85%
26.62% 24.84% 25.62%
23.16%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Llama la atención el alto número de jóvenes que no manifiestan qué institución u organismo
les otorgaba la beca, situación que alcanzó niveles de entre 52 y 65% en los cuatro deciles
de ingreso más bajo y de 70 a 77% en los seis de mayor ingreso. En el caso de los que
manifestaron la institución que les otorgaba la beca, destaca el Programa Oportunidades
(hoy, PROSPERA) como el que otorga mayor número; de hecho es el que ocupa la proporción
más alta en todos los deciles; es decir, apoya más a los jóvenes que provienen de los
hogares con menores ingresos, pero también a los de medios y altos ingresos, salvo a los
del decil 10, que también cuentan con becas de ese programa, pero en una proporción muy
baja (3%); la más alta de becas en ese nivel de ingreso las otorgan las escuelas privadas,
seguidas de algún organismo de gobierno (gráfica 17).
62
Gráfica 17. Instituciones que otorgan las becas para los estudiantes de EMS 2014
39%
36%
27% 27%
21% 21% 22%
16%
3% 0.30%
3.42% 3% 2.26%
4.02% 0.16% 0% 9% 4.42% 8.60%
3% 0.78% 6% 7% 6%
4% 4% 3% 3% 4% 4% 3% 5% 6%
2% 1% 1%0% 3% 2% 1% 0% 1.84% 3% 2%
0% 0.35% 0% 0% 1% 0%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
El programa OPORTUNIDADES Su escuela pública o de gobierno
Su escuela privada o de paga Un organismo de gobierno
Una institución privada
Para cerrar este capítulo podríamos decir que existen resultados positivos, pero también
negativos. Positivos, en términos demográficos, porque existen signos claros de que la
presión del crecimiento poblacional de los grupos de edad de interés, cederá, por las
tendencias decrecientes del número de jóvenes que demandarán los servicios de
secundaria y de bachillerato. Negativos, porque los datos cuantitativos confirman que en la
base de la interrupción de los estudios en la EMS, están factores que el sistema educativo
no ha podido resolver en su organización interna combinados con condiciones estructurales
que rebasan este ámbito y que por los problemas macro y micro de la economía, la
desigualdad y el conflicto social se recrudecerán, con lo que el reto se complica con una
población que desde hace años, en números absolutos, no desciende y que en promedio
representa 620 mil estudiantes que interrumpen sus estudios en el bachillerato anualmente.
63
Dicho proceso se presentó de manera gradual para cada nivel educativo. El primer gran
esfuerzo se orientó a incorporar a la población infantil a la educación primaria desde el fin
de la Revolución mexicana hasta los primeros años de la década de 1970, donde inició una
acelerada evolución de los sistemas de educación secundaria y media superior. Durante
este periodo de incorporación masiva al sistema educativo, lo importante era el crecimiento
de la matrícula; pero después, cuando altas proporciones de la población se incorporaron
a la escuela, cobró relevancia el alto porcentaje de estudiantes que interrumpen temporal
o permanentemente el sistema educativo.
Como se expuso en los capítulos anteriores, la coincidencia existente entre varios estudios
cualitativos y encuestas sobre la relevancia que tenían los recursos económicos para el
acceso y permanencia en el sistema educativo, específicamente en la EMS, condujo a que
las primeras acciones se orientaran a otorgar estímulos económicos; ya para la primera
década de este siglo se empezaron a introducir mecanismos que atendieran las condiciones
subjetivas de los jóvenes y que reforzaran las actividades desarrolladas en los planteles
para elevar la calidad educativa, aunque en ese primer momento, las estrategias se
mezclaban entre la lucha por solucionar los niveles de violencia escolar que padecían
algunas regiones y planteles y los esfuerzos contra la interrupción escolar.
En este contexto, revisaremos los principales programas que se han desarrollado en los
últimos años en la EMS, éstos vinculados, de una forma u otra, a la lucha por la desaparición
o reducción de los procesos de interrupción escolar.
Desde 1997 una de las primeras acciones para el incremento de la matrícula y la promoción
de la permanencia en el nivel medio superior fue la inclusión de estudiantes en el programa
64
de becas que formaba parte del denominado Programa de Educación, Salud y Alimentación
(PROGRESA). Éste, con algunas modificaciones, siguió la línea del Programa Nacional
Solidaridad de 1988; en 2002 se le llamó Oportunidades y, desde 2014 a la fecha, se le
conoce como PROSPERA, Programa de Inclusión Social.
El objetivo en este rubro del Programa es otorgar apoyos económicos para la inscripción,
permanencia y asistencia regular a la EMS de los jóvenes de hasta 21 años 11 meses,
miembros de las familias beneficiarias de alguno de los programas asistenciales que otorga
la SEDESOL. Contribuye a evitar la interrupción en la medida que exige la certificación de la
inscripción, así como la asistencia regular y permanencia escolar en escuelas de modalidad
escolarizada, no escolarizada y mixta.
Cuadro 6. Montos de las becas otorgadas a estudiantes de la EMS por sexo, 2016
Considerando que las becas se otorgan a estudiantes que pertenecen a familias cuyo
ingreso per cápita estimado es menor a la línea de bienestar mínimo, que en marzo de 2016
estaba calculado por el CONEVAL (CONEVAL, 2016) en 959.72 pesos en el ámbito rural y 1
65
338.86, en el urbano11, este ingreso adicional de las becas resulta significativo para la
manutención familiar total.
Gráfica 18. Evolución de las becas otorgadas por el programa Oportunidades en EMS, 2011-
2016 (miles)
Fuente: elaborado con información de Presidencia de la República, 4° Informe de gobierno, México 2016.
Un estímulo adicional para que los jóvenes en situación precaria concluyan sus estudios,
en periodo menor de cuatro años y antes de cumplir 22 años de edad, es que existe la
posibilidad de que, al finalizar ese nivel, tengan acceso al Apoyo jóvenes con PROSPERA,
que le otorga una cantidad única de 4 599 pesos para continuar sus estudios, ya sea a nivel
licenciatura o técnico superior.
En la gráfica 18 puede observarse la relevancia creciente que han adquirido estas becas
ya que, en 2001, primer año en que se otorgaron, se distribuyeron 226.7 mil estímulo;
mientras que en 2014, la cifra llegó a casi 1.04 millones de becas. Con base en la matrícula
del ciclo 2014-2015 que alcanzaba a poco más de 4.8 millones de jóvenes, se estima que
recibieron una beca de OPORTUNIDADES/PROSPERA, 22 de cada cien estudiantes. En el
Anexo II, puede observarse la evolución de la cantidad de estas becas otorgados por
entidad federativa para el periodo 2001-2014.
11Es importante señalar que el cálculo se realiza considerando sólo el costo de la canasta alimentaria básica y
que el salario mínimo diario en la República Mexicana es de $73.04 pesos diarios, es decir, $2 191.20
mensuales en 2016.
66
Por entidad federativa, en los tres estados en que persisten índices de marginación Muy
altos, de acuerdo a la clasificación del CONAPO, una mayor proporción de los estudiantes
de EMS reciben becas PROSPERA. En Guerrero, 53 de cada cien estudiantes de ese nivel se
encuentran en el padrón del programa; mientras que en Chiapas están 49 de cada cien y
en Oaxaca, 48 (gráfica 19).
Gráfica 19. Participación de estudiantes con beca PROSPERA en la matrícula total por entidad
federativa, 2014-2015
Fuente: elaborado con información de Presidencia de la República, 4° Informe de Gobierno, México 2016 y SEP,
Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, Principales cifras 2014-2015.
Hasta la creación del programa Síguele, caminemos juntos las acciones contra la
interrupción escolar consistieron básicamente en apoyos de tipo económico, material
escolar, alimentos y becas, todos ellos como actividades o programas separados. Con la
puesta en operación de este programa se presentó una visión y estrategia integral. Este
programa tuvo un periodo corto de vida; inició en 2011, muy poco tiempo antes de finalizar
la administración de Felipe Calderón Hinojosa, y no se le dio continuidad con el inicio del
nuevo gobierno, hasta que se estableció el Movimiento Contra la Interrupción Escolar en
Educación Media Superior que opera actualmente.
67
El Programa Síguele se basaba en el eje tres del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012,
titulado Igualdad de oportunidades que señalaba que:
durante ese año, alrededor de 585 mil becas, con un presupuesto total de casi 8
289 millones de (cuadro 7).
Fomento a la Lectura, el último componente que se incorporó, y se proponía que los
estudiantes fortalecieran sus hábitos de estudio, lectura y disciplina para un eficaz
aprovechamiento escolar y su desarrollo personal.
Hasta 2008 los programas de becas que operaba la SEMS eran: el Nacional de Becas de
Apoyo a Estudiantes en Educación Media Superior, el Nacional de Becas para la Retención
de Estudiantes de Educación Media Superior ─para quienes no contaran con otro
beneficio─ y el Nacional de Becas de Excelencia Académica. A partir del ejercicio
programático presupuestal de 2009, se fusionaron las tres modalidades para formar el
Programa de Becas de Educación Media Superior.
70
Gráfica 20. Participantes en los programas de becas de la SEMS, por trimestre 2010-2012
313,028 324,652
294,114 305,369 305,369
289,233 289,972
275,903 275,903 276,870 276,870
195,699
2010/I 2010/II 2010/III 2010/IV 2011/I 2011/II 2011/III 2011/IV 2012/I 2012/II 2012/III 2012/IV
Fuente: SEP, Programa de becas de Educación Media Superior (PROBEMS); Informes trimestrales de 2010-
2012.
896238.72
860163.1 860163.1
811731.95
782635.61 771689.31
606656.37
427225.96
252435.55 238545.9
2010/III 2010/IV 2011/I 2011/II 2011/III 2011/IV 2012/I 2012/II 2012/III 2012/IV
Fuente: SEP, Programa de becas de Educación Media Superior (PROBEMS), Informes trimestrales de 2010-
2012.
Entre 2010 y 2012 una alta proporción de las becas se orientaba a los bachilleratos
estatales, seguidas de las canalizadas por la Dirección General de Educación Técnica
Industrial (DGTI), los CECyTES, CONALEP y la Dirección General de Estudios Técnico
Agropecuarios (DGTA), lo cual podría indicar que se daba una orientación racional de las
becas, pues es en la educación técnica como se sabe, donde se ha presentado una mayor
proporción relativa de casos de interrupción escolar. En los subsistemas federales, la mayor
parte de las becas se otorgaba a estudiantes de los Centros de Enseñanza Tecnológica
Industrial (CETI), seguidos de la Dirección General de Bachilleratos (DGB) y el Colegio de
Bachilleres (COLBACH) (gráfica 21). En contraposición, en los subsistemas estatales una
gran parte de las becas se orientaba hacía el sistema de bachillerato general, seguido por
CONALEP y por los CECyTES (gráfica 22).
72
Por su parte, a los estudiantes de la UNAM y el IPN se les otorgaban en promedio entre 2
500 y 1 500 becas trimestrales, respectivamente.
escuela y una baja proporción de becarios respecto a la misma matrícula, lo que indicaba
la necesidad de establecer criterios y mecanismos más adecuados para la selección de los
beneficiarios (gráfica 23).
Gráfica 23. Programa Nacional de Becas para EMS, Distribución por entidad federativa 2010-
2015
Fuente: SEP, Programa de Becas de EMS (PROBEMS), Informes trimestrales, 2010-2015. Se elaboró con los
promedios anuales de los cuatro trimestres y con el promedio de los dos primeros trimestres de 2015.
Dicha propuesta fue aprobada por el Congreso de la Unión bajo el rubro Programa de Becas
para la expansión de la Educación Media Superior (U069), con la consideración de que la
Ley General de Educación en sus artículos 9°, 32 y 33, fracción VIII ya lo planteaba. El
monto de estas becas era de 500 pesos mensuales y sólo tenía una duración de 10 meses,
aunque no tenía las restricciones en cuanto a los promedios de calificaciones para los
estudiantes.
Con este programa, se aprobó la ampliación de la oferta de becas para contribuir a disminuir
el rezago en las entidades federativas que se ubicaban debajo de la media nacional en el
índice de cobertura de EMS y se les asignaron recursos del orden de 3 mil millones de pesos.
Durante los cuatro trimestres de 2012 se distribuyeron un promedio de 571 mil 714 becas
por trimestre y se erogaron 2 879 millones de pesos para el pago de éstas. De ellas, 53%
del total de los estímulos fueron para jóvenes mujeres y 47% restante, para los varones.
74
Gráfica 24. Tasa de interrupción escolar y porcentaje de la cobertura en EMS que contó con
beca Síguele 2011-2012
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
México
Colima
Nayarit
Veracruz
Durango
Michoacán
Zacatecas
Chiapas
Chihuahua
Tabasco
Yucatán
Campeche
Oaxaca
Nuevo León
Puebla
Querétaro
Quintana Roo
Tlaxcala
Baja California Sur
Distrito Federal
Guerrero
Jalisco
Morelos
Sonora
Tamaulipas
Baja California
Guanajuato
Coahuila
Hidalgo
Siguele % abandono
Fuente: elaborado con información de SEP, Programa de Becas de Educación Media Superior (PROBEMS),
Informes trimestrales 2011 a 2012 y SEP, Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, Principales cifras
ciclo 2011-2012.
En un primer acercamiento es importante destacar que las becas de este programa U069
complementaron, en 2012, a las otorgadas dentro del Programa de Becas para la
Educación Media Superior y beneficiaron a una proporción importante de la matrícula
escolar de ese año, 13%; mientras que en el periodo 2011-2012 la tasa de abandono llegó
a 15% (gráfica 24).
Al agregar este apoyo al de las becas PROBEMS, se logró que, durante 2012, los
apoyos económicos para la permanencia de los estudiantes en sus aulas fuera mayor al de
los años precedentes, lo que concuerda al observar la tendencia seguida por la tasa de
interrupción escolar durante ese periodo, cuando se produjo una disminución ligeramente
mayor a la tendencia histórica reportada hasta ese momento. Esto puede sugerir que
aminoró la interrupción, aunque es posible que en tan corto periodo no se puedan apreciar
los efectos de mayor impacto (gráfica 25).
75
Fuente: SEP, Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, Principales cifras 2008-2016.
los estados y con los directores de los planteles públicos del nivel medio superior, utilizando
un conjunto de herramientas y capacitaciones para reducir y erradicar la interrupción
escolar.
Una forma de operación de la estrategia ha sido el rediseño del programa de estímulos que
cuenta, actualmente, con becas para acceder, permanecer y concluir la EMS; además,
generó una serie de acciones específicas para combatir la interrupción escolar que
garantizan que los apoyos se entreguen a los jóvenes en peligro de abandonar sus estudios.
Contempla que cada plantel sea el encargado de administrar el Programa de becas contra
el abandono por medio de un comité conformado por directores, docentes y padres de
familia, quienes, sujetos a medidas de transparencia, identifican a los estudiantes en riesgo.
El propio Plan señala que, con la autorización del Congreso, gracias a la Reforma Educativa
se ha logrado un gran avance para desarrollar el potencial humano con educación de
calidad a través de sus tres ejes: que los estudiantes sean educados por los mejores
maestros ─nuevo Servicio Profesional Docente─; que la evaluación sea un instrumento
para elevar la calidad de la enseñanza ─plena autonomía al INEE y creación de un sistema
de evaluación─; y, que directivos, maestros, estudiantes y padres de familia tomen
decisiones conjuntas para mejorar el proceso educativo en cada plantel (Gobierno de la
República, 2013).
3. Asegurar mayor cobertura, inclusión y equidad educativa entre todos los grupos de
la población para la construcción de una sociedad más justa.
4. Fortalecer la práctica de actividades físicas y deportivas como un componente de la
educación integral.
5. Promover y difundir el arte y la cultura como recursos formativos privilegiados para
impulsar la educación integral.
6. Impulsar la educación científica y tecnológica como elemento indispensable para la
transformación de México en una sociedad del conocimiento.
Dentro del sistema de seguimiento para evaluar los avances de los objetivos se
establecieron 13 indicadores, de los cuales los que conciernen a la EMS son los siguientes:
El éxito del Movimiento, por tanto, de acuerdo a los planteamientos de la SEMS, se basaría,
en gran medida, en el reconocimiento de la capacidad de liderazgo de los directores de los
planteles educativos, quienes tienen la tarea de comprometer a los involucrados en las
tutorías, que se consideran los elementos clave para contrarrestar la interrupción escolar.
Para evitar que los primeros indicios se conviertan realmente en interrupción, deben
nombrar un responsable del monitoreo que lleve el registro diario de faltas de los
estudiantes de primer año, y en su caso, notificar a los padres vía mensaje telefónico y/o
79
Respecto a las becas contra el abandono, los directores deben conformar un Comité que
se encargue de proponer a la SEMS la inclusión de estudiantes en riesgo para que reciban
uno de los estímulos económicos.
Existen doce manuales que abordan cada una de las esferas de acción y que, de manera
conjunta, forman parte de la Caja de herramientas que se ofrece a los directores de
escuela y a los mismos docentes u operadores de la estrategia; cada quien es libre de
adoptar la que mejor le convenga:
1. Elementos de apoyo a directores para poder prevenir y reaccionar ante los riesgos
de la interrupción escolar, a través del monitoreo de los indicadores inminentes de
riesgo, así como sugerencias para reaccionar en caso de que se presenten en algún
estudiante. Estos indicadores son: asistencia, buen desempeño escolar y
comportamiento (ABC). De igual modo, se incluyen materiales para orientar un
diálogo constructivo con los padres de familia y explicar las causas más comunes
de la interrupción; así como las acciones que puede emprender la escuela para
prevenir sus efectos.
80
Una de las principales diferencias entre el Programa Síguele y el actual Movimiento contra
el abandono escolar es que el primero sustentaba su acción en la estructura institucional:
la SEMS se apoyaba en la Coordinación Sectorial de Desarrollo Académico que contaba con
la Dirección General del programa Síguele, que a su vez operaba con dos coordinaciones,
la de Alerta temprana del programa y la de Intervención académica; además de haberse
creado el Sistema Nacional de Tutorías Académicas (SINATA). El Movimiento, por su parte,
sustenta su operación mayoritariamente en los planteles escolares y sus directores, y
aunque la SEMS coordina y da seguimiento, no tiene una estructura operativa nueva y, por
tanto, no impacta el presupuesto.
Al interior de los planteles, con el programa Síguele los directores de plantel tenían que
contar con un coordinador del SINATA y otro de Intervención académica, que debían
entregar reportes trimestrales de cada una de sus áreas a sus homólogos del sector central.
Se entrevistó a 28 funcionarios: 16 del ámbito federal y a 12 del estatal. Entre los primeros,
se seleccionó a un Coordinador general, Directores generales, Directores de instituciones
educativas, Directores de área y Subdirectores de la SEP. De los segundos, se entrevistaron
a Directores generales, representantes federales en los estados y a Subdirectores de
enlace. Todos ellos, de una u otra manera, implicados en la implementación de la estrategia
integral Yo no abandono: Movimiento contra el abandono escolar, y otras políticas,
programas y acciones encaminadas en ese mismo sentido. La intención era obtener un
panorama amplio, conformado por las múltiples perspectivas y experiencias de los
responsables involucrados en varios niveles de gobierno.
La información recopilada mostró su utilidad para conocer las diversas dinámicas que
genera una estrategia diseñada para aplicarse en todos los planteles de EMS del país; en
una realidad educativa caracterizada por la heterogeneidad en la composición de su oferta
educativa que incluye escuelas con diferentes tipos de sostenimiento, control administrativo
y modelos de bachillerato.
Las entrevistas realizadas a los funcionarios fueron semiestructuradas, lo que permitió que
se configuraran de acuerdo con su discurso y las experiencias particulares de cada uno. El
contacto con los funcionarios fue, en general, difícil, pues muchos de ellos se mostraron
renuentes y desconfiados ante la posibilidad de ser entrevistados. Incluso, en su mayoría
solicitaron que se les enviaran previamente los lineamientos sobre los que giraría la
entrevista.
Otro reto enfrentado fue la apretada agenda de los funcionarios, ya que algunos no
contaban con disponibilidad para proponer un encuentro dentro del periodo en que se
realizó el estudio. En otros casos el problema fue su disposición y, abiertamente, 12 se
negaron a conceder la entrevista: ocho federales y cuatro estatales.
83
La meta general con la que se trabaja en todos los niveles es la disminución de la tasa de
abandono escolar nacional a 9% para el año 2018 meta que les queda muy clara, para
lo cual se establece que todas las escuelas deben reducir su tasa de interrupción escolar
de acuerdo a sus posibilidades y, de esta forma, contribuir al objetivo fijado de manera
general.
El mecanismo a través del cual, en la práctica, se mide el abandono escolar son los
residuales, es decir, se obtiene de la diferencia encontrada entre los estudiantes que
egresan de un ciclo escolar frente a los que se inscriben en otro. Al realizar una valoración
cuantitativa, no se están contemplando a profundidad los aspectos cualitativos de la
problemática, lo que podría causar que se obvien acciones viables basadas en el
conocimiento profundo de la problemática. De esta manera, en la mente de muchos
funcionarios la preocupación está en abatir el porcentaje y en que, para la consecución de
este objetivo, la figura del director de cada plantel es fundamental. Así lo sintetiza un
funcionario federal entrevistado:
A pesar de que todos los funcionarios entrevistados coincidieron en que se precisa una
investigación cualitativa de la problemática que permita reformular la estrategia y considerar
aspectos hasta ahora ignorados, relativos a los sujetos juveniles y a sus contextos, hasta
este momento no han contemplado cómo solventar dicha necesidad.
Los funcionarios buscan que las acciones contra la interrupción escolar muestren
resultados en el menor tiempo posible. La priorización de las acciones depende de cada
plantel escolar; es así que, a su juicio, fue preciso entrar en la escuela y permitir que las
decisiones las tomaran los propios actores escolares, atendiendo las necesidades
particulares. De esta manera un funcionario federal definió la estrategia Yo no abandono:
Sin embargo, los funcionarios sí tienen detectados en común una serie de ejes paralelos
que están confluyendo en los espacios de la escuela para los cuales se prevén una serie
de actividades que poseen como objetivo la retención de los estudiantes. Afirman que la
85
problemática ha estado siempre presente en el análisis del logro académico, pero es a partir
de la RIEMS que se hizo más visible. La reforma reciente puso en el centro de la atención el
problema público de la interrupción escolar, que la SEMS focalizó a través del Movimiento
contra el abandono escolar. En su opinión, ahora existe mayor conciencia sobre el
fenómeno; según los funcionarios, todos los operadores de esta estrategia reconocen estar
involucrados en su prevención y también son conscientes de su corresponsabilidad en los
resultados obtenidos.
Todo es importante, hay una serie de ejes paralelos que están confluyendo en los
espacios de la escuela, y que tienen su expresión en una serie de actividades de
las cuales los estudiantes son el objetivo, que a ellos les llegue la información sobre
las problemáticas. En términos de la estrategia contra el abandono lo que tiene
más prioridad es el logro, la aprobación y la asistencia […] en eso están enfocados
los cuerpos colegiados de las escuelas, los directivos y al nivel central […].
[Desde] hace algunos años [el impulso] ha estado en vigorizar el trabajo colegiado
de forma más organizada, [El trabajo del director es ese…] checar a los estudiantes
si van, o no, todos los días a la escuela; checar aquéllos que están reprobando o
teniendo mal desempeño; organizar las horas disponibles de los profesores para
que se dediquen a dar tutoría a quienes la necesitan. No se les pide algo que no
sea su chamba.
Sin embargo, cuando se cuestionó si para llevar a cabo dichas labores los directores y
docentes contaban con espacios y horarios definidos para la realización de tutorías, y si
éstas, junto con otras actividades afines para atender la problemática del abandono, se
traducían en horas académicas de descarga e incentivos salariales; la respuesta de un
87
funcionario de la SEP fue: “Eso lo define la comunidad escolar. Tu chamba [como docente]
es enseñar y que los chavos no abandonen, punto”.
Hay que hacer una labor de convencimiento con los padres de familia y con los
mismos estudiantes para reiterar la importancia que tiene estudiar el bachillerato,
los beneficios de tener una beca y que, incluso, con la misma beca van a tener
mayores ganancias que lo que ganarían en muchos trabajos. […] Hay una
tremenda falta de información sobre lo que significa: ¿qué es la prepa? y hay que
trabajar en ello. Sin este conocimiento hay una suerte de mito sobre lo que es la
prepa, que no tiene que ver con lo que en realidad es, y esto se traduce en
desencanto que puede conducir al abandono.
