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Colelitiasis

Cirugía vía biliar


Dr. Javier Salinas Gómez
CONTENIDO
1. Epidemiología e historia natural de la
enfermedad.
2. Diagnóstico.
3. Tratamiento.
Colelitiasis asintomática.
Colelitiasis sintomática.
Colecistectomía laparoscópica. Aspectos técnicos.

4. Colangiografía intraoperatoria.
5. Bibliografía.
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Epidemiología e historia Por último, si la ecoendoscopia es negativa y el


paciente presenta clínica atípica, no debe olvidarse la
natural de la enfermedad existencia de la disquinesia vesicular, caracterizada por
una alteración en la contracción de la capa muscular
La colelitiasis constituye un problema de salud por de la vesícula ante estímulos mediados por alimentos
su elevada prevalencia y costes asociados. En el año con alto contenido graso. La gammagrafía con ácido
2.000, más tres millones de personas fueron atendidas hidroxi-iminodiacético (HIDA) y estimulación con
en EE.UU. por esta patología y representa el trastorno colecistoquinina puede ser de gran utilidad en estos
digestivo más caro en este país, con un coste de 6,5 casos, aunque son sumamente infrecuentes.
billones de dólares al año.

El 70-80 % de las personas con colelitiasis permanecen


asintomáticas durante toda su vida, mientras que un
Tratamiento
20-30 % desarrolla síntomas en los primeros cinco El tratamiento de la colelitiasis depende de si existe
años tras el diagnóstico. En el 30 % de las personas que clínica y/o patología asociadas y de las características
presentan un primer episodio de cólico biliar, éste será del enfermo.
único, mientras que el 50 % tienen un segundo episodio
en el mismo año.
Colelitiasis asintomática
El riesgo de desarrollar complicaciones graves —
En general, la colelitiasis asintomática debe considerarse
pancreatitis aguda, colangitis, etc. — es del 2 % anual
como un hallazgo casual y no merece más actuaciones
en pacientes sintomáticos y del 0,3 % en asintomáticos,
por nuestra parte. Sin embargo, en algunas situaciones
mientras que el riesgo de cáncer de vesícula se estima
concretas, la colecistectomía profiláctica puede estar
en torno a un 0,02 % anual.
indicada. Estos casos son:

Diagnóstico 1. Pacientes con trastornos hemolíticos crónicos


(anemia falciforme).
El diagnóstico es fundamentalmente clínico, 2. Pacientes que van a ser sometidos a cirugía bariátrica
aunque requiere confirmación y éste se realiza, (se realiza de forma sincrónica en el mismo acto
principalmente, mediante ecografía y análisis de quirúrgico). Esta indicación está muy discutida en la
sangre, en los que se debe medir la bilirrubina total, actualidad. Se desaconseja realizarla en pacientes
gamma-glutamil transpeptidasa y fosfatasa alcalina, que no presentan litiasis en el momento de
que son los parámetros más sensibles, aunque no someterse a la cirugía bariátrica. Actualmente, hay
siempre específicos, para descartar la presencia de en marcha dos estudios aleatorizados sobre el uso
coledocolitiasis. de ácido ursodesoxicólico para reducir la incidencia
de formación de colelitiasis después de cirugía de
Una alteración de los tests de laboratorio o una la obesidad. En el trabajo publicado por Amstutz et
dilatación no justificada de la vía biliar principal (de 3 al.1laparoscopic Roux-en-Y gastric bypass (LRYGB,
a 6 mm, aumentando 1 mm por cada década de vida hasta el 50% de los pacientes que desarrollaban
a partir de los 50 años) debe obligar a descartar la colelitiasis tras una operación de cirugía bariátrica
presencia de coledocolitiasis, bien mediante ecografía, necesitaba una colecistectomía urgente.
bien mediante colangioresonancia magnética. La CPRE, 3. Pacientes que van a ser sometidos a una
en la actualidad, debe ser una prueba reservada con inmunosupresión crónica (trasplante de órgano
fines exclusivamente terapéuticos y no diagnósticos. sólido). En el trasplante renal, la colelitiasis es un
La ecoendoscopia es el siguiente escalón en pruebas de criterio de exclusión de la lista de espera, por lo que
imagen diagnósticas, por ser una prueba invasiva, ante una debe realizarse de forma profiláctica.
ecografía y/o colangio-resonancia magnética normales 4. Pacientes con nutrición parenteral total prolongada
puesto que tiene una mayor sensibilidad y especificidad, o indefinida (síndrome de intestino corto, etc.).
permitiendo valorar la presencia de micolitiasis y barro
biliar, elusivas a veces a las técnicas previas.
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Colelitiasis sintomática Así pues, en el caso de la existencia de cirugía previa


