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¿Quieres identificar los principales elementos que

rodean un hecho violento?, ¿te gustaría saber si el


crimen perfecto existe?

Si estas preguntas te hacen sentido, entonces este


e-book es para ti Y NADA MÁS QUE PARA TI.

Hablaremos de cómo comprender, investigar y enfrentar


a la criminalidad en la modernidad, partiendo de que la
criminalidad se ha convertido en un aspecto relevante
dentro de la sociedad y, conforme vamos evolucionando
también se ha ido modificando las formas de cometer
conductas delictivas por parte de algunos sujetos.

Conocerás cómo establecer relaciones entre los indicios


y la mente del sujeto criminal, a partir de las principales
teorías criminológicas, lo que permitirá aplicar la teoría
contemporánea de la Criminología y la Criminalística
dentro de la función forense en el sistema de justicia
penal acusatorio.

¿Te suena? Pues ahí vamos…


1. Criminalística: La escena del crimen

Imagina la siguiente escena:

“Aquella madrugada, abajo se escuchó un ruido similar al


de vidrios rompiéndose en el tercer piso del
establecimiento, lugar donde se encuentran la cocina y la
oficina del gerente... Al subir a revisar, los compañeros
hallaron una puerta de vidrio rota y a la víctima en el suelo
desangrándose, por lo que llamaron a los servicios de
emergencia…”

Encontrar una escena donde hay sangre, víctimas


heridas o sin vida puede ser escalofriante… Y si nadie
pudo observar lo que pasó ¿cómo podríamos descubrir
los hechos que sucedieron? ¿Cómo debe actuar la
justicia en estos casos?

Ahora bien, hay una pregunta fundamental que servirá de


guía: ¿Existe el crimen perfecto?

Para responder, comenzaremos a comentar que, en la


comisión de un delito, siempre tendremos testigos,
visibles o no, que nos ayudarán a descubrir la verdad de
los hechos…
La criminalística como ciencia forense

Nuestra primera pregunta será ¿cuándo podemos hablar


de una ciencia forense? Es importante saber que toda
ciencia, arte, disciplina u oficio se convertirá en “forense”
cuando sean necesarios sus aportes teóricos para la
administración de, para iniciar… justicia, por ejemplo,
podemos encontrar plomería, cerrajería, arquitectura
forense, etc. Nos enfocaremos a la criminalística como
ciencia forense.

Encontrar una definición única de Criminalística no es


tarea fácil; a través del tiempo se han dado diversas
definiciones que contribuyen a formar la esencia y los
objetivos de estudio de esta ciencia, a continuación,
revisaremos algunas de ellas:

En este sentido, la criminalística o ciencia del “pequeño


detalle” será aquella que nos permita estudiar los indicios
que encontramos en un lugar donde presuntamente se ha
cometido un delito, mismos que podrán ayudarnos a
encontrar a la (s) personas responsables de tal hecho.

En Criminalística se tienen siete preguntas


fundamentales que delinean el trabajo científico de esta
ciencia:
Objetivos y principios de la criminalística.

La criminalística tiene como objetivo principal aportar


información técnico-científica de la existencia de un
hecho en particular, que probablemente constituya un
delito.

En la hipótesis que presentamos al principio, la


criminalística nos permitirá determinar si la situación
planteada es parte de un accidente o de un delito.

Los principios básicos de esta ciencia son los siguientes:

Principio de uso: Para cometer un hecho delictivo,


los sujetos pueden utilizar gran variedad de agentes,
como armas de fuego, cuchillos, venenos, etc.
Principio de Intercambio o de Locard: Se refiere a
que en todo hecho se realiza un intercambio de indicios
entre los participantes, así como éstos con el lugar de los
hechos y viceversa.

Principio de correspondencia de características:


Indica que después de realizar un cotejo minucioso entre
los indicios, se hallará o no correspondencia o igualdad
en sus detalles significativos, ante todo, de orden
cualitativo.

Principio de reconstrucción de los hechos: Nos


permite inferir, después de analizar e interpretar desde el
punto de vista criminalístico los indicios, cómo se
desarrollaron los hechos.

Principio de Probabilidad: Es la posibilidad


matemática- estadística, por lo tanto, cuantitativa, de que
dos indicios correspondan en todas sus características, o
bien de que dos eventos se repitan en idénticas
circunstancias, siendo un proceso deductivo.

Cuando se produce el hecho, podemos encontrar el


lugar donde fue perpetrado, este espacio lo
denominaremos “escena del crimen”.
La escena del crimen.

Es el espacio donde ocurre el hecho y donde


encontraremos el material que nos servirá para la
investigación criminal, también se le conoce como lugar
de los hechos o lugar de intervención. Se clasifica en:

El lugar abierto es aquel que no contiene límites


específicos, por ejemplo, la vía pública, un parque, un
lote baldío, a contrario del lugar cerrado que se
circunscribe por límites precisos, como el interior de un
domicilio, oficina, etc.

El estudio del lugar de los hechos es fuente básica de


información y fundamento legal para la recolección de
todo tipo de pruebas.

La protección del sitio del suceso es esencial para evitar


la contaminación, pérdida o inadecuada manipulación de
elementos materiales de prueba allí encontrados,
factores que incidirán directamente en el desarrollo de la
investigación.

El tipo de espacio del que se trate, determinará la forma


en que se realizará la investigación criminal.

La investigación criminal.

La primera acción que se debe efectuar para el correcto


estudio criminalístico de un lugar de hechos es su
preservación; esto se puede resumir en lo siguiente: no
mover, no tocar y no contaminar.