También, encuentran que la falta de una guía o una imagen de autoridad cercana, provoca
que los estudiantes no contemplen opciones óptimas para su futuro y que, en muchas
ocasiones, pasen por alto oportunidades, como las becas contra la interrupción. En relación
con el punto anterior, se afirma que los jóvenes se encuentran viviendo una modificación
significativa de las estructuras familiares, que puede estar afectando su desempeño
escolar.
[El problema] parte de la coyuntura que vivimos en el país, los jóvenes están
buscando cómo hacerse de recursos propios, pero no a través de la formación,
sino por mecanismos informales fuera de las universidades, incluso de manera
ilegal, empiezan a meterse en temas complicados porque les está absorbiendo la
idea de que pueden encontrar dinero rápido y sin necesidad de formación.
Otro aspecto, identificado por los funcionarios, que incide en la salida de la escuela es el
bajo aprovechamiento con el que llegan los jóvenes al nivel medio superior. Los refieren
que los estudiantes no cuentan con conocimientos homogéneos que permitan a los
docentes impartir los contenidos previstos en los programas. Así lo expresa un funcionario
entrevistado de DGETI: “A pesar de que es bachillerato tecnológico, llegan con muchas
deficiencias nuestros alumnos, llegan con deficiencias en matemáticas básicas, entonces
nos interesa a nosotros tratar de homogeneizar, en la medida de lo posible, a nuestros
alumnos”.
Además, afirman que la carga de contenidos que se prevén en los programas, muchas
veces no son congruentes con los conocimientos y habilidades con las que los estudiantes
egresan de la educación secundaria. A pesar de que existen cursos propedéuticos y de
inducción, éstos resultan a su juicio insuficientes, debido al choque que sufre el estudiante
ante el cambio de sistema educativo; pero también contribuye la etapa, mayormente
emocional, de adaptación a los nuevos derechos y responsabilidades que se les exige
enfrenten como adultos.
En la Ciudad de México, los funcionarios señalan que las escuelas pertenecientes a la UNAM
y al IPN representan una fuerte competencia, ya que los jóvenes tienden a elegir esas
instancias como su primera opción. El prestigio con el que cuentan, así como la posibilidad
de tener “pase directo” al nivel superior, resultan más atractivos para los aspirantes y padres
de familia. Particularmente, un funcionario en la Ciudad de México de la DGETI refiere que,
de 30 mil estudiantes de nuevo ingreso, sólo 21% los eligió como primera opción. Alrededor
de 43% los elige como sexta opción, en la que compiten con el Colegio de Bachilleres y
CONALEP, quienes cuentan con porcentajes similares. Dicha dependencia afirma que ésta
es una de las razones por las que la Ciudad de México es una de las zonas con el mayor
índice de interrupción escolar. Sobre este punto nos hablan funcionarios de la DGETI:
89
4.2.1Estado de Veracruz
realizado un diagnóstico por región, el cual, se identificó que uno de los elementos más
apremiantes por atender es el de la movilidad de los estudiantes. Ésta, por un lado, es
causada por la actividad económica familiar (jornaleros); por otro, se ha detectado que hay
jóvenes que se ven forzados a migrar debido al temor de ser reclutados por grupos
criminales. Por ello, el programa de prevención de la violencia ha sido fundamental en los
esfuerzos contra la interrupción escolar en el estado.
Por otra parte, la Dirección General de Bachillerato de Veracruz desarrolló una estrategia
propia para dar operatividad a la implementación de los diversos programas educativos.
Creó seis coordinaciones, en las cuales hay un encargado designado por la Dirección
General, para organizar a los gestores y poner en marcha los programas. Estas zonas son:
Poza Rica, Jalapa, Veracruz, Córdoba, Minatitlán y Alvarado. Asimismo, se ha buscado que
para el caso específico de la estrategia Yo no abandono, cada director de escuela forme un
comité de seguimiento y asigne un responsable a su interior.
Refieren que han impulsado programas desde el año 2000, los cuales han tenido resultados
exitosos, por lo que se convierten en estrategias importantes con las cuales han articulado
Yo no abandono. Como ejemplo de lo anterior enumeraron:
Las acciones que se han impulsado desde el ámbito estatal están vinculadas con el
programa de tutorías, principalmente, para apoyo en nivelación académica. Se cuenta con
un diplomado en tutorías, mismo que se imparte en línea, y que tiene tres años
efectuándose en colaboración con la Universidad Virtual del Estado de Guanajuato.
Otra iniciativa estatal del estado es la creación del Sistema Único del Registro de Aspirantes
a la Educación Media Superior (SUREMS). Se implementó en 2013, con la intención de
monitorear y atender a los jóvenes que transitan a la EMS. Dicho sistema posee la
información de los jóvenes que quieren ingresar a este nivel, también detecta a los que no
desean seguir estudiando y les ofrece alternativas, por ejemplo, el sistema abierto.
en la entidad y refieren que se utilizan tanto herramientas propias como de otros programas.
La idea rectora de la actuación de la dirección estatal ha sido sumar los programas propios
con los federales como Construye-T.
Dentro del diagnóstico de la entidad, se detectó que los contextos de violencia y el bullying
son problemas graves en las aulas, por lo que el Programa de valores por una convivencia
escolar armónica, de carácter integral, es la prioridad. Se busca promover la sana
convivencia escolar y favorecer ambientes escolares libres de violencia en los planteles de
educación básica y media superior del estado. Este programa tiene como objetivo contribuir
al tema de la seguridad con base en el desarrollo de habilidades socioemocionales; en
cuanto a la seguridad física, ésta se logra al autorregularse para evitar violencia al interior
y al exterior de las escuelas. Una de sus acciones es la constitución de un comité con
miembros escolares para tener estudiantes constructores de paz, que al finalizar sus
estudios conozcan de equidad, así como de mecaismos para contrarrestar la violencia y
mediar conflictos; los líderes son los directores.
El PMOE fue creado en 2009, opera desde 2010, y en cada subsistema se realizaron
modificaciones para aplicarlo. Los planes de estudio en Bachillerato Tecnológico incluyen
los programas de Orientación para la vida (1, 2, 3 y 4), como parte de la labor del orientador
frente a grupo; éstos se ponen en marcha una hora a la semana de primero a quinto
semestre. Además, fuera de grupo se desarrollan los proyectos de intervención sugeridos
en el diagnóstico institucional.
Por su parte, el Plan de Estudios de Bachillerato General comprende una hora semanal de
orientación educativa frente al grupo. Aquí, se hace énfasis en el perfil del joven y se lleva
95
Por último, en el Estado de México, cada director se debe vincular con el ayuntamiento para
el tema de la seguridad; simultáneamente se aplican los programas de Escuela segura.
De manera general, existe una serie de acciones que se pueden aplicar; pero cada
institución escolar elige de acuerdo a las necesidades la manera de implementarlas.
Los recursos del programa son de financiamiento estatal y deben ser aprobados por un
comité. Como el apoyo se hace en una sola exhibición no se genera una tarjeta, sino un
cheque y, por conducto de los enlaces, se entregan los apoyos; los jóvenes firman un
documento de recibido.
96
Por su parte, la Dirección General del Colegio de Bachilleres (COLBACH) lleva a cabo
acciones propias; las cuales, de acuerdo a los funcionarios entrevistados, más que
centrarse en sólo la interrupción escolar, son de carácter integral. En las entrevistas se
mencionaron cuatro estrategias:
hora de entrada y salida de los jóvenes en el plantel. Tal como lo menciona un funcionario
de la DGETI en la Ciudad de México:
Estamos implementando de hace dos años para acá, el tema de la asistencia, para
nosotros en la zona metropolitana es importantísimo, ya que existen muchos que
reprueban porque no asisten, son muy inconsistentes ¿Qué hacemos? […]
planteamos con ellos [los padres de familia] el sistema de registro. El alumno
registra su ingreso al plantel y llega vía internet al padre de familia, o por mensaje,
entonces está enterado el papá que el niño llegó a las ocho de la mañana y a qué
hora se fue. Llevamos ahorita ya siete planteles con el sistema, y cada quien lo
acomoda como lo acuerde; pero estamos tratando de que el alumno asista, hemos
visto que si el alumno asiste las posibilidades de que uno lo pueda rescatar
[aumentan].
En cuanto a la existencia de otras estrategias que se aplican a nivel local para abatir la
interrupción escolar, todos los funcionarios destacan como la más importante: la generación
de identidad y pertenencia en los estudiantes por sus planteles. Ésta se alimenta con
diferentes acciones, entre las que destaca el hacer las escuelas atractivas, a partir de
modificaciones físicas a los planteles y sus entornos inmediatos. Al interior de los inmuebles
se procuran espacios destinados para la realización de actividades que son del interés de
los estudiantes; además de crear espacios de convivencia agradables para ellos. Al
exterior, se promueven los espacios seguros mediante la relación con la sociedad civil e
instituciones públicas. Sobre el tema nos habló una funcionaria entrevistada:
Hay muchos planteles que para propiciar esta identidad buscan qué actividades
pueden proponer. Tengo muy presente un plantel de Morelos que decía que el
grupo de mujeres quería una actividad de basquetbol, pero no teníamos profesor
y, además, no teníamos presupuesto para contratar a alguien [sic]. Una maestra
del componente básico dijo: “yo soy buena, a mí siempre me gustó, puedo hacer
mi equipo”, entonces lo hacían en contraturno. Generaron el equipo y buscaban
hacer actividades con otras escuelas, lo hacían de manera estatal, y así, iban
subiendo sus encuentros.
Desde luego otro [evento] que está ligado con realizar proyectos es el de robótica
pedagógica con Lego, los diseños que se hacen de robots son importantes.
Estamos intensificando también esto de una manera importante con varias
medidas, esto es para aprender física, es un concurso de lanzamiento de cohetes
de agua. Nuestros maestros de física los preparamos con la Agencia Espacial
Mexicana para que pudieran estandarizar de qué se trataba y estamos haciendo
una participación masiva de nuestros muchachos de física para que hagan el
diseño del cohetito, el diseño incluso de los lanzadores. Aquí aprenden los
muchachos los principios de la hidrodinámica, la segunda y tercera Ley de Newton,
el principio de Bernoulli. En fin, están aprendiendo las fórmulas y la aplicación está
ahí; entonces viven, juegan haciendo su diseño, concursan. Invitamos a maestros
de educación superior a que sean parte del jurado, a industriales, y se califica la
estética, se califica todo; es un evento festivo en un plantel.
4.3 Normatividad
SEP
SEMS
Coordinador
es regionales
Supervisores
Directores
ATP
Los Asesores Técnicos Pedagógicos (ATP) afirman que, con la nueva estructura de Ley
General del Servicio Profesional Docente (LGSPD), son considerados actores importantes
dentro de la estrategia. Aunque en ocasiones los diversos subsistemas pueden no contar
con ellos, ya que su contratación se da a través de un concurso de oposición que se lleva
a cabo dentro de una convocatoria anual. Los entrevistados afirman que la figura del ATP
proviene de la educación básica; pero ahora cuenta con otra orientación porque la dinámica
de ésta es totalmente diferente.
actores escolares. Cuando existe, representa un apoyo para el director porque trabajan de
manera conjunta. Un funcionario de la DGB nos aclara:
La figura del ATP es de educación básica con otra orientación, porque la dinámica
de educación básica es totalmente diferente. Ahora con la implementación de la
Ley del Servicio Profesional Docente esta figura se generaliza también para EMS,
junto con la de supervisores que también es una figura de educación básica. Esto
está todavía en construcción, de 2014 a 2015 se tuvieron ATP contratados por
tiempo fijo; esos contratos ya se terminaron. El año pasado salió la convocatoria.
Esta función representa una suerte de promoción para los docentes, es una
convocatoria abierta en la que participarán aquellos docentes que estén
interesados en serlo. Es una persona por turno. La DGB está convocando
actualmente a 63 asesores, de los 42 planteles se tiene 21 que tienen dos turnos.
Vale aclarar que, a la fecha, no todos los planteles cuentan con este puesto y, por tanto, las
tareas que se contempla realice el ATP, no se llevan a cabo o son absorbidas por otros
miembros de las escuelas, cuestión que se abordará en el siguiente capítulo.
Refieren que existen políticas públicas específicas que están coadyuvando en la reducción
de la problemática de la interrupción, ya que tienen asignados recursos; sin embargo el
Movimiento opera con lo asignado a cada plantel. También resaltan que existen programas
específicos destinados a atender problemáticas que se vinculan con el retiro de los jóvenes
de las escuelas, como es el caso del Programa U079 de Expansión de la oferta educativa,
en el que se desarrollan diversas acciones como la ampliación de nuevos servicios, el
crecimiento natural de los planteles, la preparatoria en línea y los telebachilleratos, entre
otros.
Por último, resaltan las becas de asignación federal contra la interrupción escolar. Sin
embargo, afirman que estas estrategias se han incorporado tanto a la dinámica con que
funcionan las escuelas como en la forma en que funcionan a nivel central que no se
requiere hacer demasiada distinción entre ellas. Además, reconocen que las aportaciones,
102
monetarias y en especie, de los padres de familia, sirven para implementar acciones que
contribuyen en la lucha contra la interrupción escolar.
En la DGETI se menciona que el uso de los ingresos por aportación se utiliza a través de
consensos entre los padres de familia y los directivos. El proceso del plan de ingresos de
aportación se inicia con el diagnóstico del director, quien revisa sus contextos y las
aportaciones recaudadas; después elabora un plan de mejora por margen de prioridad.
Uno de los entrevistados lo explica de la siguiente manera:
Estos recursos se deben validar tanto en el estado, como en la Dirección General, quienes
revisan si son factibles las propuestas del centro escolar y apoyan, o ajustan, las líneas de
acción. El enfoque de este plan puede ser de mejora de instalaciones, de áreas comunes,
de la biblioteca, de baños, de un servicio escolar eficiente, etc. Un funcionario federal
entrevistado menciona al respecto:
Si mi problema es que la escuela está muy feita [sic], entonces mi enfoque sería
instalaciones, áreas comunes, que tengan su biblioteca, que tengan sus baños
adecuados, que tengan un servicio escolar también eficiente, eso lo detecta el
director vía su plan de mejora, plan de mejora que revisamos en conjunto en el
estado y con la dirección general.
En este mismo plan se implementan las acciones como capacitación, trabajo colegiado, los
proyectos de ingreso al Sistema Nacional de Bachillerato y el de la interrupción escolar. Los
planes de mejora son revisados por la Dirección General en el transcurso del semestre y
103
se contrastan con los resultados de los semestres anteriores. Se analiza si hay un avance,
y si no lo hay se buscan las causas. Sobre ello una funcionaria federal comenta:
El abandono es una prioridad para la SEMS, los recursos que se requieren para
operar el programa se alinean, dentro de las partidas presupuestales no existe un
programa que se llame contra el abandono escolar; pero sí se asignan recursos
para atender el programa y se trata de ser muy eficientes.
104
Los funcionarios de todos los niveles reconocen, que muchas veces, no se cuenta con los
recursos necesarios para llevar a cabo las actividades destinadas a la lucha contra la
interrupción escolar. En el caso de las tutorías, se tienen problemas de infraestructura, pues
no hay instalaciones adecuadas en todas las escuelas, por ejemplo, para la impartición
individual. Las tutorías de los docentes se realizan, entre clases, dentro del aula o en
cualquier otro espacio de la escuela; mientras que las tutorías académicas requieren de un
espacio para llevarse a cabo, pues su realización exige mayor grado de formalidad; se
menciona que se llevan bitácoras de estas actividades. Resalta la creatividad e ingenio de
los operadores de la estrategia para resolver los problemas de recursos a los que se
enfrentan; los entrevistados coinciden en que los maestros "se las ingenian" y consiguen
un espacio propicio para las tutorías, como puede ser la sala en donde se reúnen los
profesores. Adicionalmente una funcionaria entrevistada señaló:
El tema de la tutoría es otro similar al que te estoy describiendo, los tutores son
justamente los mismos profesores. Se eligen en la mayoría de los planteles
aquellos profesores que tienen más inclinación por apoyar y más empatía entre los
alumnos, pero como se requiere siempre tener un tutor, no siempre alcanzan éstos,
o los mejores profesores no son los únicos que realizan esa actividad.
Cada plantel enfrenta con estrategias distintas las deficiencias en los recursos materiales.
Por ejemplo, la DGB afirma que los directores de los planteles muchas veces gestionan ante
los estados apoyos para atender las necesidades de los estudiantes. Un funcionario de la
DGB profundiza sobre la temática:
En ocasiones, incluso, el estado ha llegado a donarles material que ya había sido utilizado
previamente con otro fin, para ciertas actividades escolares y extraescolares. Mientras que
la DGETI señala que, ante la falta de recursos, procuran subsanarla con herramientas
didácticas que se orientan a abatir la interrupción a través de una serie de acciones que la
Dirección designa como clase interesante o atractiva:
¿Y qué implica tener clases atractivas? Montón de cositas, ¿no? Pero algunas de
las metodologías […] más efectivas a nivel […] internacional, cuando se aplican
bien estas estrategias [...], estas metodologías didácticas, como el aprendizaje
inverso, tiende a incrementarse el número de jóvenes que terminan, se reduce el
abandono y, entonces, se logran otros efectos de satisfacción en los jóvenes que
tienen un espiral ascendente de buen desempeño.
Sobre los avances realizados en el camino por lograr el cambio en las clases que se dictan,
señalan:
Estamos haciendo suficientemente atractivas las clases pues van a desear asistir
a la escuela. Entonces esto no es una cuestión instantánea, no es fácil; hay que
reconvertir la forma en la que estamos educando. Tenemos que reorientar la
educación al aprendizaje, focalizar el aprendizaje en el alumno, no en la
exposición, ese es un cambio paradigmático muy importante que es el que
estamos trabajando, lo mejor que podemos digamos, entonces, ¿qué estamos
haciendo, incorporando metodologías didácticas innovadoras, aula inversa [...].
Y enfatizan sobre el trabajo que han hecho para lograr la clase interesante:
Pero el tema aquí fue que, el curso propedéutico que se diseñó para esa
generación: los contenidos de matemáticas se adaptaron a los contenidos de la
plataforma y hubo un plan de trabajo que se diseñó exclusivamente. El tema éste
lo vamos a trabajar con este video y tratando el tema de la conectividad muchos
profesores idearon copiar los videos, grabarlos y entregárselos a los muchachos.
Esas fueron otras de las alternativas que se manejaron. La idea era probar e iniciar
con el tema de la clase interesante.
106
En cuanto a esto último, la Subdirección de enlace operativo del Distrito Federal de la DGETI,
reconoce que, en muchas ocasiones, no se cuenta con los tutores necesarios para la
operación, por lo que deja de ser una actividad voluntaria ya que directamente se les pide
su colaboración. Los entrevistados refieren que, más allá del reconocimiento monetario,
existe uno social a su labor porque, aunque sus acciones están contempladas dentro de
sus responsabilidades, la finalidad de su trabajo debe incentivar a los actores a llevar a
cabo prácticas exitosas contra la interrupción escolar. Mencionan que una forma de
estímulo se da al socializar el buen desempeño, a través de la comunicación de sus logros
dentro de los planteles, lo cual se considera, genera compromiso en los involucrados de
cada escuela. Así lo describe uno de los entrevistados:
Tenemos problemas de carencia que no nos facilitan la vida, esa parte tiene que ser
resuelta a brincos en vez de saltitos así, brincos un poco más significativos.
Entonces, además, se están desarrollando metas cooperativas, para mí es muy
importante que los planteles campeones estén dispuestos a colaborar con los
rezagados para socializar, ¿qué viene en el futuro? Visitas, ya no es nada más la
socialización de las mejores prácticas, es estancias de cuadros directivos de
plantel […] pero que se queden una semana y que les preparen y les presenten
todo, un plantel de alto desempeño recibirá a cinco cuadros directivos de otros
planteles y después tendrá otra posibilidad de recibir otros cinco. Es decir, ahora
sí que 45 planteles nuestros van a recibir las visitas de los 450 adicionales, y esa
participación va a ayudar también a que vean como sí se puede, cómo sí lo
pudieron hacer.
A pesar de la aparente visión idealista respecto a la resolución de las carencias a través del
ingenio, los entrevistados afirman que el principal desafío para implementar la estrategia es
la escasez de recursos. Pero la falta de ellos no es un tema nuevo, ni sólo relativo a la
estrategia. Por ejemplo, funcionarios de la DGETI mencionaron que en 2004 salieron de las
curricula todas las actividades paraescolares, ya que no se contaba con tiempo ni
107
presupuesto para ellas. Sin embargo, a su consideración, las expresiones del deporte como
de la cultura representan actividades que forzosamente se manifiestan en los estudiantes
y no pueden dejarse de lado. Más aún, en la lucha contra la interrupción escolar, esas
actividades se contemplan como una fuente de identidad, ya que a través de ellas se genera
un fuerte sentido de pertenencia en los estudiantes por sus planteles. Sobre el tema un
funcionario federal entrevistado comenta: “No tenemos, desafortunadamente, muy buenas
instalaciones en muchos de los planteles, por ejemplo, en el DF porque está la conurbación,
[lo que] ha hecho que no tengas ya canchas, sólo unos cuantos [planteles las tienen]”.
En cuanto a los mecanismos de rendición de cuentas, a nivel general, se menciona que las
diferentes instancias de fiscalización con los que se cuentan son el Órgano interno de
control de la SEMS y el proceso de revisión anual de la cuenta pública que realiza la Auditoría
Superior de la Federación (ASF), quienes auditan el otorgamiento de becas. A nivel
particular, se menciona que el sistema educativo cuenta con una estructura amplia, donde
la información fluye de forma piramidal, de abajo hacia arriba. Asimismo, de acuerdo con la
autonomía de gestión de las escuelas, también existe una rendición de cuentas hacia los
padres de familia debido a las aportaciones con las que contribuyen. Por lo que se realizan
reuniones con ellos, en la que se les expone la forma en la cual fueron gastados esos
recursos.
Los funcionarios establecen que antes se tenía a una serie de responsables en los
planteles, como el de Construye-T, el de orientación educativa, y el responsable académico;
sin embargo, sus funciones estaban desvinculadas. Esta situación los llevó a promover el
trabajo colegiado, para que los responsables no se contemplaran sólo como figuras
aisladas, sino que, a través de la vinculación, contribuyeran de manera conjunta con la
109
Sobre cómo se coordina esta estrategia con otras dependencias para evitar la duplicidad
de apoyos, los funcionarios mencionan que los mecanismos que SEDESOL y PROSPERA
utilizan, funcionan a través de comités estatales, en donde participan los representantes de
las diferentes instituciones interesadas en el tema, que son SEDESOL, los sectores de salud
y educación. En estos comités se logran los acuerdos interinstitucionales para dar
seguimiento a las becas contra el abandono. Por su parte, la SEMS cuenta con un Programa
de becas que está dirigido a los jóvenes que no reciben PROSPERA. El área de becas cuenta
con un procedimiento y una plataforma propia desarrollada con diferentes opciones de
becas, entre ellas las becas contra la interrupción. A través aquélla se hace el cruce de
información usando la CURP de los solicitantes, y se elimina a aquellos que ya cuenten con
una beca. Así lo confirma uno de los funcionaros:
Subrayan que no es posible contar con dos apoyos de becas simultáneos. El proceso de
verificación lo realiza cada bimestre el área de becas con la asignación de los nuevos
recursos. Un funcionario federal detalla:
ahora se trata de una estrategia nacional y es una forma más segura de llegar a
un resultado favorable.
Los actores clave que identifican los entrevistados para la implementación de la estrategia
son diversos, pero la mayoría refieren los siguientes: los tutores, el orientador educativo,
los presidentes de academia, los ATP, los supervisores, los padres de familia, el director del
plantel, servicios docentes, control escolar y los Consejos de Planeación Participativa.