supramesocólica, el abordaje laparoscópico sigue
En caso de que la colelitiasis sea sintomática (cólico siendo el “gold-standard”, aunque el neumoperitoneo
biliar, colecistitis aguda, colangitis por ictericia debe realizarse mediante técnica abierta con trócar de
obstructiva secundaria a coledocolitiasis o pancreatitis Hasson para evitar lesionar estructuras adheridas a
aguda), el tratamiento de elección es la colecistectomía las cicatrices laparotómicas previas y que pueden ser
laparoscópica, siempre y cuando el enfermo sea operable. fácilmente liberadas con el dedo.
Algunos antecedentes del paciente deben hacer optar En caso de que el paciente no sea operable, por elevado
por una colecistectomía abierta de entrada, como la riesgo quirúrgico o decisión propia, puede realizarse
existencia de una peritonitis plástica, hipertensión portal un manejo conservador, aunque se ha de advertir al
severa, patología fistulizante que involucra a la vesícula paciente de la elevada tasa de fracaso del mismo.
(fístula colecistocoledociana o síndrome de Mirizzi,
fístula colecistoentérica), alta sospecha radiológica de En la actualidad, el único tratamiento no quirúrgico
cáncer de vesícula o necesidad de explorar la vía biliar vigente de la colelitiasis es la administración oral de
o realizar bilioenteroanastomosis que, por algún motivo, ácido ursodesoxicólico (Ursochol®, Ursobilane®), que
no pueda realizarse de forma laparoscópica. pretende disolver los cálculos de colesterol, sin embargo,
la tasa de éxito es inferior al 40 %, incluso, en pacientes
Así mismo, siempre que la situación funcional del altamente seleccionados. Como apunte histórico, los
enfermo contraindique formalmente el uso de la otros dos métodos que se han utilizado en la práctica
laparoscopia, deberá optarse por la técnica clásica clínica y han sido abandonados son la administración
abierta, aunque las únicas contraindicaciones absolutas intravesicular de metil tert-butil éter (MTBE) que es
de la vía laparoscópica son la contraindicación de altamente eficaz, pero tiene muchas complicaciones y la
anestesia general y el carcinoma de vesícula. Siendo en litotricia extracorpórea (ESWL, del inglés Extracorporeal
los casos precoces (“early-stage”, T1-T2 sin infiltración Shock Wave Lithotripsy), cuyos criterios de inclusión
hepática) un tema de debate en la actualidad, debido a son muy restrictivos y con una tasa de éxito cercana a
la necesidad de linfadenectomía hiliar — técnicamente tan sólo el 20 % a los seis meses.
más demandante — y a la falta de precisión de las
pruebas de imagen. Así pues, el único tratamiento eficaz y definitivo de
la colelitiasis es la colecistectomía y, como ya se ha
comentado, en la mayoría de las situaciones, el abordaje
laparoscópico de entrada es la técnica de elección.
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Otras patologías que pueden requerir de la El debate sobre la consideración de la adenomiomatosis