La investigación criminal recae en cuatro pasos


fundamentales que parten del lugar de los hechos:

1. Preservación: En un lugar de los hechos siempre se


dará un intercambio de indicios entre todos los
involucrados (víctima, victimario, el lugar mismo y los
testigos), de esto deriva la importancia de la adecuada
preservación que permitirá, a través del estudio de los
indicios, la reconstrucción de lo acontecido.

2. Primera evaluación del lugar de los hechos:


rastreo, ubicación y fijación de indicios: Teniendo como
base el principio de “intercambio de indicios” se realizará
una observación y evaluación criminalística general del
lugar de los hechos y de los indicios más evidentes y
relevantes, posteriormente se deberá realizar una
búsqueda y fijación minuciosa de todos aquellos
elementos que permitan responder objetivamente a las
interrogantes criminalísticas planteadas.
3. Levantamiento, embalaje, cadena de custodia y
transporte de indicios: Cada uno de los indicios
localizados y fijados se levantarán, protegerán y remitirán
separadamente a las distintas secciones del laboratorio
con la finalidad de realizar los estudios y análisis
correspondientes, teniendo cuidado en no alterar y
contaminar los indicios.

4. Estudios en el laboratorio: Cada indicio se someterá


a una o varias técnicas de estudio que permitan conocer
con precisión su naturaleza y una serie de datos
cuantitativos y cualitativos del mismo; mediante el
análisis, correlación y confronta de esta serie de datos,
estaremos en posibilidad de responder objetivamente y
con un sustento científico a las diversas interrogantes
criminalísticas planteadas.
2. Teoría general del indicio.

Observa la siguiente imagen:

¿Qué imaginas que sucedió en este hecho? ¿cómo


podríamos descubrir la verdad? … Por supuesto, a través
de la investigación criminal podemos encontrar el cómo
sucedió este hecho y si el resultado que observamos es
de etiología accidental u homicida. En este caso, los
indicios serán los que nos ayudarán para encontrar la
verdad.
El indicio

El objetivo de la investigación criminalística es, que el


material encontrado en la escena del crimen sea
sometido a diversos estudios y análisis científicos, a
través de los aparatos e instrumentos que permitan
encontrar su relación con el hecho, así como al autor o
autores del acto.

Así, el indicio será todo aquel material sensible


significativo que se encuentra en una escena
presuntamente criminal; el cual deberá ser estudiado y
analizado para conocer la verdad de los hechos.

Ahora bien, es importante hacer una aclaración ¿será lo


mismo el indicio y la evidencia? Generalmente se les ha
utilizado como sinónimos, no obstante, se ha tratado de
establecer la diferencia al señalar que el indicio sólo es un
elemento de sospecha o presunción, siendo que la
evidencia es aquel elemento que ya ha sido previamente
estudiado y que se ha demostrado científicamente que sí
guarda una relación con el hecho presuntamente
delictivo.

Clasificación de indicios.

La diversidad existente de indicios en un lugar de


investigación por la comisión de un hecho presuntamente
delictivo ha llevado a crear una clasificación de los
mismos atendiendo a particularidades que los distinguen
entre sí. Observa el siguiente esquema:
Generalmente en los hechos violentos podemos
encontrar un sinfín de indicios; la primera clasificación en
orgánicos e inorgánicos atiende al origen del indicio,
entendiendo por los primeros todas aquellas
segregaciones, impresiones o sustancias que provienen
de cualquier ser vivo.

Por ejemplo, uno de los indicios más comunes en un


hecho violento es la sangre, la cuál puede ser de origen
humano o animal, lo que tendrá que determinarse en un
laboratorio a través de pruebas serológicas.

En otros casos, generalmente en los accidentes de


tránsito, podemos encontrar indicios orgánicos como
masa encefálica; o en aquellos delitos de índole sexual,
los indicios serán fluidos vaginales o semen, entre otros.
En los casos donde se encuentra un cuerpo sin vida, este
deberá ser el principal indicio, es decir, el propio cadáver
será el objeto de estudio para la investigación criminal.
Los indicios inorgánicos son todos aquellos que no
provienen de un ser vivo, por ejemplo, polvo, manchas,
cenizas, armas, etc.

En razón de sus particularidades, recordemos que la


criminalística es la ciencia del pequeño detalle, en este
sentido, podemos encontrar indicios visibles por su
dimensión (por ejemplo, un arma de fuego) o no visibles
(una huella digital).

Así mismo, en el caso de algunos indicios estos pueden


localizarse en el escenario de investigación (in situ), aquí
se encuentran los determinantes o indeterminates; los
indicios clasificados con estudios posteriores serán los
que posteriormente de ser recolectados se analizarán en
un laboratorio, lo que permitirá establecer o no su relación
con los hechos.
Especialidades periciales.

Existen muchas ramas de la ciencia forense debido a que


las ciencias en general tienen alguna aplicación en los
asuntos públicos y criminales, de igual forma, atendiendo
a la diversidad de los indicios, se tienen varias
especialidades periciales que coadyuvan en la
investigación criminal, por ejemplo:

La Química Forense coadyuva en la procuración y


administración de justicia al analizar todas las
substancias del cuerpo humano o en decomisos de
substancias ilícitas, así como de manchas encontradas
en la escena de un crimen. En esta área encontramos,
por ejemplo, estudios de:
Sangre
Semen
Tóxicos

La Medicina Forense es un gran aliado de la justicia en


aquellos casos donde se originan muertes violentas o
accidentales; nos permite, identificar causas de los
decesos, así como lesiones o tiempo de muerte de un
occiso. En esta área, también se encuentran estudios de
tanatología forense, traumatología forense, medicina
legal toxicológica y maternoinfantil, así como la medicina
legal criminalística.
La patología forense se realiza a través de un examinador
médico cuyo trabajo consiste en encontrar las causas y el
modo de muerte, cuando ésta ha ocurrido en
circunstancias sospechosas o desconocidas,
probablemente bajo la comisión de un delito.