Aunque mencionan que tiene mayor relevancia la red local de apoyo cuando se integra
entre los docentes, los padres de familia, los directores y los mismos estudiantes.
los subsistemas que mantiene mayor relación con el sector productivo porque provee a los
jóvenes de una educación tecnológica. El servicio social es obligatorio y las prácticas
profesionales son parte de la formación de los estudiantes, éstas las hacen por convenios
con las empresas locales. Sin embargo, esto no contribuye mucho a la lucha contra la
interrupción, ya que el mayor índice se presenta en el primer año, y esas prácticas se hacen
en el quinto o sexto semestre. En relación con el tema nos menciona al respecto un
funcionario entrevistado:
También refieren que el primer acercamiento con los padres de familia y los estudiantes es
en los cursos de inducción. Por ejemplo, la DGETI senaló que a través de estas actividades
se trata de trasmitir calor de hogar a los estudiantes y a sus familias. Menciona que en estos
eventos se hace un acercamiento de los servicios de la escuela al estudiante para que se
114
familiarice con ellos y sepa a quién acudir en caso necesario. También se dan a conocer
los reglamentos para que sepan la manera en la que se espera se conduzcan dentro del
plantel. Un funcionario federal especificó al respecto:
La bienvenida que eso es importantísimo, el dar a conocer todos los servicios escolares a
que tienen derecho, la biblioteca, control escolar, orientación educativa, tutorías,
se les presentan todas esas actividades a los que ellos o servicios a los que ellos
tienen derecho, incluso la cafetería, se les informa de los clubes deportivos y
culturales con que cuenta el plantel, etc. Y en esas mismas actividades las becas
el programa de becas que hay, también se les apoya, bueno, se tiene contacto con
los padres de familia, donde al padre de familia se le da a conocer el reglamento
de control escolar, cómo van a ser evaluados los alumnos, y además las
actividades, los derechos y obligaciones de sus hijos en el plantel, o sea las reglas
del juego del comportamiento que deben de guardar dentro de la institución para
mejorar la convivencia.
La DGB, por su cuenta, hace énfasis en los mecanismos de comunicación con los
operadores del Movimiento. Refiere que desde la Dirección se intenta dirigir toda
comunicación directamente con el director del plantel, ya que éste es quien puede
proporcionar el panorama general de lo que se le solicita; o bien, se procura la comunicación
con el responsable del tema del que se requiere información, seguimiento u orientación. Sin
embargo, afirman que en ocasiones la SEMS no sigue esta misma línea y entablablan de
manera directa con otros actores, como los orientadores para algún curso de actualización,
pasando por alto la figura del director y de la DGB. Dicha situación genera una problemática
particular, pues al no seguir los canales adecuados, se crea cierta figura de autoridad de
quien mantiene contacto directo con la Subsecretaría, lo que conlleva roces al interior del
plantel pues se suponen con mayor autoridad que el director.
115
Otro tema que relatan es que los oficios a veces llegan con retraso, lo cual causa descontrol
en el personal, ya que se tiene que gestionar con premura para solventar su demora.
A veces, lo que pasa también es que los oficios llegan con retraso y, por ejemplo,
en el caso de que cierto personal se tenga que presentar en cierto lugar pues se
tiene gestionar rapidez para solventarlo. Eso también genera otro tipo de
problemática porque al no seguir los canales adecuados de comunicación se crea
cierta figura de autoridad de quien mantiene relación con la subsecretaría y en
muchas ocasiones se genera que estas personas se sientan con más autoridad
que el director y se crean roces al interior del plantel. Eso es lo que trata de evitar
la DGB por eso se establece una relación directa con el director.
La segunda corriente, que representa a la mayoría de los entrevistados, refiere que el perfil
ideal de los operadores de la estrategia exige la formación en competencias, que se tenga
una gran disposición para el trabajo, y un profundo conocimiento de la problemática
relacionada con lo juvenil. Pero comentan que son atributos deseables porque no existen
requisitos formales para ello. Las convocatorias buscan que idealmente se acerque quien
tenga los atributos para hacer el trabajo y que posea el gusto por llevarlo a cabo. Un
funcionario entrevistado comparte su punto de vista al respecto:
117
Se afirma que existe un fuerte problema en las habilidades de los docentes como actores
clave en las estrategias contra la interrupción, pues se considera no cuentan con las
habilidades metodológicas ni pedagógicas para implementar acciones que les permitan
contrarrestar la problemática. Los entrevistados refieren que, históricamente, el problema a
nivel nacional de la EMS, en todos sus subsistemas, es la debilidad en la formación de
habilidades docentes, ya que los profesores no cuentan con preparación pedagógica que
les permita ser más efectivos y contar con mayores herramientas para inducir al aprendizaje
de los estudiantes. En similares circunstancias se encuentran los tutores, ya que son los
mismos docentes los que tienen a cargo esta función. Además, el perfil del tutor se
complejiza cuando se trata de tutores de docentes, pues deben retroalimentar a los
profesores sobre su trabajo. Los funcionarios opinan que tampoco se puede hablar de que
existe una calidad uniforme en el trabajo de los tutores de docentes; en este caso, lo
justifican ya que se trata una figura nueva que todavía se está desarrollando.
De los principales retos que refieren los funcionarios han enfrentado los planteles al
implementar el Movimiento, se destaca la falta de presupuesto, de capacidades materiales,
tecnológicas y de conectividad en los planteles. Pero también, el que muchos docentes no
están familiarizados con el uso de computadoras, ni de TIC´s que podrían hacer más
atractivas las clases para los estudiantes. Afirman que los perfiles de los docentes también
representan un problema, ya que no cuentan con habilidades que les permitan tener un
acercamiento más empático hacia los estudiantes, lo que dificulta la detección y atención
oportuna del problema de la interrupción escolar, y a esto se suma que muchos docentes
presentan una significativa resistencia al cambio.
Se reconoce que un problema constante es que a los docentes se les indique qué hacer,
pero no cómo ejecutarlo. Los funcionarios aseveran que es necesario trabajar con ellos
para que sepan trasladar la parte teórica a la práctica, pues, si bien cuentan con ciertas
habilidades, no saben cómo concretar aquello que se les está pidiendo "desde el nivel de
escritorio". Mencionan que es necesario un ajuste entre lo deseado y lo funcional para los
estudiantes y para conseguirlo, es necesario que los docentes no sólo se aprendan los
conceptos, sino que sepan desarrollarlos e implementarlos; aunque el factor tiempo muchas
veces se los impide.
Otro reto que se refiere es el constante cambio de personal dentro de los planteles, ya que
se pierde la línea de comunicación, lo que lleva a retrocesos en las acciones
119
El otro motivo de renuncia que señalan los funcionarios son los conflictos entre los
directores y los docentes por cuestiones sindicales. Incluso éstos han llegado a tal grado,
que se impide el acceso del director al plantel, por lo que renuncia para no tener problemas.
O bien, renuncia al cargo y se integra a la plantilla docente.
lograr que las becas lleguen a los estudiantes en el menor tiempo posible. Por ello, en este
momento buscan disminuir los tiempos de respuesta mediante la redefinición de los
procesos que llevan a cabo las áreas de becas, subsidios y finanzas. Un funcionario federal
compartió su preocupación al respecto:
Nuestro reto mayor es que no se nos vayan los chavos, al final debemos abarcar
más estudiantes, pero no sólo abarcar, sino cuidar que no se vayan. A mí me
parece muy fuerte cuando dicen: “es que no cumplí con los requisitos y no tengo
beca, además, ya me voy porque me urge el dinero”. Me parece que es muy fuerte,
porque si yo soy el responsable de becas […] te tomo de la mano y mañana me
entregas los documentos, no puede haber una opción para decir no me entregas.
En relación con los logros de la Estrategia, los funcionarios coinciden en señalar que, si se
toma como parámetro la tasa de abandono, se puede considerar que ha funcionado, pues
de una cercana al 15%, en el primer año de la implementación de Yo no abandono, bajó a
13.1%; en el segundo a 13.4%; y en el tercero se estima que se ubique en 12.6%. Se espera
seguir mejorando los resultados, ya que existe un compromiso sectorial para reducir el
abandono a 9% en el 2018. Consideran que se trata de una lucha permanente, pero existe
consciencia de que las situaciones propias de los contextos definen, por mucho, los
resultados. Afirman que "la escuela no está en una burbuja" y que diversos factores inciden
en ella, como la problemática económica, la falta de soporte y apoyo de la familia, la
disposición de los jóvenes hacia el estudio, etc. La veloz dinámica con la que se mueven
los diversos factores que inciden en la interrupción escolar, representan un gran desafío
para dar respuestas pertinentes e implementar acciones en el menor tiempo posible.
Hay otros logros mencionados por los entrevistados. Algunos funcionarios señalan que uno
de ellos es haber disminuido el índice de interrupción por embarazos tempranos en los
planteles. Otros señalan que desde que se estableció una estrategia integral que responde
a un proyecto institucional ─que articula esfuerzos y metas en común─ se pueden hablar
de logros. También, que el haber disminuido el tiempo de respuesta a 15 días en la
asignación de becas es un resultado encomiable, ya que antes este tipo de procesos
llevaban meses. Otros aciertos referidos fueron la mejor supervisión y sistematización que
las escuelas hacen con respecto a las asistencias, calificaciones y actividades, que
permiten retener al estudiante por su paso en la escuela; así como la sensibilización
respecto al problema.
121
Para llevar a cabo la valoración de los mecanismos de las estrategias contra la interrupción
escolar y la manera en que son adaptadas en su aplicación en los contextos escolares
específicos, se realizaron entrevistas a directores y coordinadores en ocho diferentes
planteles de nivel Medio Superior. Para este propósito se eligieron bachilleratos
tecnológicos y generales de cuatro entidades federativas diferentes: Ciudad de México,
Estado de México, Veracruz y Guanajuato. Se llevaron a cabo un total de nueve entrevistas
a directores y 14 coordinadores. Las entrevistas a los actores escolares se efectuaron en
cada uno de los planteles, lo que permitió realizar una observación directa de las formas de
interacción entre los diferentes actores escolares in situ, para no interrumpir sus actividades
cotidianas.
Por ello, se consideró de gran importancia aplicarlas a los directores de las escuelas
seleccionadas para conocer su experiencia como actores clave y primer eslabón para el
aterrizaje de la estrategia en un ámbito educativo concreto. Tomando en cuenta que la
gestión escolar requiere la intervención de otros actores que auxilian en la implementación
de las decisiones, se incluyó también a coordinadores de la estrategia, es decir, profesores
o personal de apoyo que trabajan de manera continua en la organización de las acciones
123
Como líderes de la estrategia, los directores coincidieron en señalar que ésta fue ajustada
a las necesidades de la población escolar; a las políticas existentes para atender el
problema de la interrupción escolar; así como a los recursos materiales, infraestructura y
talentos humanos con los que cuentan.
Entre las funciones de los directores se encuentran la selección de las acciones a realizar
para llevar a cabo la totalidad de programas tanto federales como estatales; así como la
organización del personal para cumplir con las metas a alcanzar. Deben ceñirse a los
lineamientos planteados por las direcciones generales del subsistema al que pertenecen y
también es su deber cumplir con los informes y formatos solicitados por cada una de las
políticas implementadas en su escuela; así como realizar los ajustes necesarios a las
acciones como las planteadas por el Movimiento contra el abandono escolar.
Y el director del mismo plantel, lo reafirma: “Yo no tengo una persona que se haga cargo
del programa Yo no abandono. Eso es lo ideal, pero no la tenemos”.
Reconocieron que las actividades que más se llevan a cabo son las propuestas sobre
talleres y guías; además de las estrategias diseñadas para atender el ambiente escolar y
dar seguimiento oportuno a las y los jóvenes en riesgo. Asimismo, han observado que con
el apoyo de estas actividades se han impulsado dinámicas que tienen que ver con el
acompañamiento de los tutores y la participación de los padres de familia.
visitados, el PMC del plantel para el ciclo escolar en curso (2015-2016) se orienta por cuatro
programas y/o proyectos prioritarios para la DGETI:
Los esfuerzos que realizan los diferentes planteles para atender el problema de la
interrupción escolar tienen la necesidad de articularse y complementarse entre sí, sin
exlcuirse los unos a los otros. Es importante reconocer que buena parte del trabajo del
director y los coordinadores consiste en encontrar rutas para que operen de manera
complementaria las distintas políticas que les piden aplicar en sus escuelas, teniendo como
eje principal el combate de los factores de riesgo particulares de cada institución. Como
señala un director: “Para nosotros el principal objetivo es bajar el número de alumnos que
presentan problemas y que se ponen en situación de riesgo”.
Esto, sin dejar de lado o incumplir con las metas y procedimientos que su puesto le exigen.
Y, a partir de ambos objetivos, se busca la manera de atenderlo incorporando nuevas
acciones y/o manteniendo las que ya se vienen realizando de tiempo antes.
Los directores de plantel no tienen control directo del presupuesto, en caso de que exista,
que les asignan para la operación de planes y programas, su labor es tanto administrativa
como de gestión. En ese sentido, es claro en todos los casos, que el presupuesto se orienta
a la puesta en marcha de acciones en favor de la comunidad escolar, con la salvedad de
que, en la mayoría de las ocasiones, los servicios de tutoría, asesoría o acompañamiento
académico que realizan los docentes no son remunerados. Así lo verifica una coordinadora:
“Todos los maestros son tutores, pero no tienen asignadas horas”. Es decir, no cuentan con
el tiempo, asignado ni pagado, para desarrollar esta actividad. En particular, en un plantel,
126
aclararon: “Antes los profesores con tiempo completo tenían 30 horas frente a grupo y 10
para otras actividades [...)]. Ahora todos los maestros son tutores, [pero] tienen 34 frente a
grupo, atendiendo a 300 o 400 alumnos”.
Los estudiantes en riesgo son los beneficiarios directos de las diferentes acciones dirigidas
a prevenir la interrupción. Aunque la totalidad de alumnos son elegibles para recibir los
apoyos diseñados en la estrategia, y algunas de las acciones están pensadas para toda la
comunidad escolar ─actividades de bienvenida, tutorías, orientación psicoemocional,
asesoría para la toma de decisiones, etc.─, en las escuelas se da prioridad a los
identificados en situación de riesgo.
Dentro de este rubro, los coordinadores coinciden en que no cuentan con un presupuesto
específico para las acciones relacionadas con la interrupción; el único recurso económico
que se identifica es para los estudiantes, el cual consiste en una beca contra la interrupción.
En el caso de los apoyos económicos, en cada institución, formalmente, está integrado un
Comité Institucional de Becas, presidido por el director del plantel y con la participación de
docentes y padres de familia, así como un representante del Control escolar.
El Programa de Mejora Continua explicado por una coordinadora de uno de estos planteles,
señala puntualmente un Presupuesto programado para abandono escolar. Éste asigna un
monto anual de 705 420 pesos, distribuido en tres capítulos: materiales y suministros,
127
Los sujetos entrevistados a nivel de dirección de los planteles, mencionan que las causas
de interrupción escolar están directamente relacionadas con el contexto sociocultural,
económico y personal de los estudiantes de cada escuela. Factores externos como la
percepción de inseguridad, delincuencia, la infraestructura de transporte y vías de acceso
también tienen impacto en los jóvenes, tanto en su desempeño escolar como en la decisión
de interrumpir su trayectoria escolar.
Si bien factores mencionados son coincidentes con el diagnóstico realizado por la SEMS a
través del Movimiento contra el abandono escolar, que clasifica los factores de riesgo en
tres grandes grupos: económicos, personales y escolares es importante señalar la
128
La metodología para identificar las causas de riesgo responde, en cada subsistema, a los
lineamientos de las direcciones generales, la estructura orgánica de cada escuela y los
mecanismos de evaluación y rendición de cuentas a los que deben ceñirse.
Los CETIS, por ejemplo, tienen un plan de trabajo general, denominado Plan de Mejora
Continua, que se diseña antes de cada curso; éste es el resultado de juntas de trabajo entre
las diferentes academias de la escuela, coordinadores, tutores y directivos. Está basado en
el análisis de las cifras de matrícula general, índice de interrupción, índice de reprobación
y eficiencia terminal. De acuerdo a las cifras recolectadas en los ciclos anteriores, se
plantean propuestas que sean acordes a las políticas y programas vigentes y estipulados
por la DGETI y la propia SEMS.
resultados de los exámenes de admisión. Las juntas de trabajo también son el espacio en
que se discuten los resultados obtenidos durante el ciclo escolar, las metas cumplidas y la
viabilidad de las propuestas realizadas; así como la necesidad de replantear o seguir con
la estrategia empleada. Tanto el Informe de Trabajo como el Plan de Mejora Continua son
enviados a la DGETI para su valoración, aunque ambos directores entrevistados coincidieron
en mencionar que no tienen retroalimentación.
En los planteles de CONALEP se encontró que también poseen un sistema que contempla
la elaboración de un diagnóstico y reporte de trabajo en el que se da cuenta, entre otros
aspectos, de: matrícula de estudiantes, índice de reprobación, índice de interrupción y
recuperación de estudiantes que en otro momento habían dejado sus estudios.
Llama la atención que sólo en algunos casos se hizo referencia explícita a la trayectoria
anterior de los jóvenes, excepto para su ubicación en determinado grupo, turno o su
identificación como en situación de riesgo. Es decir, no apareció de manera constante algo
que, en el día a día de las escuelas, especialmente entre los profesores, es constante
escuchar: la baja calidad académica y pocos conocimientos con los que llegan los jóvenes
desde el nivel educativo anterior. Un director que sí lo refirió de este modo: “No vienen con
los conocimientos suficientes de la secundaria. Sobre todo, en lectura y matemáticas”.
130
Pero en todo caso, los directivos de ese plantel reconocen que el proceso de selección
resulta fundamental en los bajos porcentajes de interrupción que registran. El mecanismo
de ingreso les permite “identificar qué chicos convenía” que ingresaran, es decir, identificar
a los “aptos para la carrera”. Un coordinador lo plantea de este modo: “Escogimos bien a
los alumnos con cierto nivel de aptitud y actitud […], pulimos bien”.
Por otro lado, el plantel de CONALEP ubicado en la Ciudad de México, al ser un organismo
descentralizado, presenta el informe de resultados ante la Unidad de Operación
Desconcentrada para la ciudad. A diferencia del caso anterior, la única base para el ingreso
de nuevos estudiantes es el resultado del examen de la COMIPENS, lo que, al relacionarlo
con el índice de deserción para este plantel, que está calculado en 19% según información
proporcionada por el director del plantel.
Según los dichos de un director entrevistado, los principales factores que repercuten en el
índice de interrupción son los problemas económicos, la inseguridad del entorno, la falta de
identificación con el modelo educativo, adicciones y embarazos, falta de interés de padres
de familia, reprobación y, particularmente en dicha escuela, una de las causas a considerar
es la migración de estudiantes hacia otros subsistemas.
También se indagó sobre los diagnósticos locales que han realizado en los planteles
seleccionados pertenecientes al Bachillerato General. En uno ubicado en el municipio de
Ecatepec, la directora mencionó que las características del espacio en que se ubica el
plantel repercuten directamente en el índice de interrupción. La percepción de inseguridad
y miedo a la delincuencia desincentivan la asistencia de los estudiantes, lo que sumado a
la presencia de grupos porriles, ocasiona que los jóvenes vean amenazada su integridad.
Respecto de esto último, aun cuando reconoce que, para el caso de este plantel, se ha
controlado o disminuido, sí afecta a otros. Así lo describe la funcionaria:
En dicha institución identifican a los estudiantes del turno vespertino con los mayores
índices de interrupción, por lo que los esfuerzos se concentran en ellos; aunque señala una
131
paradoja: los jóvenes de mayor edad, con promedios más bajos o que reprueban materias,
los que estarían en situación de riesgo, son asignados justamente al turno vespertino. Lo
que resulta incoherente al determinar las causas del problema con las medidas de
organización de la matrícula.
En otro plantel ubicado en este mismo territorio, la directora señaló que como institución
identifican entre las principales causas de interrupción: la pérdida de sentido del estudio
para los jóvenes, problemas familiares y económicos, embarazos de las alumnas y
relaciones sentimentales conflictivas. En relación a estos factores, ella, como líder de la
estrategia Yo no abandono, selecciona las acciones que se implementan para atender la
problemática.
En otra escuela de este estado, una de las instituciones con mayor prestigio y bajo índice
de deserción escolar, también ha sido tarea de los directores de cada turno identificar los
factores que orillan a los jóvenes a dejar sus estudios, siendo, según testimonio del personal
directivo, la reprobación en el caso del turno matutino y los problemas familiares y la
delincuencia, en el vespertino. Como una particularidad de esta escuela, se observa que
un número importante de bajas en ambos turnos han sido por enfermedad de los
estudiantes. Para poder generar un diagnóstico, se apoyan sólo en las calificaciones, y, en
casos focalizados, se identifican las causas que generan un bajo rendimiento, como puede
ser el divorcio de los padres; por otro lado, se valoran los problemas de salud expuestos
por los estudiantes que piden regresar a la escuela.
Sin embargo, en otros planteles se ha reconocido que, si bien antes los embarazos eran un
motivo de interrupción, esto ha disminuido. Así lo explica una directora:
En menor sentido, [de causa de interrupción] serían los embarazos. Casi no. Si es
que no, se llega a dar uno por semestre, así que detectemos. Pero los jóvenes
siguen viniendo y se les dan los apoyos para que justifiquen el tiempo en que nace
el bebé. Y no lo vemos como es un fuerte así, que por ese tengan que irse porque
están embarazadas, no.
Otro de los factores señalados por los coordinadores es que la ubicación geográfica de las
escuelas incide de manera importante en el fenómeno de la interrupción escolar. Los
entrevistados subrayaron que en muchos casos los jóvenes abandonan la escuela, pues
existe una gran distancia entre el plantel al que asisten y su domicilio; a esto se suma el
contexto de inseguridad y violencia del entorno en el que se encuentran algunos de los
planteles. Esto último, en particular, en el Estado de México y en la alcaldía Iztapalapa de
la Ciudad de México. En dos de los planteles visitados, los entrevistados se refirieron a la
existencia de altos índices de violencia, fenómeno multidimensional y poliformo, que va más
allá del ámbito escolar, pero que interviene en la trayectoria educativa de los estudiantes,
pues impacta diversos planos: el individual, familiar y social. De manera particular, se
considera que la inseguridad impacta gravemente en los jóvenes asistentes a dichas
instituciones, ya que es un factor de interrupción debido a se enfrentan a asaltos en el
trasporte público y en los alrededores de los planteles. Una directora lo relata de este modo:
En seis de los ocho planteles visitados, el programa Construye-T se lleva a cabo desde
antes, o a la par, que la estrategia Yo no abandono; de igual modo, en lo que respecta al
otorgamiento de becas, en todos los casos conviven apoyos de orden federal como la beca
de manutención modalidad de interrupción escolar y PROSPERA, con becas que otorgan los
gobiernos locales como es el caso de Prepa sí, en la Ciudad de México.
Del mismo modo, en los planteles del CONALEP se llevan a cabo acciones enfocadas a la
prevención y combate de la interrupción escolar desde años anteriores, previas incluso a la
publicación y puesta en marcha de la estrategia Yo no abandono. En uno de sus planteles,
se hizo una evaluación sobre este problema desde 2011 y a partir de ese año se
implementan diferentes mecanismos diseñados con ese propósito. Al llegar la propuesta
del Movimiento contra el abandono escolar se hizo un cruce de información y adaptación
de las propuestas. A su vez, en el otro plantel, se llevan a cabo las diferentes intervenciones
propuestas por la coordinación estatal de Guanajuato, así como el Programa Construye-T.
El plantel de bachillerato general del Estado de México visitado considera la vinculación con
instituciones locales de salud y desarrollo social. Mientras que, en el plantel de
administración estatal de Veracruz, se fusionó la estrategia Yo no abandono con el
Programa de Alumnos en Riesgo, en el cual se atienden estudiantes que están en peligro
de dejar la escuela buscando el apoyo con docentes y padres de familia. Entre los doce
programas que recibe la escuela, se han buscado puntos en común para aplicarlos en la
escuela.
Cada año ingresan a los planteles jóvenes con trayectorias personales y académicas
diversas, las motivaciones para inscribirse en una u otra escuela van desde los resultados
en los exámenes de admisión, la influencia familiar, el prestigio de la escuela o bien la
convicción de estudiar el nivel medio superior. Ante la múltiple diversidad de perfiles de los
estudiantes, el papel idóneo de las escuelas es brindarles un espacio donde se sientan
aceptados y atendidos según sus particularidades; sin embargo, la cantidad de estudiantes
y, en varios casos, la falta de personal, dificulta la aplicación de las políticas, estrategias,
programas y acciones de atención al problema.
Una de las acciones realizadas en las escuelas, y que, a criterio de los directores, ha traído
beneficios en términos de la reducción de los niveles de interrupción, es la organización de
135
grupos de clase según el perfil de los estudiantes, dando prioridad para el turno matutino y
para elegir la carrera de su preferencia, en el caso de la modalidad de bachillerato
tecnológico o profesional técnico, a los jóvenes con mejores promedios y mayores puntajes
en los exámenes de selección.