colecistectomía como tratamiento son la colesterolosis, como lesión precancerosa sigue abierto. Largas series
la adenomiomatosis vesicular, los pólipos vesiculares y de pacientes demuestran que no existe un mayor riesgo
la vesícula de porcelana2,3. per se, pero que su presencia dificulta el diagnóstico
precoz del cáncer de vesícula en estadios iniciales y
• La colesterolosis: es el resultado del depósito de está, por tanto, asociada a estadios más avanzados.
triglicéridos, precursores y ésteres del colesterol
en la mucosa de la vesícula, caracterizado Por ello, en aquellos casos en los que no pueda
histológicamente por la presencia de macrófagos descartarse patología maligna, así como en los casos
con cristales lipídicos en el citoplasma que sintomáticos, la colecistectomía está indicada. La
hiperplasian las vellosidades de la capa mucosa. colecistectomía en los casos en los que el diagnóstico
En algunos casos, esta hiperplasia puede esté claro no está indicada, puesto que, la asociación con
adquirir el tamaño y forma de un pólipo (pólipo el cáncer de vesícula es cuanto menos dudosa y el riesgo
de colesterol o pseudo-pólipo) con un tallo que, individual de éste último, en cualquier caso, es muy bajo.
si es frágil, puede desprenderse originando las
mismas complicaciones que la colelitiasis (cólico En el caso de los pólipos vesiculares 4,5,,6, las
biliar, ictericia obstructiva, pancreatitis, etc.). indicaciones dependen tanto del tamaño como de sus
características ecográficas, de la edad del paciente y
El diagnóstico diferencial debe establecerse con de su asociación a colelitiasis.
los adenomas o verdaderos pólipos. El tratamiento
es idéntico al de la colelitiasis. Si es asintomática, La mayoría de los pólipos (82 %) son benignos
no requiere tratamiento alguno ni seguimiento. Por (colesterol, hiperplásicos, inflamatorios), mientras
el contrario, la presencia de cólicos biliares sentará que los pólipos malignizados y los adenomas, pólipos
la indicación para la colecistectomía. benignos con potencial de transformación maligna,
• La adenomiomatosis o hiperplasia adenomatosa representan aproximadamente un 9 % cada uno.
vesicular: se caracteriza por un engrosamiento
Los adenomas de vesícula se clasifican de la misma
parietal vesicular debido a una hiperplasia
forma que los pólipos de colon en tubulares, papilares
del epitelio y del músculo liso de la pared, con
o vellosos y mixtos y su importancia radica, como ya se
formación de dilataciones quísticas, llamadas
ha expresado, en su potencial malignización. El riesgo
senos de Rokitansky-Aschoff, donde se pueden
de malignidad depende de una serie de factores entre
depositar cristales de colesterol, barro o litiasis.
los que destacan:
A pesar de su nombre, en realidad, desde el
punto de vista histológico no presenta ningún 1. El tamaño: existe un claro aumento del riesgo de
cambio adenomatoso. Su prevalencia es baja transformación carcinomatosa en aquellos pólipos
(menos del 9 % de todas las colecistectomías) y mayores de 1 cm, mientras que por debajo de 4 mm el
aparece predominantemente en mujeres de edad riesgo es inexistente. Por tanto, en pólipos mayores
media. Clínicamente puede ser asintomática o de 1 cm está indicada la colecistectomía, en pólipos
manifestarse con dolor en hipocondrio derecho y menores de 4 mm se recomienda seguimiento y
se asocia en un 50-90 % a colelitiasis. el grupo problemático es el de los pacientes con
Según la localización y extensión del engrosamiento parietal pólipos de tamaño intermedio (4-10 mm).
se distinguen tres formas: focal, segmentaria y difusa. 2. La edad: los pacientes mayores de 50 años tienen
un riesgo mayor de tener pólipos malignizados.
El diagnóstico puede establecerse mediante ecografía,
en la que se observa un engrosamiento inespecífico de la 3. La forma del pólipo: al igual que en los pólipos
pared (> 4 mm) con imágenes anecoicas redondeadas que intestinales, los pólipos vesiculares pueden ser
representan los senos de Rokitansky-Aschoff. La ecografía pediculados o sésiles y estos últimos se asocian
con contraste (CEUS, del inglés contrast enhanced con más probabilidad a lesiones malignas.
ultrasonography) o la ecoendoscopia tienen una mayor 4. El número: los pólipos solitarios tienen mayor riesgo
sensibilidad y puede solicitarse en casos dudosos. de degeneración que los múltiples.
5. El crecimiento: el aumento del tamaño del pólipo
durante el periodo de seguimiento es un factor de
riesgo discutido, siempre y cuando no supere los 10
mm de tamaño y parece que el riesgo se asocia más
a la velocidad de crecimiento. Sin embargo, dado
que no existen datos suficientes para establecer
un punto de corte sobre el ritmo de crecimiento,
el aumento de tamaño sigue considerándose una
indicación de colecistectomía.
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6. Signos ecográficos: La presencia de flujo arterial