La actividad patológica se puede complementar con el


trabajo de toxicólogos, antropólogos, entomólogos y
radiólogos.

La Balística como auxiliar de la procuración y


administración de justicia atiende aquellos casos en los
cuales se utiliza un arma de fuego para la comisión de un
hecho presuntamente delictivo, esta ciencia nos permitirá
conocer la naturaleza, los mecanismos de disparo, o la
identidad de sujetos, así como su participación en los
hechos.

El profesor Juan Vucetich define a la Dactiloscopia de la


siguiente manera: es la ciencia que se propone la
identificación de la persona físicamente considerada, por
medio de la impresión o reproducción física de los dibujos
formados por las crestas papilares de las yemas de los
dedos de las manos.

La antropología forense se ocupa de identificar a las


personas cuando no se tiene alguna posibilidad de
individualizarlas a través de características de tejidos
blandos, por ejemplo, por huellas dactilares
(Dactiloscopía) o alguna fotografía; generalmente la
antropología forense analiza restos esqueléticos y
determina si son humanos, también puede establecer la
edad, el sexo y la estatura del cuerpo que se estudia.

La odontología forense permite la identificación de


restos humanos, ya que los dientes es el material más
duro y resistente que produce el cuerpo humano y
generalmente en los cuerpos suelen encontrarse las
dentaduras.

Un ejemplo acerca del trabajo del odontólogo forense lo


podemos encontrar en el caso de Ted Bundy quién fue
identificado como el homicida de una mujer a través de
una mordida que se encontró en la víctima y que, se
corroboro, correspondía a dicho criminal.

La aplicación forense de las ciencias de la conducta como


la psiquiatría, la psicología y las disciplinas relacionadas
con éstas, que estudian el comportamiento humano, se
incluyen en las investigaciones ante los tribunales;
psiquiatras y psicólogos forenses han participado durante
largo tiempo en las ciencias forenses a fin de determinar
si una persona es competente para enfrentar un juicio y
ayudar en su defensa.

La ingeniería forense se aboca en la investigación y


prueba de materiales, productos o estructuras que no
funcionaron del modo para el cual se diseñaron y
construyeron, por lo que en esencia fallaron.

La toxicología incluye el análisis clínico de fluidos


corporales y tejidos a fin de determinar la presencia de
alguna droga o veneno. Dentro de la toxicología forense
encontramos los estudios relacionados con los
estupefacientes y drogas en general.

También, dentro de la criminalística, se encuentra otra


rama denominada “hechos de tránsito” la cual atiende a
todos aquellos sucesos en los cuales se ven involucrados
vehículos terrestres, aéreos o ferrocarrileros. En esta
parte, la criminalística, junto con otras disciplinas, como la
medicina, química y física forenses tendrá el objetivo de
investigar cómo se dieron los hechos en estas
situaciones.

En los casos donde se tiene dudas sobre algunos


documentos podemos encontrar la Documentoscopía
forense; esta disciplina nos puede ayudar cuando existe
duda sobre la autenticidad de un documento, sea público
o privado, así como en el caso del análisis de la escritura,
a través de la técnica de la grafoscopía forense.
La criminología atiende a las causas que originan la
comisión de un hecho delictuoso; es decir, esta ciencia
busca el porqué de la conducta criminal. Recuerda la
importancia de distinguirla de la criminalística:

Es decir, la ciencia criminalística buscará el mecanismo a


través del cual se cometió el hecho a través de la
recolección de los indicios en un lugar de los hechos,
mientras que la criminología atiende a las causas que dan
origen a las conductas criminales, por ejemplo, alguna
vez te has cuestionado el ¿por qué un sujeto puede
cometer hechos de exhibicionismo? ¿Cuáles son las
causas que motivan a un sujeto a cometer un feminicidio?
La respuesta a estas interrogantes las puede presentar el
criminólogo.

Importancia de la recolección de indicios

El manejo inadecuado de los indicios conduce a su


contaminación, deterioro o destrucción, siendo está la
causa más frecuente que impide su ulterior examen de
laboratorio, lo que en cualquier momento puede viciar la
investigación que se realice del hecho presuntamente
delictivo. La técnica de levantamiento y embalaje
depende de la naturaleza cantidad y condiciones en que
se cuenta los indicios.

El maestro Rafael Moreno González, en su Compendio


de Criminalística (2013) señala las siguientes
observaciones:

Los indicios deben ser levantados en su totalidad,


siendo preferible pecar por exceso que por defecto.
Manipularlos solo lo estrictamente necesario.
Evitar contaminarlos con los instrumentos que se
utilizan para su levantamiento.
Levantarlos por separado, evitando mezclarlos.
Marcar los posibles en lugares que no ameriten
estudio ulterior.
Embalarlos separadamente, especificando siempre
el sitio de donde fueron levantados, así como el nombre
del investigador que además lo embalo.

Cadena de custodia

La cadena de custodia se refiere a un conjunto de


eslabones trabados, figura con la cual se quiere significar
que en el procedimiento existen unos pasos
estrechamente relacionados, ligados entre sí, en el que
intervienen personas y cosas. Las primeras para cuidar
de aquellas y éstas para significar su relación con el lugar
de los hechos (Botero, 2006).

Es sumamente importante que en la investigación de los


hechos se lleve a cabo la metodología de la investigación
criminalística; es decir, la protección del lugar de los
hechos, la fijación del mismo, la colecta de indicios, el
embalaje, la cadena de custodia y el suministro de los
indicios del laboratorio de criminalística. El carácter
probatorio de estos elementos recae en su correcta
manipulación.
3. Criminología: Reconociendo la mente
del criminal.