La organización de grupos en los que se separa a los estudiantes con mejor desempeño
académico, implica también, relegar a los estudiantes con menores puntajes y promedios
más bajos hacia el turno vespertino, a grupos donde también se incorporan los jóvenes que
no seleccionaron al plantel dentro de sus primeras opciones. Para los directores de los
planteles, la finalidad de este criterio, es que los grupos tengan una cierta homogeneidad
en cuanto al aprovechamiento escolar, lo que a todas luces también facilitaría el proceso
de enseñanza para los docentes. Ante esta medida valorar si la agrupación de los
estudiantes con mejores promedios, no conlleva la discriminación de los estudiantes con
desventajas académicas.
Los directores fungen como la cabeza tanto de la estrategia Yo no abandono, como de otras
acciones realizadas en favor de los estudiantes. Aunque a veces, con estos últimos, dada
la naturaleza de sus actividades y, sobre todo en planteles con matrícula numerosa, se
dificulta el contacto directo con los jóvenes.
Los profesores son la figura inmediata que vincula a los estudiantes con la institución y con
los diferentes apoyos que tuvieran tener en caso de estar en situación de riesgo. Sin
embargo, el nivel de apego y confianza no recae principalmente en ellos. Los trabajadores
sociales, psicólogos y los encargados de servicios escolares tienen un vínculo más estrecho
con los jóvenes en riesgo para la resolución de problemas académicos e incluso
personales. Aunque en casos particulares algunos docentes, no necesariamente tutores,
se han acercado con estudiantes que viven situaciones complicadas y les brindan alguna
palabra de apoyo y confianza. Sin soslayar la importancia que la injerencia de algunos
profesores puede tener sobre los estudiantes, son principalmente las áreas antes
mencionadas las que se encargan tanto de la atención de los jóvenes en riesgo como de la
recuperación de quienes interrumpieron sus estudios.
Por otra parte, los padres y madres de familia son llamados a juntas, principalmente para
la entrega de calificaciones o particularmente para atender un problema particular con algún
136
estudiante. En el estado de Guanajuato, una coordinadora explicaba que hace unos años
realizaron una actividad relacionada con “la participación activa, algo así, [en reuniones]
con padres de familia, alumnos y docentes. [...] Hicimos mesas de trabajo [...] y manejamos
como el FODA”. Y a partir de estas reuniones, los directivos obtuvieron información sobre
distintos aspectos a mejorar en el plantel.
Sin embargo, la totalidad de directores entrevistados coincide en señalar que buena parte
de los padres de familia es distante o carece de interés por la formación académica de los
jóvenes, lo que constituye una barrera a sortear. Por ejemplo, en un plantel de Veracruz, se
remarcó la necesidad de involucrar a los distintos actores en las acciones desplegadas. Lo
comenta un director: “Una estrategia que buscamos implementar es en triada: docentes,
alumno y padres. Es cierto que hay padres que apoyan, pero también hay padres que no
se involucran”.
En este esfuerzo realizado por la escuela, el directivo deja ver una cuestión adicional a la
que deben enfrentarse y que, de alguna manera, los excede. Esto es que no todos quieren
participar.
En un plantel perteneciente a esta Dirección, se reconoce que los actores clave son los tres
departamentos de la Subdirección académica del plantel: Servicios escolares, Servicios
docentes y Vinculación.
El Departamento de Servicios escolares es el área eje de las acciones, por estar en mayor
contacto directo con los estudiantes. Las actividades que coordina son:
Integración de los grupos de nuevo ingreso en función del "grado de interés" como
opción educativa por el plantel.
Campañas de promoción del plantel en escuelas secundarias.
Estrategias de rescate (en coordinación con los docentes).
La asignación de becas.
El monitoreo del ausentismo (el pase de lista diario)
La canalización de casos (por ejemplo, de adicciones, depresión o reprobación)
El diagnóstico y atención de problemas de aprendizaje
La vigilancia del reglamento y aplicación de sanciones
En otro plantel también perteneciente a la DGETI, las acciones que realizan consisten en la
bienvenida a los estudiantes, reuniones con padres y madres de familia, así como cursos
de nivelación y regularización.
138
Los dos planteles CONALEP visitados tienen una estructura similar, los directores son los
líderes de la estrategia, apoyados de las áreas de psicología y trabajo social que se
encargan de atender directamente a los estudiantes en riesgo y, en caso de ser necesario,
canalizarlos a otras instituciones, ya sean federales o locales.
En uno de los centros, las acciones de coordinación tienen sus particularidades, los dos
actores clave institucionales son la orientadora educativa del plantel y los tutores de cada
grupo. En dicha institución se llevan a cabo cinco acciones:
Programa de tutorías. Cada uno de los grupos escolares cuenta con dos tutores:
titular y auxiliar. Los titulares son profesores acreditados con PROFORDEMS o
CERTIDEMS. Las funciones del tutor se orientan a dar seguimiento y
acompañamiento a los estudiantes de un grupo escolar. El departamento de
Orientación educativa plantea y coordina las distintas actividades que desarrollan
dichos tutores. Los docentes que desarrollan las funciones de tutoría lo hacen sin
remuneración en dinero por estas tareas, pues en el subsistema no hay horas
laborales destinadas para ello. La actividad central que desarrollan es el
seguimiento personalizado del avance académico de los estudiantes.
Vinculación con instituciones. El plantel ha establecido convenios con varias
instituciones que brindan atención u orientación a problemáticas específicas, bajo
los formatos de talleres, campañas, pláticas o atención personalizada. Por ejemplo,
con un centro de atención psicológica universitario, con la Secretaría de Salud y el
DIF o con el Instituto Municipal de la Mujer.
Reuniones con padres. Al final de cada corte de evaluación se realizan reuniones
grupales con los padres para informarles los resultados académicos. En promedio
los padres acuden tres ocasiones durante el semestre. Adicionalmente, está el
Programa Escuela para padres (PEP) que imparte o coordina el área de Orientación
educativa, mediante una serie de talleres o sesiones informativas para los padres
sobre distintos temas. En promedio, los papás de cada grupo escolar asisten a dos
sesiones del PEP por semestre.
Sistema ABC de control de inasistencias. Un sistema de reciente implementación
en el plantel que emplea dispositivos móviles y recursos de Google Apps. Por medio
de este sistema cada uno de los profesores del plantel registra, día a día, las
inasistencias de los estudiantes. La orientadora del plantel se encarga de identificar
si la ausencia fue en una clase o a la jornada completa, contactando a los papás
139
para identificar el motivo de las faltas y, de ser el caso, establecer líneas de acción.
Además de inasistencias, en este sistema los profesores también reportan
cotidianamente problemas de comportamiento. La orientadora recibe
instantáneamente en su celular el reporte y tiene la indicación de atenderlo lo más
pronto posible. En el mismo sistema reporta el resultado de la atención.
Programa de Tutoría entre pares. El área de Orientación educativa emite una
convocatoria semestral para que estudiantes voluntarios, de excelencia, funjan
como tutores de otros compañeros con rezago escolar. La actividad central de este
tipo de tutoría es brindar apoyo académico en asignaturas específicas. En el
semestre previo participaron 18 tutores pares.
Es importante señalar que, en este caso, los programas de Tutorías y de Escuela para
padres son previos a la implementación de la estrategia Yo no abandono y cuentan con
material de apoyo específico. Las reuniones con padres, la vinculación institucional y la
tutoría entre pares también forman parte de las actividades escolares estipuladas por el
subsistema. El Sistema ABC de control de inasistencias es una estrategia que diseñaron
en el plantel entre noviembre y diciembre de 2015. Al momento de realizar la entrevista,
llevaban un par de semanas empleando el sistema.
En el otro plantel del CONALEP, se llevan a cabo las tutorías y los servicios de orientación
educativa, según el testimonio del director. Al contrastar con las entrevistas realizadas a los
estudiantes de dicho plantel se pudo constatar que también se llevan a cabo los controles
de asistencia, las cartas compromiso y las tutorías entre pares.
Por su parte, en los planteles del Colegio de Bachilleres, los directores se apoyan de los
profesores asignados como tutores, así como de los docentes en general y se procura
incluir a los padres de familia. Particularmente en el estado de Veracruz, el programa DIES
tiene una gran importancia, por lo que también cuentan con la unidad Nivelación académica
en horario discontinuo, área que ayuda a los estudiantes irregulares que debido a la
reprobación de asignaturas no pueden reinscribirse al siguiente semestre; con esta opción
pueden recursar las asignaturas que adeudan en el horario discontinuo (sábados) sin dejar
de estudiar.
En otro plantel de Xalapa se llevan a cabo tutorías y asesorías para los estudiantes con
problemas de reprobación. Directamente de la estrategia Yo no abandono han intentado
140
realizar acciones para generar una mayor cercanía con los padres de familia. Mientras que,
en el plantel de gestión estatal del Estado de México, a pesar de no hacer uso explícito de
la Caja de herramientas, sí realizan acciones enfocadas a la prevención de la interrupción
escolar y se centran, sobre todo, en generar un entorno agradable al interior de la escuela
y brindar acompañamiento emocional a los estudiantes en riesgo.
enfocadas al mismo objetivo: que los estudiantes no reprueben y, por tanto, no haya motivo
de interrupción.
Para la mayor parte del personal directivo de las escuelas, las tutorías son una manera
pertinente de atender y prevenir la interrupción escolar, pues en éstas, un profesor está a
cargo de un grupo y da seguimiento al desempeño en todas las materias donde se detecta
y orienta a los estudiantes en riesgo; asimismo, se permite hacer dar acompañamiento
inmediato e incentivar a los jóvenes a que tengan un mejor desempeño.
Una de las complicaciones que presenta el sistema de tutorías se refiere a que no en todos
los planteles se cuenta con personal capacitado para el desempeño de esta función, ya que
los tutores son docentes que imparten alguna materia y, además, están a cargo de un grupo
de estudiantes; asimismo, como ya mencionamos, en varios no existe descarga de horas
académicas para llevarlas a cabo, lo que interfiere con las labores de enseñanza de los
profesores.
Aunque el perfil del tutor está contemplado como aquél que se haya preparado para
desarrollar esa labor mediante las capacitaciones establecidas en la RIEMS, en campo se
observó que, ante la insuficiencia de personal con el perfil especificado, se asignan tutorías
a los profesores que estén dispuestos a realizar dicha labor. Sobre la forma de seleccionar
a los docentes tutores y el perfil deseable para esta labor, la coordinadora de tutorías de un
plantel explicó:
Cada plantel evalúa de forma interna la interrupción escolar, esta valoración se hace con
información del semestre anterior; y es así como se construyen estadísticas y metas para
el nuevo semestre. Se realizan al final y al inicio del semestre, la mayoría en reunión
plenaria, para dar a conocer tanto los datos obtenidos como las estrategias a implementar.
En general, se identificó en todos los planteles gran interés por tres objetivos en específico:
que los jóvenes aprueben, que no interrumpan sus estudios y que haya eficiencia terminal;
de esta manera, todos los esfuerzos están volcados en prevenir como en solucionar las
problemáticas relacionadas con cumplir dichas metas.
tres de las ocho escuelas se dificulta, pues los operadores no tienen horas de descarga
para dichas actividades. Lo explica el director de un plantel:
Uno de los desafíos que se menciona con mayor frecuencia es la falta de tiempo para
implementar las actividades propuestas por la estrategia Yo no abandono, pues si bien los
coordinadores son los encargados de estructurar y coordinar dichas estrategias, recursos
y tiempos, en muchas ocasiones es difícil llevarlas a la práctica porque la población en el
plantel es mayor a la pensada para dichas actividades. En particular, sobre el seguimiento
a los resultados, comenta el mismo director: “No es posible darle un seguimiento al 100%,
porque nosotros tenemos poco personal en la escuela.”.
Son proyectos muy ambiciosos que, a veces, los planteles no podemos cumplirlos
al 100%. Pero me parecen muy bien, no estoy en desacuerdo con eso, pero si
tuviéramos todos los apoyos [entonces serían] alcanzables. Yo creo que, como
estamos ahorita, no son alcanzables.
Una de las oportunidades que tiene la estrategia también representa una debilidad de la
misma. En su diseño contempla al director como líder y con el criterio para la selección de
las acciones que mejor se ajusten a las necesidades de la escuela. En la práctica, las
acciones implementadas se adaptan a los recursos con los que cuentan los planteles y los
otros programas y acciones que se llevan a cabo. Al permitir la flexibilidad de seleccionar
las acciones que se aplican y las que no, también se vuelve laxa en su efectividad, pues al
evaluar los resultados, no es claro si la retención o reinserción de un estudiante se debe a
una u otra política o acción.
En torno a los problemas que se presentan en la puesta en marcha de las acciones para
prevenir la interrupción de la trayectoria escolar, cada escuela menciona particularidades
que dificultan la operación de la estrategia Yo no abandono. Aunque fue posible encontrar
puntos en común, dado el diseño de la política, que contempla elementos a considerar en
términos de la operación.
Otra dificultad a la que se enfrentan los planteles es la falta de personal, ya que en algunas
ocasiones un mismo profesor o profesora debe ser tutor y asesor, además de sus labores
como docentes, en ocasiones de más de una materia.
Por otro lado, las entrevistas a directivos arrojaron como resultado general la percepción de
que existen muchos esfuerzos de los distintos niveles de gobierno encaminados a prevenir
y, eventualmente, erradicar la interrupción escolar y la mayoría de estos incluyen acciones
similares, lo que tiene como resultado el empalme de programas. Los mecanismos y
políticas implementadas no se contradicen, sino que se presentan como redundantes, lo
que también dificulta la evaluación de las mismas, pues, aunque en la mayoría de escuelas
se han visto resultados favorables en términos de la disminución de la interrupción, no es
posible determinar cuál de todos los esfuerzos incidió en los resultados positivos.
De acuerdo a los directivos, otro reto a superar es la actitud de los maestros; mientras
algunos profesores llevan a cabo las tutorías y asesorías, aún sin horas de descarga de
trabajo ni incentivos de ningún tipo, hay otros que muestran una actitud renuente cuando
se les plantean estas tareas. Con base en el criterio de los entrevistados, es necesario dar
incentivos de algún tipo a los docentes que participan activamente en las políticas contra la
interrupción escolar.
146
Los principales retos en todos los planteles son el seguimiento que suele ser difícil debido
a la sobrepoblación de estudiantes. La capacitación es también un punto a mejorar, pues
quien asistió a la capacitación del Movimiento fue el director y éste tiene que socializar la
información con el personal docente. Sería deseable que todos los profesores involucrados
pudieran recibir la capacitación pertinente. Además, se requiere sensibilizar respecto al
problema, no sólo a las autoridades escolares sino a la población en general.
Finalmente, los entrevistados consideran que se debe garantizar los recursos materiales
escolares básicos, por ejemplo, equipo de cómputo, y atender los asuntos internos de los
planteles que no favorecen la permanencia, como la saturación de grupos o la ausencia de
instalaciones con suficientes espacios recreativos para los jóvenes. Lo manifiesta una
coordinadora: “Necesitamos infraestructura, una partida específica. [Por ejemplo], las
reuniones con padres tienen un costo”.
Por ejemplo, tienen que rentar sillas, disponer de papelería, etc. Es decir, para cumplir con
esta acción que se prevé en los manuales ─todos los planteles coinciden en ello─ es
necesario hacer una inversión extra por parte de la escuela, sin recibir un apoyo
extraordinario.
Las capacitaciones son una necesidad, no sólo de forma remota o por medios
electrónicos. Los entrevistados coincidieron en señalar que las que reciben como
directores, que son presenciales, son más efectivas que las que se imparten a los
docentes por medios electrónicos, pues dotan de un mayor número de herramientas
para entender y atender el problema.
La contratación de personal que se aboque en específico, a llevar a cabo la
estrategia, que se encargue de la comunicación con los padres de familia; y en
general, de la operación de las acciones, ya que los profesores y personal directivo
no pueden con la carga administrativa que otros programas implican.
147
Los coordinadores, por su parte, han identificado en su labor cotidiana las siguientes
sugerencias de mejora:
Cambiar la dinámica de las clases, como está propuesto en los manuales; rediseñar
programas de estudio; establecer manuales de cómo hacer las clases más amenas,
etccétera.
Este enfoque debería concientizar en qué va a servir la materia al estudiante, en
qué la va a aplicar, empezar con lecturas sencillas, ayudar a los estudiantes a
percibir el objetivo, y que ellos sugieran cómo dar la materia.
En la elaboración de los programas, se deberían incluir actividades (por ejemplo,
cómo cambiar la forma de dar clase), además de contenido.
148
Otro de los actores importantes en el trabajo contra la interrupción escolar son los
operadores encargados de ejecutar las herramientas de la estrategia Yo no abandono. En
este contexto, se realizaron un total de 32 entrevistas, en ocho planteles educativos, turnos
matutino y vespertino, distribuidos en cuatro estados.
Estos actores que operan son docentes y/o personal administrativo cuyo contacto cotidiano
con los jóvenes de la institución les provee de una visión más cercana e inmediata de las
múltiples dimensiones del fenómeno sobre la interrupción de la trayectoria escolar de los
estudiantes; así como una valoración más detallada de la manera en que se ejecutan las
diferentes medidas para evitarlo. Su importancia radica en que constituyen el eslabón final
entre la institución educativa y los estudiantes, es en dichas interacciones cotidianas donde
se concretan todas las estrategias destinadas a impactar la vida de los jóvenes. Por lo
anterior, el punto de vista de estos agentes es indispensable para construir un análisis a
nivel micro de la implementación de la política.
En todos los casos, los entrevistados manifestaron dificultades para identificar la estrategia
Yo no abandono. Los docentes son capaces de reconocerla por su nombre y describir su
objetivo general ─vinculado a la disminución de la interrupción de la trayectoria escolar,
referida por los entrevistados como abandono escolar─; sin embargo, carecen de una visión
general sobre sus fundamentos y alcances. Si bien, están familiarizados con algunas
herramientas concretas comprendidas dentro del Movimiento, desconocen la articulación
de éstas con el resto de los esfuerzos planteados en los manuales.
Tengo conocimiento de que existe el programa dentro del plantel y entiendo que
va enfocado precisamente a esta cuestión de apoyar a los alumnos para que no
abandonen sus estudios. A detalle creo que ninguno de los docentes en el colegio
150
En opinión de una profesora de un CONALEP, no basta con hacer llegar los materiales a las
escuelas para que los profesores los lean de manera individual y los apliquen, es necesaria
una estrategia de capacitación que permita la apropiación de la estrategia de acuerdo a los
contextos locales:
Así como acceso no. O más bien tengo acceso; pero no, no al momento para
sentarte a analizarlos, discutirlos, ¿no? [sic], porque están en la biblioteca y están
en la dirección; pero no se ha dado el espacio para como en colectivo, en
colegiado, revisarlos.
La principal dificultad para que los docentes se familiaricen con los textos es que su consulta
se deja a discreción de cada operador y éstos expresaron carecer de tiempo para revisarlos.
Una estrategia para su difusión adoptada por los coordinadores de las tutorías ha sido el
uso de las fotocopias para seleccionar y transmitir actividades puntuales a desarrollar
─procedimiento que también utilizan con los otros programas que se implementan en el
plantel─ por lo que los docentes, aunque realicen ciertas actividades comprendidas en los
manuales, no siempre identifican éstas como componentes de Yo no abandono.
De acuerdo a los datos obtenidos en campo, en ningún caso se sigue con el proceso de
planeación participativa sugerido en el Manual 12 de la estrategia (SEP/SEMS, 2014). Los
periodos intersemestrales fueron señalados por los entrevistados como el espacio de mayor
relevancia en la coordinación de acciones, a la par de las reuniones de academia realizadas
a lo largo del semestre. En ambos casos, la forma de trabajo se adapta a las dinámicas
preexistentes en la institución escolar, donde la dirección define previamente las acciones
y programas a ejecutar y posteriormente, informa a los docentes para que coordinen su
implementación. En ningún caso se refirió que los estudiantes o padres de familia
intervinieran de manera directa en el diseño de un plan contra la interrupción escolar.
En las jornadas de actualización docente que se llevan a cabo antes de iniciar cada
semestre, se tiene oportunidad de trazar un plan de trabajo y decidir qué programas se
aplicarán, en el caso de la estrategia Yo no abandono, se discuten las herramientas que se
instrumentarán. Aunque en estas reuniones participan varios actores de la vida escolar, la
decisión sobre los componentes específicos a implementar es referida por los operadores
como de carácter vertical, donde los directivos les informan los elementos seleccionados y
ellos acuerdan la manera de llevarlos a cabo; por ejemplo, como lo expresa un orientador
152
de una preparatoria oficial cuando se le pregunta sobre los responsables de las acciones a
retomar de la estrategia:
Las reuniones de academia, que se realizan en varias ocasiones a lo largo del semestre,
son espacios de coordinación más flexibles y colaborativos, donde se realizan los ajustes
pertinenentes con base en las necesidades que se presentan en cada contexto, así lo
manifiesta un profesor de un bachillerato tecnológico:
Nosotros en las juntas de academia, junto con la preceptora, estamos todos los
profesores, todos los profesores del plantel con la preceptora [sic] y es cuando
empezamos a ver diferentes estrategias, la preceptora pues obviamente nos
menciona sus propuestas, me imagino que las propuestas pues obviamente han
de ser de esta cuestión de Yo no abandono porque sí son herramientas muy
buenas que sí nos han ayudado, pero también nosotros le damos nuestro punto
de vista en cuales sí podemos aplicar y en cuáles no.
El elemento más claramente identificado con la estrategia por los entrevistados es el de los
apoyos económicos a través de las becas de manutención en la modalidad de abandono
escolar. Dichas becas están dirigidas a atender a los estudiantes en riesgo, cuya
identificación y contacto directo queda a cargo de los docentes, lo cual los convierte en el
canal ideal para la difusión de ésta y otras fuentes de ayuda económica. Es significativa, la
variedad de opiniones respecto a los mecanismos específicos de otorgamiento de beca;
muchos profesores ignoran las especificidades de este apoyo y lo confunden con otros
apoyos existentes, como becas de excelencia, de alimentación, de transporte, de apoyo a
jóvenes embarazadas y madres solteras. Una profesora de bachillerato general explica:
No, hay ocasiones, sobre todo en el inicio del ciclo escolar en la que nos dicen de
parte de dirección que se les dé a conocer que hay becas para algo y que los
interesados suban. Pero realmente ni siquiera se les da bien la invitación porque
no sé ni qué tipo de becas son ni cuántas son, ni a quién van dirigidas, entonces
153
nada más es: “Oigan, chicos, pues me avisan de dirección que hay becas, y los
que quieran subir suban”. Pues obviamente no sube nadie porque ni saben;
entonces, información que a mí me den para reproducirla con los chicos, no.
[…] una forma de atención educativa mediante la cual el docente ayuda de manera
sistemática a un estudiante o a un grupo de alumnos a atravesar y concluir con
éxito su trayectoria académica a partir de cinco áreas de intervención: integración
permanente, rendimiento académico, desarrollo personal, desarrollo vocacional,
desarrollo profesional (SEP/SEMS, 2014: 11).
La relevancia de la tutoría radica en que es por medio de ésta que los docentes acompañan
de manera más cercana a los estudiantes para ayudarlos en su proceso formativo. Aunque
nominalmente presente variaciones, en todos los planteles visitados se identificó a los
tutores como los operadores inmediatos de la estrategia Yo no abandono, tomando en
cuenta las particularidades de cada plantel, como es el caso de los CONALEP, donde esta
figura es conocida como precepto”, las escuelas preparatorias oficiales del Estado de
México donde se le denomina orientador y en las preparatorias del Estado de Veracruz
donde esta función es cubierta por el asesor.
En los ocho planteles visitados durante la investigación se implementan las tutorías como
la principal estrategia institucional de seguimiento, acompañamiento y apoyo personalizado
a los estudiantes en riesgo. La coordinadora de tutorías de un CETIS del la Ciudad de México
expresó:
El programa de tutorías no es rígido, sino que se adapta a las necesidades de cada grupo
con base en sus problemáticas específicas. Las tutorías se diseñan con una serie de temas
programados para cada semestre; sin embargo, siempre se realiza un diagnóstico inicial
con el grupo, que puede variar dependiendo de la institución, sus mecanismos van desde
un diagnóstico puntual con un cuestionario estructurado, hasta modalidades flexibles como
lluvia de ideas o charlas informales con los estudiantes.