en el pólipo mediante eco-doppler, así como otros
Colecistectomía
datos (velocidad del flujo, índice de resistividad, laparoscópica. aspectos
índice de pulsatilidad) son altamente sugestivos
de malignización. La CEUS tiene también una
técnicos 7,8
mayor sensibilidad que la ecografía convencional La colecistectomía laparoscópica es el “gold-standard”
para detectar lesiones potencialmente malignas para el tratamiento de la patología vesicular. Otras vías
(invasión del parénquima hepático, etc.). de abordaje como la mini-laparoscopia (instrumentos de
7. Colelitiasis: La presencia de colelitiasis es un factor 2–3 mm), el SILS (single incision laparoscopic surgery), el
de riesgo claramente establecido. Se piensa que la NOTES (natural orifice transluminal endoscopic surgery)
inflamación mecánica del pólipo producida por los o la cirugía robótica, en el caso de la colecistectomía
cálculos facilita el proceso de transformación. no han demostrado aportar ningún beneficio (dolor
8. Colangitis esclerosante primaria: Los pacientes posoperativo, estancia hospitalaria, mayor precocidad en
con colangitis esclerosante primaria y pólipos la tolerancia oral, etc.), salvo el beneficio cosmético en
vesiculares tienen un riesgo más elevado de cáncer los tres primeros casos. En el caso de la cirugía robótica,
de vesícula. se trata de un procedimiento establecido para la curva de
aprendizaje y en el caso del SILS, en el que el monopuerto
Así pues, el algoritmo de decisión que se propone
se coloca transumbilical, existen series que describen un
basados en la revisión de la literatura para el tratamiento
aumento de las eventraciones.
de los pólipos vesiculares* es: (Tabla 1)
Sin embargo, aunque se tratará aquí la técnica
La vesícula en porcelana o calcificación difusa de la
laparoscópica, los principios quirúrgicos son totalmente
vesícula constituye una entidad clínica poco frecuente,
aplicables al resto de técnicas.
representando tan sólo el 0,8 % de los especímenes. Su
interés, además de por ser en ocasiones sintomática, se La posición americana, a la izquierda del paciente, o
centra especialmente en su asociación con el cáncer de francesa, entre las piernas, ofrece igual exposición,
vesícula. Esta asociación clásica está basada en estudios por lo que se tratará de una cuestión exclusivamente
realizados en poblaciones japonesas y del este asiático, de preferencia.
pero estudios poblacionales en EE.UU. han publicado
tasas de cáncer de vesícula similares a las de la población El abordaje inicial puede realizarse mediante técnica
general, por tanto, no considerando la calcificación abierta con trócar de Hasson o con puertos de visión
difusa de la vesícula un factor de riesgo. Sin embargo, la directa o aguja de Veress en pacientes obesos,
calcificación selectiva (parcial y localizada) de la pared preferentemente. Ya se ha comentado que en la técnica
vesicular sí se asocia a un leve incremento del riesgo, pero abierta es siempre recomendada cuando existe cirugía
mucho menor de lo publicado por las series orientales. previa en la parte superior del abdomen.

Por ello, dado que el cáncer de vesícula tiene muy mal El trocar óptico se coloca en posición inmediatamente
pronóstico, debe realizarse una selección de los pacientes. supraumbilical (se puede colocar trans- o
Aquellos pacientes mayores, con calcificación difusa paraumbilical, pero a criterio del autor, la incisión
y asintomática podrían ser simplemente observados, supraumbilical permite tanto una ampliación cómoda
mientras que pacientes jóvenes con calcificación en caso de especímenes voluminosos como un cierre
selectiva (con mayor expectativa de vida y, por tanto, más seguro para disminuir la eventración diferida),
mayor riesgo acumulativo de cáncer de vesícula) o debiendo desplazarlo en dirección cefálica según las
pacientes sintomáticos deberían ser operados. dimensiones del abdomen del paciente. La distancia
ombligo-xifoides es una buena referencia.

.
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Pólipo ecográfico

‹ 4mm. › 4mm. · ‹ 10mm. › 10mm.

Seguimiento
Factores de
ecográfico 2·3 Colecistectomía
riesgo
años

Estable, fin de
Si No
seguimiento a Crecimiento
criterio del colecistectomía
clínico*

Ecografía a
los 6 meses y
Colecistectomía seguimiento anual
durante 2 años

Figura 1. Algoritmo de decisión clínica para los pólipos vesiculares. *No existe consenso sobre el tiempo máximo durante el cual hay que realizar
seguimiento de esta patología.

