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Era un 20 de marzo del 2010; Un hombre llamado Marcus que iba caminando por

las calles de un pequeño pueblo llamado Winder, este pueblo era muy frio, estaba
localizado en el sur de Alemania; El era un médico científico que acababa de salir
de su turno en el hospital donde el trabajaba, se dirigía a una estación
abandonada donde según decía la gente había un mundo subterráneo donde se
encontraban plantas sanadoras que curaba cualquier tipo de enfermedad (sin
importar la enfermedad que padecía), él ya había intentado buscar una cura para
el cáncer que su hija padecía, se dirigía a aquel lugar y logro burlar a los guardias
los cuales resguardaban un bosque de fauna y flora. En el centro de aquel bosque
encontró aquella estación la cual en 1819 había cerrado permanentemente ya
que en esa época hubo un accidente donde murieron demasiadas personas.
Marcus había llegado a la estación, estaba excavando buscando el mundo
subterráneo, cuando encontró el mundo subterráneo junto con las plantas,
después de algunas horas por fin logro hacer la cura del cáncer para su hija, pero
cuando iba de camino al hospital donde estaba su hija fue atropellado por un carro
Mazda 5 blanco, cuando cayo al suelo la cura se inyecto por accidente en su
brazo derecho, después de 2 horas en coma, despertó En el mismo hospital
donde se encontraba su hija, apenas abrió los ojos pregunto por su hija,
- ¿Dónde está mi hija? (dijo preocupado)
Pero las noticias que le dieron los médicos no fueron de su agrado.
-Lamentablemente tu hija falleció hace poco.
En ese momento Marcus sintió ira, tristeza, decepción, impotencia y culpabilidad.
Markus intento levantarse de la camilla donde estaba acostado, pero las heridas
del accidente y los médicos impidieron hacerlo,
-Tus heridas sanaran en 1 o 2 meses aproximadamente.
Pero el no se preocupaba por sus heridas, él se sentía triste y culpable por la
muerte de su hija; Los médicos decidieron ponerle tranquilizante para que
descansara.
Al siguiente día el miro sus heridas, y se sorprendió, sus heridas habían
cicatrizado, pero no estaba totalmente recuperado, como no había nadie decidió
intentar levantarse, y lo consiguió, no encontraba ninguna explicación sobre este
suceso, pero, recordó lo del accidente, que la cura para su hija realmente se había
inyectado sobre él, era la única explicación lógica que encontraba.
Pero eso no era lo único, también su cuerpo había sufrido cambios extraños; Al
pasar de los días su su piel cambio cada día era más pálida, sus ojos eran
diferentes, sus manos no eran normales, hasta el punto de convertirse en
monstruo, rompió la ventana y huyo, convirtió la estación en su casa, se puso a
investigar porque la cura que le iba a poner a su hija lo había hecho mutar de esa
forma, y descubrió que para las personas que no estaban enfermas no era tan
beneficioso, ya que aunque te hacia mantener vivo tenia efectos secundario con el
paso de los días y también recordó el auto que lo atropello, aquel Mazda blanco.
Al pasar de los días su cuerpo fue cambiando de forma extrema, su piel cambio de
color, sus ojos eran diferentes, sus manos no eran normales, hasta el punto de
convertirse en monstruo, rompió la ventana y huyo, convirtió la estación en su
casa, el recordó el auto que lo atropello, aquel Mazda blanco
Los recuerdos que tenia de su hija lo hacían acumular más y más deseos de
vengarla, y para lograr su cometido salía del bosque donde estaba la estación, e
iba a la vía principal, oculto entre los arboles vio pasar a un auto blanco, él lo
persiguió entre las sombras hasta su casa, ya de noche aprovecho la oportunidad
para atacar al dueño de ese vehículo, cuando ya tuvo a la víctima lo lleva a su
casa, esa vieja estación.
Lo sujetó con cadenas y decidió que cada día le quitaría un dedo de cada
extremidad y se lo comería y cuando se le acababan los dedos se comería las
extremidades y el torso sin dejar que muriera desangrado o de hambre ya que le
inyectaba la misma inyección fallida con la que quiso salvar a su hija, sin dejar que
la persona muriera, pues la mantenía con vida porque le daba satisfacción ver el
sufrimiento de su víctima.
Ya cuando su víctima estaba a punto de morir, le quitó su cabeza y la puso como
trofeo en una vitrina, así sucesivamente lo hizo con las personas que tenían la
mala suerte de tener esa misma clase de auto color blanco, comiendo sus
extremidades y coleccionando sus cabezas.

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