14/09/2022 Tema Un hombre en un hospital tiene una pesadilla recurrente que lo atormenta cada noche. Titulo Atrapado Entre Dos Mundos
Narrador Narrador en tercera persona
Inicio Al principio de la historia, un hombre daba un paseo
en su motocicleta… Atrapado Entre Dos Mundos
Al principio de la historia, un hombre daba un paseo en su motocicleta, se distrajo
con el paisaje a su alrededor y atropelló a una mujer que cruzaba la calle. Al momento del golpe, se desmayó. Despertó con nauseas, le sangraba una cortada en la ceja, le dolía la rodilla y tenía herido el brazo derecho. Después de que unos hombres lo sacaron de debajo de la moto, lo llevaron boca arriba hasta una farmacia y cinco minutos después, una ambulancia lo llevó hasta un hospital. A pesar del accidente, se sentía bien, no era nada grave, solo unas heridas superficiales. En el hospital, pasa a la sala de operaciones donde la cirugía es realizada por un hombre alto, delgado y vestido de blanco. El protagonista tiene un sueño, en donde él es parte del pueblo moteca y huye de los aztecas a través de la selva. En el sueño siente un olor que él describe como el olor de la guerra, lo cual es curioso porque en sus sueños no suele sentir aromas. Lo despierta un paciente a su lado que le dice que se va a caer de la cama. Al abrir los ojos, en el hospital ya era de tarde y después una enfermera le curó las heridas y le dio agua y comida. Después de un caldo que lo hizo sentir feliz se quedó dormido y tuvo el mismo sueño. Corría en la oscuridad aferrado a un amuleto protector y un puñal, tratando de escapar de los cazadores hasta que escuchó gritos, vio las antorchas del enemigo y sintió ese olor a guerra que le repugnaba. Consiguió apuñalar con su hoja de piedra a uno de ellos y después, una soga lo atrapó por detrás . Justo al despertar, el mismo paciente le dice que esas alucinaciones eran por la fiebre. Estar de nuevo en el hospital, lo hizo sentir aliviado y seguro. Solo recordar aquella pesadilla le daba mucho miedo. El protagonista intenta recordar el momento entre el choque y cuando lo levantan del suelo, pero hay un vacío en su memoria que lo frustra y él dice que ese vacío se siente como un hueco que lo llevó a través de algún pasaje. Después de beber agua mineral, él esperaba dormir sin tener esa pesadilla que le aterraba. Pero una vez más se encuentra dentro de ella, esta vez atado de manos y pies, boca arriba. Se sentía desprotegido sin su amuleto y trataba de zafarse de las sogas desesperado porque sabía lo que le esperaba, iba a ser sacrificado. Aún boca arriba, hombres con taparrabos y el cabello lleno de plumas lo alzaron y lo llevaron por un pasadizo con un techo bajo. El temía el momento en el que ese techo de barro se terminara y diera paso a la visión de la noche estrellada, pues significaba que su muerte estaba cerca. Justo en ese momento de terror, regresó al hospital. Cada vez que cerraba los ojos, veía imágenes de esa pesadilla y se enderezaba aterrado, pero el placer de saber que estaba despierto, lo calmaba. Mantener los ojos abiertos se le hacía difícil, aún con el miedo que tenía. Regresó a su pesadilla en donde el techo de rocas aún no terminaba, hasta que la visión de una luna menguante le azotó la cara y desesperado, cerraba y abría los ojos tratando de cambiar esa vista por la del techo protector de la sala del hospital. Pero cada vez que abría los ojos, estaban ahí la noche y la luna, las hogueras con humo, la piedra roja de la sangre de los sacrificados. Intentó apretar los ojos para despertar y por un momento se vio de nuevo en la cama, pero el olor a sangre estaba también ahí y cuando abrió los ojos, el sacrificador ensangrentado llevaba un cuchillo hacia él. Intentó cerrar los ojos por última vez, pero él sabía que no podía despertar porque ya estaba despierto. Su pesadilla era la realidad y aquella historia de una motocicleta y paisajes con avenidas eran un sueño en el que también yacía boca arriba y un hombre se acercaba a él con un cuchillo.
Liga al relato en audio: https://1drv.ms/u/s!Ap_6od6Wl9Z_p3pmv4SntAVgQ6Zt?
e=oplCvM
Diferencias entre relatar de manera oral y escrita
Al relatar una historia de manera escrita es muy fácil dejarse llevar y que las ideas fluyan, pero de manera oral, a veces te quedas en blanco y es difícil retomar el punto. De manera escrita, se suelen usar palabras más rebuscadas para llamar la atención del lector, pero de manera oral, para que el relato se escuche más natural, se usan palabras comunes y lo que capta la atención es el tono de voz. Para mí fue más fácil relatar de manera escrita, porque yo tengo problemas de tartamudez y me es difícil relatar algo sin leerlo directamente y a veces me frustra tener que comenzar todo el audio de nuevo si me equivoco.