Al autor le gusta dejar pasadas en este momento las Es importante una adecuada triangulación de los
suturas de cierre (dos puntos de Monosyn 2/0 con aguja puertos y dejar espacio para un segundo trócar de 5 mm
de 5/8, en “X” uno en cada ángulo de la incisión) por de ayuda de tracción en flanco derecho hacia la línea
dos motivos. Al comienzo de la intervención el plano axilar anterior, en caso de ser necesario.
aponeurótico se identifica mejor y si la colecistectomía
es dificultosa y agotadora, el cierre puede ser un La técnica laparoscópica habitual es la colecistectomía
momento frustrante y de esta manera, al extraer la pieza retrógrada, aunque en situaciones de gran inflamación,
y los trócares se habrá concluido la intervención. la técnica “fundus-down” o anterógrada o la punción
previa de la vesícula (aprovechar para enviar cultivos
Una vez establecido el neumoperitoneo (12 mm Hg microbiológicos) pueden resultar muy útiles y aumentar
habitualmente y hasta 15 mm Hg en pacientes obesos), la seguridad del procedimiento. La punción está
se introduce el videolaparoscopio (la preferencia del autor contraindicada si se sospecha un cáncer vesicular.
es 30o, ya que en situaciones de múltiples adherencias
logra una exposición superior a la óptica de 0o) y el resto En casos de inflamación muy severa no ha de olvidarse
de trócares se colocan bajo visión. El calibre de estos nunca la posibilidad de dejar una colecistostomía y
dependerán del instrumental del que se disponga. Un diferir el procedimiento o realizar una colecistectomía
trócar se coloca subxifoideo o ligeramente subcostal parcial, dejando la bolsa de Hartmann abierta con un
izquierdo. La localización más cómoda es a la izquierda drenaje aspirativo si no sale bilis (por ejemplo, si se
del ligamento redondo-falciforme, ya que el ángulo de trata de un síndrome de Mirizzi), o cerrándola mediante
ataque de las estructuras del triángulo de Calot es mejor, una sutura continua o bolsa de tabaco. En pacientes
aunque en algunos casos, como cuando existe un lóbulo cirróticos o hemofílicos graves en los que la hemorragia
hepático izquierdo que tapa la visión del hilio hepático, de la disección del lecho hepático puede ser muy difícil
puede ser necesario colocarlo a la derecha del mismo de controlar, la colecistectomía parcial dejando la
para poder salvarlo. Para elegir bien la posición de este pared posterior sin disecar y coagulando la mucosa es
trócar, el autor prefiere colocar antes el trócar de 5 mm resolutiva y segura.
de trabajo de la mano izquierda en el flanco derecho, para
traccionar de la vesícula e identificar la localización de
bolsa de Hartmann y del hilio hepático.
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Para realizar una correcta identificación y disección del La clave de esta maniobra consiste en separar del lecho
conducto cístico y de la arteria cística, ha de realizarse hepático el Hartmann de la vesícula, disecando todo
una tracción de la bolsa de Hartmann hacia la fosa iliaca el tejido entre éste y las estructuras del Calot. De esta
derecha del paciente; así se conseguirá una adecuada forma, se observa de forma inequívoca la continuidad
exposición. Si se ha colocado un segundo trócar de 5 de la vesícula con el conducto cístico y cómo ésta
mm de ayuda, éste traccionará del fundus de la vesícula queda “colgada” o adherida al hilio exclusivamente por
hacia el hombro derecho del paciente. el conducto cístico y la arteria cística.