Introducción.

¿Cuál consideras que pueden ser factores que detonen la


motivación de un sujeto para cometer un delito? Por
ejemplo, podemos recordar la historia de “El ponchis, el
niño sicario”, una noticia que conmociono al país entero
en el 2010, acerca de un menor de edad que desde los 12
años se inició en la vida delictiva del crimen organizado,
poniendo al descubierto el contexto en que muchos niños
y jóvenes se encontraban en un México donde la
expansión del Derecho Penal cobraba fuerza y fracasaba
ante la lucha contra el crimen, sin comprender las
verdaderas causas que originaban la delincuencia juvenil.

Un cuerpo desmembrado requiere de un estudio


transversal; desde cuestiones victimológicas hasta
cuestionar la conducta del victimario para cometer tan
atroz crimen.
Recuerda que los indicios no solo nos brindarán
información del porqué sucedieron los hechos, sino
también de quién o quiénes fueron los autores de la
conducta.

Criminología: Reconociendo la mente del criminal.

Perfil criminal. Directrices para su elaboración y


posterior comparación con el contra perfil del
acusado.

A juicio de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación,


un perfil criminal consiste en una estimación acerca de las
características biográficas y del estilo de vida del
responsable de algún crimen, lo cual incluye una
predicción acerca de dónde vive o a partir de dónde se
desplazó para la comisión delictiva. Todo ello se utiliza
para facilitar la investigación correspondiente,
disminuyendo las vías a proseguir para el rastro del
crimen y focalizando las actuaciones hacia determinadas
áreas o personas. Dicho perfil se elabora mediante el
análisis de la escena del crimen (evidencias forenses),
modus operandi (comportamientos realizados por el
victimario que revelan su motivación), geografía (lugar de
los hechos) y victimología (perfil de la víctima), de lo cual
se ofrece información sobre las características del
criminal, posibilidades de que vuelva a actuar, probables
lugares de futura actuación y probable lugar de residencia
o zona donde suele moverse…

Elaborar un perfil criminal es una tarea donde la


criminalística y la criminología deben trabajar de manera
conjunta. Es importante señalar que la investigación
criminal tiene por objeto descubrir cómo y por qué
sucedieron los hechos, así como quién o quiénes fueron
los responsables para ejercitar acción penal en su contra
y poder sancionar conforme a la ley.

¿Te imaginas el gran compromiso que se tiene con la


víctima y con la misma sociedad? Es por esta razón que
la objetividad y el profesionalismo son principios
fundamentales para todos aquellos que administran
justicia y las ciencias forenses son grandes aliadas para
esta función.

La Criminología.

Etimológicamente la palabra Criminología proviene del


latín criminis que significa crimen y del griego logos que
significa tratado, estudio, es decir, se refiere al estudio del
crimen.

La Criminología tendrá una estrecha relación con todas


aquellas disciplinas que se encargan del análisis del
delito, pero su objeto de estudio va más allá; es decir, la
Criminología no sólo se encargará de indagar sobre las
causas de las conductas consideradas como punibles por
el Estado, sino también analizará aquellas que, si bien no
han sido elevadas al rango de delitos, causan un malestar
general al ser estipuladas como conductas antisociales.
En lo que concierne a las conductas, en esta disciplina
debemos distinguir 4 tipos:

1. Las conductas sociales son aquellas que se adecuan


a las normas de convivencia establecidas por la misma
sociedad, avanzan con ella y no generan conflictos.

2. La conducta asocial es la que carece de contenido


social; es decir, se realiza en aislamiento y no establecen
relación con el bien común.

3. Las conductas parasociales son aquellas que, si bien


tienen lugar dentro de la sociedad, sus normas no son
iguales a las que el conglomerado social acata; es la no
aceptación de los valores generales, pero no implica su
destrucción; no realiza el bien común pero no lo agrede.

4. Las conductas antisociales son aquellas que causan


una alteración en la normativa social, transgreden el bien
común y destruyen los valores fundamentales. Es
importante hacer una aclaración, no todas las conductas
antisociales están plasmadas en un Código Penal, es
decir, no todas son delitos; caso contrario con los delitos,
ya que todos ellos si se engloban dentro de las conductas
antisociales. Es aquí donde la criminología extiende su
objeto de estudio, siendo más amplia que el derecho
penal.

El Estudio de las conductas antisociales por parte de la


criminología, permitirá que ésta lleve a cabo diversas
labores que contribuyan al orden social y, por ende, al
correcto funcionamiento de la sociedad.

Manuel Vidaurri (2016) nos menciona algunas de las


funciones de la Criminología:

Explica e informa sobre el fenómeno criminal.


Organiza las formas de enfrentar la criminalidad.
Contribuye al diseño de políticas penitenciarias y de
reinserción del delincuente.
Orienta el trabajo legislativo.
Propone medidas para reducir la delincuencia o
minimizar sus efectos.

La síntesis criminológica.

Ahora bien, la Criminología es multidisciplinaria, lo que le


permite realizar estas funciones. A continuación,
revisaremos las disciplinas que contribuyen a su labor.
La criminología nace con la denominación Antropología
Criminal hacia 1876, fecha de publicación de Cesaré
Lombroso, Lúomo delincuente, donde se buscaba dar
una explicación integral del hombre delincuente
(Árechiga, 2016). La antropología criminológica
estudia al criminal a partir de sus características
somáticas, analizando las medidas y relaciones
numéricas de las distintas partes del cuerpo humano.

La biología criminológica estudia al hombre de


conducta antisocial como un ser vivo desde sus
antecedentes genéticos hasta sus procesos
anatomo-fisiológicos (Manzanera, 1997), aquí
encontramos estudios como genética criminal, relación
del sexo con el delito, las aberraciones cromosómicas,
etc.