Los docentes tutores son los encargados de realizar una serie de acciones dirigidas a
combatir la interrupción de la trayectoria escolar de los estudiantes, algunas de las cuales
forman parte de la Caja de herramientas de Yo no abandono. Tales acciones son:
monitorear de indicadores de riesgo de interrupción e intervención temprana cuando se
detecten estudiantes en riesgo; mantener comunicación fluida con los padres de familia a
través de reuniones y entrega de calificaciones; impulsar mejores hábitos de estudio; uso
de redes sociales; dar orientación sobre los proyectos de vida y acompañamiento de
decisiones de los estudiantes; realizar actividades para desarrollar habilidades
socioemocionales; y canalizar a los jóvenes que presenten algún problema.
Pero el estímulo por tutoría es esporádico. O sea, puede ser que este semestre sí
cuente, y el siguiente no lo cuentan porque no está en el instrumento para evaluar
el desempeño, es como un extra. Por eso yo te comento, o sea, aquí en CONALEP
la tutoría es puro amor al arte, o sea, no hay nada. Yo creo que pudiera haber por
lo menos un reconocimiento de documento, pero no existe.
El principal factor que determina las dinámicas específicas de las tutorías en las escuelas
concierne a las capacidades institucionales de cada plantel para realizarlas: el tiempo
asignado a éstas, si éstas se pueden incluir en las curricula o no, la asignación de horas de
descarga laboral para realizarlas, el otorgamiento de estímulos a quienes las imparten, la
asignación de salones y horarios específicos.
obligatorio. Según los testimonios, la mayoría de los estudiantes asisten, aunque quienes
no lo hacen son, por lo regular, aquellos que presentan mayores condiciones de riesgo de
interrupción:
Dos horas semanales, eso es lo que nos metemos nuestros problemas [sic] porque
al no formar parte de la curricula, pues no son obligatorias y eso a veces hace que
los chicos no entren allí. Entonces creo que tutorías debería entrar a la curricula,
ese es mi particular punto de vista, porque sí sería muy interesante que todos
fueran en el mismo canal [sic]. Los chicos que entran a tutorías son los que
menores índices de reprobación tienen, porque están mayormente informados y
[tienen] hábitos de estudio y autoestima porque se han ido reforzando. Los que no
entran son los que vemos que, no puede uno dividirse y conectar con los que
desean permanecer. Ir a rescatar eso está muy complicado para nosotros, es sólo
si se acercan, porque no nos dan los tiempos.
En un CETIS de León, Guanajuato, las condiciones son similares, solamente hay una
variación en el número de horas semanales en que se imparten las tutorías; pues se asigna
una hora a cada grupo. Sin embargo, se pudo constatar que las condiciones locales han
influido en la manera en que éstas se imparten, pues durante todo el año anterior por falta
de personal docente no se pudieron implementar en los tiempos estipulados y se atendían
dentro del horario de las clases regulares; así lo explicó una de las tutoras al exponer las
dinámicas de sus sesiones:
Cuando está toda nuestra planta docente, por medio de nuestras horas de
descarga, la hora de tutoría. Y en el caso de cuando estuvimos bien saturados,
entonces tú buscabas o propiciabas en algún espacio de tu hora, dar un momento
de algún tema que tuvieras que tratar con los muchachos.
Allí nosotros lo que trabajemos lo de preceptorías debe ser dentro de nuestra carga
horaria [...] por lo regular agarramos 15-20 minutos, dependiendo también de la
157
actividad, porque si yo veo que son actividades muy largas, trato de acortarlas un
poquito, de acortar ciertos parámetros para poderlas realizar, porque también no
puedo dejar la asignatura a un lado, porque me desfaso en grupos. Algunos grupos
van muy adelantados y los demás se van quedando un poquito rezagados,
entonces lo que trato aquí es de que se englobe todo en un mismo horario [...], en
horarios de receso o a veces en horarios de salida es cuando trabajamos con los
alumnos individuales, con alguna preceptoría individual.
En una Preparatoria Oficial del Estado de México observamos que se cuenta con ocho
orientadores que hacen el acompañamiento de los estudiantes, cada uno tiene a su cargo
dos grupos y sus labores son las mismas que las de tutoría: generan líneas de trabajo con
los estudiantes, profesores y padres de familia del grupo para que los jóvenes no
interrumpan su trayectoria escolar. En dicha institución los orientadores dedican su carga
horaria a estas funciones y tienen tiempo asignado para sus sesiones de trabajo en los
salones, lo que les permite un seguimiento mucho más detallado.
Trabajamos módulos de 50 minutos, igual que si fuera una materia más. Tenemos
horario dentro de las clases y trabajamos con ellos pues diferentes temas: de
habilidades socioemocionales, de trayectoria escolar, de autoestima, de técnicas
158
de estudio, y ahí incluso metemos los talleres que le decía, de prevención, se les
dan pláticas, también trabajamos escuelas para padres, o sea todo está dentro de
esos.
Yo tengo 11 horas frente al grupo, por lo tanto, el resto son de descarga, y entonces
en el momento que yo puedo, pues ahora sí, ir a meterme al grupo o pedir permiso
al docente que está a cargo para darles un aviso. Bueno, eso también lo tengo que
hacer, tal vez si hay suspensión de clases; si se va a hacer homenaje a la bandera;
si va a haber algún evento cultural en la escuela, tenemos varios a lo largo del año;
si hay junta con padres de familia les tengo que entregar las circulares, me las
tienen que entregar al siguiente día ellos firmadas por padre o tutor y eso es en
espacios en que ellos no tienen clase y yo no tengo clase. En teoría sus clases
duran 50 minutos, entonces tengo 10 minutos entre clase y clase para ir a
asomarme, y revisarles el cabello, el uniforme y que me digan si ocurrió algún
problema durante la jornada.
Nosotros tenemos juntas, se llaman juntas de academia. Las juntas de academia nos
juntamos básicamente todos los profesores por grupo. Por grupo está la preceptora
y están las orientadoras y empezamos alumno por alumno. y empezamos a ver
“alumno tal” “no, ya no viene”. Entonces cuando ya vemos que es en particular con todos,
“ok”, ya la preceptora y las orientadoras toman el nombre de este chico para poderlo, para
ver si todavía sigue viniendo a la escuela o si ya en este caso ya dejó de venir [sic].
La atención a los estudiantes en riesgo es sensible a las especificidades de cada caso, por
lo que el conocimiento que el tutor pueda tener de los estudiantes, le provee de elementos
para abordar la situación de manera más adecuada, estableciendo compromisos con el
joven, contactado a su familia, canalizándolo a otras instancias o tomando medidas
preventivas.
160
La línea que tenemos es hacia orientación educativa, pero bien, como ahora hay
tanta facilidad de comunicación, a veces en el Face se comunican los profesores
con los alumnos. Es muy buena, a mí me funciona muy bien “oye: ¿en dónde
estás? ¿Cómo estás? ¿Qué te pasa?” Ya me contesta. […] O está uno
preguntando con el amiguito de la banca de junto todo el tiempo y ya a veces, a
través de ellos, [sic] nos enteramos pues de que tuvieron que salir por [tal] cuestión,
en fin.
y la falta de motivación de los estudiantes. Algunos otros factores relevantes que fueron
mencionados son: estudiantes que se inscriben, de manera transitoria, en las instituciones
que no fueron de su preferencia para estudiar durante el periodo en que vuelven a presentar
el examen; la inseguridad de los planteles; la distancia de los hogares de los estudiantes
respecto al centro escolar; problemas familiares y disciplinarios; embarazos y adicciones.
Es importante señalar que los factores de riesgo no son elementos discretos, que actúen
de manera independiente, sino que conforman articulaciones complejas cuya incidencia en
el abandono escolar depende en gran medida de la interacción de éstos. Las
interpretaciones locales del fenómeno que los operadores realizan contemplan el carácter
multicausal del abandono.
En todas las escuelas se encontró que se realiza un diagnóstico de los estudiantes de nuevo
ingreso; este proceso se repite al inicio de cada semestre para actualizar la información y
permitir que los tutores se familiaricen con las condiciones del grupo asignado. Sin
embargo, el momento más importante para la detección de estudiantes en riesgo es el
posterior a las evaluaciones parciales, donde se identifica a los jóvenes con bajo
desempeño académico antes de que concluya el semestre, por lo que es allí donde se
interviene con mayor éxito, auxiliándolos para que mejoren su calificación en la siguiente
evaluación parcial.
Bueno, a nosotros nos piden estar como muy al pendiente de nuestro proceso con
los alumnos para evitar que reprueben y pues la reprobación ee obviamente una
causa de deserción. Entonces, de mi parte, yo […] si cuido mucho mi proceso. Yo
no me espero a las estrategias de final de semestre; o sea, yo los voy recuperando
desde el primer parcial, desde el primer corte de calificaciones. Esa es una
estrategia mía.
En otros casos, hay estrategias institucionales para cambiar los criterios de evaluación y
disminuir el índice de reprobación a manera de consigna en algunos planteles; así lo relató
un orientador del Estado de México:
Esta estrategia que tenemos son los cursos cortos para el no abandono. O sea,
está el curso normal, viene el extraordinario, viene un curso corto, después del
curso corto viene un extraordinario, si no, pues entonces ya se va a un curso largo
que es turno contrario, pero el chiste es rescatar al alumno.
Otra estrategia para disminuir las tasas de abandono escolar tiene que ver con la selección
de los estudiantes; algunas de las escuelas visitadas implementan procesos rigurosos de
163
El proceso de absorción determina, en gran medida, las condiciones en las cuales los
jóvenes cursan la EMS. La selección mediante un examen único provoca que los estudiantes
se agrupen de manera diferenciada: por un lado, aquellos cuyo número de aciertos fue
elevado, son asignados a las escuelas y los turnos elegidos como primera opción; mientras
que los estudiantes con bajo desempeño se agrupan en planteles poco demandados o en
los turnos vespertinos. En el caso de los bachilleratos tecnológicos, se manifestó que
también hay una diferenciación de los perfiles dependiendo la carrera técnica que se
seleccione.
Este fenómeno tiene como consecuencia la segregación por resultado académico, lo que
tiene gran impacto para el fenómeno de la interrupción de los estudios; ya que reproduce y
profundiza la situación de desventaja de aquellos estudiantes con condiciones
desfavorables previas a su ingreso a la EMS.
Hasta hace dos, no sé si dos o tres años, el proceso de selección se hacía únicamente con
un examen de admisión. Ya después se fue perfeccionando y entonces se hacen
entrevistas, se hace una entrevista, el año pasado les pudimos hacer un perfil
vocacional, y estas son herramientas que junto con el resultado del examen es lo
que les da el ingreso a los muchachos, no es un sólo proceso, que antes así era.
El índice de reprobación ha ido disminuyendo con base en que se ha ido
perfeccionando el proceso de admisión.
Por otro lado, las escuelas con escasa demanda suelen ser más flexibles en el proceso de
incorporación de nuevos estudiantes, como explica un profesor de un CONALEP:
La mayoría de alumnos que tenemos son alumnos de bajo promedio en lo que es la prueba
COMIPENS, son alumnos que tienen 30, 40 aciertos; nos han llegado alumnos con
cero aciertos, ¡aunque se oiga increíble! Sí, nos han llegado alumnos con cero
aciertos y debemos de trabajar con ellos. Para nosotros no es una cuestión
problemática que digamos “es que ya llegó otro alumno de cero aciertos”. No, hay
que trabajar con ellos, es un reto para nosotros. Y bueno, los alumnos que hasta
ahorita han salido de aquí pues sí, han cambiado su forma de pensar.
Por ejemplo, los recursos que utilizan en las tutorías no se limitan a los manuales de Yo no
abandono, pues los tutores tienen formación, experiencia y recursos disponibles para
desarrollar sus labores, esto es claro en la práctica de una tutora en la Ciudad de México:
Pues la mayoría se van a articular, o sea todos los programas se tratan de articular,
precisamente porque no se puede andar, o sea, como que es un reto muy grande
el andar, cada programa de manera personal. Entonces sí, la mayoría tratamos de
compactarlos, de manera indirecta también incluso, de ladito, porque o sea, hay
otras como que, creo que todavía trabajamos en las prioridades del temario, del
programa pedagógico y esos programas pues si son nada más el complemento, o
sea no son parte de, por decirlo así [sic].
Resulta evidente que existen programas que deberían ser complementarios, pero se
superponen y, en el caso de los operadores, termina prevaleciendo el criterio administrativo
que impone trabajarlos de manera separada, como lo señala otro profesor de una
Preparatoria Oficial:
Es que en este subsistema tenemos que cumplir con dos amos: con lo estatal y lo
federal. Entonces, esa gran cantidad de proyectos, que al final del día, si nos
ponemos a analizarlos todos, nos llevan a los objetivos que plantea Yo no
abandono. Pero tenemos que entregarlo cada uno con su nombre. Lo estatal:
bueno, Escuela para padres, es lo de Prevención de adicciones, es lo de bullying,
que también ha habido casos por acoso escolar la deserción. Entonces a partir de
todos esos programas estatales, si los analizamos todos, van a los objetivos que
plantea Yo no abandono.
166
Por otro lado, como parte de las estrategias locales, se registró la existencia de vínculos de
las escuelas con otras instituciones de gobierno y con la sociedad civil. En este aspecto,
los operadores describieron diversos grados de colaboración; pero es importante señalar
que corresponden al conjunto de prácticas que las instituciones realizan como parte de su
labor constante para combatir la interrupción de las trayectorias escolares, y no
específicamente a la implementación de la estrategia Yo no abandono.
Otro eje importante de articulación es con el sector privado, con quien algunas escuelas
realizan convenios para la realización del servicio social de los estudiantes, buscando así,
mecanismos de inserción laboral. Esto se observó principalmente en las modalidades de
bachillerato tecnológico. Existen convenios con la Secretaría de Seguridad Pública,
Institutos de la Juventud, Centros de Integración Juvenil e instituciones de educación
superior, a través de los cuales ofrecen charlas, talleres o asisten a ferias profesiográficas
en las instalaciones de las escuelas. En uno de los planteles visitados del estado de
Veracruz, incluso se tiene coordinación con una casa de estudiantes que hospeda a jóvenes
que provienen de fuera de la ciudad, en ese lugar, a cambio de un espacio para vivir, los
jóvenes tienen que colaborar en el mantenimiento del inmueble.
De acuerdo a los datos recopilados mediante las entrevistas a los operadores, no hay
mecanismos específicamente diseñados para la evaluación de la estrategia Yo no
abandono. Sin embargo, dentro de las dinámicas institucionales propias de cada escuela,
hay procedimientos de rendición de cuentas sobre la totalidad de las actividades realizadas
por los docentes, dentro de las cuales se incluyen las orientadas a abatir la interrupción
escolar.
167
En primer lugar, los tutores tienen a su cargo la elaboración periódica de informes escritos,
donde reportan las actividades efectuadas y les dan seguimiento a los estudiantes en
riesgo, por lo regular van acompañadas de expedientes individuales de los tutorados. Estos
informes son de carácter administrativo y no implican valoraciones o ajustes a las
estrategias de combate de la interrupción de trayectoria escolar; así los describe una
maestra de Xalapa:
También se elaboran informes al final de cada semestre en donde se reportan las acciones
de tutoría, la situación académica de cada estudiante, las actividades con padres de familia,
los jóvenes canalizados a otras instancias, etc. El objetivo de estos informes tampoco es
reflexionar sobre los aciertos o fracasos de la estrategia, sino dejar constancia de las
actividades realizadas. Así lo expresó una tutora de la Ciudad de México:
Siempre entregamos a fin de semestre el cierre de todo; el cierre del total de mis
alumnos que pasaron; el cierre total de todos los contenidos que revisé; el cierre
de que trabajé el grupo de tutorías. Entonces todo eso lo encuentras en [Servicio]
Docente, puedes pedir los informes y todos los maestros que somos tutores
tenemos que entregar ese informe.
En general, las instancias que permiten hacer adaptaciones a las formas de trabajo son las
juntas de planeación académica que se realizan en el transcurso del semestre; pero éstas
dependen de las dinámicas escolares locales. Adicionalmente, aunque no existe un espacio
institucional de evaluación de la estrategia, se discute entre los operadores de manera
cotidiana por canales informales, en este nivel, sí hay referencias de la realización de
modificaciones, dependiendo de los resultados que se van obteniendo.
Finalmente, en todas las escuelas los operadores señalaron que se realiza un informe
estadístico al cierre de cada ciclo, el cual sirve como indicador de los avances logrados en
168
Que haya tenido logros... es que aquí en el plantel sí hay logros, pero... y
seguramente es en la aplicación del programa de Yo no abandono, seguramente,
aunque yo no lo conozca con sus nombres, pero yo si me doy cuenta que es una
cuestión de equipo, que uno sólo no puede, o sea, todos nos apoyamos y yo creo
que eso ha sido importante para que impacte.
En todo caso, es posible afirmar que el conjunto de acciones emprendidas para que los
estudiantes de nivel medio superior concluyan sus estudios, en donde también se
encuentran los esfuerzos del Movimiento contra el abandono escolar, tienen un impacto
positivo evidente en la disminución de la interrupción.
Sin embargo, existe una clara apreciación sobre la forma en que las acciones y estrategias
dirigidas a su disminución han cobrado mayor relevancia en los últimos años. A partir de la
implementación de la estrategia se ha enfatizado la labor docente; aspecto que en el
discurso de los profesores se ha adoptado de buena manera:
169
Yo creo que Yo no abandono viene a sumarse a tutorías, digo lo veo desde ese
punto de vista porque es más reciente. […] y en cuanto yo tuve conocimiento de
los manuales los intenté o los implementé como parte de las estrategias que podía
utilizar para los chicos en términos generales. Porque en ese momento no hablábamos
nada más de los que estaban en riesgo sino de todos, entonces, a mí me parece que suma
a tutorías y nos da muchas herramientas.
6.5 Resultados
En las entrevistas se les pidió a los operadores que valoraran las acciones propuestas por
la estrategia, dicha reflexión refleja elementos positivos y críticas que, a continuación, se
exponen, así como sugerencias concretas para su mejora. La evaluación de los resultados
debe considerar que, a juicio de los operadores, no existe una clara delimitación entre las
acciones comprendidas dentro de la estrategia Yo no abandono y el resto de los programas
y acciones orientadas a disminuir la interrupción de la trayectoria escolar.
Resulta imposible evaluar en qué medida estos resultados son efecto directo de la
implementación de la estrategia Yo no abandono, puesto que ésta se aplica paralelamente
con muchos otros programas. En todo caso, es posible afirmar que, para los operadores, el
conjunto de políticas orientadas a combatir la interrupción escolar en cada institución tiene
resultados favorables. Existe una valoración crítica por parte de algunos de ellos a los
resultados no previstos por la estrategia en relación a que las acciones para incrementar la
retención escolar no se preocupan por incrementar la calidad de la educación e incluso
parecen contrapuestas a dicha cuestión. Un profesor del Estado de México expresó:
170
[…] es bueno, el programa es bueno, pero creo que alguna otra cosa, otra cosa
que debe de tocar Yo no abandono es la calidad de la educación. […] Porque en
Yo no abandono sí podemos hacer que alumnos se queden en la escuela, que no
abandonen; pero bueno, el principal objetivo que tú vas a ver en todos los planes,
programas de estudio es alcanzar una calidad educativa, alumnos con una
educación integral. Yo puedo hacer que pasen los alumnos y que estén aquí si les
regalo la calificación y se cumple con el objetivo de Yo no abandono: no
abandonan, no desertan, ¿pero realmente estás haciendo alumnos de calidad?
Uno de los principales retos es que la estrategia sea conocida y discutida ampliamente por
los actores escolares. Por un lado, la manera elegida de difundir los contenidos a través de
los manuales resultó ser poco efectiva; el formato no ayuda, ya que los operadores
manifestaron no considerar adecuado la versión electrónica, mientras que los ejemplares
impresos son muy escasos para la consulta de todo el personal. Por otro, aunque los
manuales pueden ser una opción de contenidos, si no se crean los espacios destinados a
su lectura, contextualización y análisis, estas actividades quedan a criterio de cada uno de
los profesores, quienes manifiestan tener una excesiva carga de trabajo, por lo que no
siempre tienen tiempo y recursos para imprimirlos y estudiarlos.
Otro desafío identificado es la falta de recursos materiales para llevar a cabo las actividades
que les solicitan. En primer lugar, para efectuar las tutorías; solamente en dos bachilleratos
generales, de los ocho planteles visitados, cumplían esta condición: descarga laboral e
inclusión en el curriculum; es notable que los operadores de ambas instituciones fueron los
que manifestaron una valoración más positiva de los resultados de las acciones tutoriales.
En segundo lugar, la falta de espacios físicos y horarios especialmente destinados a esta
práctica, pues es común que los tutores usen fragmentos de su clase o atiendan casos
individuales durante los recesos o fuera del horario escolar.
La situación laboral de los profesores es otro obstáculo, pues muchos están contratados
por pocas horas y trabajan en otras instituciones, por lo que tienen que desplazarse
constantemente, lo que reduce el tiempo que pueden dedicar a tareas de la escuela fuera
de su horario laboral. Asimismo, la falta de estímulos a los docentes, pues, aunque
inicialmente hubo incentivos económicos, poco frecuentes e irregulares, para quienes
realizaran labores de tutoría, éstos han ido desapareciendo. En un CETIS se puso de
172
manifiesto que la falta de profesores impacta directamente sobre las actividades de tutoría,
pues se destinaron los esfuerzos a cubrir las horas académicas relegando la labor de
acompañamiento a los estudiantes a segundo plano:
Pese a no estar directamente vinculados con los programas de apoyos financieros, algunos
operadores observaron que el funcionamiento del Programa de becas de manutención
modalidad contra el abandono escolar es irregular, tanto en la asignación de los apoyos
como en los pagos. Esto tiene el efecto contrario al perseguido, pues los estudiantes en vez
de sentirse apoyados, desconfían de las instituciones.
Pues el obstáculo principal es que los padres de familia no acuden a las citas, o
que los chicos ni siquiera dan a conocer el citatorio que se les manda. En teoría
tendríamos la facilidad de hablarles a sus casas y darles a conocer [sic], pero en
más de una ocasión se han molestado porque como que va más allá del límite y
de hecho hasta nos han acusado de acoso. […] Entonces realmente las llamadas
telefónicas se dejaron de hacer porque no había una buena respuesta de los
padres de familia.
173
Otro elemento constante en las entrevistas fue atribuir a los estudiantes un estado de
desgano, apatía o desmotivación. En general se percibe que a ciertos estudiantes la
escuela no les proporciona un marco de significación apropiado para su idea de futuro, en
palabras de un profesor de una Preparatoria Oficial:
Creo que aquí en el medio superior, por la falta de sentido. De visión hacia un futuro, de
que este papel, de que la formación que les damos aquí les va a servir para
mañana. Los chavos, he visto que no les interesa, dicen: “Quiero trabajar maestro
y no sé ni qué hacer, pero la escuela no”.
En el mismo orden de ideas, algunos operadores señalaron que existen jóvenes que
deciden dejar la escuela como una decisión consciente y ajena a condicionantes de riesgo.
Finalmente, es necesario señalar que, con base a los testimonios recogidos, actualmente
está en curso una profunda modificación respecto a los roles sociales de los actores que
174
Dar mayor difusión a la estrategia para que todos los actores escolares la conozcan y
más allá de ellos, a la opinión pública.
Incrementar las actividades deportivas y culturales que vinculen a padres de familia,
estudiantes y profesores.
Recuperar y sistematizar las distintas acciones locales que hayan mostrado un impacto
positivo en la permanencia escolar.
Revisar el aparato normativo de los subsistemas, como reglamentos de evaluación o
normas de conducta, que permitan eliminar su efecto intensificador de las causas de
interrupción de la trayectoria escolar.
176
Llegados a este punto, haremos referencia a los sujetos que son, o deberían ser, los
beneficiarios o derechohabientes de la política, la estrategia, los programas y las acciones
contra el abandono escolar. Se ha hecho referencia a ellos de manera tangencial a través
de la voz de otros actores; como un número en tanto matrícula; o como un porcentaje en
tanto abandonante, estudiante en riesgo o regular. Pero ni los valores absolutos ni los
porcentajes permiten dar cuenta de cuáles son sus condiciones de vida, percepciones y
prácticas; es decir, que como sujetos activos los ubica en los procesos de riesgo, abandono
o de retorno a la escuela. Ni tampoco cómo en ellos repercuten la política, la estrategia, los
programas y las acciones contra el abandono escolar. A ello se aboca este capítulo.
Las reflexiones que se expresan en los siguientes apartados son fruto del análisis de 33
entrevistas realizadas a estudiantes en riesgo, abandonantes de retorno y regulares de los
ocho planteles escolares visitados y de las observaciones que allí se realizaron.