Se incidirá el peritoneo anterior (medial) en el borde libre En este momento, se colocan los clips (dos distales y uno
de la vesícula y se continuará la disección superficial proximal) y se seccionan ambas estructuras y se completa
hasta el lecho hepático y en dirección al fundus hasta la separación de la pared posterior de la vesícula del lecho
agotar el plano. El plano de disección suele ser justo hepático. Una alternativa es no separarla del todo en la
por encima del ganglio de la arteria cística, que es una parte del fundus, para aprovechar y realizar hemostasia
buena referencia para comenzar la disección, y que en este momento, ya que su tracción ayudará a exponer
conviene realizar siempre lo más pegado a la vesícula el lecho hepático; así, una vez quitada la pieza no es
posible y lejos del hilio hepático. necesario tener que revisar de nuevo el lecho quirúrgico
ahorrando tiempo y maniobras.
Una vez incidido el peritoneo anterior, ha de movilizarse
la vesícula medialmente para exponer el peritoneo La vesícula se extrae mediante bolsa a través de la
posterior (lateral) e incidirlo de la misma forma que el incisión del ombligo y los trócares se retiran bajo visión
anterior, comunicando ambos planos. La disección comprobando la hemostasia de los puntos de entrada.
del peritoneo posterior es una maniobra clave y
fundamental. Es ésta la que permite, posteriormente,
individualizar las estructuras del Calot y la que permite
Colangiografía intraoperatoria
el descenso definitivo de la placa hiliar, alejando la vía La realización de colangiografía intraoperatoria de
biliar y la arteria hepática derecha de la zona de trabajo. forma sistemática sigue siendo para algunos un motivo
Si no se realiza esta maniobra, la tracción que se ejerce de discusión. Estudios con grandes series de pacientes
sobre la vesícula puede desplazar consigo ambas parecen favorecer su uso por un menor riesgo de lesiones
estructuras (en tienda de campaña) y llevar a que se de la vía biliar, sin embargo, muchos de estos estudios
haga una identificación incorrecta de la anatomía y se tienen importantes deficiencias metodológicas y hoy
tenga mayor posibilidad de lesión iatrógena. día, existen dos técnicas alternativas a la colangiografía
que permiten “dibujar” un colangiograma de forma más
Una vez comunicados ambos planos, se diseca el tejido rápida, menos invasiva e igualmente precisa. La primera
linfograso identificando e individualizando el conducto es el uso de la ecografía intraoperatoria, aunque ésta
cístico y la arteria cística. Otra maniobra fundamental requiere experiencia en la interpretación de las imágenes
y en opinión del autor, obligatoria, es realizar la mirada (no más de la que requiere la colangiografía con
crítica de seguridad (“critical view of safety [CVS]”). contraste), y la segunda es, precisamente, la realización
sistemática de la mirada crítica de Strasberg, por tanto,
Esta maniobra, descrita por Steven Strasberg en el
el autor no considera imprescindible la colangiografía
año 1995 9, consiste en visualizar perfectamente el
sistemática, que aumenta el tiempo operatorio y los
conducto cístico y la arteria cística, tanto por delante
costes, aunque es un recurso que debe tenerse en
(medial) como por detrás (lateral), antes de ligar y
cuenta y conocerse para aplicar en situaciones de
seccionar ninguna estructura. En algunos países, como
especial dificultad en la identificación de la anatomía.
Holanda, es obligatorio realizar una foto de este paso
de la intervención y adjuntarla al protocolo quirúrgico y Es igualmente importante conocer las variantes
la historia clínica del enfermo y en EE.UU. forma parte anatómicas más frecuentes de la inserción del conducto
del programa de formación de la SAGES (Society of cístico en la vía biliar común, de la arteria cística (única o
American Gastrointestinal and Endoscopic Surgeons): doble, anterior o posterior al conducto cístico, etc.) y de
“The SAGES Safe Cholecystectomy Program: Strategies la arteria hepática derecha (tributaria de la mesentérica
for Minimizing Bile Duct Injuries: Adopting a Universal superior que irá paralela y a la derecha de la vía biliar, u
Culture of Safety in Cholecystectomy” (tabla 1) 10. origen normal, pero cruce anterior de la vía biliar, ya que
normalmente cruza por detrás).
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1. Use el método de la mirada crítica de seguridad para la identificación del conducto cístico y la arteria
cística.
2. Realice un "Time-Out" intraoperatorio antes de "clipar" o cortar cualquier estructura tubular.
3. Valore la posibilidad de una anatomía aberrante en todos los casos.
4. Haga un uso liberal de la colangiografía o de otros métodos para dibujar el árbol biliar de forma
intraoperatoria.
5. Reconozca cuándo la disección se acerca a una zona de riesgo y haga una pausa antes de
proseguir. Valore concluir la intervención de otra forma segura que no sea mediante colecistectomía
(colecistectomía parcial, colecistostom la, reconversión) cuando las condiciones alrededor de la
vesicular son demasiado peligrosas.
6. Pida ayuda a otro cirujano cuando la disección es dificultosa.
Tabla 1. Posición del paciente

Figura 2. Recomendaciones de la SAGES para la realización de una colecistectom la laparoscópica segura.

