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Una de las primeras consideraciones que debemos

hacer es que los niños, niñas y adolescentes son


sujetos plenos de derecho por lo que gozan de todos
los derechos y garantías consagrados a favor de las
personas en el ordenamiento jurídico, esto quiere decir
que de acuerdo a su desarrollo evolutivo y podrán
ejercer progresivamente de manera directa sus
derechos y cumplir con sus deberes y obligaciones.
La Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes (LOPNNA),  la cual entró en vigencia
en el año 2000 y fue reformada en el 2007, contempla
una serie de normas que se refieren al tema educativo, 
entre ellas encontramos el Derecho a las Educación, 
del cual son titulares todos los niños, niñas y 
adolescentes, de manera gratuita y obligatoria, la
educación debe ser de la más alta calidad, este derecho
debe cumplirse en los planteles cercanos a su
residencia tal y como lo establece el artículo 53 de la
LOPNNA.
Una de las grandes preocupaciones que manifiestan los
docentes es la llegada tarde al colegio, así como las
faltas de los niños, niñas y adolescentes a clase;
comprendemos que si bien pueden surgir
eventualidades, retrasos por el tráfico o por
deficiencias en el  sistema de transporte público, como
padres debemos tomar las respectivas previsiones ya
que la LOPNNA establece en su artículo 54 que los
padres deben exigirles la asistencia a clases a sus
hijos,  así como la activa participación en el proceso
educativo por parte de los padres (asistencia a
reuniones, asambleas, entre otras); de igual manera
existe el deber de inscribirlos oportunamente en la
escuela  para garantizar su educación, establecido en el
artículo 54 de la LOPNNA. Otro caso que se observa
comúnmente es los niños en espera de sus padres,
inclusive hasta avanzadas horas luego de culminar las
actividades escolares, en este caso debemos recordar
que la LOPNNA establece en el artículo 358 el
contenido de la responsabilidad de crianza, la cual
comprende el deber irrenunciable de los padres de
custodiar, vigilar mantener y asistir moral y
afectivamente a sus hijos.
Otro de los Derechos que tienen nuestros hijos y
también nosotros como padres, lo encontramos en el
artículo 55 de la misma ley, se refiere a la
participación activa en el proceso educativo de
nuestros hijos; por ello los docentes, maestros y
autoridades del colegio deben brindar apertura para
que los padres puedan ejercer dicho derecho,
informándose sobre el rendimiento, comportamiento y
en general todos los aspecto vinculados  a la vida
escolar de sus hijos. Igualmente los padres debemos
atender el llamado de los docentes y en especial las
solicitudes que nos hagan los psicólogos,
psicopedagogos y orientadores del plantel.  Por su
parte la escuela debe extender la mano para ayudar a
los padres, facilitando la comunicación entre
representantes y docentes, apoyando y  aplaudiendo el
interés de los mismos en este proceso.
De la misma forma, encontramos que
la LOPNNA introduce aspectos importantes sobre el
tema educativo como podemos observar en el artículo
56, que se refiere al derechos de los niños, niñas y
adolescentes a ser respetados por sus educadores,
recibir una educación basada en el amor, afecto,
comprensión mutua, identidad nacional, respeto
reciproco a ideas y creencias y la solidaridad, por ello
se prohíbe cualquier clase de castigo físico y
humillante,  con lo que quedan deslastradas las viejas
prácticas de algunos docentes como,  por ejemplo,  el
reglazo, las orejas de burro, dejarlo sin comer durante
el receso, no permitirle ir al baño, colocarle frente al
salón y hacer pública su falta, calificarle con
sobrenombre, hacer del conocimiento público
problema familiares del niño y otras prácticas que
perjudican el desarrollo de los niños y atentan contra
su integridad.
Lo comentado anteriormente puede ser relacionado 
con el trato que deben dar en casa y en la escuela a los
infantes, con esto nos referimos al Derecho al Buen
Trato el cual encontramos en el artículo 32-A de
la LOPNNA,  el cual establece:
“Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho
al buen trato. Este derecho comprende una crianza y