Realizar los estudios de bachillerato está casi siempre vinculado con una proyección a
futuro asociada con su inserción en el mercado laboral, a veces de manera inmediata al
concluir el nivel o más adelante, luego de concluir los estudios superiores. Mayor nivel de
estudios usualmente está relacionado con una mejor incorporación, un mejor salario o un
puesto. Con esto en mente los estudiantes desean tener el nivel medio superior. No
obstante, la mayoría no lo considera suficiente y muchos de ellos tienen la expectativa de
continuar sus estudios; esto es, ingresar a la universidad. Cabe mencionar que estas
177
intenciones y expectativas son mencionadas por los estudiantes, sin importar el nivel
educativo máximo que han alcanzado sus padres.
Muchas veces se suele asociar a una escolaridad mayor de los padres –en particular de la
madre–, una mayor propensión de los jóvenes a alcanzar niveles iguales o mayores que
sus padres (Giorguli Saucedo, 2002) y esto visto como una cuestión normal. Seguir
estudiando es lo que toca o lo que los padres fomentan –cuando no obligan– para sus hijos.
Pero, en las entrevistas realizadas a estudiantes cuyos padres no concluyeron o no
asistieron a la media superior, las expectativas persisten: concluir este nivel y/o continuar
al siguiente. Estos casos se dan con especial énfasis entre los varones; encontramos al
menos un caso donde a la mujer se le obstaculizaba desde el hogar la conclusión del
bachillerato.
Así pues, ya sea por las demandas del mercado de trabajo –en la actualidad, se ha vuelto
un requisito el título de bachillerato para acceder a muchos empleos formales– o por su
intención de continuar estudios superiores, el nivel medio superior se vuelve una necesidad.
Y, en ese sentido, el motivo para la permanencia de quienes están en riesgo, o de retorno
para quienes han abandonado.
Ahora bien, una situación económica no óptima, no significa abandono. Para algunos
estudiantes implica desplegar una serie de estrategias como recurrir a sus abuelos u otros
familiares en búsqueda de apoyo. Las palabras de un estudiante con problemas
económicos en el hogar lo expresan así: “[…] A veces pienso que si no hay dinero cómo le
voy a hacer para seguir estudiando, pero no me saldría, aunque me tuviera que venir
caminando o pedir aventón”.
Y los problemas económicos no siempre pueden ser cubiertos con la beca y son más
complejos en algunos casos, cuando los requerimientos de la escuela no pueden suplirse
fácilmente, en particular, en los bachilleratos tecnológicos. Véase el siguiente caso. La
situación económica de la entrevistada es complicada. En más de una ocasión su
rendimiento académico se ha visto afectado por combinar el trabajo con la escuela;
además, no cuenta con computadora y, al estudiar diseño, para sus tareas utiliza programas
específicos que no encuentra en sitios de renta. En ocasiones, no es necesario estar en
una situación de carencias, pero los jóvenes desean tener autonomía económica, tener sus
propios ingresos y prefieren dejar la escuela para tener un empleo que les permita comprar
sus propias cosas.
En todo caso, quienes regresan o quienes no han abandonado, pero conocen a otros que
lo han hecho, no lo perciben como una situación positiva; sino que lo reconocen como una
ventaja temporal que dará beneficios a largo plazo. Por ello, no creen que valga la pena
interrumpir los estudios, por los que, como ya se mencionó, son el medio de conseguir éxito
futuro.
Segundo, la falta de interés por los estudios o gusto por la escuela. Esto puede obedecer a
diferentes razones: no encuentran un sentido práctico de los contenidos que se imparten,
no alcanzan las expectativas que los jóvenes tienen; en los bachilleratos tecnológicos, la
consideración de que la carrera que se sigue tiene pocas oportunidades laborales o
simplemente prefieren destinar su tiempo a otras actividades con sus amigos. Un
entrevistado cuenta su experiencia. Él pasaba mucho tiempo jugando en las canchas con
sus amigos y debido a esto no entraba a las clases. Esta situación cambió cuando les fue
restringido el tiempo que podían pasar en ese espacio. Cuenta que cuando iba en tercer
semestre, los alumnos de primer ingreso se juntaban mucho para fumar marihuana y
179
tabaco. Una ocasión llegó el director y los llevó a todos a la dirección para platicar con ellos.
Después de eso, sólo unos cuatro regresaron y a los demás no los ha vuelto a ver. A partir
de esta situación, en la escuela se volvieron más exigentes y fue cuando les restringieron
estar fuera del salón. Antes, el profesor solía sacarlos si alguien se portaba mal en clase,
ahora el director no los deja hacer eso.
Los entrevistados coincidieron en señalar que algunos de sus compañeros no tienen gusto
o interés por la escuela por razones que tienen que ver con su personalidad o historia de
vida.
Quinto, otros problemas escolares, los que se producen en las interacciones entre
estudiantes, en particular los de violencia, también influyen. Por un lado, la violencia que se
180
Una estudiante comentaba que fue el acoso de una estudiante mayor y el involucramiento
de los porros, lo que la llevó a dejar sus estudios. Lo describe así:
Yo en tercer semestre, la verdad, tuve muchos problemas, muchos problemas.
Desde que me querían pegar porros, hasta que le dejé de prestar atención a la
escuela; entonces también por eso, pues, deserté. […] Hubo un tiempo en el que
me querían pegar. […] Yo no me juntaba con ellos [los porros], de hecho, yo nunca
me he juntado con ellos. […] Hubo una chica de sexto […], que por cualquier razón
me veía feo, una vez trajo porros para que me esperaran ahí afuera, hasta que ya
me desesperé, llegó un momento en el que ya lloraba.
Ante esta situación acudió a las autoridades, pero al no sentirse apoyada, y como el acoso
siguió, fue que decidió dejar de estudiar:
Y hablé con la directora, la directora, pues, nada más habló con la chica y ya. Y,
después, la chica siguió igual, pero yo ya no dije nada. […] De hecho yo lo hablé
con la directora por eso, porque le dije: “Yo ya no quiero, qué tal si a mí me llega a
pasar algo, si ustedes no hacen nada. Si me llega a pasar algo, es responsabilidad
del plantel, porque yo se lo estoy diciendo a usted”. No hizo nada.
Sexto, embarazos y maternidad. Una joven relató cómo fue el proceso. Ella es la menor de
sus hermanas; ambas se encontraron en situación de embarazo, a los 13 y 15 años
respectivamente. En su caso, su padre no estaba de acuerdo con que compañeros fueran
a visitarla o la llamaran. Al ocurrir esta situación, la castigaba no dejándola ir a la escuela,
lo que ocasionó que reprobara dos materias en primer semestre. En segundo semestre su
situación de ausencias se agravó al punto de dejar de asistir totalmente.
181
Finalmente, hay que mencionar que estas causas suelen combinarse. Como el caso que
de un estudiante:
Me reprobaron por faltas. […] Yo faltaba..., no sé, es como que una parte… donde
te enfrascas en los problemas del presente y tú ya no quieres ver qué va a pasar
después. Solamente quieres salirte, irte a tu zona de confort, de cierta manera. […]
El estudio es bueno, pero cuando estás estresado, cuando estás molesto, estás
triste, no, no puedes venir a la escuela si te afecta un 100%. Hasta que uno separa
las cosas. Los problemas que más me afectaron, en mi caso, familiares más que
nada. Pues, todo se desenlaza en el mismo contexto [sic], porque, o sea, empieza
por la cabeza de la familia que son los padres. […] Mi papá sí trabaja, pero no es
muy estable en los trabajos porque toma bastante. Él tiene que ver mucho.
Entonces, cuando toma, obviamente hay muchas tensiones en la casa tanto
emocionales y eso afecta en lo económico por la parte del trabajo. Y eso te llega a
tener cierta carga, cierta presión, sobre…, por ejemplo, yo veo ahí a mi mamá
182
preocupada que tenía que andar haciendo la lucha para tener las cosas, darnos
las cosas para estudiar y seguir adelante. […] Y aunque estés aquí en la escuela,
no te puedes salir de la cabeza y eso te genera como que cierto problema de forma
presente.
El joven fue dado de baja por ausentismo, sin conocer las verdaderas razones que lo
llevaron a faltar a clase y luego a la interrupción: problemas de alcoholismo de uno de sus
padres y económicos en el hogar, lo afectaron emocionalmente y le dificultaron su
concentración en la escuela.
En otras palabras, una sola causa, parece no ser definitoria y efectiva para que un sujeto
entre en situación de riesgo y/o interrumpa. Ni para la elaboración de un diagnóstico, ni
para la atención por medio de la política pública; no basta con decir que es un problema
multifactorial, sino que es necesario atender a la complejidad, a la articulación de esos
factores en cada individuo.
La influencia positiva de los padres puede darse de diferentes maneras: mostrar interés en
las actividades de los hijos durante la jornada, revisando sus tareas, asistiendo a las juntas
escolares, conminando a los jóvenes a estudiar, evitándoles tareas domésticas y/o
laborales, brindándoles apoyo moral, afectivo y económico. Igualmente, pueden
manifestarse influencias negativas como: limitar el ejercicio de prácticas escolares, mostrar
desinterés o indiferencia por el desempeño escolar y, desde la perspectiva de los jóvenes,
183
darle prioridad al trabajo. De este modo, el papel de la familia influye para que el estudiante
desarrolle una trayectoria escolar regular o que coadyuve a colocarlo en situación de riesgo.
Por ejemplo, el caso de un estudiante que decidió dejar los estudios por un semestre, sus
padres se mostraron muy molestos y le retiraron los apoyos económicos. Le permitían vivir
en su casa y comer ahí, pero su padre le dejó de hablar y su madre le dijo que tenía que
trabajar mientras no estudiaba. Después de hablar con ellos y comunicarles que se
reinscribiría, una vez que aprobara sus materias, manifestaron que lo apoyarían
económicamente una vez más, con la consigna de no volver a adeudar asignaturas. Otra
estudiante, cuyo padre acude por ella todos los días desde que reprobó.
Sin embargo, no todos los padres se preocupan por sus hijos de esa manera, y actúan en
consecuencia. Así, una entrevistada que sólo vive con su mamá, la describió como
indiferente y que no le presta atención. Otra estudiante cuenta que sus papás nunca han
asistido a las juntas que organiza la escuela luego de cada parcial para entrega de boletas
de calificaciones y van un día después por la suya. Y, otra más, que reconociendo la
importancia de las juntas semestrales que se realizan en el plantel para notificar el progreso
de los estudiantes, porque a través de éstas puede fortalecerse la comunicación y el apoyo
de los padres; sin embargo, los suyos nunca han asistido.
De hecho, los relatos de los estudiantes colocan a la influencia familiar por sobre otros
factores que pueden derivar en situaciones de riesgo como los académicos o económicos.
Es posible que esto se deba a la cercanía y cotidianeidad de esta influencia, por un lado.
Por el otro, que los entrevistados son estudiantes regulares, en riesgo y de retorno y no
jóvenes que hoy no asisten a la escuela, donde es posible que factores como el bajo nivel
económico del hogar haya impedido la permanencia o vuelta a la escuela, es entonces
donde este factor pudiera tener un impacto superior al de la familia.
cierto tipo de actividades y restricción de otras; la falta de comunicación entre los distintos
miembros del hogar, en especial, entre los jóvenes y sus padres; o la convivencia conflictiva.
Incluso una joven que al momento de la entrevista había interrumpido sus estudios, tenía
temor de contarle la situación a sus padres porque en una ocasión anterior, cuando había
bajado las calificaciones en una asignatura, la mamá le pegó una cachetada a las afueras
de la escuela, delante de otras personas, incluso de la policía. Al momento, entonces, sus
padres desconocían lo que sucedía con su hija. En sus palabras:
Mi mamá no sabe nada, no sabe nada que yo no estoy la escuela, porque ambos trabajan
[sic]. Entonces, pues, yo les digo que vengo, pero ya sea que me vaya con mis abuelos, ese
tipo de cosas, o sea algo. Mi mamá, no, no le quiero decir nada porque me va a regañar muy
feo. Mi papá como que se da una idea, pero también como él llega tarde a casa, ya no trato
mucho con él.
Un elemento central que influye en la trayectoria escolar de los estudiantes son los
prerrequisitos y mecanismos de ingreso en cada institución escolar.Un elemento que se ha
obviado al analizar el abandono escolar y no se contempla por la política pública en
general y la estrategia vigente es el sentido de pertenencia de los estudiantes para con
la institución escolar. En la indagación realizada, en seis de los ocho planteles visitados, al
preguntar a los jóvenes por qué los estudiantes abandonan sus estudios, se registró la
respuesta: porque no les gusta. El desagrado experimentado por los estudios y/o el plantel,
185
sin duda hace que la afiliación con la institución sea débil. Por el contrario, en un plantel
donde alumno disfruta pertenecer a él y realizar allí sus estudios resulta un privilegio.
Así pues, para los estudiantes no es igual estudiar en una u otra escuela. En un plantel de
la Ciudad de México, un entrevistado se autocuestiona como estudiante y como
persona, el no haber logrado quedarse en su primera opción en el examen de colocación
de la COMIPENS: un plantel de la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM. Dice
preguntarse: “¿Qué clase de persona voy a ser si ni siquiera es capaz de ingresar en el
plantel de media superior que deseaba?”. En esta construcción subjetiva, sin duda operan
las representaciones sociales que existen –al menos en la Zona Metropolitana del Valle de
México– sobre el prestigio asociado a los planteles de bachillerato universitario de la UNAM
y del IPN, con el que no cuentan, prácticamente, ninguno de los otros planteles de media
superior públicos de esta zona. Esta valoración positiva juega en contra de la construida
entonces hacia los otros planteles. A nivel institucional, hace de estos planteles, centros de
de segunda opción y menos concursados. Para los estudiantes quedar en ellos es causa
de frustración, fracaso y afecta su autoestima. Una vez dentro de la escuela, esta
experiencia puede revertirse, pero para ello primero habrá que sortear la permanencia, es
decir, que se revierta ese sentido de disgusto por el plantel, de asistencia con desgano, de
caer en situación de riesgo y luego de abandono.
En algunos estados como en Guanajuato y Veracruz, los planteles sólo los de orientación
técnica, sino en general que tienen un vínculo con el mercado de trabajo o que brindan
un aporte para la inserción laboral de los estudiantes son mejor valorados por los
186
Si bien el desinterés o la poca motivación por el estudio pueden asumirse como problemas
inherentes al estudiante en tanto es éste quien los corporiza o manifiesta; pero desde otra
perspectiva, ponen en evidencia la incapacidad de la escuela para responder a ciertas
vocaciones o intereses particulares de los jóvenes. En aquellos espacios escolares en
donde se promueven cierto tipo de actividades deportivas o culturales, los estudiantes
entrevistados se manifestaron más motivados, a la vez que mostraban un mayor sentido de
pertenencia y satisfacción.
Por otro lado, en algunos estudiantes fue posible identificar que no sólo les afecta el hecho
de que no le encuentren sentido al estudio; sino que además le impactan las condiciones
en que éste se desarrolla. Por ejemplo, el no agrado de algunos profesores porque son muy
exigentes, porque no explican, porque maltratan a los jóvenes las posibles razones son
múltiples y varían según las experiencias de los estudiantes; la extensión de las clases;
o como explica una joven: “No me gusta estar encerrada en un lugar. (…) [Lo que se me
hace difícil] es entrar y estar todo el tiempo en el salón”.
En todo caso, los estudiantes tienen claro que, si bien la conclusión de la educación
obligatoria no es garantía de que podrán cumplirse las expectativas de vida que tienen, no
hacerlo los coloca en una situación de desventaja. Por ello, la escuela y la educación son
187
para quienes son estudiantes regulares, para quienes están en riesgo y de vuelta luego
de algún episodio de abandono algo deseado, provechoso y positivo.
Con el fin de indagar por qué los estudiantes retornan a la escuela tras haberla abandonado,
se preguntó a estos sujetos qué hicieron durante los periodos que pasaron fuera de ella;
las respuestas fueron variadas.
Algunos, y esto es más frecuente en las mujeres, se dedicaron a apoyar a sus padres en el
hogar, a cuidar a los hermanos más pequeños y a realizar las tareas domésticas.
Otros, se incorporan al mercado laboral, y viendo que los puestos de trabajo a los que se
dedicaron no les brindaban los ingresos a los que ellos aspiraban o que no pudieron acceder
a los empleos que querían, tomaron la decisión de retornar a la escuela.
En el caso de quienes no tenían el deseo de abandonar, por ejemplo, a veces la opción fue
continuar sus estudios en otra institución. Es decir, si bien se considera que el estudiante
abandonó sus estudios para el plantel en el que estaba inscrito, en realidad no los
interrumpió. Por ejemplo, un estudiante de la ciudad de León tuvo que dejar de estudiar
seis meses por baja temporal mientras se abría la materia que debía; con el fin de
mantenerse activo, se inscribió en una preparatoria particular. Sin embargo, no le gustó el
programa, las materias, ni el ambiente y, cuando pudo, retornó a la escuela de origen. Así
relato su experiencia:
188
Para baja temporal, tienes que esperar otra vez que llegue el curso de segundo;
tienes que esperar medio año para que otra vez empiece tu curso y volverlo a
realizar. En sí, en ningún tiempo dejé de estudiar porque me metí a otra prepa de
paga y luego regresé aquí para segundo. Me invalidaron las materias porque era
de parte de la oficial, bueno de esas prepas, preparatorias de paga afiliadas [a la
universidad]. Entonces no, no me validaron el primer año y lo empecé de nuevo.
Otra estudiante en Xalapa, luego de solicitar su baja, ingresó seis meses a una escuela que
recibe a numerosos jóvenes en condición de abandono de otras instituciones o que
adeudan más materias de las aceptadas. Es la única institución de la ciudad que permite el
ingreso de estudiantes en esa situación. Su experiencia en esta institución no fue la mejor
y lo que la motivo para querer regresar a la escuela inicial.
Un elemento a destacar de los relatos de los jóvenes, tiene que ver con el hecho de que al
volver a la escuela, en ellos existe una mayor valoración por su permanencia en ésta
comparada con las actividades realizadas en el tiempo de la interrupción. Sobre su
experiencia sobre periodo fuera de la escuela, durante el tránsito de la secundaria al
bachillerato, una joven menciona: “Pues me sentía mal..., porque yo ya quería entrar a la
escuela. Y estar sin ir a la escuela pues… No me hace sentir bien.”
La estrategia Yo no abandono como política, así como sus componentes es, en general,
desconocida por los estudiantes, incluso por aquellos que están incorporados en algunas
de las acciones que prevé. Un entrevistado mencionó que está orientada a los profesores.
El siguiente fragmento de entrevista deja clara la situación general:
Entrevistadora: ¿Sabes si la escuela tiene programas o apoyos para chicos que
deciden o que quieren o que están pensando en dejar sus estudios?
189
En todo caso, la única asociación que en algunos casos hacen, es respecto a las becas, en
particular, la Beca de manutención modalidad abandono escolar, también llamada Beca
contra el abandono escolar, a la cual se refieren como la beca yo no abandono. En general,
no saben exactamente por qué son sujetos de derecho de la misma, a veces incluso no
están seguros si la beca que reciben es ésta u otra de las federales, estatales o del modelo
educativo al que pertenecen. Otros sí tienen claro que reciben ésta u otra beca; la existencia
de las que provienen del programa Oportunidades, las de excelencia y las de Prepa sí, en
la Ciudad de México. De hecho, a partir de sus relatos, parece que la beca contra el
abandono la reciben como último recurso, pues no cumplen con los requisitos, los tiempos
de solicitud o la no asignación de otra modalidad. A veces, tampoco saben cuánto dinero
reciben, los plazos en que deberían hacerlo o la duración del beneficio.
En los planteles, el proceso para solicitar la beca corresponde al propuesto en los manuales
de la Estrategia. Sin embargo, en la información proporcionada por los estudiantes se
puede observar que hay irregularidades en los tiempos para hacer efectivos los pagos ─un
entrevistado comenta que al momento llevaba ocho meses de retraso su asignación─ o en
las renovaciones, además de que se registran variaciones en la forma de pago, los montos
y los plazos.
Las becas son el elemento más palpable de la Estrategia para los estudiantes y el único
que cuenta con carteles de difusión dentro de los planteles. El uso y la valoración sobre
este apoyo varían de acuerdo con los estudiantes. Algunos la otorgan inmediatamente a su
190
familia, otros la ocupan para material escolar y otros más para gastos personales. Comenta
un estudiante que tras acceder a la beca con demora, recibió el recuerso de seis meses
juntos lo que le permitio hacer varios pagos: “Mi inscripción, mis útiles, me compré calzado.
Y otra parte, pues, la usé para comprar ropa”.
Algunos manifestaron es un gran apoyo recibirla; mientras que para otros el hecho de no
recibirla no pone en riesgo su permanencia en la escuela. Comenta un entrevistado que la
beca le ayudó a continuar sus estudios, porque eran tiempos difíciles en los que incluso
consideró dejar de asistir para trabajar. Otro señala que su beca cubre las necesidades del
hogar, pues el monto íntegro del apoyo contribuye al gasto familiar y esto ha ayudado tanto
al beneficiario directo como a su núcleo familiar para solventar sus problemas económicos.
En ocasiones, existe un problema en la asignación de las becas. Algunos estudiantes
manifiestan abiertamente no necesitar la beca; mientras que otros dicen que muchos de
sus compañeros tienen problemas económicos y no reciben apoyo de ningún programa; en
ese sentido, se vuelven críticos de los sistemas de asignación. Por ejemplo, comentan que
algunos alumnos que no tienen necesidades económicas son beneficiarios de becas, y
hacen uso de recursos que deberían enfocarse a aquellos de escasos recursos.
Pero, aun contando con beca algunos estudiantes igualmente incurren en situación de
riesgo. Por tanto, no es sólo el factor económico el que incide en la interrupción de la
trayectoria. En todo caso, se trata de una articulación de factores, donde el económico
puede no ser el definitivo.
El hecho de que los jóvenes no reconozcan que se toman medidas contra el abandono, no
significa que en los planteles no se realice una serie de acciones encaminadas a atacar
dicha problemática; incluso, se incluye a los mismos estudiantes con los que se tuvo
oportunidad de conversar. Es decir, en términos de la política a nivel de los estudiantes, no
hay un reconocimiento de que ésta exista ni de que desde el gobierno es causa de
preocupación o de atención.
De las acciones que se implementan, algunas de las cuales forman parte de la Caja de
herramientas de la Estrategia; otras son locales, como ya se mencionó, y varían según los
planteles. Vale la pena destacar que, aún cuando en los planteles se lleven a cabo algunas
acciones que responden a las sugeridas por los manuales que integran la Estrategia,
191
muchas veces, los jóvenes no las reconocen como actividades para prevenir o erradicar el
abandono escolar.
A pesar de que la forma de desarrollar algunas de las acciones que involucran a los
estudiantes son particulares según el plantel, resulta evidente que los mecanismos más
recurrentes para disminuir el abandono son las tutorías, las asesorías académicas, las
pláticas o charlas con los estudiantes, las becas contra abandono escolar y la designación
de un encargado de atender a los jóvenes con problemas académicos.
Las tutorías y/o asesorías ─los estudiantes en sus relatos suelen utilizar ambos términos
de manera indistinta─ varían tanto en cuanto a su aplicación como a su percepción sobre
las mismas.
Por un lado, los estudiantes reconocen las tutorías obligatorias para las cuales se dispone
de carga horaria dentro del plan de estudios y, en otros casos, dentro de la clase del
profesor a cargo. En ellas, el tutor da información, les enseña hábitos de estudio, les da
orientación vocacional; opera como intermediario para resolver algunas situaciones,
monitorear y seguir las situaciones académicas. Así lo refirió un entrevistado: “Ayuda a
enfocarse más en lo que quieren y cómo lograrlo”; sin embargo, algunos estudiantes
deciden no asistir porque los contenidos les resultan poco atractivos. Cabe aclarar que no
en todas las tutorías se realizan todas estas actividades, pueden darse una o varias
dependiendo de las directivas del plantel o de la planeación, voluntad o intención del tutor.