Las lesiones iatrogénicas son casi siempre fruto de una Las “señales” que deben poner en alerta son:
incorrecta interpretación de la anatomía, pero existen
algunas” señales” a las que se debe estar atentos y • La existencia de un conducto cístico de gran
que ayudarán a no seccionar ninguna estructura sin calibre. Naturalmente, si el paciente ha presentado
una correcta identificación previa de la anatomía o a migración de un cálculo a la vía biliar (clínica
reconvertir a cirugía abierta si ésta le resulta imposible de ictericia o colangitis previa) puede tener un
al cirujano. El autor insiste en que reconvertir o pedir verdadero conducto cístico dilatado, pero es
ayuda a un cirujano más experto no es sinónimo de improbable en el contexto de una cirugía electiva,
fracaso, sino de una actitud madura, responsable y o puede estar “embarazado” por el enclavamiento
profesional; la seguridad del enfermo debe primar sobre de un cálculo, pero ha de descartarse que se trate
cualquier otra circunstancia, ya que las lesiones de vía del colédoco mediante la maniobra de Strasberg,
biliar, especialmente, si se asocian a lesiones vasculares descrita previamente, o tratando de identificar la
11
, pueden transformar una patología benigna en un confluencia cístico-colédoco.
drama (existen colecistectomías que han terminado
necesitando un trasplante hepático 12).(Figura 3 y 4)
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• La inserción “baja” del conducto cístico. Por Una vez identificado el origen, si la hemorragia es
supuesto que existe esta variante, pero dada su continua y ésta impide realizar bajo visión cualquier
escasa frecuencia, ha de asegurarse igualmente otra maniobra, si se tiene la destreza necesaria, puede
que no se está confundiendo el conducto cístico realizarse una maniobra de Pringle. De esta forma,
con el colédoco. Una vía biliar no dilatada en mediante un breve clampaje del hilio hepático puede
pacientes jóvenes puede tener un calibre muy fino tenerse el campo limpio durante el tiempo que se
y, por tanto, ser más fácilmente confundida en necesite para resolver el problema.
estas situaciones.
• La dificultad de colocar sobre el conducto cístico
el instrumental de clipaje. Si se coloca el trocar
de la mano derecha (habitualmente de 10 mm)
en la posición descrita, subxifoideo o ligeramente
subcostal izquierdo, al traccionar de la bolsa
Hartmann hacia la fosa iliaca derecha del paciente,
el instrumental es prácticamente perpendicular al
hilio hepático. Sin embargo, si se observa que se
necesita corregir la posición y que la forma más
fácil de ligar el conducto cístico es colocando
el instrumental en un eje más paralelo al eje del
hilio hepático, ha de tenerse la sospecha de haber
podido disecar equivocadamente el colédoco y
deberá asegurarse antes de realizar cualquier
maniobra definitiva.
• Arteria cística “arrosariada”. La arteria cística es una
arteria terminal, única o doble, pero que se dirige
recta hasta alcanzar la pared de la vesícula. La arteria
hepática derecha, que a veces puede ser filiforme y, Figura 3. Variantes anatómicas más frecuentes del conducto cístico.
A. Inserción baja en colédoco. B. Ausencia o cístico corto. C. Inserción
por tanto, el calibre no ayuda a diferenciarla, puede cerca de la confluencia de los conductos hepáticos. D. Inserción en lado
“serpentear” en el Calot o, incluso, estar apoyada izq. de la vía biliar cruzando por delante de la misma. E. Inserción en lado
sobre la pared de la bolsa de Hartmann (arteria en izq. de la vía biliar cruzando por detrás de la misma.
oruga, del inglés “caterpillar artery”).
Si pese a todas estas maniobras de seguridad, se lesiona
la vía biliar, puede hacerse una reconstrucción directa
si se tiene la experiencia necesaria. Si no, debe dejarse
ligado o clipado el cabo proximal de la vía biliar, para
que dilate y facilite la reconstrucción diferida, dejar un
drenaje de ambiente e informar al paciente y familiares.

En caso de hemorragia importante durante la disección


del triángulo de Calot, una posibilidad es la reconversión,
pero lo que nunca debe realizarse es la ligadura o clipaje de
estructuras sin su correcta visualización, ya que se aumenta
el riesgo de provocar una lesión arterial o biliar grave.