La psicología criminológica es el estudio de los


factores, funciones y procesos psíquicos anormales que
llevan a la criminalidad, encontramos estudios de
diversas patologías como trastornos mentales.

La víctimología atiende al estudio de la víctima del delito;


recordemos que este sujeto no es totalmente analizado
dentro del derecho penal, sino que, durante mucho
tiempo, su papel fue totalmente secundario.

La sociología criminológica estudia el acontecer


criminal como fenómeno que se da en la colectividad,
tanto en sus causas y factores como en sus formas,
desarrollo, efectos y relaciones con otros hechos y
conductas que se dan en sociedad (Árechiga, 2016).

La penología atiende al estudio de las penas o medidas


de seguridad que se imponen a un sujeto responsable de
la comisión de una conducta tipificada como delito. En su
contenido analiza el tratamiento penitenciario tendiente a
lograr la reinserción social de los reclusos.

La criminología en la investigación criminal.

La investigación del hecho presuntamente delictivo


requiere un análisis que permita interpretar objetivamente
las conductas reflejadas en el mismo. Los sujetos que
delinquen lo hacen por diversos motivos que son
analizados por la ciencia criminológica lo que contribuye
a una legal y correcta administración de justicia.

La criminología conlleva a crear teorías que engloben las


causas de criminalidad con la finalidad de contribuir a
disminuir los índices delictivos que aquejan a las
ciudades.

Los hechos violentos deben ser analizados desde esta


área con la intención de no dejar exclusivamente su
atención al Derecho Penal.

4. Síntesis criminológica.

Es común encontrarnos con títulos de noticias como


las siguientes:

¿Te has cuestionado qué lleva a una persona a cometer


una conducta como las arriba mencionadas?

Hablar de criminalidad es una tarea compleja; existen


múltiples intentos para explicar las razones, las causas o
los factores que inciden en su comisión. No obstante,
ninguno de estos enfoques es concluyente, es decir, se
complementan entre ellos y así, permiten analizar el
fenómeno criminal desde diversas perspectivas.

Antecedentes de las teorías criminológicas.

Las teorías criminológicas se encuentran


interrelacionadas con el estudio del delito, por lo que sus
orígenes se pueden remontar a los postulados de dos
corrientes principales: la Escuela Clásica y la Escuela
Positivista.

Escuela Clásica

Los principales exponentes de esta corriente fueron


César Bonessana, Marqués de Beccaria (1738-1784) y
Jeremy Bentham (1748-1832). Los postulados de esta
Escuela comienzan a cuestionar la barbarie y la inexacta
administración de la justicia, expresa una necesidad
urgente de transformar el Derecho Penal tomando como
idea fundamental la humanización como medio para
establecer el respeto de la ley, el reconocimiento de las
garantías individuales y de la limitación del poder
absoluto del Estado.

Escuela Positiva

Esta corriente buscaba, a partir de la antropología, la


psicología, la estadística criminal y el Derecho Penal con
la aplicación del método positivo (método científico) el
estudio del delito, del delincuente y del medio, para forjar
una ciencia criminal clásica renovada por las doctrinas
evolucionistas.

Esta escuela surge en la Italia del siglo XX cuyos


exponentes más destacados son Cesare Lombroso,
Enrico Ferri y Raffaele Garofalo, a quienes se ha
considerado como los padres de la Criminología.

El trabajo de Lombroso comprende la Teoría del


Delincuente nato, misma que hace alusión a una falta de
desarrollo cerebral del ser humano, el cual se queda
“atrapado” en el proceso de evolución (Lombroso tomo
como base los estudios de Charles Darwing),
denominando a este sujeto como un ser “atávico”.

Los trabajos de antropología criminal, realizados por el


italiano Lombroso y sus contemporáneos, intentaron
explicar el acto delictivo de la persona desde las leyes
naturales, dejando a un lado la idea clásica del libre
albedrío. Los positivistas defendían la idea de que, si la
persona se encuentra ante la decisión de poder cometer
un delito o no hacerlo, no se puede afirmar que la acción
está determinada.

La dirección antropológica.

Con Lombroso se inician los trabajos de la Antropología


criminal, aunque mucho antes que él -siglo XVIII- Franz
Joseph Gall ya había investigado ciertas irregularidades
en los cráneos de algunos reclusos, intentando encontrar
una respuesta de carácter biológico a las conductas de
los sujetos, a quiénes tales cráneos pertenecían
(Árechiga, 2016).

Por antropología criminal entendemos el estudio de las


características físicas y mentales particulares de los
autores de crímenes y delitos, es decir, del hombre
criminal.

Dentro de la antropología criminal se encuentran otras


ramas que contribuyen al trabajo criminológico:

Antropología cultural.
Antropología física.
Antropología forense.

Actualmente esta dirección se encuentra dentro de las


Teorías Biológicas:

La dirección biológica.

La tarea de buscar el origen de la criminalidad ha llevado


a cuestionar si el ser humano, como ser vivo, posee
alguna anormalidad interna que pueda responder a la
tendencia criminal que se tiene por ciertos sujetos.

Los estudios que se realizan dentro de esta corriente para


aportar conocimientos a la criminología se han centrado
en los siguientes puntos:

La biología es una de las ciencias cuya intervención


desde el siglo XIX con Lombroso, Enrico Ferri y Garófalo,
busca responder a la tendencia criminal. En sus inicios se
asociaron los rasgos físicos para explicar que la fisiología
de una persona delincuente era diferente a la del no
delincuente, estas hipótesis no tuvieron trascendencia y
fueron criticadas.