educación no violenta, basada en el amor, el afecto, la
comprensión mutua, el respeto recíproco y la
solidaridad.”
El padre, la madre, representantes, responsables,
tutores, tutoras, familiares, educadores y educadoras
deberán emplear métodos no violentos en la crianza,
formación, educación y corrección de los niños, niñas
y adolescentes. En consecuencia, se prohíbe cualquier
tipo de castigo físico o humillante. El Estado, con la
activa participación de la sociedad, debe garantizar
políticas, programas y medidas de protección dirigidas
a la abolición de toda forma de castigo físico o
humillante de los niños, niñas y adolescentes.
Se entiende por castigo físico el uso de la fuerza, en
ejercicio de las potestades de crianza o educación, con
la intención de causar algún grado de dolor o
incomodidad corporal con el fin de corregir, controlar
o cambiar el comportamiento de los niños, niñas y
adolescentes, siempre que no constituyan un hecho
punible.
Se entiende por castigo humillante cualquier trato
ofensivo, denigrante, desvalorizador, estigmatizante o
ridiculizador, realizado en ejercicio de las potestades
de crianza o educación, con el fin de corregir,
controlar o cambiar el comportamiento de los niños,
niñas y adolescentes, siempre que no constituyan un
hecho punible.”
Allí podemos observar que este artículo contempla la
prevención del maltrato infantil específicamente en el
hogar y la escuela, haciendo expresamente énfasis en
las figuras que tienen potestad de crianza o educación
sobre los niños, en este caso los maestros o docentes.
Otros aspectos que revisten importancia al hablar de la
escuela es la responsabilidad de los padres de cumplir
instrucciones y controles médicos para velar por la
salud de los niños, niñas y adolescentes, así como el
nivel de vida adecuado (Art. 30 LOPNNA) el cual 
comprende el disfrute de una alimentación nutritiva y
balanceada en calidad y cantidad que satisfaga las
normas de la dietética, higiene y la salud, por lo que
los padres deben tomar en cuenta el manejo de las
llamadas loncheras nutritivas, proveer a nuestros hijos
de los requerimientos diarios de alimentación.  En la
actualidad encontramos numerosos sitios en internet,
foros, talleres y revistas que nos facilitan el manejo
adecuado de la nutrición de nuestros niños, evitando
de esta forma enviarles alimentos con alto contenido
graso, alimentos con conservantes, colorantes y
adquiridos en lugares donde no tengamos la certeza de
la higiene y manipulación de los mismos.
También debemos destacar el rol de los padres en el
cumplimiento de los Deberes y Responsabilidades de
los niños, niñas y adolescentes  establecidos en el
artículo 93,  como lo son Honrar a la Patria y sus
símbolos, respetar, cumplir y obedecer todas las
disposiciones del ordenamiento jurídico (leyes),
respetar los derechos y garantías de las demás
personas, cumplir las obligaciones en materia de
educación.
Otro instrumento de gran importancia es la Ley
Orgánica de Educación promulgada en el año 2009.
Entre sus normas podemos ver que  se plantea la
igualdad de género y condiciones para los niños, niñas
y adolescentes el ejercicio del Derecho a la Educación.
El  artículo 17 establece la corresponsabilidad en
materia de educación que consiste en el deber, derecho
y responsabilidad de orientación y formación en
principios, valores, creencias, actitudes y hábitos en
los niños, niñas y adolescentes para cultivar respeto,
amor, honestidad, tolerancia, reflexión, participación,
independencia y aceptación. Las familias, la escuela,
la sociedad y el Estado son corresponsables.  Este
artículo es de vital importancia en el caso de los padres
ya que una de la situaciones  que  también se percibe
en los centros de estudio es una gran cantidad de niños
cuyos padres no participan ni revisan las actividades
escolares de sus hijos, no acuden a los llamados que
hace el maestro y muchas veces se percibe hasta
desatención del infante, en este caso de ser una actitud
reiterada por parte de los padres,  el maestro debe
hacer un llamado de atención ante las Defensorías de
Niños, Niñas y Adolescentes.

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