Ante estas situaciones, lo primero es mantener la


calma, ya que la laparoscopia tiende a magnificar
mucho las hemorragias. La primera maniobra es
introducir una gasa y comprimir con fuerza durante
cinco minutos. En muchas ocasiones este simple
gesto es suficiente para detener definitivamente
la hemorragia o para dar, al menos, tiempo de
identificar su origen y planificar la siguiente maniobra
(colocar otro trocar de ayuda, disecar, colocar clips Figura 4. Variantes anatómicas más frecuentes de la arteria cística (con
arteria hepática derecha normal). AHD Arteria hepática derecha. AHI Ar-
selectivamente, aplicar hemostáticos sellantes, etc.). teria hepática izquierda. AGD Arteria gastroduodenal. * Arteria hepática
derecha tributaria de la arteria mesentérica superior. ** Arteria hepática
derecha cruzando por delante del conducto hepático común.
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En la figura 4 se observa un amplio trayecto de la arteria Recientemente se ha publicado una técnica novedosa e
hepática derecha que discurre paralela al conducto ingeniosa de colecistectomía parcial, que consiste en la
cístico, y que es “atraída” hacia la vesícula por la tracción oclusión de la bolsa de Hartmann con un colgajo libre de
necesaria para la exposición del Calot, observándose epíplon, a modo de “plug”15.
una arteria cística en realidad muy corta y de gran
calibre. En este caso, el calibre de la arteria principal 1. Use el método de la mirada crítica de seguridad para la
es un dato que debe hacer extremar la precaución en la identificación del conducto cístico y la arteria cística.
disección, pero a veces esta arteria es filiforme y puede 2. Realice un “Time-Out” intraoperatorio antes de
ser confundida con la arteria cística cuando tiene un “clipar” o cortar cualquier estructura tubular.
trayecto extrahepático largo. 3. Valore la posibilidad de una anatomía aberrante en
todos los casos.
La imagen es un ejemplo de la importancia de la
maniobra de seguridad de la mirada crítica que ya se 4. Haga un uso liberal de la colangiografía o de
ha comentado, no poniendo clips ni cortando ninguna otros métodos para dibujar el árbol biliar de forma
estructura hasta estar perfectamente individualizadas. intraoperatoria.
5. Reconozca cuándo la disección se acerca a
Asimismo, no es infrecuente encontrarse con una rama una zona de riesgo y haga una pausa antes de
de la arteria hepática derecha, que parece dirigirse hacia proseguir. Valore concluir la intervención de otra
la pared posterior de la vesícula, pero que en realidad forma segura que no sea mediante colecistectomía
acaba penetrando en el parénquima hepático en el lecho (colecistectomía parcial, colecistostomía,
vesicular; se trata de la rama del segmento 5 hepático reconversión) cuando las condiciones alrededor de
(vídeo: arteria S5), que puede tener una división la vesicular son demasiado peligrosas.
precoz y, por tanto, un trayecto extrahepático largo y
6. Pida ayuda a otro cirujano cuando la disección es
que fácilmente puede ser confundida con una arteria
dificultosa.
cística. El resultado de su ligadura será inmediato,
observándose la demarcación isquémica del segmento
correspondiente. Desde el punto de vista clínico, este
incidente no suele tener repercusión, salvo una leve
hipertransaminasemia transitoria en algunos casos.

Hay que destacar que, la mirada crítica de seguridad en


casos de inflamación severa del Calot e hilio hepático
puede ser técnicamente muy difícil e, incluso, imposible,
por lo que la insistencia en estas situaciones puede
ser la causa de la iatrogenia. Cuando existe mucha
inflamación, si se consigue disecar en 360o una
estructura biliar y no se está seguro de si es conducto
cístico o vía biliar principal, ha de intentarse continuar
la disección para localizar la arteria cística, según los
principios de la mirada crítica, pero la imposibilidad de
realizar este paso debe poner en alerta y hacer pensar
Figura 5. Mirada crítica de Strasberg: 1. Vesícula; 2. Bolsa de Hartmann;
que “algo” está pasando. En este punto, es mejor no
3. Pinza de agarre traccionando hacia fosa iliaca derecha para exposi-
insistir en la disección y optar por otra estrategia, como ción del Calot; 4. Conducto cístico; 5. Arteria del conducto cístico y vaso
el uso de la ecografía o colangiografía intraoperatoria, linfático; 6. Arteria hepática derecha; 7. Arteria cística; 8. Gasa que se ve
disección anterógrada, etc. 13,14. a través de la ventana hecha entre el conducto cístico y la arteria cística,
demostrando la disección completa del peritoneo posterior (lateral). 9.
Ganglio de la arteria cística.
Colelitiasis | 12

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