Hay opiniones encontradas respecto de las tutorías y suelen ir asociadas a la figura del
profesor. Cuando el tutor se preocupa, se lleva bien con los estudiantes, éstos suelen
valorar las tutorías de manera positiva. Por el contrario, cuando sienten que el tutor no se
preocupa, que sólo llega y pregunta de manera general cómo van –o incluso llegan a
mencionar que ni siquiera lo vieron en todo el semestre–, las opiniones suelen ser negativas
192
y conciben esos espacios como sin sentido y pérdida de tiempo. Por ejemplo, comenta una
estudiante que su tutora tomaba la sesión de tutoría como una extensión de su clase y no
les brindaba apoyo académico ni para la resolución de problemas de ninguna índole. A
veces, los estudiantes no recurren a su tutor cuando tienen algún problema, sino al
psicólogo o al orientador del plantel. Y, nuevamente, hay opiniones tanto positivas como
negativas de ellos, en función de cuánto se preocupan por los estudiantes o cómo se
relacionan con ellos. Por tanto, las valoraciones que los alumnos construyen respecto de
las tutorías, elemento central de la Estrategia, tiene que ver más con los sujetos que las
operan que con la acción misma.
Los alumnos valoran las asesorías de manera positiva o negativa en función de qué tanto
los ayudan a aprobar las asignaturas, sin importar si sirven como apoyo para mejorar o
incrementar su aprendizaje, aclarar puntos que quedaron dudosos durante el curso. Se
trata, pues de una visión instrumental sobre el resultado de las mismas, más que sobre
ellas como una acción adicional propuesta por instancias superiores que los apoyen en sus
estudios.
No obstante, y a pesar de que las tutorías y asesorías son reconocidas por los estudiantes,
a veces los desconocen su existencia. Como menciona un joven, sorprendido ante la
pregunta del entrevistador por estas actividades:
Las asesorías entre compañeros son poco frecuente y suelen darse de manera informal,
cuando un estudiante tiene dudas o dificultades, se acerca a otro que le vaya mejor; o un
profesor asigna a un alumno con otro, pero sin seguir un protocolo formal. El docente ubica
a un estudiante que tenga un mayor nivel de comprensión del tema para solicitarle que
ayude a su compañero en dificultad, dinámica que puede darse a lo largo del semestre
“hasta que el alumno aprende”.
Los estudiantes piensan que estas acciones, a diferencia de lo que sucede con los
profesores, son buenas por la cercanía que se tiene con sus compañeros. Pero no todos
están a favor, por ejemplo, un entrevistado dice nunca haber visto que en su plantel
existieran este tipo de asesorías y no cree que sea algo que pudiera funcionar porque los
jóvenes se la pasarían “cotorreando”.
Otra de las acciones propuestas tiene que ver con incentivar el diálogo o el involucrar a los
padres en la vida escolar de sus hijos. En los planteles, esto es llevado a cabo en distinto
grado, desde la simple convocatoria para la firma de calificaciones; juntas periódicas;
llamadas telefónicas cuando se identifica la ausencia a clase o la reprobación de
asignaturas; hasta el involucramiento en las actividades escolares cotidianas.
Sin embargo, algunos estudiantes mencionan que sus padres no han sido involucrados, por
parte de la escuela, en sus estudios. Un entrevistado, al relatar el proceso de su abandono
del plantel, la mención a sus padres no apareció. Se le preguntó si el plantel los había
llamado y su respuesta fue:
Tienen que venir tus papás por tus papeles, a hacer todo eso, pero más bien aquí
ya es la responsabilidad de una persona. O sea, yo pude no haberles dicho y de
todas formas estuviese de baja. […] Pero igual podría hacerlo yo mismo.
Específicamente sobre el abandono, una estudiante recordó vagamente una plática que
organizó la escuela para padres cuyo motivo era prevenir esta problemática. Desde su
perspectiva, la asistencia a esta plática fue bastante baja, debido a un proceso de
convocatoria fallido. Ésta fue la única mención de acción específicamente encaminada en
este sentido en la que se involucra a los padres de familia.
194
La mayoría de los estudiantes considera positivo que sus padres se involucren. Sostiene
una joven: “Sí, deben de participar mucho porque, deben de estar al pendiente de sus hijos”.
No todos comparten esta visión, otra joven mencionó que el papel de los padres en la
preparatoria debe ser restringido, pues es el estudiante el que tiene que aprender a valerse
por sí mismo en algunas situaciones, así pues, la presencia de los padres en la escuela no
siempre es bien valorada por los estudiantes, como comenta otra estudiante:
Pues ya no tanto, pienso que sí [se involucren en los estudios de sus hijos], pero
no tanto. Desde primer semestre, sí, a lo mejor en primer semestre, sí. Pero, yo no
me considero una persona grande, pero tampoco una niña que sienta que mis
papás tengan que estar influidos [sic] mucho en cómo voy en la escuela, en qué
hago, qué no.
Encontramos aquí, por un lado, un genuino interés en que los padres estén presentes o la
reproducción de un discurso escolar y adulto del “deber ser”. Por el otro, un reclamo de
agencia e independencia respecto de sus padres.
Como medidas para mitigar los problemas de reprobación, en las escuelas se desarrollan
cursos sabatinos para recursar la o las materisa reprobadas, exámenes extraordinarios
para acreditarlas, incluso con la firma de una carta compromiso se puede reincoporar un
estudiante dado de baja o se flexibilizan las condiciones para la reinscripción.
Entre las muchas de las problemáticas que los estudiantes identifican como causales de
abandono resaltan los problemas familiares, más allá del factor económico, así como la
195
falta de sentido sobre la escuela y los estudios; malestar en su estancia en el plantel; que
el tiempo que implica el traslado del hogar al plantel sea extenso; la inseguridad alrededor
de los centros, por ejemplo, por la presencia de grupos de choque en las inmediaciones o
la venta de droga. Todas ellas no se toman en cuenta –o sólo se hace se forma parcial– en
los diagnósticos y las propuestas de acciones. En un solo plantel, por ejemplo, se mencionó
que dentro del mismo existe un consejo estudiantil, el cual tiene como función ser
intermediario entre la población estudiantil y el director, profesores, asesores u
orientadores, entre otros. Dicho consejo atiende las demandas, las críticas o comentarios
que tengan los estudiantes.
En todo caso, se deja la responsabilidad a la escuela, con el directo a la cabeza, para tomar
las medidas pertinentes y hacer de la escuela un lugar más atractivo para los jóvenes. Sin
embargo, muchas de las problemáticas exceden la capacidad de intervención del director
y los operadores; sobre todo cuando no cuentan con recursos económicos, de
infraestructura y recuresos humanos para ello.
Como último punto se enlistan las propuestas que tienen los jóvenes entrevistados para
abatir o reducir el abandono escolar, como podrá verse no todas se contradicen con las
propuestas actuales de la política.
Ya que muchas veces los estudiantes no se sienten parte de la escuela, manifiestan que
les gustaría ser tomados en cuenta en mayor medida con respecto a sus intereses,
problemas y necesidades; pero también en un sentido más activo, quieren participar en la
planeación de actividades y mejora de las dinámicas escolares. Dentro de este mismo
punto, añadieron que les agradaría recibir más información acerca de los factores de riesgo
que pudieran encaminarlos a abandonar sus estudios y de las consecuencias que esto
pudiera tener. Un estudiante de retorno señaló:
Van a seguir desertando, hagan lo que hagan. Pero yo creo que deberían de
fomentar otra vez, como siempre se ha dado, la importancia de los estudios, los
beneficios, o sea, esas clases de realizaciones que uno debe de tener.
Me gustaría que nos tomaran más en cuenta, no como alumnos, sino como
personas […]. Yo creo que los maestros se deberían enfocar en los chicos fuera
del plantel, porque todos se enfocan en estudiar, en un protocolo […]. Yo creo que
si piensan e hicieran una dinámica para que ellos se sientan a gusto, sería más
padre estar aquí.
198
En este contexto, el Gasto Programable del Poder Ejecutivo Federal estimado para el
ejercicio 2016 alcanzó un monto de 3 499.5 mil millones de pesos, 7% menos que el ejercido
durante 2015. Esta es la primera ocasión en que se redujo realmente el gasto
gubernamental y, de acuerdo al Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para
2017, entregado por el Poder Ejecutivo al Legislativo, se preveía que el gasto durante el
siguiente año fuera menor en 0.5% al cierre previsto para 2016, ello en pesos corrientes,
por lo que en términos reales (descontada la inflación) dicha reducción podría ser similar a
la señalada para 2016.
Durante los últimos años, el gasto gubernamental creció de una forma sostenida hasta 2015
tanto en términos nominales, como en reales; pero a partir de 2016 éste tenderá a disminuir
(gráfica 26).
12 Es pertinente mencionar que, de acuerdo con la OCDE, 4.2% del gasto en educación en nuestro país fue
ejercido por el Sector Público y el 1% restante por el privado.
199
Gráfica 26. Evolución del gasto programable del Poder Ejecutivo Federal 2044-2015
(millones de pesos) Base 2004
Fuente: elaboración propia con información de la SHCP, Informes de la Cuenta Pública Federal 2004-2015, PED
2016 y ppef 2017, deflactado con el índice implícito del PIB.
De cumplirse la previsión de que el presupuesto 2016 finalice como hasta hoy se reporta,
la reducción presupuestal no impactará mucho las funciones de desarrollo social, que sólo
habría visto reducir su presupuesto 1%, que es donde se encuentra el gasto en educación,
salud y protección social, entre otros; contra 14% de reducción en desarrollo económico y
22% en funciones de gobierno. En la gráfica 27 se aprecia que mientras el presupuesto
para las funciones de gobierno y desarrollo económico disminuye en 2016 y 2017, el
correspondiente a la función de desarrollo social se mantiene casi igual, en términos
corrientes, pero inevitablemente sufrirá un descenso en términos constantes.
Durante los últimos diez años, el gasto en la función en educación ha perdido peso relativo
dentro de la estructura de desarrollo docial, al pasar de representar 37% de éste en 2005,
a 35% en 2009, 32% en 2012, 30% en 2015 y el equivalente a 29% en 2016 y 2017 (gráfica
28).
200
Gráfica 27. Evolución del Gasto Programable del Poder Ejecutivo Federal por función, 2003-
2017 (millones de pesos)
Fuente: elaboración propia con información de la SHCP, 2003-2014 Informes de la Cuenta Pública Federal 2016,
Presupuesto de Egresos de la Federación y 2017 Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación.
Fuente: elaboración propia con información de la SHCP, 2003-2015 Informes de la Cuenta Pública Federal 2016,
Presupuesto de Egresos de la Federación y 2017 Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación .
Fuente: elaboración propia con información de la SHCP, Cuenta de la Hacienda Pública Federal 2015 y PEF 2016.
El gasto programable en educación ejercido por la SEP se complementa con el que ejercen
en la función educación otras secretarias (SEDESOL, Secretaría de Marina, Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación); y, al gasto nacional total,
contribuyen también los gobiernos estatales y municipales ─aunque estos últimos con una
participación mínima dentro del total─; en conjunto, con la suma de todas las participaciones
en 2015 se llegó a un gasto nacional en educación del orden de 1 212 601 millones de
pesos; 58% de los cuales fue ejercido por la SEP, que todos los años se ubica en alrededor
del 60%, o un poco más, y una parte creciente se ha transferido a otras secretarías para
que ejerzan las funciones educativas que les han sido asignadas, 6% en 2015.
Los gobiernos estatales han contribuido con cifras de entre el 15 y el 17%, mientras que los
municipios no llegan al medio punto porcentual. El sector privado participa con alrededor
de 20% del gasto nacional en educación.
Durante los últimos años, el presupuesto ejercido en EMS ha representado entre 11 y 13%
del total de los recursos; es pertinente resaltar que a partir de 2012 las partidas
presupuestales de cultura, deporte y apoyo en servicios educativos concurrentes dejaron
de formar parte del presupuesto ejercido por la SEP.
202
Año Función Educación Educación Educación Posgrado Educación Cultura Deporte Apoyo en Otros
Educación Básica Media Superior para servicios servicios
Superior adultos educativos educativos
concurrente
s
2010 511 026.3 314 729.1 57 670.9 80 504.7 5 157.2 6 713.4 14 3 958.9 2 629.5 25,468.4
194.0
2011 554 216.6 336 839.5 63 679.9 89 405.4 5 356.1 7 238.6 15 5 453.4 3 105.5 27,633.6
504.7
2012 573 931.0 352 975.0 73 318.7 97 846.1 4 654.7 8 038.4 37,098.1
2013 598 563.2 366 850.4 73 492.7 100 847.1 4 868.8 8 265.7 44,238.5
2014 649 691.2 396 974.7 85 070.3 111 553.9 6 835.7 5 368.3 43,888.3
2015 648 139.4 409 139.8 77 381.0 120 770.6 5 651.8 5 284.4 29,911.8
2016 656 697.5 412 056.8 87 749.0 116 131.2 7 361.1 5 468.7 27,930.7
2017 646 741.6 412 245.4 88 176.4 112 028.6 7 269.3 4 668.3 22,353.6
Fuente: 2010-2014 SHCP, Cuenta de la Hacienda Pública Federal, Estado Analítico en Clasificación Funcional del
Gobierno Federal, 2015-2016 SHCP, Presupuesto de Egresos de la Federación, Clasificación Funcional del Gobierno
Federal y 2017 SHCP, proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, Clasificación Funcional del Gobierno
Federal.
30.2%
13.4%
3.5%
1.3% 0.7%
FUNCION Educación Básica Educación Educación Posgrado Educación para Otros servicios
EDUCACION Media superior Superior adultos educativos
-3.8%
-6.6%
Fuente: Elaboración propia con información de SHCP, Presupuestos de Egresos de la Federación, 2015 y 2016.
203
Hay que apuntar que dicho incremento en el presupuesto en EMS compensará en alguna
medida la reducción de 9% que tuvo entre 2014 y 2015, en caso de que el nivel inflacionario
continúe con una tendencia baja.
La gráfica 31 presenta los altibajos del presupuesto para la EMS, donde se observa que, en
términos constantes, dicho presupuesto disminuyó en los años 2013 y 2015; pero que con
el incremento nominal de 13.2% en 2016 es probable que recupere lo perdido en 2015. Sin
embargo, es conveniente resaltar que en el Proyecto de Presupuesto para 2017 se
contempla una asignación de recursos similar a la de 2016, lo cual tendrá un impacto
negativo en términos reales.
Gráfica 31. Evolución del presupuesto para Educación Media Superior 2010-2016 (millones
de pesos)
87,749 88,176
85,070
77,381
73,319 73,493
70,028
63,680 65,312 62,965 62,369
57,671 58,751
55,240
presupuestal integra por primera vez al Programa E008 orientado a la educación técnica;
con la fusión de dichos programas se busca volver más eficiente la prestación de servicios
en EMS, al integrar los programas de los diferentes subsistemas, con objeto de incrementar
el acceso y la permanencia de los jóvenes en ese nivel.
La SHCP señaló que con el Programa E007 se asegurará disminuyan las diferencias de
cobertura educativa entre regiones y grupos de población y fortalecerá las acciones para
prevenir conductas de riesgo que propicien la deserción en la EMS; lo cual apoyará el
cumplimiento del tercer objetivo del Programa Sectorial “Asegurar mayor cobertura,
inclusión y equidad educativa entre todos los grupos de la población para la construcción
de una sociedad más justa” y de las estrategias 3.1 “Fortalecer la planeación y mejorar la
organización del Sistema Educativo Nacional para aumentar con eficiencia la cobertura en
distintos contextos” y 3.2 “Impulsar nuevas acciones educativas para prevenir y disminuir la
interrupción escolar en la educación media superior y superior”.
Con una participación económica notoriamente menor (12.6%), el tercer rubro que
contribuye a los objetivos señalados por el sector para el ejercicio 2016 es el Programa
S072, Programa de desarrollo humano oportunidades, que proporciona los recursos para
el otorgamiento de becas Oportunidades.
Continúan dos programas también de reciente creación en 2014 que se enmarcan en los
objetivos estratégicos dos y tres del Programa Sectorial que indican a la letra: “Fortalecer
la calidad y pertinencia de la educación media superior, superior y formación para el trabajo,
a fin de que contribuyan al desarrollo de México” y “Asegurar mayor cobertura, inclusión y
equidad educativa entre todos los grupos de la población para la construcción de una
sociedad más justa”. Con ellos se apoya, según se afirma oficialmente, la permanencia y
calidad de los estudiantes para contrarrestar el bajo aprovechamiento, fortalecer la
eficiencia terminal y disminuir la interrupción escolar. Son los programas E005, Formación
y Certificación para el trabajo y K009, Proyectos de Infraestructura Social en Educación.
Para el año fiscal 2016 se programaron un total de 83 637.5 millones de pesos para el
ejercicio de las funciones de la SEMS; de esta cantidad, 35394.4 millones (42%) se orientó
al programa E007, Servicios de Educación Media Superior, al cual, como ya se dijo, se
integró la atención de Servicios de Educación Técnica, para impulsar la vinculación entre el
Sistema de Educación Media Superior y el aparato productivo.
El Programa S243 de Becas cuenta con una asignación de 4 915.3 millones de pesos para
el ejercicio 2016, 7.8% menos que lo presupuestado para el ejercicio 2015. Cabe subrayar
que este Programa sustituyó al U018, Programa de Becas, que operó hasta 2013, el cual,
en su primer año de operación, 2014, contó con recursos 30.9% mayores al del ejercicio
2013. Ello debido a la creación de las becas contra la interrupción escolar en EMS que
permitió incrementar más de 200 mil becas anuales en ese nivel escolar.
Por su parte el Programa S072, PROSPERA, Programa de Inclusión Social, cuenta con un
presupuesto de 10 497.8 millones de pesos para el ejercicio 2016, 3.1% más que en 2015.
Destaca que entre los ejercicios 2013 y 2014 el presupuesto de este programa se
incrementó 24.5%, como parte de la estrategia para incrementar la matrícula escolar y
fomentar la permanencia.
Para lograr ambientes escolares seguros y de sana convivencia que contribuyan a la mejora
de la calidad educativa y promover la permanencia de los estudiantes, en 2016 se
programaron recursos del orden de 97.9 millones de pesos para continuar operando el
programa Construye-T que desarrolla habilidades socioemocionales en los estudiantes
para mejorar el ambiente escolar en los planteles públicos de EMS, de acuerdo a las
previsiones, durante este año se atenderá a aproximadamente cuatro mil planteles.
Así, aun cuando no se cuenta con un programa específico que integre los recursos de la
lucha contra la interrupción escolar en EMS, se puede concluir que los recursos directos que
207
Por lo que respecta al Proyecto de Presupuesto para 2017, dichos recursos disminuyen
5.6% al llegar a 14 642.8 millones de pesos, las variaciones en el conjunto de los programas
de la SEMS se pueden observar en la gráfica 32.
Gráfica 32. Variación en los recursos asignados a los programas operados por la SEMS en el
PPEF 2017
Fuente: elaboración propia con base en información de SHCP, Presupuesto de Egresos de la Federación 2016
y Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2017.
Durante el ejercicio fiscal de 2014 se integraron los recursos destinados a las becas en EMS
para crear un sólo Programa Nacional de Becas, el cual contempla a la fecha cinco tipos
de estímulos con el fin de cursar y concluir este nivel: para acceder permanecer y concluir
la EMS; para la formación y para el trabajo; para personas con discapacidad; para hijos de
militares y las becas contra la interrupción escolar que tienen como objetivo detectar a
tiempo este proceso.
El nuevo esquema se expresó durante el primer año en el número de becas otorgadas para
la EMS que pasó de 390 923 promedio en los cuatro trimestres de 2013, primer año de
gobierno de la actual Administración, a 753 476 becas en 2014; para bajar a 578 116 en
208
2015. El gasto ejercido durante esos años pasó de 3 793 millones de pesos (Programa
U018) en 2013 a 5 603 millones (Programa S243) en 2014 y se redujo a 4,270 millones en
2015; para 2016 se programaron recursos por 4 801 millones de pesos y al segundo
trimestre se habían ejercido 2 241 mil millones.
Gráfica 33. Programa de Becas para la EMS, distribución de becas por entidad federativa
2013-1er semestre 2016 (promedios de los cuatro trimestres de cada año y los dos primeros
de 2016)
Fuente: elaboración propia con información de SEP, SEMS, Coordinación de Programa de Becas para la EMS,
Informes trimestrales de 2016.
Al contrario del resto de las becas, las que se dan contra el abandono, no exigen ser
estudiante regular, que esté cursando y aprobando todas las materias del plan de estudios.
Fuente: Elaboración propia con los patrones activos de los diferentes tipos de becas, 2014.
210
El monto de los apoyos de las becas Progresa es ligeramente mayor al otorgado por las
becas PROBEMS y Contra el abandono: para hombres 810, 870 y 925 pesos para el 1°, 2° y
3er año respectivamente; y para mujeres 930, 995 y 1055 pesos en los mismos grados.
Así, conjuntando las becas otorgadas por el PROBEMS, las de Contra el abandono y las de
Progresa se estarán otorgando durante el año escolar 2015-2016 cerca de 1.9 millones de
becas, esto es 37 de cada cien estudiantes en EMS estarían recibiendo algún apoyo
económico.
DGETA 194 122 582 206 135 278 138 289 145 294 146
757 931 324 029
DGETI 400 503 509 429 561 437 571 440 574 442 570
490 795 389 743
Otros 5 9 10 380 9 10 380 9 10 380
Estatal CECyTE 122 84 594 123 87 948 129 92 718 190 89 622
COBACH 111 109 105 104 107 108 181 121
571 444 855 837
CONALEP 70 74 206 67 69 716 69 74 589 111 74 882
Otros 40 9 963 41 10 181 38 9 718 41 10 174
Autóno Autónom 13 15 172 13 15 908 13 16 906 13 13 593
mo as
Privado Particula 2 171 4 4 118 10 5 734 9 4 002 6 2 604
res
Total 709 792 951 1 118 1 193 1 202 1 214 1 224 1 237 1 410 1 233
595 085 931 933
Fuente: Elaboración propia, con base en la información proporcionada por el PNUD, 2008-2013.13
Por su parte, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en su análisis del período 2007-
2010 señaló que Construye-T tuvo efectos reducidos y la expansión de la cobertura del
13La cobertura de alumnos se refiere exclusivamente a la matrícula de los planteles participantes, no al total de estudiantes que
participaron en las actividades del Programa.
212
programa fue limitada, logrando abarcar únicamente 16 % de los planteles públicos del país
(INSP, 2013).
Cuadro 11. Construye-T por subsistema, ciclo escolar 2014-2015 (planteles y alumnos)
En el ciclo escolar 2014-2015, el programa Construye-T alcanzó una cobertura de 2 mil 500
planteles (1 627 estatales y 13 autónomos), que suman una matrícula de 2 millones 063 mil
419 estudiantes y una plantilla docente de más de 99 mil profesores. Los planteles donde
se efectúa el programa registran una tasa promedio de interrupción escolar de 15.6%
(cuadro 11).
En el mismo cuadro 11 se aprecia que 34% de los planteles que atendió este programa,
pertenecen al orden federal con el 45% de los estudiantes; mientras que los sistemas
estatales cuentan con 66% de los establecimientos y con 55% de los estudiantes.
Es importante señalar que si bien en términos cuantitativos, del ciclo escolar 2008-2009 al
de 2014-2015, el número de escuelas atendidas por Construye-T se multiplicó 3.5 veces y
la población atendida en 2.6 veces, pues pasó de 709 en el inicio del programa a 792 mil
951 respectivamente; al revisar las formas de operar y los contenidos, se puede hablar que,
213
Durante el ciclo escolar 2014-2015 se distribuyó el Manual para ser mejor tutor y el Manual
para prevenir riesgos del abandono escolar y se capacitó a los directores de los planteles
sobre su utilización. Asimismo, durante el primer trimestre de 2015 se efectuaron cuatro
reuniones con directores de escuelas y ocho visitas a planteles en los estados de
Chihuahua, Yucatán, Sinaloa y Guanajuato, con el fin de identificar avances en el
Movimiento contra el abandono escolar y en la utilización de los manuales asociados a la
Caja de herramientas (Gobierno de la República, 2015).
Durante los primeros meses de 2015 se realizó la Segunda Jornada de Capacitación (SJC)
del Programa Construye-T, con la participación de 12 mil 491 docentes y directivos de los
planteles públicos que participan en dicho programa y capacitarlos en materia de
habilidades socioemocionales y mejora del ambiente escolar. Con ello se había capacitado
en esa fecha a 24 mil 500 docentes y directivos de planteles públicos de EMS, de todo el
país, lo que representaba 24% del total de directores y 11% del total de docentes de
escuelas públicas de ese nivel.
214
En la gráfica 34 se observa que a partir del ciclo escolar 2011-2012 y sobre todo del 2012-
2013 la tendencia al descenso de la tasa de abandono es más pronunciada.
Fuente: elaboración propia con información de CONAPO, Proyecciones de poblaciones 2015-2050 y SEP,
PRONOSEP.