La Biología criminal se define como el estudio del hombre


de conducta antisocial como un ser vivo, desde sus
antecedentes genéticos hasta sus procesos
anatomo-fisiológicos; así como la influencia de los
fenómenos biológicos en la criminalidad y la participación
de los factores biológicos en el crimen (Manzanera,
1997).
García Pablos De Molina (Molina, 1988) señala que las
teorías biológicas relacionadas a la Criminología son:

Genética.
Neurofisiología.
Bioquímica.
Recordemos que fue gracias a Enrico Ferri que la
sociología se incorpora al estudio de la criminalidad. Al
inicio se analizó al delito como un fenómeno individual, lo
que centro su estudio en la perspectiva del delincuente.
Enrico Ferri comenzó a cuestionar si realmente sólo
los factores físicos y bilógicos responden a la
criminalidad. Así, incluyo los factores sociales dentro del
estudio de las causas criminales.

¿Cómo puede contribuir la sociedad para originar la


criminalidad? Este cuestionamiento se plantea para tratar
de explicar el fenómeno criminal desde un enfoque social;
implica ver al delincuente, no como un sujeto aislado, sino
como una parte de la misma sociedad.

Existen diversas teorías dentro de la perspectiva


sociológica, revisemos algunas de ellas:
En este sentido, la criminalidad es influenciada por la
misma sociedad; sea que el sujeto que comete la
conducta criminal lo haga por imitación, por pobreza o
desigualdad, esta corriente acepta la responsabilidad del
conglomerado social como origen de la delincuencia en
un contexto determinado.

La dirección psicológica.

Si bien la causa de la criminalidad puede intentar


explicarse desde los factores internos del ser humano
(con una perspectiva biológica) o cómo un hecho social
(perspectiva social), también surgen las teorías que
intentan explicar sus orígenes desde un enfoque
psicológico.

Hoy se cuenta con trabajos especializados para


responder a la actividad de la mente criminal, la conducta
criminal, la conducta de la víctima; esto ofrece al Derecho
métodos y técnicas para prevenir e identificar el delito,
penalizarlo y reinsertar a la persona a la sociedad. El
objetivo es que la persona con conductas desviadas, en
respeto de sus derechos y garantías individuales, goce de
ser parte activa y productiva socialmente aceptada.

La Psicología criminal ha sido entendida tradicionalmente


como la ciencia que estudia las causas y motivos,
normales y/o patológicos que conducen a una persona a
convertirse en un delincuente. Debemos puntualizar que
la Psicología criminal se sitúa dentro de la Psicología
jurídica como rama de la Psicología y abarca distintas
áreas: criminalidad, tratamiento de delincuentes,
investigación criminal, victimización delictiva, etc. (Verde,
2005).

Dentro de esta dirección podemos encontrar estudios


derivados de diversos trastornos como origen de ciertas
conductas criminales:

Es así que la necesidad de observar el comportamiento


como consecuencia de diversos factores (biológicos,
sociales, ambientales y psicológicos) requiere un trabajo
pluridisciplinar para que la criminología obtenga métodos
y técnicas, de cada disciplina científica y de forma
conjunta dar cuenta de la conducta criminal.
5. Construcción de la Teoría del caso
desde la criminalística y la criminología.

Introducción.

Los hechos delictivos aumentan más cada día, las


personas viven en un ambiente de inseguridad e
incertidumbre dónde la comisión de un ilícito puede
convertirles en víctimas en cualquier momento. Es tarea
del Estado procurar el bienestar colectivo y la seguridad
pública, cuando ocurre un delito es su deber investigar y
sancionar la transgresión de los bienes jurídicos
protegidos.

La investigación de los delitos es labor de la Agencia del


Ministerio Público, que se apoya en los peritos y las
policías. Cuando ocurre un hecho delictuoso es
primordial que se haga una correcta indagación en el
lugar donde fue el suceso; debido a que es altamente
probable localizar los instrumentos utilizados por el
delincuente para cometer la conducta típica, los cuales
serán un factor esencial para la reconstrucción de los
hechos, por ende, para descubrir la verdad procesal y así
garantizar la justicia en la aplicación del Derecho.

Revisa la siguiente información publicada por Amnistía


Internacional:

Karla Pontigo, de 22 años, fue víctima de feminicidio en


San Luis Potosí. La noche del 28 de octubre de 2012 su
hermano fue a buscarla al bar donde trabajaba y,
después de forzar la entrada, la encontró en el suelo,
gravemente herida y sin poder comunicarse. Karla murió
en la madrugada del 29 de octubre en el hospital debido
a las graves lesiones en su cuerpo.

La investigación de la muerte violenta de Karla presentó


diversas irregularidades.

No protegieron la escena del crimen y esto hizo que


el área fuera limpiada.
No tomaron fotografías de la escena del crimen.
No protegieron la cadena de custodia de las
muestras y las pruebas.
Perdieron las pruebas que podían establecer si Karla
había sufrido agresión sexual.
Le negaron a la familia acceso al expediente desde
el primer momento.
No tomaron en cuenta las pruebas de acoso sexual
presentadas por la madre.
No investigaron con perspectiva de género.

A pesar de todo, la familia ha seguido luchando por


justicia y el caso de Karla fue llevado a la Corte Suprema
de Justicia de la Nación el 1 de julio de 2015, para ser
resuelto 4 años después, el 13 de noviembre de 2019. En
su decisión final, la Corte declaró que la muerte de Karla
debe ser investigada con perspectiva de género y que se
debe de investigar y juzgar a las autoridades que
negaron a la familia el derecho al debido proceso y al
acceso a la verdad.
La decisión de la Corte es, después de 8 años de lucha,
un gran logro para la familia. Sin embargo, debemos
seguir actuando para que las autoridades investiguen
con diligencia todas las muertes violentas de mujeres y
finalmente hagan justicia para Karla y su familia.

Como puedes notar la administración de justicia, en este


tipo de crímenes, está íntimamente relacionada con el
trabajo que realiza el Ministerio Público, la policía y los
peritos. En este módulo revisaremos la criminalística y la
criminología desde el papel de la justicia, dentro del
proceso penal acusatorio.

Reconstrucción de los hechos.

La reconstrucción de los hechos es un aspecto esencial


para comenzar con la elaboración de la Teoría del Caso y
se lleva a cabo a través de los elementos encontrados y
fijados en el lugar de los hechos. Debido a ello, el tener
un registro adecuado de todos aquellos indicios,
evidencias, objetos, instrumentos o productos del hecho
delictivo se convierte en un aspecto de vital importancia
para poner en marcha la acción punitiva del Estado en
contra de una o varias personas.

El registro de los indicios y evidencias ha sido


denominado como “cadena de custodia” y es regulado
por diversas normativas en el país. Sin embargo, el uso
que se da de la misma dista mucho de esa normalización
y en algunos casos ha provocado que los indicios se
contaminen y, por ende, pierdan todo su valor probatorio.
El Código Nacional de Procedimientos Penales en el
artículo 227 señala:

Con el fin de corroborar los elementos materiales


probatorios y la evidencia física, la cadena de custodia se
aplicará teniendo en cuenta los siguientes factores:
identidad, estado original, condiciones de recolección,
preservación, empaque y traslado; lugares y fechas de
permanencia y los cambios que en cada custodia se
hayan realizado; igualmente se registrará el nombre y la
identificación de todas las personas que hayan estado en
contacto con esos elementos.

La reconstrucción de hechos solo será posible cuando los


indicios encontrados en la escena del crimen sean
debidamente manipulados, es decir, atendiendo a cada
proceso estipulado en la legislación y en las reglas de la
criminalística.
Importancia de la investigación del delito.

En México lo referente a cuestiones de procedimientos


penales, se regulaba de forma interna por cada Estado.
Sin embargo, a partir de la reforma del 18 de junio de
2008 se estableció que en el país se implementará un
solo Código Nacional.

El Código Nacional de Procedimientos Penales establece


la forma cómo tiene que levantarse y custodiarse una
evidencia para que pueda ser usada como elemento de
prueba en los tribunales. Además, existen normas y
protocolos para el control de las mismas.

No obstante, en el país continúa existiendo una praxis


deficiente que demuestra el mal manejo de las evidencias
siendo realmente notorio, sobre todo, al momento de su
levantamiento. Lo anterior lleva a justificar que en algunos
casos los juzgadores lleguen a excluir o minimizar el valor
probatorio del indicio.

Si los indicios o evidencias se modifican, la investigación


del hecho delictivo puede comenzar con serias
deficiencias. El Ministerio Público podría trabajar con una
Teoría del Caso débil, lo cual puede dar lugar a generar
una duda razonable respecto a la responsabilidad del
imputado y, por lo tanto, si realmente este sujeto es
culpable, estaríamos ante el peligro de dejarle en libertad.

¿Te imaginas los efectos de las malas prácticas en la


investigación del delito? El Estado es el único poseedor
del Ius puniendi, es decir, del derecho a castigar, es por
ello que una investigación basada en los mas altos
principios de legalidad, justicia y respeto de los derechos
fundamentales es esencial para toda víctima del delito, y
para la sociedad misma.

Teoría del caso: La función de la Trilogía


Investigadora.

El Sistema Penal Acusatorio implementado en el Estado


Mexicano ha venido a cambiar de forma radical la manera
de concebir el compromiso colaborativo, entre las
autoridades correspondientes para la investigación de un
hecho probablemente delictivo. Se vuelve sumamente
necesario que exista un auténtico y verdadero trabajo en
equipo de la denominada “Triada Investigadora”,
conformada por el Agente del Ministerio Público, las
policías y los peritos, donde la comunicación entre ellos
se transforma en un eje primordial para la legal y efectiva
aplicación del Sistema Punitivo.

El trabajo de la Triada Investigadora se reflejará en la


presentación del Agente del Ministerio Público ante un
jurado. El fiscal deberá convencer a un Tribunal en
Audiencia de Juicio Oral que su teoría del caso,
debidamente sustentada en pruebas irrefutables y
legales, trasciende a generar un alto grado de certeza de
la culpabilidad de la persona acusada en el proceso
penal.

La teoría del caso se define como el razonamiento,


sustentado en disposiciones legales y procedimientos
técnicos, mediante el cual se encuadran los hechos
(teoría fáctica), dentro del supuesto contenido en una
norma penal (teoría jurídica) por razón de los elementos
de convicción obtenidos durante la investigación (teoría
probatoria) (Osorio y Nieto, 2011, p. 45). Es en ésta última
parte donde radica la importancia de los elementos
localizados en el lugar donde se cometió un ilícito.

Gran parte de la estructura de la teoría del caso será con


base en la reconstrucción de los hechos, misma que es
integrada por los denominados “testigos mudos”, es decir,
por los indicios recabados, recolectados y debidamente
embalados en el lugar de los hechos o lugar del hallazgo.
La tarea de policías y peritos consiste en conservar estos
elementos sin alteración alguna registrando toda
actividad realizada en la cadena de custodia.

El Ministerio Público como actor del procedimiento penal,


así como las policías y los peritos como sujetos del
mismo, tienen la imperiosa labor de estructurar (de
diversa forma), en un momento determinado, una
acusación contra una o varias personas. Lo que permitiría
llegar a los objetivos de todo proceso penal: esclarecer
los hechos, proteger al inocente, procurar que el culpable
no quede impune y que se repare el daño.