Fuente: elaboración propia con información de la SEP, Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos,
Principales Cifras, varios años.
Esto significa que la aplicación de una política específica orientada a combatir integralmente
los aspectos generadores de interrupción escolar se ha expresado en la aceleración de la
dinámica de reducción de este problema de la EMS.
Por otra parte, la dinámica demográfica contribuirá a que las exigencias de recursos
adicionales para combatir la interrupción escolar sean cada vez más mesuradas. Pues
como ya subrayamos en el capítulo segundo, de acuerdo con las proyecciones del CONAPO,
a partir del año 2013 empezó a disminuir el número absoluto de jóvenes de entre 15 y 17
años, por lo que de mantenerse la dinámica de crecimiento de la matrícula en EMS (3.6%
medio anual entre los años 2000 y 2015), en el año 2022 podrá cumplirse la meta de una
216
cobertura universal en el nivel (gráfica 34). Sin embargo, sigue siendo decisiva la reducción
en la tasa de interrupción escolar similar a la presentada en este último trienio.
217
Por ello, el presente capítulo tiene dos partes; la primera, es la síntesis de los hallazgos en
las entrevistas realizadas y en el análisis del presupuesto, basadas en los nueve criterios
que solicitó el INEE:
Sin embargo, es necesario aclarar que fue necesario adaptarlos -combinarlos o tratarlos de
manera combinada en función del nivel de análisis ─diseño, implementación, resultados y
recomendaciones─ del conocimiento; es decir, de la información que se pudo obtener de
cada grupo de entrevistados. En ese sentido, con fines analíticos, se integraron cinco
aspectos:
La pertinencia con la equidad, compuesta por las respuestas que buscaban explicar
si los procesos y estrategias respondían al problema de origen planteado.
La coherencia con la congruencia, donde se incluyeron los aspectos de la
articulación de los procesos y su racionalidad.
218
En el Anexo IV se sintetizan las visiones de cada nivel de entrevistados sobre cada una de
las categorías mencionadas, según los criterios de evaluación.
En la segunda parte del capítulo, pasaremos del análisis de la política pública al análisis de
la acción pública; es decir, cómo se ha realizado la construcción colectiva de las opciones
y del problema de la interrupción escolar en sus dos dimensiones, la intencionalidad de las
acciones realizadas y las condiciones en que éstas se ejercen, con el fin de comprender
mejor la perspectiva de los actores y el marco institucional y organizacional en el cual se
expresan los componentes de dicha estrategia (Cabrero, 2013).
9.1.1Pertinencia y equidad
que se convierte en ocasiones en una guía sugerida. Esto provoca que se adapte a
las necesidades y posibilidades de cada escuela. Los elementos que se priorizan de
la Caja son los talleres, las guías, la focalización en el ambiente escolar y el
seguimiento a los jóvenes en riesgo. Un elemento a destacar, es que, si bien se
espera que los operadores estén más familiarizados con la Caja de herramientas,
estos relatan que les resulta difícil por falta de tiempo para profundizar en ella.
c) La regularización académica. Se realiza como una operación de rescate, más que
realmente como una nivelación de conocimientos, por lo que se habla de forma
velada de la flexibilización de criterios de evaluación o de múltiples modos de
acreditación extraordinaria con efectos contraproducentes respecto al aprendizaje,
pues sólo se va por la calificación. Esta introducción de mecanismos de acreditación
extraordinaria es el resultado de la solicitud de abatir los índices de reprobación.
d) Asignación de becas. El carácter burocrático de la asignación de becas y su falta de
operatividad en algunos contextos como comunidades alejadas, hace que el impacto
en los estudiantes que más las necesitan no siempre llegue, o suceda demasiado
tarde.
9.1.2Coherencia y congruencia
9.1.4Adaptabilidad
Como hemos podido apreciar, en términos generales, los diferentes actores aceptan que
los planteamientos de la estrategia Yo no abandono son adecuados; pero destacan una
serie de incongruencias y contradicciones en su implementación; hasta ahí podríamos
quedarnos y proponer una mejora en los procesos y formatos que actualmente se
desarrollan, con lo cual, si volviéramos a hacer este mismo ejercicio en dos años bajo esta
misma lógica, modificando algunos de los elementos arriba consignados, la hipótesis sería
que encontraríamos problemas similares a los que aquí conocimos. Por lo tanto, creemos
que el conflicto no está en los procedimientos de política pública de la estrategia integral Yo
no abandono, sino en la forma como la acción pública se desarrolla. Aclaremos esta
perspectiva.
En consecuencia, el enfoque de acción pública nos permite contravenir ideas del tipo: las
decisiones son totalmente racionales o, que en el Estado no se producen intereses
personales o clientelares, o que no existen no-decisiones. De esta forma, no estamos ante
un problema de política pública top-down, sino una serie de trabas de implementación y
negociación, donde hay múltiples actores con nuevas formas de intercambio y de
organización, conviviendo con las viejas relaciones. Es decir, estamos ante un problema de
acción colectiva.
procesos, producto de las tres anteriores variables y que se refieren a las movilizaciones y
evoluciones de los actores; y, 5) los resultados, como efectos producidos sobre las
organizaciones y los comportamientos y, obviamente, sobre el problema (ver esquema 1).
ACTORES
(Intereses, estrategias recursos)
REPRESENTACIONES
(Ideas, valores, símbolos)
INSTITUCIONES
(Normas, marcos de acción)
PROCESOS
(Movilización, coaliciones/conflictos)
RESULTADOS
(Efectos generados)
Fuente: Lascoumes y Le Galés (2014) Sociología de la Acción Pública, COLMEX, México: 20.
De los cinco niveles de actores que entrevistamos, nos quedaremos de inicio con las
representaciones que detectamos en cuatro de ellos, que de alguna manera interaccionan
entre sí para lograr resultados en el combate contra la interrupción escolar: los funcionarios,
los directores, los coordinadores y los operadores.
Como pudimos observar cada uno de esos actores tiene sus propios intereses en juego
sobre el asunto que aquí analizamos. Lo primero que resalta es la poca unidad que hay
entre funcionarios, lo cual no sería raro si las diferencias fueran, por ejemplo, entre
funcionarios federales y estatales; más bien lo que sorprende es que las distancias se
establecen entre los mismos funcionarios federales, donde se alcanza a percibir una
controversia sobre el patrimonialismo de sus ámbitos de acción y su éxito en el combate
contra la interrupción escolar; hay áreas que se desmarcan de lo que hace la otra, hasta en
las negativas de entrevista, el argumento reiterado fue: “Yo no tengo nada que ver con eso”.
226
En el caso de los directores de plantel, su perspectiva pareciera ser más homogénea; al ser
los actores principales de la estrategia, han asumido con cierta convicción, o resignación,
no queda claro, que lo que ahí se propone coadyuva a bajar las tasas de interrupción
escolar, quizá porque ellos sí asisten a las Reuniones nacionales, que son una especie de
capacitación y confrontación con lo que hacen. No obstante, también marcan las
limitaciones de operación que tiene una estrategia que no cuenta con presupuestos
adscritos. Lo que asoma en algunas de las declaraciones es que, finalmente, tienen que
articular las directrices con las decisiones concretas en su plantel y optan por el ejercicio
más cómodo: decidir verticalmente sobre qué se debe hacer y con qué, usando las
estructuras y estrategias que tienen en su mano: las oficinas de orientación, los colegios de
profesores o servicios escolares, entre otros, sin una modificación a la forma de operar; de
todas maneras saben que el único interés que tienen las autoridades es la reducción del
indicador de interrupción escolar, el cual es su deber reportar.
Los actores más críticos y con mejores elementos son los coordinadores del programa, por
un lado, asumen que muy pocos conocen adecuadamente el Yo no abandono; por otro,
que las tutorías son la mejor opción, aunque hay poca capacitación y poco apoyo en
recursos para ello; aclaran que las detecciones de los estudiantes en riesgo se hacen por
las estructuras que ya operaban de manera cotidiana en el plantel. Sin embargo, la realidad
es la alta fragmentación de formas de accionar, lo cual puede ser una cualidad, desde el
punto de vista de la apropiación de la estrategia, pero parece más a una falta de articulación.
entrevistas, dicen que “más o menos” conocen el Movimiento Yo no abandono, que “algo
han leído”, que “es muy importante”; pero también “que es muy parecido a lo que se venía
haciendo”.
Intentando ser buenos traductores, esto quiere decir que hacen lo mismo de siempre o
hacen lo que creen conveniente, modificando lo que sienten debe cambiar. Esto, aunado a
la falta de estructura física ─no hay dónde hacer las tutorías─, la falta de tiempo ─no hay
horarios programados para ello─ y los pocos o nulos estímulos ─descarga de horas, por
ejemplo─ hace que muchas de las directrices se conviertan en buenos deseos. La
contraparte de esta realidad, es que, en el diseño realizado en la SEMS, considera que eso
es parte de su trabajo, por lo tanto, deben de realizarlo, independientemente de si hay
apoyos o no. Esto no es un tema menor, porque, finalmente, los docentes son los
representantes concretos de la autoridad, desde la perspectiva de los estudiantes y, su
cercanía o lejanía, formará parte de la concepción que sobre la autoridad tengan esos
jóvenes.
Como se puede apreciar este juego de acciones y representaciones tiene dos constantes,
decir que sí se hace, pero sin conexión entre actores y sin modificaciones a lo que se venía
haciendo. Estamos, como diría Granovetter (1973), ante redes débiles, unidas por la
coyuntura, pero separadas por la necesidad. Entonces, una primera recomendación tendría
que ver con el diseño e implementación de una estructura que contemplara el
involucramiento de todos los actores implicados –incluyendo a los estudiantes que están
en la escuela de manera regular, a los que están en riesgo y a los que interrumpieron sus
estudios─ en la toma de decisiones, pues cada uno tiene una responsabilidad que realizar,
en ese sentido los funcionarios federales tienen razón; pero también las propias
experiencias deben contar en la concreción de las acciones y para eso hay que armar las
condiciones de posibilidad de esas prácticas. La apuesta no está en procesos individuales
sino en la construcción de comunidades escolares que enlacen a sus miembros entre sí,
por ejemplo, a través de proyectos solidarios.
sucede, sino también que puedan formar parte de la toma de decisiones sobre procesos en
los que son protagonistas. Son los convidados de piedra: todo lo que se hace es por ellos,
pero sin ellos. El capítulo que analiza las entrevistas a estudiantes es la prueba más certera
de la necesidad, y en algunos casos obligación, que tienen los demás actores de saber
oírlos, para que el contexto muestre las potencialidades o limitaciones que tiene cualquier
proyecto.
El eje central que dirige la estrategia del Movimiento es uno: bajar las tasas de abandono
y, sobre este objetivo, giran las diversas acciones que se han establecido; el contexto más
amplio es que se busca ampliar la cobertura de la EMS como correlato del establecimiento
de la obligatoriedad que se instituyó en 2012. Por lo tanto, parece que estamos ante un
problema de cobertura, tal como sucedió en el Plan de Once Años en torno a la primaria y
a la obligatoriedad de la secundaria en la reforma de 1993; bajo el criterio de que lo
importante es llegar a la meta y matricular a todos los estudiantes de las edades modales
en las escuelas, para luego, una vez dentro, definir qué se hará con ellos.
En la otra orilla, los que se van definitivamente, ¿cómo fue el proceso?, ¿qué lo detonó?
Sabemos que a largo plazo muchos se arrepienten de haber abandonado la escuela, sobre
todo, cuando se enfrentan a las restricciones del mercado de trabajo (Pérez Islas, 2013),
229
Este asunto está vinculado con otra cara del prisma y es la resolución por vías “no
explícitas”, por ponerlo en un lenguaje neutro, de bajar la reprobación; por lo que el camino
más fácil es subirles las calificaciones para que todos pasen; una cuestión que nadie quiere
aceptar en lo público, pero que es vox populi en lo privado y que aparece en algunas
entrevistas , veladamente, claro; o la poco comprensible variación que tienen las cifras a
nivel estatal respecto a las tasas de abandono (gráfica 9): una entidad como el Estado de
México, en un ciclo escolar, puede tener una tasa de 26.4% (2000-01), en otro 22.7% (2006-
07) y en el siguiente, de 52.6% (2013-14). ¿Qué hicieron? O más bien, ¿qué dejaron de
hacer?
14 Concepto de la Zona del Bajío, que implica no sólo elementos de racionalidad, sino de sensaciones en torno
a un asunto.
230
pero, sobre todo, una retroalimentación en tiempo y forma pertinente para actuar eficiente,
oportuna y eficazmente. Esa sería tal vez la segunda recomendación, que habría que
establecer con procesos y procedimientos muy bien definidos.
Si algo se debe precisar, es el objetivo y sentido de la EMS; así como en su origen era ser
un nivel preuniversitario y toda su estructura y contenidos se dirigían a eso; o, a partir de la
creación del sistema tecnológico como un nivel postsecundaria en la década de 1930 del
siglo pasado, donde se le otorgó un sentido vocacional y dirigido al mercado de trabajo. El
resto de la historia ha sido una serie de parches y ajustes menores con lo cual en la EMS
cabe todo.
Si bien no se puede negar la necesidad de una estructura regional o local de las funciones
educativas, vinculadas a los propios contextos, sí habría que establecer un piso común que
ayudara a realizar un planteamiento capaz de tocar a las nuevas generaciones de jóvenes
cada vez con mayores accesos a información y, por lo tanto, con mayores expectativas,
pero a la vez con una integración muy desigual y con mayor incertidumbre. Por tanto, para
algunos de los estudiantes de EMS el bachillerato y sus similares serán su última institución
de contención, apoyo y solidaridad. Este es un marco institucional fundamental que quizá
debiera ser el eje de cualquier directriz que se quiera proponer. Hay que crearlo, enunciarlo
y operarlo.
231
Partir del dinamismo de la acción pública implica impulsar e ir evaluando al mismo tiempo
los procesos que se detonan o los que se deberían desarrollar. De tal manera que los
resultados vayan involucrando a todos los actores. Analicemos los ocho procesos que
desde nuestro punto de vista debieron madurar y que necesitan un cierre para avanzar en
el objetivo propuesto.
infraestructura, a esto último nos referimos antes. Y, lo que parecería obvio, que las
becas lleguen de manera oportuna a los estudiantes y que los recursos que se asignan
a los planteles no dependan de los resultados de reducir los porcentajes de abandono.
Proceso de superposición administrativa entre federación, estados y planteles en torno
a políticas, estrategias, programas y acciones. Una de las quejas más reiteradas de los
operadores son los múltiples informes que tienen que elaborar sobre una misma
actividad, por lo que se debe plantear un sistema de información que integre las
necesidades de los diferentes niveles y sobre todo sirva de retroalimentación a los
planteles y a sus operadores.
Al igual que muchos de los entrevistados creemos que no basta tener como único indicador
la reducción de la tasa de interrupción escolar, porque muchos elementos influyen en tasas
como ésta. Veamos algunos retos que implicarían otro tipo de efecto y evaluación.
Los primeros son de tipo cuantitativo, donde destacan las condicionantes de la demanda
de acceso a la EMS, que representan uno de estos retos por enfrentar en el futuro inmediato.
Por ejemplo, entre los años 2000 y 2009, el grupo de población de 11 a 14 años superaba
por mucho al de 15 a 17, lo que generaría una presión adicional por espacios educativos
en la EMS. Esta situación comenzó a revertirse a partir de 2010 como se puede apreciar en
la gráfica 35.
6,800,000
6,600,000
6,400,000
6,200,000
6,000,000
5,800,000
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
11 a 14 años 15 a 19 años
FUENTE: Elaborado con información de: Consejo Nacional de Población; Dinámica demográfica 1990-2010 y proyecciones de población 2010-2030;
http://www.gob.mx/conapo/documentos/dinamica-demografica-1990-2010-y-proyecciones-de-poblacion-2010-2030
234
Fuente: elaborado con información del CONAPO; Dinámica demográfica 1990-2010 y proyecciones de población
2010 2030; 1990-2010 y proyecciones de población 2010-2030.
2,500,000.00
2,000,000.00
1,500,000.00
1,000,000.00
500,000.00
-
2009-2010 2010-2011 2011-2012 2012-2013 2013-2014 2014-2015
Primero Segundo Tercero
FUENTE: El a borado con cifras de: Secretaría de Educación Pública;Sistema Educativo de los Es tados Unidos
Mexi ca nos, Pri ncipales Ci fras, vol úmenes de 2009-2010 a 2014-2015
Fuente: elaborado con cifras de SEP; Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, Principales Cifras,
volúmenes de 2009-2010 a 2014-2015.
Entre el ciclo escolar 2012-2013, que coincide con el inicio de la actual administración, y el
2014-2015, se logró un incremento de la matrícula de la EMS de 5.6 puntos porcentuales
para llegar a 71.5%, por lo que si se mantiene un incremento anual de 2.5% durante los
años restantes hasta el ciclo 2018-2019, se alcanzaría el objetivo propuesto por la
administración federal, lo cual es factible, ya que dicho crecimiento es ligeramente menor
al histórico alcanzado (gráfica 36). De igual manera, el número de escuelas se incrementó
7.8% entre los ciclos 2012-2013 y 2014-2015 para llegar a 17 mil 245. Por lo tanto, para
atender al incremento de estudiantes en 2018, manteniendo igual la relación
estudiantes/escuela, sería necesario incrementar el número de escuelas a razón de mil 820
en los cuatro ciclos escolares que faltan para llegar en 2018-2019 (2.5% anual).
En otras palabras, se necesitará una planeación muy flexible y dinámica, pues en un periodo
muy corto la demanda seguirá incrementándose para luego iniciar un proceso de descenso
paulatino por lo que la infraestructura debe estar preparada para generar planteles
suficientes que respondan a este periodo, pero que no se conviertan pronto en elefantes
blancos.
235
Un tercer reto adicional tiene que ver con el reconocimiento de este nivel educativo en el
mercado de trabajo, pues a pesar de que sigue marcando diferencias cursar la EMS con
respecto a los niveles inferiores, este impacto no se refleja ya en el incremento real de los
ingresos, lo cual se estima que se acentuará como efecto de la obligatoriedad de este nivel
(cuadro 13).
Otros tres desafíos de acción pública existen desde la perspectiva cualitativa que, si se
enfrentan, influirán directamente en disminuir la interrupción escolar: el primero, se refiere
a buscar procesos que mejoren la calidad de la educación en este nivel, que es un tema
que prácticamente no aparece más que de forma esporádica y tangencial entre los
entrevistados. Ello implica reconstruir, redefinir e introducir nuevos contenidos y pedagogías
que le den sentido a los jóvenes que cursan la EMS, los cuales debieran incluir aspectos
centrales que suceden en las edades de los estudiantes de bachillerato: qué tipo de carrera
seguir; qué clase de trabajo buscar, cuándo y dónde hacerlo; cuándo formar pareja; cómo
protegerse al tener relaciones sexuales; cómo relacionarse con los adultos y cómo con los
pares; de qué forma resolver los conflictos ideológicos que se viven cotidianamente; cómo
equilibrar diversión y responsabilidad, etcétera. Todo esto no forma parte de los curricula
escolares y, si lo hacen, se consideran asuntos periféricos; además, como ya se afirmó,
resulta central trabajar con los docentes, pues pocos aprenden a leer a los jóvenes y, por
lo tanto, menos comprenden qué les sucede.
236
Cuadro 13. Ingreso trimestral medio por persona e incrementos por nivel escolar
2010 2014
Ninguno 6.507 5.162
Preescolar 7.554 5.653 16% 10%
Primaria 9.664 8.564 28% 51%
Secundaria 11.734 11.160 21% 30%
Preparatoria o 14.968 14.509 28% 30%
bachillerato
Carrera técnica o 19.044 20.889 27% 44%
comercial
Normal 30.683 30.302 61% 45%
Profesional 33.261 35.553 8% 17%
Maestría 59.995 79.619 80% 124%
Doctorado 70.090 84.350 17% 6%
Fuente: Elaboración propia con base en la INEGI. Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares 2000 y
2014. Se realizó considerando a la población de 14 y más años y tomando el último nivel escolar reportado,
independientemente del último año o semestre cursado.
El segundo desafío se refiere a una ausencia que ha sido tradicional en nuestro sistema
educativo, el conocimiento de la diversidad juvenil que se tiene en las aulas y en los
planteles. Hay muy pocas reformas educativas que se hayan sustentado en investigación
sobre los sujetos jóvenes en quienes se va a intervenir; poco sabemos de las interacciones
en el salón de clases;15 de las relaciones entre docente y estudiante; de la mejor pedagogía
para comunicarse con los jóvenes, y eso es un factor que hace fracasar a múltiples
iniciativas; particularmente, no sabemos prácticamente nada de los que realmente han
abandonado definitivamente la escuela.
El tercero se refiere a la decisión sobre los directores de los planteles para convertirlos en
el eje principal de la estrategia de implementación, mediante un mecanismo con una
estructura piramidal donde tienen una función parecida a la gestión empresarial y sujetos a
evaluación meramente numérica que invisibiliza los procedimientos por los cuales se llegan
a la meta preestablecida y estandarizada que sólo sienta las bases para un mayor deterioro
y/o distancia de las relaciones entre autoridades, docentes y estudiantes en las escuelas
15 Es justo reconocer que la SEMS empieza a fomentar este tipo de estudios sobre lo que ocurre en el salón de
clases. Consultar (Razo y Cabrero, 2015).
237
“más problemáticas” (Ryan, 2001). Además, esta autonomización de las decisiones en los
planteles sin redes institucionales de apoyo, pueden producir una “balcanización” de las
instituciones (Kell, 2001), como centros inconexos e independientes en lugar de crear redes
que acompañen procesos similares.
Finalmente, creemos necesario que las acciones que se implementen ─tanto en el nivel de
las escuelas como en los de definición de las políticas─ no deberían presentarse de manera
aislada o fragmentada, sino como parte de un plan integral que atienda tanto a la
multifactorialidad de la interrupción escolar como a todas las problemáticas educativas y
juveniles presentes en las escuelas.
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http://www.redalyc.org/ articulo.oa?id=55114094017
246
Objetivo general
Objetivos específicos
En tercer término, el SIJ realizó una propuesta de matriz de evaluación que fue corregida
por el equipo del INEE. Luego, esa matriz general fue ajustada con fines operativos por el
SIJ. La finalmente utilizada se presenta en el cuadro B.
250
Diseño e ¿De qué manera se distribuye el presupuesto para la implementación de Presupuesto Congruencia
implementación la política y cómo es ejercido? ¿El gasto guarda relación con los
objetivos de los programas?
Equidad
Diseño e ¿Quiénes son los actores clave que participan en el desarrollo de los Mapeo de actores, Coordinación
implementación programas, acciones y estrategias? ¿Existen adaptaciones en la procesos y acciones
implementación de la política para cada subsistema? ¿Existen otras locales
estrategias para abatir el abandono escolar implementadas a nivel
local? ¿Cómo se incluyen las organizaciones de la sociedad civil y el Articulación
sector privado en los diferentes componentes de la política?
Adaptabilidad
251
Implementación y ¿Se evalúa la implementación de la estrategia? Si es así, ¿Cómo se Evaluación de la política Suficiencia
resulatdos evalúa? ¿Qué resultados se obtuvieron? ¿Ha habido modificaciones
producto de dichas evaluaciones?
Eficacia
252
Se realizó una revisión bibliográfica, estadística y de documentación institucional sobre dos temas
principales: el abandono escolar y políticas públicas encaminadas para su atención. Esto se
materializó en dos productos que se presentan en esta evaluación: una discusión teórica sobre
las diferentes propuestas conceptuales para dar cuenta del fenómeno del abandono escolar, así
como de los diagnósticos sobre su existencia. Por otro lado, una comparación de las principales
políticas, programas y acciones implementadas para su abatimiento por el gobierno mexicano en
la última década. Ambos productos sirvieron como referencia para el análisis de los hallazgos de
campo y su posterior evaluación.
92 Funcionario Director General del Colegio Colegio de Bachilleres del Estado de 01:42:51
de Bachilleres del Estado de Veracruz
Veracruz
105 Funcionario Asesora Académica de la Dirección General de EMS, SEP del 01:46:48
Dirección General de EMS Estado de México
106 Funcionario Directora General del Dirección General del Colegio de 02:12:44
Colegio de Bachilleres Bachilleres, Distrito Federal
262
114 Funcionario Directora del programa de Coordinación de becas, SEMS SEP 01:16:01
becas de EMS
Pudieron ser realizadas la mayoría de las entrevistas que se habían planificado en la fase
1.