Para lograr la finalidad del proceso penal se debe iniciar


una investigación que permita allegarse de todos los
datos de prueba, que en algún momento pasarán a
convertirse en pruebas, y que serán desahogadas ante
un Tribunal de Juicio Oral. Sin embargo, lo anterior no
sería posible sin la correcta investigación de los indicios.

La reconstrucción de los hechos es un aspecto esencial


para comenzar con la elaboración de la teoría del caso y,
como se mencionó anteriormente, dicha reconstrucción
se lleva a cabo a través de los elementos encontrados y
fijados en el lugar de los hechos. Debido a ello, el tener un
registro adecuado de todos aquellos indicios, evidencias,
objetos, instrumentos o productos del hecho delictivo se
convierte en un aspecto de vital importancia para poner
en marcha la acción punitiva del Estado en contra de una
o varias personas.

Se debe tener presente que la puesta en marcha del


Sistema Punitivo del Estado comienza desde la
denominada “noticia criminal”; entendiendo por la misma
aquella comunicación que se hace a la autoridad
competente de un acto que puede ser constitutivo de
delito y que, por ende, afecta bienes jurídicos protegidos
por el ente Estatal. Estos hechos deben ser investigados
con el fin de evitar una mayor transgresión y en su caso,
sancionar al culpable.

La verdad de los hechos.

El Sistema Penal Acusatorio implementado en el Estado


Mexicano, ha venido a cambiar de forma radical la
manera de concebir el trabajo colaborativo, entre las
autoridades correspondientes, para la investigación de un
hecho probablemente delictivo.
Se vuelve sumamente necesario que exista un auténtico
y verdadero trabajo en equipo de la denominada “Triada
investigadora”, conformada por el Agente del Ministerio
Público, las policías y los peritos, donde la comunicación
entre ellos se vuelve un eje primordial para la aplicación
del Sistema Punitivo.

El Ministerio Público como actor del procedimiento penal,


así como las Policías y los Peritos como sujetos del
mismo, tienen la imperiosa labor de estructurar (de
diversa forma), en un momento determinado, una
acusación contra una o varias personas, que permita
llegar a los objetivos de todo proceso penal: esclarecer
los hechos, proteger al inocente, procurar que el culpable
no quede impune y que se repare el daño. Para lograr
dicha finalidad se debe iniciar una investigación que
permita allegarse de todos los datos de prueba, que en
algún momento pasarán a convertirse en pruebas, y que
serán desahogadas ante un Tribunal de Juicio Oral.

Gran parte de Teoría del caso será con base en la


reconstrucción de los hechos, misma que es integrada
por los denominados “testigos mudos”, es decir, por los
indicios recabados, recolectados y debidamente
embalados en el lugar de los hechos o lugar del hallazgo.
Y de esta forma se puede arribar al primer objetivo del
Proceso Penal: lograr esclarecer los hechos.

La reconstrucción de los hechos es un aspecto esencial


para comenzar con la elaboración de la Teoría del Caso y,
como se mencionó anteriormente, dicha reconstrucción
se lleva a cabo a través de aquellos elementos
encontrados y fijados en el lugar de los hechos. Debido a
ello, el tener un registro adecuado de todos aquellos
indicios, evidencias, objetos, instrumentos o productos
del hecho delictivo se convierte en un aspecto de vital
importancia para poner en marcha la acción punitiva del
Estado en contra de una o varias personas.

En este sentido, se debe tener presente que la puesta en


marcha del Sistema Punitivo del Estado comienza desde
la denominada “noticia criminal”; entendiendo por la
misma aquella comunicación que se hace a la autoridad
competente de un acto que puede ser constitutivo de
delito y que, por ende, afecta bienes jurídicos protegidos
por el ente Estatal.

Se vuelve una tarea primordial encontrar la verdad


material de los hechos para terminar con el principio de
inocencia de la persona y poder así demostrar su
participación en la comisión de un delito.

En este apartado resulta conveniente distinguir entre tres


conceptos clave: verdad formal, judicial y material. La
verdad formal es aquella que se obtiene en el debido
proceso como resultado de la actividad probatoria. La
verdad judicial es la concordancia entre los hechos reales
y las ideas que los representan en nuestra conciencia. La
verdad material la constituyen los hechos realmente
acaecidos, es decir, lo que realmente ocurrió y que no
necesariamente se verá reflejado en el proceso judicial,
por consiguiente, no siempre la verdad material coincidirá
con la formal (De la Rosa Rodríguez, 2013).

Los indicios serán una parte fundamental de la


investigación, su preservación y mantenimiento como
elementos probatorios permitirán a la Triada de
Investigación conocer la verdad material de la secuencia
de hechos que dieron lugar a la comisión de un delito.
Entonces, la investigación de un hecho presuntamente
delictivo debe comenzar con un debido manejo del lugar
de los hechos, ya que este espacio será el que a través
de la criminalística y la criminología nos permitirá conocer
la mente del criminal; estos elementos conformarán una
Teoría del Caso con fundamentos sólidos, científicos e
irrefutables.

Ahora que has leído el e-book te quiero comentar que en


Neuuni queremos formar personas con conocimientos
verdaderos, para los cuales, poder identificar los
principales elementos que rodean la comisión de un
hecho violento desde la criminalística como ciencia
forense, no se convierta en algo complicado; pero para
poder correr hay que aprender a caminar, es por eso que
si estás decidido a cambiar te recomendamos
profundamente el curso Crímenes sin rostro, de Reyna
González en donde conocerás las principales diferencias
entre la criminología y la criminalística como ciencias
forenses; además basado en casos reales aplicarás la
teoría contemporánea de cada disciplina dentro de su
función en el sistema de justicia penal acusatorio.

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